🐺 Capítulo 20|Beso.
CAPÍTULO 20=Beso.
Genna=
Me encontraba corriendo por el bosque, las ramas crujían bajo mis patas, el viento me golpeaba con fuerza en los ojos, mi pelaje se volaba y aplanada hacia atrás, mis ojos estaban enfocados en el lobo que corría delante de mí, en la forma en que se desplazaba tan elegantemente como si sus patas en ningún momento tocaran el suelo. Él no dejaba huellas, ni producía sonidos pero su tan delicioso aroma impregnaba el aire y esa era mi guía, mi forma de saber hacia donde debía ir y en donde él estaría.
Su enorme y negra cabeza giró por un segundo hacia atrás, sus ojos amarillos me vieron, sus dientes grandes y afilados se mostraron en su boca y sus patas pisaron con fuerza dejando huellas, provocando ruido y dejando atrás aquella elegante forma de correr.
-Te gané- su voz se escuchaba tan gloriosa dentro de mi cabeza, como si fuera parte de mí, me pertenecía.
-Haces trampa, no se vale.- me acerqué con agitación hasta él, vi nuestras diferencias y me di cuenta de que nos volvían perfectos el uno para el otro.
Sus ojos son amarillos mientras que los míos son una mezcla que va desde el amarillo profundo hasta el rojo sangre, su pata junto a la mía es enorme, parezco una cachorra junto a él y hasta sus orejas y su contextura es superior a la mía.
-Hermosa- se acercó con su hocico olfateando mi pelaje hasta mi cabeza dónde nuestros ojos tuvieron una conexión más fuerte y nuestras cabezas se unieron y pegaron para vernos más de cerca. Su intensidad reflejaba poder, su musculatura no representaba otra cosa y su altura más grande que la de los lobos comunes daba miedo pero eso no me intimida a, me atraía más a él.
-Te amo Logan- el ronroneo salió antes de él, que de mí.
-Lobita yo también te...
-Te amo- abrí los ojos y Logan lo hizo al mismo tiempo, ambos nos llevamos una enorme sorpresa al vernos, juraría que eso había sido un sueño pero ¿Conectado? No, claro que no.
-Hola- él se inclinó, juntó su frente con la mía como en el sueño y cerró sus ojos.
Hice lo mismo y me acerqué, nuestros labios se rozaron y una pequeña descarga me recorrió desde la columna hasta mis pies.
-Genna- Abrí los ojos y él me estaba viendo.
-¿No quieres que te bese?- la panza me hormigueaba de tan solo pensarlo. ¿Cómo sería?¿Cambiaría algo a aquella primera vez cuando lo reconocí o sería igual de raro quedarme sin aire por tenerlo de esa forma?
Peinó mi cabello hacia atrás, miró hacia abajo y separó nuestras piernas que estaban entrelazadas como una cadenita que se enreda y volvió a mirarme.
-Te amo pero no te besaré la boca- cerró los ojos, creí que estaba contradiciendo sus palabras y cuando menos me lo esperé besó con delicadeza mi frente. Me quedé quieta ante ese pequeño contacto y es que no sólo son sus labios los que me besan, su alma también lo hace, me toca el corazón y se niega a separarse y yo me niego a dejarla ir.
-Eres mi mate- reconocí y me acurruqué a su pecho, sus brazos los cuales encajaban perfectos para rodearme y cuidarme entre ellos me metieron en su círculo y me presionaron más cerca de él.
-Eres mi mate- confirmó y durante un largo rato que no quise que acabe, me acarició el cabello y besó mi cabeza.
-¡Genna despierta hermanita!- golpearon a la puerta, no hice caso, no quise escuchar otras voces que no fueran la de él, de mi lobo.
-Me esconderé bajo la cama- Logan me soltó y me sentí muy vacía, quise abrazarme a él como antes y él suspiró, juntó otra vez su frente con la mía y me susurró que no se iría.
Sólo así pude dejar que ya no me abrace, sólo de esa forma logró que no doliera tanto.
Esperé a que se escondiera y salí descalza de la cama a abrir la puerta. Loan me estaba esperando, me dio un beso de los buenos días en la frente y me sonrió. La mañana con Logan aunque corta había sido perfecta, era nuestra propia atmósfera, no existían otros, éramos solo él y yo.
-Hola- la sonrisa se desvaneció del rostro de mi hermano y me tomó la fiebre con la mano.
-Estás muy pálida Genna ¿Estás bien?- preguntó con preocupación y me sostuvo como si en cualquier momento me fuera a desmoronar en sus brazos.
-Sí, perfecta- era cierto, estaba perfecta y muy feliz pero todo era tan perfecto que seguía pareciéndose a un sueño.
-¿Te traigo el desayuno y desayunamos los tres aquí? Tenemos una gran noticia y no quiero que te desmayes al saberla- me acarició con ternura la mejilla y yo meneé la cabeza negándome a su propuesta de desayunar aquí.
-Ahora bajo, me doy una ducha y voy- le prometí.
-Está bien pero cualquier cosa aúlla y si te sientes bien limpia tu habitación, esto huele asqueroso- gruñó olfateando el aire y se dio la vuelta disgustado, cerré la puerta y suspiré de alivio porque no descubrieron al polizonte colado en mi habitación.
-Listo- le avisé a Logan.
Él salió de debajo de la cama, se levantó y caminó con su aura poderosa hacia mí, me tomó de los hombros y con brusquedad y de golpe me pegó a su pecho mientras gruñía y jadeaba las palabras "Mía y sólo mía" en mi oído.
-Logan- le piqué el ojo y él me mordió el dedo.
-Cuando eras pequeña te dije que no hicieras eso o te mordería- habló con mi dedo aún en su boca y me lo soltó.
-Y me mordiste- ojeé mi dedo y tenía sangre en el, uno de sus dientes había perforado mi piel y él al percatarse de eso besó la punta de mi dedo en dónde me lastimó y el pequeño corte no tardó mucho en curarse, todo gracias a mi sangre híbrida pero me gusta pensar que es porqué Logan me tocó el dedo con sus suaves labios.
-Es nuestra primera lección- besó mi frente y retrocedió algunos pasos. -No podemos estar juntos hasta que tú seas mayor de edad cariño.
Guardé silencio y retrocedí, mi espalda golpeó contra la pared y cerré los ojos. Si no podía ir a otro lugar al menos no lo vería.
-Lobita- su respiración se sintió tan cerca, tan cálida.
-Lobita no te muerdas el labio, te lastimarás y odiaría verte llorar por un labio roto- su dedo ardió en mi piel, él lo sintió también, sabía que sí. Acarició mi labio y lo estiró para que dejara de morderlo. -Me gustas más así- su respiración se agitó, su corazón se aceleró junto con el mío y ambos sentimos esa conexión tan especial.
-¿Cómo?- abrí los ojos
-¿Cómo te gusto más?- llevé mi mano y acaricié su labio como él hizo con los míos.
-Me gustas más siendo tú misma, cuando me cuentas todo, cuando me preguntas sobre cualquier duda que tengas y en especial me gustas más con este cabello largo y alocado que tienes al despertar- vio mi cabeza y separó mi pelo formando una línea en medio.
-Gracias- dije avergonzada. Con toda la magia girando en el aire mi cabello revuelto no fue algo relevante pero sí debió haberlo sido. Los únicos que me vieron despeinada han sido mis hermanos y aún así no dejan de reírse.
-Lobita debo irme- ¿Ya?
-Un ratito más- hice pucherito y junté ambas manos debajo de mi barbilla para convencerlo de quedarse.
-Vendré en la noche...
-...Falta mucho- lo interrumpí.
-Sólo unas cuantas horas ¿No tuviste suficiente con ese hermoso sueño que compartimos?- preguntó sonriendo con travesura.
-¿Era real?- ¿O sea que sabe que lo quiero?
-No pero nuestras almas desean que sí y por eso lo soñamos, a partir de ahora cada sueño que tengas yo también lo tendré- me abrazó y como si le doliera se apartó haciendo una y retrocedió sin dejar de verla hasta que salió de mi espacio personal y pegó su espalda a la ventana.
-¡Espera!- fui tras él y cuando menos se lo esperó lo besé. La conexión fue enorme, mi panza dolió de la emoción, mis pies hormiguearon felices como todo el resto de mi ser, mis párpados pesaron y me costó abrirlos cuando él cortó el beso.
Juntar nuestros labios era glorioso, magnífico, perfecto...pero separarlos era doloroso, fructuoso y decepcionante.
-Genna- no me miró y apretó con fuerzas sus manos, todo su cuerpo estaba tenso, sus nudillos se pusieron blancos, su rostro algo rojo y el crujir de sus dientes podría escucharse desde un kilómetro si se agudizaba correctamente el oído.
-¿Beso mal, no?- ahora estoy avergonzada, él dijo que no lo besara, seguro porque no tengo experiencia y fue muy horrible para él.
-No es eso- Entonces sí beso mal. -No quiero rechazarte los besos ni los abrazos pero lo haré si esto continúa Genna, eres menor de edad y no te haré daño.
Una lagrima se deslizó desde mis lagrimales hasta mi mejilla.
-Logan- estuve apunto de llorar pero no lo hice, no quería que me viera llorar.
-Si empezamos a besarnos no podré detenerme, fui muy masoquista al pasar la noche contigo pero ya no lo haré, no me arriesgaré a perderte.
Logan=
Debiste haberla besado- dijo Tax y vi hacia atrás. Genna se había encerrado en el baño, intenté hablar y cuando no obtuve respuesta y escuché el agua de la ducha lo mejor para ambos fue que me fuera así que tomé mis cosas y salté el metro de altura hasta llegar al piso.
No, aún no- le respondí a Tax. Ambos sabemos y tenemos muy claras las razones por las que no debo besarla.
Primero ella es la tentación y si permito ese simple contacto permitiré otras cosas y no irá bien. Segundo es menor de edad y no quiero más problemas de los que ya tengo y tercero si quiero que Genna sea parte de mi familia debo ganarme a sus hermanos y convencerlos de dejarla ir conmigo a mi casa.
Logan heriste sus sentimientos- Tax hizo caso omiso a nuestras tres razones.
No quise hacerlo- le dije para que se quede tranquilo y seguí caminando por el bosque rumbo a casa con el bolso vacío en la mano y la dulzura aún sintiéndose pura en mis labios.
Al llegar a la manada me encontraba muy agotado, Tax me contaba todos los malos y tristes pensamientos que podrían estar pasando en este momento por la cabeza de Genna y me hacía sentir muy culpable.
Estar en la manada no me hizo sentir mejor, todos en la sala de reuniones del consejo gritaban y se peleaban los unos con los otros mientras yo esperaba sentado en la cabecera de la mesa a que se callaran y me dejarán hablar.
-¡LOGAN!- Me llamaron.
-¿Qué?- pregunté sin tener la mínima idea del porqué discuten. En el consejo siempre hay peleas pero como alfa responsable y con siglos de experiencia que soy y tengo, he aprendido a que debo esperar a que todos se calmen y que cuando recurran a mí me hagan un pequeño resumen y así me ahorro muchos dolores de cabeza.
-Diles algo- Jeins señaló a los prestigiosos y molestos miembros del consejo que estaban frente a él.
-¿Qué quieres que les diga Jeins? Llevo diez minutos sentado en esta silla esperando a que se callen y me expliquen cuál es el problema- dije sin paciencia, de mala gana y gruñéndoles para que no vuelvan a comenzar.
-Lo sentimos alfa- dijeron todos al mismo tiempo mostrándome su respeto y bajando sus cabezas en sumisión.
-Expliquen que pasa- miré a mis hermanos teniendo en cuenta que ellos no acusarían a otros miembros.
-Logan tu padre habló hoy por la mañana con el consejo y queremos conocer tu postura con respecto a la luna y al futuro de la manada-me puso al tanto Alec.
Tomé una gran bocanada de aire, el día va a ser muy largo, más agotador de lo que hasta ahora se a vuelto y con probabilidades de que golpee a alguien si me saca de quicio.
-Saben cual es mi postura-señalé las sillas y todos tomaron asiento a los lados de la enorme mesa. Nadie además del alfa y la luna tenían permitido sentarse a la cabecilla de la mesa así que frente a mí en la otra punta no había nadie.
-Si me permite alfa- habló Scard el insoportable lobo que tiene como hobby cuestionarme todo.
-Aquí vamos- Gruñó Jeins y levanté sutilmente mi mano para que guarde silencio.
-Adelante- permití. Scard tomó la palabra y todos guardamos silencio para escuchar su argumento el cual no es por nada, pero si llega a ser malo o insultante para mi loba o para mí, él se irá rengueando o con algunos dedos menos.
-Su mate no está desde hace cuatro años alfa y la manada lleva muchos siglos sin una dirigente femenina. Ya no son las mismas épocas, las mujeres quieren una voz y con todos hombres al poder veo desproporcionada la situación para ellas por lo tanto, en la mañana, como el príncipe Jeins le comentó- gruñó con rencor el nombre de mi hermano -Su padre a venido y a hablado conmigo, resulta que hay una candidata que cumple con todos y cada uno de los requisitos para ser la luna.- Sí y se llama Genna. -Nació en la manada, tiene buenas amistades, se lleva bien con los niños, tiene voz entre las mujeres y el alfa no tendría razones para rechazarla pues está candidata y él ya han tenido algo- El cuchicheo amenazó con volver a entrar y yo lo detuve alzando mi mano y haciendo a todos callar.
-No pondré a una luna impura en mi mesa- les gruñí.
-Alfa- Scard volvió a tomar la palabra. -Con todo respeto nadie a conocido o visto a su mate, prácticamente aquella pequeña de la que usted nos habló hace años y que nadie encuentra es un fantasma, no existe.
-Yo la vi- se me adelantó Alec y me pateó por debajo de la mesa para que me controlara y no matara a nadie.
-Y yo- Se unió Jeins.
-Son sus hermanos dirían y harían cualquier cosa para defenderlo-los descartó Scard y sonrió curvando su sonrisa como el Wason
Ese viejo ya me tiene harto, si hace lo que creo que hará ni una payasita ni nada podrá detenerme de hacer lo que le haré.
-Yo propongo que la señorita Tatiana, ex novia del alfa, sea nuestra luna-levantó su mano e instó a otros a hacerlo.
La gran mayoría levantó su mano y todos me vieron, me levanté de mi asiento, me acomodé el traje que ahora me resulta incómodo para golpiza que tengo pensado darle a Scard y puse mis ambos sobre la mesa, me incliné hacia delante y clavé mis ojos en el que ganó la lotería de mis puños.
-Primero me insultas al llamarme mentiroso, luego le faltas el respeto a tu beta y al príncipe de la manada acusándolos del mismo fraude y ahora propones que alguien ilegítimo, sin ningún tipo de poder, con malas amistades y odiada por muchos sea luna de la manada. Dime que te comiste un payaso y ahora estás obligado a hacer chistes idiotas- le gruñí y tragó grueso.
-Alfa no fue mi intención insultarlo pero hablé con la verdad ¿Qué pruebas nos puede mostrar para que creamos en que la verdadera luna existe?- volví a gruñirle y Alec me pasó mi teléfono que dejé sobre la mesa casi desde que llegué.
Miré la pantalla y suspirando rendido me lo guardé en el bolsillo, nadie puede ver a mi lobita, la pondría en peligro al enseñársela a estos hombres que no la quieren.
-No tengo que darles pruebas de nada, aquí se hace lo que yo diga, soy el alfa, soy el que tiene la voz, el poder y si no les gusta allí tienen la puerta- me senté en mi silla y posé mis ojos amarillos furioso en cada uno de ellos retándolos a irse.
-Señor- se aclaró la garganta el hombre a mi lado -Todos estamos de acuerdo con Scard...-lo dijo tan bajo que me vi obligado a agudizar mi oído.
-Nosotros no-gruñeron Jeins y Alec.
-Entonces votemos, es un método justo- sonrió Scard con adulación y como si fuera el jardín de niños en dónde todos ignoran al maestro todos votaron a su favor y me vieron a mí.
-Yo soy el alfa de esta manada y nadie ocupará el puesto de mi mate-me volví a levantar, esta vez para irme.
-Solo es provisorio- no le presté mucha atención a lo dijo mi padre al entrar sino que escuché las sabias palabras de mi lobo interno.
-Si no estás de acuerdo con ellos será un problema pero por otro lado si aceptas nuestra lobita se enojará y volveremos a sufrir. Opino que aceptes, que no le cuentes a Genna y llegues a un trato en el que ambos acepten que Tatiana será la luna sólo hasta que la luna legítima llegue.- propuso Tax y todos me miraban ajenos a nuestra conversación.
-No, no podré ocultarle nada a mi loba, hacerlo sería engañarla, corromper nuestra confianza e insultarla- le recordé en total desacuerdo con él.
Logan eres muy lento, Genna vendrá a vivir con nosotros y si no quiere dejar a sus hermanos también nos traeremos a ese par- me motivó con lo de traerla a vivir conmigo y tenerla para siempre.
-Esta bien pero todas las decisiones que ella tome yo las tendré que aceptar, si no lo hago no se aprueban, también estará obligada a renunciar a su cargo cuando la legítima y única luna vuelva y asuma su puesto a mi lado como mi mujer, mi amante, luna de mi manada y futura madre de herederos- salí con la frente en alto y todos los miembros del consejo siguiéndome como perritos falderos rogando por un minuto de mi atención.
-¡Logan que hiciste!- Jeins jaló del abrazo a uno de los hombres que trataba de hablarme y caminaba a mi lado y lo empujó para que él pudiera tomar un lugar a mi lado.
-Tranquilos se lo que hago- llegué a las puertas del edificio y la multitud del consejo de dispersó dándose por vencidos.
-Exactamente, tu hermano sabe lo que hace- habló mi padre sonriendo con suficiencia y pasó por delante nuestro casi atropellándonos
-Eso espero- le gruñó Alec con rencor por esto y todos los dolores de cabeza que le hizo dar cuando él conoció a Laya y no era la mujer que mi padre creía "Correcta" para el beta de la manada.
-¿Cómo está mi cuñada?-preguntó Jeins saliendo del edificio junto a mí y dejando los temas de las reuniones atrás.
-Hoy la hice llorar-negué con la cabeza por mi propia estupidez.
Alec imitó el movimiento negativo de mi cabeza y Jeins se golpeó la frente con exasperación.
-¿Por qué razón la hiciste llorar ahora?-preguntó Alec recordándome las tantísimas veces que lastimé a mi loba en aquella infernal semana de celo.
-Ella me besó- les conté y ambos se rieron.
-¿Por qué la hiciste llorar entonces?¿Quiso buscar algo de tu boca y tú no quisiste?- se burló Alec entre risas.
-Que gracioso pero no, ella me besó, la besé, subí al cielo y caí de cabeza en el asfalto al recordar su edad y mi edad- les comenté con desagrado, esos pensamientos de mierda habían arruinado nuestro beso perfecto.
-Logan sólo a ti te pasan esas cosas- murmuró Jeins dejando de reír y adoptando una actitud más seria.
-Lo sé y me desconcierta, ya tiene quince- suspiré con resignación. Me esperan otros tres años más de candado en mis pantalones.
-¿Y no es bueno que tenga quince? Ya podrás hablar más directamente con ella, encontrarán esas cosas que los convierten en mates y los hacen compartibles y no tendrás problemas para que te escuche- positivizó Alec.
-Aún es una niña- les recordé.
-¡Una niña de 15 años idiota!- gritaron irritados.
-Pero yo tengo más de 500, hagan cuentas, le llevo prácticamente seis vidas humanas enteras- dije con fastidio.
-Logan a los 15 es normal que una chica sienta el deseo de besar a los chicos- Alec trató de verle el lado positivo pero yo sólo vi a Genna dentro un búnker respaldada por guardias con vendas en la boca para que no puedan interactuar con ella o besarla.
-Donde me dices que la rechazaste te vuelvo a pegar-advirtió Jeins viéndome.
Me quedé callado y lo vi a la espera del golpe.
-¡¡La rechazaste!!-gritó.
-No quise hacerlo apropósito, nos besamos pero me conozco y supe que si la besaba en algún momento el beso se volvería lujurioso y no quiero eso, ya me siento mal por haberla besado hace mucho- caminé hacia casa.
-Sólo espero que la cuides-dijo Jeins.
-Y que cuando ella cumpla los dieciocho me conviertas en el padrino de tu cachorros-sonrió Alec.
-¡¡¿QUÉÉ?!!- Jeins se giró como cadáver hacia atrás y vio con odio a Alec -¡YO SERÉ EL PADRINO!- gritó y así empezaron a pelearse.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro