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Second chances and babies on the way

Ambos decidieron no volverse a ver, pero dos creaturas creciendo en el vientre de Harry les arruinara sus planes.

Tag: M-preg, ex novios.

Cinco minutos, cuatro minutos, tres minutos, dos minutos....

Al minuto uno Harry ya estaba entrando en pánico, sentando en el rincón de su cama con una prueba de embarazo en su regazo y ocultando con las manos una parte de su rostro y con Niall sosteniéndole la mano para apoyarlo. Ni siquiera quería mirar la prueba y comprobar que en verdad estaba embarazado. No era tonto como para no darse cuenta de que todos los síntomas estaban ahí, que todos los malestares que ha tenido en estas semanas eran porque estaba embarazado. Al principio lo negó rotundamente, pensando que podría ser producto de algo que ha comido mal, pero cuando Niall bromeó acerca de un embarazo y él no se estaba riendo es que ambos se miraron con los ojos grandes y su amigo no tardó en correr a la farmacia más cercana y traerle dos pruebas distintas.

Y ha estado sentado en silencio los cinco minutos buscando alguna respuesta de porque ha quedado embarazo sin haberlo planeado. Su respuesta llegó cuando recordó que Louis lo tomo en el sillón en un momento de calor, frustración, enojo un día antes de que todo entre ellos acabara. No usaron ninguna protección, se les olvidó por completo y pensó en tomar la pastilla del día siguiente, pero la ruptura, el enojo lo hizo olvidarse de ese importantísimo detalle.

En otro momento saltaría de felicidad en el regazo de Louis besándolo con tanto amor en el cuerpo y diciéndole que serían padres, pero estaba en esta realidad dónde él y Louis habían terminado su relación, exactamente hace un mes, y en dónde se prometieron no volverse a ver en la vida. Que ingenuos y tontos eran.

Lloriqueo en el hombro de Niall con lágrimas de felicidad cuando alzó la prueba y miró el resultado. Embarazado. Estaba esperando un bebé del que seguía siendo el amor de su vida y aunque las cosas entre ellos se terminaron no podía evitar sentir esa presión de felicidad. Un bebé de Louis, posiblemente podría tener sus ojos azules, su cabello lacio, suave y castaño, o su nariz de botón. De solo imaginarlo ya quería tener a su bebé en brazos, pero tenía que ser consciente de que las cosas entre Louis y él ya no eran las mismas, dejaron de serlas cuando Louis prefirió a su madre por encima de él y lo entendería, pero la madre del ojiazul era un bruja, siempre tratándolo con despreció, con palabras despectivas, soltándole argumentos falsos y con un Louis sin inmutarse, sin defenderlo.

Y Harry estaba cansado de soportar eso, de que llevarán cuatro años de relación y Louis no le pusiera un alto, porque el castaño amaba a su madre como para alejarse. Y él no podía seguir ahí aún cuando su relación solo ha sido sana, hermosa y de lo mejor, excepto por ese gran detalle que los llevó a una gran discusión y las cosas entre ellos se rompieron.

—Estoy tan embarazo, Ni.

—¡Eso es genial! Siempre has querido ser padre y tienes todo para serlo—Niall lo empujó igual de afectado que él.

Se limpio las lágrimas sonriendo levemente. —Lo tengo ¿No?

—Por supuesto.

Y lo hacía. Tenía veintiséis años, un trabajo fijo, una economía buena, padres y amigos amorosos que no dudarían en apoyarlo y estar para él en cualquier momento. Tenía el dinero suficientemente como para comprar una casa, incluso para pagar la universidad de su hijo. Lo tenía todo, excepto a Louis, al padre de su bebé.

El simple hecho de recordarlo lo hizo echarse a llorar de nuevo. Lo extrañaba tanto, todos los días, todas las horas y estaba sufriendo en este instante porque lo único que quería era buscarlo, saltar en sus brazos y decirle que serían padres. No tenía idea de cómo iba a decirle. La última vez que se vieron estaban tan seguros que no se volverían a encontrar de nuevo, eso lo hizo llorar aún más. ¿Y si Louis no quería a su bebé? ¿Y si creía que era de alguien más? No iba a poder aguantar si creyera algo como eso.

Las manos de Niall lo atrajeron con fuerza hacia él y le acaricio la espalda con suavidad, sabiendo muy bien que lo necesita en esos momentos.

—¿Qué te preocupa?

—Louis—se alejo un tantito—, en cómo se lo diré, en si querrá a este bebé.

—Harry, se cómo acabaron las cosas con Louis, pero también estuve en cada etapa de su relación. Vi como ese amor crecía cada día y estoy seguro que te apoyará cuando le digas que estás embarazado, incluso estará feliz de tener un bebé contigo.

—¿Tu lo crees así?

—Absolutamente—lo calmó—, incluso creo que es un poco tonto que hayan terminado.

—Niall, tu sabes muy bien porque lo hicimos—Lo alejó para dejarse caer en la cama llevando sus manos a su vientre sin creer que una creatura estaba creciendo dentro de él. Algo de Louis y suyo.

Y quizás, Niall tenía razón. Aunque las cosas entre ellos terminaron, lo conocía más que nadie, sabía que está noticia lo tomaría de sorpresa, pero lo terminaría alegrando. Ambos querían hijos y habían discutido tener más adelante. Las cosas no tomaron el rumbo que pensaron, pero Harry no se arrepentía que aquella noche diera sus frutos, a lo único que tenía miedo era que Louis no quisiera ningún tipo de relación con el bebé.

Sin duda estaba asustado de todo, y era normal, no planeo tener un bebé ahora y menos cuando Louis y el terminaron, pero quería a este bebé y el buscaría la forma de acomodar las cosas para que fuese un buen embarazo.

—Por la mamá de Louis.

—Ella era una bruja—se sentó en la cama—. Siempre me levantaba falsos, claro Louis nunca le creyó pero nunca hizo nada para detener esa palabras, incluso le decía a Louis que no sería una buen pareja.

—Bueno Louis debió de hacer algo.

—Y dios, no quiero saber cómo se pondrá cuando sepa que estoy esperando un bebé de Louis—lloriqueo con fuerza dejándose caer en la cama de nuevo alzando los brazos al aire—. ¿Por qué el universo es así? ¿En qué momento pedí embarazarme en un momento como este?

Tantos buenos momentos en su relación con Louis para embarazarse y viene hacerlo cuando ya no son nada. Ni siquiera sabe dónde podría estar ahora mismo. Se da la vuelta en la cama y deja que las lágrimas corran sobre las almohadas, aún le seguía doliendo en el alma el rompimiento, aún lo seguía amando tanto, demasiado a Louis como para olvidarlo tan fácilmente. Aún se colocaba las sudaderas que olvidó el día en que tomo sus cosas y se fue, aún no es capaz de lavar las colchas y sabanas y deshacerse del aroma de Louis que aún persistía en las sábanas. Aún no era capaz de borrar su chat, sus fotos, todos los recuerdos que lo ligaban a él aún.

Aún lo extrañaba tanto y decidió no ceder ante los deseos de llamarlo, de decirle que lo extrañaba tanto y lo logró, pero esta creatura creciendo en él estaba arruinando sus planes.

Niall se acercó a él acariciándole la espalda con tranquilidad. —Pero estás feliz ¿No?

Se dio la vuelta con varias lágrimas corriendo por su rostro. Parecía que estaba entrando en una crisis y quizás si fuese un adolescente, sin un trabajo, sin un lugar entraría en una gran crisis y dudaría en tener al bebé, pero era una adulto con un lugar fijo, una buena economía para sostener su vida y la de un bebé y deseaba ser padre, es que estaba demasiado feliz. Aún no le caía por completo la idea, solo está ahí tratando de procesar toda la información y con un miedo normal.

—Demasiado feliz.

—Lo siento—Niall rio tímidamente—, aún soy nuevo en esto de los cambios raros de humor y tú me estás dando señales raras.

—¡Tonto! Estoy embarazado, termine mi relación de varios años y todo cae de golpe ¿Bien?

—Me he dado cuenta ya de eso—Niall bromeó dejándose caer a su lado, como cuando eran más jóvenes y descubrían su vida y los abrumaba y las cosas sobrevenían sobre ellos.

—¿Estás feliz de ser tío?

—Claro, estoy listo para ser el tío fabuloso y que Liam sea el aburrido y con los regalos más feos—rio girándose hacia él.

—Debería decirle, igual a mi familia—el miedo entro de nuevo en su sistema, pero luego pensó—. Pero va hacer tan amado este bebé. Mis padres ya querían ser abuelos y le he ganado a Liam.

—Con esto no te sorprenda que Liam quiera tener bebés con su novia y darle un primo a este bebé que aún no nace—su amigo tocó su vientre con su dedo riendo.

Se le iluminaron los ojos de solo pensarlo. —¡Eso sería tan lindo!

Se le llenaron los ojos de lágrimas. Sería genial que haya alguien que tenga casi la misma edad de su bebé y cuando crezcan puedan jugar juntos, ir a la escuela al mismo tiempo y tener alguien con quién crecer. Alguien como Niall y él. Ellos se conocieron de pequeños gracias a que sus madres eran grandes amigas, que ellos crecieron como los mejores amigos de toda una vida, se conocían como la palma de su mano. Han pasado tanto entre ellos, desde golpes y caídas juntos, desde que dieron su primer beso, su primera vez, desde que Harry lloro por descubrir su sexualidad y el miedo de perder a Niall lo asustó, desde la ruptura de su amigo con su primera novia, hasta la actualidad dónde Harry descubría que estaba esperando un bebé de Louis.

Con Liam, Niall y él lo conocieron a la edad de diecisiete años y desde ahí los tres se han vuelto inseparables y desearía que Liam estuviera aquí sosteniéndolo mientras lloraba. Necesitaba de sus amigos en estos momentos, pero sobre todo necesitaba tanto Louis, tanto como el aire para respirar. Necesitaba que estuviera sosteniéndolo entre sus fuertes brazos, dejando suaves besos en sus labios y prometiéndole que todo estaría bien. Sin embargo, nada podría ser así, Louis y él terminaron y debía aceptarlo, él fue quien terminó todo que no creía que Louis quisiera intentarlo de nuevo y él no creía seguir aguantando las maldades de Elena, la madre de Louis.

—Deberías tener un hijo también, así nuestros hijos crecen juntos como tú y yo.

—Harry, ni siquiera tengo novia y me pides que tenga un bebé—alzo una ceja incrédulo.

—Te estás tardando tanto.

—Ni siquiera tengo planes de ser padre, no como tú. Eso pídeselo a Liam, yo soy un alma libre.

—Debo darle la noticia—suspira—, también a mi madre y a Louis...

Niall se sentó girándose a él con los ojos abiertos. —¿Le vas a decir? ¿Cuándo?

—Debo decirle, es el padre de mi bebé y tiene el derecho de saberlo, independiente de lo que quiera hacer y no lo sé aún—se encoge de hombros ignorando el nudo en su estómago y las ganas que le están dando de vaciar todo—. Estaba pensando primero ir al médico, cerciorarme de que está todo bien, de que me den los papeles para poder mostrárselo a Louis.

—¿Quieres que te acompañe?

—Por favor, Ni, no voy a poder hacerlo sin ti—pidió con ojos suplicantes.

Cuando Niall asintió sonrió en grande y lo abrazo con fuerza mientras cerraba los ojos y todos los miedos inundaban su cabeza de un momento a otro. Dejó que sucediera, se fijó en cada uno de sus temores, todo referente a Louis y en que quisiera estar ahí para el bebé y de que si lo hacía estaría dejando entrar a Louis de nuevo en su vida, pero esperaba ser capaz de mantener un límite entre ellos como debe ser.



Lo primero que hizo cuando le abrió la puerta fue lanzarse en sus brazos y llorar. Parece que es lo único que ha hecho en estos días, pero el sentimiento es tan grande que las lágrimas corren por su rostro por si solas y porque ha necesitado este abrazo tanto. Apretó las hojas en su mano y la ecografía mientras su madre lo sostenía un tanto confundida y con la guardia baja, pero sabiendo cuando sus hijos la necesitaban que le dio todo el tiempo del mundo y lo estrecho entre sus brazos y le susurro al oído que todo estaría bien. Rio despacio, le daba gracia que su madre pensará que estaba triste, llorando por la ruptura de hace un mes o porque ha pasado algo cuando no sabe que sus lágrimas son de felicidad y que la hará abuela.

Ha venido del médico, y le ha confirmado una vez más que está embarazado, no pudo aguantar las lágrimas y Niall solo rio sosteniendo su mano con fuerza. Todo está bien con su embarazo, nada de qué preocuparse por el momento y no aguanto un segundo más para venir a casa de sus padres y darle la noticia a su madre que se encontraba en casa y esperaba que Gemma estuviera aquí.

Se alejó de su madre limpiándose las lágrimas que seguían cayendo. —Estoy tan embarazado, mamá.

—¿Estás?—Anne abrió los ojos—. ¿Embarazado? ¿Cómo si tú y Louis?

—Sucedió antes de terminar y bueno ahora estoy embarazado. Hace un par de días me hice una prueba y vengo del obstetra con Niall y estoy embarazado.

—Oh, cariño—ella le dio esa mirada con ojos acuosos antes de acercarlo de nuevo—. Eso es tan bonito. ¿Le has dicho a Louis?

Se alejó negando. —Aun no. Hace apenas unos días me enteré y estaba esperando que me el médico me dijera que todo está bien para decirle.

—Todo saldrá bien, ya verás.

—¿Crees?

—Por supuesto, ahora déjame prepararte algo de comer porque estoy segura que no has comido nada por los nervios y tienes que empezar a alimentarte bien.

—Gracias, mamá—sonrió quitándose las lágrimas antes de pasar a la casa y sacar su teléfono—. Llamaré a Louis para pedirle que nos veamos en algún lugar.

Anne asintió entrando a la cocina para darle privacidad a su hijo. Suspiró caminando hasta el sillón con los dedos temblorosos, el corazón a todo lo que daba mientras miraba fijamente el contacto de Louis. Ni siquiera le ha cambiado el apodo, que lo hacía sentir una presión de dolor en el pecho. No estaba listo para escuchar de nuevo su dulce voz, ni mucho menos volver a encontrarse con él, pero no podía evitarlo tanto tiempo y menos cuando están esperando un bebé. Simplemente no quiere que crea que le estaba ocultando el hecho de que estaba embarazado o decirle cuando el bebé ya esté por nacer.

Era justo que decidiera si quería estar en esta etapa y en las demás, pero es algo que él decidiría, y era adecuado hacerlo ahora porque sabe que si pasa más tiempo la poca valentía que tiene en el cuerpo se esfumara.

Suspiró con profundidad llevándose el teléfono a la oreja escuchando los tonos y se le estaba formando un nudo en la garganta que no sabía si sería capaz de hablar. Cerró los ojos con lágrimas en los ojos cuando escucho su voz.

—¿Harry?

—Lou...Louis—dijo en un hilo de voz.

—¿Harry? ¿Estás bien? ¿Sucede algo? ¿Necesitas que vaya a tu departamento?

Era un caos. Se echo a llorar por lo dulce y preocupado que seguía siendo Louis y porque ha ansiado tantas eternidades volver a escuchar su voz por unos cuantos segundos y ahora que lo hace ha soltado todo. Posiblemente lo está preocupado más de lo que ya está, pero no puede retener sus sollozos.

Culpa a sus hormonas alborotadas.

Intento calmarse y respirar, todo eso al mismo tiempo y lo logró. Se le subió la temperatura a las mejillas empezando a sentirse avergonzado en este momento.

—No, estoy bien. Es solo que no sé cómo decirte esto—se aclaró la garganta—. En realidad es algo que debo decirte en persona.

—Harry tu y yo dijimos que-

—No se trata de nosotros—lo cortó al momento—, bueno si, pero no de la forma en que lo piensas. Tiene que ver con nosotros, pero no vamos a regresar.

—Oh.

—¿Crees que podamos vernos en algún lugar? En serio es demasiado importante como para hablarlo por teléfono—se llevó los dedos a la boca de manera nerviosa.

—Mañana en la tarde estoy desocupado. ¿Quieres que nos veamos en el restaurante de siempre?

—Me parece bien—bajo los dedos jugando con el borde de su suéter—. Por favor no faltes.

—No lo haré, lo prometo.

Louis lo calmo antes de despedirse y colgar. Dejó caer su teléfono a un lado antes de dejarse caer en el sillón mientras se llevaba las manos a su rostro y se limpio las lágrimas. Ya perdió la cuenta cuántas veces ha llorado en estos días, tantas emociones impactando que no ha tenido tiempo de apreciarlas.

Mañana sería un largo día y los nervioso empiezan a florecer en él, sin duda no está listo para volver a encontrarse con esa infinidad de océano en los ojos de Louis, en oler su fragancia, ni mucho menos mantener un límite entre ellos cuando lo único que deseaba es abrazarlo y sentir que está cerca, que estará para él, que su bebé será amado.

Solo quiere escuchar sus palabras de aliento, esos que hacen le dan una caricia al alma, de eso que Louis le daba cuando sentía todo el peso del mundo en sus hombros. Solo palabras susurradas en su oído, la calidez en los brazos de Louis y un montón de sentimientos flotando entre ellos dos. Solo quería que Louis le dijera que estarían bien, no quería nada más.

Jugó con sus dedos debajo de la mesa, escuchando los propios latidos de su corazón resonar en sus oídos poniendo de segundo plano el bullicio de su alrededor, el sonido de los cubiertos o de la risa y la habladuría de las personas a su alrededor. Todo eso paso a segundo plano cuando Louis le confirmo que estaba a pocos minutos del restaurante y que se le ha hecho tarde. Solo a siete minutos en auto y ya han pasado cinco por lo que en cualquier momento debería cruzar por esa puerta.

Deseaba verlo, apreciar lo guapo que seguía siendo a pesar de que las cosas entre ellos no serían las mismas. Quería sostener su mano, aunque esto no era algo que vaya hacer, debe mantener su límites, sepultar sus sentimientos hasta el fondo. Incluso tal vez Louis ya tenga a alguien más y ya no sienta nada por él.

Todo se esfumó cuando Louis entró por la puerta y Harry tuvo que sostenerse de la silla apreciando lo guapo que lucía en su traje habitual de trabajo, con los rasgos definidos, los ojos muy azules y los labios finos y suaves. No sé levantó, dejó que se acercara lo saludara y se sentará a su lado.

—¿Puedo ordenar algo? Muero de sed—Louis pregunto con la mano a la mitad del camino del menú.

—Sí, no tengo problema.

Louis asintió tomando el menú ojeando la variedad de bebidas. Harry miró la suya. Un té frío para calmar un poco el nerviosismo que estaba sintiendo en el cuerpo. Tomó ventaja de que el castaño estaba ocupando pensando en que tomar, así que sacó le ecografía, los resultados de sangre y lo dejó sobre su regazo luego alzó la mirada sonrojándose cuando encontró a Louis mirándolo fijamente tratando de apreciar los cambios, aunque no eran muchos, posiblemente solo era que le salieron unos pequeños granitos en el rostro o simplemente ya se estaban notando los cambios del embarazo.

Se mantuvieron la mirada por unos segundos antes de que Harry se sonrojara a nomás poder y Louis riera antes de llamar a la mesera amablemente y ordenar, mientras el rizado trataba de bajar el calor de sus mejillas. Parece ser que el ojiazul sigue teniendo el mismo efecto en él, y sintió un poquito de calidez en la palma de sus manos pensando que ese gesto fue tan normal, tan natural, justo como lo hacían cuando eran novios.

Cuando la bebida de Louis llegó el castaño bebió de ella un poco antes de mantener las manos sobre la mesa y mirarlo.

—¿De qué querías hablar?

—Uhm no sé cómo decirlo—bajo la mirada hasta la prueba—. Creo que mejor que lo veas por ti mismo.

Con sus manos temblorosas tomó primero la prueba de sangre y se lo paso a Louis, quien lo tomó confundido y con el ceño fruncido. Lo leyó completo tensando sus dedos en la hoja que ya estaba empezando arrugarla y estaba seguro que estás leyendo la misma línea, aquella palabra que confirmaba que estaba embarazado. Sin decir nada más, tomó al ecografía y se la paso, Louis la tomo rápidamente fijándose en cada pequeño detalle. Está un poco pálido y con los ojos abiertos, con una tensión en el cuerpo que lo hizo sentir temor y sentir que las lágrimas golpear sus ojos.

Se obligó a mantenerse fuerte por el momento, solo hasta que Louis estuviera frente a él.

—Me enteré hace un par de días—comento lentamente dejando que Louis procese la información—. Ayer fui con el obstetra para confirmarlo. Y es tuyo, Louis, yo no estado con nadie más y-

Se detuvo cuando Louis le tomó la mano. —No tienes que explicármelo, te creo cariño, sé que ese bebé es mío.

—Louis.

—Es solo ¿Cuándo?

Se sonrojo mirando su regazo. —Unos días antes de terminar, en el sillón cuando tuvimos esa discusión y me empezaste a besar y-

—Ya—Louis lo cortó abochornado.

—Sé que las cosas entre nosotros terminaron, pero tampoco quiero darte está responsabilidad, no me gustaría pelear porque no ves-

Harry se calló cuando la mirada de Louis parecía que estaba a punto de clavarle mil dagas en segundos. Desvío la mirada pero termino mirando al castaño cuando esté se levantó de donde estaba y se sentó a su lado. Parpadeo y las mariposas saltaron a volar cuando las manos de Louis tomaron las suyas y beso sus nudillos varias veces.

—Estas mal si piensas que no estaré para nuestro hijo.

—¿Estás feliz por la noticia?—se atrevió a preguntar.

—Malditamente feliz—Louis sonrió con emoción reflejándose en sus orbes azules—. No sabes lo contento que estoy con la noticia, me tomo un poco de sorpresa no esperaba esto, pero no creas que no estoy emocionado, que no quiero esto. Déjame estar en todo el embarazo por favor.

—Esperaba que dijeras eso—acepto con la voz temblorosa mientras algunas lágrimas caían cuando Louis beso su mano un par de veces más—. Estoy emocionado y aterrado por los cambios, pero más feliz que aterrado.

—Estaré para ti, además tienes a Niall y Liam. ¿Ellos ya lo saben?

—Sí—Harry rio alejando sus manos—, en realidad estaba siéndome mal y Niall soltó en broma que está embarazado y luego recordé aquel día y bueno aquí estamos.

Louis se sonrojo de igual manera. Un momento de debilidad, estuvo mal arreglar sus problemas con Sexo, eso tuvo dos consecuencias, quizás, la razón por la que nunca hablaron correctamente y eso hizo que su relación terminara y de que estuviera embarazado. Ahora veían las consecuencias.

—Déjame acompañarte a tu siguiente cita y quizás debamos empezar a tratarnos como amigos por el bebé ¿No?

—Supongo.

Esto iba hacer demasiado difícil, demasiado, ni siquiera quería pensarlo. Bajo la mirada unos cuantos segundos antes de sentir los ojos de Louis sobre él y encontrárselo mirándolo fijamente, se removió tímido.

—¿Qué?

—Se nota, digo, que estás embarazado—Louis rio suavemente con felicidad—. Tienes ese maldito brillo, ese que dicen que tienen las personas embarazadas y luces especialmente precioso hoy, siempre lo estás, pero hoy luces deslumbrante.

Harry parpadeo sonrojándose tanto que tuvo que tomar de su té para no tener que contestar, para que el calor en él bajara y para evitar la mirada.

Si que iba a ser difícil.





—¿Estás emocionado?

Louis lo miró unos breves momentos, que para Harry fueron largos y los aprecio para fijarse en el color de los ojos del castaño. Lo vio asentir y podía notar en sus movimientos que estaba nervioso y emocionado para estar para el ahí en los estudios. Habían pasado dos semanas y era su revisión con el obstetra para checar cómo iba el embarazo y ver al bebé, aunque aún era muy pequeñito y apenas se estaba formando, pero ambos estaban demasiado emocionados y más él sabiendo que Louis estaría ahí.

Se tomaba en serio ser padre. Todos los días tenía mensajes preguntando cómo estaba y si necesitaba algo. Y hace unos cuantos días Louis se ha tomado el tiempo de ir a su departamento y quedarse un rato con el hablando del bebé, de cómo le está yendo con los síntomas, y si está comiendo bien. Al principio fue un poco raro e incómodo porque no era fácil volver a estar en el mismo espacio que Louis cuando dijeron que nunca lo harían, pero solo tomo dos visitas más para que se relajarán y volvieran a ser los mismos que cuando eran novios, quitando los besos, las caricias furtivas y los "te amo", pero Louis lo ha estado llamando con apodos. Apodos que le llenan el corazón y lo hacen caer más.

Cuando detuvo el auto Louis se giró hacia él para hablar mejor antes de entrar.

—Demasiado, tanto que estoy sudando.

—Nos irá bien—lo calmo—. Niall, estuvo igual que tú o peor, y ni siquiera era el padre.

—¿Está feliz de que vayamos hacer padre?—Louis pregunto.

—Mucho, igual Liam—bajo su mirada antes de suspirar—. ¿Tú ya le dijiste a tu familia? ¿A tu madre? Bueno es que a ella no le caigo bien y no dudo en que-

—Detente—Louis pidió un tanto cansado de que vayan a discutir una vez más por lo mismo. Lo menos que quería era que lo hicieran antes de entrar al médico—. En realidad no la he visto, y no creo que vaya a decirle.

—¿Por qué? ¿Sucedió algo?

—Discutimos. Estaba enojado de que te tratara de esa manera, claramente no le pareció. Y la amo que me dio miedo perderla por eso no hice nada—Louis deja caer la cabeza en el respaldo del asiento un tanto frustrado—, pero me di cuenta tarde que perdí a la persona que se volvió parte fundamental de mi vida. Discutí con ella sobre tratarte de esa manera, y mi madre parecía estar tan feliz que las cosas entre nosotros no hayan funcionado que le dije que si estaba tan feliz por hacer que mi relación no funcionará que no iba a volver a verme. Le dije que ya era un adulto como para decidir por mí y desde ahí no hemos vuelto hablar. Estoy cansado de que quería controlar mi vida, cada aspecto de ella. He sido apegado a ella que sentí que tenía un motivo, me cegó y reaccione tarde.

Parpadeo un tanto impresionado, sin saber que decir, como reaccionar. Cada palabra que ha dicho Louis lo ha tomado por sorpresa y lo ha afectado, empezando porque ha dicho que es una persona fundamental en su vida y siguiendo que ha dicho que tomo un error al dejarlo ir. Y en cierta parte lo podía entender, siempre ha visto lo apegado que ha sido a su madre que alejarse de ella debe ser un paso difícil en su vida.

En parte se siente bien por saber que Louis debe estar un poco más libre, sin tener a alguien que vigile cada uno de sus pasos al caminar, que vigile cada cosita que hiciera. Elena era una buena madre, a pesar de que lo trataba mal, podía ver cuánto quería a Louis, pero no dejaba de inspeccionar cada aspecto de la vida del ojiazul, pero debe imaginar lo difícil que debe estar siendo para Louis.

—Lo siento tanto, Lou—se inclinó un poco para colocar una mano sobre la de él—. Me imagino que debe estar siendo difícil para ti.

—Sí, un poco, pero sin duda me siento más libre. Si ella quiere volver a verme debe cambiar, de entender que soy adulto y nunca dejare que vuelva hablarte de esa manera y más que estás esperando a mi hijo.

—Louis...

—Siento si es tarde—hace una mueca—, pero nos seguiremos viendo por el bebé así que debe entender que seguirás siendo parte de mi vida. Y en cuanto a mis hermanas seguro le harán feliz la noticia, ellas te adoraban ¿Lo sabes, verdad?

—Sí—dice con la voz entre cortada.

Trata de aguantar las lágrimas, pero simplemente está siendo difícil más con lo que ha dicho Louis y en cómo sus palabras suenan sinceras, el arrepentimiento se refleja en sus ojos, en sus palabras. Parpadea tomando aire cuando Louis se inclina tomando su barbilla y le besa la frente.

No entiende cómo es que quiere que mantenga su corazón encerrado en una caja, como es que pensó en que sería fácil sepultar sus sentimientos bajo tierra si Louis lo trataba de esta forma tan delicada, mostrando lo feliz que estaba de que él fuera el padre de su bebé. Nunca pensó que se podría amar más, sentir que aún podía abarcar más amor en él, pero Louis le estaba demostrando que podía ser verdad, que podía amarlo un tanto más cada día.

O solo se deba a qué está tan embarazado y sus emociones, su humor y sus sentimientos están a flor de piel todos los días, o quizás se deba a qué siempre ha estado enamorado de Louis, no importa que pase entre ellos aún lo ama como la primera vez.



—¿Qué sucede?

Se gira hacia Louis quien está acostado en la cama mirando cómo ha estado plantado frente a él espejo mirando su vientre. Frunce su ceño caminando hasta Louis para acostarse a su lado e inmediatamente sentir los dedos del castaño alzar su camisa y acariciar su vientre.

—Nada, es solo que es raro.

—¿Qué es raro, amor?—Louis pregunto con ese apodo incluido que lo hizo sonreír como un tonto.

—El hecho de que parezco una ballena con tan solo dos meses y medio de embarazo—bromeo, peor estaba confundido. Sin pensarlo mucho busco la mano de Louis que acariciaba su vientre para entrelazar sus manos juntas—. Lo que quiero decir es que mamá cuando estaba embarazada de mí, tenía una panza pequeña y he visto a embarazadas en este mes de embarazo y su vientre no luce tan grande. Es raro.

Ha notado como es que su vientre crece cada día y no parece que este cargado a solo un bebé. E incluso las náuseas y vómitos son tan frecuentes que son molestos. Giró para mirar a Louis cuando esté se alejó sentándose, luce serio que por un momento se preocupaba, pero cuando una sonrisa ligera ocupa el rostro del castaño respira nuevamente, aunque no le termina convenciendo.

—O...

—¿O qué?

—Sean dos—Louis suelta tan casual—. Sabes que en mi familia es normal ese tipo de embarazos.

Señala, Harry abre la boca antes de sentarse tan rápido en la cama llevándose una mano al pecho. Le va a terminar dando una ataque y aquí sería su fin, eso es claro. ¡Dos bebés! ¡No uno, sino dos! Y no es nada confirmado, pero vamos, no necesitaban ir al obstetra ahora para confirmarlo. El tamaño de su vientre no es normal para que solo haya un bebé ahí dentro, además Louis tenía razón su familia era de gemelos y mellizos y sus genes eran fuertes.

Si con uno ya le estaba dando una crisis, ahora con la posibilidad de que sean dos no sabe que sentir que solo mira a Louis enfadado. Todo es su culpa.

—No digas eso.

—¿Por qué no?—Louis se acercó a él.

—Porque nosotros no—no somos nada y no quiero que mis bebés no tengan a sus padres juntos. Completo en su cabeza—. Somos padres primerizos.

—Lo somos, pero no es nada que se nos vaya ir de las manos—Louis suspira atrayéndolo para acariciar su vientre—, además solo es una posibilidad. ¿No gustarían dos niños correteando por ahí? ¿Vestirlos igual?

—Oh, cállate porque eso suena tan lindo.

—¿Ves? No sería tan malo. Dejemos que nos lo confirmen en tu siguiente revisión, no tenemos que apresurar nada—Lo calmo—. Ahora que te parece que vaya por algún antojo tuyo y nos relajamos un poco.

—Bien.

—Perfecto—le beso la cabeza levantándose—. Tú quédate aquí y sigue mirando esa película y deja de pensar que te vez como un ballena porque te vez sumamente precioso hoy. Recuerda, brillo del embarazo, aunque debo decir que siempre lo has tenido.

Con eso Louis le guiño el ojo y salió del lugar. Cuando la puerta se cerró se dejó caer en la cama con una gran sonrisa en el rostro y sintiéndose bonito y especial. El castaño siempre lograba hacerlo sentir así.




Se acomodo mejor, con lo que podía con una panza de cuatro meses de embarazo de mellizos, porque Louis al final del día tuvo razón. No solo estaban esperando un bebé, sino dos y antes de ir al médico se hizo la idea, aunque lo termino tomando de sorpresa causando algunas lágrimas emotivas, con Louis tomando su mano con fuerza y soltando algún par de lágrimas por ahí. Parece que el universo no le basto con reunirlo con Louis gracias a un bebé, sino que mando dos.

Y estaba siendo el doble de difícil, pero estaba demasiado feliz. Iba a tener dos bebés en unos cuantos meses y no podía esperar a criarlos junto con Louis. Ahora mismo estaba en la cama acostado, aburrido sin nada que hacer en un sábado por la tarde.

Busco su teléfono entre las sábanas y miro entre el número de Niall, el de Liam o el de Louis. A quién engañaba quería tener a Louis ahora mismo a su lado susurrándole palabras de aliento, seguía enamorándose de él y quería cualquiera excusa para tenerlo cerca.

No lo pensó mucho cuando marcó su número y se llevó el teléfono a la oreja acariciando su vientre con suavidad.

—¿Harry? ¿Sucede algo?

—No nada—suspiro—. Es solo que... Me está dando picazón en el vientre y quería ponerme la crema que me compraste y no alcanzo a llegar. Estoy cargado dos de tus bebés.

Mintió. Simplemente no quería admitir que solo lo quería a su lado, nada más, que tuvo que buscar una tonta excusa para atraerlo a su casa.

—Estaré ahí en un par de minutos. ¿Algo que se te antoje?

—Pop tarts de fresa.

—Dame quince minutos y ahí estaré—Louis aviso.

—La llave está donde siempre.

Louis río. —No te preocupes, aún tengo tu llave. Usaré esa para entrar, la encontré hace unos días y pensaba devolvértela, pero con esto del embarazo pensaba en quedármela para entrar rápido.

—Oh—soltó—. Me parece adecuado.

El ojiazul tarareo una respuesta antes de cortar la llamada y dejar a Harry un tanto mareado de amor. Esto era lo que necesitaba, tener a Louis a su lado. Solo estaba siendo un embarazado caprichoso con tener a su amado cerca y es que Louis y él no eran nada, las cosas entre ellos terminaron pero el amor seguía flotando en el aire y ninguno de los dos podía pretender que se dejaron de amar de un día para otro.

Y ninguno de los dos hacia nada por cambiar la situación entre ellos, estaban dejando todo a la deriva, así nada más.

Harry espero pacientemente con una pijama suave puesta, acostado entre las sábanas y tratando de no moverse mucho. Estaba empezando a dormitar cuando el sonido de unas llaves llamo su atención. El revoloteo en su estómago podía confundirse con los movimientos de los bebés, que no era el caso porque aún no los podía sentir, o por lo enamorado que estaba.

La segunda es la respuesta correcta.

Se sentó en la cama para esperar pacientemente a que Louis entrara por la puerta. Cuando lo hizo lucía extremadamente guapo que Harry podría babear, pero miro hacia otra parte centrando su atención en un objeto.

—Aquí está tu antojo, aunque traje algunas fresas.

—¿Y mi masaje?—pregunto.

—Solo acomódate, por mientras iré a buscar la crema—Louis sonrió tiernamente antes de levantarse y entrar al baño donde Harry tenía sus productos.

Le hizo caso y se acomodo mejor, apoyándose en el respaldo de la cama y alzó su camisa de pijama para dejar a la vista su hinchado vientre. Louis siempre era sonrisas cuando lo veía, amando como sus bebés estaban creciendo. Mientras el castaño se hacía cargado de esparcirle la crema el comió un par de fresas y veía una serie, aunque por ratos cerraba los ojos ante las caricias suaves.

Abrió lentamente sus ojos encontrándose a Louis mirándolo de aquella forma. Lo único que quiere es acercarlo y besarlo, quiere besos, pero se termina sonrojando.

—Louis, cuéntame algo.

—¿Qué quieres saber?—Louis detiene sus movimientos solo para subir a la cama y sentarse en el respaldo de la cama y abrir sus piernas. Harry no tarda en captar y se acomoda en ellas apoyando su espalda en el pecho del castaño. Inmediatamente recibe caricias.

—Lo que sea, solo quiero escuchar tu voz.

Y lo hace. Se quedan en la cama de esa manera, con Louis contándole de su día, de su adolescencia, aunque por momento nota nostalgia en ella cuando habla de su madre. Harry termina durmiéndose en sus brazos con Louis acariciándole el cabello. Cuando la noche se hace presente y el rizado despierta, decide hacerle una pizza a Louis hecha por el mismo para agradecerle. Terminan comiendo antes de que se despidan y tomen caminos separados.

Justo como lo han hecho estos meses.

Louis le coloco una mano en la espalda guiándolo por el centro comercial. Estaban un poco cansados, pero emocionados por empezar a comprar cositas para su bebé. Estaban empezando por las cosas pequeñas, como ropa, juguetes, mantas entre otras cosas antes de realmente comprar una cuna, muebles y demás cosas. Eso era lo que menos le preocupaba, sino que aún no tenían designados la habitación de los bebés o como harían para estar ahí en las noches cuando los bebés busquen atención, Harry no quería hacerlo solo y sabía muy bien que Louis no lo dejaría, pero el hecho de que no estaban juntos lo hacía sentirse un poco cohibido.

Alejó esos pensamientos. Luego verían como resolver aquellas cuestiones. Se centro mejor en caminar y mirar las tiendas buscando otras cositas que pudiesen servirles. Sus dos bebés, eran mellizos, una niña y un niño y no podía estar más contento con eso. Obtenían un poco de cosas en cada tienda que pasaban, incluso ropa para él, que ya estaba aumentando un par de tallas más.

—Louis—se detuvo haciendo que el castaño hiciera lo mismo—, estoy cansado.

—¿Quieres sentarte a tomar algo unos momentos? ¿No se te antoja algo? Casi no comiste bien en la mañana.

Harry sonrió ante la preocupación que expresaba Louis y la buena memoria que tenía. Su pequeño amor inteligente y amoroso.

—Por favor.

El ojiazul asintió tomando su mano te entrelazándolas. Mordió su labio mirando de reojo como Louis lo tomaba de la mano y lo guiaba. Ha pasado años desde que fue la primera vez que el castaño se atrevió a tomarlo de la mano y ha pasado ya otro tiempo sin que lo hiciera que se siente como si fuese la primera vez que lo hace, incluso está teniendo la misma reacción como la primera vez.

Se estaban volvieron a enamorar en cada pasito de su embarazo y eso le gustaba a Harry, pero odiaba la parte en que volvieron hacer esos muchachos avergonzados, tímidos e inseguros que les daba miedo admitirse sus sentimientos al otro, de tener miedo de tomar la mano del otro.

Suspiró atontado siguiendo el paso antes de detenerse abruptamente cuando la vio. A la madre de Louis frente a ellos mirando sus manos juntas antes de que su mirada cayera en su vientre hinchado, por instinto se puso detrás de Louis y él beso su mejilla y le sostuvo la mano con más fuerza.

—Louis, cariño.

—¿Necesitas algo?—sus palabras sonaban frías.

—He estado llamándote, y fui a buscaste un par de veces a tu departamento.

—He estado muy ocupado—explico con ese tono duro, estando alerta en todo momento. Ha estado en su departamento todos los días—. ¿Para qué me buscas?

—Para disculparme—ella soltó antes de que su mirada cayera en él impresionada y afectada del hecho de su embarazo—. ¿Estás...?

—Lo estoy. Son los bebés de Louis.

—¿Cuando? Se nota avanzado—ella parpadea antes de decir—: ¿Bebés?

—Son mellizos—esta vez Louis contesta—. Mira si vas a decir algo hacia Harry ahórratelo.

Harry desenganchó sus manos para llevarlo al brazo de Louis y dejar un beso en su hombro. Se notaba que lo necesitaba. Nunca lo había escuchado hablar de esa manera, había esperado que hiciera eso desde un comienzo, pero entendía lo asustado que estaba por perder a su madre y ahora está aquí defendiéndolos, a él y a sus bebés. Se notaba que quería estás para su familia y ellos se han convertido en eso, aún cuando los bebés no nacen, pero podía ver la tristeza en sus palabras.

Elena se veía dolida ante las palabras de su hijo, pero podía percibir arrepentimiento en su máxima expresión.

—En realidad, tengo que disculparme con ambos—su mirada cayó en él—. Incluso iba a buscarte, no era justo que mi hijo pagará con las cosas que te he dicho. Discúlpame, Harry, nunca debí tratarte de esa forma, no cuando lo hacías demasiado feliz a Louis y cuando solo has demostrado lo amable y hermosa persona que eres.

—Mamá...

—Y perdóname, Louis por todo. Tienes razón, debo dejar que tomes tus propias decisiones y siento todo. Estoy pagándolo caro—Ella dijo mirando su vientre—. Vas hacer padre y yo no lo sabía y Harry luces radiante cargando a mis nietos.

—¿Y qué quieres?

—Permitirme estar ahí para ti de nuevo, para ustedes—aclaro—. ¿Los espero mañana en la casa? Para hablar y me gustaría darte consejos, Harry, ver cómo va con tu embarazo.

—No creo que-

—Ahí estaremos. Nos encantaría ir—Harry lo corto acercándose a la mamá de Louis—. Y me haría demasiado bien esos consejos.

—Los espero entonces—Ella le sonrió totalmente honesta. Ella miro su vientre—. ¿Crees que pueda?

—Claro.

Acepto. Elena coloco una mano en su vientre acariciando suavemente ahí, sus ojos se llenaron de lágrimas antes de alzar su mirada y mirarlo. Todo lo que veía en ellos era puro. Podía ver el arrepentimiento, el amor que estaba descubriendo al darse cuenta de que tendrá nietos y que su hijo estaba por convertirse en padre. Harry no podría alejarla, no con todo ese dolor y arrepentimiento en ella. Aún no era padre, pero entendía un poquito porque era así con Louis.

Y no quería que Louis se alejara de ella y le haría bien a sus hijos conocer a toda la familia del castaño.

Antes de que Elena se fuera abrazo con fuerza a Louis y no pudo evitar que sus ojos se llenarán de lágrimas cuando vio como el castaño le devolvía el abrazo con fuerza. Cuando ella se marchó Louis tomo su mano de nuevo acercándolo para besar su frente.

—¿Por qué?

Harry suspiro. —Se notaba arrepentida y se perdonar Louis. Vamos a darle una segunda oportunidad, además le hará bien a nuestros hijos estar con tu familia.

—Eres demasiado bueno para este mundo.

Sentenció besando su frente una vez más. Harry se enamoraba un tantito más con eso.



—¡Uhm!, mierda.

Harry arqueó la espalda cuando tocó su punto varias veces con un poco de dificultad debido a su enorme vientre. Ha estado demasiado caliente en el día. Estuvo haciendo las compras, arreglando su habitación y cuando llegó a la cama no puedo evitar deshacerse de sus pantalones y quedarse en esa sudadera ancha de Louis y masturbarse un rato, sin embargo, no ayudaba mucho, necesitaba a Louis, necesita escuchar su voz o que simplemente lo follara con fuerza como él sabe hacerlo, como sabe que le gusta.

Para su lamento, Louis y él no eran nada como para pedirle que viniese a follarlo. Y es una desesperación porque no ha tenido sexo adecuado desde que terminaron, solo usando sus dedos y sus juguetes, pero lo único que consiguió en estos momentos eran sus dedos y no se sentía tan adecuados, no lograban llenarlo y no conseguía llegar.

Con todo ese calor remolinándose en su vientre y sus dedos entrando y saliendo de su entrada consiguió buscar sus teléfono en la mesita de noche y marco el teléfono de Louis colocándolo en altavoz. No había nadie en casa, vivía solo y estaba embarazado y muy caliente que era una buena excusa y merecía esto.

—Louu—arrastro las palabras lloriqueando de placer cuando escucho que contesto.

—¿Cariño, estás bien? Te escuchas mal, ¿Amor, sucedió algo?

—Sí, bueno uhm

—¿Te sientes mal? Dios, solo dime y estaré ahí en este momento—la preocupación en la voz era clara y Harry se sentía mal por llamarlo sabiendo que debe estar en su trabajo y él está ahí tocándose.

—¡Louis, si mierda, más!

Dejó escapar cuando tocó su punto de nuevo deshaciéndose de gemidos. El castaño retuvo la respiración, podía escucharlo. Dios santo, cuando se recuperó un poco sus mejillas se incendiaron totalmente, quería tomar el teléfono y tirarlo del otro lado del lugar. Estaba demasiado abochornado, un momento debilidad e hizo esto.

Se le olvidó cuando la presión en su vientre se hizo presente y estaba tratando de conseguir su orgasmo.

—¿Estás, estás tocándote?

—Estoy caliente, Louis—jadeo con fuerza—. Te necesito, necesito escuchar tu voz.

Ya no le importaba nada más, lo único que quería era que Louis le soltará palabras sucias, de esa que ama escuchar cuando lo hacen. Sentir que está cerca, que son los dedos de Louis jodiéndolo. Al momento no escucho nada, parece que lo ha tomado por sorpresa, después lo escucha soltar maldiciones al aire y cerrar un par de puertas.

Se acomoda mejor en la cama jugando con su entrada. Tiene las mejillas encendidas, labios rojos de tantos morderlos para callar los soniditos que desean escapar de sus labios y el cabello se le ha pegado en la frente por el sudor y sus pezones están duros que logra capturar uno de ellos debajo de su sudadera y jugar con ella.

—¿Qué haces ahora, amor?

—T-tocándome, Lou—suspira antes de que se le escape otros gemidos suaves que hacen que Louis cierre los ojos con fuerza del otro lado.

—¿Si? ¿Apuesto que piensas en mi? ¿No es así? Piensas que mis dedos son los que están jodiendo tu bonita entrada, que mis dedos están jugando con tus pezones.

Harry suelta gemidos ante las palabras del ojiazul. Es lo único que piensa, no ha parado de pensar en Louis en todo el rato. Pensar en sus fuertes brazos que a veces lo tomaban y lo follaban contra la pared, en sus profundos ojos, en sus sucios besos bajo las sábanas en un día caluroso y en sus manos traviesas.

Siempre ha pensando en él.

—Sí, amor, siempre en ti.

—Eres todo un sucio y un caprichoso. Apuesto a que tus dedos no te abren cómo lo haría mi polla. Vamos bebé, acelera tus movimientos.

Y lo hace, mueve sus dedos dentro de él mientras con la otra mano juega con sus pezones. Las palabras sucias que Louis suelta a su paso lo hacen venirse en cuestión de minutos, corriéndose de manera fuerte sobre su vientre. Hace un desastre en las sábanas y su respiración tarda en volver a la normalidad, pero Louis le susurra lo bien que lo ha hecho y no tarda en sentirse avergonzado que cuelga el teléfono y entra bajo las sábanas cuando Louis viene.

Louis pone una mano en su muslo por encima de las sábanas murmurando un "no te sientas avergonzado" con esa sonrisa engreída en su rostro. Tarda en salir de las sábanas y reír de la vergüenza.

No vuelven a tocar el tema, pero Harry lo llama una vez más al siguiente día y Louis está listo para ayudar.




—¿Tengo que comer también esos vegetales?—pregunta Louis desde la silla donde está sentado apreciando como Harry cocina y se pasea por la cocina con la música un poquito alta, lo suficientemente baja para hablar entre ellos.

Harry rueda los ojos dejando los platos en la isla de la cocina. —Sí. Ambos debemos cuidar de nuestra alimentación aún cuando solo yo esté embarazado. Además he estado comiendo esas chucherías toda la semana.

Ha tenido bastantes antojos, nada sanos para su figura, pero que no los puede contener y menos con Louis preguntándole antes de venir si se le antojaba algo. Siempre trayendo de más y llenando la alacena o su refrigerador de esas cosas dulces y cosas chatarras, pero también trayéndole fruta y jugos deliciosos naturales.

Está siguiendo los consejos de la madre de Louis, quien extrañamente han conectado de una manera increíble. Lo cual lo hace sentirse mejor porque nunca tuvieron un tiempo de conocerse realmente y con el embarazo lo han estado haciendo y ahora tienen una amistad. Elena siempre está al pendiente de su embarazo, viniendo de visita un par de veces y trayendo regalos para su bebé y para él. Louis es el más contento con este nuevo acercamiento y podía ver el arrepentimiento de Elena cuando le contó que las cosas entre Louis y él solo eran de amistad y por los bebés.

Y su cabeza ha estado rondando en su consejo de darle una oportunidad a su hijo. Y no hay nada más que desee que eso, de darse una nueva oportunidad con Louis, de ser una familia, pero se siente un poco tonto por sentir el mismo miedo que al principio que se conforma con lo poco que obtiene.

—Bien—se queja levantándose para buscar los cubiertos cuando lo ve detenerse y sonreír.

Le toma un par de segundos entenderlo. Cuando aquella tonada suave llena el espacio y Louis lo mira con las cejas alzadas. Lo conoce tan bien que se le eleva la temperatura a las mejillas y lo mira esperando cualquier cosa. No tarda en que el castaño suelte una risa suave y se acerca a él tendiéndole una mano. Harry luce expectante.

—Vamos, sé que quieres.

Harry no sabe muy bien si el revoloteo en su vientre es por sus bebés en movimiento o porque Louis lo hace sentir. Quizás, sea lo segundo porque en este instante tiene ganas de llorar y más cuando Louis está aquí con una mano frente a él y con Lover sonando en toda la cocina. Y con lo que le gusta bailar y más con esa romántica canción. El recuerdo de sus bailes con esa canción se hacen presente que no tarda en sostener la mano del castaño y dejarse llevar.

Empieza a moverse lentamente, con dificultad por su embarazo y porque la tonada es suave y los hace bailar por toda la cocina, con Louis sosteniéndolo con cuidado y delicadeza. Harry se sonroja tanto que podría expresar sus sentimientos con solo eso y está seguro que Louis ya lo sabe.

—Vamos, mi amor, gira—Louis ínsita sosteniéndole la mano por encima.

Lo hace. Da un par de vueltas suaves riendo antes de que la respiración se le estanque en sus pulmones mientras Louis lo atrae con una mano en su cintura y la otra sosteniéndole la barbilla mientras empieza a cantarle cerca de los labios.

No debe ser normal amar tanto, sentir como su corazón empieza a latir de manera constante en tan pocos segundos, pero lo hace. Ama a Louis. Se deja hacer, con Louis cantándole aquellas partes que se ha aprendido de memoria de tanto escuchar y que de alguna manera representa toda su relación. Alcanza a cerrar los ojos y sentir su suave voz en los oídos, su suave tacto.

Lover.

Finaliza y antes de que incluso tuviera la oportunidad de abrir los ojos, sus labios son tomados por los de Louis en un necesitado beso, pero no son de esos besos hambrientos y calientes, sino son besos cargados de amor, promesa y son lentos y pausados. De esos besos que se dan cuando no has visto a esa persona por días, semanas o incluso meses. Busca la manera de deslizar sus manos por el rostro de Louis y sujetarlo con fuerza con temor de que estuviera soñando y en cualquier momento pudiese despertar y ver qué todo ha sido parte de su imaginación.

No es así. Los labios de Louis son suaves y están presentes todo el tiempo para saber que no es parte de un sueño. Jadea bajo mientras deja que el castaño lo bese a su antojo, que saciará sus deseos en sus labios.

Cuando se separan sus labios se sienten inmóviles de tanto besarse.

—Louis.

—No sabes cuándo he necesitado y he querido hacer esto—Louis recupera la respiración—. Desde que te vi en ese restaurante sentado.

—¿Si?

—Demasiado. Iba a volverme loco si no lo hacía—Louis ríe un poco loco—. En serio, Harry no puedo más. No puedo pretender que solo quiero ser tu amigo, cuando vamos a tener dos bebés y te sigo amando tanto. No me pidas que solo sea el padre de tus bebés.

Harry sonríe abrazándolo del cuello un poco cansado y sentimental. —No lo hagas entonces. Yo tampoco quiero solo eso. Quiero todo.

—¿Todo lo que incluye?

—¿Depende de que es todo eso que incluye?—Harry cuestiona.

Louis sonríe antes de empujarlo con tanta suavidad para recargarlo en la pared y llevar sus labios cerca de su oreja.

—Una vida juntos, nada más.

Y Harry sería tonto como para no aceptar.



Gruño cansado antes de sentarse y mirar a Louis dormir profundamente que le daba cierta culpa tener que despertarlo, pero eran las dos de la mañana y los mellizos de han despertado llorando, quizás por hambre o por arrullos suaves y escuchar las voces de sus padres. Gateo hasta Louis quitándole el cabello que ha caído por su cabello antes de inclinarse y besarlo suavemente. No le vendría despertar de esta manera, que hacerlo con los lloriqueos de sus hijos y con el llamado de Harry.

No tardó en despertarse. Sonrió sobre sus labios y lo alcanzó tomándolo de la cintura para cambiar la posición. Harry se vio presionado en el colchón con los labios de Louis conectados a los suyos besándolo con profundidad antes de que el ojiazul captará todo y se alejara a regañadientes.

Se levantó riendo divertido. Caminó hasta la cuna que han colocado en su habitación por el momento y tomó primero a Olivia quien estaba despierta soltando pequeños lloriqueos con los ojos bañados de lágrimas. Con ella en brazos camino hasta Louis para dejarla en sus brazos y regreso por Oliver, quien soltaba balbuceos y lloriqueos al mismo tiempo.

—Iré a prepararles su biberón—Harry aviso.

Louis se levantó siguiéndolo hasta la cocina y tomando en brazos a los dos bebés mientras el rizado se encargaba de preparar la leche para los dos bebés. No tardó en que los bebés comieron y sus ojitos empezaron a cerrarse de nuevo por los arrullos y canciones susurradas por lo bajo. Cuando cayeron dormidos regresaron a la habitación dejándolo a ambos en la cuna.

Ambos bebés eran unos angelitos. Eran tranquilos y muy curiosos siempre queriendo descubrir cada rincón de la casa y tocar todo. Eran calmados y reían con constancia que los hacía sentir que estaba haciendo un gran trabajo.

Louis lo tomó de la mano y lo guío de regreso a la cama. A su suave lecho. Se acomodaron para seguir durmiendo pero Louis tenía otros planes dejando besos suaves en su hombro desnudo y en su mejilla.

—No sabes cómo me alegro que los bebés nos hayan arruinado los planes de una buena manera. Sino no nos hubiéramos dado una oportunidad y hubiésemos sido patéticos lejos del otro.

—Sí...

—Ahora estamos en planes de comprar una casa, tenemos dos bebés y nuestras familias se llevan bien—Louis deslizo su mano debajo de su camisa de pijama sintiendo la suavidad entre la yema de sus dedos—. Y apunto de agrandar nuestra familia.

—Estás loco—murmuro por lo último.

—Vamos, sabes que también deseas tener más bebés y ya te has dado cuenta que nos salen preciosos.

Harry río tiernamente para darse la vuelta y acercar su rostro al de Louis. —Primero pídeme matrimonio y luego pensábamos en más bebés.

—Créeme será más pronto de lo que piensas.

Abrió sus ojos un tanto sorprendido y con tantas cosas que decir que murieron en su boca cuando Louis lo calló con un beso lleno de promesas para toda la vida.

Después de todo tuvieron una segunda oportunidad y dos bebés.

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