Extra: I bet you think about me
Abre los ojos lentamente sintiendo su brazo dormido pero cuando su vista se enfoca y tiene la vista perfecta de Harry durmiendo y soltando pequeños sonidos es que lo olvida por completo. Olvida por completo que su brazos se esta quedando dormido y que tiene ganas de ir al baño. Porque los pequeños rayos de sol bañan el rostro de Harry un poco, debido a que las persianas no dejan entrar la luz por completo, pero lo agradece, porque no perturba el sueño de su novio y tiene la oportunidad de verlo dormir con tranquilidad después de una increíble noche, aunque en realidad todas las noches lo son desde que decidió expresar todos aquellos sentimientos que había acumulado por años.
Solo ha pasado tres semanas desde la boda de James y de la increíble noche que tuvieron ese día. Por supuesto que el día siguiente fue mil veces mejor que ese, porque los hizo expresar de una vez por todas sus sentimientos. Algo que había deseado por bastante tiempo, porque las circunstancias no habían podido confesárselo al otro mucho antes de lo deseado.
Pasa un tiempo mirando a Harry dormir mientras sus dedos despejan los rizos que caen por su frente y también acaricia su hombro con delicadeza. Como si fuese un sueño que el rizado este entre sus brazos y que hayan confesado sus sentimientos.
Para cuándo trata de estirarse y mover un poco el brazo Harry, esté abre los ojos lentamente encontrándose con su mirada. Una sonrisa perezosa se extiende por su rostro y cree que ya es hora de ponerse en marcha, pero están disfrutando de la calidez que la cama y sus cuerpos le proporciona que desean quedarse más tiempo en la cama, pero Louis tiene un asunto importante que lo hace reír y empujar a Harry y besarlo suavemente.
Harry lleva sus dedos a su cabello mirándolo con curiosidad, con los ojos entrecerrados y una sonrisa ligera en su rostro.
—¿Qué sucede?
—Mi familia hará un pequeña fiesta. James viene de su luna de miel en un par de horas—Louis comenta—. Sería increíble y divertido que vayas conmigo. También quiero presentarte a algunos amigos y familiares que no pudieron asistir a la fiesta.
—¿Te gusta molestarlo, no es así?
—Sí, un poco. —chasquea la lengua inclinándose para besarle el cuello—. Sin embargo, deseo tenerte ahí a mi lado. Pero entiendo si quieres quedarte, mi familia no es la mejor.
—Me gustaría ir.
Harry responde con los ojos cerrados mientras Louis le proporciona besos suaves y húmedos en su cuello. Reacciona al instante buscando el cabello de su novio para jalar de él y sus piernas se enredan por puro instinto alrededor de la cintura del ojiazul. Louis puede escuchar los suspiros que saca de Harry, todos bajos. Se aleja cuando siente que es mucho y no quiere empezar el día con un problema, y aunque sabe que su novio podría arreglarlo no quiere llegar tarde a la pequeña fiesta que ha hecho su familia y dado que no ha ido a su departamento los tres días anteriores a este no tiene nada adecuado para ponerse.
Se deja caer al lado de la cama mirando el techo y pasándose las manos por los ojos. Harry se ríe inclinándose para dejar besos en su pecho desnudo.
—¿Tienes que irte tan pronto?
—Sí, no tengo nada decente que ponerme—dice acariciando la espalda del rizado—. Debo terminar unas cosas pendientes, pero en un par de horas vendré por ti si aún estás de acuerdo en ir.
—Bien—acepta—. Pero, ¿Te quedas a desayunar no?
Louis se queja subiéndose sobre Harry para besarlo con profundidad y calma, una calma que la mañana perezosa les da, y quizás, en un par de horas no la tengan porque la familia de Louis no es la mejor en casi ninguno de los aspectos, porque aunque la ola comentarios acerca del matrimonio han parado puede notar que no todos están felices con su noviazgo con Harry. Entiende porque, pero es una razón nada válida o relevante para su vida.
Había estado deseando este momento cada vez que se encontraba con Harry en algún lugar y los pocos momentos que podían compartir lo hacían irse satisfecho y esperando una jugada del destino para volverse a encontrar, lo que usualmente sucedía.
La mañana avanza con ellos besándose un rato en la cama, ignorando el aliento matutino, y con toques suaves. Después, Harry hace un increíble desayuno y corre hacia su departamento con la llamada de su madre recordándole no faltar en la tarde.
Tiene que tocar el timbre un par de veces para que Harry lo escuché y tiene un fuerte deja vu cuando mira a su novio luciendo precioso en lo que trae puesto. Le hace recordar el día de la boda cuando le abrió la puerta y lo encontró con el traje puesto y unos rizos cayendo sobre sus hombros. Está vez tampoco es la excepción.
—¿Listo para molestar a James?—bromea extendiendo su mano.
—Totalmente.
Para cuándo la mano de Harry se desliza en la suya lo jala hacia él abrazándolo de la cintura. —Luces precioso.
—También tu, mucho. —Harry lo mira a los ojos.
Se abrazan un par de minutos antes de que Louis lo tome de la mano y lo guíe hacia el auto. Conduce un par de minutos hasta llegar a la casa donde paso la mayor parte de su vida, recordando el primer momento en dónde conoció a Harry llegando de la universidad. Fue justo en la cocina, con el rizado preparando un té. Ese recuerdo lo hace tomar de la mano de Harry y guiarlo justo ahí.
Obtiene cejas fruncidas antes de que relaje su expresión y entren a la cocina. No ha tenido muchos cambios, por lo que es fácil recordar cada cosa de ese día. Aunque no fue fácil saber que estaba saliendo con James, simplemente no entendía lo que tenían en común, eran totalmente distintos y Harry era tan amable y no mereció ninguno de los comentarios de su familia o del círculo cercanos de amigos de James.
—¿Recuerdas qué aquí nos conocimos?
—Siempre lo voy a recordar—canturrea Harry—. Me pediste que te preparará una taza de té y fuiste el único quien me trató bien en un primer momento.
Louis le sonríe tomando con fuerza su mano para guiarlo al jardín donde están sus familiares. Tan pronto como entran puede ver a James cruzados de brazos mirando a su alrededor hasta que cae en ellos y es muy claro su molestia e incomodidad. Solo quiere hacerlo sentir un poco de la manera en que ellos se sintieron alguna vez con James, pero más que eso está feliz de estar al lado de Harry y mostrar cuan orgulloso está de eso.
Tienen que reprimir una risa ambos para cuando caminan hasta la familia de Louis, dónde claro, James está parado con la mandíbula apretada y mirando aburrido el lugar.
—James, que bueno que estás de regreso. ¿Te acuerdas de Harry?
—Por supuesto. —Sonríe con falsedad. Ambos saben que lo está haciendo al propósito. James sabe que lo está haciendo para molestarlo.
—¿Y tu esposa? Quiero felicitarlos nuevamente.
James mira de reojo a Harry antes de marcharse sin aguantar estar tanto tiempo frente a ellos. Su novio alza una ceja y lo abraza riendo contra su hombro. Aunque en realidad Harry si estaba siendo sincero, le agrada la esposa de James aunque este no sea ni la mitad de bueno que ella.
—Creo que nos odia.
—¿Crees?—Louis alza una ceja—. Si fuese por él nosotros estuviéramos extintos.
—Ya veo—dice riendo antes de enredar sus brazos alrededor de él—. Me agrada estar contigo.
—También me gusta estar contigo y ser insufribles juntos. La pareja de ensueño.
—Lo somos.
Louis relaja su expresión mirándolo con suavidad. Sus ojos se fijan en lo bonito que luce Harry este día e incluso en su pijama de todos los días. Pero es el único ahora que puede mirar cada una de esas facetas, sacar cada nuevo sonido de Harry y crear nuevos hábitos ahora que han compartido días juntos. No en su totalidad porque ahora ya no va a casa cuando termina del trabajo, va directo hacia Harry. Es por eso que hoy fue la primera vez en esos tres días que ha pasado su departamento.
Ahora en vez de estar soportando los comentarios de su familia respecto a su situación amorosa está abrazando a Harry de la cintura mientras se mueve lentamente en una pista improvisada. En un espacio privado del jardín con música suave y está consciente de lo enojado que luce James, pero eso es lo que menos les importa a ellos, están demasiado ocupado bromeando entre ellos y bailando juntos.
Para cuándo la noche cae regresan esta vez a su departamento y se encarga de amar a Harry una vez más.
♡
Se deja caer en la cama agotado. Han estado todo el día con el departamento de pies a cabeza y Louis odia empacar y más cuando la ropa requiere ser doblada, porque no se considera tan fan de doblar la ropa pero debe atribuirle todo el crédito a su hermoso novio que está doblando toda la ropa y vaciando todos los cajones, y bueno, la mayor parte de empacar. Lo único que él ha hecho es hacerse cargo de los pagos finales del departamento y toda la documentación para el nuevo departamento en Londres. Porque ha encontrado un motivo para mudarse por fin a ese lugar en donde tuvo los mejores recuerdos de su infancia. Porque para ambos era un plan y hacerlo juntos solo los hizo sonreír y darse cuenta que están más que destinados.
Fue un día lluvioso dónde ambos estaban en la cama mirando una tonta serie. Con la habitación a oscuros y el frío colándose en sus huesos que, aunque es algo que necesitan y un hábito, recurrieron a abrazarse con fuerza. Harry con la cabeza contra su pecho y contándole su vida en la granja donde creció. Sonaba como una buena infancia, crecer en un lugar como ese, alejado de toda la ciudad.
De alguna modo eso llevó a Louis hablar sobre su infancia en Londres y a un Harry sonriendo y comentando nuevamente que desea mudarse algún día ahí. En ese instante solo cruzó que también deseaba mudarse y que si en algún momento Harry decidía eso por su cuenta eso los dejaba buscar una forma de mantener su relación a distancia y verse seguido. No le gustó tanto esa idea, pero imaginarse a ellos mudándose a Londres lucía un increíble sueño. Tan metido en sus pensamientos que esas palabras se deslizaron por sus labios y Harry alzó la cabeza soltando un sí fuerte.
Ese día fue un buen día, uno que ha quedado marcado en sus recuerdos. Tres meses después aquí están; apunto de mudarse a Londres y Harry es él más emocionado en todo esto.
—¡Louis, tenemos que empacar!
—Solo unos momentos—se queja.
—Mañana nos mudamos y en una semana visitamos a mi familia. —El rizado suelta la ropa caminando hasta él para inclinarse y quitarle el cabello de su frente.
—Lo sé. Solo unos minutos, amor.
—Louis—se queja regresando a su trabajo de doblar la ropa de Louis.
Está increíblemente enamorado de Harry, de aquel dulce chico que conoció en la cocina de la que era su casa en ese tiempo. Aquel tiempo en donde estuvo rodeado de la dulzura y la humildad de alguien. Porque de alguna manera se complementan en todos los sentidos, porque Louis se encarga de la mayoría de las facturas y Harry del hogar, pero ambos traen el sustento a su hogar. Harry le cocina, en cambio Louis se lo recompensa trabajando los fines de semanas en sus flores del jardín porque su novio se considera un poco torpe para eso.
De alguna manera descubrió que la manera en que Harry demuestra su amor es por actos; cocinando para él y soltando palabras de amor. Y bueno, Louis, es más de actos, enviándole flores en su oficina.
Louis toma una caja mirando por toda la habitación viendo que falta por empacar. Por unos momentos mira a Harry revolver la última caja de su closet y no hay nada malo en eso, excepto que el ojiazul se congela de repente y recuerda.
—¿Hace cuánto no hemos limpiado aquí?
—Espera, amor, simplemente deja todo ahí y-
De alguna manera sus piernas le juegan en contra porque no encuentra las fuerzas para moverse que con lo único que cuenta son con sus palabras, pero Harry ni siquiera le presta la atención debida y sigue sacando cosas de esa cajón y al fondo lo encuentra; encuentra una cajita de terciopelo, en su interior un anillo de compromiso, el más bonitos y costoso anillo, pero no importaba en absoluto el precio, lo único que le importó en ese momento fue conseguirlo porque le recordó completamente a Harry, era totalmente él y pertenecía estar uno de sus dedos. Incluso fue más especial cuando le dijeron que el único en su especie y por ende costaba más, no importó en absoluto.
Harry frunce su ceño agachado para alcanzar el último cajón. Sus dedos abren la caja y suelta un jadeo llevándose una mano a la boca. Para ese momento su corazón está latiendo de manera increíblemente mal, no es doctor para saberlo. De algún modo logra encontrar la fuerza para mover sus piernas y agacharse frente a Harry y tomar la caja en sus manos.
No es el momento adecuado, esperaba hacer algo lindo, pensar en algo cuando estuvieran por fin en Londres. Quiere decir que ha sido arruinado pero sería una completa mentira, porque está seguro que cuando lo cuenten y cuando lo recuerden van a reírse con lágrimas en los ojos y decir que fue el momento perfecto. De eso está seguro.
—Louis...
No entiende como es que tiene las fuerzas en las piernas pero se logra equilibrar y abrir la caja nuevamente. Harry lo mira de manera incrédula y con los ojos inundados en lágrimas y cariño.
—N-no deberías haberlo descubierto, pero soy un desastre y un flojo por no empacar mis propias cosas, ¿No es así?—bromea.
—Me gusta hacerlo por ti, pero eres un flojo, amor. —Harry se quita un par de lágrimas.
—Así que aquí voy—toma aliento mirando como los recuerdos de todos los años juntos pasan por sus ojos. Logra tomar la mano de Harry inclinándose para besarla—. Cuando te conocí no creí que íbamos acabar justo donde estamos ahora. Todas las noches me preguntaba cómo es que podías estar con alguien como James, pero no quiero tocar el tema. Por mucho tiempo creí en el destino, por todas aquellas veces que nos encontrábamos en un lugar, pero nunca tuve la valentía para pedirte una cita, pero de alguna forma cubrirlo con alguna estúpida excusa sonaba lo mejor.
—Louis. —Harry se aferra a su mano riendo ante el recuerdo, como si hubiese sucedido hace a penas unos días.
—Ahora creo firmemente en el destino y creo fielmente que el destino tiene preparado algo fantástico para nosotros. Te he amado por tantos años, te estoy amando justo ahora y estoy seguro que te amaré más adelante. Solo cásate conmigo, déjame amarte todos los días.
Harry solloza suavemente lanzándose a los brazos de su novio, ahora prometido, cayendo al momento al suelo. A Louis no le importa en absoluto golpear su espalda en el proceso, porque logra capturar a Harry entre sus brazos. La caja de terciopelo cae sobre el suelo pero eso es lo de menos, no cuando el rizado está llorando sobre su pecho asintiendo varias veces para luego alzar su cabeza y decir sí muchas veces solo para cerciorarse.
Lo sostiene del rostro y lo besa con fuerza, un beso arruinado por sus grandes sonrisas.
—Bebé, el anillo.
—¡Oh, es cierto!—Harry se sienta sobre su regazo extendiendo su manos.
Recupera el anillo que ha salido de la caja y ha caído en alguna parte del suelo. Lo desliza lentamente en su dedo y luego lo sostiene besando su mano suavemente.
Es claro que se olvidan un poco de empacar, que al siguiente día están corriendo pero con un nuevo comienzo en otro lugar.
♡
Puede ver cómo James los mira del otro lugar, pero ellos ya han dejado de preocuparse por molestarlo, claro, de manera no intencional, ahora lo único que hacen es mostrar cuan orgullosos están porque van a casarse pronto y cuando no a todos los miembros de su familia les agradó la noticia, no les importó en absoluto y agradecía que no soltaran ningún comentario porque están felices con su pequeña fiesta de compromiso.
Harry gira un poco antes de volver a enredar sus brazos en Louis y soltarse a reír. Puede ver la felicidad brillar en sus ojos y en como esa sonrisa no se ha ido en todo el día. Dios, Louis haría lo que fuese para ver a su prometido con esa sonrisa siempre y es algo que va a lograr, aún si eso le cuesta alejarse de aquellas personas a las que le tiene aprecio. Sin embargo, es algo que querían compartir, primero con la familia de Harry y luego con su familia.
—Esta es la fiesta más agradable que he tenido con mi familia.
—Sí, es agradable—Harry dice inclinándose para juntar sus frente.
—Te prometo que seremos una mejor familia de la que tengo. Nada comparado a esta.
—Louis—dice sorprendido antes de reír y alejarse un poco, aún balanceándose suavemente—, aún no nos hemos casado y ya estás pensando en hijos. Pero me agrada como suena, mucho.
—Hay que hacerle competencia a James.
—Oh, no, déjaselo a él—bromea acariciando el cabello de su prometido—. Nosotros nos lo tomaremos en calma.
Louis está totalmente de acuerdo. Ellos van a tomarse las cosas con calma, ya tenido bastante presión con anterioridad que quiere disfrutar de su relación con Harry y comenzar su vida en Londres. En aquel lugar que deseó en regresar pero que nunca encontraba un motivo o... Bien sabía porque no se quería marcharse de aquí, porque eso implicaba no volver a encontrarse casualmente con Harry, pero ahora ya pertenecía a sus mañana perezosas y a sus noches llenas de amor.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro