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Beyond a comfortable nest

Louis se sorprende al encontrar a su compañero de habitación anidando y con su ropa.

Tag: Omegaverse

Refunfuña cansado mientras teclea en su teléfono para preguntarles a sus amigos si hay algún plan para la tarde. Es viernes, quiere salir a despejarse un poco para luego regresar hasta tarde a su dormitorio. Solo está buscando algo con lo cual divertirse para luego centrarse en sus proyectos de la universidad. Sin embargo, ninguno contesta por lo que va a su dormitorio para dejar sus cosas y quizás dormir un poco más, solo porque se está muriendo un poco de sueño por desvelarse para terminar los últimos capítulos de la serie que estaba viendo, incluso tuvo que colocarse los audífonos y bajar el brillo de su computadora para no molestar al precioso Omega que tiene como compañero de dormitorio. Porque parece que Harry tiene un buen hábito y se duerme a la hora de siempre, colocando su corazón como un loco cuando se coloca la pijama y se tapa hasta el cuello y al final lo mira con suavidad y ojos cansados para murmurar un: buenas noches.

Siempre causándole diversas sensaciones y reacciones. Solo es un Omega precioso, el más hermoso que ha visto desde que abrió la puerta de su nuevo dormitorio. Tan inteligente y suave a la vista.

Busca su llave por si acaso Harry no ha llegado, que es usual porque sus clases aún no terminan y también es raro que se haya aprendido su horario cuando a duras penas recuerda el suyo. Cuando lo recupera ya está frente a su puerta.

Suelta un largo bostezo pasando los puños de sus manos por sus ojos tomándose el tiempo de estirarse y desperezarse de estar sentado todo el tiempo hace un par de minutos atrás. Regresa a la misma posición metiendo la llave para abrir la puerta. Pero termina congelándose en el marco de la puerta cuando encuentra a Harry plácidamente dormido en un nido, un nido que ha construido a un lado de su parte de la habitación y tiene que aguantar la respiración cuando logra identificar su ropa dentro. Incluso Harry tiene abrazado una de sus sudaderas.

Parece que ha hecho el ruido suficiente para despertar a Harry porque abre sus ojos lentamente y se estira. Cuando sus ojos se encuentran sonríe de manera perezosa pero solo le toma unos cuantos segundos darse cuenta de todo y se sienta abriendo los ojos de sorpresa.

—Louis, yo-

—¿Estás anidando?—la pregunta es muy tonta pero lo ha tomado por sorpresa que no puede pensar con claridad.

—Supongo.

Se le parte el corazón porque parece que Harry está a punto de echarse a llorar sobre su nido. Sus ojos están cristalizados y su respiración empieza a ser rara, hundiendo sus uñas en la prenda que tiene en sus manos. Louis no sabe mucho acerca de los Omegas y lo nidos, pero sabe que un Omega anida cuando está pasando por un mala situación, está entrando en celo o está estresado. Pero descarta al momento sobre el celo porque Harry siempre lleva un registro y todos los alumnos deben pasar fuera su celo por lo que es ilógico que este entrando en celo, además su aroma sigue siendo igual.

Lo sabe porque siempre ha amado el aroma del Omega y que secretamente lo ha perseguido incluso en sueños.

Ante la preocupación de exceder su espacio o que este alterándolo más, porque sabe que es un espacio sagrado, se acerca lentamente, mantenido un gran espacio entre ellos. Mira a Harry con una sonrisa suave.

—Harry, respira suavemente. Tómate un tiempo para respirar bien, ¿Si?

El Omega asiente de manera torpe sin dejar al lado su sudadera y cierra los ojos para inhalar y exhalar con regularidad.

—Louis...

—Está bien, no me importa—lo calma ante sus prendas estando en su nido.

El hecho lo tiene confundido y raro porque sabe que las prendas en un nido son importante y de personas cercanas a él y quiere creer que se deba a qué son compañeros y ya están familiarizados con el aroma del otro y porque se han conocido un tiempo y se tienen cariño. Louis, por supuesto, que le tiene cariño a Harry, más de otro tipo de cariño, de ese que lo pone con los vellos erizados y que la cercanía del Omega lo pone extremadamente nervioso porque Harry es perfecto, un precioso Omega.

Está tratando de ser cuidadoso con cualquier movimiento que hace y de que cosas dice, así como mantener el espacio entre ellos para no perturbar la calma que poco a poco está obteniendo Harry.

—Voy a devolvértelas.

Luce tan vulnerable que está haciendo un esfuerzo tan grande por no inclinarse y abrazarlo con fuerza. Tal vez dejar su aroma encima y dejar besos en su mejilla, pero eso es tan loco y tan íntimo que debe mantener esas acciones y pensamientos para sí mismo, justo como lo ha estado haciendo todo este tiempo. Le cuesta, pero lo hace.

Harry está en una situación vulnerable que no sabe cómo reaccionar o que hacer para calmarlo, porque nunca ha visto a Harry en este estado, siempre siendo un Omega fuerte y calmado. En esos momentos es que su alfa protector quiere salir a la superficie y hacer algo al respecto para no ver al Omega que quiere de esta manera. Sus deseos siempre han sido muy fuertes pero es algo que puede controlar por lo que suspirar y mira a Harry, esperando transmitirle calma y hacerlo ver qué no está enojado o incómodo al ver sus prendas en su nido, sino que despierta otras cosas en él que trata de no pensar para ceder ante sus deseos más fuertes.

Detiene las manos del Omega a medio camino de quitar la ropa que ha puesto estratégicamente en su nido. Los ojos de Harry se abren llenos de sorpresa y Louis no quiere perturbar la calma del rizado. Quizás va a estar ansioso y estresado por desarmar su nido.

—No es necesario, no me importa. Puedes quedártelas.

—¿Seguro?—su tono de voz sale frágil y temblorosa.

—Mucho, en verdad que no pienses en que molesta—le repite dejando en claro que no le importa. Se aleja un poco—. Perdón por preguntar, ¿Pero por qué estás anidando?

Aquella pregunta no solo le ha tomado por sorpresa a él, sino parece que Harry no tiene en claro la razón por la que está desesperado en anidar, de refugiarse en un lugar que le dé paz y pueda pasar los días hasta que se sienta mejor.

Aunque está esperando pacientemente por la respuesta del Omega con aroma a frambuesas, mira su nido, esperando no ser intrusivo o acosador en permitirse observar cada rincón del precioso nido de Harry, porque a simple vista luce demasiado cómodo y oscuro. Con algunas luces en forma de estrellas, con cojines suaves y acolchonados y algunas prendas, no solo suyas sino de otras personas, personas cercanas al Omega. Luce cómodo y perfecto, como si cada cosas hubiese sido puesta en el lugar perfecto, y quizás el Omega se ha tomado su tiempo para mirar cada espacio y reordenar cada cosas hasta que estuvo cómodo y satisfecho con el resultado.

Su imaginación debería ser prohibida, porque miles de escenarios con el precioso Omega anidando inundan su cabeza teniéndolo al borde de la locura.

Harry se encoge de hombros algo tímido. —Sinceramente no sé. Solo me entraron unas inmensas ganas de anidar.

—Está bien, no te aflijas. —Mira a su alrededor suspirando antes de volver a dejar caer su mirada sobre el Omega—. Voy a dejarte unas horas solo y si necesitas quedarte solo está noche solo avísame y me quedaré con un amigo.

—Está bien. Gracias, Louis

Harry dice con una sonrisa pero aún mirándolo de manera alarmante por lo que Louis se levanta alejándose y dándole su espacio al Omega para calmarse, estar en paz y tomar una siesta a gusto dentro de su nido.

Solo toma una mochila con una muda de ropa, su computadora por si debe pasar la noche en otro lugar y algunas cosas que cree que va necesitar. Antes de salir echa un vistazo hacia Harry encontrándose con el Omega acurrucado dentro de su nido con los ojos casi cerrados, dormitando. Se le oprime el pecho de amor ante la vista.

Sus manos se congelan cuando escucha al Omega abrir los ojos lentamente y decir—: Vuelves, alfa.

Quizás ha sido producto de sus más profundos deseos o ha escuchado mal y el aroma del Omega lo está volviendo loco al punto de no saber distinguir los escenarios ficticios y los verdaderos, aún así, le sonríe asintiendo y cierra la puerta detrás de él para apoyarse contra la puerta y respira lentamente. Necesita aire.

Le toma segundos recuperarse de todo lo que ha pasado en poco tiempo y cuando lo hace es porque su teléfono suena varias veces. Baja la mirada para encontrarse un par de mensajes de Liam y Niall acerca de verse en algún punto para pasar el rato y Louis no duda en aceptar porque le ha dicho a Harry que le va a dar algunas horas y solo iba a refugiarse en alguna cafetería o en la biblioteca de su campus.

Camina hasta el lugar acordado encontrándose con Liam, quien le empuja el hombro jugueteando en modo de saludo. Aunque no responde como antes.

—¿Qué sucedió? Te ves un poco pálido y callado.

Niega un par de veces. —Nada. Estoy cansado nada más.

—¿Seguro? Eres malo mintiendo en verdad, Louis.

Asiente con un gruñido malhumorado surgiendo desde del fondo de su garganta. No va a decirle que acaba de encontrar al Omega que despierta tantas cosas en él armando un nido y que en ella hay muchas de sus prendas. Y tal vez mañana no cuente con mucha ropa, aunque no le importa en absoluto pero no ha tenido el tiempo para procesarlo que todo viene de golpe y la preocupación por Harry siempre estando presente.

—Estoy bien, no seas cansado con tantas preguntas—pide.

—No lo haré, solo me preocupas—Liam lo calma antes de mirar la hora en su reloj—. Niall, debe estar por venir y podemos ir a los boliches.

—Donde sea está bien. Necesito distraerme de todo.

Y de que he visto a Harry anidar. ¿Había algo más tierno qué ese Omega acomodando cada cosa en su nido? Bueno, Louis no podía pensar en nada más allá que el Omega siempre.

Es un lío cuando se trata de Harry, eso es una confesión que no suelta por lo alto, solo para él.

—¡Lo siento, tarde, tarde!—Niall llega alzando los brazos soltando disculpas por algunos minutos de tardanza.

—Casi te dejamos—bromea ya algo relajado—. Estoy hambriento, así que si podríamos dar marcha sería genial.

Niall rueda los ojos pero los tres caminan hasta el estacionamiento para buscar el auto de Liam y este pueda manejar hasta el lugar de los boliches. Adora ese lugar porque puede obtener comida y al mismo tiempo divertirse jugando, todo en uno, un paquete que Louis siempre está dispuesto a pagar y más ahora que necesita desesperadamente callar las súplicas de su alfa que le piden estar al pendiente de Harry a cada segundo.

Tal parece que su alfa está encantado con el Omega de rizos suaves desde la primera vez que abrió la puerta de su dormido. Pensó que la universidad no iba hacer nada emocionante, pero que equivocado esta. Que se encontró con la palabra hermosura en una persona, para ser precisos en un Omega se aroma a frambuesas, amante de las siestas cómodas, cálidas y a oscuras que ha puesto a Louis más de una vez a dormir en medio de una tarea importante.

—¡Oh, vamos. Apestas hoy, Louis!—Niall lo empuja alejándolo.

—Estás a la par, Niall. —Liam apunta al beta con una sonrisa amenazadora.

—No por mucho, no proclamen victoria. Voy a hundir sus traseros.

Louis exclama acercándose a sus amigos, aunque sus palabras terminan siendo totalmente falsas cuando el que resulta ganador es Niall, pero no le molesta en absoluto cuando tiene la barriga llena y la felicidad en su cuerpo.

Los tres toman direcciones opuestas agitando las manos para luego caminar hasta su dormitorio y la ansiedad vuelve, perturbando su calma. Aunque todo se dispersa cuando abre la puerta y las luces están apagadas y el Omega duerme plácidamente y cómodo dentro del nido que ha armado.

Aún en la oscuridad puede verlo abrazado a una almohada con algunos soniditos escapando de sus labios.

Cuando despierta es porque no puede conciliar el sueño, su cama no está siendo amable con su espalda, por lo que se da la vuelta para buscar una cómoda posición y se encuentra con dos cosas: el precioso Omega durmiendo cómodamente en su nido, que le tiene cierta envidia porque parece de lo más cómodo estando ahí que en su propia cama y también se encuentra con la noche y con la luz de la luna filtrándose un poco por las persianas. La luz cae pulcramente sobre el rostro del Omega. Sus facciones se marcan y sus labios entre abiertos lo hacen lucir adorable, abrazando una almohada contra su pecho y con el pecho subiendo y bajando lentamente. No hay nada que perturbe sus dulces sueños.

La sencillez de Harry es algo que lo hechizo al momento, al igual que sus ojos como dos faros en plena oscuridad. Que repasa cada cosa que adora del Omega, aún cuando es pequeña y para mucha gente pase desapercibida.

Lo siguiente que recuerda es quedarse dormido con sus pensamientos prendidos que poco a poco se esfumaron. Unas pocas horas después se levanta asustado cuando su alarma suena en todo el lugar y el tono lo pone de mal humor en cada momento que suena.

El Omega se remueve incómodo ante del sonido y Louis tiene que levantarse para precipitarse hasta su teléfono y apagar el maldito sonido que lo pone con los pelos en punta. Harry lo mira divertido ante su irritación, pero el alfa solo puede mirar como se le cierran los ojos pero mantiene una sonrisa suave.

—¿De qué te ríes?

—De ti y tu odio por las alarmas—El Omega dice acurrucándose más.

—Por supuesto que lo haría. ¿Quién en su sano juicio quiere levantarse temprano?

—Tienes un punto—suelta abriendo los ojos para estirarse. Puede notar su sudadera debajo de él—. Debo ir a clases también e ir a mis clases de yoga.

—¿Clases de yoga? Muy aburrido, Harry.

—Tú eres bastante flojo. —El Omega ríe risueño estirándose en su nido.

Sonríe aguantándose la risa porque Harry ha vuelto a ser ese Omega insolente, divertido y organizado que días antes. Parece que su desesperación de anidar ha quedado en segundo plano y luce con la energía y las ganas para volver a su día a día. Es solo que ha entrando en preocupación por el Omega que le ha costado pegar un ojo en toda la noche y porque no ha estado en una posición así con anterioridad por lo que no sabía cómo responder, aunque lo ha hecho bastante bien.

Simplemente seguirá dándole su espacio al Omega y no estará cercana de su nido, de aquel lugar que le está dando seguridad y calidez.

—Muy amable de tu parte.

Señala caminando hasta su closet para darse cuenta de que casi no tiene ropa limpia y la que tenía ha desaparecido a causa del Omega de rizos, por lo que busca algunas de sus camisas de botones formales y unos jeans. Camina hasta el baño para asearse y poder despertar para tomar sus clases y cuando sale Harry sigue durmiendo cálidamente en su nido y le tiene envidia porque su día empieza un poco tarde.

Cuando está a punto de salirse se gira hasta Harry con una pregunta que va a deslizarse por sus labios pero sigue dormido que solo cierra la puerta y camina hasta su clase con pesadez y se sienta al lado de Niall cuando llega a su clase.

Se vuelve a él nervioso. —¿Sabes mucho de Omegas?

—Uhm, no. —Entrecierra los ojos—. Créeme, aún no entiendo a los alfas y me preguntas por lo Omegas.

—¿Pero tienes muchos amigos omegas, no?

—Lo hago. ¿A qué vienen todas estas cuestiones?—El rubio alza una ceja divertido—. Pensé que estabas encantado con ese compañero tuyo.

—Y lo sigo. No creas que estoy interesado con algún Omega con quién hablas—aclara al momento. Se inclina un poco más cerca de su amigo—. Estoy un poco preocupado porque Harry ha estado anidando.

—Los Omegas hacen eso, ¿Qué está mal?

Que está anidando con mi ropa. No lo suelta pero lo piensa. Al principio estaba bien con que Harry tuviera una que otra prenda en su nido, porque sabe que los Omegas anidan con ropa de las personas cercanas a él, aquellos con los que tiene una relación especial y estrecha, y bueno, ellos han estado compartiendo habitación por un año y algunos meses. Desde el momento uno han entrado en confianza rápido y se llevan bastante bien. Louis ha estado enamorado de aquel Omega. Sin embargo, hoy ha quedado perplejo de que casi se queda sin ropa y no es que haya traído mucho pero su closet bajo considerablemente.

Solo está pensando en que va a ponerse mañana, no es como que pueda ir y sacar toda su ropa del nido del Omega. Eso sería drástico y perjudicial para Harry.

Quizás deba ir a comprar más. Se dice a sí mismo. De después de todo siempre ha buscado una razón para ir por nueva ropa.

—Olvídalo. ¿Me acompañas de compras? Creo que necesito nueva ropa urgentemente.

Un par de horas después está mirando unos jeans fijamente mientras en sus manos tiene un par de t-shirt, más sudaderas.

Escucha a Niall resoplar a su lado. —Tómalas y no veas el precio, luego sufres en la caja.

—Que buen plan—dice sarcásticamente.

Aunque las termina tomando y pensando que está bien por hoy. Ha llevado muchas cosas y tiene aún ropa sucia por lavar, tan solo es flojo como para hacerlo.

Después de pagar ambos regresan a sus dormitorios cansados y exhaustos por caminar por varias tiendas sin que Louis le guste de todo una, siempre recurriendo a la misma tienda. Abre la puerta de su dormitorio encontrándose con su ropa sobre su cama y mira a su alrededor esperando encontrar a Harry pero ha salido, por lo que camina hasta el nido. Parece que no ha estado satisfecho al final de todo. Ha movido y sacado muchas cosas, pero puede ver un par de sus sudaderas sobre su cama y agradece tener un poco de su ropa de regreso.

Toma la ropa sucia y camina hasta la lavandería y lava su ropa y cuando vuelve a su dormitorio Harry está en su nido con su computadora en su regazo ocupado. No saluda y camina hasta el closet para doblar la ropa mirando de reojo al rizado.

—Siento lo de tu ropa. Creo que tome mucho sin pensar.

—Está bien, no me molesta. Puedes tomar cuando quieras, no me molesta compartir solo no me dejes sin ropa, pequeño Omega.

Aquel término se escapa de su boca pero Harry parece no molestarle, incluso sus mejillas se encienden y baja la mirada.

—Lo tomaré en cuenta.

Cuando termina se deja caer en la cama hundiendo su nariz en las almohadas de cama antes de que el dulce aroma de Harry lo llame como siempre, ahora un poco más dulce que le nubla los sentidos y lo adormece o simplemente está tan cansado como para hacer otras actividades. Por lo que se permite acomodarse y cerrar los ojos.

Sus clases acabaron antes pero en vez de regresar a su dormitorio camina junto con sus dos amigos hacia una sala donde puedan descansar y donde hay sillones, televisiones y algunos juegos, sobre todo una cafetería donde pueden tener un refrigerio y Louis está bastante hambriento porque no le ha dado tiempo para sentarse y comer adecuadamente, por lo que es lo que hacen. Obtiene huevos, tostadas y jugo de naranja.

Camina hasta sus amigos y con otro grupo de alfas y Omegas que están sentado en la mesa hablando entre ellos y siendo bastantes ruidosos. Niall le empuja el hombro divertido y se encoge de hombros para centrarse solo en comer y escuchar de vez en cuando la plática que hay en la mesa.

Su atención se esfuma cuando capta el rico aroma que inunda el lugar y su cabeza se alza por sí sola, encontrándose con la mirada de Harry en la puerta. Está buscándolo porque cuando sus miradas se encuentran el Omega suelta un suspiro y camina hasta él, que no sabe qué hacer porque Harry nunca lo ha buscado fuera de su dormitorio, solo cruzan palabras cuando se encuentran por el campus o a cualquier lugar que vayan y se encuentren.

No tiene tiempo para pensar porque el silencio inunda el lugar y de repente Harry está ahí parado al lado de él y todos los pares de ojos están en el Omega, aunque solo es por la inesperada interrupción porque todos regresan a su plática y se olvidan de ellos.

Harry juega con sus manos en señal de estrés pero sus mejillas están sonrojadas y luce como si acaba de despertar de un sueño, pero se ha puesto decente para salir al exterior.

—Uhm... Siento interrumpir. ¿Podemos hablar unos momentos, Louis? Por favor.

—Eh, sí, sí. —Asiente torpemente limpiándose los dedos con una servilleta. Luego se levanta caminando hasta un lugar más privado y apartado para poder hablar.

El Omega se remueve incómodo mirando rápidamente hacia las demás personas a su alrededor, como si lo que está a punto de decir va a ser algo vergonzoso o de lo cual Harry no quiere escuche nadie más.

—¿Qué sucede? ¿Hay algo mal?—pregunta algo preocupado.

—Mi nido no se siente bien, Lou—el Omega se queja con un quejido que escapa de sus labios.

Es claro que se encuentra estresado porque el nido no está siendo de su agrado. Y no entiende que está mal, hace dos días que Harry estaba contento con su nido, luego lo reorganizo y estaba satisfecho con su trabajo y ahora resulta que está de nuevo estresado por su nido.

No ayudo para nada estar leyendo un poco de información de los nidos porque no sabe que decir para hacerlo sentir mejor o proporcionarle consejos para ordenar su nido porque nunca ha hecho un nido, es un alfa y casi nunca tienen este deseo por anidar, por lo que no sabe qué decir, esperando que Harry tuviese la repuesta y de porque ha venido hasta él.

—¿Qué está mal con el nido? ¿No está siendo cómodo? ¿Le faltan más almohadas?—Mira la hora en su reloj—. Puede que estén abierta las tiendas y si necesitas más almohadas puedo ir por ellas.

—No es eso.

—¿Qué es entonces? ¿Si quiera lo sabes?—Se acerca un poquito más al Omega colocando una mano cerca de la de Harry.

El Omega se sonroja con fuerza asintiendo un par de veces. —Sí, yo, uhm.

Se acerca un poco más colocando una mano en su espalda para acariciarlo porque parece que está a punto de tener un ataque de sonrojes y balbuceos. Sus mejillas están rojas y sus ojos brillantes, y sus labios están atrapados entre sus dientes. Le agrada que el Omega sea tan tímido a veces, pero no le gusta cuando se llega a lastimar por no saber cómo decir las cosas.

Harry ronronea suavemente acercándose a su toque tomando entre sus manos su sudadera y cierra los ojos ante las caricias proporcionadas por el alfa.

—Bonito.

—Tu olor—dice Harry abriendo los ojos lentamente.

—¿Mi olor?

—Sí, falta tu olor en mi nido—vuelve a repetir más alto y más claro.

Ahora es a él a quien se le sonrojan las mejillas. Por dios, tiene que sostener a Harry de la cintura para no volverse loco por lo que Harry le hace. Volviéndolo dependiente de su aroma a frambuesas y de su presencia.

—¿Por qué no agarras una de mis sudaderas de mi closet?

El Omega niega con la cabeza moviendo sus rizos al mismo tiempo y lloriquea, pegándose a su costado mientras mueve la cabeza. Nunca había visto a Harry en este estado, solo tímido.

—No tiene suficiente olor.

Abre los ojos ante lo que está tratando de decir, o más bien, lo que está tratando de pedirle. Ha venido hasta aquí y tal vez incluso ha estado rondando por los lugares en el campus para buscarlo y pedirle su sudadera.

—¿Quieres la sudadera que tengo puesta?—pregunta Louis de manera cautelosa.

El brillo con el que lo mira el Omega y lo bonita sonrisa que se ha plasmado en su rostro lo hacen alejarlo y quitarse la sudadera al instante. Agradece haberse colocado una t-shirt debajo de eso.

El Omega lo sostiene mucho más calmado, como si fuese la parte esencial de su nido y sin ello todo se vendría abajo. Bueno, quizás sea de esa manera porque Harry ha venido hasta él solo para obtener su sudadera.

La valentía le hace sostener una de las mejillas de Harry de manera delicada mirando cómo se deshace bajo su tacto.

—Gracias, alfa.

Lo suelta de esa forma tan calmada, como si ya lo hubiese dicho cientos de veces y que esas palabras no afectan a Louis para nada. Y se va, sonriéndole una vez más para irse como un cachorro contento y Louis tiene que respirar porque parece que ha olvidado cómo hacerlo de manera correcta y porque el Omega es tan precioso cerca que desearía tenerlo.

No le sorprende que un par de noches siguientes Harry se suba a su cama solo para empujarle el hombro y llamar su atención, quizás porque está casi profundamente dormido y cuando siente las manos del Omega empujarlo él solo hunde la cara en las almohadas soltando un gruñido bajo porque son las tres de la mañana y Harry lo ha despertado por lo que no solo está cansado, sino malhumorado y si fuese otra persona que está despertándolo de su magnífico sueño, lo hubiese empujado fuera de su cama pero su alfa adora a Harry y se pone todo protector cuando se trata del Omega con aroma a frambuesas.

Puede escuchar su quejido y sus manos ser insistentes, por lo que se da la vuelta y aparta el cabello que le ha caído en la frente para centrarse en Harry. A pesar de que la habitación está oscura puede ver la pijama rosa del Omega y de cómo sus rizos están en direcciones diferentes y sus puños alejan el sueño. De un momento a otro el sueño se ha ido y está centrando en apreciar la belleza que posee Harry.

Trata de encontrar que está mal, pero no puede precisar exactamente qué ha pasado y Harry luce cansado.

—¿Qué está mal ahora, amor?

El Omega suspirar suavemente. Un arrullo que casi lo hace volver a encontrar el sueño. —Tu olor.

—¿Qué tiene mi olor?

—Ya no es tan fuerte, no puedo dormir—el Omega señala.

Y Louis haría un esfuerzo sobrehumano para levantarse y estirar sus extremidades para quitarse la camisa y dársela al Omega y para alcanzar una de sus almohadas, pero está tan cansado y recién despierto de un increíble sueño que no encuentra la energía para hacerlo. Solo hace lo que piensa que es correcto porque no puede pensar bien en este momento y lo agradece porque de alguna forma no hubiese tomando al Omega del brazo y jalarlo a su lado para hundir su nariz en su cuello y esparcir su aroma por su ropa y piel, esperando que fuese lo suficiente para adherirse a él y pueda dormir.

Tarde para preguntar pero lo hace. —¿Está bien? Estoy cansado como para hacer otro movimiento.

—Sí—lo suelta como un suspiro silencioso.

El alfa sonríe escuchando su ronroneo y como su aroma se hace intenso, una explosión de repente que lo tiene deleitado. Sus labios dejan besos suaves en el cuello de Harry, siendo de los más suaves y tiernos, no queriendo darle otra señal.

—Eso da cosquillas, Lou.

—¿Me detengo?—hasta le cuesta hablar.

—¡No!

—Shh, deseo dormir en verdad. —Louis ríe junto con un bostezo que lo corta—. Buenas noches.

Dice pero restriega su aroma en Harry hasta que sus ojos pesan demasiado como para mantenerse despierto y lo último que siente es al Omega enredar sus brazos a su alrededor y enredar de igual forma su piernas. Sus suspiros son lo que lo hacen quedarse profundamente dormido y todo parece nublado y acto de un sueño pero cuando despierta al día siguiente el Omega sigue enredado a su lado soltando soniditos.

Le cuesta entender cómo es que no ha regresado a su nido y ha permanecido a su lado. Se desenreda con sumo cuidado para no despertarlo pero lo ve removerse entre sueños. Hace todo para vestirse y no hacer ruido para no despertar a Harry y se inclina para dejar un beso en su hombro y mejilla y sale de su dormitorio.

Solo es cuando llega a su clase que se percata que ha llevado encima el aroma de Harry, porque Liam frunce el ceño y se inclina, oliendo su ropa.

—¿Has estado con algún Omega?

Niall abre los ojos escuchándolo del otro lado por lo que también huele su ropa y sonríe secretamente. —Lo ha hecho y no de cualquier Omega, sino de Harry.

—¿Y tú cómo conoces tan bien su aroma?—Suelta un gruñido.

—Porque he ido a tu dormitorio bastantes veces como para saber cómo es su aroma. —Se encoge de hombros—. Ahora la pregunta es: ¿Por qué cargas con su aroma, querido Louis?

—No es de su incumbencia, chismosos.

—Bueno eso no decías cuando Liam vino con un chupetón en el cuello. Cuéntanos, ¿ya le has confesado tus sentimientos?—se queja Niall sosteniéndolo de su brazo con fuerza. Haciendo un berrinche, tal cual como un niño pequeño.

—No le he confesado nada.

—¿Entonces por qué su olor es tan fuerte en ti?—Niall insiste.

Louis gruñe más de lo normal asustando un poco a su amigo. —Basta, me estás cansando.

—Y malhumorado.

Deja caer su cabeza sobre la mesa negando varias veces. Niall no le tiene miedo a nada, incluso a un alfa enfado.

Eventualmente lo descubren y es algo que Louis no puede evitar porque tan solo dos días después está recargado en la pared junto con Niall y otro alfas que conoce mientras fuma un cigarrillo solo escuchando a sus amigos. Es ahí cuando el aroma de Harry lo alerta y alza la mirada encontrándose con el Omega caminando hasta él.

—Uhm, bueno días.

Louis sonríe dejando salir el humo, viendo cómo a Harry se le tiñen las mejillas de vergüenza, soltando esa frase amablemente y con sus piernas de bambi camina hasta él y se refugia en sus brazos, como si ya lo estuvieran haciendo miles.

—¿Mi olor?—señala alejando un poco el cigarrillo.

—Sí—murmura el Omega sobre su pecho llevando sus manos a su pecho para descansar ahí—. Me siento muy cansado y raro.

—Tal vez es hora de visitar al médico, ¿No crees?

—Odio el médico—se queja.

Louis se echa a reír porque él también tiene el mismo sentimiento hacia el médico, sin embargo, Harry ha estado raro y con estas ganas de anidar y tener su olor encima y no le molesta en absoluto. Por dios, está enamorado de ese Omega, lo adora, pero debe de admitir que está muy preocupado de la razón por la que Harry quiere estar cerca de él y tener su aroma cerca. Justo como ahora, hundiendo su nariz en su cuello y apretando su camisa en busca de su aroma.

De reojo puede notar como Niall se cruza de brazos mirándolo divertido y tiene que suspirar y tirar lo que resta del cigarro para no molestar a Harry y poder enredar sus brazos en su cintura y dejar un beso en su cuello que tiene una reacción en el Omega. Lo escucha gemir por lo bajo y tiene que llevar sus pensamientos en un rumbo totalmente distinto si no quiere tener un problema en frente de todos y en especial frente a Harry.

—Márcame con tu olor porque tengo una clase en pocos minutos.

—Lo haré, pero debes prometerme que irás al médico. —Le alza la barbilla.

—Odio el médico.

—Eso ya lo sé, amor, pero debes hacerlo—pide casi como una orden.

—Bien. Ahora márcame.

Exige Harry mostrando su cuello y no deberían estar haciendo esto frente a los demás, pero está más ocupado en darle todo lo que quiere y siendo llamado por su increíble aroma que no piensa mucho y hunde su cara en su cuello dejando besos suaves en su cuello y restregando su aroma encima.

Cuando es hora que Harry marche el Omega le deja un beso largo en su mandíbula y mejillas y se va con las mejillas encendidas y evitando la mirada de todos ahí, incluso la suya.

Tiene que caminar más rápido cuando Niall llega a su lado y suelta: Ahora entiendo todo.

Solo es al día siguiente que descubre la verdadera razón del comportamiento del omega.

Está regresando a su dormitorio después de un largo día de clases y luego salir con sus amigos que cuando llega la tarde y toca la puerta esperando a que Harry abra la puerta, pero no hay indicio de que el Omega lo fuese hacer o que incluso se encuentre en el lugar, por lo que refunfuña buscando entre el desastre que es su mochila, después de una semana completa de clases, y recupera la llave abriendo la puerta al momento. Tiene que sostenerse de la puerta cuando el aroma intenso de Harry lo azota de repente y su alfa sale a la superficie gruñendo, cerrando la puerta detrás de él para que ningún alfa pueda deleitarse con el aroma del Omega o de la vista.

Harry permanece en su nido soltando gemidos bajos y con dos dedos dentro de su entrada. Tal parece que el celo lo ha tomado por sorpresa porque no ha logrado desnudarse por completo, solo teniendo su sudadera o ha sido completamente intencional.

Camina hasta su cama dejando su mochila para caminar hasta el nido de Harry y tomarlo por sorpresa, porque abre los ojos y sus mejillas, si es posible, se sonroja más de lo que ya están y detiene sus movimientos sintiendo como el aroma a vergüenza se expande por todo su dormitorio.

Y él solo tiene una pregunta a pesar de que debe dejar a Harry solo, pero no puede dejar estar preocupado y su alfa le exige cuidar de él, de saber que estará bien si se marcha, de que ningún alfa podrá entrar. Y él cede ante los deseos.

—¿Por qué has entrado en celo?

Harry suelta un suspiro mirándolo avergonzado y en una neblina. —No estoy seguro.

—¿Simplemente se te pasó? ¿Sucedió de repente? ¿Cómo es qué dejaste que pasara?

—L-Louis, dios, deja de hacer todas esas preguntas cuando tengo dos dedos metidos de mí y necesito tu jodido nudo—grita ansioso capturando su muñeca con una mano—. ¿Por qué simplemente tú no te callas, dejas de hacer todas esas preguntas y me anudas ya?

Y tiene ganas de cumplir con su peticiones, inclinarlo contra el suelo y follarlo y darle su nudo y de esa forma aliviar su dolor, pero está preocupado de porque Harry ha entrado en celo de manera repentina y tal vez se deba a qué a veces los celos de los Omegas son regulares, pero no está seguro.

Niega unos momentos alejando la mano de Harry de su muñeca para sostener su rostro y dejar un beso en su frente para darle en claro que lo quiere, pero quiere una respuesta en este momento. Luego lo follaria por días y cuidaría de él.

—Solo responde, ¿Cuándo empezaste a sentirte así? ¿Cuándo sentiste la necesidad de anidar y tener mi aroma encima? Eh, dime, pequeño Omega.

—Yo, uhm. —Se sonroja sacando sus dedos de él y se sienta. Ignoran el hecho de que Harry está desnudo de la parte de abajo—. Puede que sea después de que haya escuchado a esa Omega.

—¿Qué dijo esa Omega, amor?

—¿Es necesario qué lo diga?—lloriquea de la vergüenza y Louis asiente—. Escuché que dijo que iba a invitarte a salir porque ustedes han intercambiado palabras y que era muy probable que se gusten mutuamente y que seguro la cortejarías. Dijo que iba a invitarte a una cita y yo no podía dejar que eso sucediera, iba a arrepentirme siempre. Pero no sabía cómo decir lo que siento y quizás lo que dijo esa Omega es cierto, entonces me estrese y arme un nido con mucha de tu ropa, pero no era suficiente, quería dejarle en claro a esa omega que no estabas disponible, que me querías solo a mí y pedí que me marcarás con tu olor para que ella pudiese notarlo. También me sirvió para acercarme a ti de la forma que siempre he querido. He sido muy feliz. Lo siento mucho si he arruinado tu oportunidad con esa Omega, soy un egoísta.

De un momento a otro no está escuchando lo que suelta Harry, pero logra captarlo. El Omega luce tan afligido y pequeño dentro de su nido y actúa rápido y gatea hasta el nido de Harry, se toma unos segundos por si el Omega no lo quiere dentro de su nido pero sus ojos son brillantes y esperanzados así que continúa y se inclina acercando sus labios.

—¿Sabes qué has logrado con todo esto?

—¿Qué cosa, alfa?—Harry mira sus labios tragando saliva.

—Solo has logrado acercarme al Omega que he deseado desde que entré por esa puerta la primera vez. Estás logrando colocarme duro con tus dedos entrando y saliendo de tu bonita entrada y soltando todos esos gemidos de tus labios.

—¿V-vas hacer algo al respecto?

Sus ojos se oscurecen y en su rostro crece una sonrisa malvada. —Oh, sí que haré algo.

Dice para luego capturar los labios de Harry contra los suyos, sintiendo como los dedos del Omega se aferran a su ropa abriendo las piernas y Louis no lo piensa mucho cuando lo empuja hasta descansar su espalda contra el suelo acolchonado que ha armado Harry. Sus labios en ningún momento se separan y el Omega se aferra a su cuello siguiendo el beso con pasión y con todas aquellas ganas que han estado flotando entre ellos todo este tiempo de manera secreta.

El Omega ha hecho un trabajo magnífico en el nido. Todo es tan cómodo y cálido, cómodo para pasar los días que dure el celo de Harry y sus aromas se combinan y se vuelven uno solo.

Solo se aleja para quitarse la ropa rápidamente mientras Harry gime del dolor y de la impaciencia, pidiéndoselo por su nudo y alivio, pero también hay cariño con la poca lucidez que posee Harry en esos momentos.

Cuando termina se inclina conectando sus labios con la piel del cuello del Omega. Dejando besos húmedos mientras sus dedos se adentran dentro de la sudaderas para acariciar su abdomen, su pecho y jugar con sus pezones.

—Mi Omega, solo mío. Te he querido tener de esta manera todo este tiempo.

—Te he querido también. Soy tuyo alfa, solo tuyo y me puedes tener de esta manera las veces que quieras—Harry dice removiéndose por Louis jugando con sus pezones—. Solo anúdame ahora, Louis.

—Con calma, amor, déjame tocarte y prepararte un poco para que no sea doloroso—pide.

El Omega asiente estando totalmente de acuerdo y Louis puede oler el lubricante natural que desprende, que baja de sus muslos invitándolo a hundirse lentamente dentro de Harry y amarlo por horas e incluso días a causa del celo, proporcionarle alivio y que solo él, su alfa, tenga el privilegio de verlo deshacerse de esta manera, de escucharlo soltar suaves gemidos a medida que Louis juega con sus pezones y lo besa con profundidad.

A medida que el calor los llena y el calor los abrasa, Harry se remueve gimiendo un poco del dolor que le causa estar en celo, y aunque le gustaría tomarse su tiempo con Harry, de descubrir los rincones incógnitos de su cuerpo, de besar cada parte de su cuerpo, sin embargo, debe encargarse de él, de ayudarlo a superar el celo.

Se inclina bajando un poco para besar sus muslos y tocar el lubricante que ha bajado. Harry lo toma de los cabello con fuerza cuando adentra dos dedos, no duele por lo lubricado que se encuentra el Omega en ese momento que los mueve lentamente en su interior.

—Mi bonito Omega, entró en pre-celo por lo celoso que estaba.

—E-estaba muy celoso, no quería que otra Omega me quitara su atención—se queja Harry gimiendo suavemente.

—Oh, amor, créeme que no me ha interesado tener a otro Omega. Ni siquiera puedo pensar en otra persona cuando todo tú ocupas mi mente.

Harry sonríe enamorado antes de jadear y jalar de su cabello cuando siente los dedos de Louis hundirse más profundo y tocar aquel punto que lo vuelve loco al momento. De sus labios salen un corro de gemidos que son cortados por los labios al momento.

Sonríe divertido cuando del Omega escapa un quejido por el vacío pero Louis se encarga de sentarlo y lo ayuda a quitarse la sudadera y luego palmea sus muslos para que Harry se siente sobre él y el rizado lo hace emocionado. Se sube sobre él colocando sus manos sobre el pecho del alfa acariciándolo y delineando sus tatuajes.

—Quiero, Lou.

—Espera, amor mío ¿Tomaste tus supresores?—pregunta acariciando sus caderas.

—Sí, alfa.

—Entonces adelante, Omega, hazlo. Jódete con mi polla, busca tu propio alivio y placer—suelta cerrando los ojos para disfrutar del aroma que dispara Harry.

Un aroma que lo tiene envuelto en una neblina de placer. Pero abre los ojos cuando Harry se inclina y toma su polla y lo guía a su entrada bajando lentamente hasta que está dentro por completo. Ambos suelta jadeos ante el calor y las sensaciones que se arremolinan en ellos.

El Omega lo mira con ojos totalmente dilatados, mejillas rojas, labios destrozados y los pezones rojos ante los juegos previos de su alfa. Solo le toma pocos minutos a Harry para mover las caderas hacia adelante y atrás de manera suave y constante, moviéndose sobre Louis y sosteniéndose de su pecho para encontrar la manera de sentirlo más profundo.

Mientras se mueve el alfa conecta sus labios sobre su cuello raspando la piel suave y caliente del Omega. El deseo es algo que le recorre cada vez que entra en contacto con esa zona y sabe que causa el mismo efecto en Harry. Sus labios se entreabren escapando de ellos bonitos sonidos que causan que Louis muerda una porción de piel, nada fuerte como para crear un vínculo y sus uñas se encajan en sus caderas.

—Alfa, eres tan grueso y largo—el Omega suelta maravillado, envuelto en su celo.

—Eso es, mi amor—lo halaga soltando gemidos ante los movimientos rápidos del Omega.

Lo siente sostenerse de sus hombros mientras brinca sobre su polla y sus dedos se clavan en ellos. Harry es un Omega precioso estando en celo, y claro, fuera de ello también, pero sus rizos son un caos y sus ojos están cristalizados.

Esas clases de yoga han servido de mucho porque está volviéndose loco ante los movimientos del Omega. Moviendo las caderas en círculos y luego brinca sobre su polla sin cansarse, sin flaquear, sin que sus piernas se cansen. Harry montándolo con el objetivo de obtener su nudo, de correrse, solo pensando en él en esos momentos nada más.

—Precioso Omega, codicioso, solo pensando en ti.

Harry abre sus ojos mordiendo sus labios asintiendo. —Eres mi alfa, debes darme tu nudo, solo a mí, no a esa tonta Omega.

—Solo soy tuyo, Harry, tu alfa.

—Estoy cansado—señala.

Louis no lo piensa mucho cuando sale de Harry y los cambia de posición con Harry con el pecho contra el suelo y el trasero al aire. Le coloca una almohada abajo para no lastimar al Omega y se hunde dentro de él, sosteniendo sus caderas para moverse con fuerza dentro de él. El sonido de sus pieles chocar es lo que llena su dormitorio, nada de afuera los perturba.

Sonríe orgulloso cuando el Omega sostiene las sábanas debajo de él y gime sin parar, lloriqueando del placer que termina corriéndose sobre las sábanas y Louis sigue con su trabajo de anudar al Omega, de conseguir su orgasmo y poder darle a su Omega lo que busca.

Tan pronto como siente que va a venirse cambia de posición, entrando de nuevo en él. Solo que la espalda de Harry descansa contra las suaves almohadas y Louis tiene las rodillas contra el suelo moviendo sus caderas hasta que se corre y su nudo se forma dentro del Omega.

—¿Estás cómodo? ¿No necesitas más almohadas?

—No, alfa—Harry abre sus ojos sonriendo—. Solo necesito abrazos y besos por el momento.

Y Louis está dispuesto a dárselo.

Louis abre la puerta empezando a desabotonándose los botones de su camisa mientras su pie cierra la puerta con un pequeños empujón, sin embargo, su labor de deshacerse de su camisa queda en el olvido cuando el aroma de su Omega llega hasta él y lo cautiva que sus manos se quedan quietas y caen a los lados pero no tarda en sujetar a Harry cuando esté brinca de la emoción y va dejando besos en sus labios varias veces murmurando tantas cosas que no las entiende todas, pero no le importa, porque está demasiado ocupado sintiendo los labios de Harry deslizarse contra los suyos un par de veces.

Eso es lo que ha estado esperando y pensando cuando estaba sentado en la oficina, pero ya está en casa y su corazón está completo cuando besa la marca de lazo al lado del cuello del Omega, de su Omega, de aquel Omega de rizos que tuvo su corazón al momento de entrar en ese dormitorio, que se convertiría en un lugar donde su amor iba a florecer y dar flores en cada etapa, desde su amistad hasta su relación. Eventualmente llegó el día en que debían mudarse y consiguieron una casa preciosa y en un privada tranquila.

Harry se deshace de risas sobre sus labios pero luego Louis lo baja y este toma su mano.

—Qué bueno que has llegado, alfa.

—¿Me has extrañado, mi amor?—cuestiona capturándolo para pegarlo a su pecho.

—Demasiado—asiente sonrojado—. Pero necesito que hagas algo ahora, Louis.

—¿Ahora?—Alza una ceja.

—Sí, alfa. Luego puedes cambiarte, esto es importante—explica Harry jalándolo del brazo para subir las escaleras.

No chista, tan solo lo sigue mientras trata de terminar de desabotonarse la camisa. Parece que el Omega ha estado ansioso porque llegará para mostrarle, lo que sea que fuese, porque no lo ha dejado relajarse un poco, cambiarse y tomar un vaso de agua. Está a medio camino sin la camisa cuando el Omega se detiene emocionado pero abre los ojos y se sonroja.

Lo escucha reír y se inclina conectando sus labios de nuevo. Persigue sus labios tratando de conseguir otra cosa pero Harry niega divertido y abre la puerta empujándolo dentro.

Se detiene a la mitad de la habitación buscando que está mal cuando se encuentra con un nido, uno perfectamente armado con su ropa. A pasado un tiempo desde que el Omega ha hecho un nido, que lo toma de sorpresa pero se gira hacia el alzando las cejas caminando para capturar sus caderas y lo besa.

—Uhm, amor, ¿Tu celo?

—Intenta con otra respuesta. —La sonrisa del Omega se ensancha.

Le toma un par de minutos caer en cuenta y cuando lo hace se le va la respiración y tiene que mirar el vientre de Harry y luego mirarlo a los ojos para verlo asentir emocionado y con lágrimas en los ojos. Le sostiene una mano y la lleva a su vientre riendo.

Por dios, esta vez no hay un nido por un posible celo, sino porque su Omega esta preñado, esperando a su cachorro y busca un lugar para pasar su embarazo con calma y darle amor y cariños a su cachorro.

Lo abraza besando su mejilla para luego cargarlo y llevarlo dentro del nido. Es más allá de un nido cómodo, está siendo un lugar donde le van a dar amor a su cachorro y donde el Omega va a pasar su embarazo porque va a darle un hijo.

—Mis cachorros.

Harry asiente sosteniéndole su rostro amando el nido que ha armado, aparentemente con más ropa del alfa y Louis no puede decir nada, tan solo lo besa.

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