CAPÍTULO 02
Nota: Por favor leer las aclaraciones que aparecen en el inicio del capítulo 01.
CAPÍTULO 02
Para cuando el reloj marcó las seis de la mañana, el malestar en su vientre comenzó a volverse pesado, por más que había intentado mantener la calma y solo tal vez la cordura, el asunto se había escapado de sus manos.
No era tonto, había notado cada uno de los cambios, cada una de las diferencias que transcurrieron.
Su embarazo no era normal.
Se removió duramente sobre la cama, la colcha parecía demasiado fría en esos momentos como si no pudiese tomar su calor corporal, una sensación ahogante en su torso. Podía sentir su bajo vientre tratando de abrirse paso.
— Duele, demasiado — las pocas palabras que habían abandonado sus labios eran referentes al dolor.
Quejidos y llantos cortos, gemidos dolorosos llenaron la habitación.
Pero él era consciente de que no podía pedir ayuda alguna, las sospechas dieron inicio poco tiempo después de que quedó embarazado, no tenía la creencia de considerarse una persona frágil, pero así se sentía últimamente. Los síntomas de los cuales estaba seguro de que eran tediosos de soportar, fueron más aterradores de lo que esperaba inicialmente.
El panorama de los cambios físicos abruptos en su cuerpo con el pasar de los días, eran un claro indicio de que algo estaba mal.
Según las cuentas, él solo tenía cuatro meses de embarazo.
Jimin sabía que eso no era cierto, era consciente de que ese era el tiempo que llevaba en estado de embarazo, pero no la cantidad de meses de desarrollo que tenía su pequeño bebé dentro suyo.
Su vientre tenía un tamaño que podría confundirse fácilmente con el de nueve meses.
Razón principal para no retomar sus visitas al hospital, las miradas poco racionales de los médicos al escuchar la cantidad de meses de embarazo que comparaban con su aspecto, había sido la excusa perfecta para salir huyendo de allí.
Él no podría convencer a un médico de que su aspecto no concordaba con la cantidad exacta de meses que llevaba de embarazo.
— ¿Debería doler tanto? — un quejido acompañó a otro seguido de un corto llanto.
Abandonar el pueblo donde vivía fue la mejor opción que surgió en su mente, haber escapado sin decir a dónde iba, sin despedirse de ninguno de sus conocidos. Dejar todo atrás, su vida atrás.
Su vientre había aumentado de tamaño tan rápido que las ropas anchas ya no podían ocultarlo.
Las personas se darían cuenta. Se darían cuenta de que había algo anormal creciendo dentro suyo.
Un líquido viscoso llenó su parte trasera tomándolo desprevenido, había intentado levantarse de la cama, sabía que debía ir al hospital en la nueva ciudad en la que se hallaba.
Allí probablemente no preguntarían por su historial médico si se trataba de alguna emergencia, o al menos eso pensaba. Pero esa idea se descartó de forma inmediata al sentir algo presionar allí abajo.
No era la forma en que los hombres que podían procrear tenían a un bebé, ellos pasaban por una cirugía para el nacimiento de este. Jimin nunca logró siquiera tocar el teléfono para pedir ayuda.
Él tuvo a su bebé allí sobre la colcha fría, una mancha enorme quedó sobre la cama, una viscosa con rastros de sangre. Un hombre que podía procrear debía pasar por el proceso de tener una cesárea, era el procedimiento normal.
Jimin lo tuvo de forma natural, o tal vez no tan natural como era de esperarse.
Sin embargo, el pequeño cuerpo que logró sostener entre sus brazos lleno de líquido amniótico y rastros de sangre fresca fue razón suficiente para devolverlo a la realidad que estaba por afrontar. Sus dedos rozaron el cordón umbilical que se conectaba directamente con el estómago del bebé, un inconfundible sonido de llanto rompió el silencio de la habitación en un instante.
A kilómetros de lejanía, en el pueblo de los cambia formas, el líder no estaba logrando concentrarse en su trabajo como debería, la preocupación latente le impedía llevar a cabo sus tareas rutinarias.
— Hay noticias.
— Solo escúpelas — el líder no estaba de humor.
— Hallamos una fuente que nos confirmó que la muestra fue usada en un humano.
— Eso ya lo sabía — se quejó por lo bajo.
— Si, pero lo que no sabías es que el hombre quedó en estado de embarazo al poco tiempo.
La vista oscura se detuvo en la ventana, la luna en su punto más alto.
— ¿Qué? — la brisa hizo mover las copas de los árboles frente a la ventana — de ser así, eso significa que... — fue interrumpido.
— Si, si ese hombre logró mantener el estado de embarazo, entonces tu hijo debería nacer en este mes.
Un corto tiempo de silencio transcurrió antes de que el enorme alfa girase el rostro hacia un costado. La realización de lo que pensó que sería una posibilidad casi imposible de suceder, estaba haciéndose realidad.
— Averígualo, averigua si logró mantener el embarazo y de ser así — giró el resto de su cuerpo — traigan a mi hijo.
— Y si realmente pudo dar a luz al bebé, ¿qué pasa si no quiere dárnoslo?
— No estoy diciendo que le pidan permiso, estoy diciendo que traigan a mi hijo.
— Entiendo líder.
El hombre a su cargo abandonó el despacho.
No pasaron más de veinte segundos antes de que un hombre mayor por un par de años entrase a la habitación. Jungkook mantuvo su mirada hacia el frente, su cuerpo luciendo tenso a simple vista.
— Dudo que el bebé haya nacido vivo, o de que siquiera el humano soportase el embarazo, los humanos son criaturas débiles.
El líder volvió la vista hacia la ventana.
— Hay que comprobarlo.
— Lo más seguro es que este muerto, o el bebé haya asesinado al hombre desde su interior.
— ¿Y si te equivocas Namjoon?
— Pediste traer al bebé si está vivo, lo más seguro es que el hombre lo abandone en cuanto nazca, pensará que es anormal o un monstruo, claro, siendo optimista de que lo deje vivo, lo más lógico es que lo mate.
— Por eso tus hombres deben hallarlo rápido, antes de que el humano le haga daño.
— ¿Qué se supone que deberíamos de hacer si el hombre está con el bebé?
— No me importa el humano, lo más seguro es que si da a luz muera en el proceso, solo quiero a mi cachorro sano y salvo si es que eso sucede.
La palabra no era familiar en el vocabulario del líder, no pensaba decirla al menos no en lo que había planeado para sus siguientes años de vida.
— Está bien.
Pero por más que los cambia formas buscaron al hombre, no pudieron seguirle el rastro.
Como si de una brisa pasajera se hubiera tratado, el humano parecía haber desaparecido sin dejar alguna pista sobre su paradero. Algo que inquietó al líder durante las primeras semanas desde aquellas noticias.
Ellos prefirieron declarar que el chico había muerto antes o después de dar a luz, y que lo más seguro es que el cachorro lo estaba por igual. Sin embargo, Jungkook no pudo mantener en el olvido el hecho de que pudo haber tenido un cachorro, y que ahora aquello no era más que un horrible recuerdo que enterrar en su pasado.
Los días convirtiéndose en semanas, las semanas en meses y finalmente un año había transcurrido desde la equivocación fatal del médico.
La situación no había cambiado para el líder, debía resolver cada asunto de la manada como era de esperar y de costumbre, las instalaciones habían crecido en espacio por renovaciones.
El sonido de camionetas en el camino de grava los alertó de que los enviados al pueblo habían arribado.
— ¿Los negocios salieron bien? — fue la pregunta corta y directa del líder.
— Tan bien como era de esperarse líder — el tercero al mando bajó del auto con una sonrisa en el rostro.
— ¿Por qué esa tonta sonrisa Hoseok? — cuestionó el alfa al verlo.
Su torso se agitó en respuesta, por un segundo presintió que algo estaba por suceder.
— Bueno, ya que te has tomado el tiempo de preguntar, hay un asunto que deberías saber — Hoseok era un alfa que a pesar de su apariencia alegre y entusiasta, tenía esa pequeña pizca burlona en el rostro.
— Si es otra de tus estúpidas bromas, ahórratelas, no tengo tiempo — manoteó.
— Oh, créeme, me gustaría que lo que estoy por soltar fuese una broma.
Aquello encendió la curiosidad del alfa.
Sin embargo, su rostro estoico no cambió.
— Solo dilo.
— ¿Recuerdas que enviaste a Jin a trabajar al extranjero por su error?
Claro que lo recordaba, era eso o desterrarlo de la manada.
— Si, su castigo sigue en pie, aún le falta tiempo para que se termine.
— Si, lo sé — Hoseok dejó de sonreír abruptamente — Te sugiero que te sientes líder, porque no te va a agradar lo que te voy a contar.
Jungkook forzó una mueca en su rostro al escucharle.
— Mi paciencia tiene mecha corta.
— Tengo que pedir un informe a Jin cada mes como me lo exigiste — el alfa asintió ante ello — no sé si Jin está haciendo una broma de mal gusto o realmente los años no le pesan, pero él está más que seguro que hace un par de días atendió una cita de control en el hospital donde lo enviaste por castigo.
El corazón de Jungkook se aceleró sin razón aparente.
— Jin está seguro de que al chico que atendió había dado a luz, y no sólo eso, él desprendió el aroma a cachorro y no a un bebé humano.
— Eso es imposible, no hay cambia formas en ese territorio.
— Allí está el asunto Jeon, ese chico no es de ese territorio.
El líder mantuvo su mirada en Hoseok, no le estaba gustando lo que la conversación estaba implicando.
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