Capítulo 46
Nota: Leer las aclaraciones del primer capítulo.
CAPÍTULO 46
Jungkook decidió salir de su apartamento para dirigirse al vecino, halló a Jin en el pasillo quien balbuceó algo sobre dirigirse al supermercado. Este desapareció de su vista en poco tiempo.
Él no era tonto, sabía que ellos habían escuchado su conversación con Jimin.
Al ingresar al apartamento de al lado, no le sorprendió hallar a su padre esperándolo en el sofá.
— ¿Algo que necesites decirme padre? — preguntó deteniéndose a un par de pasos del sofá.
— ¿Nos mudaremos de nuevo? — cuestionó observándolo fijo.
Él realmente no sabría cómo responder a aquella pregunta.
— No lo sé padre — respondió con sinceridad — incluso los estoy arrastrando a ustedes con mis malas decisiones.
Su padre suspiró antes de desviar la vista unos segundos para volverla hacia su hijo.
— Somos conscientes de que todo esto que ha sucedido ha sido nuestra culpa, no solo tuya — habló en voz baja — escucha, el humano debe sentirse reacio a la situación que se ha generado, es comprensible su odio y su rencor — explicó — inclusive el miedo que sigue sintiendo — agregó.
— Lo sé padre — Jungkook envió sus manos hacia su rostro frustrado.
Jimin había abandonado el apartamento hacía unos minutos atrás luego de que le permitiera despedirse de su hijo.
Él no tuvo el valor de preguntarle si volvería a ver si hijo. Y parece que Jimin no tuvo el valor de decirlo por igual.
Pero él debía aceptar la decisión del contrario.
— Puedo ir averiguando más lugares donde no haya territorios y estén lejos de aquí — comentó su padre con voz amable — ya sea para vivir nosotros o para Jimin si decide irse por su propia cuenta.
Jungkook asintió al escucharle, no estaba seguro sobre lo que debía hacer, ni de las consecuencias de sus próximas decisiones, así que por primera vez decidió que esperaría por Jimin.
Las horas transcurrieron para el alfa quien debía ir a trabajar a la fábrica de almacenamiento, halló a Brady conversando con una mujer y vio un pequeño niño al costado de estos.
Cruzó la calle, su presencia alertó a su compañero del trabajo quien estaba sosteniendo una conversación con su expareja, él no deseaba escucharlos, pero a sus canales auditivos llegaba la voz de ambos.
Mencionaron algo sobre una obra de teatro, luego una conversación sobre los bienes inmuebles que se mencionaban en los papales del divorcio. El hombre ingresó a la fábrica minutos después.
— Hombre, te lo digo — Brady se acercó a corta distancia de Jeon — divorciarse es una mierda — exclamó.
Jungkook lo observó buscar un par de guantes para comenzar a trabajar, últimamente había tanto por cargar que el turno terminaba en la madrugada.
— ¿Ese era tu hijo? — preguntó captando la atención del contrario.
— ¿Lo viste? — preguntó — es hermoso, ¿No es así? — había una sonrisa brillante llenando el rostro de Brady.
Jungkook asintió.
— Su nombre es Jamie — comentó tomando los guantes que halló — tiene cinco años, ha crecido bastante.
— Suenas realmente feliz Brady — comentó el más alto.
El hombre le regaló una gran sonrisa como respuesta.
— No quiero sonar cruel — advirtió Brady — pero ni siquiera el hecho de que su madre y yo no nos soportemos, no cambiará el amor que siento por mi hijo — Brady levantó una caja — haría cualquier cosa por él.
— Por él es que estás trabajando aquí — confirmó el alfa.
— Si, necesito hacer algo bueno en mi vida ¿Comprendes? — Brady comenzó a moverse con la caja entre sus brazos.
Jungkook también tomó una para seguirle.
— No importa si no puedo verlo seguido — admitió — pero aprovecho cada segundo con él, eso me hace sentir bien, pero no satisfecho.
— No estarás satisfecho jamás Brady.
— No — ellos llegaron hasta el camión donde el repartidos los esperaba — pero seré consciente de que estoy intentándolo todo por él.
— ¿No estás cansado de recibir poco a cambio?
— Lo estoy, pero poder ver esa sonrisa en su rostro cada que me ve llegar es increíble, creo que lo vale.
— Suena a que no lo ves muy seguido.
Brady borró la sonrisa de su rostro.
— Diste en el clavo Jeon — admitió con una expresión desolada — puedo verlo cada par de meses cuando ella regresa por trabajo en la compañía.
El alfa le ayudó a descargar la caja en el interior del camión.
— Hay ocasiones en que toma mucho tiempo el que regresen — relató — no es grato ver aquella expresión en su rostro cuando parece no ser capaz de reconocerme.
Jungkook le echó un rápido vistazo a la expresión en Brady.
Solo había tristeza allí.
— Lo lamento — dijo caminando de vuelta a su costado.
— No hay nada que lamentar hombre — Brady palmeó el brazo derecho del más alto — así es la vida Jeon, cuando tienes algo preciado es arrebatado lejos.
En eso le dio toda la razón.
— Pero ¿Sabes qué? — dijo su compañero repentinamente — a las personas no nos gusta tener algo preciado porque tememos perderlo en algún momento — de nuevo se acercaron hacia las nuevas cajas — creo que esa es una de las razones por las que no apreciamos las cosas, por temor a perderlas aún si realmente no las tenemos ¿entiendes?
— Eso suena triste — dijo tomando una caja.
— La vida tiene sus momentos malos — Brady se detuvo para observarle — pero no siempre es así, hay cosas buenas que suceden también.
— Lo sé, sin embargo, siempre existe un pero ¿No es así?
Brady asintió moviendo la cabeza.
— Pero las personas somos renuentes a aceptar la felicidad porque en cuanto esta llega, comenzamos a cuestionarnos sobre cuándo, dónde o cómo se va a terminar.
— Y no se aprecia al final, ¿Es eso?
— Exacto — la sonrisa en Brady regresó — demonios, es estúpido saberlo, pero no hacer nada al respecto ¿No lo crees?
¿Hacer algo al respecto? Él no podía comprenderlo del todo.
Aquello quedó grabado en la mente de Jungkook incluso cuando su turno terminó a las tres de la madrugada, se halló caminando solo por las calles de vuelta hacia el edificio que habitaba.
Tal vez él debía hacer algo al respecto.
Porque tal vez el humano podría escoger irse lejos y no permitirle volver a ver a su hijo. Él había dicho que lo intentaría un poco, él debía cumplirlo.
Jungkook se detuvo a mitad de la calle al percibir el aroma del humano a cierta distancia. Era un poco más de las tres de la mañana, ¿Qué demonios hacia afuera?
Él pudo percibir el aroma del cachorro también.
Rápidamente supo que algo no estaba bien.
Su mente se llenó de múltiples pensamientos mientras su cuerpo se movió con rapidez descomunal, cortando la distancia tan rápido que tomó por sorpresa a Jimin quien se lucía asustado mientras sostenía con fuerza a Baek contra su pecho.
— Él comenzó a vomitar y la fiebre no cedió — Jimin se veía realmente asustado.
No hubo tiempo para cuestionarse la casualidad de su encuentro.
Jungkook mascó con fuerza observando a su hijo lleno de sudor en los brazos del más bajo.
— Lo siento, puedes gritarme después — dicho esto se acercó para levantar a Jimin entre su brazos y moverse con rapidez en dirección hacia el edificio.
Jimin sostuvo a Baek con fuerza mientras su cuerpo intentaba aferrarse por igual al del alfa, a quien no le tomó más de dos minutos llegar al edificio por la rapidez de sus movimientos.
El estruendo que hizo al abrir la puerta del apartamento despertó inmediatamente al médico y a su padre, quienes rápidamente abandonaron la cama sin comprender qué estaba sucediendo. Jungkook bajó a Jimin.
— Yo no sabía qué hacer y Baek comenzó a gruñir — explicó una vez que Jin se percató la razón de su visita inesperada — pensé en llevarlo al hospital, pero sus ojos cambiaron de color y sus gruñidos no se detenían.
— Yo me encargaré — aseguró tomando a Baek en su brazo para llevarlo en dirección hacia su habitación y acostarle allí.
— Hiciste bien — comentó el padre de Jungkook hacia Jimin antes de seguir hacia la habitación por igual.
— ¿Él va a estar bien verdad? — la voz temblorosa del más bajo captó la atención del alfa.
— Lo estará — respondió de forma inmediata.
Podía escuchar el rápido palpitar del corazón del contrario. Había lágrimas acumuladas en sus ojos miel.
Jungkook podía escuchar al médico hablarle a su padre sobre ayudarlo a revisar al cachorro y buscar unas medicinas que Jin tenía en la habitación.
Su propio corazón se mantenía acelerado.
Pudo escuchar a su hijo comenzar a balbucear antes de comenzar a llorar con fuerza, la necesidad de ir allí recorrió su cuerpo, pero no quería estorbar en el trabajo del médico.
— Gracias — escuchó la voz baja de Jimin a su lado.
Girando el rostro se topó con la expresión preocupada de este.
— Por traernos con rapidez — explicó.
— No es nada — aclaró Jungkook — él va a estar bien, Jin sabe lo que hace — agregó el alfa.
Jimin asintió mientras las lágrimas por fin comenzaron a derramarse.
La reacción de Jungkook fue enviar sus propias manos hacia el rostro del más bajo y retirarlas con sus pulgares de forma suave.
No quería asustarle más.
— Va a estar bien, él es un cachorro fuerte — le murmuró con suavidad.
Jimin cortó la distancia para abrazarse hacia el cuerpo del alfa a quien le tomó un par de segundos reaccionar debido a qué no supo qué hacer en ese momento.
Sus brazos rodearon al contrario con suavidad, pero lo suficientemente fuerte para hacerlo sentir tranquilo.
Y repitió aquella acción que hizo cuando estuvieron en la cabaña, liberó durante un corto tiempo feromonas que los humanos eran capaces de percibir de forma inconsciente. Al parecer servía para que Jimin se tranquilizara un poco.
Pocos minutos después el llanto de Baek cesó, Jimin quien había mantenido su rostro escondido en el torso del alfa movió su cabeza para observar en dirección hacia el pasillo.
Jin abandonó la habitación a los pocos segundos.
— Estará bien — explicó rápidamente — los bebés suelen ser propensos a contagiarse de virosis en el ambiente, al ser híbrido es normal que el fastidio en su cuerpo provoque los gruñidos junto con el cambio de color de ojos.
Jimin suspiró aliviado.
El alfa de forma inconsciente apretó un poco más al humano contra su cuerpo.
— Le di un poco de medicina que guardé especialmente para emergencias, la fiebre debería bajarle dentro de poco y el fastidio debería irse — agregó Jin con una sonrisa amable.
Jungkook sonrió ligeramente sintiéndose aliviado.
— ¿Estará bien? — preguntó Jimin.
El médico asintió.
— El medicamento le dará sueño, me quedé con unas prendas de Baek cuando nos mudamos, a se las puse para retirarle la ropa llena de sudor que tenía antes — explicó Jin — de todas formas, estaré revisando su temperatura para asegurarme de que la medicina está funcionando correctamente.
Jimin le agradeció por la ayuda.
Jungkook finalmente soltó a Jimin, el más bajo se dirigió hacia la habitación hallando al padre de Jungkook distrayendo al menor entre juegos con sus manos.
— Fue bueno que te encontraras con ellos en el camino — dijo Jin al costado del alfa.
— Si, supe que algo estaba mal en cuanto los percibí.
— El cachorro estará bien, solo necesita descansar un poco.
Jungkook también le agradeció por igual por la ayuda, observó a su padre salir de la habitación lo cual hizo que él ahora se moviera en aquella dirección.
El más bajo estaba sentado al borde de la cama, Baek estaba balbuceando al sentir los dedos de su padre deslizarse con ternura contra su cuerpo.
— Es mejor que se quedé aquí esta noche, Jin podrá vigilarlo de esa forma — habló Jungkook obteniendo la atención del contrario.
— Realmente es un alivio verlo más tranquilo — respondió Jimin — tengo el turno de la mañana, pero pediré permiso.
Él podía deducir que el humano no se concentraría en el trabajo si le aseguraba que cuidaría de Baek.
Era de esperarse, estaba preocupado al igual que él.
— ¿Siempre sales tarde del trabajo? — preguntó Jimin alzando la vista cambiando el tema de repente.
— A veces cuando hay mucho por cargar — respondió — por la época navideña hay más trabajo por hacer.
Jimin asintió al escucharle.
— Jeon estaba pensando...
— Jimin escucha...
Ambos hablaron al mismo tiempo interrumpiéndose el uno al otro.
— Tú primero — dijo Jungkook.
— Bien — dijo Jimin — estuve pensando acerca de lo que hablamos ayer — comentó.
Jeon tragó saliva forzosamente. Tal vez el humano había decidido irse al final.
— La situación es bastante difícil para nosotros — Jimin continuó moviendo sus dedos sobre el cuerpo de su hijo — y realmente me estoy quedando sin buenos pensamientos respecto a todo esto — admitió.
— Lo comprendo — respondió el alfa — la decisión que tomes, la apoyaré sin reprochar nada a cambio, solo quiero que sepas eso.
Jimin mantuvo la mirada hacia su hijo.
— Estaba pensando en mudarme lejos con Baek — su voz sonando suave — iniciar una nueva vida y cuidar de mi hijo.
El alfa mascó con fuerza deslizando la mirada hacia su hijo quien comenzaba a dormitar.
— Y quieres que yo esté lejos, ¿No es así? — preguntó Jungkook.
Jimin asintió sin verle.
— Lo comprendo — respondió Jungkook finalmente — quisiera pedir una última cosa Jimin — trabó su mirada en el contrario quien giró a verle — quiero intentar enmendar mis errores un poco más.
— ¿Harías algo así? — cuestionó Jimin llevando su mirada hacia él.
Jungkook asintió observándolo.
— Haría cualquier cosa por el cachorro — confesó Jungkook — su felicidad es lo que realmente me importa y si no puedo volverlo a ver jamás, quiero que él sepa que es mi persona preciada.
El humano lo escuchó atentamente sorprendido por sus palabras.
— Y tratar de buscar un poco de paz para ti también ya que es algo importante también — agregó Jungkook.
Jimin bajó la mirada hacia su hijo nuevamente.
— ¿Harías todo eso por nosotros? — cuestionó Jimin de repente.
— Haría más si realmente supiera cómo darles felicidad a ambos — confesó.
Hubo un largo silencio por parte de ambos, Baek no demoró en quedarse dormido debido a la medicina y ya no había sudor empapando su pequeño cuerpo lo cual era un alivio para ambos.
— Aprendí que los humanos tienen miedo de perder lo que les causa felicidad — dijo Jungkook — así que me gustaría que si realmente te genera felicidad vivir una vida sin nosotros cerca, puedas apreciarla, porque no pienso ser un obstáculo.
Dicho esto, Jungkook se movió con intención de salir de la habitación.
— Espera — le pidió Jimin.
El alfa se detuvo bajo el umbral de la puerta de la habitación, su vista fija en la expresión ilegible en el rostro de Jimin.
— Mi felicidad es que Baek sea feliz y puedo apostar que la tuya también lo es — comentó Jimin.
Jeon asintió al escucharle.
— Quiero que Baek sea feliz — pidió Jimin en voz baja — no se va a borrar lo que nos hiciste, pero puedo intentarlo.
— ¿Lo dices en serio? — dijo el alfa.
— Si — respondió Jimin.
— ¿Estás dispuesto a hacerlo por nuestro hijo? — preguntó Jungkook.
— Si tú lo estás — respondió el más bajo.
Jungkook asintió sin pensarlo demasiado.
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