🐺 Capítulo 22|Pesados.
CAPÍTULO 22=Pesados.
Logan=
Odio a los hermanos de Genna, acaparan toda su atención, reciben todos sus abrazos y hasta parece que los quiere más que a mí. Encima son dos pares idénticos de indeciciones que a último momento decidieron venir a la manada con nosotros y ahora se encuentran caminando de la mano de Genna mientras a mí, mi loba me dejó atrás sin molestarse en ver si la sigo hasta mi manada o no.
-Estás castigada lobita-le gruñí para que me recordara.
-Logan no quiero que se peleen- me dijo y volví a gruñirle.
-Cállate Fido- Loan se aprovecha de que su hermana lo tiene abrazado por la cintura sino yo ya lo hubiera echo filete a la sartén.
Todos mis hombres los miraron mal y no era para menos, mi loba olía deliciosa pero estos dos lobos huelen a muerte.
-Cuando lleguemos a la casa quiero una habitación con jacuzzi- me informó Loan.
-Y yo tener a tu hermana pero no sé puede- me le burlé.
-Entonces con un bar privado me conformo- me sonrió inocente me señaló a Genna como si verla me hiciera poner tan idiota como para dar todo lo que este ridículo me pide.
-No te daré nada- le gruñí pero hizo oídos sordos.
-También quiero chocolate, muchos chocolates- Genna lo vio sonriendo y entonces supe que al menos eso sí debía dárselo para ella no para él.
-Le daré chocolates a ella, todos los que quiera pero tú te la quedarás mirando con lastima porque no dejaré que te convide ni uno- pasé delante de él, lo empujé con mi cola y ronroneé en la pierna de Genna. Ella bajó su mano y me acarició la cabeza.
Al fin se acuerda de mí.
-Sí que te pasas de menso Logan- miré hacia atrás y Loan había pisado popó y los guardias se le reían. -Maldito lobo ahora quiero una bañera grande en mi habitación- arrastró el pie en el pasto y cada vez quedó más atrás.
-No te daré nada- le repetí.
-Encima de feo eres pobre Logan, que decepcionado me tienes alfa, tenía más esperanzas para tu futuro pequeña Genna-vino corriendo, me empujó y abrazó a su hermana para alejarla de mí.
-Alec- lo llamé por nuestro lazo alfa-beta y él se aproximó correteando hasta mí.
-¿Qué pasa?¿Ya los podemos hacer croquetas?- se pasó la lengua por la boca y les gruñó, ellos ajenos a nuestra conversación nos ignoraron y sonrieron burlones.
-Ya quisieras tener una hermana como la nuestra chucho- Loan no dejaba de fanfarronear y todos los guardias le gruñían. Por otro lado, su hermano Lion se a quedado callado pero alerta.
-Cuando lleguemos a la casa te daré un papel, quiero que vayas a comprar lo que haya escrito y en secreto me lo traes, nadie puede enterarse o será mi perdición ¿Entiendes?- le pregunté y miré hacia todos lados para asegurarme de que nadie nos hubiera escuchado.
-Ok- dijo dudoso y entramos a la manada. La enorme cantidad de guardias que me siguieron a la casa de Genna se dispersó y los únicos que quedamos somos Genna y yo, sus hermanos y mis hermanos.
Todos nos encaminamos a mi casa. Los rogues recibían miradas peligrosas de aquellos que pasaban cerca y sentían su olor y otros más alejados los miraban con curiosidad.
-Las habitaciones de arriba son las suyas, la de abajo es de Genna y mía- les aclaré y ambos pararon en seco como si se hubieran llevado un muro por delante.
-¡Estás loco!- gritó Loan girándose al mismo tiempo que Lion y viéndome con odio.
-Eso no pasará chucho, Genna se quedará con nosotros si es necesario pero no contigo, nunca dormirá contigo- me gruñó Lion.
-Sí, como digan- los ignoré y me apresuré a entrar, tomé un papel, escribí rápido lo que necesito y sin que Genna o sus hermanos me vieran se lo metí en el pantalón a Alec y él y Jeins se fueron muy rápido dejándome con ellos.
Regresé a mi forma lobuna antes de que Genna me viera y cuando entraron los tres se quedaron asombrados mirando todo.
-¿Recuerdas la casa lobita?-le pregunté mientras caminaba hacia el pasillo. Una descarga me atravesó la espalda y volteé sintiendo su mirada en mi espalda, pero al girarme en vez de encontrarme con mi amor de larga melena me encontré con dos lobos gruñones y amargados.
Dejé de mirarlos cuando en todos mis intentos por verla ellos me obstruyeron la vista y seguí mi camino para cambiar de forma y a vestirme.
Volví a ser humano una vez ya en la puerta y vi a mi peor pesadilla.
-Amor aquí estás, ya hice las compras-Tatiana salía de mi habitación con un spray de perfumína en la mano y me la echó casi toda encima. -Hueles asqueroso- se ofendió.
-¡Qué haces aquí!- mi grito fue más como un susurro molesto. Genna no debía verla, Lion y Loan no debían verla y por supuesto si no quería que mis ojos se quemasen y mi estómago se revolviera yo tampoco debía verla.
-¿Qué haces en mi casa?- le repetí impaciente.
-Soy tu luna amor ¿Ya lo olvidaste?- caminó hacia mí, trató de tocarme, besarme y cuando en todas la rechacé probó con abrazarme y por su culpa casi caemos.
-Vete a tu casa, la verdadera y única luna ya está aquí- le aclaré haciéndola a un lado y entré a mi habitación.
-No es cierto, el consejo dijo que tú aprobaste que yo sea tu luna y ninguna niña ocupará mi lugar-declaró.
-La loca volvió-afirmó Tax asustado.
-Logan...
¡No, no, no, carajo! Me cubrí con una almohada y suspiré deprimido por la mirada triste que me echó mi lobita.
-Genna déjame explicártelo- traté de acercarme y se alejó.
-Fue una mala idea venir- sollozó viendo a Tatiana con una mirada de odio mezclada con tristeza y desapareció fuera de la habitación. Tatiana nunca sonrió tan grande como ahora y yo nunca deseé matar a alguien como ahora lo hago.
Me vestí a las apuradas, si esta loca me ve o no, ya es su problema, ella no me importa, Genna sí.
-¡Lobita! ¿Dónde estás?-subí las escaleras y revisé todas las habitaciones. Entré a la última, a la que era de ella y allí estaba llorando en los brazos de sus hermanos que le aconsejaban que me deje, que me destruya diciéndome cuanto me odiaba o que los dejase matarme por causarle tanto daño.
Me acerqué y con todas mis fuerzas empujé contra la pared más lejana al par de híbridos, yo tomé sus lugares y abracé a mi loba contra mi pecho.
-Lobita tú eres mi luna-susurré en su oído, rozando sutilmente mis labios en su delicada piel para que sienta mi calor. -Te amo y siempre te amaré sólo a tí-besé su frente y la junté con la mía. Sus hermanos nos gruñeron y trataron de separarnos pero no hizo falta que se entrometieran, Genna ya se había alejado de mí de todas formas.
-¿Quién es ella?-quiso saber y se secó las lágrimas.
-Es una ex- me propuse en el peor momento contarle toda la verdad pero fue lo mejor, no podía mentirle a la cara.
Genna bajó la mirada y vio mis manos, las tomó entre las suyas y acarició mi anillo de alfa.
-Te prometo que te daré el tuyo cuando cumplas los dieciocho-traté de sonar amable pero no me salió, no con la presencia de dos rogues gruñendo detrás de mí.
-No lo quiero- hizo puchero y me dio la espalda, subió sus piernas a la cama y se las abrazó, yo la abracé a ella y la volví a acercar.
-Te amo- susurré en su oído.
-Y te juro que no a pasado nada entre esa mujer y yo, llevó siglos sin verla- le aseguré.
-¿Y por qué está aquí?- se cruzó de brazos y me vio por encima de su hombro con desafío, como cuando era una niña pequeña.
-Porque la manada necesitaba una luna y el consejo la ofreció como reemplazo pero ahora tú ya estás aquí y serás la auténtica y única luna- acerqué mi rostro al suyo y le sequé esos enormes lagrimones que tanto me duele verla derramar.
-¿Vas a cambiarme por ella?- sollozó. Al verme directo a los ojos, los de ella se le pusieron dorados con sus manchitas rojas.
-No mi lobita hermosa, tú eres la única que me importa-me apresuré a besarle los labios y para cuando sus hermanos me golpearon en la nuca Genna ya me estaba abrazando y olfateándome con una sonrisa en su rostro, así que no pude devolverles el golpe.
-¿Me quieres?- preguntó dudando y los gemelos subieron el volumen de sus gruñidos.
-Como a nadie en el mundo-la besé en la mejilla y me quedé abrazado a ella con fuerza para que nunca se fuera de mi lado.
-Te dije que besándola ella se pondría feliz-presumió Tax.
-Yo también estoy feliz Tax.
Genna=
¡¡¡¡Logan me besó!!!! ¡Logan me besó!¡Logan me besó!¡Logan me besó!
Tengo una inmensas ganas de expresar está emoción que siento pero aún estoy en sus brazos y mi cuerpo está muy calentito como para abandonar este nidito.
Logan me besó, Logan me besó, Logan me...
-Deja de comportarte como una niña y empieza a planear como alejar a esa zorra de nuestro mate-me retó Tiara.
-Tienes razón le haré la vida imposible-le dije y bostecé.
-Pero antes quiero dormir-dije
¡No hay tiempo! Ella seguro está pensando en como destrozarnos y no dormiremos hasta que esa zorra muera-su voz sonó aterradora, me asustó.
Tiara no mataré a nadie-me aferré a Logan
-Sí que eres retrasada, sólo es una "expresión"-no parece.
-Supongamos-rio malévolamente y me enseñó algunos cuchillos de diferentes tamaños y formas.
-No mataré a nadie, no soy una asesina-le volví a decir y escuché a Logan bostezar. Abrí los ojos y él me estaba viendo tan duro como una estatua -¿Estás bien?- le pregunté y con lentitud salió de su hipnosis.
-Sí cariño...
Escuché dos gruñidos y vi a mis hermanos, el rubor se coló por mis mejillas al recordar que todo esté tiempo estuvieron aquí y me solté de Logan que protestó e intentó volver a tenerme pero no lo dejé.
-¿Vieron todo?- me referí al beso y ambos asintieron muy molestos. -¿Estoy castigada?- volvieron a asentir y suspiré pero una idea de coló por mi cabeza y la llevé acabo en cuanto el lobo malo conectó sus ojos con los míos y estos cambiaron a un profundo dorado tan bello y maravilloso...
-¡Concéntrate! Si queremos matar a la mujerzuela hay que zafarnos del castigo- me recordó Tiara.
-Logan, tú no dejarías que me castiguen ¿O sí?- la forma en que lo miré, de algún modo supe que me protegería, que haría todo lo que estuviera en su poder para defenderme y ocultarme de la furia de los gemelos.
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