Capítulo 41
Nota: Leer las aclaraciones del primer capítulo.
CAPÍTULO 41
La primera ocasión en la que Jimin necesitó que Jungkook cuidara a Baek llegó poco después de enterarse que este no había muerto realmente. El sonido de la puerta siento tocada de forma suave le indicó por segunda vez que Jeon había llegado.
La primera fue gracias a Baek quien reaccionó por su olfato.
Él no podía evitar sentirse nervioso respecto a la cercanía del hombre hacia su hijo, Baek expresaba la felicidad que le causaba el estar al lado de Jeon.
— Saldré a las cinco — avisó en cuanto abrió la puerta.
— Está bien — respondió el más alto — hablé con Jin respecto a la marca, él no tiene conocimiento al respecto.
Jimin se hizo a un costado para darle el espacio al contrario de ingresar al apartamento, el pequeño apareció tras el muro elevando sus brazos mientras gritaba algarabías en dirección a Jeon.
El más alto no dudó en tomarlo entre sus brazos.
— ¿Eso significa que es malo que lo tenga? — la preocupación fue casi palpable en su tono de voz.
— No — aclaró el contrario — mi padre es la persona que sabe al respecto, es una historia larga, pero el hecho de que lleves la marca es debido a que eres un humano.
Pudo escuchar la rápida inhalación por parte de Jimin.
— No comprendo — admitió.
— Piénsalo de esta forma — Jeon sostuvo a su hijo en brazos — las madres comparten esa marca con sus cachorros hasta cierto tiempo, es diferente en humanos, pero es posible — su vista recayó en la curiosa del más bajo — esta marca también aparece en humanos que pueden procrear híbridos como lo es Baek.
— Bien — murmuró Jimin — nuestro hijo es híbrido y por el hecho de que soy un humano la marca aparece en mi por igual.
Jeon asintió. Pero debía decirle algo más que a Jimin no le agradaría.
— Solo que esa marca a diferencia de los cambia formas en los humanos no se va a borrar.
— ¿Qué dijiste? — preguntó atónito Jimin al escucharle.
Jungkook parpadeó rápidamente un par de veces desviando la mirada.
— Mi padre mencionó que por el hecho de ser humanos no tienen esa conexión natural como nosotros — Baek apoyó el costado de su rostro contra el pecho de su padre — la marca es la forma más similar a ello.
Parpadeando confundido Jimin envió sus manos hacia su rostro con frustración.
— Creo que entendí algo, realmente necesito ir al trabajo — habló luego de un par de segundos en silencio — solo por favor cuida bien de él — pidió en voz baja.
— Lo haré — respondió Jeon luego de escucharle.
— Bien — continuó Jimin — dejé el número del trabajo anotado en un papel sobre la mesa, solo llama si necesitas algo.
— Tu trabajo queda cerca, pero a este paso vas a llegar tarde.
Jimin sabía que él tenía razón, suspirando se despidió de ambos para luego desaparecer tras la puerta que fue cerrada a sus espaldas.
— Papá — balbuceó Baek contra su pecho.
— ¿Sí?
— Agua — respondió enseguida.
— Bien, vamos por un poco de agua — habló Jungkook girando su cuerpo en dirección hacia la cocina.
Buscó con la mirada algún recipiente en el que darle agua a su hijo, Baek estaba observando las acciones de su padre desde esa altura. La mente de Jungkook se llenó de diferentes pensamientos, no podía evitar cuestionarse el rumbo que su vida estaba tomando.
La incertidumbre de las reacciones de Jimin lo mantenían en un extraño limbo, algo a lo que no estaba acostumbrado. Él quería ser paciente, pero no comprendía con exactitud las emociones humanas.
— Papá — señaló hacia un recipiente de vidrio donde había galletas.
Jeon enarcó una ceja al ver que estás tenían forma de animales.
— Estoy bastante seguro de que no puedes comer tanto de estas golosinas — le habló a Baek quien seguía señalando hacia las galletas.
Ignorando el pedido Jungkook halló un pequeño biberón, se encargó de lavarlo hasta estar seguro de usarlo, Baek continuaba esperando con su mirada fija en los movimientos de su padre. Una vez que consiguió el agua, Jungkook dejó al menor sentado sobre su muslo derecho.
Baek recostó su cuerpo contra el de su padre, él balanceaba las piernas de lado a lado. Las manos de Jungkook se encargaron de sujetarlo hasta que terminó de beber dejando solo un poco del líquido en el biberón.
Jungkook tomó el biberón de las manos de su hijo para ponerse de pie sosteniendo al cachorro con la mano derecha desde el torso, se dirigió hacia la cocina.
— Vamos a aprovechar el hecho de que estamos solos cachorro — murmuró hacia su hijo mientras regresaba hacia la sala.
Dejó al pequeño sobre el suelo de pie mientras se inclinaba hasta quedar de cuclillas observándolo fijamente.
— Necesito comprobar algo cachorro — sus pupilas cambiaron gradualmente de color hasta adquirir un tono rojizo.
Baek balbuceó observando hacia los ojos de su padre.
Pasaron al menos tres latidos antes de que el pequeño parpadease suavemente enseñando cómo sus propios iris también cambiaban a un color similar al de su padre.
— Eso está bien — murmuró enviando sus manos hacia el rostro del menor.
Su pulgar se encargó de abrir la pequeña boca y revisar los dientes que se abrían paso en las encías.
— Bueno, tu padre tiene razón — deslizando la yema contra los dientes comprobó el filo en estos — debes comer más comidas sólidas o ese filo no se va a reducir.
— Papá — balbuceó el menor cuando su padre dejó de revisarle la dentadura.
Una expresión de enojó formándose en el rostro de su hijo, Baek balbuceó con fuerza mientras se alejaba para encaminarse hacia el pasillo. Jeon enarcó una ceja mientras evitó que una carcajada se escapase de su garganta y siguió al cachorro quien ingresó a la habitación.
— Papá — lo llamó señalando hacia la pequeña mesa donde estaba la figura del lobo.
Pero a esta se le había quebrado una pata.
Jungkook se preguntó si esa era la razón de la molestia.
— Veamos — el más alto tomó la figura y la pequeña pata suelta entre sus manos.
Baek lo observó desde abajo curiosamente.
— Creo que con pegamento debe bastar cachorro — dejó la figura sobre la mesa al costado de la pata — pero dudo que tengan aquí, de haber sido así él ya debería haberlo arreglado — habló refiriéndose hacia Jimin.
— Papá, hojas — pidió Baek estirando su brazo izquierdo hacia la mano del contrario.
El problema era la gran diferencia de altura entre ellos dos que no le permitiría salir tomado de la mano con su hijo. Optó por alzarle siendo esta la forma más simple y fácil para ambos.
— Solo por un rato, lo menos que necesitamos es que tu padre llegue y piense que te estoy secuestrando por segunda vez.
Caminando hacia la puerta la atravesó para dar un corto paseo con el pequeño, no podía arriesgarse a llevarle lejos por si Jimin regresaba temprano. Pero Baek estaba demasiado distraído cuando terminaron en un parque que quedaba a dos calles del edificio, este estaba casi vacío lo cual le facilitó a Jungkook poder relajarse.
Durante el camino logró escuchar los murmullos que se generaban por su apariencia, era molesto, una de las razones principales por las cuales solía mantenerse en el pueblo y evitaba salir de excursión a la ciudad.
— Suelta eso cachorro — murmuró al ver a Baek tomar una oruga entre su mano derecha.
Retirando el animal lo dejó sobre un par de ramas que halló cerca, eso solo tomó unos segundos que Baek aprovechó para caminar directo hacia la caja de arena del parque donde tomó asiento para jugar con esta.
Jeon suspiró al verlo comenzar a llenarse de arena las prendas que estaba usando, acercándose se encargó de levantar a su hijo hasta que este quedó de pie para poder sacudir la suciedad fuera de él.
— Solo te dejé dos segundos sin supervisión cachorro — le murmuró a Baek quien se sostenía del brazo de su padre.
Una suave risa se escapó de la garganta de su hijo.
— Oh, esto te parece gracioso ¿eh? — con su dedo índice pinchó hacia el estómago de su hijo quien comenzó a reír con fuerza.
Esa acción duró un par de momentos más hasta que Jungkoon elevó al menor para caminar hacia una banca que estaba cerca, dejó a Baek en el suelo de pie entre sus piernas.
— Cachorro — le llamó enseñándole nuevamente sus iris rojos.
Baek imitó la acción de su padre escuchando un suave gruñido proveniente de su padre.
Una expresión sorprendida apareció en el rostro del pequeño quien gruñó de vuelta tratando de imitarlo.
Jungkook sonrió al escucharle. Si bien parecía infantil, debía comprobar qué tanto acceso tenía Baek con su genética lobuna.
— Realmente necesito que no tomes por sorpresa a tu padre — mencionó deslizando la vista hacia un costado.
Jimin no estaba acostumbrado a los repentinos cambios del menor, algo que para Jungkook sería un comportamiento normal, no lo sería para el más bajo. Baek estaba entretenido ya que las manos de su padre estaban alrededor de su torso haciendo palanca para que él pudiese mecerse allí mismo.
— Papá — le llamó al cabo de un rato.
— ¿Sí? — volteó a verle.
Había una expresión en el rostro de su hijo que lo hizo tomarlo en brazos rápidamente para levantarse y caminar fuera del parque. Pudo escuchar el ligero sonido que emitió el estómago de Baek indicando que tenía hambre.
— Busquemos algo sólido que puedas comer — cargando a Baek caminó de vuelta hacia el edificio.
El camino de vuelta fue ameno, el menor mantenía una expresión alegre en su rostro. Al ingresar al apartamento se dirigió hacia la cocina, no estaba familiarizado con la posición de cada objeto en la alacena, se vio obligado a buscar por su propia cuenta.
Halló papilla y leche en polvo.
Bueno, algo era algo.
El asunto trataba sobre cómo prepararle un biberón, fue fácil imitar lo que había visto que Jin hacía cuando estuvieron en la cabaña. Pero fue difícil hacerlo con su hijo en brazos, ya que cada vez que intentaba dejarlo sobre una silla o en el suelo de pie este comenzaba a llorar llamándolo de vuelta.
Se cuestionó sus propias acciones, no quería que su hijo tomara un comportamiento del cual podrían culparle más adelante. Sin embargo, era claro que el menor era mimado por Jimin.
— ¿Realmente haces este tipo de cosas con tu padre también? — le preguntó a su hijo quien había dejado de llorar una vez que lo tuvo en brazos.
Jungkook tardó diez minutos en terminar de prepararle el biberón ya que no quería arriesgarse a darle algo más sólido, sin saber si su hijo podría comerlo realmente.
Tomó asiento en el sofá con el menor recostado contra su torso, le ayudó a sostener el biberón por lo que Baek solo debía beber gustoso de este. Se percató de que su pequeño hijo emitía balbuceos mientras bebía, pero en ocasiones este soltaba el biberón para expresarlos en voz alta y tardaba en regresar a terminar su comida.
Jeon realmente tuvo paciencia hasta que su hijo terminó de beberlo por completo y su expresión se modificó a una cansina. No tardó en percatarse de que debía cambiarlo pronto, así que una vez que lo llevó a la habitación se encargó de asearlo por completo.
— Esto te divierte ¿no es así? — le preguntó al tenerlo acostado sobre la cama balanceándose entre risas fuertes.
El aroma de los productos era demasiado para su olfato causando que estornudara con fuerza, un aroma dulce revoloteando en sus fosas nasales, de nuevo, él se hallaba estornudando con fuerza, el ruido repentino asustó al menor quien en respuesta comenzó a llorar.
— Vamos cachorro, no sucede nada, ¿Bien? — se inclinó hacia el cuerpo de su hijo para poder rozar sus labios contra la frente blanca.
Baek balbuceó mientras su labio inferior se abultaba y lágrimas llenaron sus ojos sin derramarse.
— Ya estás — le habló a su hijo quien había dejado aquella expresión llorona en su rostro momentos después.
No podría haber imaginado las reacciones naturales de un bebé, él definitivamente necesitaba asesorarse un poco más si quería procurar por el bienestar de Baek.
Jungkook recordó las pautas que el médico le había hecho memorizar, resultaba que haber sido perseguido por una manada entera que los quería asesinar no era el único peligro para un cachorro.
Debía tener cuidado y ser extremadamente paciente por igual. Pudo notar que su hijo tenía sueño cuando empezó a sollozar frotando la parte superior de sus manos contra sus ojos en repetidas ocasiones.
Lo hizo recostar en la cama tomando posición a su costado, no le tomó mucho tiempo a Baek para quedarse dormido. Creyendo que había terminado con su trabajo, Jungkook observó el cuerpo del menor deslizarse entre las sábanas, en medio de un esfuerzo por moverse adormilado el menor optó por subir encima del torso de su padre.
Estupefacto, Jungkook se quedó allí inmóvil, no podía hacer ningún movimiento que no repercutiera en despertar al contrario, debió haber transcurrido varios minutos hasta que el sueño derrotó al alfa.
Él no pudo notar que la puerta del apartamento fue abierta con rapidez y que alguien a pasos apresurados se movió en el interior hasta llegar a la habitación principal.
Jimin suspiró aliviado al hallarlos dormidos sobre la cama. Había algo inquietante en ver cómo aquel enorme hombre que le aterraba, ahora lucía tan pacífico sosteniendo a su hijo mientras ambos tomaban una siesta.
El miedo que sintió antes de llegar había desaparecido.
Jeon había hecho su trabajo bien al parecer.
Por ello, cuando despertó fue tomado por sorpresa por la expresión pacífica en el rostro del humano quien le sonrió de medio lado agradeciéndole con la mirada.
— Hola — murmuró Jimin en voz baja.
— Hola — saludó de vuelta Jungkook al verle.
Baek seguía pacíficamente dormido sobre su padre.
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