🐺Capítulo 12|Echada
CAPÍTULO 12=Echada.
Genna=
Los días pasaron con Logan retándome y yo sin poder salir de la habitación. Él siempre rompía todo y se me echaba si bajaba antes de que estuviera la comida, tampoco me dejaba jugar o moverme mucho así que me quedaba en la cama mirando el techo y pensando en el bosque.
Ve a bajo— me dijo Tiara. Ella me había hablado muy poco y no dejaba de llorar, a veces yo también estaba triste y no sabía porqué pero la mayoría del tiempo me entretenía y eso se me pasaba.
No, no quiero. Si bajo antes del desayuno me va a retar— le recordé y me acomodé en la alfombra.
Tengo un buen presentimiento ve—me dijo y bufé. Su buen presentimiento me suena a castigo.
Me convertí en humana, me estiré un poco para no caer y me vestí y abrí la puerta despasito para que no haga ruido y no alerte a Logan que por suerte no está en el pasillo.
Bajé silenciosamente las escaleras y fuí a la cocina por algo para comer ya que tenía mucha hambre. A veces Logan se enojaba mucho y sólo me daba el almuerzo y la cena y no me dejaba comer galletitas ni otra cosa.
—Buen día lobita— me quedé quieta. Si no me ve, no estoy y si no estoy no me reta. —Genna—me tocó el hombro y salté del susto.
Él empezó a reir y me giré muy lento para verlo, sus ojos no estaban amarillos, sus cejas no estaban enojadas, sus labios sonreían y sus mejillas tenían los positos.
—¿Te asusté?— me preguntó y lo miré. Él me miró y le fruncí las cejas para ver si me imitaba pero no quiso y siguió mirándome.
—¿Hola?¿Genna, estás ahí?— bromeó.
¿Qué le pasa? Algo planea, no es normal que se ría él es gruñón no debería actuar como ahora, no es normal.
Retrocedí y caminé hacia el otro lado de la cocina. El piso estaba frío y mis pies fresquitos, hacía calor y Logan tenía una camiseta negra y un pantalón corto, yo tenía un vestido lila y el pelo despeinado.
—Lo siento no quise asustarte—
Parece arrepentido pero no hay que creerle, en la primer oportunidad que tenga me va a atacar pero antes yo huiré muy muy lejos de aquí y me iré con mis hermanos.
—Lobita— se acercó y yo volví a retroceder
—A..a..lé..ja.te—tartamudeé y le gruñí para que se alejara y no me tocara pero lo hizo y me abrazó. —Lo..gan—
—Lobita no quise tratarte mal, ni retarte estos días. Es que en esta semana sucedía algo y no puedo explicártelo eres muy pequeña para entenderlo pero debes saber que nunca te trataría así.— tomó mis manos y las besó como antes de que se convirtiera en el lobo malo.
—Logan— lo miré confundida y acaricié su oreja para ver si movía la patita —¿Estás enojado o ya eres bueno?— sonrió y me abrazó más fuerte.
—No estoy enojado y voy a intentar ser bueno por tí.— se agachó y pegó su frente a la mía. —Mira cariño tal vez me tienes miedo pero no quise hacerte sentir mal ni lastimar a Tiara cuando fui con Darla ¿Podrías pedirle que me perdone y decirle que eso no volverá a pasar?— me preguntó. Hizo labios de pato y me reí por eso. Sí es el lobo bueno.
Tiara dijo Logan que...
Ya sé lo que dijo y no quiero hablarle, es el lobo malo Genna— me dijo mi amiga y miré a Logan.
—Eres lobo malo, ella lo dijo— me fuí a sentar al sillón y abracé el cojín contra mi pecho
—Genna— la voz de Logan sonó enferma.
—¿Qué? Logan no hagas cara triste, no me gusta que hagas esa cara— le dije y le lancé el cogín
—No la hagas— le repetí.
—Vale, te haré el desayuno—dijo de forma rara. Lo miré y ví que tomaba los cubiertos que cortan. —Si quieres puedes tomar chocolates de la heladera— me sonrió igual de raro y negué.
Este me quiere engordar para luego comerme como con Hansel y Gretel por eso actúa así.
—No gracias—Flaquita me veo bien bonita y si me cocína no tendrá mucho que comer.
—Hoy...hoy podemos ir a la plaza ¿Quieres?— me habló y lo ví y luego a la puerta.
Regla número tres:NO SALDRÁS DE ESTA CASA A MENOS QUE SEA CON LOGAN.— Me recordé y sonreí por él no dijo nada de irme sólo dijo que no podía salir sin su compañía.
—¡¡Siii!! me encanta ir a la plaza, hay arena, el agua y HELADOO...—dije sonriendo mucho.
—No lobita, esa es la playa nosotros iremos a la plaza—me explicó.
—¿Venden helado?—pregunté.
—Tal vez—levantó y bajó los hombros.
—Loan siempre me traía helado—murmuré —Extraño a mis hermanos...—susurré y recogí el cojín del piso.
Logan=
Está triste—me dijo Tax con amargura, sintiéndose de la misma forma por el rechazo de la loba de Genna.
—Lobita ¿Qué sucede?—ella no me respondió—Dime—le pedí.
—Quiero ver a mis hermanos—dijo y dejé de cocinar.
No, ni hablar, eso ni siquiera está a consideración.
—No puedo dejar que los veas son peligrosos, estás mejor conmigo—le dije y metí los huevos en la sartén para que se fritaran.
—¡¡No los conoces!! Que seamos rogues no nos hace peligrosos—gritó
—Genna no me grites, sólo quiero cuidarte y ver que es lo mejor para ti— rompí otro huevo y lo metí a la sartén.
—Entonces déjame volver, yo estaba mejor sin ti—eso me dolió —Te odio!— gritó.
Mi corazón empezó a doler con más fuerza y caí de rodillas al piso. Traté de levantarme pero el sufrimiento de Taxi no me lo permitió y terminé recostado en el piso con ambas manos en el pecho.
—¡¡Logan!! ¡¡Logan!!— mi lobita gritó asustada y vino corriendo hacia mí
Tax me duele, detente— le pedí apunto de desmayarme
Ella no nos quiere—aulló.
—Nos odia— Solté un gemido de dolor y abrí los ojos al sentir a mi loba cerca.
—¡¿Logan que te pasa?!!—estaba asustada.
—Tranquila estoy bien, te amo—llevé su mano a mi corazón y de e apoco a causa del dolor mezclado con el cansancio mis ojos se fueron cerrando.
. . .
Días después=
¿Dónde estoy? ¿qué es este lugar? Todo era blanco o gris y había sonido de máquinas como pitidos y también muchos cables.
—¡Logan!— miré hacia todos lados buscando a la persona dueña de esa voz y Darla estaba delante de mí llorando.
—¿Dónde estoy?— traté de sentarme y ella volvió a acostarme.
—En tu habitación—dijo sonriendo —No te levantes— me besó la boca y acarició mi mano.
—Esta no es mi cama—me quejé. Mi espalda está dura, mis huesos se sienten horribles y todo por esta horrible cama.
—Tuvimos que traerte una cama especial para conectarte— me explicó y le gruñí.
—Entiendo pero tú no eres mi mate ¿Qué excusa tienes para estar aquí?— le gruñí y aparté con brusquedad sus manos.
—Amor estuviste dormido por tres días, vine a cuidarte...
Esperen un minuto.
¿Tres días?
¿Amor?
¿Qué le pasa a esta?
—¿Dónde está Genna?—le pregunté y me senté en la cama, ojeé debajo de las sábanas y suspiré al ver mi ropa.
Miré hacia todos lados y solo éramos ella y yo en la habitación, miré la hora en el reloj de pared y suspiré. Aún es temprano para quemó pequeña se despierte.
—La eché amor, ella se comportaba como un animal y amenazó con matarme si me acercaba a ti. Hice bien en echarla, ella es una malcriada—se regocijó sonriendo y yo le gruñí.
—¡¿CÓMO ES ESO DE QUE LA ECHASTE?! ACASO NO TE DISTE CUENTA QUE SIN ELLA ME MUERO!— Le grité.
Ya estoy harto de ella y de todas las otras que no hacen más que cometer errores.
—Yo quería cuidarte y ella no me dejaba acercarme Logan— se justificó —Cuando te encontré desmayado ella lloraba, me vió y empezó a gruñirme para que me alejara por eso la eché— dijo y le gruñí.
Nuestra lobita quería protegernos—Tax estaba muy feliz por eso.
¡Todo esto es tu culpa!—le dije enojado.
Ella nos dijo cosas feas—se defendió.
Es una niña, los niños a veces dicen cosas feas Tax pero tú y yo somos adultos, somos el alfa de alfas ¡Imbécil! por tu culpa sentí dolor y me desmayé y ahora ella no está y parecemos dos maricas que por simples palabras se debilitan— le dije enojado.
Lo siento pero esas palabras de ella fueron reales y dolió— le gruñí y ya no dijo más nada.
Miré a Darla y me quité una vez más sus manos de encima, la tarántula era rápida.
—Sal de mi casa—le ordené.
—Pero amor aún no te cu...
—Yo no soy tú amor, mi único amor será en el futuro y con Genna así que lárgate—le dije enojado y sin mirarla. No tengo tiempo para tonterías como esta.
—Pero tú y yo...
—No hay tú y yo, sólo me importa Genna—le aclaré.
—Ella es solo una niña nunca te complacerá—suspiré y rodeé los ojos.
—Tú lo dijiste ella no me complacerá pero porque es una niña y no pienso tocarla asi que ¡Ya sal de mi casa!—le grité.
Ella salió de la habitación y se fue dándole un fuerte golpe a la puerta. Me arranqué las agujas y claves y salí de la cama, busqué ropa en el mueble y luego la dejé. En mi forma humana no tendré el mismo olfato debo encontrar a Genna rápido, nada puede pasarle a mi loba.
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