1. OFF WE GO TO CALIFORNIA
"Nos vamos a California."
Una vez más sucedía.
El cuerpo de Jade se encontraba de pie junto a lo que parecía ser una maquina que no sabía muy bien qué hacía, la maquina era unas tres veces más grande que ella, lo cuál era exagerado, las proporciones parecían alteradas. Jade se sentía diminuta en aquella habitación.
A lo lejos observo a una figura conocida, era Hopper, el cuál desde su punto de vista, lucía enorme. Observaba fijamente un punto, cuando Jade se giraba, se encontró con Joyce, quien observaba también a Hopper. Ambos parecían llorar, Hopper asintió levemente, y de nuevo, Joyce cerraba el portal.
La maquina se salía de control, y explotaba junto a Hopper, y este moría desintegrado. Jade gritaba con todas sus fuerzas, pero sabía que era inútil.
El escenario cambiaba, esta vez las afueras del centro comercial Startcourt. Un 4 de Julio que se llevó a muchas vidas.
Jade veía desde otro punto de vista como Joyce salía del centro comercial y corría a los brazos de Will. Sabía que Hopper había muerto y ella quería correr y alejarse de allí, pero estaba estática, condenada a observar una vez más el día en que su vida se fue a la mierda.
[...]
Sudor frío corría por el rostro y espalda de la joven, despertándose una vez más alertada. Las mismas pesadillas que había estado teniendo desde la muerte de Hopper, era eso o ser perseguida por un monstruo tridimensional de unos tres metros.
Intentaba calmarse, se compuso en la cama, y acto seguido salió de esta. Encaminándose en dirección al baño, abrió el grifo y acercó su cara al agua, dejando que corría por su rostro.
No serían más de las 3 de la mañana y no se arriesgaría a llamar a Robin, por diversas razones.
Hace meses que Joyce le propuso a Jade que se fuera a California, Joyce le aseguró que podía quedarse en su casa mientras conseguía empleo. Las únicas personas que sabía sobre las pesadillas de Jade eran Joyce y Robin. Así que gracias a eso, Joyce pensó que las pesadillas siguen ocurriendo porque ella no ha logrado superar la muerte de Hopper, sobretodo viviendo en los entornos que él transcurría habitualmente.
La otra razón, menos complicada, Robin y Jade llevaban una semana distanciadas. Jade sabía que irse a California era lo más sabio, pero también sabía que eso implicaría una relación a larga distancia con Robin y eventualmente no funcionaría, así que su solución fue distanciarse un poco de la chica.
[...]
-Entonces, sé que no estoy siendo paranoica, sé que algo le ocurre a Jade, sólo que no me cuenta nada y es frustrante intentar hablar con ella si apenas se comunica conmigo.- Robin le contaba a Steve sobre lo extraña que estaba Jade últimamente, mientras aplicaba su maquillaje.
-¿Por qué no sólo... le preguntas?- cuestionó Steve.
-¿Has escuchado toda la conversación?
-Me perdiste hace unos minutos.- murmuró.
-Jade se ha distanciado, le he preguntado qué es lo que le ocurre pero ella no me lo quiere contar, es absurdo seguir intentando, probablemente no sea nada, pero aún así no sé qué hacer.- habló la chica con frustración, un hábito de Robin era hablar de más cuando se encontraba nerviosa, y en ese momento lo estaba demostrando.
-¿al menos sabes si ella vendrá a verte hoy?, me refiero en la banda.- preguntó Steve, tras una prolongada pausa.
-Eso creo, me juró que iría pero ya ves como nos va.- murmuró.
-Ey, no te desanimes.- contestó Steve, dándole un ligero golpe en su brazo, manteniendo los ojos en la carretera.- Sabes como ha sido su vida desde la muerte de Hopper, más cerrada con todos, sé que no fue así al principio pero tal vez le costó asimilarlo.
-Es posible que tengas razón, es sólo que, me había acostumbrado tanto a su presencia, que estar sin ella suena mal.- explicó.
-Por dios, Robin. que empalagosa eres.
[...]
-Me voy esta noche, tienes que decirte ya.
Mike tomó asiento junto a Jade, bufando, sonaba molesto.
-Sé un poco comprensivo, no sé qué voy a hacer.- contestó ella.
-Tuviste tiempo para tomar una decisión.- siguió.- Nancy no viene, tú pudieras llenar su espacio.- sugirió.
-¿Llenar su espacio?, esto no se trata de llenar espacios, Mike. Estoy hablando de quedarme allí, ni Robin ni ninguno de los chicos lo saben, así que no se trata de un par de semanas.- explicó.
Mike suspiró, mirando su reloj.- Si cambias de opinión, tendrás que ir a la escuela, estaré allí con los demás.
-¿Es que estarás en el juego de Lucas?
Mike negó con la cabeza.- Él nos intercambió por sus nuevos amigos, no fuimos nosotros.- murmuró enojado.- Así que puedes ir al juego, y si cambias de opinión puedes irte conmigo a California.
-Ya lo veré luego, tengo que ir a ver a Robin, por la banda.- explicó, Mike asintió. Se acercó al marco de la puerta y antes de salir se giró hacia ella.
-¿Por qué quieres irte?- cuestionó.
Suspiró pesadamente, su mente divagaba por recuerdos.- Porque absolutamente todo me recuerda a él, a Hopper. No puedo soportar ir a los mismos lugares a los que él iba, y no encontrármelo allí. Visito su cabaña y las paredes están llenas de agujeros, es invivible. Sin embargo, siempre espero encontrarlo allí, viendo televisión con una cerveza en su mano, asegurándose que Ce esté bien. Pero ese no es el caso, necesito alejarme de todo esto, Mike.
Si bien Joyce le había explicado que no habría problema en que Jade pasara un tiempo en su casa, Jade le pidió a Mike que le contara con total sinceridad si Joyce podría con los gastos alimenticios de otra persona, además de si había espacio suficiente para ella, ya que no quería ser una carga para Joyce.
Cuando el joven Wheeler se marchó, no pasó mucho tiempo antes de que Jade siguiera sus pasos, conduciendo a la escuela, en la cual celebrarían el juego que ocurriría en la noche. La cabeza de Jade comenzaba a doler de nuevo, llevaba así desde hace unas semanas, cuando sus pesadillas empeoraron, o se volvían más realistas.
Aparcó en la escuela y se esperó unos momentos antes de bajarse, nerviosamente caminaba de nuevo después de tantos años por aquella escuela. Aunque su mejor recuerdo de aquel lugar, y el último, fue la noche del baile de navidad, donde recuerda pasar una buena noche con Steve en su auto. Sin embargo, verlo ahora era más deprimente, no conocía a ninguno de los estudiantes y se sentía como una completa desconocida de nuevo.
A lo lejos vio a Robin y Steve, el último mencionado llevaba el brazo rodeado en la cintura de una chica, Robin caminaba detrás de ellos mirando a todos lados. Jade suspiró y decidió correr un poco hasta su novia. Cuando Robin la vio, una su amplia sonrisa apareció en su rostro, no quería decirle las pocas esperanzas que tenía de que Jade fuera a verla.
-Jade...- habló Robin, suspirando, por un momento casi se le olvidaba que estaban en público. Sin embargo, rodeó su brazo sobre los hombros de Jade.- ¿Todo bien?
Jade aún se encontraba un poco sorprendida, pero actuó como si nada.- de maravilla.- contestó sonriendo.
Era bastante notorio que ambas sabían que nada estaba bien en ese momento. Las sospechas de Robin no hacían más que subir, y Jade se tensaba con la más mínima palabra que intercambiaban. Pero ambas pretendían tan bien.
La celebración comenzó, Jade se juntó con Steve y la chica, y Robin se acercó a los demás de la banda. Jade aplaudía a las animadoras, de vez en cuando echando miradas rápidas a Robin, fijándose en si algún momento la miraba. La cabeza le daba miles de vueltas y sentía que en cualquier momento le explotaría, todo se le acumuló aquella mañana, su cansancio no tardó en llegar, tras muchas noches sin poder pegar un ojo por miedo a tener otra pesadilla.
Todo el lugar se volvió silencioso de pronto, observó a Steve, pero este aplaudía, sólo que no escuchaba nada. Robin seguía tocando su instrumento pero de él no salía ningún sonido. Por un momento pensó que se había quedado sorda, sin embargo, a lo lejos escuchó el sonido de un reloj, un tic tac que se intensificaba cada vez más.
Jade sentía como se encogía ante los demás, el reloj sólo sonaba más y más fuerte, y cuando menos se lo esperó, apareció justo frente a ella. Todos desaparecieron a su alrededor, era sólo ella en el gimnasio. El reloj parecía estar incrustado al suelo, era un reloj antiguo de esos que van de pie.
Sin embargo, el ambiente cambió una vez más cuando ella se quiso acercar, el gimnasio se volvió oscuro, las paredes tenían una especie ramificaciones que estaban todas conectadas. Reconoció el lugar inmediatamente y segundos más tarde su mente volvió a la realidad.
Sus oídos afectados por los repentinos aplausos que se escucharon, cubriéndoselos rápidamente.
-Hey, ¿estás bien?- preguntó Steve. Jade no respondía, intentaba asimilar en dónde se encontraba. Steve la sacudió un poco.- Jade, ¿qué ocurre?- volvió a preguntar preocupado.
-Espera..- murmuró la chica, mirando a su alrededor.- ¿Esa es Tammy thompson?- preguntó cuando se dio cuenta de quien era la chica que cantaba.
-Sí, era lo que te decía, pero no me escuchabas... estabas en una especie de trance.- explicó el chico.
-Steve, creo que iré a buscar a los demás, luego paso por la tienda a saludar.- Dicho esto, Jade comenzó a caminar en dirección a la salida velozmente. La cabeza aún le daba vueltas, sólo que esta vez era peor. Corrió hasta su auto y buscó en un compartimiento la caja de pastillas que guardaba, tomándose una de ellas.
Unos golpes en su ventanilla la asustaron una vez más, cuando se giró se encontró a Max, quien la observaba con curiosidad.
-¿No me has escuchado?- cuestionó Max cuando Jade abrió la ventanilla. Jade negó confundida.- Te llamé unas tres veces, cuando venías corriendo al auto.- explicó.
-Lo siento, Max. Es sólo que, me duele muchísimo la cabeza.- contestó la joven, sintiéndose derrotada por alguna razón.
-Te entiendo, parece que no soy la única que sufre de migrañas.
-¿Desde siempre?
-No, desde que..- Max se detuvo a mitad de oración, Jade entendió rápidamente a lo que se refería.
-No pasa nada.- murmuró Jade bajando la cabeza.
-Te veo luego.- se despidió Max repentinamente, sin darle tiempo a Jade de despedirse. No la culpaba, Jade sabía que Max es igual de sensible sobre Billy que ella sobre Hopper.
Jade golpeó con sus dedos el volante, retomando sus decisiones, así que finalmente encendió el auto para regresar a su casa, tendría que hacer un largo viaje después de todo. Si bien, no pensaba irse con Mike, sí pensaba irse unos días después.
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