CAPÍTULO 23= Oso.

Logan=

Suplicante era su mirada, con tan bellos y delicados ojos que a la vez, debajo de toda esa hermosura, ocultaban a un ser tan travieso y lleno de sentimientos que me hacían enloquecer. La niña sigue viva dentro suyo y sale,se le escapa cuando quiere algo que no puede conseguir por sí misma y recurre a mí para dárselo.

Sabe...conoce mis sentimientos, entiende que le daría todo e incluso más, pero esta vez no soy capaz, el respeto y honor que tengo hacia ella me impide estar en desacuerdo con sus hermanos. Yo la besé, yo merezco un castigo en todo caso, pero ella aunque no se lo merece también tendrá uno pues no debió permitir que mis labios tocasen los suyos y mucho menos dejar entrar en su alma todo el amor que le transmití.

-Logan- me sacudió. Su cuerpo grácilmente ubicado junto al mío con sus cortas extensiones de brazos rodeándome la cintura no sólo abrazando mis músculos sino también mi alma me llevaron a otro mundo, uno en el que somos ella y yo, sin nadie más, sin prejuicios, sin dolor, libres de una forma en que sólo podría ser posible conocer cuando se encuentra a aquél amor, ese amor tan profundo, tan dinámico y fuerte que hasta una sonrisa basta para sentirse pleno y en paz. Genna me provoca todo eso e incluso mucho más, su mirada por ejemplo me decía que la ayude, que no deje que sus hermanos la castiguen, pero su boca, esa boca que cualquier hombre querría, con la curvatura perfecta para disfrutar del suave contacto, me decía "Prohibido" y entonces tomé una decisión pues no se trataba de lo que me dijeran sus ojos o su boca, se trataba de lo que me transmitía su alma, un alma joven, muy diferente a la mía...

-Logan- Genna me codeó. Sus hermanos ya estaban sobre nosotros y ella en algún momento cuando estuve perdido en mis pensamientos, se había parado frente a la cama.

-No la castigarán- declaré. El timbre sonó y escuché fuertes risas y burlas en mi cabeza. Alec y Jeins ya tenían mi pedido y estaban ansiosos porque les abriera y dejara pasar.
-Desempaquen- bajé de dos en dos las escaleras y le abrí la puerta a cientos de burlas.

-¿Para qué quieres esto?- Alec sacudió la bolsa en su mano.

-Que les importa, ya dénmelo- no estaba para bromas, necesito estar todo el día con mi lobita y esto es tiempo perdido.

-¿Qué pensarán ellos si lo ven?- se burló Alec con una curva de travesura en sus labios.

-Saben lo que pensarían ¿Podrían comportarse como los adultos que son y darme mi bolsa?- Alec dudó y en ese descuido le quité la bolsa.

-¿Podemos ver a la princesa que de alguna forma logró que pierdas tu hombría?- preguntó sonrisa inocente.

-Alec no molestes a nuestro hermano- ese es Jeins, siempre tan...-Él lleva sin jugar al tuti-fruti desde hace cuatro años, se debe sentir muy feo no consentir las partes sensibles y debes entenderlo ¿O no Logan? Dile para que esté idiota entienda- se burló y les pegué en la cabeza a ambos.

-Basta de bromas idiotas, además, tú- señalé con mi dedo a Alec -Estuviste cuatro meses sin jugar al tuti-fruti porque preñaste a tu loba y tú mocoso- me giré hacia Jeins que ya está rojo -Tienes dos siglos y la mitad de todo ese tiempo tu mano te a consentido- les di la espada negándome a ver sus sonrojos y en la cocina me encontré a Lion hurgando en mi heladera.

-Lo que sea que tengas ahí no servirá, Genna no te querrá si nosotros no lo consentimos- dijo amargado. -Y deja de comprar estos chocolates, a ella no le gusta el chocolate amargo- los quitó de la heladera y los arrojó a la basura.

Tú tranquilo apestoso, nosotros somos chocolate dulce y de la mejor calidad- jugueteó Tax entre risas.

-Gracias por el consejo pero no lo necesito- el apestoso se encogió de hombros y sacó jugo, tomó un vaso, se sirvió y lo metió al lavado como si la casa ya le perteneciera y esperara a que alguien más lave su mugre por él.

-Jeins- ambos estaban gruñendo detrás de mí
-Necesito una sirvienta.

-Por supuesto...

-Genna creerá que eres un inútil- me advirtió el apestoso preparándose un emparedado de mantequilla de maní y jalea.

-¡No dejes que se apropie de nuestra casa!- gritó Tax.

-Jeins cancela la orden- bufé de mala gana, el apestoso me odia tanto como yo a él pero también es quien más conoce a Genna y aunque no quiera, tal vez sí me esté dando buenos consejos.

-Dominado- gruñó Tax.

-Sí alfa- rio Jeins y justo bajaron mi peque y su hermano por las escaleras, ambos reían y al ver ella a mis hermanos se ruborizó.

-Pasó mucho tiempo princesa, estás enorme- Alec la saludó manteniendo las distancias por respeto a mí y le sonrió con cariño.

-Te recuerdo-Genna le sonrió y yo también sonreí por lo bonita que se ve. -¿Tienes un hijo, cierto?- mi sonrisa se esfumó.

-Sí, se llama Nathan ¿Lo recuerdas?- Alec ignoró mis gruñidos y él y Genna comenzaron a hablar de Nathan como si ella lo conociera desde hace tiempo y no de solo dos horas.

-¡Sí!¡El niño asustadizo!- Genna exclamó entre risas y Jeins se les unió a la charla.

-¿No vas a hacer el almuerzo? Qué mal educado que eres alfa, tienes invitados, cocina un poco o al menos finge que te agradamos para que la estadía aquí sea...¿Cómo le dicen ustedes? ¿Grrr? Así están siempre, Grrr- Lion me mostró sus largos colmillos de lobo y yo me resistí a bajárselos de un puñetazo.

Yo no gruño mucho.

-No lo sé Lion, tú deberías saberlo más que nadie, después de todo ¿También eres un... ¿Cómo nos decías? ¿Chuchos era? Tú también eres un chucho y peor aún, también eres un rogue.- le palmeé el hombro y me alejé para llamar a uno de los pequeños restaurantes ubicados en medio de la manada.

. . .

Loan y Lion hace media hora le dieron el beso de las buenas noches a Genna y apenas ahora se han ido de mi puerta, los idiotas creyeron que no los estaría vigilando pero por el lado bueno ambos estarán dormidos y yo puedo escabullirme en la habitación de mi lobita.

Me subí el cierre del pijama, me coloqué la capucha y me vi al espejo.

-Si no le gusta seremos el hazme reír- bufó Tax y no le dije nada porque tiene razón, nadie más que ella puede vernos así.

-Eso no pasará- me confié pero no estaba tan seguro.

Salí con cuidado de la habitación y miré hacia todos lados, la cocina estaba vacía pero llena de platos sucios que más tarde en la mañana tendré que lavar, el pasillo estaba despejado al igual que la escaleras, subí en silencio los diez escalones y de puntitas de pies me escabullí entre las habitaciones de arriba hasta que estuve parado frente a la de mi lobita.

La abrí y ella estaba sentada en su cama con su pijama de oso puesto y lista para irse a dormir.

-Hola- cerré detrás de mí, sus grandes y hermosos ojos se pusieron completamente brillantes al verme.

-Estás...estás...- corrió hacia mí y me abrazó con fuerza
-abrazable- rio y yo igual.

-¿Entonces no me veo como un ridículo con este pijama de oso panda?- le pregunté sonriendo. Ella rio y negó, se paró de puntitas para tocar las orejitas en mi cabeza y me abrazó más fuerte.

-Nop, me encanta. ¿Te gusta compartir la ropa con tu mate?- me preguntó sonriendo.

-Ni siquiera lo pienses cariño, Alec y Jeins se burlarán por el resto de nuestras vidas porque tengo este traje y mira- me giré y moví el trasero para ella
-Tengo rabito.

Su rostro comenzó a ponerse muy rojo y la tentación le ganó y acarició el pequeño rabito de mi traje.

-Eres el alfa más tierno y lindo del mundo- dejó un beso en mi mejilla y siguió jugando con el rabito del traje.

-Vale pero no le digas a nadie, será nuestro secreto- le susurré al oído y la atraje hacia mi pecho, la abracé con fuerza y me llené de su aroma obteniendo mi dosis perfecta para irme a dormir y soñar en paz con ella.

-Logan- levantó la cabeza de mi pecho y subió su mano para acariciar mi orejas de oso panda.

-Dime- la observé, se ve tan tierna y hermosa a la vez.

-¿Te quedarás?- me preguntó con ilusión.

-Ven aquí cariño- la guie hasta el enorme espejo en la pared y nos paré frente a él. -¿Qué ves?- quise saber.

Ella recorrió mis brazos que la rodeaban con fuerza, vio mis ojos, la forma especial en que la miro y cuando estuvo muy ruborizada bajó a nuestros pies uno detrás del otro.

-¿Dos osos pandas?- bromeó y negué. Me incliné hacia delante y recargué el peso de mi cabeza en su hombro.

-Yo veo una pareja de lo más hermosa, cariño, pero para que esa pareja se siga viendo igual de hermosa junta, debe respetar las reglas- la abracé por la cintura. -Soy muy grande para ti lobita, esto no significa que no te amo, te amo y con locura, pero quiero otras cosas y tú a tu corta edad no estás interesada en dármelas y eso está perfecto porque yo estoy dispuesto y voy a esperar hasta que estés lista, pero mientras tanto no forzaremos las cosas.

Me encanta vestirme así para ti, podemos jugar a los pijamas todas las veces que quieras, podemos tener pijamadas, hacer karaoke...pero lo que yo no quiero es que te pierdas tu adolescencia cariño porque créeme, cuando creces te vuelves igual de amargado que tu hermano Lion- bromeé y ella rió y se cubrió la boca para no hacer tanto ruido.

-¿Entonces nos maquillaremos y hablaremos sobre chicos lindos?- ni en pedo.

-Te conseguiré una amiga y sobre los chicos...esa parte está prohibida, considéralos como eso que quieres pero no puedes y si tu mente peca, para sanar la herida di "Logan me quiere mucho y los demás chicos son feos"- le guiñé el ojo y la llevé hasta la cama, la hice entrar en ella, la arropé y le besé la frente.

-Logan me quiere mucho y los demás chicos son feos- repitió con mucha ternura.

-Correcto osita bonita, ahora este oso grande se tiene que ir a su cueva y tú dormirás aquí en tu cuevita- besé su nariz, sus párpados, sus mejillas y a su frentecita la dejé para el final.
-¿Estás lista para hibernar por esta noche y compartir los sueños más hermosos con tu osito favorito?-

-Sí- sonrió inmensamente y me abrazó -Logan

-¿Qué lobita?- olfateé su aroma, el chocolate y las nueces eran deliciosos por separado pero gracias a está pequeña se han vuelto mucho más deliciosos estando juntos.

-Te quiero lobo malo-acarició mis orejas negras, le echó una última mirada a mi traje de oso panda y sonrió.

-Y yo te quiero a ti lobita. Descansa, te veré en mis sueños- me despedí. Apagué su luz y regresé a mi habitación.

-¿Dormirás así?- me preguntó Tax.

-Sí- me metí en la cama y apagué las luces.

-Logan no podemos dormir- dijo Tax como asustado.

-¿Por qué no?- le pregunté preocupado.

-Ahora que compartimos los sueños, Genna está en peligro de ver algo feo ¿Qué tal si tenemos un sueño húmedo?¿Cómo se lo explicarías?