Harry pasa una noche de viernes en la biblioteca trabajando en un proyecto de la universidad, nunca espera que llegue un ojiazul un poco borracho y le recite frases sosteniendo su mano y Harry no puede evitarse sonrojarse en cada momento.

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Suelta un puchero sentado en la punta de la cama con algunos de los materiales que va a utilizar, solo es su computadora, su agenda y su termo lleno de café calientito porque sabe que va a necesitarlo y es que Harry odiaba a su profesor, lo odiaba tanto en esos momento, lo odiaba por ponerle un largo y cansado proyecto que debe entregar en pocos días y del cual no ha empezado. No sabe que pensó cuando se le ocurrió la increíble idea de tomarse la tarde libre, porque ahora tiene que irse a la biblioteca un viernes en la noche a empezar ese proyecto del cual sabe que no va acabar pronto y tampoco se quedará en su dormitorio porque sabe que se va a distraer con mayor facilidad y la biblioteca es silenciosa y casi no habrá nadie que lo moleste, incluso se pregunta si habrá alguien y no será el único tonto que ha dejado su proyecto casi el último día.

Esta arrepintiéndose en estos momentos al ver a Liam arreglarse para ir a una fiesta, una dónde no puede ir aunque quisiera, porque ha dejado todo de último momento y ya se ha puesto un poco de malhumor, aunque tener un día calmado y silencioso tampoco es mala opción. Suspira con fuerza levantándose de la cama saliendo de la habitación junto a Liam, quien se ha apiadado de él y lo va acompañar hasta la biblioteca.

El lugar luce silencioso y vacío, comparado al día y entre semana. Simplemente es viernes en la noche y la mayoría debe estar afuera pasándosela bien y haciendo otras cosas que no se relacionan a la universidad y aunque no es de dejar las cosas al último momento y ser bastante organizado, decidió ser feliz unos días y mira aquí el resultado.

Se abraza de Liam con tristeza, le habría gustado mucho salir de fiesta con él, bailar y bromear con sus otros amigos que hacer la tarea en la biblioteca, posiblemente estando aburrido en poco tiempo e incluso ahora mismo desearía darse la vuelta y regresar por sus audífonos para aligerar las horas. El castaño lo aprieta contra él un par de segundos antes de alejarse.

—¿En serio no quieres ir? Quizás mañana puedas avanzar mucho.

—Es demasiado el proyecto y sé que no voy a terminarlo si lo dejo para mañana—comenta suspirando dramáticamente—, pero diviértete mucho y si hay algo para comer me traes.

—Hecho—Liam le pasa los dedos por el cabello—. Suerte con tu proyecto y avanza todo lo que puedas. Te veo en el dormitorio en un par de horas.

—Adiós.

Lo mira marchar para luego volver a suspirar. Toma con fuerza su termo y empuja las grandes puertas de la biblioteca, y como imaginó, el lugar se encuentra muy vacío, con solo pocos estudiantes estudiando, terminando sus tareas o leyendo. Se fija si no hay alguien conocido, pero cuando nota que no, camina directamente en una de las mesas que están al fondo cerca de una ventana para poder distraerse cuando sienta pesado el proyecto.

Cuando llega se deja caer en la silla y abre su computadora colocando su agenda a un lado y bebe un poco del café cerrando los ojos para luego colocarlo a un lado y checar algunas cosas del proyecto para poder hacerlo correctamente. Realmente espera avanzar mucho para que mañana solo termine algunos detalles y pueda entregarlo el lunes, pero no quiere ser demasiado optimista y menos siendo viernes y teniendo las ganas de irse dormir temprano.

Se ve envuelto en el proyecto, a veces tomándose pequeños descansos que solo le sirven para tomar de su café y parpadear antes de regresar su vista y su atención a la pantalla de su computadora. Apoya su codo en la mesa para apoyar su cabeza en la palma de su mano y mover sus dedos por las teclas un poco cansado. Su mirada se fija en la hora: 1:02. Demasiado tarde como para estar sentado ahí, pero sabe que los alumnos regresan tarde a sus dormitorios y aún hay personas dentro de la biblioteca por lo que decide quedarse un poco más. Además de que ha logrado avanzar bastante y eso lo calma.

Minutos después parpadea pero luego brinca del susto cuando escucha que alguien corre la silla de su lado y se deja caer en una rodilla, como si le estuvieran a punto de pedirle matrimonio. Cuando la sorpresa pasa se fija en el chico, sus ojos lucen brilloso y son muy azules, su cabello está desprolijo y luce un poco sudado y ¿Borracho? Luego no espera que el extraño tome una de sus manos.

—¡Oh, hermosa estrella de boca carmesí! ¡Oh, luna de cejas doradas Iluminan el sendero de mi amor—hipa—. ¡Se elevan, se elevan desde el fragante sur! Para que sus delicados pies no se extravíen En el viento que corre por la colina. ¡Oh, hermosa estrella de boca carmesí! ¡Oh, luna de cejas doradas! ¡Oh, bote que te agitas en el desolado mar! ¡Oh, barco de húmedas, blancas velas! ¡Vuelve, vuelve hasta el puerto por mí!

Harry parpadea confundido, esperando que la visión se esfume siendo solo parte de su cansancio, pero no lo hace y no puede evitar mirar a su alrededor confundido esperando que quizás sea una broma de mal gusto pero el chico frente a él toma con delicadeza su mano mirándolo con ojos brillantes, tal vez se deba al alcohol que ha ingerido porque se nota que está algo borracho y huele un poco de esa manera.

—¿Sabía yo lo que es el amor? Ojos jurad que no, porque no había visto una belleza así.

Harry se sonroja tanto antes de mirarlo con el ceño fruncido. —Espera... ¿Acaso eso fue una frase de Romeo y Julieta?

—No...Bueno... Quizás.

—¿Puedes solo sentarte?—pide abochornado teniendo al chico en una rodilla tomando su mano.

El ojiazul duda unos segundos antes de asentir y Harry jala la silla de regreso para que se pueda sentar. Está tratando de sentir menos caliente sus mejillas porque eso ha salido tan raro y lo ha hecho sentirse avergonzado, aunque nadie esté mirando y sobre todo eso fue lindo, las palabras que ha soltado y su corazón está golpeando con tanta fuerza en su pecho, además de que el chico es en verdad muy atractivo con aquellos ojos azules profundos y los pómulos altos y afilados y se siente un poquito nervioso ante su interrupción y su recital en medio de la biblioteca y de su proyecto.

Luce un poco nervioso y al mismo tiempo confiado que es raro. Harry le extiende lo que queda de su café porque parece que él lo necesita más, quizás a venido de esa fiesta a la cual fue Liam y la mayoría de los estudiantes.

—¿Estás borracho?

—No, solo un poquito. Solo tome unos cuantos tragos—el ojiazul comenta.

—Entiendo. ¿Cuál es tu nombre?

—Louis—responde.

—Yo soy Harry. —Le sonríe suavemente cuando le regresa su termo.

—Lo sé—Louis confiesa y Harry se sonroja sin saber muy bien el porque—. Digo, te he visto por los pasillos y creo que compartimos una clase, además de que eres precioso.

El rizado no sabe si todo ese atrevimiento y esa honestidad que escapa de los labios de Louis es parte de su personalidad o solo es esa valentía que el alcohol en su sistema le da. No puede evitar sonrojarse demasiado, esperando que sus mejillas no estén tan rojas pero al juzgar por la mirada satisfecha del castaño sabe que es así. Simplemente no entiende cómo es que este precioso chico le ha recitado frases en una rodilla y le ha dicho que es precioso y que lo ha visto por los pasillos y es que se considera un poco introvertido, teniendo ese grupo de amigos reducidos y no siendo de lo más interesante, que este chico haya notado su presencia lo hace sentirse cálido y sonrojado.

No luce tan borracho, solo con poca energía y el cabello desprolijo cayendo en varias direcciones. Ya no sabe que más decir porque lo ha hecho sentirse tímido y nervioso tan de repente.

—¿Por qué has hecho eso?

—¿Qué cosa?—Louis pregunta divertido.

—Eso de ponerte de rodillas y recitar ese poema y esa frase.

—No lo sé. —Ahora es quien luce tímido—. Estaba viniendo de esa gran fiesta yendo a mi dormitorio y te he visto desde la puerta. No pude evitar venir y sacarte una sonrisa, porque parecías un tanto estresado y cansado.

—Eso es... Muy lindo y considerado de tu parte.

—¿Lo he logrado?—Louis pregunta con suavidad, con esa voz dulce y suave.

Y lo ha hecho, no solo le ha alegrado un poquito la noche, lo ha hecho sentirse un poco más despierto y se ha sonrojado varias veces en los pocos minutos que se ha encontrado Louis cerca. Aunque suena un tanto loco y divertido el hecho de que esta persona le quisiera alegrar un poco la noche recitándole frases en una rodilla en medio de la biblioteca. Es un poco loco y divertido.

Además agregando el hecho de que lo ha hecho sentirse bonito consigo mismo y un poco más despierto. En ese momento se fija en la hora viendo que ya es demasiado tarde como para permanecer en la biblioteca, además Louis parece que necesita dormir y descansar.

—Lo has hecho—dice muy sonrojado antes de cerrar su computadora y empezar a tomar sus cosas.

Louis inmediatamente se levanta tomando delicadamente las cosas de sus manos. —Te acompaño a tu dormitorio.

—Creo que yo debería acompañarte al tuyo, solo para ver que llegues en una pieza.

—Bien.

Louis dice y Harry espera a que camine liderando el camino para saber por dónde ir, y como pensó, los pasos de Louis lucen un poco chistosos y parece que ha jugado ese juego de tomar shots o algo parecido, porque tiene un poco mojada la camisa que lleva y el olor a alcohol es algo que puede oler en el aire y por un momento le habría gustado ir a esa fiesta y no pasar su noche de viernes dentro de la biblioteca terminando su proyecto escolar, porque parece que el ojiazul se ha divertido demasiado en aquella fiesta y aunque no lo conocía está ahora, parece alguien muy divertido, atento y con una buena memoria para recordar ese poema y esa frase.

Y la verdad no sabe si quiere que recuerde este acontecimiento extraño, porque resulta algo cómico, vergonzoso y causante de sonrojos. Ni siquiera fue él que ha soltado todo eso y ya sentía las mejillas caliente y tal vez para Louis sea vergonzoso si lo recuerda al día siguiente, pero para Harry fue un gesto muy lindo y tierno porque le ha alegrado su noche y porque había estado muy estresado hace unos poco minutos.

Cuando llegan en el edificio donde se encuentran sus dormitorios entran al ascensor viendo que Louis presiona el botón del piso cinco y Harry suspira dándose cuenta de que él está a tres pisos arriba de Louis.

—¿Has terminado tu proyecto?

—Casi, me falta muy poco en realidad. —Suelta un largo bostezo que lo hace sonrojarse.

—Me alegro.

—¿Y tú? ¿Te has divertido en esa fiesta?—pregunta para que el silencio no sea algo incómodo.

—Demasiado. —Ríe recordando—. Fue divertido, hubieses ido, aunque entiendo lo del proyecto.

Harry le sonríe suavemente antes de ver qué las puertas del ascensor se abren de repente y rompe ese pequeño momento. Louis lo guía hacia una de sus habitaciones deteniéndose en una antes de que las mejillas de Harry se sonrojen de nuevo cuando tiene la mirada profunda de Louis mientras le pasa sus cosas con la misma suavidad que expresan sus ojos.

—Debo irme, pero uhm. —Baja la mirada—. Fue muy lindo tu gesto.

—No es nada, Harry. Tu sonrisa es tan linda como para no querer verla seguida.

Y ahí está de nuevo, sonrojándose una vez más en esos pocos minutos y Louis parece satisfecho y orgulloso de su reacción y él no sabe que decir después que solo abraza sus cosas mirando fijamente al ojiazul.

—Buenas noches, Louis.

—Buenas noches, Harry. —regresa Louis esperando que Harry camine para poder cerrar su puerta.

Cuando abre la puerta de su dormitorio, Liam ya está ahí durmiendo y Harry deja las cosas sobre su escritorio para luego sentarse y quitarse los zapatos e ir por su pijama. Cuando se mete debajo de las sábanas y está con los ojos cerrados no puede evitar sonrojarse al recordar aquella escena que sucedió hace algunos minutos y como la calidez que llenó su pecho en ese mismo instante y como la temperatura se elevó descansando en sus pálidas mejillas.

Esa noche duerme con una sonrisa suave plasmada en su rostro.

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Harry empuja la puerta del aula de su siguiente clase jadeando porque se le ha hecho un poco tarde y no se había dado cuenta que tan pronto como vio que su clase estaba a punto de comenzar se despidió de Liam y caminó con rapidez hasta aquí y al ver que el profesor aún no está en el aula y que aún hay alumnos afuera es que puede respirar con total calma. Aprieta sus cosas caminando hasta una silla sin pensar mucho o prestar atención a su alrededor y se deja caer dejando caer sus cosas sobre la mesa antes de bostezar, porque ha despertado más temprano de lo usual y no sabe cómo manejar cuando sus horarios cambian drásticamente de un día a otro por lo que el sueño le gana.

Está a punto de terminar unas cuantas cosas para su siguiente clase cuando escucha a alguien aclararse la garganta detrás de él que solo deja caer la mano y se gira con las mejillas tintadas de rojo antes de suspirar al encontrarse con ese océano dentro de estos preciosos ojos y el filo sobre esos pómulos altos. No puede evitar sonrojarse nuevamente cuando esté toma una de sus manos y lo mira fijamente que se pone tímido.

—Creí conocer el amor hasta que tu belleza sedujo a mis ojos.

Por dios. Suelta para sus adentros cuando lo escucha y está claro que sus mejillas están hechas un lío con lo sonrojado que se encuentra y con los ojos brillantes y el corazón latiéndole de manera desenfrenadamente dentro de él. Y Harry no entiende varias cosas. Una, porque simplemente está Louis sosteniendo su mano recitándole esa frase que lo hacen ponerse nervioso al momento y segunda, porque no había visto a Louis antes.

El ojiazul no es de aquellas personas que pasen desapercibida por la mayoría de las personas que le resulta algo raro no haberse dado cuenta de él, no solo en lo guapo que es, sino que parece amable y divertido y porque se ha acordado del momento en la biblioteca.

No es capaz de alejar su mano porque la calidez es un sentimiento bonito y porque está nervioso como para hacer algo. Baja la mirada.

—¿Otra vez Romeo y Julieta?

—Culpa a alguno de mis profesores y a mi buena memoria. —Louis chasquea riendo—. Aunque realmente lo agradezco, porque hoy luces precioso.

—¿Siempre eres así de atrevido y honesto?

—La verdad es que no. —Louis frunce el ceño antes de suspirar y jugar con sus anillos antes de levantar la mirada y sonreír de manera divertida—. Pero ya me he avergonzado que ya no importa.

—Me asustaste, ¿Sabes? No esperaba que llegaras de la nada y menos a la una de la madrugada y soltaras eso.

—Culpa al alcohol, después de todo eso nos da el valor de hacer cosas que no haríamos todos los días. —Se encoge de hombros más interesado por sus anillos.

Y tiene razón, Harry es muy tímido como para lanzarse hacer las cosas sin pensarlo demasiado, incluso ha dejado oportunidades por miedo a fracasar y el alcohol puede ser un gran amigo y un gran enemigo al mismo tiempo. No sabe si es capaz de hacer lo que hizo Louis aún con ese alcohol en su sistema, no es tan aventado y atrevido como le fue Louis o como lo está siendo.

Asiente estando de acuerdo con su pensamiento antes de inclinarse un poco más cerca.

—¿Cómo te fue con la resaca?

—No tuve—dice de manera orgullosa y altiva—. En realidad solo jugué a esos juegos de shots y una persona me tiró la bebida encima.

—Oh.

Harry muerde su labio tratando de que no se le escape una sonrisa divertida, porque ahora entendía porque tenía una mancha en su camisa ese día.

—Puedes reírte, ricitos—Louis acepta.

—Lo siento—dice con aires de diversión—. Debo confesar que nunca te había visto.

—Siempre estás en tu mundo ¿No?

Quizás lo hacía, además de que dentro del aula había tantos alumnos que es difícil conocer a todos o intercambiar palabras con cada uno, aparte de que es la única clase que no tiene con algunos de sus amigos cercanos y la única que no tiene al lado de Liam, quien se ha vuelto parte importante y una de las personas con las que más pasa tiempo desde que se conocieron en el dormitorio y supieron que estarían compartiendo demasiadas clases al estudiar lo mismo y eso lo había emocionado demasiado, porque no es tan bueno haciendo amigos, aunque ese año fue realmente sencillo conocer más gente.

Se encoge de hombros antes de sonrojarse de nuevo al ver que su mano aún está casi entrelazada con la del ojiazul. Lentamente desliza su mano para alejarla y bajar la mirada estando tímido de repente y es que no puede conectar nada cuando viene este guapo chico de ojos azules, le sostiene la mano y le recita frases que hacen que la calidez sea parte de sus mejillas y que su corazón se vuelva loco por completo. Lo pone un poco raro que llegue un extraño y le cause ciertas reacciones.

—Sí, un poco.

—Aunque aún tenemos tiempo para conocernos ¿No?—sugiere.

—Me gustaría eso—Harry confiesa aunque esté chico lo haga sonrojarse con mayor rapidez y muchas veces.

—Aunque me guste recitarte frases aleatorias que por alguna razón me he aprendido, debemos prestar atención. —Louis se encoge de hombros antes de palmear el lugar desocupado de su lado—. ¿Por qué no vienes aquí?

Realmente no lo piensa mucho, aún cuando Louis sea un completo extraño que por alguna extraña razón le ha recitado frases sosteniendo su mano y no es capaz de hacer preguntas por miedo a que sea irrespetuoso o ponga incómodo al ojiazul, así que se toma sus cosas levantándose para dejarse caer al lado del castaño. Louis empuja su brazo contra la de él sonriendo con suavidad.

Pasa esa hora y media sentado al lado del castaño mientras anota algunas cosas y pocas veces cruza palabras con Louis para prestar atención a la clase y cuando se va a su siguiente clase Louis le recita otra tonta frase que lo hace bajar la mirada totalmente sonrojado.

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Por fin es viernes y Harry no tiene ningún trabajo escolar o algunas actividades que tengan que ver con la universidad, lo cual lo agradece enormemente porque ha sido una semana realmente larga y cansada y solo había estado esperando el fin de semana para tener su merecido descanso y porque en verdad quería salir y distraerse. Liam lo ha arrastrado en una fiesta en la cual estarán algunos amigos y conocidos y desea tomar alguna bebida y comer algo o simplemente divertirse, aunque tiene que admitir que su semana ha tenido momentos extraños, inusuales y divertidos, empezando con cierto castaño.

Se acomoda en el asiento del auto de Liam mientras espera a que lleguen al lugar, solo sería un bar que han rentado para pasar la noche y siempre se ponen divertidos, con esos juegos que solo le gusta ver. Y una vez que llegan se sale impaciente esperando a que Liam salga e inmediatamente cuando entran son saludados por algunos conocidos y él solo jala del brazo a Liam para encontrarse con Alisa y Niall.

Es abrazado por ellos cuando llegan diciendo que les había hecho mucha falta la semana pasada y habría deseado ir en vez de aquella biblioteca. Cuando lo suelta va por una bebida y se deja caer en una silla moviendo la cabeza al ver que alguien están teniendo un momento de karaoke.

—Deberías subir y cantar algo—Alisa murmura sobre su oreja.

—No haya ninguna posibilidad de que suba, además tengo una voz horrible.

—Sabes que no, tienes una voz preciosa y es una lástima que no dejes que más gente te escuche—confiesa.

Simplemente no le gusta que otras personas lo escuchen cantar y no cree, ni con ayuda del alcohol, que pueda subirse ahí y cantar algo, es demasiado tímido como para lograr vencer uno de sus miedos o soltarse más. Ellos bien saben que necesita sentirse en confianza para poder abrirse con otras personas y por eso lo toman con calma, no lo presionan para que haga otras cosas.

No lo vuelven a presionar pero Niall toma un poco de valor y se levanta a cantar en el escenario que está ahí. Harry le echa porras de desde donde está sentado antes de sentir a alguien ocupar un poco de su espacio personal y no tiene que voltear para ver de quién podría tratarse porque cuando empieza a recitar esa frase lo hace sonrojarse y bajar la mirada.

—¿Quién eres tú, que te ocultas en la noche que interrumpes en mi pensamientos?

—Louis.

—No, tu, Harry—dice divertido.

Harry ríe al notar a lo que se ha referido y espera que la temperatura baje de sus mejillas o que no sea tan visible por las luces del lugar. Louis le suelta la mano para sentarse a su lado con un disculpa y se queda mirado a Niall cantar y Harry hace lo mismo hasta que el rubio baja del lugar y regresa soltando un enorme aliento por lo nervioso que ha estado ahí arriba.

—Me alegro que hayas venido.

—También a mí—suelta inclinándose un poco para poder hablar adecuadamente sin estar gritando por encima de la música.

—¿Es mejor que pasar el tiempo en la biblioteca, no?

—Mucho mejor, es solo que ha sido una semana cansada—Harry comenta mirando brevemente a sus amigos.

—Lo ha sido, una locura. —Louis mira a su alrededor antes de inclinarse un poquito más—. ¿Puedo invitarte a una bebida y bailar un poco?

Asiente porque no puede negarse ante tal oferta y menos cuando Louis ha sido muy amable y divertido, además de que le ha estado soltando esas frases que lo hacen sentir muy bonito en el pecho, aunque haga que sus mejillas estén encendidas la mayor parte del tiempo cuando está presente.

Louis lo espera y Harry se inclina hacia Alisa para decirle que en un rato volverá y ella solo asiente guiñándole el ojo, luego es siendo guiado por el ojiazul está la barra y le pide una bebida como su recomendación que termina encantándole y cree que va hacer su bebida favorita de ahora en adelante.

Mientras esperan a que el momento del karaoke termine, Louis lo guía hacia otra mesa en la que solo estén ellos para hablar de algunas cosas, aquellas preguntas para conocerse mejor y pasan un tiempo así, hasta que la música llena el espacio y Louis lo tarda en tomar de su mano y guiarlo hasta la pista de baile con otras personas, pero también pasan el tiempo un poco cerca para poder hablar a gusto y seguir tomando de las bebidas en sus manos.

—¿Cuando te aprendiste todas esas frases?—Harry pregunta.

—Tuve que leer el libro y mirar la película para mi clase de literatura, realmente lo disfruté que se me quedaron algunas líneas grabadas en la cabeza. ¿Son lindas no?

—Mucho.

Y desea preguntarle si realmente piensa eso de él, si realmente cree que es tan precioso como para deslumbrarlo con su belleza, porque todas aquellas frases que le ha recitado la primer vez fueron muy lindas y se le ha quedado grabado en la cabeza y sabe que es de esas cosas que nunca olvidará, pero no es lo suficientemente valiente como para preguntarle directamente sin ponerse nervioso o tímido o ambas cosas al mismo tiempo, así que solo se conforma con reír sobre su hombro mientras el castaño le empieza a recitar todas aquella frases aleatorias que ha aprendido de aquellas películas y libros que lo hacen sonrojarse demasiado y que levantan sospechas a Niall y Alisa cuando tienen que marcharse.

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De alguna manera ese encuentro en el bar los hizo acercarse un poquito más y hacer de Harry un poco más confiado que cuando encontró al ojiazul sentado en la biblioteca comiendo aquellos snacks de frutos secos un día en la biblioteca, Harry no pudo evitar caminar hasta él y saludarlo. Esa vez no recibió un recital pero si una dulce sonrisa y los ojos de Louis se inundaron de aquella arruguitas que nacían cada vez que sonreían tan genuinamente. Y se sentó a su lado estudiando para un examen que tendría en unos días, pero cuando pasaron más tiempo hablando entre ellos y las personas que estaban sentadas en la misma mesa los empezaron a mirar mal y el dolor de espalda se estaba haciendo presente invitó a Louis a su dormitorio.

Lo cual los lleva a este momento en dónde ambos están acostado boca abajo en la diminuta cama de Harry, en una cama individual con una bolsa de palomitas de microondas mientras hacen otras cosas que estudiar. La verdad es que están relajados porque aún tienen un poco de tiempo para estudiar, les gusta más hablar entre ellos en ese momento.

—¿Irás a ese feria que abrirán en una semana a pocas horas de aquí? Creo que abrirán el fin de semana.

Harry parpadea cuando cambia de tema de repente. Se encoge de hombros porque no sabía que habría una feria y menos sabe si podrá ir.

—No sabía que abrirán una.

—Lo harán, creo que sería divertido ir. —Louis empuja su hombro contra la de él—. Estoy invitándote a ir, Harry.

—¿En serio?—casi se le dificulta soltar esa pregunta.

Y no está dándole un recital pero la invitación lo hace sonrojarse tanto y que su ritmo cardíaco se dispare y sabe muy bien porque tiene esas reacciones. Nunca tuvo a nadie realmente atractivo y atento invitándolo a salir o menos soltando aquellas frases que lo hacen sentir una presión en el pecho, tampoco entiende porque lo está invitando en cambio, ha notado los muchos amigos que tiene Louis, de lo sociable y amigable que es con todos que se le hace muy increíble que lo esté invitando a él.

Por supuesto que termina asintiendo varías veces y Louis sonríe también. Aún falta algunas semanas pero ya está demasiado emocionado con ir a la feria, realmente ha pasado un tiempo desde que fue a una que le emociona.

—¿Crees que pueda invitar a mis amigos?

—Por supuesto, incluso puedo invitar a mis amigos más cercanos así conocen a los tuyos—Louis dice mirándolo con ojos grandes—. ¿Suena un plan genial, no?

—Demasiado, amo las ferias.

—Entonces no soy tan malo pensando en ideas para invitarte a salir.

Y antes de que pudiese tener el tiempo y la valentía para preguntar a que se refiere con "invitarlo a salir" la puerta se abre revelando a Liam con un aspecto cansado y con la sudadera a mitad de su cabeza cuando mira a otra persona en la cama de Harry. Ambos se sientan en la cama algo avergonzados aún cuando no estaban haciendo nada.

—Oh, siento interrumpir.

—Qué bueno que llegaste, Li. —Harry se levanta emocionado acercándose a su amigo—. Mira él es Louis y Louis, él es mi mejor amigo y compañero de habitación.

Liam sonríe apenado antes de quitarse la sudadera quedándose con solo la camisa de abajo antes de acercarse y saludar a Louis con algunas palabras. Le emociona que ambos se conozcan porque Liam es su mejor amigo y Louis a penas lo está conociendo pero le agrada demasiado que espera que puedan ser amigos y pueda conocer a los suyos cuando vayan a esa feria.

Se vuelve acerca a Liam tomando de su brazo para que le preste atención para sonreír en grande y reprime que está emocionado con la idea de salir con Louis e ir a la feria con los amigos de él y los suyos.

—Louis me estaba diciendo que van abrir una feria y me está invitando y también a ustedes.

—Eso sería divertido, aunque no quiero molestar—Liam le dice un poquito bajo.

—No te preocupes. Creo que sería genial y también podría llevar a mis amigos. Además Harry está muy emocionado con que vayan también. —Louis se encoge de brazos.

—Entonces creo que a Niall y Alisa les agradará la idea de ir.

—Está hecho entonces—dice mirando directamente a Harry—. Cuando sepa algo les estaré avisando, ahora tengo que irme, tengo algunas cosas que hacer.

—Gracias por invitarnos. —Liam camina hasta su cama.

Louis se despide asintiendo despacio para tomar sus cosas y caminar al lado de Harry para poder ir a su dormitorio. El ojiverde cierra la puerta detrás de él con los ojos suaves y sintiéndose un poco nervioso al estar a solas con Louis, una reacción rara y familiar en todos los sentidos.

Parece que ninguno de los dos quiere despedirse aún, pero saben que tiene otras cosas por hacer que quedarse al lado del otro solo un rato más, por lo que Harry suspira haciendo una mueca. Solo ha conocido a Louis por poco tiempo pero ya le está tomando cariño y el castaño se acerca para tomar su mano y Harry tiene que reprimir soltar una risa antes de tiempo por lo que viene a continuación porque ya conoce este momento a la perfección, pero la única reacción que tiene es sonrojarse demasiado y se mentalizarse antes de escuchar sus palabras.

—¿Y si los ojos de él estuvieran en el firmamento y las estrellas en su rostro? ¡El fulgor de sus mejillas avergonzaría a estos astros, como la luz del día a la de una lámpara! ¡Sus ojos lanzarían desde la bóveda celeste unos rayos tan claros a través de la región etérea, que cantarían las aves creyendo llegada la aurora!

—Yo-

Generalmente no sabe que decir por lo que no entiende porque hace el intento, pero no escapa nada de sus labios, sin embargo, Louis solo le guiña el ojo antes de dejar libre su mano de su increíble calor y tacto para luego verlo marcharse de ahí y entrar al ascensor. Cuando las puertas se cierran y no hay nadie que pudiese verlo se apoya contra la puerta llevándose la mano en su pecho, recordando cada una de sus palabras y la termina anotando al igual que las otras tantas frases que Louis le ha dicho y que mágicamente se han grabado tanto en su cabeza como para llegar y anotarlas tal cual en su diario.

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Esta nervioso de conocer a los amigos de Louis y de pasar toda la tarde a su lado, simplemente quiere agradarles, además de que quiere que sus amigos se lleven bien, por lo que se encuentra jugando con sus manos mientras caminan hasta el estacionamiento para encontrarse con los amigos de Louis. Va a ser un viaje un poquito largo lo que lo pone más nervioso de lo usual. Sin embargo, Louis fue muy amable y lo calmó cuando le confirmó el día en que irían y aunque está nervioso también está emocionado y ansioso por llegar. Alisa parece darse cuenta de su nerviosismo que termina pasando uno de sus brazos por sus hombros para pegarlo a su costado, eso lo hace sentirse menos tenso, aunque eso se esfuma tan pronto como llegan y mira a Louis.

El ojiazul se toma el tiempo de presentarlos a todos, no tomando mucho tiempo para llegar a tiempo y se logran acomodar en la camioneta de uno de los amigos de Louis. Se sonroja cuando el castaño toma de su mano y le pide que se siente a su lado durante el viaje y Harry no chista, tan solo se deja caer a su lado.

El viaje es divertido, parece que sus amigos se han complementado bien porque no existen esas conversaciones forzadas, esos silencios incómodo, sino todo lo contrario, pasan hablando todo el camino que se esfuma tan rápido y sin darse cuenta ya han llegado al lugar. Harry salta de la camioneta esperando por Louis.

Louis llama su atención mientras uno de sus amigos se encarga de comprar los boletos. —¿Estás emocionado?

—Demasiado. Hace tiempo que no venía a una feria.

—Tampoco yo, me siento como un niño pequeño—Louis dice de manera divertida—. Y me alegro que vinieras, y claro, también tus amigos. Me agradaron.

—Los tuyos son muy divertidos y creo que le agradaron a los míos.

Casi no se separa de Louis cuando entran al lugar, yendo dentro del grupo de sus amigos hacia algunos lugares y una hora después se detienen para comer y tomar un poco de sombra y descansar las piernas. Habían estado subiéndose a varios juegos en los que Harry había estado aguantándose el terror porque no es fan a las alturas y a la velocidad, pero eventualmente lo superó y lo disfrutó en su totalidad.

Luego de algunas horas estando en ese lugar y del cuarto algodón de azúcar de parte de Harry, tuvieron que ponerse en marcha y caminar hasta la camioneta de Zayn. A este punto la noche había caído y el cielo está cubierto de tonalidades azules fuertes.

Se acomodan de la misma manera en que llegaron y Harry coloca el oso que Louis le consiguió en su regazo antes de dejar caer la cabeza en su hombro en un momento de valentía y cansancio. Se relaja completamente cuando recibe suaves caricias en sus rizos algo largos y Louis le cuenta algunas cosas mientras alguno de los amigos de Louis maneja de regreso a los dormitorios de la universidad.

—Llegamos, Harry.

Parpadea lentamente, se había quedado dormido unos cuantos minutos y Louis lo tiene con un brazo envuelto para mayor comodidad. Cómo siempre, no puede evitar sonrojarse antes de alejarse y tomar sus cosas para salir. Cuando todos están afuera se despiden para cada quien ir por su lado, algunos de regreso a su dormitorio y otros a terminar algunas cosas.

Alisa y Niall se despiden, la habitación de Taylor esta en otro lado por lo que se despide y Niall tiene algunas cosas que terminar. Liam se acerca a él.

—Quede en verme con alguien, te veo en el dormitorio.

—Está bien, te veo ahí. —Le sonríe.

Louis suspira acercándose a él para tomar de su brazo con suavidad para llamar su atención. —Te acompaño a tu dormitorio, además de que está de paso al mío.

Harry asiente despacio despidiéndose de los demás para caminar al lado de Louis a su dormitorio. No quiso cuestionar porque Louis descarto la salida de sus amigos para ir a tomar algo, tan solo camina a su lado mientras juega con el oso pequeño blanco que está en sus manos.

No hablan porque no es necesario llenar el espacio silencioso con palabras, además de que están algo cansados por haberse reído y gritado y hablado sin parar que están agotados no solo físicamente. Además Harry no sabe que tanto decir sin pensar que es muy aburrido y hoy ha visto lo bien que se desenvuelve Louis y entiende porque casi todas las personas lo adoran.

Y solo ha pasado unas semanas pero Harry ya adora a Louis y quisiera tenerlo a su lado el tiempo que el destino le permita, porque no es de las personas más interesantes o aquellas que destacan una vez que entra a la habitación como lo es Louis, pero es fiel y atento con sus amigos con aquellos que se toman el tiempo de conocerlo.

—¿Te divertiste mucho hoy?

—Demasiado, incluso en la parte en que Niall casi se vomita. —Ríe suavemente y por lo bajo, sin perturbar el silencio cómodo que hay en el lugar y entre ellos—. ¿Tú te la has pasado bien?

—Sí. —Louis lo mira unos momentos antes de regresar su vista al frente—. Me gustó conocer a tus amigos y conocerte a ti. Me agradas, Harry y me gustaría conocerte más.

—¿En serio?

—Claro. Creo que mi yo borracho sabe tomar buenas decisiones—dice con la mirada en alto, casi orgulloso.

No puede evitar soltarse a reír porque uno cuando está ebrio tiende a tomar malas decisiones que luego se arrepiente al día siguiente, bueno eso es lo que le sucede a él, pero Louis parece casi orgulloso y no entiende porque.

No dice nada más tan solo mira el oso que tiene en las manos con una sonrisa y un sonrojo que ya es parte de él. Para cuándo llegan al departamento de Harry ambos se detienen y aunque están lo suficientemente cansado como para caer dormidos en la cama tan pronto como la toquen no quieren despedirse aún, porque ha sido un buen día y no quieren pasar por esa parte en dónde será parte de sus recuerdos y no parte del presente, pero saben que deben despedirse y más cuando tienen el recuerdo que tienen cosas que hacer al día siguiente.

Suspira pegando su espalda en la pared mirando a Louis. Ambos lucen cansados pero con sonrisas satisfechas en sus rostros. ¿Por qué es tan necesario despedirse cuando no quieren? ¿Por qué no pueden tener toda la noche intacta para poder hablar? ¿Por qué no tienen la energía suficientemente para hacerlo?

—Gracias por invitarme, invitarnos—se corrige al instante.

—No agradezcas, fue muy divertido haber salido y que nuestros amigos se hayan conocido. —Louis suspira mirando el pasillo casi desierto—. Debo volver a mi dormitorio. ¿Nos vemos por ahí?

—Sin duda.

Y con aquella promesa Louis se marcha con una sonrisa que deja a Harry pensando muchas cosas esa noche, no tan tormentosas para tener insomnio o quizás solo se deba a qué está realmente cansado esa noche, pero esa noche duerme abrazado al oso con una sonrisa leve adornando su rostro.

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—Seria más divertido hacer otra cosa que estudiar—Louis suelta rodando para acostarse boca a abajo, además su espalda duele mucho por estar tanto tiempo acostado boca abajo.

Harry lo mira debajo de sus pestañas sin hacerle mucho caso, ya que él sí está estudiando por completo, no como Louis que tiene otro método de estudio, dónde tenía que estudiar cuarenta minutos y quince minutos descansar, así alternando. En esos quince minutos no ha parado de distraer a Harry acariciando el dorso de su mano o parlotear de algún tema aleatorio que cambia cada vez que tiene esos descansos. Le gustaría hacer otra cosa que estudiar, pero ya han perdido un poco el tiempo que no podían hacerse más tiempo los tontos evadiendo sus responsabilidades, aún cuando desee divertirse con Louis en otra actividad.

Louis refunfuña cuando no obtiene la atención de Harry y toma una de sus manos para jugar con los anillos. Lo mira brevemente sonrojándose antes de regresar la vista a sus apuntes.

—Aburrido.

—Has silencioso, por favor—pide Harry alejando sus manos.

El silencio y la calma le duran muy poco cuando Louis lo empuja a la cama y se posiciona entre sus piernas colocando las manos a los lados de su cabeza. La temperatura se le sube al rostro y el calor es tan sofocante que se siente hirviendo, está tan nervioso que es fácil lograr esa reacción en él y más cuando Louis lo mira de manera profunda y con ojos traviesos. Traga saliva sintiendo su pecho subir y bajar de manera irregular.

Louis sonríe orgulloso y quizás sus hojas estén hechas un desastre en ese momento, pero realmente no tiene cabeza para pensar en otra cosa que no sea en este precioso chico que se encuentra encima de él y con pocos centímetros de distancia. No sabe cómo reaccionar que solo lo mira desde abajo sintiéndose tan pequeño ahí mismo.

—¿Quieres escuchar otra frase?

Harry gira la cabeza mirando la pared ante lo dicho por Louis y no sabe a dónde quiere llegar con todo esto o si acaso es parte de su plan para hacerlo olvidar estudiar pero regresa su mirada hasta él y asiente lentamente sin decir absolutamente que solo utiliza sus gestos y movimientos.

Louis se inclina un poquito más. —Tus labios son más peligrosos que treinta soldados desafiándome. Un solo beso me dará el coraje para enfrentarme a todos con temeridad. ¿Me lo concedes?

Traga saliva abriendo los ojos en grande cuando lo escucha y tiene que parpadear varias veces para darse cuenta de cuan real es y cuan real se siente en ese momento. Las palabras de Louis son tan fuertes que tiene que recuperarse antes de dar un salto de valentía y total confianza y asiente varias veces por si no le ha quedado claro y el ojiazul no hace nada más que inclinarse y capturar sus labios.

La frase es tan linda pero está tan ocupado moviendo los labios contra los de Louis como para tomarse el tiempo de memorizarlo para apuntarlo después, a este punto no se acuerda de mucho pero no le importa, no cuando está buscando colocar sus brazos alrededor del castaño para besarse con comodidad.

No sabe dónde tomó la confianza de asentir pero no se arrepiente y Louis lo besa de manera dulce y lentamente, tomando el tiempo de disfrutarlo y recordar más como se sienten sus labios contra los suyos, incluso el sabor.

—Harry.

—¡Llegué por fin!—Harry empuja rápidamente a Louis para sentarse y bajar la mirada para que no se note que se han estado besando, además de que posiblemente sus labios no luzcan con el mejor aspecto.

—Liam—se queja Louis.

—¿Interrumpí algo?

—Sí, to-

—Solo nuestro momento de estudio—lo corta levantándose—, pero Louis ya se iba.

Louis lo mira de manera incrédula antes de suspirar para asentir y tomar sus cosas y despedirse de ellos. Cuando el ojiazul sale de la habitación sabe que fue una mala idea porque un sentimiento raro hace presión en su pecho.

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Harry se queda plasmado en la puerta del lugar cuando ve a Louis sentado en algunos de los sillones tecleando en su teléfono y Harry lo ha estado evitando todos estos días porque no sabe cómo comportarse después del beso o que decir, por lo que trata de regresar sus pasos pero Liam lo toma de los hombros deteniéndolo y escaneando el lugar, cuando se da cuenta de que cierto castaño está ahí suspira y lo mira esperando una respuesta por su comportamiento raro y Harry tiene una respuesta, pero no es capaz de soltarlo. Entró en pánico después de ese dulce y precioso beso que tuvieron en su dormitorio y no quiere que todo se confunda y no haya significado nada para Louis y él no ha tenido nada igual antes, que no quiere equivocarse y avergonzarse a sí mismo por pensar en otra cosa, pero al mismo tiempo todo es claro, las constantes muestras de afecto, las frases, las miradas, todo está ahí, pero también ese constante pensamiento de que puede que se equivoque lo hace dar marcha atrás.

Esta siendo un cobarde por querer evitarlo todo el tiempo cuando sabe que en algún momento tendrá que hablar con él, pero no está listo ahora y Liam parece querer arruinarle sus planes. Y ha sido un patético porque lo extraña, en tan poco se ha vuelto alguien importante para él y siempre es divertido estar a su lado y se siente cómodo estando junto a él. Extraña todo eso, pero es tan miedoso como para arreglar lo que ha hecho mal desde un comienzo.

—Sé que has estado evitando a Louis y no sé cuáles sean tus razones, pero no creo que debas estar ocultándote—Liam explica con calma—. A menos que te haya hecho algo.

—No, uhm, él nunca haría algo malo. —Se sonroja bajando la mirada—. En realidad uhm no-nosotros nos besamos y luego interrumpiste.

—¿Y por eso te has estado ocultando?—pregunta—. No te escondas, ve y habla con él.

—Me escondo porque me da vergüenza.

Esa es otra de sus razones principales, nunca sabe cómo hacer eso y le atemoriza hablar con Louis. Gira un poco mirando que aún no se ha dado cuenta de su presencia en la habitación y deseaba ir hacia él y hablar del beso, de sus sentimientos, de todo.

—No pienses mucho y ve.

—¿Tú crees? Es sólo ¿Y si no le gusto? ¿O si malinterprete todo?—pregunta Harry.

Louis luce calmado y centrado en lo que hace, que no quiere interrumpirlo y menos no teniendo certeza de que pasará entre ellos y porque está empezando a sentir los nervios en la punta de sus dedos y más con los latidos frenéticos de su corazón. Liam suspira antes de empujarlo adentro ocasionando que la puerta choque contra la pared y el sonido retumbe en las cuatro paredes del lugar. El ojiazul alza la mirada relajando su rostro y lo mira directamente y no puede darse la vuelta y pretender que no ha estado ahí o no hacer notar que no lo está evitándolo.

Mira Liam con ojos asustados pero termina suspirando caminando directamente a Louis y agradece que no haya tantas personas en el lugar y que estuvieran en sus propios asuntos. El ojiazul lo sigue con la mirada hasta que Harry se deja caer en su lado mirando sus manos.

—Lo siento.

—¿Por qué exactamente?—Louis niega apagando su teléfono para centrarse solo en él, aunque no lo merezca por evitarlo todo este tiempo.

—Por no responder tus mensajes, por evitarte, por... El beso.

Louis se gira más hacia él con ojos bañados en tristeza y decepción, que se le forma un nudo en la garganta al verlo tan afectado y Harry es un tonto por soltar eso como si no hubiese significado nada para él, como si no quisiera tener eso todos los días, como si no quisiera a Louis.

—¿Eso eso? ¿Te arrepientes del beso? ¿No te gustó?

Harry niega un par de veces. —No, yo, tenía miedo de que no haya significado nada para ti.

Louis ríe y por primera vez lo ve un poco tímido y sonrojado, que en cierta parte lo toma de sorpresa y lo ayuda a sentirse menos tenso a su alrededor. Están en su pequeño momento, en su pequeña burbuja que solo piensan que están solo ellos dos en aquella habitación. Louis le toma la mano que le recuerda a aquellas primeras veces y la primera vez que se conocieron.

—Es loco pensar eso—confiesa jugando con sus dedos pero mirándolo con profundidad—. ¿Quieres saber una cosa?

—Sí.

—Aquella noche en que nos conocimos, había ido a esa fiesta porque tuve la esperanza de encontrarte ahí y tener el valor de hablar contigo, sin sentir que iba a estropear todo y quedar en ridículo ante alguien tan precioso como lo eres Harry. —Louis ríe bajando la mirada—. Me desanime no verte ahí que camine por los pasillos y te vi en la biblioteca y el alcohol es un remedio para cuando tienes tantas ganas de lanzarte y confiar en uno mismo. Entre y te dije todo eso que me he aprendí por estar pensando en ti todo el tiempo y de alguna manera te describían a la perfección, a lo que sentía por ti. Simplemente no busque otra manera para decirte que me gustas, me gustas desde que mis ojos se posaron en ti. Que es un poco loco pensar que no significó nada para mí, porque ese beso me hizo descubrir cuánto te quiero, Harry, cuánto me gustas.

Podría salirse el corazón, pero es algo improbable pero se siente de esa manera, Louis lo hace sentir como si hubiese corrido un maratón completo, como si tan solo abrir la boca lo hiciera sentirse tan nervioso y sonrojado y quizás es así.

—También quería invitarte a salir formalmente, pero supongo que aún no tengo la valentía para hacerlo.

—¿No? Es una lástima porque en verdad me habría gustado ir a una cita contigo.

Louis alza la mirada con rapidez. —En ese caso creo que podría hacer un esfuerzo.

—No te preocupes, no necesitas hacer la pregunta, me gustaría ir a una cita contigo—Harry entrelaza sus manos sonrojado—. Y también me gustas mucho. Siento mucho demostrar lo contrario, prometo ser más honesto a partir de ahora.

—Te perdono, solo si me concedes un beso.

Harry abre los ojos un tanto sorprendido y sonrojado ante la repentina cercanía de Louis, pero lo sostiene del rostro de manera suave y lo acerca para que sus labios se toquen, porque está vez no quiere que le quede duda alguna que también siente lo mismo que él y que ha ganado cada pedacito, cada rincón de su corazón de manera justa. Porque ha ganado su corazón cada vez que soltaba aquellas frases que aunque eran cursis y tontas le calentaban el corazón por completo, lo volvían flexible a su toque y a su cercanía.

Louis suelta su teléfono para apoyar una de sus manos en el espacio vacío del sillón y poder inclinarse y besar a Harry cómodamente y con fuerza, con aquellas ganas que han incrementado toda la semana que han estado separados.

Suelta un quejido cuando Louis se aleja pero termina pegando sus frentes con una sonrisa divertida tirando de su rostro. Siente caricias en su cintura y se permite cerrar los ojos y soltarse a reír cuando lo escucha. Solo otro recital.