Capítulo 58
Nota: Leer las aclaraciones del primer capítulo.
CAPÍTULO 58
Jungkook había estado cuidando de su hijo en el apartamento del contrario, Baek estaba feliz por pasar tanto tiempo cerca de su padre, el alfa lo llevaba a cada lugar al que se movilizaba cuando abandonaba el edificio.
El problema ocurrió el día en que Jimin debía asistir a una ceremonia de muestras gratis y publicidad.
Eso afectó el horario, a pesar de que Jungkook llamó al médico, ellos estaban ocupados en la veterinaria por lo que no podrían ayudarlo a cuidar de Baek. El alfa tuvo que llevar a su hijo al trabajo, hablar con su jefe pidiendo permiso y mantener a Baek a salvo vigilándolo.
— ¿Estás bromeando? — cuestionó Brady al ver a Baek de pie escondido tras las piernas de Jeon.
— Jimin no puede cuidarlo y mi padre tampoco — explicó — no hay quién le cuide.
— ¿Una niñera tal vez?
Jungkook evitó formar una mala expresión en su rostro, dejar al cuidado de un desconocido a su hijo realmente era una terrible idea.
— No conocemos una buena niñera — se excusó rápidamente mintiendo.
Brady lo observó enarcando una ceja en su dirección.
— Deberían — agregó — créeme, a todos nos gustaría estar todo el tiempo con nuestros hijos, pero desgraciadamente eso no es posible, extraño a Jamie.
El pequeño se mantuvo aferrado a la pierna izquierda del mayor hasta que Jungkook lo elevó quedando contra su torso, Baek recostó la cabeza contra el hombro izquierdo con la vista fija en cómo HanBin a la lejanía intentaba hacerlo reír con movimientos extraños.
— Papá — dijo el pequeño — Rocco — señaló hacia HanBin cuando este se acercó.
— No cachorro — respondió Jungkook — Rocco es un cocodrilo, no un humano — explicó a pesar de que sabía que probablemente su hijo no lo comprendería.
— ¿Me acaba de llamar Rocco? — cuestionó HanBin frunciendo el ceño.
Segundos después pudieron escuchar las carcajadas fuertes por parte de Brady, quien sabía a qué programa infantil se refería Baek.
— Te llamaron cocodrilo por esos dientes que traes — dijo Brady entre risas.
Jeon lo observó confuso al igual que HanBin.
— El hijo de Jeon no dijo nada sobre mis dientes, idiota — se quejó HanBin.
El aludido detuvo sus risas para encararle y luego esbozar una sonrisa nerviosa.
— ¿Seguro? — preguntó — a mí me parece que si — dijo retrocediendo un par de pasos alejándose de HanBin quien comenzó a cortar la distancia entre ellos.
— ¡Idiota! — le llamó HanBin comenzando a perseguirle por la zona de descarga.
Jeon suspiró sabiendo que aquello les tomaría un largo tiempo de persecución como juego, su hijo se removió observando a los hombres correr entre las pilas de cajas amontonadas.
— Papá — señaló hacia los hombres.
— Lo sé cachorro, ignóralos — le mencionó moviéndose hacia una de las cajas.
Dejando a su hijo sobre sus pies levantó la caja para encaminarse hacia la parte trasera para hacer los descargues, Baek caminaba a su lado cada vez que se movilizaba al llevar una nueva caja.
Jungkook le pasó una caja pequeña, pero liviana a su hijo quien la cargó entre sus brazos como su padre para seguirle, incluso le pasó luego una más pesada, pero Baek la cargó como si esta no tuviese peso alguno.
— ¿Estás cansado? — le preguntó luego de haber realizado varios viajes continuos.
— No — respondió su hijo sacudiendo la cabeza de lado a lado esperando que su padre le entregara una nueva caja.
Agradeció que había múltiples cajas pequeñas de las cuales su hijo pudo encargarse.
Baek caminaba a su costado en todo momento, incluso cuando Jungkook se tenía que mover a la zona de almacenamiento para buscar más cajas para enviar, él se aseguró de que su hijo podría moverse en la oscuridad como era debido.
Así que ambos ingresaron al almacén a oscuras, Jeon buscó entre lo que halló revisando las fechas en que estas debían ser enviadas, Baek enroscó sus dedos en la tela del pantalón del contrario esperando a que su padre se moviera nuevamente a otro lugar.
A Jungkook le tomó alrededor de cinco minutos más revisar las fechas asegurándose de enviarlas correctamente, movió las cajas nuevas y le pasó un par de papeles a su hijo para que los llevase.
— Increíble — murmuró Jungkook al salir del almacén seguido por su hijo, sus compañeros de trabajo seguían discutiendo mientras llevan nuevas cajas a la zona de descarga.
— Papá, Rocco — señaló Baek nuevamente hacia HanBin.
Jungkook ni siquiera se tomó el momento de corregirle, siguió caminando con su hijo a su costado sosteniendo un par de documentos que debía anexarle a los envíos.
— Gracias — dijo el alfa en cuanto estiró la mano recibiendo los papeles que sostenía su hijo previamente, se encargó de revisarlos una última vez.
Cualquier error significaba una pérdida de la mercancía misma y un descuento en su paga.
Baek recostó su espalda contra la pierna derecha de su padre observando al enorme camión ser llenado con las cajas por los compañeros de su padre, estaba demasiado sorprendido al ver un montacargas que se encargó de levantar las más pesadas hacia el interior del camión.
El mayor revisó la hora en el reloj que colgaba del muro al costado del almacén, este marcaba cercanamente a las diez de la noche.
Él estaba esperando la llamada de Jimin quien vendría por Baek, pero el tiempo estaba corriendo y la espera se hacía cada vez más larga. Su hijo parecía no tener ningún problema en el momento en que Jungkook debió continuar con el trabajo, él también se dedicó a ayudarle de nuevo.
Un zumbido lo distrajo, dejó la caja al final de la marca de descarga para revisar su celular, halló un mensaje por parte de Jimin quien avisaba salir dentro de poco tiempo.
— Bien, tu padre no demora en salir del trabajo — le murmuró a su hijo quien nuevamente estaba entretenido observando funcionar el montacargas.
Un par de minutos transcurrieron en medio del trabajo antes de recibir la llamada de Jimin quien avisó que por fin acababa de terminar.
— Vamos — se inclinó para alzar a su hijo quien al verlo acercarse elevó sus brazos para ser cargado, recostando su cuerpo completo contra el torso de su padre agitó la mano en forma de despedida hacia Brady y HanBin cuando se los toparon de camino a la salida del edificio.
— Adiós Baek — dijeron al tiempo los hombres agitando el brazo por igual hasta perderlo de vista.
Jungkook salió de la fábrica para esperar al más bajo allí, escuchó a su hijo comenzar a bostezar por el cansancio.
— No te preocupes, papá viene en camino — explicó sobando la espalda de su hijo en el proceso.
Un corto tiempo después Jimin apareció con una sonrisa avergonzada en su rostro por la demora.
— ¡Lo siento! — se disculpó en cuanto se acercó — el jefe insistió quedarnos hasta el final de la ceremonia — se quejó en voz baja.
— Papá — dijo Baek al verle llegar.
— Hola cariño — estirando sus brazos recibió a su hijo cuando Jungkook se lo pasó — ¿te portaste bien? ¿ayudaste a papá a trabajar? — preguntó besando la frente del menor.
— Si — respondió Baek antes de bostezar nuevamente — Rocco — señaló al interior de la fábrica.
Jimin echó un rápido vistazo sin comprender.
—¿Hay un cocodrilo allí adentro? — le preguntó al contrario confuso.
— Algo así — respondió el alfa con una sonrisa tirando de la comisura de sus labios.
El más bajo frunció el ceño preocupado, pero decidió no darle importancia.
— Gracias por cuidarlo — agradeció Jimin asintiendo.
— No es nada — respondió — es mejor que se vayan, es tarde y comienza a hacer frío — había vaho que se generaba cada que hablaban.
— Si — acató Jimin para revisar la calle en busca de algún taxi cercano.
— Te acompañaré a esperar un taxi — indicó el alfa.
Jimin lo observó para luego asentir suavemente sosteniendo a Baek entre sus brazos, quien al estar recostado comenzaba a dormitar.
Unos minutos después un taxi apareció cruzando la calle.
— ¿Vendrás mañana? — preguntó rápidamente Jimin cuando el automóvil se estacionó frente a ellos.
— Si, iré luego de dormir un poco en casa — explicó con voz suave.
— Está bien, nos vemos luego — se despidió ingresando al interior del automóvil.
Jungkook agitó las manos observando a su hijo hacerlo mismo, pero pudo escucharlo sollozar cuando comprendió que se estaban alejando, el alfa suspiró con una sonrisa regresando al trabajo nuevamente.
Las primeras semanas con los nuevos horarios comenzaron a transcurrir, en cierta forma ellos se estaban adaptando, Jimin estaba acostumbrándose a hallar escenas como encontrarlos dormidos en el sofá o tal vez observando algún programa en la televisión.
En ocasiones al ingresar al apartamento no los hallaba, ellos estaban en el parque o estaban de compras en la tienda conveniencia. Había algo ameno al regresar a casa sin que esta no esté vacía.
Jungkook también comenzaba a acostumbrarse a ello, el asunto estaba en que pasabas más tiempo en aquel apartamento que en el suyo propio, pero le restó importancia.
Su padre le había estado cuestionando, sobre la relación y forma en que ellos se estaban llevando en referencia a Jimin. El alfa había titubeado cuando su padre preguntó si las cosas realmente ya estaban bien entre ellos luego de todo lo que había pasado, pero Jungkook temió preguntarle a Jimin.
Una tarde cuando la lluvia volvió a hacer de las suyas el alfa estaba ocupando espacio en el sofá con Jimin y su hijo observando una película en la televisión.
A Baek no le tomó mucho tiempo quedarse dormido en el regazo de Jimin por lo que este lo llevó a la habitación para que durmiera en una mejor posición, regresó al sofá al costado del alfa quien estaba entretenido observando la película de acción que se estaba transmitiendo.
— ¿Quieres una soda? — preguntó Jimin levantándose nuevamente, pero esta vez en dirección hacia la cocina para buscar algo de tomar.
— Si, por favor — respondió sin desviar la vista de la pantalla.
Había un surco formándose profundamente en su frente debido a la concentración que mantenía, Jimin no demoró en regresar con un par de latas frías pasándole una al contrario quien la recibió y bebió de a poco.
El filme se siguió emitiendo, manteniéndolos entretenidos a ambos, algunas escenas causaron estupefacción y otras resultaban cómicas para ambos.
— ¿Viste eso? — preguntó Jimin señalando hacia el personaje que estaba al fondo en la escena.
— Si, se le cayó el arma y se accionó — contestó en medio de risas.
— Joder — Jimin se unió en las carcajadas.
Ambos giraron el rostro en medio de risas señalando la pantalla nuevamente cuando el personaje cometió un nuevo error logrando hacerlos reír con fuerza, la vista de Jungkook se trabó en la contraria.
Las risas se apaciguaron lentamente hasta solo quedar esbozadas sus sonrisas, Jimin tragó grueso cuando se halló demasiado entretenido con la vista fija en la contraria. Jeon también se percató de ello y su sonrisa comenzó a desaparecer pausadamente.
Para cuando lo supo su cuerpo se había inclinado demasiado hacia el frente de la misma forma en que la parte superior del cuerpo del contrario se había impulsado hacia arriba, sus rostros comenzando a acercarse cortando la distancia paulatinamente hasta que sintieron las respiraciones contrarias.
Ninguno se atrevió a cortar la distancia tal vez por el miedo de la reacción contraria, sus corazones demasiados acelerados y sus pensamientos nulos en sus mentes. Los labios contrarios estaban allí a pocas pulgadas de distancia.
Pero ambos bajaron ligeramente la cabeza al tiempo alejándose un poco.
Jungkook remojó sus labios apretados entre si con la punta de su lengua empujando entre sus dientes delanteros. Jimin mantuvo la mirada hacia la cercanía entre sus piernas por estar sentados próximos al otro.
Sin darse cuenta ambos decidieron elevar la cabeza al mismo tiempo de nuevo, podían casi interpretar los pensamientos que cruzaron en la mente contraria por las expresiones preocupadas en sus rostros. Tal vez un mal movimiento podría arruinar todo lo que habían logrado juntos y dejar en ruinas su relación amena.
Jungkook pudo escuchar al más bajo tragar saliva de la misma forma en que él le imitó después.
Un par de latidos después sus rostros decidieron acercarse lo suficiente como para sentir nuevamente las respiraciones contrarias, el aliento cálido afrutado debido a la soda que habían estado bebiendo poco tiempo atrás.
Al demonio.
Juntaron sus labios sin evitar inhalar con fuerza reteniendo el oxígeno en sus pulmones, debido a la calidez que palparon. Había un calorcillo agradable en la unión entre sus labios, la sensación repentina de emoción que llenó sus cuerpos y la incertidumbre que le siguió después.
No importó, sus labios solo lograron juntarse un poco más hasta ejercer la presión justa y necesaria.
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