29 — LOVE SONG
"real life"

emma !

¿Estaba realmente ahí? ¿Cómo demonios había logrado llegar de la nada?

Justo cuando estaba por ponerme a pensar en algún otro modo en el que Ross pudiera estar aquí mientras yo estaría totalmente feliz por ello, el solo apareció entre todos.

Luego de cantar el típico feliz cumpleaños, mi familia se empezó a acercar a mi para darme un fuerte abrazo, seguido por mis amigos, Kaya, Cody, etc. Y por último vino Lia.

— ¿Lo viste verdad? dime que lo viste. — pregunté sin aún poder creerlo.

— ¿De qué hablas Emma? — me preguntó con el ceño fruncido.

— ¿No lo viste? Estaba justo ahí, en todo el medio.

— Emma... Sigo sin saber de qué hablas.

¿Estaba hablando en serio?

— Lia, acabo de ver a Ross. Me guiñó el ojo.

— Emma, nadie ha llegado desde Rudy que fue el último en llegar, hace al menos una hora.

No lo soñé, ¿verdad? Estaba totalmente segura de que lo había visto, no puede ser que me lo haya imaginado. No estoy tan loca.

— ¿Es una broma? Lia, no estoy para juegos, sabes que en serio quiero verlo.

— Lo juro.

Al parecer sí me estaba volviendo loca. Ross no había venido, solo me lo imaginé. El guiño, el te quiero, fue algo que ¿me imaginé?

Ya basta, sueno como una loca psicópata por un chico.

Me di media vuelta en dirección a la grande terraza que estaba vacía ya que todos comían como locos el pastel que me regalaron, en serio necesitaba un pequeño respiro de todo.

Caminé hasta la terraza para luego apoyar mis manos en la baranda, y al subir la mirada me encontré con la linda ciudad de Los Ángeles. Podría jurar que de noche se veía mucho más lindo. La manera en la que se podían apreciar las luces de todos los edificios, casas, trabajos, etc. Definitivamente me gustaba más la noche que el día.

De la nada me vino un recuerdo de la noche con Ross en aquella terraza, cuando casi no lo conocía pero igual le confié cosas que nunca antes había dicho. Y aunque cualquiera diría que estaba loca por confiarle algo a Ross sin siquiera conocerlo realmente, se sintió muy bien poder confiarle ese pequeño secreto que me guardaba desde hace tantos años.

Sentí unas manos rodearse alrededor de mi cintura y lo único que me pudo venir a la cabeza fue Cody, quien solía hacer eso siempre hace un par de años atrás.

— Cody... en realidad no estoy de humor para hablar jus-

— No sabía que me parecía a Cody pero supongo que gracias. — susurró esa voz que tanto extrañaba justo al lado de mi oído.

Me voltee sin poder creer lo que escuchaba, y me encontré con el chico que en serio me había guiñado el ojo hace un par de minutos atrás.

Maldita Lia, me va a escuchar...

— Feliz cumpleaños, Emma.

No pude evitarlo, y lo único que pude hacer es lanzarme encima de él para darle el abrazo que tanto deseaba de mi rubio. Se sentía tan bien tenerlo cerca de mi así de nuevo.

— En serio lamento llegar tan tarde, se suponía que pasaríamos todo el día juntos, pero los aviones no quieren funcionar de manera correcta cuando más se les necesita.

Viajó hasta aquí por mí, sabiendo sobre el pequeño temor que le tiene a los aviones...

— Realmente solo me importa saber que estás aquí. — dije, para luego separarme de él y darle un empujón.

— ¿Y eso por qué? — me sonrió divertido aunque un poco confundido.

— Lia me hizo creer que estaba loca, que en realidad no estabas aquí, y tu solo desapareciste haciéndome sentir como una loca.

— ¿Cómo sabes que sí fui yo? — subió una de sus cejas, burlándose.

— ¡Basta! — le di otro pequeño empujón sonriendo. Sí que podía ser un tonto cuando se lo proponía.

Me di media vuelta fingiendo estar molesta mientras miraba hacia delante volviendo a apoyar mis manos otra vez en la baranda. Ross se volteó también, poniendo sus manos otra vez en mi cintura.

— Esto me recuerda mucho a aquella noche cuando... — no pude terminar ya que el me interrumpió.

— Cuando me confiaste algo que no habías confiado con nadie más. — dejó un pequeño beso en mi cabello. — No sabes lo mucho que apreciaré siempre eso, Emma. Desde ese momento supe que quería ser más que tu amigo, no importa lo romántico o cliché que llegue a sonar, es la verdad. ¿Quieres que te cuente algo?

— Claro.

— Esa fue la primera vez que intenté darte un beso o al menos poder decirte que me gustabas... — dijo mientras apoyaba su quijada en mi cabeza.

— Pero Lia apareció y cuando vio que llego en el momento menos indicado salió literalmente corriendo. — solté una risa mientras daba media vuelta para poder mirarlo.

Ross bajó la cabeza lentamente hasta que nuestras narices se rozaran unas con otras.

— Me tienes a tus pies, Emma Hamilton.

Alguien que me agarre que no siento las piernas.

Bajé la mirada a sus labios justo como el hacia también. Mientras el se acercaba más se sintió como alguien abría las puertas de la terraza, y solo por eso, supe que era Lia.

Repito, maldita Lia, me va a escuchar.

— Yo... no quería que esto se convirtiera en mi labor para siempre, pero todos estamos esperando por ustedes dos.

— Que se jodan.

Sentí como Ross puso su mano en mi barbilla y se terminó de acercar a mi sin importarle que Lia abriera los ojos sorprendida, quien luego dio una vuelta y salió corriendo aunque ya nos interesaba a ninguno de los dos. Ross siguió moviendo sus labios suavemente mientras yo lo seguía. Dios tanto que le extrañé.

Después de un par de segundos, me alejé de él en busca de aire, para luego mirarlo a los ojos.

— Me encantaría quedarme aquí por siempre pero creo que nos necesitan para no sé qué.

— Yo tal vez tenga algo que ver con ello.

APENAS VOLVIMOS CON TODOS, Ross se fue hacia el pequeño escenario donde antes se encontraba el Dj, quien había desaparecido de la nada. Mientras que Kaya y Lia me llevaban rápido hacia justo el frente del escenario.

— ¿Qué están haciendo? o mejor pregunta, ¿debería preocuparme?

— Deberías emocionarte. — me respondió Kaya con una sonrisa, mientras que Lia solo me guiñó el ojo.

No pude ni siquiera ya que escuché la voz de Ross en las grandes bocinas que estaban alrededor de todo el gran salón de fiesta.

— ¡Hola! Pues como sabrán hoy es el cumpleaños de una persona muy importante para mi, por lo cual quise hacerle un pequeño regalo con lo que creo que soy bueno haciendo, o al menos eso espero. — bromeó logrando que todos soltarán risas.

— Así que, Emma, feliz cumpleaños, otra vez, y espero que te guste este pequeño regalo...

Terminó de decir para que luego se apagaran las luces, y solo prendiera una enfocándolo a él.

I wrote another love song, baby, about you
I've written one for every second without you
It goes like this, oh

(Escribí otra canción de amor sobre ti
He escrito una por cada segundo sin ti
Dice así, oh-oh-oh-oh)

Workin'
Lately, I've been working on myself
Never been the type to ask for help
From somebody else (from somebody else)
You came
Out nowhere like a hurricane
Pull me in and kiss me to calm me down
And I fell for you
And my whole life changed

(Trabajando, últimamente he estado trabajando en mí mismo
Nunca he sido del tipo que pide ayuda
De otra persona
Viniste
De la nada como un huracán
Me tiraste y besaste para calmarme
Y simplemente caí por ti
Y mi vida entera cambió)

Siguió cantando mientras me venía el recuerdo a la cabeza de cuando le di un beso para calmarlo antes de su concierto comenzara, y sabía que nunca me arrepentiría de eso. Y recordar cuando me dedicó una linda canción tiempo después lo hizo mucho mejor todo.

I wanna see the whole damn world with you, baby
Yeah you can be the one, girl, you driving me crazy

(Quiero ver todo el maldito mundo contigo, nena
Sí, podrías ser la única chica, me estás volviendo loco)

I find all my inspiration thinkin' about you

(encuentro toda mi inspiración pensando en ti)

Quería tanto a Ross que ni siquiera como lo lograba, era una de las mejores cosas que me había pasado conocerlo, y eso lo agradecía tanto, agradecía tanto tener alguien como en el que poder confiar sin importar qué

— Me gustaría que la linda cumpleañera me hiciera compañía aquí ¿podrías?

Todos empezaron a gritar que subiera, aunque era obvio que lo haría.

— Así que, Emma, desde hace un par de semanas hay una pregunta que quiero hacerte con muchas ansias. — hizo una pausa gracias a los gritos que se escuchaban como si estuvieran al lado de mi oído.

— Van a dejar a la cumpleañera sorda, pero por favor. — se quejó Ross burlándose.

— ¡Haz la pregunta rubio teñido!

— ¡Eso!

— ¡Sí!

— Emma, ¿te gustaría ser mi novia? — preguntó Ross con un brillo en los ojos que nunca antes había visto.

Tomé el micrófono de sus manos y dije con la felicidad a millón. — Me encantaría ser tu novia, rubio teñido.

author's note !!

PARFAVAR LOS AMO.
Ross y Emma son lo mejor que me ha pasado.
Btww, probablemente sólo falte un capítulo más para acabar la historia.
IMPORTANTE. La canción le pertenece a Why Don't We, y se llama Love song. Le cambié algunas partes pero es de su total pertenencia.
Muchas gracias por las 80k vistas, hace más de año empecé esta historia aún no me creo todo el apoyo que ha tenido <33