Logan=

—Se verá hermosa, me muero porqué la marquemos— Tax me hablaba sin parar y yo caminada de una esquina a la otra en el enorme salón, los nervios me recorrían a través de la sangre y mientras más pasaba el tiempo y la gente iba llegando estos aumentaban.

—Se verá muy hermosa con nuestra marca en su bonito cuello— Tax no dejaba de suspirar y ronronear, parecía alzado.

—No la marcaré Tax— le hablé en voz alta y unas señoras me escucharon y me vieron feo.

—¿Logan estás bien? La gente huye de ti, debes tranquilizarte ella va a venir— Alec me puso la mano en el hombro y de la nada todos empezaron a aplaudir.

Tatiana acababa de entrar, todos la veían y le sonreían al aplaudirle, también la felicitaban, la abrazaban, le deseaban toda la fertilidad del mundo para traer al mundo a sus futuros cachorros y luego estaba yo que la veo como ala mujer más pesada y tóxica del mundo.

—¡Logan dale un beso a tu novia!— comenzaron a pedir las amigas de ella.

—Prefiero comer garrapatas— el gigantesco lobo negro se apoderó de mi imaginación, Tatiana era una garrapata grande, del tamaño de un gato y Tax la acechaba y se la comía de un mordiscón —Sabe mal— murmuró. Me transmitió una nueva imagen en dónde él escupía a la garrapata y se moría por el mal sabor.

—Necesito un trago— Esas imágenes eran algo que no necesitaba en este momento.

Tatiana llegó a mí con su enorme sonrisa falsa y un vestido rosa palo que la hacía ver como un matambre.

—Toda ella es una garrapata— Dijo Tax viendo con asco a Tatiana a través de mis ojos.
—Sin honor, sin respeto por ella misma...si fuera una loba decente no se rebajaría a hacerle esto a Genna.

—Tax basta, no necesitamos ocupar nuestra mente en Tatiana, Genna es más interesante de pensar— le recordé.

—Por supuesto, yo sólo decía que  no es de mi incumbencia si Tatiana quiere pasar vergüenza frente a todos cuando presentes a Genna como nuestra compañera y luna legítima de la manada.

—Logan cariño— la garrapata me habló pero contar cuántos azulejos hay en el piso se me hizo más divertido que tener que hablar con ella.

—Esta fiesta estará interesante— me susurró Laya que pasó junto a mí y se acercó a Alec.

—¿Por qué la haces llorar?— Lion se interpuso en mi camino de nervios.

—¿Aún está llorando?— si estuviera en mis forma lobuna habría bajado con tristeza mis orejas.

—No— cerró sus manos en puños.

—¿Va a venir?— mis esperanzas están por los suelos pero necesito una respuesta y así saber si debo cancelar todo o seguir y esperarla.

¿Y si no llega? Por millonésima vez en la noche la pregunta se coló en mi cabeza.

El día hoy lo había ocupado en ir de tienda en tienda en busca del vestido y los zapatos perfectos para mi pequeño amor.

Las primeras cinco tiendas no tenían aquello que mi lobo y yo buscábamos, pero entonces, la última tienda de la manada quedó frente a mis narices y al entrar, automáticamente mis ojos fueron a parar a un hermoso vestido dorado, que entre tantos otros, había sido el único que llamó mi atención, pero al ver la forma en que le marcaría la figura a Genna me alejé apresuradamente porque ya de por sí imaginarla me hacía pensar cosas malas y verla sería como liberar a la bestia.

Continué con mi búsqueda con la vendedora, una simpática omega que me mostraba cada uno de los vestidos ,pero por más que buscaba y buscaba no encontrábamos otro que reluciera tanto como ese y al acercarme una vez más, lo vi con detenimiento, le presté más atención y la sonrisa de mi lobita fue transmitida a mi imaginación por Tax, eso fue suficiente, el vestido estaba echo para ella y ella estaba destinada a lucirlo en la fiesta de hoy.

Comprar los zapatos se convirtió en la tarea más fácil del día, Tax eligió unos de color piel y al llegar a casa tomé la caja con los anillos del alfa y la luna, hoy era la noche, presentarla sería como comprometernos y aunque eso no sucederá hasta dentro de varios años quiero que utilicé el suyo, que se lo ponga y que por el resto de nuestras vidas cuando se lo use y lo vea, recuerde que ella es mía tanto como yo soy suyo.

—Lion contesta, necesito saber si viene, la forma en que la traté hoy no fue intencional, pero es que Nathan tiene su edad y me preocupa que ella y él...

—¿De qué me estás hablando?— gruñó. —Genna no suele usar vestidos ni zapatos de tacón pero lo intentó por tí y la zorra esa la rebajó como si fuera estiércol en la tienda, por eso ella— creo que me maldijo o me llamó imbécil, no tengo idea, no me interesa saber más.

Regresé caminando por donde llegué, ahora tengo más sed que antes pero no de vino, quiero arrancar una cabeza.

—Logan— Alec sintió mis vibras y trató de detenerme.

Tatiana se reía y disfrutaba de la fiesta mientras que mi loba tuvo un día horrible. Tatiana debía pagar, nadie se mete con lo que es parte de mí y Genna tiene todo eso que soy yo y si se metió con ella, se metió también conmigo.

—Hermano— Jeins también lo intentó, ninguno de los dos pudo detenerme, nadie podría.

Mis instintos se hacían más fuertes con cada sonrisa de aquella mujer, el desagrado crecía dentro de mí, quería matarla, arrancarle la cabeza y colgarla en la puerta de su casa para que todos de una vez por todas aprendan a no meterse con lo que es mío. Todos debían saberlo, Genna es su luna,  es una niña pero tienen la obligación de tratarla como a una mujer, respetarla como se respeta a una mujer y tratarla como si se estuvieran dirigiendo a mí.

—Logan cariño— Tatiana me sonrió ampliamente —Las chicas me estaban diciendo que— la jalé del brazo y la arrastré por el salón hacia la esquina más lejana —Logan ¿Qué pasa?— su mano sudaba frío sobre la mía.

—Escúchame bien, te vas a despedir y te largarás de esta fiesta— le solté el brazo, tropezó y cayó sobre una mesa, las copas se quebraron y todo el vino se le vino encima.

—Logan todos los miran— me informó Alec tratando de sonar natural.

Me agaché y simulando ayudarla la levanté y acerqué mi boca a su oído.

—Tienes media hora para irte, si para entonces no te vas, te escoltarán mis guardias y créeme que no querrás eso—

—Logan ¡Genna está aquí!—Tax la había olido antes que yo.

—Me iré luego de que me presentes como tú luna— me susurró al oído y se soltó de mis manos antes de que pudiera matarla. —¡Estoy bien!— sonrió a la multitud y todos suspiraron aliviados, la música de ambiente volvió a sonar y al girarme no vi a mi loba pero sí a sus hermanos que corrían por el pasillo hacia las escaleras que van al tejado.

—Nos vio y huyó— Tax se paseaba desesperado por mi cabeza, su estado casi llega al colapso, mi corazón duele como aquella vez cuando Genna me hirió con sus palabras y sabía que no me quedaba mucho tiempo estando consiente si Tax seguía sufriendo de esta manera por nuestra loba, así que corrí, corrí entre la gente, empujé a muchas personas y al llegar al tejado me arrojé sobre mi pequeña y la besé, sin control, por todos lados excepto en su boca.

—Mía, mía, te amo, te amo, toda mía— Tax controlaba mi boca.

—Logan me aplastas— tosió y un par de híbridos sobreprotectores me quitaron de encima.

—Te ves hermosa, deslumbras más que la luna— me quedé sin palabras al verla sentada pero cuando se levantó del piso y la vi jadeé, mi mundo se llenó de estrellas, el cielo había bajado y me había traído a un ángel.

—Gracias— su agradecimiento no sonó sincero.

—¿Podrían soltarme?— retomé el control y ambos hermanos me dejaron con una leve advertencia de castrarme si me paso de listo.
—Genna lamento lo que Tatiana te haya dicho, sea lo que sea no es verdad, yo te amo más que a mí vida, te he amado desde mucho antes de haberte conocido y lo seguiré haciendo porque somos mates ¿Sabes lo que significa cariño?— me acerqué con cuidado de no asustarla, mis ojos ya están muy dorados.

—Soy tu mitad— se encogió de hombros como si fuera poco.

—Sí cariño, eres mi mitad pero mate también significa "Mi amor te entrego", nacimos para estar juntos, para entregarnos desde el primer respiro a nuestra otra mitad y tú eres la mía, mi amor te entregué, mi amor te perteneció, mi amor a sido tuyo desde que te vi, eras una niña pero mi amor fue tan incondicional que desde aquel segundo en que mis labios suspiraron por tu aroma me prometí a mi mismo sin saberlo que te amaba, que te amo y que te amaré hasta el fin de los tiempos, tú me guiarás, yo te guiaré, tú alejarás la oscuridad y yo te llevaré por el camino de la luz— nuestros labios quedaron muy cerca en algún momento y nuestro primer beso real se concretó.

El contacto duró poco, dos híbridos celosos y muy molestos me empujaron a varios metros de su hermana y tardé algunos minutos en dejar de verla o pensar en ella y en el suave y electrizante beso que nos habíamos dado.

—Estás castigada hermanita, en que lugar de tu cabecita se te a metido este idiota ¿Cómo puedes dejar que te bese?— Genna asentía como un robot, uno muy hermoso y por sus ojos destellan corazones y sentimientos que me pertenecían.

—¿Estás lista?— me acerqué con prudencia. Loan la sermoneaba y Lion me miraba como si quisiera arrancarme la cabeza, escupírmela y arrojársela a los perros.

—No sé caminar con estos— Genna me enseñó los zapatos y sonreí.

—Entonces ven descalza a nadie le importará— sonreí aún más, no me había rechazado.

—Me pisaré el vestido, además no me siento cómoda, está pegado a mi cintura. Logan apenas puedo respirar sin que la tela se expanda con los movimientos de mi cuerpo— hizo una mueca.

—¡Tengo una idea!— Tax iba a hacer que todos dejaran de tomarme en serio.

—¿Pueden esperarme aquí? Iré por algo a la casa y ya vuelvo— cambié de forma sin esperar sus respuestas y salí por la parte de atrás del edificio.

La manada estaba casi vacía, los únicos que rondaban muy de vez en cuando eran los guardias de turno que protegían las casas y toda la manada mientras se realizaba la fiesta.

Llegué a casa, tomé con la boca lo que necesitaba y volví a la fiesta, me vestí en las escaleras para que Genna no me viera desnudo cuando cambiase de forma y subí con su nuevo atuendo hasta el tejado.

—Debe ser una broma ¿Nos estás tomando el pelo?— Lion caminó hasta mí haciéndose sonar los nudillos.

—¿Harías eso por mí?— la voz ilusionada de Genna lo hizo detenerse.

—Haría cualquier cosa por ti, mi pequeño amor— Loan movió a Lion de mi camino y yo le entregué su pijama de oso panda a Genna. —Entiendo que con esto te sientes segura y a salvó y si debo verme como el alfa más ridículo y tierno del mundo para hacerte sentir segura lo haré, además tiene rabito— le moví la cola y me llevé conmigo a sus hermanos para que ella se cambiara.

—¿La amas de verdad?— Lion estaba reacio a hablarme pero lo hacía por ella.

—Con toda mi alma y entiendo que la protejan, sé que soy mayor

—Mucho mayor— resaltó Loan.

—Sí, mucho mayor, pero eso no debe preocuparles, desde que la vi supe que sería un reto el cual estoy dispuesto cumplir y a esperar hasta que ella sea mayor, ella estará a salvó conmigo— les aseguré.

—¿Qué edad tienes exactamente? Tu apariencia nos engaña— gruñó Loan.

—Superé los cinco siglos hace tiempo, pero aún no llego a los seis.

—¡Pero aún no llega a los seis!— gritó Lion con falso entusiasmo. —¡¿Estás loco?!— gritó.

—Lion basta— Loan le pegó en la nuca —Él promete no lastimarla y nosotros estaremos para asegurarnos de que lo cumpla, míralo, olvídate de su edad y fíjate y dime si me equivoco cuando digo que él es todo lo que papá querría para Genna.— Loan me cae bien ahora.

—¡Por Dios! Vale ¡Bien! Eres la perfección que papá había descrito pero escúchame bien chucho, si te pasas de listo olvídate de darle cachorros a mi hermana.

—¿Cómo me veo?— Genna vino con una enorme sonrisa reluciente hacia nosotros.

—Hermosa— dijimos los tres.

—¿No me veo tonta?— se mordió el labio y se frotó las manos.

—No— dijo Lion.

—Te ves hermosísima, tanto como mamá— le sonrió Loan y la abrazó, Lion se les unió y luego yo me apropié de ella para abrazarla y tener un abrazo de solo ella y yo.

—¿Lista mi osita?— tomé su mano y se la besé.

—Eso creo— bajamos las escaleras, Lion y Loan venían detrás nuestro, los cuatro tomamos aire y entramos al enorme salón, todos nos miraban y yo me tomé el inocente atrevimiento de rodearle la cintura a mi lobita.

Le eché una mirada extra y me encontré suspirando por tanta belleza envuelta en un paquete tan tierno como lo es el pijama de oso panda.

—El primero que lleve sus ojos a su cuerpo lo mato— dijo Tax pero yo lo pensé.

—Todo va a salir bien—le guiñé el ojo e ignoré los murmullos de los invitados. Ella asintió y me sonrió con timidez, supongo que está tan asustada que le da miedo hablar.

Caminamos hasta llegar a la mitad del salón y nos detuvimos, los murmullos acabaron en el mismo instante.

—Gracias por venir—comencé. El traje no me dejaba verme serio.
—Hoy nos reunimos aquí para festejar que hace cuatro años  encontré a mi mate y hoy es el mayor honor para mí poder presentarla ante ustedes, mi manada, mi familia. Ella es nuestra luna, ella es Genna Wolfblood.

La multitud quedó en silencio y Alec, su familia y Jeins y su novia eran los únicos que aplaudían y aullaban, poco a poco la gente se fue mirando y comenzaron a aplaudir y a aullar también.

Genna los miraba sin entender nada y entonces me incliné y le expliqué.

—Ellos te han aceptado— de reojo vi a dos personas acercándose.

Mi madre me veía orgullosa con una gran sonrisa en su rostro y mi padre, el diablo se veía menos amenazante.

—Felicidades hijo—mi mamá se le adelantó a mi papá y nos abrazó a ambos —Bienvenida a la familia— mi madre le dio un fuerte abrazo solo a Genna y luego la soltó y le tocó las orejas.

—Gracias señora—la timidez la hacía ver más tierna y ese traje completaba el look

—Basta de formalidades, eres de la familia, dime Saya—mi mamá le sonrió enormemente a Genna y mi papá arruinó el momento.

—¿Por qué no estas con Tatiana?—está furioso, echa chispas por los ojos.

—Porque Genna es mi mate— entrelacé la mano con mi lobita y él siguió mi gesto y sonrió.

—No tienen los anillos, aún hay tiempo— festejó y más de tres gruñidos se oyeron, mis hermanos y los de Genna estaban en desacuerdo con mi padre.

—Te equivocas papá— le mostré la otra mano dónde sé que Genna porta su anillo de luna —Genna tiene su anillo y el mío— le conté.

—¡¿Cómo pudiste dárselos?! ¡Esos anillos fueron dados a nuestra manada por la mismísima diosa luna!— gritó llamando la atención de todos.

—Lo sé papá, pero Genna es menor de edad y ella cuando crea estar lista me dará el anillo de alfa a mí, ella guiará nuestra relación, no yo y como soy tu alfa respetarás mi decisión. Los tiempos han cambiado y si Genna decide hacerme esperar dos o quizás tres siglos hasta que esté lista la esperaré, después de todo tenemos toda la eternidad juntos ¿O no lobita?— me incliné hacia ella y le besé la frente transmitiéndole todo mi amor.

Mi padre seguía diciendo todo lo que piensa y yo lo ignoré y bajé a el oído de mi osita

—Al finalizar la noche iremos a ver las estrellas ¿Quieres?—

—¿Las estrellas?— sus ojos hermosos se volvieron dorados.

—Sí, las estrellas— le guiñé el ojo y cuando la música del primer vals empezó le tomé la mano, le rodeé la cintura y la acerqué a mi cuerpo para bailar la primera pieza de todos las que habrá durante el resto de nuestras vidas.