Él no podía tener suficiente.

La ira recorriendo su cuerpo terminando en sus manos empuñadas a sus costados, la necesidad máxima de levantar su brazo para impactar de lleno contra aquel bonito rostro se sentía como un deseo liberador.

Era jodidamente ridículo. No podía evitar la molestia que recorría su cuerpo cada vez que percibía la existencia de su colega de trabajo, simplemente era molesto.

El hombre solo estaba hablando entre conversaciones vagas a la lejanía, pero él mantenía aquella necesidad de descargar su furia contra Jimin.

Las voces a su alrededor estaban siendo ensordecedoras, sus pies picando por moverse de su lugar y es que Jungkook no estaba pasando de ello, no podía evitar removerse en su asiento considerando si el hilo de sus pensamientos estaba siendo aterrador.

Cuando la mirada de Park chocó con la suya fue el incentivo suficiente para abandonar su expresión estoica y convertirla en una de furia extrema.

Park debió notarlo porque la sonrisa de negocios en su rostro se esfumó aterradoramente de inmediato, sus párpados cayeron un poco dejando que su mirada se tornara sombría y perezosa en su dirección.

Su cuerpo zumbó al levantarse del asiento, ignoró las expresiones de sus compañeros atentos a su movimiento.

Él solo se dirigió hacia fuera del bar, estaba bastante seguro de que el idiota de Park le seguiría.

Y tuvo razón al escuchar a sus espaldas pasos apresurados.

No pudo evitar ponerse en guardia en cuanto se giró sobre sus talones para enfrentar aquel rostro sombrío, Jimin parecía haber perdido la poca paciencia que tenía porque su cuerpo estaba listo para la ofensiva.

— Tienes las malditas bolas para aparecer frente a mi Park — escupió sus palabras.

Dejó que Park notara el desagrado que tenía acumulado. Ese era el punto.

— No seas estúpido Jeon — respondió el contrario — no te tengo miedo cariño — expresó con una sonrisa altanera.

Jeon exhaló enojado al escuchar el apodo que estaba lejos de ser expresado con dulzura.

— Maldito maricon — soltó Jeon furioso.

— Tuviste a este maricon chupando tu polla imbécil.

— Eso fue un jodido error.

Jimin se relajó lo suficiente como para soltar una larga carcajada que acabó convirtiéndose en una sonrisa egocéntrica.

— ¿Qué demonios quieres Jeon? — interrogó de mala forma.

— Me metiste en un jodido problema, maldito imbécil — soltó sin más furioso — y tú te vas a encargar de solucionarlo.

— ¿Por qué demonios habría de ayudarte en cualquier cosa?

Sus brazos en tensión contra su pecho.

Jimin era consciente de la ira zumbando en el cuerpo tenso del contrario, su mandíbula estaba resaltándose.

Sabía que el hombre estaba conteniendo lo mejor que podía sus ganas de golpearlo.

— Vas a hacerlo — dijo Jeon — porque eres tan malditamente egocéntrico que te importa más tu imagen que cualquier otra cosa.

— Yo tengo mi imagen limpia — dijo sintiéndose orgulloso de ello.

— Y yo tengo una imagen dónde estabas chupando mi polla como una puta hambrienta — sacando del bolsillo de su chaqueta el móvil mientras lo agitaba frente a la mirada incrédula de Park.

La expresión de suficiencia de Park se esfumó al instante.

— Mientes, no creas que te dejaré chantajearme con mentiras patéticas como esa.

Jeon elevó sus hombros al escucharlo, su dedo encargándose de desbloquear el móvil para enseñarle al contrario la prueba de sus palabras.

Fue casi hilarante la expresión en el rostro de Jimin, como si no lograra reconocerse a sí mismo en la foto.

— ¿Qué mierda significa esto? — se quejó con furia — joder, ¿Estás loco?

Con una sonrisa divertida agitó el móvil de nuevo sintiéndose altivo al ver al más bajo con una expresión derrotada en su rostro.

— ¿Qué mierda quieres? Estás loco si crees que obtendrás algo de mí por esa estúpida foto — dijo Jimin.

Jungkook cortó la distancia con pasos amenazadores hacia el contrario quien decidió no retroceder cuando el más alto cortó la distancia personal entre sus cuerpos.

— Si yo fuera tú, empezaría por bajar un par de tonos a tu voz cuando hables conmigo — se divirtió Jungkook.

— Y una mierda — se quejó Jimin sonando realmente molesto — si publicas esa foto te arrastraré conmigo Jeon, tenlo por seguro.

El más alto era consciente de que Park no ladraba amenazas sin sentido, el hombre realmente conseguiría arrastrarlo de alguna forma.

Esa no era su intención, también tenía mucho que perder.

— No me das miedo Park — aclaró — pero tú y yo tenemos asuntos pendientes por resolver.

Jimin bufó sacudiendo la cabeza de un lado a otro, era notorio la desesperación por querer liberar su furia contra él.

— ¿Qué mierda quieres de mí Jeon? — cuestionó sin perder más tiempo.

— Tú me vas a ayudar a acercarme al cabrón de Isaac — su mirada contra la contraria — me ayudarás a conseguir el contrato para la empresa.

— Estás jodidamente demente — respondió Jimin — ¿Por qué mierda ayudaría a mi propio colega con quien estoy compitiendo por el puesto de la gerencia? No te ayudaré a obtener esa comisión ni mucho menos a que me arrebates el puesto que es mío.

— Si no lo haces el presidente y la junta verán tus labios alrededor de mi polla — le recordó la foto — te quedará difícil demostrar que soy yo quien aparece allí.

Jimin mascó a la nada con furia.

— Si tengo que bajar tus pantalones frente a todos para poner mi boca alrededor de tu polla hasta que esté toda dura y goteante como en la foto para demostrar que eres tú, ten por seguro que no dudaré en hacerlo.

— Sé que eres capaz de chuparme la polla de nuevo — la sola mención de ello logró que su ingle se estremeciera aprobando el pensamiento — pero te importa más conseguir el ascenso que perder tu puesto solo por vengarte de mí.

En eso tenía un punto a su favor, había visto a Jimin luchar a través del tiempo que llevaban en la compañía con la intención de ser ascendido, lo sabía porque él también iba por el mismo camino.

— Eres un jodido imbécil — exclamó Jimin.

— Prepárate para ayudarme o para chupar mi polla de nuevo Park.

— Conseguiré tenerla en mi boca solo para poder arrancártela — fue su respuesta — más te vale que tengas una buena idea para obtener el proyecto con Isaac o tú serás quien tendrá la boca llena al final.

Dicho esto, Park se alejó de allí con pasos furiosos, largas zancadas que lo llevaron lejos desapareciendo de la línea de visión de Jeon.

El más alto masculló por lo bajo mientras repetía constantemente todas y cada una de las maldiciones que se sabía a memoria.

Odió recordar esa noche que terminó en una habitación de motel con Park, solo había tenido el tortuoso placer de sentir la boca del contrario en su parte íntima, pero no pudo ignorar que a pesar de que no sucedió nada más debido a la borrachera de ambos, él quiso en esos momentos estar entre los muslos del hombre.

Una jodida locura.