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Take all your love

Continuación de Take a chance for love

Solo Louis y Harry trabajando juntos y esperando a su primer cachorro.

Tag: Omegaverse

La puerta de su oficina fue tocada un par de veces de forma suave y el aroma se le coló por sus fosas nasales y en sus sentidos. Ronroneo de felicidad y Harry asomó la cabeza con una sonrisa ligera y los ricitos danzando. Se acomodo mejor en su silla esperando que dijera algo más.

—¿Puedo pasar Señor Tomlinson?—Fue lo único que dijo Harry que sintió una pequeña decepción en el cuerpo.

Louis asintió haciéndole una señal para que entrara, lo cual inmediatamente hizo. Harry le sonrió con cariño con un par de carpetas a la mano, se acercó a su escritorio y las acomodo de forma ordenada. Le recitó sus pendientes del día de hoy y los importantes de mañana, pero ni siquiera estaba prestando atención a lo que decía lo único que podía pensar era solo quería llegar a casa.

Harry cerró la boca cuando terminó y se encamino hacia él, Louis sonrió alejándose un poco de su escritorio para que el Omega pueda caer perfectamente en su regazo. Encontró su lugar en el cuello de Harry aspirando su dulce olor y la marca del lazo a un lado. Harry alzó la cabeza pidiendo silenciosamente un beso, Louis lo complació besándolo despacio y con amor.

Han estado enlazados un año y han estado saliendo de manera oficial hace dos. Fue una corriente de palabras susurradas a escondidas y a sus espaldas cuando todos se enterraron de su relación aludiendo a qué era por puro compromiso, con Louis aprovechándose de su asistente o simplemente Harry aprovechándose del dinero del alfa. Ambos dejaron en claro lo que en verdad sentía y que solo era por amor más allá de todo lo que las demás personas decían, todo se dieron cuenta después de algunos meses de estar saliendo oficialmente y dándose cuenta del amor que en verdad sentían entre ellos. Él miedo de lo que dirían en la empresa fue la razón por la que Harry huyó de él, pero luego del celo estaba dispuesto a arriesgarse.

Ahora simplemente vivían una vida tranquila, llena de amor y caricias y Harry de su asistente que no se le permitía recibir muchos besos mientras estaban trabajando, pero hace unas semanas en particular el Omega ha estado muy raro, ha estado muy cariñoso, queriendo contacto y besos aún estando en la oficina, justo como ahora. Su aroma ha cambiado, se ha vuelto más dulce y eso ha vuelto tan loco a su alfa que no podía apartar la mirada ni las manos de encima de su Omega.

Harry sonrió besándolo con ganas tomándolo de la mandíbula y Louis simplemente quería ser un alfa complaciente para su Omega.

—Alfa—Soltó dejando a la vista la marca y su cuello.

El aroma que Harry soltaba lo hizo hundir la cabeza de nuevo y lamer alrededor de la marca. Su aroma es un bocada de aire fresco y paz, sentía que con solo olerlo su relación se fortalece y tal vez tenga que ver el lazo pero su olor lo atrae y lo envuelve que se siente raro y lo único que piensa es amar al Omega, velar por su felicidad y seguridad y sin fin de cosas.

—¿Por qué tú olor es más dulce? Simplemente me vuelve loco, amor—Louis soltó.

Harry sonríe abrazándolo con felicidad. Louis no comprende el repentino acto, pero envuelve sus brazos entorno a la cintura de su Omega, de su asistente que ahora solo es su Omega y no podría estar más feliz por eso. Desde que se enteró que ese bonito Omega de rizos largos iba a ser su asistente lo único que hizo fue reprimir sus sentimientos, acciones e ignorar las constantes suplicas de su alfa. Fallo, eso es claro. Reprimió sus sentimientos por mucho tiempo que ya no pudo hacerlo más, no podía ignorar que ansiaba a ese Omega, que lo único que quería era protegerlo, amarlo y poseerlo.

La plenitud, la paz, y la felicidad que sentía al tener a Harry a su lado, de compartir un lazo fuerte, de vivir juntos no se comparaba a nada que haya vivido.

Los orbes verdes lo miraron con ilusión y amor desbordante de ellos. —Louis, hay algo importante que debo decirte.

—¿Sucede algo, mi amor?—Louis pregunta preocupado, aunque se relaja al ver que lo único que expresaban los ojos del omega era de cariño y amor. Su era tan dulce que lo hacía relajarse.

—No sé cómo decirlo ¿Sabes?—Harry dice con una sonrisa—. Simplemente es algo muy importante y especial que hacerlo aquí no parece apropiado.

Alza una ceja divertido. —¿Eso crees? Siento que está oficina hace todo especial, después de todo nuestro amor surgió aquí, te conocí en esta empresa y vivimos muchas cosas importantes aquí.

—Tienes razón, este lugar es importante para nosotros.

—¿Vas a decirme? ¿O quieres esperar a llegar a casa?

—A casa—Harry murmura, no como su opción elegida—. Se escucha bonito escuchar eso y más ahora que vamos a formar una familia y estamos esperando un cachorro.

Louis asiente sonriendo antes de que la sonrisa de su rostro decaiga y mire a Harry sorprendido de lo que acaba de soltar. ¿Esperando un cachorro? ¿Ellos? La sonrisa del Omega y la timidez que aún irradia, a pesar de que ha pasado algunos años, lo hacen darse cuenta de que está siendo sincero.

—¿Estás preñado? ¿Vamos a tener un cachorro?

—Sí, lo estoy, alfa—suelta antes de abrazarlo y apoyar su cabeza en su hombro—. Estoy esperando un cachorro tuyo.

Lo alejo un poco solo para Harry se dé cuenta un poco de todo lo emocionado y sentimental que está ahora mismo. Ni siquiera tiene palabras para explicar lo feliz que se encuentra ahora mismo, nunca se le pasó por la cabeza que aquel rizado iba a convertirse en su Omega y ahora madre de sus cachorros. Estaban esperando su primer hijo y él no sabe cómo reaccionar.

Solo alcanza a inclinarse y besarlo con profundidad, llevando su mano al vientre plano de su Omega. Lo escucha ronronear y terminan sonriendo sobre los labios del otro.

—Mierda, Harry. Simplemente gracias por darme un cachorro, una familia.

—No agradezcas—Niega reteniendo aquellas lágrimas que amenazan con escaparse—. ¿Lo hicimos juntos no?

Se suelta a reír a carcajadas sin detenerse la felicidad de su cuerpo—. Te amo tanto, demasiado. Me estás haciendo tan feliz, Harry. ¿Te das una idea?

—Louis—dice con la voz entre cortada—, no me digas eso. Ahora mismo estoy tan sensible que podría llorar.

Ríe estrechando a su Omega en brazos cuando se deja caer de nuevo sobre él, lo escucha llorar un poco en su hombro. Sabe que llora de felicidad que no necesita preocuparse, lo único que hace es dejar besos en sus mejillas y labios, lo que alcanza a su paso. Deberían haberlo dejado en otra ocasión, ahora mismo están repletos de trabajo que están corriendo de un lado a otro, ahora mismo no les importaba, lo único que les importa es expresar la felicidad que sienten ante la noticia.

Su alfa aúlla de felicidad y decir que se encuentra orgulloso es poco. Deja que Harry llore un poco sobre él, lo abraza cerca y busca su aroma y al mismo tiempo deja su olor en él.

—Te haré el Omega más feliz.

—Ya lo haces—Harry murmura plantándole un beso—. Fui un poco tonto ¿Sabes?

—¿Por qué lo dices?

—Haber huido y asustado el día en que me besaste en el estacionamiento—alza su cabeza—. El beso fue tan dulce y me encantó, pero pensar que de alguna manera no haya significado nada para ti o que te estuvieses aprovechado de tu posición.

—Nunca haría eso, Harry—sostiene su barbilla—. Nunca quise hacerte pensar eso.

—No, Louis—Niega un par de veces con una sonrisa—. A veces las inseguridades son una mierda. Me asusté, pero luego recordé que tú nunca me has dado motivos para pensar eso, siempre has sido honesto. Solo estaba asustado.

—Siempre había estado interesado en ti, pero no quería hacerte sentir incómodo, simplemente no me pude contener más.

—Eres un buen alfa y serás un buen padre para nuestros cachorros.

Se le llena el pecho de cariño y su alfa aúlla de emoción, no solo porque su Omega está preñado, sino que piense que es un buen alfa para él, es lo único que quiere. Ser bueno para Harry, hacerlo sentir seguro con él, protegerlo de cualquiera que quiera hacerle daño. Se quedan unos largos momentos de esa manera, abrazados compartiendo la felicidad de que serán padres y susurrando su amor.

Harry termina alejándose, limpiándose las lágrimas secas de sus mejillas. Se baja de su regazo inclinándose para besarlo de nuevo. Un beso suave y lento

—No te vayas, amor—captura su mano antes de que pudiese alejarse.

—Tenemos trabajo y tienes cosas importantes que hacer, Lou—le recuerda tomando su blog de notas y su iPad—. En casa seguimos hablando y tenemos que discutir unas cosas. Te amo.

—Te amo también—le murmura de regreso—. A ti y a nuestro cachorro.

Harry le sonríe con ojos brillantes al escucharlo. Se detiene en la puerta antes de abrirla. —Nosotros te amamos a ti.

Con eso ve a su Omega salir de su oficina. Se deja caer en el respaldo de su silla sonriendo de felicidad. Es lo único que ha querido y que no sabía que necesitaba.

Una familia con ese precioso Omega de rizos.

Deja escapar un suspiro mirando de reojo la hora. ¿Cuándo paso cuatro horas? Había estado trabajando parte de su mañana sin mucho descanso, que no se había dado cuenta de que la hora había pasado con tanta rapidez que solo se sintió como si hubiese parpadeado. Dejo que su mano se desenganchara del mouse, y se recargo en la silla. Simplemente necesitaba un descanso y ahora que sabía que Harry estaba esperando a su cachorro debía de concentrarse en otra cosa que no sea en la desesperación que sentía de hacer planes, de tener todo calculado y listo para que Harry se sintiese seguro y amado, y para que su cachorro nazca sano. Es una desesperación que ha nacido desde que su Omega le anuncio, no hace dos días, que estaba preñado.

Ese día tan pronto como llegaron a casa tomó a Harry en brazos girando por todo el living mientras le besaba los labios y murmuraba tantas promesas que se encargaría de cumplirlas, porque Harry las merecía. No discutieron de nada más, su Omega no dejo que hablarán tan solo quería ser besado un buen rato, cuando terminó cansándose se levantó para pedir algo de cenar.

Aún era un poco increíble el cambio, solo hace unos cuantos años fue cuando lo beso y el Omega termino huyendo de él. Pensó que lo había perdido, ahora simplemente estaban enlazados, viviendo juntos y esperando a su primer cachorro. Harry tenía razón, luego pensaran en lo demás, después de todo el rizado es quien le acomoda su horario, él que sabe que debe hacer en cada momento.

Se levantó estirando sus extremidades para luego buscar su billetera en algunos de los cajones de ahí. Era su hora de descanso y moría de hambre y seguramente Harry también. Cerró la puerta detrás de él caminando directamente hacia el Omega. Se planto frente a él sonriendo al ver lo concentrado que estaba. Se inclino tomando su barbilla para besar sus labios, un beso rápido, pero profundo.

Harry sonrió. —Señor Tomlinson, ¿Besa a sus asistentes de esa manera?

—Si son así de bonitos como tú, sí—respondió de manera divertida, aunque parece que Harry no le gusto su respuesta. Rodó los ojos—. Claramente estoy bromeando.

—¿Necesitas algo?—el Omega reviso su agenda con desespero.

¿Por qué a Harry le parecía tan divertido ser tan formal en la empresa? Todos ya saben que está esperando a su cachorro.

—Es hora del almuerzo—mira la hora en su reloj para cerciorarse que está en lo correcto—. ¿Quieres ir a almorzar?

—Me encantaría, pero tengo un poco de trabajo—Harry suelta un puchero desviando la mirada hacia su otra compañera—. Y le prometí a Natalia que comería con ella.

—Está bien. No se te olvide comer bien ¿Si?

Vio como rodaba los ojos hacia él. —Si señor Tomlinson.

—Bien—se dio la vuelta antes de regresar y apuntar—Y deja de llamarme así, cariño.

Harry soltó una risa que contuvo con la palma de su mano, el silencio que había haría que su risa sea tan ruidosa. Se le hincho el pecho de cariño, amaba hacer que su Omega riera, que se le escaparan aquellas risas suaves y sinceras. Se inclino besándolo una vez más, cosa que hizo que Harry lo tomara de las mejillas y siguiera el beso tornándolo duradero. Posiblemente en otra circunstancia no lo dejaría besarlo, pero estaba aprovechando que tenía cambios repentinos y necesitaba contacto para besarlo unas cuantas veces más en el día.

Odiaba la reglas que ponía Harry, sobre no besarse y actuar con formalidad dentro de la empresa. Parecía que se divertía en ponerlo malhumorado todo el día. Lucho tanto con su naturaleza, con la suplicas de su alfa y lo que él deseaba, que cuando lo tenía lo único que quería era besar al Omega cuando se le antoje.

Resopló con una mirada sería cuando Harry lo empujó con suavidad, sus labios chasquearon y sonrió satisfecho al ver los labios del rizado.

—Tenga un buen almuerzo, señor Tomlinson.

Se abstuvo de rodar los ojos, de gruñir o incluso recordarle que deje de llamarlo así. Se dio la vuelta y dejo que una sonrisa se plasmara en su rostro. Camino hacia la oficina de Liam, no quería almorzar solo y de vez en cuando comían juntos y necesitaba hablar con él. Tomo un par de veces aún cuando la asistente de Liam le ha dicho que lo estaba buscando.

Rio cuando Liam grito que lo mandaría a la mierda si seguía tocando de esa manera. Abrió la puerta cerrando detrás de él.

—¿Vamos a comer? Necesito contarte algo.

—Claro—Liam acepto tomando sus cosas.

Salieron de su oficina caminando hacia el ascensor, se apoyo en la pared de ahí cruzándose de brazos y con cara neutral. Antes de que las puertas se cerrarán una ráfaga de aire hizo que el aroma de su Omega se colará por su nariz. Aspiro fuertemente capturándolo. ¿Cómo es que nunca se dio que Harry estaba preñado? Recuerda cuando aquel pensamientos cruzó por su cabeza cuando anudo al Omega unas cuantas semanas que este dejo que usar sus supresores y unas semanas después Harry faltó al trabajo porque se sentía mal del estómago. Tan pronto como cruzó por su cabeza ese pensamiento es que lo desecho.

No quería sacar conclusiones apresuradas, después se le olvidó por completo a pesar de que Harry a veces decía que se sentía un poco mareado y su aroma cambio ligeramente. Más dulce y adictivo para su alfa.

Salió de sus pensamientos cuando las puertas del ascensor se abrieron. Caminaron hacia el restaurante que siempre iban. Liam lo miro fijamente cuando se sentaron y ordenaron.

—¿Querías decirme algo?

—Sí, quería que fueses el primero en saberlo—dijo. Solo ha pasado dos días desde que Harry le dio la sorpresa que no han tenido tiempo de contárselo a alguien más y parece que Liam no estaba al tanto de los murmullos bajo sobre el embarazo de su Omega. Le aliviaba un poco saber eso.

Louis no entendía como los rumores, y las cosas que sucedían se expandían rápidamente por toda la empresa. Simplemente ahora recuerda porque le generaba tanta molestia las personas de ahí, porque Liam decían que le tenían miedo. Ha descubierto a tantas personas esparciendo tantos rumores que parece que detenerlos y decirles que hagan su trabajo y no se dediquen a esparcir chismes, es lo que lo hace malo.

—Dime entonces.

—Harry, está preñado—dice con ese tono de orgullo en su voz y en su rostro.

Liam abre los ojos sorprendido, se levanta rápidamente y lo envuelve en un abrazo. Le devuelve el abrazo porque el alfa ha sido un verdadero amigo todo estos años.

—Felicidades, Louis. Creo que siempre has querido esto—el alfa dice regresando a su lugar—. Debo ir a felicitar a Harry.

Gruñe involuntariamente que le sorprende. —No vas a tocar a mi Omega.

—Solo iré a felicitarlo es todo—el castaño rodó los ojos y se cruzó de brazos.

Louis se calmó. El simple hecho de pensar en alguien más tocando a su omega lo pone nervioso y celoso y más ahora que sabe que está en estado. Está un poco fuera de sí, tan celoso, protector y cuidando de Harry a todas horas, que en ciertos momentos debe mantenerse al límite para no hacer sentir a Harry irritado y asfixiado. De por sí el Omega es independiente.

Suspira mirando desconfiado a Liam, antes de negar y bajarle a sus propios celos. Su amigo no haría nada como eso.

—Creo que es algo que venía venir.

—¿A qué te refieres?—cuestiona cruzándose de brazos.

—Tú y Harry—señalo—. Fuiste un poco menos irritante por las mañanas cuando Harry empezó a trabajar contigo, te preocupabas por él, te asegurabas de que estuviera cómodo con su área de trabajo. Él era el único que no te tenía miedo.

Y ahí de nuevo. Rueda los ojos, pero se le escapa una sonrisa al pensar en Harry, en sus primeros días de trabajo. El Omega se le pasaba sonrojado, siendo tímido y solo murmurando bajos "si" y "no" Le tomo un poco entrar en confianza y otro poco llamarlo por su nombre cuando no estuvieran en su oficina.

—Gracias por decir que era irritante.

—Es que lo eras—ríe diciendo—, pero ahora no lo eres tanto. En serio estoy feliz por ti y por Harry. Harán una bonita familia.

Ellos lo harán. Harry haría un excelente trabajo cuidando a su cachorro por nueve meses y él se encargaría de que no le faltara nada y darle lo que él quisiera. Solo quería complacer a su Omega, hacer de este proceso lo más liviano y fácil posible, después de todo Harry haría la mayor parte que lo hacía sentir un poco mal e inservible. Cuando terminaron de almorzar Louis pidió para llevar una rebana de paste de chocolate y recibió dos besos largos de parte de Harry antes de volver al trabajo.

Mira de reojo a Harry apretando su mano antes de mirar de nuevo en frente. Cuando el semáforo quedo en rojo giro hacia su Omega, su bonito Omega con un vientre de cuatro meses de embarazo, la ropa que está usando ahora mismo hace que su bulto sea fácil de distinguir. Se mantiene aferrado a su mano mientras disfruta de la vista y de relajarse antes de ir al trabajo. Le es un poquito difícil trabajar juntos, Louis tiene que ponerse límites para no pedirle a Harry que trabaje dentro de su oficina o a veces abstenerse de besarlo como quisiera cuando tienen una junta, pero hay otra parte genial de trabajar juntos y es simplemente mirar a Harry entrar y salir de su oficina, de poder capturar su aroma cuando él quiera y que lo relaja cuando está estresado o malhumorado con tanto trabajo, de saber que puede protegerlo y verlo cuando él quiere, tan solo tiene que salir de su oficina y él estará ahí.

Siempre fue sencillo y cómodo trabajar con el Omega, son comunicativos, hacen un gran equipo, pero ahora que Harry es su Omega y tiene un lazo es otra cosa.

—¿Seguro que te sientes bien?—le sostiene la mano cepillando sus labios en el dorso de su mano—. Puedo dar la vuelta y volver. Está mañana has estado un poco mal.

—Louis—Harry se queja mirándolo—, el hecho de que seas mi jefe no quita que me puedan despedir ¿Sabes? Ya falte una vez. Además hay mucho trabajo.

—Sí, pero estás embarazado.

Harry se pasa las manos por su cabello algo irritado. Con el embarazo tiene algunos ligeros cambios de humor y el malhumor es uno de ellos por la mañana. Los síntomas lo hacen refunfuñar en la mañana y más cuando tienen que levantarse temprano para ir al trabajo. Si por Louis fuera el Omega no estuviera trabajando en estos momentos, queriendo darle comodidad por unos cuantos meses, pero Harry era terco y Louis no podía prohibirle nada.

—Sí, exacto—recalca llevando sus manos a su vientre—. Solo es unas ligeras molestias, nada más.

—Bien, tu ganas—Louis dice derrotado—. Pero si te llegas a sentir mal me dices y te llevo a casa.

—Sí, amor sí—ríe por las constantes preocupaciones que tiene Louis. —Nuestro cachorro y yo estaremos bien. ¿Nos amas no? ¿Harías lo que fuera para vernos felices?

Antes de que el semáforo se ponga en verde se inclina besando a Harry asintiendo un par de veces. Es lo único que quiere, tener a su Omega y ahora a su cachorro o cachorra a su lado.

—Haría lo que fuera.

—Entonces llévame por un helado. Se me antojo uno, no quiero ir a la empresa sin mi helado—Harry pidió con los ojos suaves y cariñoso.

—Solo porque te amo demasiado.

—Gracias, Lou—murmuro apretando su mano cerca—. También te amo demasiado, alfa.

Termina tomando al Omega de la cintura para que no pudiese caerse mientras esté se llevaba pequeñas cucharadas de helado de chocolate. Saludo a las recepcionistas de la primera planta guiando al Omega hacia el ascensor, lo dejo libre cuando las puertas se cerraron pero no aguanto y lo atrajo besando su cuello. Harry se alejo un poco incómodo al comer de esa manera. Louis se fijó en su helado ¿En qué momento se comió el otro? El Omega había pedido dos, tenía demasiados antojos que no podía decirle que no, no cuando posiblemente estuviese malhumorado todo el día si no comía lo que quería.

Se alejo cuando las puertas se abrieron, lo sostuvo de la mano para caminar hasta su oficina.

—Louis—Harry se detuvo—. Tengo mucho trabajo.

Resopló. —Bien. ¿Te gustaría ir a cenar cuando salgamos?

Los ojitos del Omega brillaron. Claro, los antojos y él amaba las citas improvisadas y compartir un momento relajante luego del trabajo. Harry sonrió asintiendo, luego se inclino dejando un beso, uno pegajoso pero demasiado bonito.

Solo basto dos horas para que el aroma entrara a sus fosas nasales. Alejo la mirada de la pantalla hacia la puerta. Harry entro cerrando la puerta detrás de él. Se levantó al instante y un poco preocupado.

—Harry—regaño tomando la caja pesada de sus mano—, ¿Qué he dicho de cargar cosas pesadas? Te dije que si necesitas traerlo me dices y yo lo cargo.

—Louis, solo es una caja y no estaba tan pesada—se cruzó de brazos—. Olvídalo. Mañana tienes una junta importante a las diez de la mañana y hoy tienes una, aquí en tu oficina.

—Sí, claro—dejo la caja sobre su escritorio pasándose las manos. Se había olvidado de aquel detalle, un inversionista—. ¿Es todo?

—Sí, bueno...—disminuyo el volumen en su voz. Louis se dejó caer en su silla mirando con atención a Harry—. Quiero besos y abrazos. Solo será rápido, unos momentos.

Tiene que reír con suavidad palmeando sus muslos, el Omega no demora en caminar hacia él y dejarse caer en su regazo. Hunde su cabeza en su cuello y Louis lo sostiene de la cintura, luego sus manos buscan su lugar en el vientre del omega. Su cachorro está creciendo ahí y Harry está haciendo un excelente trabajo en cuidar de su hijo ahí. Son momentos en que el omega necesita un momento para estar cerca de él, de perfumarse con sus aromas y calmar la ansiedad de sus lobos por unas cuantas horas.

Harry alza la cabeza para dejar que sus labios de toquen y se deslicen juntos. Lleva su mano bajo la bonita camisa del Omega para acariciar el vientre hinchado de su Omega.

—Creo que ya debemos ver cosas para el cachorro.

—Y buscar el nombre ahora que ya sabemos que será—Harry recuerda.

Estaban esperando un tiempo para que el embarazo no sea tan riesgoso, ahora que saben que todo está perfecto y que el cachorro nacería sano ya sienten que deben empezar a buscar. Hay una cosa que lo ha estado dejando pensando por un tiempo y que debe preguntar.

—Estaba pensando si te gustaría mudarte—eso capta la atención de Harry. Hace círculos con sus dedos en el vientre del rizado—. Es solo que te mudaste a mi casa, pero nunca te pregunté si te gustaría comprar otra a tu gusto.

Su sonrisa cálida y amorosa es lo que expresa Harry. —Eso es muy dulce de tu parte. Louis, tu casa, nuestra casa es perfecta, además tiene muchas habitaciones, un jardín y la amo. Es la casa para nuestra familia.

Y el también ama su casa, un lugar que Harry se ha encargado de convertir en eso. De acomodar las cosas a su gusto, de hacerla más hogareña, de conseguir cosas que jamás pensó necesitar, pero que Harry usa con demasiado frecuencia. El patio que solo tenía césped y era arreglado un par de veces al año ahora es arreglado semanalmente y Harry riega las plantas y flores que ha plantado. Esa casa vacía, grande y silenciosa, Harry se ha encargado de hacerlo sentir verdaderamente un hogar y ahora saber que pronto tendrán a un cachorro para llenar aquel lugar silencioso lo hace ansiar una familia más grande de lo que ha querido.

—Tal vez el domingo podemos ir de compras y tenemos que designar la habitación del cachorro—Harry piensa en voz alta—. Son varias cosas, aunque estoy tan feliz de tener un cachorro.

—Cuando quieras, amor.

Harry le sonríe inclinándose para besarse suavemente. Reanuda sus caricias en su vientre y se toman alrededor de cinco minutos para besarse, llenar con su aroma y murmurarse palabras cargadas de cariño antes de que Harry se levantara de su regazo y fuese a trabajar a su puesto a pesar de las súplicas de él por venir a trabajar en su oficina un ratito. El Omega negó, pero le dejo otro beso largo y salió de su oficina.

Regreso a trabajar con el aroma de su omega invadir cada rincón de su oficina y sobre todo de su ser.

Asintió lentamente con la mirada sería como si estuviese prestando toda la atención que tenía. Estaba un poco cansado, era las diez y media de la mañana y lo menos que quería era sentarse frente a un alfa para hablar sobre trabajo y cosas importantes. Apoyo las manos sobre la mesa entrelazándolas mientras miraba como el alfa movía las manos de manera exagerada, con una energía que no sabe de dónde obtiene porque el alfa luce unos ¿Cuarenta años?, Casi el doble de su edad y él no encuentra el ánimo, aún cuando el sol ha salido.

Toma un poco del café que Harry se ha encargado de traerle y dejar un beso de paso. Se recarga en el respaldo de la silla y regresa a la realidad cuando el alfa cambia de tema repentinamente.

—Hay Omegas verdaderamente lindos trabajando aquí—el alfa murmura con una sonrisa que le dan ganas de vomitar.

—Y eficientes.

—Claro—el dice—. Podría venir un par de veces, si esos Omegas me van a recibir de esa manera.

Louis frunce su ceño irritado con el alfa y la manera en que habla. ¿En qué momento cambio de tema? Se pasa las manos por la cara, parece que solo a él le toca los imbéciles.

—Ese Omega precioso de ahí fuera, el de rizos y ojos verdes—la manera en que dice lo hace apretar los puños—. ¿Tu asistente no? Ya veo porque siempre está a tu lado.

La sangre le hierve en el cuerpo y sus colmillos hacen aparición y tiene tantas ganas de gruñir y saltarle al alfa por hablar de esa manera de su Omega, de tan solo pensar que su mirada cayó en Harry y que esos estúpidos pensamientos cruzaron por la mente de aquel alfa lo hacían querer golpearlo hasta cansarse. Apretó los puños tratando de calmar lo posesivo y molesto que estaba, de las ganas que tenía de sacar al alfa y pedirle que no vuelva a pisar un pie en la empresa, pero simplemente no podía hacerlo.

—Aunque es una lástima...—el alfa suelta receloso—Parece que está preñado y marcado, es una completa lastima.

—¿Por qué lo dices—dice entre dientes con los ojos asesinos. Parece que el alfa está en su mundo y no se da cuenta de la manera en que lo ha colocado.

El alfa ríe de manera divertida, como si en verdad lo fuera. —Porque iría por él, aunque tal vez que lo esté no me detendrá. Es un Omega caliente.

Louis aprieta tantos los dientes que ya le duele la quijada, sus nudillos se tornan blancos y está a punto de levantarse y pedirle que se largue de su oficina y que deje de hablar de esa manera de su Omega. Su atención se va cuando la puerta se abre dejando que el aroma dulce y suave inunde toda la habitación.

Harry entra con unas disculpas y con cosas en las manos. Saluda al alfa amablemente antes de caminar hasta él.

—Siento interrumpir—hace una mueca—, señor Tomlinson. Tengo algunos documentos importantes que necesita que revise y firme estos de aquí.

Cómo siempre lo ha hecho Harry se lo acomoda en su escritorio de modo que fuese más sencillo para él saber cuál tenía que firmar, incluso se encargó de ponerle una nota. Harry era el asistente más comprometido que estaba orgulloso. Sonreiría y agradecería pero su atención estaba en el alfa que miraba fijamente a su Omega, barriéndolo con la mirada, solo le daba asco la manera en que lo miraba. Harry lo miro un poco confundido ante la tensión que se sentía en el lugar y la mirada enfadada que tenía en la cara.

—Ahora entiendo porque lo contrataste—el alfa mira descaradamente a Harry ocultando aquellas palabras en halagos—Es una lástima en verdad que un alfa te haya preñado, que afortunado.

Harry gira hacia él con las cejas hacia abajo notando poco a poco las palabras del alfa. Louis aleja a Harry antes de acercarse al alfa demasiado enfadado como para seguir aguantando sus palabras, la manera en que mira a Harry y su sola presencia. Con toda la fuerza que poseía en el cuerpo tomó al alfa de la cara camisa que tenía y lo estampo contra la pared tomándolo del cuello con fuerza.

—¡Vuelve a refiere de esa manera a mi Omega y desearas no haber nacido!—escupe enfadado. El alfa abre los ojos—. No me importa todo el poder que dices tener, si pisas esta empresa una vez más o dices esas palabras hacia mi Omega me encargaré de refundirte en la cárcel y que todo se enteren del alfa asqueroso que eres. Créeme ninguna empresa dejara que cruces sus puertas.

El alfa se soltó empujándolo. —¿Crees que tengo miedo? Por favor, Tomlinson ¿Harás todo este drama por un Omega? Se te pasará el encanto y encontrarás otro Omega con el cual divertirte, créeme así son las cosas.

Lo vuelve a tomar del cuello apretando con fuerza. —Tal vez las cosas para ti así lo sean, pero no dejaré que hables así de mi Omega.

Sin aguantar más y con toda la adrenalina y enfado que tenía en el cuerpo suelta un golpe fuerte que hace que el alfa caiga al suelo. Harry grita de la sorpresa tomándolo del brazo.

—Louis, por favor.

—No, Harry—gruñe aún mirando al alfa—Se lo merece, no dejaré que se acerque a ti o cualquier Omega de aquí.

—Sí, amor pero no así—los sostiene con fuerza del brazo. Solo es recordar que su Omega está embarazado y que no quiere preocuparlo es lo que lo hace calmarse.

—¡Vete! ¡Largo, fuera de mi vista!—le grita al alfa.

Ni siquiera le da una mirada más antes de que el alfa cierre la puerta detrás de él. Se aleja de Harry queriendo tirar las cosas a su paso, de regresar hacia el alfa y golpearlo más fuerte, de hacer algo más.

—Louis—se acerca a él acariciando su brazo y apoyando su cabeza en su hombro—, relájate.

—No puedo relajarme—chisto sin alejarse—. No iba a dejar que hablara de esa manera de ti.

Escupió mirando fijamente la pared para tratar de calmar toda esa adrenalina que tenía contenida en el cuerpo. El aroma que Harry soltaba, como sentía que su vientre abultado se pegaba a su espalda y como esté le proporcionaba caricias suaves y le murmuraba palabras suaves en su cuello es lo que lo hicieron calmarse por completo. Suspiro dándose la vuelta para tomarlo por la cintura acercándolo lo más posible, hasta que su vientre no dejo que se acercara más, le llevo el cabello hacia atrás cerciorándose de que Harry no tuviera algún rascuño, algún golpe.

Harry lo tomo del brazo para llevarlo hacia los sillones que estaban en su oficina. Su Omega se sentó en su regazo y luego tuvo sus manos por su rostro.

—No debiste golpearlo, amor—Murmura—. Debiste sacarlo, avisar.

—No me importa, si me quieren despedir que lo hagan—dice enfadado y malhumorado—. No me gustó cómo hablo de ti.

—Gracias, alfa—Harry lo miro con suavidad antes de aplastar suaves besos en su boca y mejillas—. Siempre estás defendiéndome, y te lo agradezco.

Alzó la cabeza para volver a juntar sus labios unos cuantos segundos—Haría lo que fuera por ti.

Louis bajo a Harry de su regazo, colocándolo en el sillón. Dejo besos repartidos en todo su vientre, ya estaba calmándose, podía volver a respirar con regularidad. El rizado rio por las cosquillas, sus manos acariciaron su suave cabello.

Iba a disfrutar este momento y tal vez luego enfrente lo otro.



Harry se removió por las cosquillas riendo suavemente—. En serio, Louis. Debemos ir, tienes una junta importante hoy.

Louis sacudió la cabeza y dejaba besos en el vientre de su Omega. Su piel era suave y su aroma exquisito. Lo único que ha querido hacer desde que despertó fue besar a Harry y hacerlo sentir especial, recordarle el hermoso Omega que es, porque parece que se encuentra un poco inseguro con el peso que ha obtenido con el embarazo, aunque solo es por los cambios de humor, su amor porque su vientre crezca es mucho. Ha crecido un poco más, con cinco meses de embarazo.

Alzó la cabeza y se acercó al omega para poder besarlo mejor.

—Lo sé—gruñe—. Después de esa junta nos vamos, iremos al centro comercial a terminar de comprar las cosas para el cachorro y poder tener su habitación lista.

—¿Y luego podemos ir por algo de comer?

—Por supuesto—ríe ante los raros antojos que ha tenido Harry en el día y en los cambios de humor que presenta. Mayormente por lo malhumorado por el dolor de espalda y tobillos.

—Eres un gran alfa—Harry alza al cabeza y hace piquito en sus labios y que Louis se encarga de besar—. Sabes, estaba así, así de renunciar.

Harry ríe abrazándolo cerca. Louis frunce su ceño un poco confundido y curioso ante lo que ha dicho su Omega. Claro, él creyó que renuncio al siguiente día que lo beso, no sé presento a trabajar, la sorpresa que se llevo cuando escucho los gemidos bajos del Omega por el teléfono junto con sus súplicas. Su alfa solo pensó en ir y anudarlo, aliviar su agonía y de paso calmar las ansias que sentía de volver a ver al Omega, pero su autocontrol siempre ha sido un poco más grande que su propia naturaleza que se negó al instante, luego simplemente termino yendo con la mentalidad que estaba haciendo mal, y que solo iría para cerciorarse de que Harry estuviese bien, que tuviera agua y alimento para todo su celo. Solo fue un instante de dejarse llevar por el aroma que desprendía, de los pequeños sonidos gloriosos que Harry dejaba escapar y un caprichoso Omega y labios suaves sobre los suyos para que olvidara todo.

Terminó agradeciendo su poco razonamiento en ese momento, porque tenía al Omega en brazos y pudieron hablar con calma, sin huir, sin mentiras.

—¿El día del beso?

—No—mejillas rojas era lo que Harry tenía. El Omega acaricio su pecho desnudo—. Fue una semana después de empezar a trabajar contigo. Solo llame a mi madre el domingo en la noche y le dije que no podía, que no podía seguir trabajando para ti cuando sentía que iba a soltar todo y pedirte que me besaras, que no podía trabajar contigo cuando mi Omega te quería a ti. Fue duro trabajar todo ese tiempo a tu lado y no hacer nada.

Por una razón extraña escuchar eso lo hizo sentir aliviado, saber que no fue el único que se sintió tan aprisionado por no poder hacer nada para ir por el único Omega que lo ha atraído por tanto tiempo.

—No fuiste el único—niega dejando pequeños besos en su cuello—Posiblemente también habría renunciado si así me lo pidieras.

—Pero míranos, trabajamos juntos y estamos esperando a nuestro primer cachorro—Estaba punto de sellar todo ese momento romántico en un apasionado beso, pero Harry lo mejor divertido—. Lo que me recuerda que tenemos trabajo.

Se dejó caer en la cama viendo cómo su Omega caminaba hasta el baño y cerraba la puerta. Simplemente eran dos cosas que no se llevaban; su Omega y su empleo.

Camino lentamente con Harry en frente. Simplemente a veces se preguntaba cómo tenía tanta energía y alegría tan temprano y ahora más estando embarazado. Sonrió cuando coloco una mano en su vientre, se apuro para sostenerle la puerta y lo dejó entrar a la sala de juntas, le saco una silla y cuando el Omega le sonrió se sentó. Esto le traía recuerdos, cuando él no tenía la valentía de invitarlo a una cita y se conformaba con demostrar sus sentimientos con actos que Harry parecía amar y seguir amando, dónde tenía que aparentar que no quería tomar la mano del Omega o besarlo. Para calmar aquellas acciones se cruzaba de brazos y apretaba los labios, ahora tal vez podía tomar su manos y besarlo un poco.

Se acomodo en la silla mirando a su Omega mientras poco a poco los demás ingresaban. Harry giró su cabeza hacia él, empezando a tomar color su mejilla, se acercó más a él tomando su mano y colocándolo en su vientre. El movimiento que sintió lo hizo sonreír en grande y sentir la presión en su pecho.

—Quiero besarte mucho, luego vamos a mi oficina.

Harry se echó a reír por lo bajo negando varias veces. Louis gruño enfadado. ¿Creía que era una broma? Harry era un Omega insolente.

Paso parte de la junta acariciando el muslo y vientre del Omega, por lo menos ahora tenía algo con lo cual distraerse mientras escuchaba. Harry tomaba apuntes y escuchaba con atención. Su mirada cayó en un alfa que por unos instantes miro de reojo a Harry, fue rápido, pero captó su atención y no pudo dejar de pensar en eso parte de la junta.

Su teléfono sonó cuando la junta termino. Se levantó yendo al fondo del lugar mientras se llevaba el teléfono a la oreja, Harry lo miro y murmuró un: iré a mi sitio. Asintió manteniendo su mirada en él, apretó los labios cuando el alfa que había estado observando a Harry lo ayudo a levantarse y puso su mano en su espalda y le abrió la puerta. Su alfa estuvo inquieto mientras miraba como caminaban juntos, gracias a las paredes de cristal.

Trato de no mirar mucho y prestar atención a lo que le decían pero estaba alerta. Pudo respirar cuando vio como el alfa se iba. Colgó antes de arreglar su traje y salir.

—Ven aquí—es lo único que dijo cuando paso junto a él.

Harry lo miro confundido, pero no chisto y se levantó. Cerró la puerta detrás de él mirándolo y Louis no podía pensar en otra cosa que en lo bonito que era su Omega estando preñado, cargando a su cachorro y viéndose tan hermoso como siempre. Palmeo sus muslos esperando a que Harry llegará.

El Omega se subió a su regazo con su ayuda, lo sujeto con fuerza para que no se cayera y sintió las manos del Omega sostenerse de su hombro.

—Estas tenso—señalo acariciando los hombros de su alfa—. ¿Sucedió algo?

Negó. Claramente estaba mintiendo un poco. Estaba tenso por el trabajo y más por los celoso y lo posesivo que se sentía con Harry y con su cachorro, solo quería proteger a su familia, pero no quería ser un imbécil con ponerse como loco con cualquier cosa, quiere hacer sentir libre al Omega.

Harry no le creyó mucho pero no dijo nada más. Se apoyo en él, descansando del día agotado mientras Louis acariciaba su vientre y hablaba con su cachorro.

Cuando llegaron a casa Louis guió al Omega a la habitación, espero que se sentará en la cama para quitarle las botas y ayudarlo a deshacerse de la ropa y busco otra más ancha y cómoda. Parece que Harry no tenia las ganas de tomar un baño, así que solo lo ayudo a cambiarse y aprovecho para besar su vientre y sentir los movimientos de su cachorro mientras esparcía la crema que Harry había comprado.

—Es un cachorro inquieto, ¿Verdad?—Harry rio.

—Lo es—ríe también viendo cómo se podía apreciar a simple vista las pataditas—. Me gusta sentirlo.

—A mi igual... A veces. Es un poco cansado que este todo el día así.

—Pero adoras que lo esté—le sonríe divertido sentándose a su lado y le alejo los rizos—. ¿Qué te parece que haga la cena hoy y tú te relajas en el sillón y esperas por mí?

—Lou—se le llenaron los ojos de lágrimas que Louis parpadeo confundido—, te amo demasiado. Yo habría renunciado tan pronto como te mire si hubiese sabido que sería tan feliz a tu lado.

—Oh, amor, no llores.

Harry río acuosamente dándose cuenta de lo sensible que se puso. Lo atrajo cerca, dejó su aroma sobre él y también besos en sus labios. Terminó con Harry en su regazo comiendo su cena mientras reía por lo que sucedía en la película y lo llevo arriba cuando cayó dormido sobre él. Amaba sus rutinas y tal vez cambien cuando nazca su cachorro pero están ansioso por eso.



Camino junto a Liam buscando con la mirada al Omega, tuvo que contener un gruñido que ansiaba dejar escapar cuando vio al mismo alfa del otro día abrirle la puerta a su Omega. Solo era un gesto amable, nada más, además Harry estaba embarazado, tenía una bonita marca al lado de su cuello y que por el frío estaba tapado con su bufanda. Entraron a la sala de juntas y Louis se dejó caer a su lado, Harry rápidamente repartió los documentos. Su vista no se quitó del alfa cuando el Omega paso junto a él, lo vio alzar la mirada hacia Harry y sonreírle con suavidad, gesto que su Omega devolvió.

Regreso hacia el colocándole un documento frente a él y cuando se sentó a su lado pudo sentirse más calmado. Su mano encontró su sitio en la pierna de Harry mientras la junta avanzaba con normalidad. Tan pronto como termino se levantó y ayudo a Harry guiándolo hasta la salida.

—Tomlinson, ¿Podemos hablar uno segundos?—uno de los alfas los interrumpió.

Suspira asintiendo luego miró a Harry. —Ve, cariño.

Cuando vio que Harry asintió camino con el alfa para sentarse de nuevo, su mirada no dejo al Omega. Se inquieto cuando el alfa se acercó a él y le sonrió mirando su vientre, apretó las manos y desvío la mirada hasta el alfa que estaba frente a él prestándole atención, pero su cabeza por instinto y súplicas de su alfa regresaban hacia ellos.

—¿Eres asistente de Tomlinson verdad?

Escucho decir al alfa, los miro de reojo esperando que Harry dijera algo más, pero solo asintió. Se colocó un poco celoso, malhumorado y decepcionado de que Harry no lo llamara; su alfa, padre de su cachorro o algo más. Tan solo hacía creer que era su asistente.

—¿Has trabajado desde hace tiempo aquí?

—Sí, uhm. Hace unos años—Harry se llevó las manos al vientre para sonreír y rápidamente mirarlo a él. Entre cerró los ojos haciendo que Harry ría—He estado trabajando con Tomlinson un tiempo.

Harry susurro por lo bajo, pero aún así fue lo suficientemente fuerte para escucharlo. Apretó la mandíbula, se sentía enojado y celoso ¿Qué Harry no veía las intenciones de aquel alfa?

—Tal vez si encuentras un tiempo libre podamos salir a comer—la alfa pregunta.

—Sí, eso sería genial.

Louis abrió los ojos cuando lo escucho y más cuando vio como Harry le daba su teléfono para que el alfa agregara el suyo. Gruño cuando vio como se inclino hacia Harry beso su mejilla y acaricio su vientre. Su Omega ni siquiera le dio una mirada cuando salió del lugar. Agradeció que el alfa frente a él termino de hablar y él lo único que pudo hacer fue asentir sin comprender que le ha dicho, el alfa parecía satisfecho con su respuesta y se despidió. Camino hacia el Omega quien sonrió suavemente.

—Dile a Nancy que me traiga un café—Es lo único que dijo cuando llegó hasta él.

Cierra la puerta de su oficina y deja salir todo el aire que estaba conteniendo. Se sentó en la silla y se puso a trabajar, no va a pensar en Harry y como se dejó tocar y besar por él.

La puerta fue tocada y Harry acecho antes de entrar y cerrarla. Tenía su café a la mano.

—Aquí está. Tuve que decirle cómo te gusta porque trajo otro—comento acercándole el café.

—Gracias.

Una oleada de tristeza fue lo que invadió el espacio. Alzó la cabeza cuando lo noto y solo pudo ver a Harry con lágrimas en los ojos. Se levantó tomando en brazos y le alejo aquellas lágrimas que están cayendo por sus rojas mejillas.

—¿Qué sucede, mi amor? ¿Te sientes mal? ¿Te hicieron algo? Solo dime y lo arreglaremos.

Harry negó abrazándolo del cuello, dejo que sus manos lo acercarán aunque hubo algo que se interpuso entre ellos. Se encargó de quitarle las lágrimas de sus ojos.

—Yo—hipo alejándose—, solo me sentí mal porque fuiste indiferente conmigo.

—¿De qué hablas?

—Tenía un obsequio para ti y tú no lo viste y luego solo me pediste que le dijera a Nancy que te trajera un café y luego solo recibí un gracias.

Louis abrió los ojos algo sorprendió y negó acercando a Harry cuando nuevas lágrimas cayeron por su rostro. Su amado estaba embarazado y con cualquier cosa se pone mal y él ha sido un completo imbécil por tratar de esa manera a su compañero y no darse cuenta de sus necesidades. Harry sollozo en su hombro mientras él se encargaba de susurrarle palabras dulces y acariciar con suavidad su vientre. Se estaba sintiendo mal porque no ha sido el mejor alfa, estaba celoso y no supo reaccionar bien.

Lo guió hacia el sillón, le quitó las lágrimas y lo beso un par de veces sacándole una sonrisa sincera.

—Perdóname, mi cielo—Louis se disculpó sintiéndose el peor alfa del planeta—. Estaba tan celoso de ese alfa y cuando te toco y te beso no supe cómo reaccionar. Fui un imbécil.

Harry río divertido. —Louis, eres un tonto. Yo no quiero a otro alfa que no seas tú. Tengo tu marca y estoy cargando a nuestro cachorro porque te amo y quiero tener un familia contigo. Además es mi primo ¿Sabes? Hace años que no lo veo porque no vivía aquí y perdimos contacto, nos sorprendió volvernos a ver.

Louis se cruzó de brazos cuando lo escucho partirse en risas, trato de mantenerse enfadado pero ver qué Harry ya no estaba llorando y estaba riendo lo hacía sentir mejor.

—Sí, bueno si no me lo dices ¿Qué querías que crea?

—Que confiaras en mí.

Sostuvo su mano con fuerza besando sus dedos. —Y confío, los celoso nunca son buenos.

—Lo sé—comprende. Él muchas veces se ha puesto celoso y un poco más estando embarazado con las hormonas alborotadas—, ¿Ahora puedo mostrarte tu regalo y luego me besas y me dices que me amas?

—Me parece un excelente plan.

—¿Te gusta este?—Harry le señalo en la pantalla de la computadora. Era una carriola blanca y gris.

Se acercó para ver mejor y asintió, el Omega le sonrió y se apretó más cerca. Sus manos lo envolvieron colocando las manos en su vientre. Solo estaban en la cama viendo algunas cosas para su cachorro y hablando de las cosas que tenían que tener listas.

—¿Crees que pueda conseguir cosas que nuestro cachorro aún no pueda usarlas todavía? Es que vi cosas bonitas y no quiero que se agoten—Harry giro un poco para mirarlo de frente.

—Amor, puedes conseguir lo que tú quieras.

—Eres el mejor alfa.

Sentenció haciendo reír a Louis, pero sintiendo que su corazón se hinchaba de orgullo y su alfa aullaba de felicidad sabiendo que Harry estaba feliz a su lado. Era lo único que quería desde que vio al Omega por primera vez, y saber que lo estaba logrando le daba una satisfacción enorme. Tenían tantas cosas que su familia le han regalado, Harry ha estado siendo mimado por su madre y por la del Omega, siempre van los domingos para dejar que vean cómo va el embarazo y para que les den tips y los aconsejen. Es su primer cachorro y quieren hacerlo lo mejor posible.

Han estado perezosos y soñolientos, cariños y románticos en su cálida cama. Harry se apoyo en él cerrando sus ojitos cuando Louis le proporciono caricias suaves sintiendo a su hijo patear. Escucha al Omega quejarse pero mantiene una sonrisa.

—Hay algo que debo decirte.

—¿Qué cosa?—no abre los ojos tan solo murmura.

—Tu embarazado ya está muy avanzado y lo mejor es que permanezcas en casa y descanses—Louis comenta—. Así que a partir de mañana no irás a trabajar hasta que el cachorro nazca o tal vez un poco más.

Harry abre los ojos frunciendo el ceño y girando hacia él, nada contento con lo que le ha perdido, aunque no es una sugerencia, es algo que su Omega va hacer. Está a punto de tener a su cachorro y no quiere que este de un lado a otro.

—Pero.

—Pero nada—Louis niega sosteniéndolo del rostro—. Está vez le harás caso a tu alfa y vas a quedarte en casa.

—¿No me estás despidiendo verdad?—entre cerró los ojos.

—Por supuesto que no—ríe ante las ocurrencias que suelta Harry—. Solo será por lo que resta del embarazo y parte de él. Tendrás tu trabajo tan pronto como lo quieras, pero tendré que conseguir a alguien para que me ayude mientras tú estás fuera.

—Pero nada de Omegas.

—Harry—dijo con sorpresa soltándose a reír—, bebé, no quiero a otro Omega y no te preocupes. En serio.

—Confió en ti, demasiado—Harry vuelve a su anterior posición sintiéndose un poco mejor al resolver esa cuestión.

Parece que quedarse en casa ayuda al humor del Omega. Harry se despierta temprano antes de que el fuese a trabajar y le prepara el desayuno, se despiden con besos suaves y rápidos antes de marcharse. Louis trata de volver para almorzar o Harry lo acompaña un rato, luego llega a casa en la tarde, mima a Harry con baños, con salidas sencillas que no ponen en peligro a Harry o que demanden tanta energía o simplemente se quedan acostado en la cama mirando alguna película o amando a Harry un buen rato hasta que ambos saciarán sus deseos y ganas. Con el Omega queriendo su nudo y caricias furtivas debajo de las sábanas.

En el último mes de embarazo de Harry él se elige trabajar desde casa para estar al pendiente de Harry. El Omega tiene un embarazo sin complicaciones dando a luz a un cachorro sano y fuerte. Hubo un par de lágrimas y susurros de amor y sin duda un lloriqueo que inunda todo el espacio de la casa recordándole que ahora tienen una familia que poco a poco irá creciendo con el tiempo.

Cierra la puerta detrás de él llenándose con el aroma de Harry y su cachorro. No tarda en que se quita los zapatos cerca de la puerta cuando aparecen de la cocina. Su omega tiene una ropa cómoda y su cachorro está en los brazos de Harry mirándolo con aquellos ojos verdes grandes y brillantes. Se le apachurra el corazón de amor y orgullo al ver a las dos personas que más quiere en el mundo. Los balbuceos de su cachorro inundan el silencioso lugar y el sonido bajo de un sonido infantil que sabe que Harry le puso a su hijo.

Se acerca a ellos, se inclina para besar a Harry con tantas ganas y tanto amor que el lloriqueo de su cachorro para recibir su atención los hace alejarse riendo. Besa la frente y mejillas pomposas del cachorro.

—Solo puse pensar en ustedes, los he extrañado tanto—comenta volviendo a besar a Harry.

—También nosotros. No dejo de llorar cuando te fuiste, solo se calmo cuando le puse ese vídeo que ama tanto ver—Harry le dice moviendo un poco al cachorro para sacarle unas risas que logra.

—Debes estar cansado. ¿Quieres que lo sostenga?

—Ve a cambiarte primero y término de moverle a la comida—Harry dice besando su mejilla y regresa a la cocina con su hijo en brazos.

Se cambia con rapidez y vuelve a la cocina para tomar en brazos a su pequeño hijo y caminar hasta el living y sentarse en el sillón, toma unos juguetes para entretenerlo mientras Harry termina de servir su comida y prepararle su papilla. Harry lo guía hacia la mesa, no deja al bebé en su silla, quiere tenerlo en brazos y alimentarlo. Solo está tan encariñado y enamorado de su cachorro y más de Harry que le ha dado una familia, algo que nunca pensó que tendría tan pronto o algo que quisiera.

Harry enreda sus piernas bajo la mesa mientras alimentan a su hijo y se hablan de su día, de lo que han hecho y de que mañana podrían salir a pasear y enseñarle más cosas a su cachorro.

Al final del día, acuestan al cachorro en su cuna. Él envuelve a Harry acercándolo y proporcionándole besos alrededor de su marca.

—Te amo y amo a nuestro cachorro.

—También te amo y a nuestro cachorro—el Omega suelta con sueño, tan bajito que sabe que está a punto de caer totalmente dormido.

Harry ha sido el mejor compañero, el mejor padre para su cachorro y un buen asistente, que ahora simplemente no puede decir a quien ama más, tal vez ame todas sus facetas.

Solo no pediría a ninguna otra persona para pasar el resto de su vida, para que sea su compañero. Desde que lo vio por primera vez, supo que no sería solo su asistente.

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