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Capítulo 48

Nota: Leer las aclaraciones del primer capítulo.

CAPÍTULO 48

El trabajo se había vuelto al menos tres veces más que los anteriores días, Jungkook finalmente terminaba su turno luego de varias horas de movimiento nocturno. Durmió un par de horas antes de notar la presencia desde la lejanía de su hijo y de Jimin.

Moviéndose a través de su apartamento, salió en su encuentro.

Jimin le pidió tener una conversación en una de las bancas del parque cercano, el alfa notó que este se hallaba vacío. Una vez que ambos tomaron asiento, dejaron al menor explorar en la cercanía.

Baek se distrajo al hallar hojas secas reunidas cerca de las raíces sobresalientes de un árbol.

— ¿Estará bien que juegue allí? — preguntó Jimin vigilando al pequeño.

— Lo estará, de todas formas estamos cerca por si toma algo entre sus manos — comentó Jungkook.

— Si, tienes razón en eso — Jimin echó un rápido vistazo a su hijo quien estaba demasiado entretenido apilando las hojas por colores.

La tarde era fresca por lo que mantuvo agradable la estadía allí.

— ¿Puedo preguntar algo? — escuchó a Jimin hablarle.

— Seguro — guardó sus manos en los bolsillos delanteros de su pantalón.

— Respecto a lo que ocurrió — inquirió en voz baja.

Jungkook desvió la vista de su hijo hacia el más bajo para luego sacudir su cabeza.

— ¿Por qué no me asesinaste?

Maldición, no esperaba esa pregunta de forma tan directa.

Jungkook pareció pensar la respuesta durante varios segundos.

— No estoy completamente seguro — admitió — en la manada nos enseñaron desde pequeños que los humanos eran malos para nuestras existencias, por lo que odiarlos parecía ser un requisito.

Jimin desvió la vista para revisar a su hijo.

— No sé si los humanos tienen algo a lo que realmente le teman en conjunto o algo que odien por igual — agregó Jungkook — imagina que toda tu vida insisten en que cierta cosa o alguien puede hacerte daño sin pensarlo — su vista fija en cómo Baek continuaba manipulando las hojas — con el tiempo sientes miedo y odio como te enseñaron a sentirlo.

— Creo que conozco esa sensación, varía para los humanos en muchos aspectos, pero hay ciertas cosas en conjunto que nos afectan a todos y que por ende nos crían con ese tipo de pensamientos.

— Lo que intento decir es que cualquiera de la manada te habría asesinado sin dudarlo — un surco formándose en su frente — pero realmente nunca pude completar esa acción, el día que te lastimé no pude asesinarte incluso si eso parecía ser lo correcto.

— Lo que haya sido que te detuvo, agradezco ese momento.

— Realmente lamento todo lo que pasó, pero ver que las cosas que se supone que son reales a tu alrededor en realidad no lo son, es confuso.

— Comprendo esa parte, quiero decir, cuando me enteré sobre qué eras realmente y que mi hijo tenía una parte de ello pensé que era una mala broma o una pesadilla.

— No estoy seguro de si realmente en todos los territorios piensan exactamente lo mismo respecto a los humanos, para ser sincero es algo que no quiero averiguar, es una de las razones del por qué incluso tuvimos que decirte a dónde debías ir.

Jimin se mantuvo en silencio.

— No quería imponer órdenes, pero por la situación no había más alternativas — suspiró — pensé que si solo te dejaba seguir con tu vida alguien podría descubrirlos y asesinarlos.

— O que yo abandonaría a mi hijo — agregó Jimin.

— Si — bajó la vista — pensé que eso te aterraría lo suficiente como para dejarlo solo por su cuenta.

— Seré sincero — dijo Jimin — si bien sigo sorprendido y un poco temeroso respecto al crecimiento de Baek, creo que no tendría el corazón frío como para abandonarlo.

El alfa elevó el rostro para toparse con la mirada del contrario.

— Lo estoy comprobando Jimin — respondió luego de unos segundos.

— Es bueno que sepas reconocerlo — dijo moviendo la vista hacia su hijo quien ahora estaba solo saltando entre las hojas apiladas por él mismo.

— Independientemente de las decisiones que tomes de ahora en adelante Jimin, puedo asegurar que no pienso intervenir en estas y ser un obstáculo para sus vidas.

Ellos cayeron en un silencio ameno.

Baek jugó por un par de minutos más hasta que se cansó y se sentó en el suelo.

— ¿Sin importar lo que yo decida? — preguntó Jimin volviendo la vista hacia el más alto.

Jungkook devolvió la mirada.

— Si, sin importar lo que decidas — respondió con sinceridad.

— Bien — Jimin se inclinó hacia adelante apoyando sus codos sobre sus rodillas — ¿Crees que deberías ser perdonado por lo que hiciste?

El alfa movió sus labios en una mueca pensando en la respuesta.

— No lo sé para ser sincero — su mano derecha abandonando el bolsillo para pasearse contra su flequillo — en la manada una traición habría significado la muerte.

— ¿La solución es la muerte siempre en la manada?

Bueno, aquella era una buena pregunta.

— Es complicado de explicar — admitió — los humanos se rigen por leyes políticas y morales que les permite buscar una forma de vivir mejor — Jimin asintió — nosotros tenemos unas reglas que se enseñan desde pequeños, si bien existen algunas como leyes políticas, la mayoría trata de confianzas que no se deben romper porque son consideradas traiciones a la fidelidad de los miembros.

— Suena demasiado complicado — confesó Jimin sin comprenderle del todo.

— Tenemos esta parte racional como los humanos, pero hay una parte animal la cual se rige en la forma en que convivimos y nos sentimos con nuestro alrededor — explicó — es como si la moral que los rige, se intensificara en la manada, una interpretación totalmente diferente.

— ¿Lo suficiente como para morir por sus ideales?

— Si.

— Lo suficiente como para asesinar por esos mismos ideales.

— Si — murmuró Jungkook.

— ¿No sienten remordimiento?

El más alto tragó grueso.

¿Remordimiento?

— Cuando los ideales son tan fuertes, creo que no tiene espacio para sentir remordimiento por ello — respondió el alfa evitando esquivar la mirada del contrario.

— ¿No sientes remordimiento por asesinar a tu propio hermano?

Jungkook trabó la vista en la expresión extraña que tenía Jimin en su rostro.

— La intención original no era asesinarle — admitió.

Jimin formó una mueca confusa en su rostro.

— Nuestra intención siempre fue solo ganar el tiempo suficiente para que ustedes pudieran alejarse y llegar a salvos aquí — agregó el más alto.

Jimin separó sus párpados sorprendido.

— ¿Arriesgaste tu vida para darnos tiempo?

— Si — confesó — padre y yo sabíamos que no podríamos sobrevivir, pero intentamos ganar la mayor cantidad de tiempo.

— Eso fue demasiado — comentó Jimin.

— No para nosotros — dijo el alfa sonando decisivo — no importaba qué tanto nos iba a costar o si perderíamos la vida allí, porque para esos momentos no había tiempo para sentir miedo por morir o por no ser perdonados jamás, solo había tiempo para asegurarnos de mantenerlos con vida.

El más bajó recostó su espalda de vuelta hacia la banca, Baek se mantenía entretenido.

— Durante el viaje creí que en algún momento seríamos emboscados, pero estaba seguro de que moriríamos de inmediato si eso llegaba a pasar — relató Jimin.

— Lo comprendo — dijo Jungkook.

— Lo que hiciste fue un suicidio.

— No existen los malos días para morir — comentó — no cuando lo haces por las razones necesarias.

Jimin giró el rostro para verle.

— Realmente pudiste haber muerto.

— Y eso estaría igual de bien Jimin — aseguró — porque habría muerto asegurándome de que ustedes vivirían.

El mencionado bajó la vista ocultando su rostro contra sus manos.

— ¿Realmente no te habría importado morir por nosotros? — cuestionó Jimin esta vez de forma más directa.

— No — respondió de forma segura — lo haría de nuevo si hubiese más problemas y eso los ayudaría a mantenerse con vida.

Jimin dejó de ocultar su rostro para verle sorprendido una vez más.

— Escucha, mi vida no tiene valor si la pones en una balanza contra la tuya y la de Baek — explicó Jeon — no es como si no me importara vivir, pero es lo que haría sin dudarlo.

Tal vez él no podría exponer en palabras lo que su mente trataba de decir en voz alta, explicar los sentimientos de los cambia formas era difícil, sus ideales moralistas, su lealtad, la fraternidad y el significado complejo de pertenecer a una manada.

— No sentiría ningún tipo de arrepentimiento, incluso si decidieras no vernos jamás, no importaría el tiempo o la distancia ¿Comprendes? — Jungkook suspiró — después de todo lo que pasó, no son mi segunda prioridad, mi vida es la que ocupa ese puesto Jimin.

El más bajo lucía aturdido por lo que estaba escuchando, pero Jungkook decidió que lo mejor era ser sincero, sin importar qué decisión tomara al final.

— Es sorprendente — dijo Jimin luego de unos minutos — es absolutamente sorprendente que no sé qué debería responder a eso.

— No tienes que responder nada, no me debes nada a diferencia de yo a ti.

De nuevo, un silencio se formó entre ellos que duró al menos cinco minutos, observaron a Baek recostarse sobre las hojas y mover sus brazos junto con sus piernas.

Pero Jimin se encargó de romper el silencio.

— He estado pensando en todo lo que sucedió y cómo las cosas se han estado manejando ahora — Jimin se puso de pie — tomé la decisión de que sería bueno si nos tomamos un tiempo, en donde no haya más interacciones entre nosotros, no intento decir que nos alejaremos.

El alfa tragó grueso asintiendo suavemente.

— Está bien, respeto tu decisión — aclaró al escucharle.

— Necesito poder organizar mis pensamientos y averiguar qué es lo mejor para Baek en realidad — Jimin suspiró con fuerza — no tomes esto como alguna clase de despedida, solo deseo un poco de tiempo para asimilar todo esto.

— Está bien, puedes tomarte todo el tiempo que desees.

— Gracias — dijo Jimin aliviado.

— Sin embargo — aquello llamó la atención del más bajo — si sucede algo de lo cual necesites ayuda, puedes llamar a Jin, él es fiel y no me dirá nada si eso es lo que deseas.

Jimin lo observó un par de segundos antes de asentir.

— Lo haré — comentó caminando en dirección hacia su hijo quien al verlo acercarse estiró sus brazos para ser cargado.

Jungkook se mantuvo en su posición, su corazón estaba latiendo con demasiada fuerza que su pecho comenzaba a molestarle, pero él cumpliría con su palabra de no hacer más intervenciones.

— Sé que amas a Baek — comentó Jimin acercándose con él en brazos — él será capaz de reconocerlo cuando crezca.

El alfa asintió.

— Me mantendré alejado ¿Bien? — dijo Jungkook — ¿Está bien si le envió su regalo? — preguntó en voz baja.

Jimin asintió con una pequeña sonrisa en el rostro.

— Seguro, no hay problema.

— ¿También estará bien que te siga enviando lo de la manutención? — cuestionó.

Aquello hizo reír a Jimin quien al detenerse asintió por segunda vez.

— Si, eso también estará bien.

— Bien — el mencionado suspiró aliviado al escucharle.

— Escucha, no es como que me vaya a mudar o algo por el estilo — Jimin elevó su mirada hacia el contrario — estamos a un par de calles de distancia.

— Si, lo comprendo, no te preocupes — Jungkook envió su mano derecha hacia la cabeza de su hijo para revolver su cabello oscuro.

Baek le sonrió en respuesta.

— Podemos hacer una llamada si Baek comienza a sentirse triste de repente — dijo Jimin.

— Eso sería lindo — respondió — por favor avísale a Jin para poder estar presente cuando eso suceda.

— Claro — Jimin sintió a Baek removerse para señalar hacia su papá — papá debe ir a casa y nosotros también cariño.

— Casa — murmuró Baek observando a su padre Jungkook sonreírle.

Una risa suave por su parte en respuesta.

— Bien, es hora de irnos — dijo Jimin.

— Cuídense — comentó observándolos comenzar a alejarse.

Baek agitó su mano como Jin le había enseñado, pero había una amenaza en su rostro de querer comenzar a llorar.

Jungkook sonrió suavemente al verlo.

Sin importar el tiempo que le tomara a Jimin, él los esperaría. Así que abandonó el parque con el pensamiento de que solo debía intentar seguir mejorando.

Lo que Jungkook entendió de las palabras del más bajo, era contradictorio a las acciones que se presentaron días después, cuando recibió la primera videollamada pudo percatarse por sí mismo que Jimin en realidad no tenía problemas en comunicarse con él.

Entonces comprendió finalmente las palabras del más bajo.

Su intención no era alejarse, él solo necesitaba averiguar la forma correcta de poder acercarse.

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