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Little disagreements

Gracias a sus amigos, Harry y Louis van a una cita a ciegas, no sale como lo planeado. Terminan odiándose y dándose cuenta que son destinados.

Tag: Omegaverse, enemies to lovers, destinados.


Gira hacia Liam profundizando su ceño, pero no es en un gesto de enfado, aunque debería serlo por lo que le está proponiendo, solo es un gesto de confusión, de curiosidad y un poco de picardía. Lo ha escuchado hablar a sus espaldas mientras él se encontraba sentado sobre la cama con un ukelele en el regazo mientras tocaba con suavidad, había estado un poco metido en sus pensamientos, pero cuando escucho a su amigo cambiar de tema y sacar a colación lo que ha estado haciendo a su espaldas sin consultarle antes, es que detuvo sus movimientos y giró hacia él. Debería sentirse enfadado, dolido e incluso incrédulo pero es todo lo contrario está confundido y curioso y solo piensa en que era una buena idea.

Liam le ha hecho una cita a ciegas con el amigo de Zayn, han acordado que ambos han estado solteros unos cuantos meses y que necesitan un poco de romance, diversión y compañía en vida. Harry no va a negarlo, quiere eso y la vida no ya sido generosa con él al ponerle en frente a alfas que no han valido la pena y que le han roto un poco su corazón. Ha tenido un par de citas por ahí y por allá sin nada más allá de unos cuantos besos. Él en verdad quiere una relación formal, duradera y mejor si ese alfa era su destinado.

Simplemente no le vendría mal ir a otra cita con un alfa, según palabras de Liam, era inteligente, amable, divertido y demasiado guapo. Todo lo que ha deseado Harry en un alfa.

Y tanto Liam como Niall siempre han hablado maravillas de aquel alfa, que por extraños motivos no ha podido conocerlo. Uno de los dos terminaba cancelando la salida o simplemente no iba por cuestiones personales. Está interesado y ansioso por conocerlo y más con las palabras de sus amigos y de algunos conocido de la universidad. Porque si, ni siquiera estudiando en la misma universidad se han encontrado, es como si el universo mismo se empeñara en alejarlos lo más posible y Harry moría por conocer a ese dulce alfa del cual ha escuchado hablar.

Deja el ukelele en un sitio en su cama y así no terminar golpeando a su amigo con esta. Se cruza de brazos queriendo parecer enfadado porque ha hecho planes a sus espaldas.

—¿Qué has hecho qué?

—Te he planeado una cita a ciegas—reitera de nuevo Liam como si no hubiese escuchado a la perfección.

—¿Cómo por qué?

Y Harry cree el saber porque su amigo le ha hecho una cita a ciegas sin consultárselo antes. ¿Qué pensaba? ¿Que aceptaría? ¿Qué unas horas antes lo podría empujar hacia esa cita? Claramente, estaba pensando seriamente en aceptar, porque tiene mucha curiosidad de conoce a ese alfa y de divertirse un rato, además de que si permanece en casa nunca podría conocer a su pareja destinada.

—Estaba hablado con Zayn ayer—Se detiene unos momentos—, ya sabes, el amigo de Louis y nos pareció curioso que ustedes dos no se hayan conocido todavía y llegamos a la conclusión de que se completamentarían y harían uno bonita pareja.

Se sonroja. —¿Cómo estás tan seguro que puede llegar a gustarme o caerme bien?

Liam se acerca a él colocándole una mano en la pierna. —Te conozco mejor que nadie. Además Louis es un buen alfa, es divertido, tiene ojos azules y créeme tiene todo lo que te gusta y más.

Trata de no parecer emocionado con la idea de conocerlo, de saber que pueden congeniar y él en serio quiere intentarlo de nuevo con un alfa que en verdad valiera la pena, que fuese amable y atento con él, aunque no quiere ceder tan rápido. No necesita pensar mucho en aceptar porque ya lo ha hecho en su cabeza desde que soltó sobre que la cita sería con ese tal Louis, que el Omega ya se ha hecho grandes expectativas y ya checado sus pendientes mentalmente para saber si está demasiado ocupado el viernes, para su suerte tiene parte de la tarde libre y toda la noche.

Suspira profundamente. Puede que esté un poco emocionado y quiera aceptar, pero eso no le quita la inseguridad de volver a tener una cita desastrosa y que al final de la noche tenga este pensamiento de que hubiese sido mejor no haber aceptado o haber cancelado a último momento.

—¿Entonces vas a aceptar?

—¿Louis, lo ha hecho?—pregunta.

—Sí, un poco testarudo pero lo ha hecho—Liam ríe divertido, tratando de aligerar el momento—. Se ha comprometido a escoger un bonito restaurante y en serio es un buen alfa que estoy seguro que al final de la noche me vas a agradecer haber planeado está cita.

Muerde sus labios un poco indeciso si en hacerlo, pero parece que Louis es un buen alfa y no quiere ser grosero en no aceptar la cita. Incluso si no sale como lo planeado pueden tener una amistad o si Harry tiene la suerte puede que se de algo más. No quiere apresurar nada, pero ya tiene una gran expectativa.

Suspira asintiendo. Liam abre los ojos esperando a que le confirmara que va a ir a esa cita.

—¿Eso es un si?—Liam pregunta.

—Sí, está bien—sonríe un poquito tímido. Lo señala amenazadoramente con un dedo—. Estoy confiando seriamente en ti, si esa cita no sale bien te voy a matar.

Liam gatea hasta él y lo abraza del cuello fuertemente, deja caer la cabeza en su hombro negando de manera divertida. ¿En serio ha aceptado una cita que le ha hecho Liam con un alfa que no conoce? No es que no confié en Liam, pero ahora que lo piensa puede que su amigo escoja mejor a los alfa que él y a juzgar porque Liam es uno, piensa que debe saber quién es la mejor opción.

—¿Qué debo hacer ahora?—dice con dificultad al tener las mejillas presionadas.

Liam se aleja del abrazo demasiado emocionado con que haya aceptado, tal vez incluso más emocionado que él. Solo espera que esa cita valga totalmente la pena y no termine regresando a casa comprando un bote de helado y con un maratón de películas para olvidar la horrible noche o quizás solo estaba siendo pesimista por su última cita. Solo fue la peor cita del mundo, fue horrible, desastrosa y desearía haberse negado o haber invertido su valioso tiempo en otra cosa.

El alfa era guapo y tenía un bonito aroma a granada, pero a la mitad de la cita o quizás un poco antes Harry estaba aburrido, con ganas de callar al alfa con algo o huir de ahí tan pronto como el alfa se distrajera, porque toda la noche no paró de hablar sobre él, solo era él, él y él. No pudo compartir nada, solo escuchaba con fastidio como el alfa hablaba de su vida, de su trabajo, incluso fue tan descarado para hablar de sus antiguas parejas.

Simplemente una cita horrible que le quitó todas las ganas de ir a otra o de seguir intentando conocer a alguien más.

—Nada. Tu tan solo arréglate más lindo de lo acostumbrado y yo me encargaré de mandarte la ubicación del restaurante—explica con aires de grandeza. Rueda los ojos—. Quiero que sea a ciegas y te lleves una gran impresión. En serio, Louis es tu tipo.

—¿Si?—cuestiona emocionado—. ¿Ojos azules, alto y rubio?

—Casi—señala—. Ojos azules, unos centímetros más bajo que tú y castaño.

Muerde sus labios rojos. Estaba bromeando con que sea rubio, este alfa parece muy lindo e interesante y espera que sea una buena cita y que puedan repetirlo si a Harry le llega a gustar.

—Estoy confiando en ti, en serio Liam—Se deja caer en la cama—. No quiero volver a pasa por esas horribles citas.

—Lo sé y créeme vas a divertirte—Liam se deja caer a su lado mirando la pared—. Louis, te va a sacar carcajadas y va hacer amable y atento. Eso no se ve mucho en los alfas, incluyéndome.

Suelta una carcajada girando su cabeza para mirar a su amigo. Liam era horrible con los chistes, pero era un gran alfa, amable y caballeroso. Tenía un aroma fuerte pero fresco, uno que combinaba con su forma de ser. Liam es un alfa y ha sido su amigo por los últimos cuatro años de su vida. Se conocieron cuando estaban en una clase y estaban sentado uno al lado del otro, Harry hizo una mueca de fastidio cuando fue tocado por él, simplemente ya había pasado por situaciones que lo tenían un poco desconfiado, precisamente con los alfas pero Liam fue tímido, avergonzado y amable.

Los siguientes días se resumieron en conocerse, compartir comida entre los descansos y fue tan natural que se integro en su grupo de amigos.

—Sí, eres horrible haciendo chistes—suelta risitas bajas—. ¿Recuerdas a esa omega? ¿A la que forzaba sus risas para no hacerte sentir mal?

—La recuerdo—rueda los ojos ante el recuerdo—. Me lo confesó cuando terminamos.

—Sí—se limpio las lagrimas—. Era agradable, pero ustedes no eran el uno para el otro.

—Pero eso no quita que si me dolió romper con ella.

Una oleada de arrepentimiento abarcó su cuerpo. Se sintió mal por hacerle recordar cosas que lo ponen triste, pero sonríe aliviado con lo ve reír al recordar. Se sienta en la cama golpeando la pierna de Liam.

—¡Oh, caras tristes no!—Pide—. Ahora vete porque debo terminar mis proyectos para estar listo el viernes y conocer a ese maravilloso alfa que dices que es Louis.

Empuja a Liam del hombro para que se levante de la cama y lo guía hasta la planta baja entre empujones suaves y con risas acompañadas. Se despide de él reiterándole varias veces que si irá a esa cita y que no tiene nada de qué preocuparse. Una vez que ve el coche del alfa irse cierra la puerta y sube hasta su habitación. Se deja caer dejando escapar un montón de aire mientras se pregunta si ha hecho bien con aceptar.

La alegría de su Omega lo hace pensar que puede que sí y él va a confiar en su propio instinto y naturaleza, después de todo casi nunca su Omega se pone ansioso por conocer a un alfa.

—Estoy tan nervioso—muerde sus labios moviendo una de sus piernas constantemente—. Recuérdame porque acepte.

Se da la vuelta para ver al Omega. Niall alza una ceja cruzándose de brazos. Un poco incrédulo con aquella pregunta.

—Me lo dijiste... ¿Qué?—busca su teléfono y ve la hora antes de mirarlo—, ¿Hace quince minutos? Ni siquiera me dijiste que tenías una cita, ni que un alfa te lo ha pedido.

—No ha sido al propósito.

Y es verdad. Los días pasaron con rapidez que Harry nunca se dio cuenta, ha estado tan ocupado con la universidad, con las salidas con sus amigos y con las cosas que hace después de sus clases, y después de sus clases de baile. Fueron días a trajeados que cuando se dio cuenta ya era viernes, por poco olvida su cita si no fuese porque Liam se lo ha acordado está mañana. Fue mala idea olvidarse poner un recordatorio, en realidad pensó que no se le iba a olvidar porque ha estado tan ansioso y nervioso, pero parece que ha sido así.

Y está tratando de no entrar en pánico, lo hizo unos pocos segundos luego le mando un mensaje a su amigo en busca de algo de ayuda, aunque solo lo vio entrar en una especie de mini pánicos por momentos. No buscaba que ponerse y tomó lo que él creía que usaría para una buena cita, pero no ha ido en una hace tiempo que no sabe si es demasiado y no ayuda que no sepa exactamente como es el lugar. Tal vez iba demasiado formal o iba muy casual.

—Pero te ves demasiado bien—Niall lo calma—. ¿Y quién es el alfa afortunado?

Se sonroja ante los halagos de Niall. Lo quiere demasiado porque siempre sabe cuándo necesita su apoyó y esas bonitas y lindas palabras para sentirse mejor consigo mismo, para saber que lo está haciendo bien.

Se toma un momento de caminar hasta la cama y sentarse al lado de Niall. Se siente un poco mal por no haber encontrado o haberse acordado decirle sobre la cita, posiblemente ahora mismo no estuviera estás crisis de si se veía bien o si su perfume era mucho o si sus rizos lucían bien y presentables. Incluso estaba inseguro ante los pequeños detalles. Hablan maravillas del alfa que quiere estar a la altura.

—Liam y Zayn me han hecho una cita a ciegas con Louis—explica—. Ya sabe, porque no lo conozco y creen que haríamos linda pareja.

—Louis—dice sorprendido—. Nunca lo había pensado, ahora que lo dices lo harían. Dios, Louis es simplemente el mejor alfa para ti.

—¿Crees? Me estoy haciendo grandes expectativas—se cruza de brazos con un pequeño puchero—. Si esta cita llega a salir mal te juro que los voy a odiar demasiado.

Con todo eso, ya está empezando a sentirse más nervioso. Solo es él tratando de estar al altura de un alfa, de sentir que puede merecerlo y sabe que solo son esos constantes pensamientos que no ayudan nada y que solo lo hacen sentir un poco menos a comparación de otros Omegas, pero está noche se siente con esa confianza, con esa seguridad y sabe que es interesante, divertido y una agradable compañía, no por nada tenía algunos alfas detrás de él.

Nunca le haría caso a ninguno, le ha echado la vista de manera sutil y sabe la clase de alfa que son como para lanzarse a ese vacío con una caída horrible, pero este alfa le genera confianza y más con las buenas palabras de su amigo.

—Dudo que suceda—lo calma y se levanta para ayudarlo con lo bandana de su cabello, metiendo aquellos rizos caprichosos que no quieren cooperar para que luzca más bonito que otros días.

Deja que Niall le acomode el cabello mientras trata de calmar a su pobre corazón acelerado. Salir a citas le causan nervios y más ahora que ni siquiera conoce al alfa y es una total sorpresa y ahora mismo está armando un plan por si en algún momento la cita no le está gustando pueda escapar sin mostrar sus verdaderas intenciones o que lleguen a lastimar al alfa.

Alza la cabeza y se tensa cuando escucha su teléfono sonar sobre la mesa de noche. Niall lo deja libre y camina hasta su mesita para tomar su teléfono y leer con rapidez el mensaje.

L: Louis, está yendo para el restaurante. Espero que no te hayas arrepentido. Es un buen chico.

H: No lo he hecho. Ahí estaré.

L: ¡Genial! Luego me cuentas como te ha ido y si te ha besado.

Las mejillas se le encienden al leer lo último. ¿Por quién lo toma Liam? Él no va a ser besado está noche y menos en la primera cita, tampoco esta tan desesperado con algún tipo de contacto. Se limita a apagar su teléfono y tomar sus cosas, no va a contestarle nada más.

Mira a Niall con tanto en el cuerpo que sus piernas tiemblan un poco. Se recuerda que solo es una cita, nada tan importante como para colocarse de esa manera. Si sale mal solo sería otra cita desastrosa en su larga lista y volvería a casa, comería algún postre que compraría de camino a su departamento o quizás saldría bien. Nada de qué preocuparse.

Ambos caminan por la calle, no sin antes cerciorarse de cerrar bien la puerta y tener todo a mano. Ha decidido caminar porque el restaurante está a pocas cuadras de su departamento y la noche es en verdad preciosa, con una gran noche estrellada como para desaprovecharla y gastar gasolina cuando el restaurante estaba cerca y así lograba calmar esos nervios.

A la mitad de su caminata se detiene para despedir a Niall con un abrazo y buenas suertes por parte del otro. Suspira cuando el aire fresco lo envuelve. Unos pocos metro más y estaría ahí y su Omega ha estado inquieto toda la tarde que eso no ayuda demasiado.

El restaurante es demasiado bonito y elegante, que se alegra haberse vestido de esta manera. Se detiene en la puerta, pero antes de que pudiese abrir alguien la abre de repente y lo termina golpeando en la frente.

—¡Auch!—gime de dolor cuando siente la puerta impactar con su frente. Se lleva la mano ahí.

—Dios santo—Harry escucha decir—, ¿Estás bien?

—¿Tu qué crees? Por supuesto que no—Le grita mirando el suelo mientras pasa los dedos de manera suave por su frente—. ¡Eres un imbécil! ¿Qué no notaste que estaba a punto de abrir la puerta?

—Estaba distraído mirando mi teléfono—el alfa dijo. Harry podía percibirlo por su aroma.

Esto era lo último que necesitaba, seguramente su frente ha quedado roja y pronto estará hinchado y parezca que lo han golpeado, técnicamente lo hicieron. Está yendo a una cita y un tonto alfa ha arruinado su aspecto.

—No deberías mirar tu teléfono, alfa tonto—se queja.

—Sí, bueno si no te hubiese puesto en mi camino—el alfa dice entre dientes.

Alza la cabeza con las palabras y maldiciones en la boca que está a punto de dejarlas escapar, sin embargo, todas mueren ahí. Deja caer la mano viendo al atractivo y precioso alfa frente a él. Se le seca la boca y se queda un poco embobado ante los definidos rasgos del alfa, la suavidad de su cabello y la manera en que lo ha peinado. Su mirada cae unos cuantos momentos en la tinta adornando su piel que lo hacen lucir caliente y Harry se ha quedado un poco impresionado y tomado con la guardia baja.

El aroma demandante se le cuela por su nariz y ocasiona que se remueva ahí mismo. Su Omega brinca de emoción y solo basta con esa reacción para que volviera a la triste realidad. Un precioso alfa tendría que ser un idiota y él no va a ceder ante una cara bonita y un delicioso aroma.

No, no no. Se niega.

—Solo cállate porque de tu boca solo sale mierda.

El alfa alza una ceja cruzándose de brazos. —Se te ha hinchado y quedado rojo.

Chilla cubriéndose la frente. El alfa ha soltado eso en un tono de diversión y arrogancia. Y quiere llorar y tal vez gritar porque este alfa era tan atractivo y con ese cabello hacia atrás, pero su actitud y la manera de ser arruinan todo. Habría ido por él, quizás, coquetear ligeramente pero ahora ni en un millón de años se acercaría a ese alfa.

—No he pedido tu opinión—escupe arreglándose los ricitos ante la mirada insolente del alfa.

—Qué grosero eres. Me has llamado alfa tonto y gritado y tú eres un Omega grosero e impulsivo.

Abre la boca sorprendido ante las palabras del alfa. Tiene ganas de gritarle más cosas, pero eso sería armar un escándalo y tiene una cita a la cual ir como para perder el tiempo con una persona que no vale la pena. Cierra los ojos contando para calmarse y no cerrarle la boca a ese alfa.

Sonríe de lado antes de decir—: No voy a perder mí tiempo hablando con un tonto alfa. Tengo una cita.

—Ni yo tengo tiempo de hablar con un Omega grosero.

Harry lo mira enfadado abriendo la puerta al mismo tiempo que el alfa, se empujan para entrar primero y cuando lo logran se miran despectivamente. El Omega busca con la mirada la mesa que le ha dicho Liam y camina hasta ahí, se da cuenta que el alfa lo ha estado siguiendo. Lo encara.

—¿Estás siguiéndome?

—No lo estoy haciendo—rueda los ojos cansados—. No creas que todo gira a tu alrededor y en ese caso tú estás siguiéndome.

—¿Ah sí? ¿Por qué lo dices?

—Porque tengo una cita y está mesa está a mi reservación—el alfa dice moviendo el papel con su apellido—. Así que técnicamente tú estás fuera de lugar.

Está a punto de protestar y decir que no es su mesa pero ya ha visto su apellido en el. Tomlinson. No suena nada mal. Niega varias veces y se fija en que haya leído bien las indicaciones, mira a su alrededor para cerciorarse que es así. Esta es la mesa.

Simplemente no, no le está pasando esto. ¿En serio este es Louis del que tanto hablan de él? ¿El maravilloso Louis? No va negarlo, es demasiado guapo pero solo la ha conocido unos cuantos minutos y ya lo odia. Es un alfa arrogante, orgulloso y grosero.

Se pasa la mano por su cabello antes de mirar al alfa de nuevo. —Solo por favor dime qué no eres Louis.

—Lo soy—Louis frunce su ceño antes de relajar sus facciones—. ¿Tú eres Harry no es así?

Ahora mismo quiere golpear a Liam por hacerle está maldita broma. ¿Donde su supone que está ese precioso y divertido alfa del que hablo? Porque solo ve a un alfa arrogante frente a él. Ambos se miran con los ojos entre cerrados, sin saber que hacer a continuación, tienen una cita, una que Liam prometió que sería agradable y divertida. Solo ha pasado unos minutos y la cita está yendo de peor a horrible, empezando con su cita, con ese tonto alfa que lo ha golpeado con la puerta al ser descuidado.

No necesita pensarlo mucho. Él no va a quedarse y pasar tiempo con Louis, ni aunque le pagarán un millón de dólares. Si sus citas comenzaban bien y está no ha pasado tanto tiempo y ya lo odia no quiere pensar como acabarán al final de la noche. No va a quedarse a averiguarlo y ni hacerle caso a las súplicas de su Omega y todo lo que le dice.

En serio que su Omega no ayuda y tampoco el aroma de Louis que hace que sus piernas se debiliten. Un aroma demandante y envolvente que lo vuelve un poco inquieto.

Niega alejando esos pensamientos que solo le hacen perder los sentidos y la razón. Mira seriamente a Louis.

—No voy a tener una cita con un alfa como tú—demanda cruzándose de brazos.

No le importa regresar a casa y comer comida recalentada mientras está en la cama y mira un absurda tonta película romántica que solo le recordara lo patético y solo que se siente al no tener un buen alfa a su lado.

—Tampoco quiero tener una cita con un Omega cómo tú—responde de la misma manera Louis.

—Bien—escupe tomando sus cosas—. Me voy y la verdad espero no volverte a ver.

—Créeme haré lo posible para que no suceda.

Harry lo mira una última vez sintiéndose un poco mal por la cita, pero la sonrisa engreída que le da Louis lo hace darse la vuelta y salir del lugar. Deja escapar un lloriqueo. Genial una cita más a su lista de citas horribles, sin duda está le gana a la última, por lo menos ese alfa no lo golpeó con la puerta y lo termino llamando un Omega grosero.

—Omega tonto, tonto—regaña a su Omega mientras camina hasta su departamento—. Okey, el alfa es precioso y tiene un aroma delicioso pero no por eso vas a caer a sus pies. Nosotros no somos así.

Camina de nuevo rumbo a su departamento con una presión extraña en el cuerpo mientras se acaricia la zona donde fue golpeado. Tal vez un poco de crema y hielo haga que la hinchazón baje, ni siquiera quiere mirarse al espejo cuando abre la puerta de su habitación cuando llega. Tan solo se deja caer en la cama y suelta quejidos y maldiciones al aire que lo hacen sentirse un poco infantil por sentirse de esta manera o incluso haber actuado así cuando ya era un adulto, pero no va a pensar en eso.

Se da la vuelta hundiendo su rostro en las almohadas de su cama mientras trata de llevar ese remolino de pensamientos que tienen que ver con cierto alfa, su manera de fruncir el ceño, de relamerse los finos labios y la manera en que apretaba la mandíbula, hacia otro lugar. Tal vez y solo tal vez, Harry haya tratado de ponerlo enfadado para ver esas reacciones que le debilitaron las piernas y que sus ojos se volvieran profundos. Y sobre todo sentir ese aroma a vino que lo envolvió por unos segundos.

Esos pensamientos persistieron parte del tiempo en que camino de regreso a casa, pero solo tenía que pensar en la manera en que lo trato y en como lo golpeó con la puerta y no se disculpó para caer en la triste realidad. Puede que sea un alfa atractivo, pero Harry no va caer en eso.

Ahorita mismo quiere matar a Liam por hacerle una cita con ese tonto alfa.

Sacude los rizos y camina directamente hacia Liam, quien parece emocionado de verlo y él tan solo quiere llegar hasta su mejor amigo golpearlo un poco e irse a casa después de un largo y pesado día de clases. Todo iba tan mal y en serio no necesita más cosas para empeorar su día. Su cita no fue como planeo, cayó de golpe al suelo cuando se dio cuenta de que el alfa maravilloso del que Liam y Niall hablaron fue ese mismo alfa que lo golpeó con la puerta y con una personalidad hostil, arrogante y demás cosas que Harry podría contar con sus dedos. Luego la luz se fue cuando se dispuso a ver una película y comer palomitas después de esa desastrosa cita, se quedó dormido entre un aburrimiento y el domingo refunfuño molesto al recordar todo y hoy lunes simplemente era apestoso. Tuvo tres largas horas de una materia que odia y que lo hace querer dormir sobre la mesa y Liam tiene un sonrisa que lo enfada.

Y sabe que es todo esto de la cita que lo tiene un poco malhumorado y arisco. Ese sentimiento de decepción ante una mala cita y de que ese precioso alfa no era como espero y simplemente no tiene sentido, nada de esto lo tiene. Porque, según Liam y Niall e incluso Zayn, Louis era un alfa divertido, amable y atento y él conoció a un alfa totalmente diferente.

Se acerca hasta su amigo mirándolo seriamente, esperando expresar su molestia.

—¡Ahí estás!—es estrechado en sus brazos. Parece que no ha captado su enfado—. ¿Por qué no me has mandado mensaje? ¿Cómo te fue en tu cita? ¿Verdad que Louis es divertido?

Se aleja riendo cínicamente. —¿Divertido? No había pasado unos cuantos minutos y ya era la peor cita.

—¿Qué sucedió?—pregunto preocupado al ver la molestia reflejarse en los ojos verdes del Omega y algo curioso de porque Harry está de esa manera.

Dejo caer su cabeza en el hombro de Liam. No tenía ganas de rememorar esa noche, ni lo que sucedió porque solo fue una mala cita y nada más.

—Louis, me terminó golpeado con la puerta del restaurante y no se tomó unos momentos para disculparse, luego me llamo grosero y demás cosas.

Quizás tenía parte de la culpa. Él también fue grosero e impulsivo, le había gritado tan pronto como este dijo una palabra y también Louis recibió palabras despectivas de su parte, pero no va a decirlo en voz alta. De todas formas no importa, porque no lo verá de nuevo, solo será uno más en su lista de malas citas.

—¿Louis, hizo eso? ¿Pero qué sucedió?—cuestionó confundido e impresionado.

—Olvídalo, no quiero recordarlo—se alejo para mirarlo y entre cerrar sus ojos asesino hacia el alfa—. Louis, es el alfa más horrible del planeta y ni loco vuelvo a ir a una cita con él.

—¿No crees que estás exagerado?

—No.

Liam suspira tomándolo de la mano para guiarlo hacia el campus, esperando que con el aire fresco y los rayos del sol pueda calmar aquellas emociones que aún están a flote y que pueda pensar con claridad. Harry se cruza de brazos.

Es un Omega malhumorado.

—En serio, Harry. Dale una oportunidad más—Liam insiste.

—¿Para qué? ¿Para qué me golpee de nuevo?—alza una ceja—. Veo lo que tratas de hacer, y tus intenciones son lindas, pero no creo que Louis y yo podamos ser una pareja. Listo ya está, olvidemos todo y vamos a comer algo.

—Bien, entiendo—asiente derrotado, pero sonríe—. ¿Sabes? Aun lo vas a volver a encontrar. Está en nuestro mismo círculo de amigos y el jueves haremos una pequeña reunión con otros amigos. ¿Irás verdad?

Se queja fuertemente. ¿En serio le está pidiendo qué esté en el mismo lugar que Louis? No es que no pueda estar en el mismo lugar, pero va hacer un poco incómodo y molesto estar en el mismo sitio y tal vez deba acostumbrarse a estarlo, porque lamentablemente y para su mala suerte Louis comparte casi el mismo círculo de amigos y que este sea el círculo de amigos cercanos no lo hace fácil. Liam adora a Louis y a Zayn y Niall se lleva con ellos con tanta facilidad y naturaleza que él es el único que no lo hace.

No le agrada Louis, en cambio Zayn lo hace. Solo han compartido espacios juntos e incluso puso su mirada en el alfa cuando lo conoció, tenía esa cosas atrapante. Terminó descartando cualquier cosa entre ellos, no fue su tipo, pero se llevaban bien e intercambian algunos mensajes de texto de vez en cuando y era cómodo estar con el alfa. No sabe si algún día pueda llevarse bien con Louis, aunque su aroma lo haya atrapado al segundo, su actitud lo hizo bajar de esa nube.

No importaba que tuviese un aroma especial, atrapante y que oliese de esa manera tan fina y rica.

—No lo sé—duda, pero suspira ante la mirada de cachorro del alfa—. Bien, pero no prometo que le hablaré o algo así.

—Créeme terminarás amándolo.

Rueda los ojos. Sus tontas promesas. No va a creerle nada. Le prometió que sería una buena cita, que Louis y él se llevarían bien pero ha resultado todo los contrario, sin embargo, su voz sonó confiada y decidida que no dijo nada al respecto y menos de la emoción de su Omega de volver a encontrarse una vez más con esos atrapantes ojos azules.

Suspira mirando a la nada misma, antes de parpadear y mirar el edificio donde vive Liam y dónde será su reunión. Ahora mismo no sabe si bajar y enfrentar al destino o darse la vuelta y volver a su cálido departamento, en serio se lo está pensando. Ha dejado una película a la mitad y tiene algunos snacks salados en la alacena y no tiene responsabilidades tanto personal como universitarias que es una suerte, pero está aquí sentado en su coche aproximadamente cinco minutos esperando que la vida le dé una señal y baje del auto. Como si el destino hubiese escuchado sus pensamientos su teléfono inunda el espacio en el coche. Se inclina tomando y revisando los mensajes. Lee con calma el mensaje de Liam preguntando si está cerca y que si no se ha arrepentido.

Ríe ante esas preguntas y no responde. No necesita hacerlo, solo está a tres minutos del departamento de Liam. Toma sus cosas y baja del coche caminando hasta las puertas del bonito edificio cuando sucede de nuevo. Un golpe en su brazo, esta vez no tan fuerte.

Se gira hacia la persona que lo ha golpeado tan solo para encontrarse con la última persona que se quería encontrar. El alfa lo mira un poco asombrado con la mano en el teléfono.

—Claro. Tenías que ser tu y con ese teléfono—masculla por lo bajo.

—Oh.

—Te lo estás tomando personal—se acaricia el brazo mirándolo con sus ojos asesino y fríos.

—Puede ser—Louis responde rodando los ojos pero abre la puerta y lo deja pasar—¿Crees que te vi y lo hice al propósito? No te creas el centro de atención.

—No voy a discutir contigo—decide antes de caminar rápidamente hacia los ascensores y apretando los botones con fuerza, esperando que las puertas se cerrarán antes de que el alfa llegará.

Louis sonrió sin gracia entrando y una vez que las puertas se cerraron Harry miró hacia otra parte para no centrarse en el alfa y en lo delicioso de su aroma. Es solo que su olor es distintivo y tan especial que lo tiene un poco mareado y con su Omega inquieto que no sabe que sucede. Que las puertas estén cerradas y el espacio sea pequeño hace que su aroma inunde todo el lugar y lo tenga un poco raro.

Sus miradas se encuentran a los segundos y tan pronto como se dan cuenta la desvían. Harry parpadea cuando Louis lo deja salir primero y camina lentamente esperando que este a su lado que ya está perdiendo la razón.

El alfa toca la puerta esperando que alguien les abriera la puerta para estar lo más lejos posible.

—Oh—Liam dice sorprendido al verlos a los dos plantados delante de él—. ¿Vinieron juntos?

—No—Harry se cruza de brazos pasando al lugar y yendo directamente hacia la cocina para servirse un vaso de agua. Necesita respirar sin sentir el aroma de Louis colocarse por su nariz.

Se sienta en una de las sillas apoyando sus brazos en la mesada mientras sigue con la mirada a Louis. Parece estar en su estado natural, frunce el ceño cuando lo mira sonreír genuinamente por primera vez y como abraza a sus amigos. Se sonroja cuando el alfa lo mira directamente, como si hubiese sabido todo este tiempo que lo ha observado.

Ojos profundos. Como sumergirse en lo más profundo del océano y un aroma a vino suave y delicioso que lo haría embriagarse porque lo tomaría tantas veces.

Suspira bajando la mirada. Se siente raro, su omega está inquieto y se toma uno largos momentos para pensar con claridad. Lo único que puede escuchar es eso.

Mi alfa.

Su Omega dice constantemente que abre los ojos cuando capta todo tan repente. ¿Cómo es que no se ha dado cuenta? Ahí estaba porque su aroma lo atraía y tal vez si no fuese eso aún así sentiría ese tirón. Ahí está la razón por la que su Omega se inquietaba y pedía por él, porque simplemente aunque lo intentará con todas sus fuerzas no podía sacarse de la cabeza a Louis.

Era su destinado y su Omega se lo confirmaba a cada segundo desde que se encontró con el alfa abajo.

—¿Estás bien?—Liam llega a su lado quitándole el cabello de su frente—. Te has puesto un poco pálido.

Mira a Liam con los ojos grandes y sorprendidos. —Louis es mi alfa destinado.

—¿Qué Louis es qué?—Liam pregunta sorprendido.

—Es mi destinado.

Ni él se cree sus propias palabras, pero es todo tan claro que parece obra del karma o de una absurda broma. De todos los alfas en el mundo tenía que ser su destinado Louis, de aquel alfa que lo hace sentir molesto.

—Eso—se detiene unos segundos—, eso es genial, Harry. Debes decirle.

Mira incrédulamente a Liam como si él no supiera los pequeños desacuerdos que ha tenido con Louis, como si se le hubiese olvidado lo que le dijo el lunes y de que prácticamente huyó tan pronto como abrió la puerta. Quizás, en otra circunstancia, en otro momento, tal vez estaría tan contento de que lo sea, solo si esa cita hubiese salido como deseo, pero ahora parecía lo peor que le ha sucedido.

Suspira pesadamente mirando hacia Louis. Sus miradas se conectaron de nuevo, esta vez fue más duradero. ¿Louis sabría que eran destinados? ¿Sentiría esa fuerza, ese deseo? Harry, cree que los destinados no precisamente deberían estar juntos, el amor iba más allá de ser destinado y él se negaba a tener algún tipo de relación con Louis.

—No le diré nada y no me importa que sea mi destinado—desvía la mirada—. Y no te atrevas a decirle.

—Pero

—Está fuera de discusión.

Sentenció tomando un poco de agua mientras miraba de reojo a Louis, pensando en que necesitaba sacárselo de la cabeza y que su Omega se olvidara de él.


Lo mira unos largos segundos, llenándose los pulmones con su rico aroma para tratar de apaciguar las súplicas de su Omega. Ni siquiera sabe porque accedió a venir con sus amigos sabiendo que estaría Louis incluido. Parece que el destino se empeña en dejar claro que él es su pareja destinada. Y quizás, acepto por esa misma razón, con la excusa de que así podría mantener calmado a su Omega y darse cuenta de que Louis y él no congeniarían como una pareja, porque no lo harían.

Lleva su mirada hacia su comida mientras toma un papa frita antes de alzar la cabeza y encontrarse con la profundidad misma. Louis luce serio y con pensamiento profundos que Harry no sabe identificar. El calor inunda sus mejillas asentándole un color rosáceo a la palidez de sus mejillas.

Harry sonríe falsamente que Louis alza una ceja y hace lo mismo. Son unos niños pequeños de cinco años odiándose el uno al otro, pero Harry tiene una buena razón para odiarlo.

Aún detrás de esos mal entendidos entre ellos dos, puede notar porque lo adoran. Su sonrisa es suave y real, sus chistes pasivo-agresivos y sarcástico le dan ese toque especial y la manera en que se acomodaba constantemente el cabello enfadado por no tenerlo como él quiere. Es un alfa sencillo, pero atrapante y más con el aroma que carga encima.

—¿Y no qué lo odiabas? Te quedaste atrapado—Niall ríe divertido con una voz baja.

Se cruza de brazos. —Estas alucinando. Desde aquí puedo ver su enorme grano ¿Sabes?

—Claro—ríe apoyándose en el respaldo de la silla. —Liam ya me ha contado sobre los destinados, al principio lo dude, pero tú mensaje en medio de la noche me lo confirmó. ¿Qué fue todas esas letras mayúsculas al alzar?

—Entre en pánico a mitad de la noche.

—¿Por qué Louis resultó ser tu destinado?—alza una ceja—. Creo que deberías agradecer. Ay ya me imagino a sus cachorros.

—No quiero cachorros—recuerda antes de que una serie de pensamiento inunden su cabeza—, bueno... ¿Uno no hace mal no?

Sonrió ante la imagen mental antes de darse cuenta de lo que ha dicho. Él no tenía planes de tener hijos, pero ahora que lo piensa bien, sería lindo por lo menos tener uno. La cara de Niall lo hizo darse cuenta de otra cosa.

—Pero no los tendré con Louis.

—Sigue diciéndote eso—Niall se encoge de hombros con una sonrisa secreta.

Rueda los ojos volviendo su atención a su comida. Pasan parte de la tarde riendo y hablando entre ellos, Harry termina pidiendo un postre que no le gusto y sin pensarlo mucho y por la mirada de Louis se lo extendió con suavidad. Unas horas después todo están saliendo del lugar. Se le escapa un bostezo mientras espera que todo se despidan y Liam pudiese llevarlo a casa, mira sus uñas mientras algunas personas salen del lugar.

Los aromas lo azotan cuando el aire fresco lo hace encogerse. Alza la mirada sorprendió cuando escucha el gruñido, su mirada cae en Louis. Está a punto de preguntar qué está mal porque el gruñido va dirigido hacia él, sus dientes son filosos y su mirada profunda.

Jadea con sorpresa cuando Louis lo toma de la mano y lo acerca a él mientras sus gruñidos no paran. Se gira para ver a un alfa detrás de ellos.

—¿Qué sucedió?—Zayn cuestiona cuando el otro alfa se aleja.

—Parece que ese imbécil no sabe que es el espacio personal, tratando de perfumar con su aroma a Harry—Louis escupe aún con los brazos alrededor de él y la tensión en su cuerpo.

Le sorprende, no el hecho de que Louis lo haya protegido y cuidado de un alfa, sino que se haya dado cuenta de las intenciones de ese hombre cuando ni él sabía lo que estaba pasando a su alrededor, estuvo metido en sus propios pensamientos. Mira a Louis tratando de buscar que decir pero su garganta está cerrada y parece que al alfa no parece importarle, está tan dedicado a acariciarle la espalda con suavidad, que por algunos largos y aprovechados instantes se olvida de los encuentros que tuvo con Louis con anterioridad, se olvida de sus diferencias y se centra en la manera en que le acaricia la espalda con tanta suavidad, con tanta delicadeza que le asusta lo que está sintiendo.

Solo basta que Louis regule la respiración, que detenga las caricias y su propio instinto natural para que mirada caiga en sus precioso ojos verdes y asustados, para que Harry se aleje totalmente de su calidez.

¿Qué estaba haciendo? A decir verdad, está asustado de la manera en que se olvidó hasta de su propio nombre cuando estuvo entre los brazos del alfa. Lo asustó demasiado olvidar sus pequeñas diferencias.

—Gracias, en serio—agradece porque tampoco es que sea tan tonto como para no agradecer tal gesto. Toma a Liam de la mano—. Tenemos que irnos.

La rapidez de su corazón es impresionante, late tantas veces por segundo y las súplicas acompañadas de sus Omega lo hacen querer refugiarse en la suavidad de las sábanas de su cama y olvidarse de todo aquello que lo deja en vela todas las noches.

Para su desdicha o, quizás, suerte pasa demasiado tiempo viendo esos ojos azules y capturando el aroma suave del vino, como en una noche desolada y tranquila mientras bebe un poco del vino tinto de una copa, pero tan solo es el olor de Louis que lo transporta a esos confines. No entiende cuál es el truco, paso demasiado tiempo sin encontrarse con Louis, sin conocer de su mera existencia y solo escuchando maravillas de aquel alfa, ahora lo mira en el descanso, del desayuno en la universidad y de reuniones y salidas que organizan sus amigos. Ya ni siquiera busca una forma de excusarse y así no ver al castaño, tan solo acepta porque apetece ir con ellos y no porque cierto alfa estará ahí.

La tensión, los recuerdos de su primer encuentro junto con las palabras despectivas siguen presentes, pero buscaron una forma de olvidarse un poquito de ellos. De vez en cuando se ve riendo por las tantas ocurrencias de Louis, de intercambiar algunas opiniones, pero sin duda unas pequeñas desacuerdos lo hacen retroceder pequeños pasitos.

Harry se detiene cuando escucha su nombre, se da la vuelta para encontrarse con aquel alfa de cabellos rojizos.

—Oh, hola Blake.

—Hola, Harry—el alfa le sonríe acercándose un poco más—. ¿Cómo has estado? Hace un tiempo que no hemos hablado, desde aquella fiesta.

Se tensa un poco y sus mejillas se acaloran. Nunca fue una buena idea tomar unas copas y tener la mirada en Blake durante la noche en aquella fiesta. En algún punto de la noche se acercaron, coquetearon e intercambiaron copas. Harry iba a conseguir un beso, sin embargo, Liam lo arrastró porque se sentía mal y perdió contacto con el alfa hasta que lo vio por los pasillos de la universidad, pero nunca tomó la valentía de acercarse. Luego tuvo unas citas desastrosas que le quitaron los ánimos. Ahora estaba frente a él y podía verlo con mayor claridad.

Asiente con una mueca. —Sí, tienes razón. Nunca intercambiamos números y he estado ocupado.

—La verdad es que yo también—el alfa sonríe—. Y también es verdad que no he podido olvidar a ese Omega coqueto.

Abre los ojos abochornado. Dios mío, que no podía guardarse eso para el mismo. Sus mejillas podrían hacer explosión.

—Uhm yo.

—Te he hecho sonrojar—Blake señala con cierto orgullo—. Te ves lindo así. En realidad venía a preguntarte si tal vez te gustaría salir a una cita.

—¿Cita?

—Sí. Puedes elegir el lugar, prometo que será divertido. Creo que esa noche nos la pasamos bien con nuestra compañía. Tal vez te gustaría repetirlo.

Y es verdad. Sus poco recuerdos eran claros y se la paso bien, no lo consideraba como una cita aún cuando se la pasaron juntos. Estuvo en el acecho y luego de pronto estaba pasando tiempo con el alfa, pero esto de las citas lo ponía un poco nervioso. Sus citas no han sido las mejores, y la última lo clasificaría como horrible, pero el color de esos ojos azules y el aroma a un vino recién hecho no dejaban de atormentar su cabeza, no lo dejaban respirar sin desear que su aroma estuviese impregnado en su ropa o que el recuerdo de sus manos sujetándolo con fuerza mientras le gruñía a otro alfa lo mantuvieran despierto toda la noche hasta, finalmente, caer dormido.

Sin embargo, podría ser una buena idea, después de todo él y Louis no serían una buena pareja y tal vez el alfa estaba interesado en otro Omega. Lo cual lo hacía sentirse un poco raro, pero desecho ese pensamiento al momento.

—Me encantaría, en serio.

—Genial—Blake sonríe altivamente—, dame tu número y yo te mando mensaje con los detalles.

—Claro—tomo el teléfono de las manos del alfa agregando con rapidez su número para pasárselo de nuevo.

—Nos vemos luego entonces, Harry—Blake inclinó la cabeza como una despedida y se marchó.

Su mirada cayó en Louis, estaba caminado junto con Liam. Se fijó en la manera en que sus ojos nunca dejaron de mirarlo al rostro. Aquél pensamientos de su Omega lo mantuvo un poco alarmado, pero prefirió evitarlo.

—¿Quién era él?—Liam pregunta.

—¿Uh? Blake, el alfa de la fiesta ¿Recuerdas?

Liam se detuvo frente a él alzando las cejas captando. —Ah, el alfa que querías besar.

Su mirada se dirigió hacia Louis, sin saber porque. El alfa mantenía su mirada en otra parte. Suspiró, claro, por un momento pensó que podrían saludarse con amabilidad, pensó mal.

—Basta.

—¿Qué quería? ¿Una cita?—Liam y sus preguntas delante de Louis. No sabía que buscaba con todo ese interrogatorio.

—Sí—acepta pero no deja que Liam hablé y empieza a caminar.

Liam sonríe antes de tomar del brazo a Louis. Los mira de reojo y sigue caminando hasta que Louis toma el mismo ritmo que él y se encuentra a su lado, sin evitarlo alza la mirada hasta él, mala idea porque tropieza y Louis lo termina tomando del brazo para que no cayera al suelo.

—Que quede claro que esta vez no fue mi culpa—Louis señala bromeando—. Deja de verte tan bonito y mira tu camino.

A veces Louis era tan cambiante. Se suelta de su brazo rodando los ojos e ignorando que está sonrojado.

Hoy es su maldita cita y está entrando en una crisis sin saber muy bien que ponerse. Mira con rapidez la hora para darse cuenta de que tiene media hora para vestirse, no quería que Blake lo esperara tanto tiempo. Busco una camisa que siempre lo saca de los apuros y se decidió por sus skinny jeans negros ajustados y sus botas. Cuando el timbre resonó en todo el lugar se detuvo confundido. No esperaba a nadie, ni Blake le ha dicho que vendría antes. Termina acomodando los rizos antes de salir de su habitación y caminar hasta la puerta principal y abrir.

Se sorprende un poco encontrar a los chicos ahí. Niall sonríe avergonzado, pero su atención no se centra en él, sino en Louis y en lo atractivo que se ve con lo que sea que lleve puesto, pero con esa hoddie luce cómodo y suave.

—¿Qué hacen aquí? Te dije que tenía una cita.

Suspira apartándose del camino para dejarlos pasar. Louis demora un poco en entrar y recibe un breve saludo y su Omega agradece la lentitud de sus pasos porque el aroma lo hace sentirse más relajado.

—Lo sabemos—Niall se deja caer en el sillón—. Solo que dijiste que no ibas a tardar y no tenemos nada mejor que hacer y queríamos darte ánimos. Cuando vuelvas vemos una película y Liam compro cervezas.

Alza una ceja hacia él y su plan de esperarlo en casa hasta que volviera. Estaría bien para él, pero saber que Louis también estaría lo ponía un poco nervioso. Estará en su espació, su aroma seguramente permanecerá en algunas cuantas horas cuando se vaya y simplemente está nervioso por eso y porque no sabe si se ve bien ahora mismo o si es demasiado. Claramente, siente que se arregló más para su cita con Louis, pero no lo conocía y no sabía dónde irían. Está cita es diferente.

—Niall...

—A menos que vayas a follar después de la cita, si es así nos vamos.

—¡No voy a follar en una primera cita!—exclama abochornado y avergonzado de las palabras sin filtro de Niall. Suspira asintiendo—. Bien, pueden quedarse.

—Genial—Liam aplaude—. Iremos cocinando algo por si no te importa y puede seguir arreglándote para tu cita.

Los mira no confiando en que se queden en su casa, pero no los iba hacer cambiar de opinión. Suspira con pesadez y regresa a su habitación escuchando los ruidos que hacían los chicos. Se mira al espejo nervioso, la presencia de Louis lo hace sentirse más nervioso, pero a la vez, es capaz de hacerlo sentir relajado y en calma. Es tan raro.

Su puerta es tocada con suavidad, deja escapar un ligero "pase" esperando que sea Niall o Liam, no Louis. Lo sigue con la mirada hasta que se detiene en la cama y se sienta ahí.

No lo mira de nuevo se dedica a mirarse en el espejo mientras acomoda su cabello y espera a que el alfa dijera algo más. Cada segundo que pasa se pone más impaciente.

—Te ves deslumbrante—Louis dice, así nada más. Así de sencillo—. En serio no folles en tu primera cita.

Harry ríe confundido. —¿Por qué lo dices?

—Un Omega cómo tú, merece ser tratado mejor que eso para una primera cita—Louis señala un tanto tímido que remueve cosas en Harry—. No como lo hice yo.

Muerde sus labios al recibir esas palabras. No esperaba que en algún punto del día ver a Louis y escuchar esas dulces palabras venir de él, está sorprendido y su Omega parece emocionado.

—Louis yo.

—¡Harry, tu cita está esperándote!—escuchan a Niall gritar.

El pequeño momento entre ellos dos se desvanece. Estaba a punto de disculparse por haberle gritado y tratado de esa manera aquel día, y quizás decirle que sabe que son destinados. No sabía si Louis estaba al tanto de eso, pero sentía que tenía que revelarlo. Sin embargo, dejo escapar un suspiro y miro tristemente a Louis.

Ahora mismo estaba pensándose tantas cosas, en tan poco tiempo y con la presión que Blake estaba abajo esperándolo que decidió ir a esa cita. Era lo mejor, además Louis no sentía nada por él.

—Tengo que irme.

—Sí, ve—Louis se levanta esperando que tomara sus cosas y lo detuvo antes de que él pudiese salir—. Espero que esa cita vaya bien, que sea mejor de lo que hubiese sido nuestra cita.

Se le van las palabras, no sabe que responder o si es que la sabe, pero tiene miedo de dejar escapar tanto, hasta sus profundos sentimientos, que no lo hace. Louis le sonríe una última vez antes de verlo regresar al sillón. ¿Qué espera Louis con decir eso? ¿Qué se lanzará a sus brazos y lo besara? Es lo único que desea, pero no va a arriesgarse y hacerlo. Se despide de sus amigos prometiéndoles venir más temprano y mira una vez a Louis antes de salir por la puerta y encontrarse con Blake.

La cita es en verdad tranquila e interesante, pero Harry no va a mentir algo que falta en ella. Algo que no lo deja decir que ha sido la mejor cita que ha tenido en un tiempo, aún cuando la cena es deliciosa, la música es buena y que Blake es interesante. Simplemente hay algo que falta entre todo eso.

Cuando se hace más tarde, Blake lo acompaña a casa. Entre la caminata a su departamento algo va mal. Harry abre la puerta con ayuda de Blake con la respiración acelerada y busca con la mirada a Louis.

—Dios, ¿Qué sucedió?—Liam brinca del sillón preocupado al ver la manera en que Harry se puso y como Blake tenía rota la camisa.

—Unos tipos nos asaltaron—Blake cuenta al ver que Harry aún está asustado—. No nos sucedió más allá de un forcejeo, nos quitaron las cosas de valor, pero Harry se asustó mucho y ha estado un poco mareado todo el camino.

—Por dios.

Harry se encoge en su lugar un poco asustado y alarmado. Louis se levanta acercándose a él, al ver lo mal que está y lo toma entre sus brazos, el Omega se deja caer y ser abrazado entre los fuertes brazos del alfa. Es lo único que necesita para calmarse y lo que le ha estado faltando toda la noche, ahora puede verlo mucho mejor. Ronronea a gusto y deja su cuello libre para que Louis besara ahí y dejara su aroma que sabe que le hace bien, olvidándose de todo y solo centrándose en el alfa.

Escucha las voces de sus amigos mientras Blake les sigue contando cómo sucedieron las cosas, pero todo eso está en segundo plano, ahora mismo se está llenando los pulmones del aroma a vino y de cerrar los ojos y disfrutar de los besos de Louis en su cuello. Le apretó la camisa cuando beso justo donde debería ir una bonita marca. Una de Louis.

—Te llevaré a la cama, te prepararé un té para que te calmes ¿Si?—Louis se aleja para mirarlo a los ojos—. ¿Me dejaras hacer eso, omega? ¿Me dejaras cambiarte de ropa, arroparte y quedarme unos momentos contigo?

—No creo que sea buena idea, porque...

Blake se detiene cuando escucha el gruñido de Louis. —Soy su destinado, solo yo puedo calmarlo. No lo vas a calmar, ni siquiera supiste cuidar de él.

—Louis, por favor—pide en un susurro—. Solo llévame a la habitación.

Le da una mirada de disculpa a Blake y este nota lo que quiere trasmitirle. Louis se calma y le sostiene la mano mientras lo lleva a su habitación. Claramente terminó mandándole hacer ese té mientras se cambia de ropa y se ponía la pijama. Se adentra en la cama hundiéndose en ella ya más calmado y más con el aroma de Louis que tenía encima. Cierra los ojos recordando los recientes acontecimientos y la necesidad que tuvo de refugiarse entre los brazos de su destinado.

Abre los ojos con lentitud y se sienta en la cama cuando el alfa entra con una taza caliente de té en sus manos. La manzanilla se huele desde aquí. Lo toma entre sus manos sintiendo el calor envolver sus manos y bebe un poco ante la mirada de Louis.

—Los chicos se han ido—dice—. Me pidieron que te dijera que les mandes mensajes cuando te sintieras bien.

—Gracias, Louis.

—No agradezcas—Louis lo ayuda a acomodarse en la cama colocándole una almohada en su espalda para que estuviera más cómodo sentado en el respaldo de la cama—. Sabía que algo andaba mal, sentí tu nerviosismo y miedo.

—Louis—abre los ojos impresionado—. ¿Tú ya sabías que éramos destinados?

—Sí, creo que lo he sabido desde la reunión—suspira llevando una de sus manos a su barbilla—. Creo que he sido un imbécil. No debí tratarte de esa forma cuando nos conocimos y habértelo dicho antes.

—Louis.

Ríe con tristeza. —He estado celoso y enfado cuando supe que tendrías una cita con otro alfa y pensé que era buena idea venir antes de tu cita y pedirte que no vayas, que no te quiero ver con otro alfa, pero eso sería egoísta y me eche para atrás, pero si hubiese sabido que terminaría así no te hubiese dejado marchar.

El Omega ni siquiera tenía palabras para decir, simplemente le han fallado.

—Creo que también debo disculparme. Por tratarte de esa manera, nunca debí de reaccionar así y lo siento tanto. En serio por todo, y te agradezco que estés aquí y me hayas calmado porque te necesitaba.

Louis sonríe asintiendo inclinándose un poco para juntar sus frentes y disfrutar de los pequeños momentos.

—Dame otra oportunidad—el alfa le susurra sobre sus labios—. Déjame llevarte a otra cita.

—¿Cómo estás tan seguro que funcionará está vez?

—Porque te prometo que te vas a divertir, porque prometo hacer de esa cita una inolvidable—Louis se aleja tomando su mano para besarla con suavidad—. Porque he sido un alfa tonto por no darme cuenta del precioso Omega que he perdido.

Lo mira con profundidad y con las ganas de sentirse amado, protegido y seguro. Lo único que puede hacer es tomarlo de la nuca y lo atrae cerca. Sus labios se encuentran a los poco segundos, deslizándose juntos y sintiendo un cosquilleo recorrer sus labios y su cuerpo. El beso es algo diferente, tal vez se deba a qué no se ha besado con alguien hace tiempo o porqué Louis es su destino y porque lo hace sentirse de esta manera, un poco extraño y loco.

Solo un beso lleno de tantas respuestas a sus inquietudes, a los deseos que ha sentido en estos pocos meses. Un beso lleno de tantos sentimientos.

—Sí, Louis—ríe con ternura—Me gustaría ir a una cita contigo.

El alfa le sonríe con orgullo. Parece que tienen una nueva cita.

Tiene un fuerte deja vú mientras se arregla y se aplica un poco de perfume, no tanto porque parece que Louis ama su aroma. Esta emocionado por esta noche aunque cree que es un poco tonto y romántico, Louis dijo que empezarían de cero, harían que no se conocen, como si fuese la primera vez que se vieran. Había reído suavemente cuando se lo dijo, pero no puso queja alguna, sobre todo cuando se lo dijo después de que lo beso con suavidad y se le preparo un té y lo lleno de su aroma para calmarse y se quedó hasta que se durmiera.

Se sentía nervioso por la cita, porque deseaba que terminara bien y porque no habían hablado de sus sentimientos y del hecho de que son destinados, estaban dejando todo a la deriva y que fluya en su momento. Le ponía ansioso y más por la cita.

Cómo la primera vez tomo sus cosas, cerró la puerta de su cabeza y camino a pie hasta el mismo restaurante. Cómo reflejo se detuvo cuando Louis tomo la puerta y rio.

—Casi te golpeo, lo siento—Louis dijo con un tono formal que lo hizo querer reír pero se lo contuvo.

—No te preocupes—dice copiando el mismo tono del alfa—. No pasa nada.

Recuerda cuando sucedió y el ataque que soltó al instante, ahora que lo recuerda se siente avergonzado de haber actuado de tal manera, se dejó llevar por las emociones del momento.

—¿Tienes prisa?—Louis vacila con timidez.

Ríe despacio asintiendo. —Tengo una cita en realidad.

—Es una lástima—Louis lo mira profundamente—. Podría invitarte a una cita.

Se echa a reír apoyando su cabeza en el hombro del alfa, lo escucha resoplar enfadado, tal vez porque se ha salido del personaje, pero no puede evitar pensar en la primera vez que se vieron y como ambos se tiraron comentarios agresivos. Sonrió cuando Louis lo sostuvo de la cintura y lo atrajo. Su aroma siempre era bueno. Aroma a vino suave y delicioso.

No es tan fan del vino, le gusta tomarlo cuando tiene citas románticas, que casi nunca sucede y cuando toma un relajante bajo de burbujas como toda una señora, pero nunca se ha considerado fan de ello, pero del aroma del alfa lo es.

—¡Tu nunca dirías algo como eso!—lo acusa.

—Que descarado es, ni siquiera me conoce—Louis entre cierra los ojos y suspira—. Lo habría hecho si alguien no me hubiese gritado y me hubiese dejado disculparme de verdad.

—No vamos a discutir de nuevo—Harry se pasa las manos por su frente antes de entrelazar sus manos—. Dejemos todo este asunto de que no nos conocemos y pasemos un rato agradable.

—Bien.

Sonríe ligeramente. Está vez entran al restaurante tomados de las manos. Se sientan uno al lado del otro, presionando sus muslos, comparten la cena y piden un poco de todo y Harry pide una botella de vino solo para que él pueda comparar el olor del vino con el aroma del alfa. Son parecidos, pero el de Louis es más fuerte y más especial

A esa conclusión llega al final de la noche. Un poco mareado por todo el vino y quizás por su propios aromas y el coqueteo constantemente entre ellos. La cita es diferente a la que nunca tuvieron, primero porque está vez Louis no lo termino golpeando y porque en verdad ha superado todas sus expectativas, se la pasaron riendo tantas veces que tuvieron que reír por lo bajo al recibir miradas desaprobatorias, Louis lo halagaba frecuentemente que sus mejillas adquieran color y ya era parte de él toda la noche.

Louis lo envuelve con su chaqueta cuando salen del restaurante. El aire fresco se cuela por su huesos y lo hizo encogerse y tiritar, el alfa se dio cuenta y lo envolvió y lo atrajo mientras lo acompañaba hasta su departamento. Fue muy dulce de su parte acompañarlo aún cuando tenía un auto, ambos querían disfrutar de la noche y porque ninguno se quería despedir aún.

Se quedaron parados frente al otro cuando llegaron al edificio donde vivía el Omega. Louis lo atrajo besando su frente.

—Bueno creo está es la parte de la cita donde nos despedimos—Louis dice con simpleza—. O es la parte en que te digo que creo que somos destinados.

—Y aquí sería la parte en que salgo corriendo porque no te creo.

—Oh no te dejaría—Louis se acerca hasta que sus respiraciones se entrelazan—. Incluso me atrevería a decir que está es la parte donde te beso apasionadamente.

Harry lo pone objeción o hace otra broma para aligerar el momento porque no va a mentir, lo quiere, quiere el beso así que junta sus labios suavemente. Está vez es un beso lleno de tanto sentimientos y no es necesario que digan que están enamorados o que sienten algo por el otro porque está noche todo ha quedado claro y tal vez cuando tengan el tiempo después de besarse puedan confesarlo, pero está demasiado ocupado persiguiendo el sabor de los labios del alfa. Vino y crema. Es a lo que saben, el vino que han tomado toma la noche y la crema de la pasta.

Ladea la cabeza para obtener un mejor ángulo. Entre sus manos toma la ropa de Louis para acercarse y apretarse entre ellos. No quiere ningún espacio que los separe, sus lobos necesitan tanto el contacto que Harry está dispuesto a darlo.

Se alejan con un chasquido mientras deja a la vista su cuello, el alfa no tarda en inclinarse y dejar besos suaves.

Con suspiros escapando de sus labios dice—: Dejémonos de tonterías y llévame a la habitación y márcame Louis.

Este lo mira sorprendido mirándolo a los ojos para buscar alguna duda en sus ojos, algo que lo haga decir que está bromeando, pero sus ojos brillan con anticipación y amor. Solo quiere ser marcado por su destinado, quiere ser marcado por Louis.

—¿Deseas tanto qué te marque?

—Sí, Louis. Ambos sabemos que nos queremos, que hay una conexión y no quiero a ningún otro alfa. Tu eres mi destinado—confiesa ocultando su rostro en su cuello. Deja un beso ahí—. Ahora llévame al departamento y márcame.

—Lo haré, Harry. Serás mi Omega.

Harry sonríe alzando la cabeza para besarse una vez más antes de que Louis lo tome de la mano lo lleve adentro. Ríen entre ellos sintiéndose ansiosos, y sobre todo dichoso porque han encontrado a su destinado en una situación diferente, pero no sé quejan, no cuando Harry estará a punto de ser marcado por un alfa del cual está completamente enamorado.

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