Between the softness of the sheets
Harry siente deseo por armar un nido, Louis solo está confundido por la desesperación de su Omega
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Dedicado a: xllywhore az11azul28 Michaelmivaronxd VabyRodriguez
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El Omega se estira en la cama, moviendo las extremidades de su cuerpo. Abre los ojos con suavidad y pereza porque despertar es lo último que quiere hacer en esos momentos, porque el sonido de las gotas caer e impactar contra la ventana de su hogar, creando ese melodioso sonido y el olor a tierra mojada que se desprende debido a la lluvia lo hacían sentirse adormecido y más que aún tiene el sueño en su sistema. La habitación está a oscuras y no recuerda como llego a su cama, lo último que recuerda es haber estado sentado en el sillón comiendo pasta y mirando una serie, luego se acostó ahí y despertó en su habitación. Parece que su alfa ha llegado a casa y se ha encargado de llevarlo a su habitación, de prender la calefacción para darle calor y no enfermarse por todo el frío que hay ahí afuera, parece que también le ha conseguido unos calcetines. Sonríe al ver que son rosas y son sus favoritos, también se ha encargado de envolverlo con frazadas suaves y calientitas.
Él simplemente ama tanto a su alfa, a su alfa de ojos azules. A pesar de que su alfa lo ha mantenido caliente aún siente el fresco colarse por su huesos. Rueda para estar boca abajo y mirar como la lluvia cae y como ya se ha hecho de tarde. Su mirada va hacia la puerta, está cerrada, pero su nariz y su Omega pueden reconocer el aroma de Louis. Tiene tantas ganas de ir en busca de su alfa obtener un par de mimos suaves en mejillas y en sus rizos, pero sencillamente Harry está tan cómodo y tan flojo en la cama que se vuelve acostar y fregar su nariz en el espacio de la cama donde duerme Louis. Ronronea con suavidad y amor cuando percibe el aroma de su alfa persistir con fuerza en las almohadas.
A pesar de que es un Omega independiente y puede pasar horas sin sentir el aroma de Louis, este día en particular ha estado queriendo tanto a su alfa, incluso la más mínima cosa, ahora mismo quiere tener su aroma encima, que el alfa le acaricie la espalda, o establecerse en su regazo y recibir suaves y pausados besos en sus labios o moverse encima del alfa soltando ligeros gemidos. Desea tanto a su alfa, pero desea quedarse en la comodidad de su cama. Dos decisiones difíciles.
Con pesadez se sienta en la cama cuando recuerda que ha hecho la cena para Louis y en serio quiere que lo pruebe porque ha estado revisando nuevas recetas y ama recibir elogios de su alfa. Su precioso alfa. Nunca imagino que conocería a su alfa tan pronto y enamorarse tanto y en poco tiempo irse a vivir juntos y tener un lazo, era un poco increíble y lo ha sido durante esos siete años estando al lado del castaño. Durante ese lapso de tiempo ha recibido amor, cariño, mimos y felicidad, de vez en cuando tienen desacuerdos y han discutido de manera fuerte que ha terminado con Harry yéndose del departamento a casa de su madre, pero nada que no pudieran resolver. Porque después de todo no pueden estar lejos del otro.
El Omega baja de la cama soltando un chillido al tocar el suelo, porque a pesar de que lleva calcetines, siente la heladez traspasar. Se acostumbra rápido y abre la puerta, baja las escaleras y busca a su alfa en todos los lugares que pueda estar. Olisquea el lugar y sigue el aroma que lo atrae a su compañero. Sonríe cuando lo encuentra en living sentado frente al televisor, sus pasos no demoran y camina hacia el alfa y se sube en su regazo.
—Omega, no debiste salir de la cama—Louis murmura y lo atrae en su pecho—Hace frío y podrías enfermar.
—No soy un niño, Louis—gruñe con cansancio. Se inclina llevando su nariz en el cuello de Louis y aspira su aroma. Hay algo en el aroma del alfa que lo hace sentir calmado y relajado. Ama olerlo cuando está estresado en el día y solo necesita a su alfa.
—¿Qué haces, amor?—Louis ríe por las cosquillas.
Harry no se toma las molestias de contestar, tan solo se llena de su propio aroma a Louis, le encanta marcarlo antes de dejarlo marchar al trabajo porque así lo hace sentirse más calmado sabiendo que todos en el trabajo de Louis y todas aquellas Omegas interesadas en él sepan que ya tiene un Omega, un Omega que lo espera en casa y que están enlazados. El alfa sigue soltando risitas por las cosquillas que Harry le ocasiona cada vez que cepillaba su nariz en su cuello y mandíbula.
Se sentía tan pleno en el regazo de su alfa, teniéndolo cerca.
—Te extrañe, amor—alza la cabeza para mirar esos orbes ojos azules que adora.
—Solo fueron unas cuantas horas—El alfa señala. Su nariz se cepilla con la de él y sus labios se encuentran en cuestión de minutos.
El Omega de Harry se inquieta de felicidad al recibir las atenciones que le da su alfa. Mueve su cabeza hacia la derecha para profundizar su beso, es lento y profundo. Un deseo acumulado a lo largo del día debido a que están enlazados que hace que Harry lleve sus manos a los lado del rostro del otro para profundizar más su beso y mover mejor sus labios. Le encanta sus diferentes besos, con el tiempo que han estado besándose, sus besos son demasiado familiares y Harry lo ama. Su primera beso fue un poco torpe por lo nervioso que se encontraban en ese momento y porque era la primera vez en que sus labios se conocían, solo basto dos besos más aquel día para que no dejarán de hacerlo.
Fue algo que Harry había ansiado desde que se encontró con el alfa en aquella florería. Sus mirada se encontraron y ambos sintieron aquella fuerza tirar de ellos, orbitaron entre ellos dentro de la florería mientras veían las flores, sus mirada se cruzaban con tanta frecuencia que las mejillas de Harry estaban sonrojadas. El alfa había caminado en el mismo pasillo que el Omega mirando las flores, pero sus hombros chocaron y se disculpó con rapidez. Harry debía de admitir que no escuchaba nada salir de los labios del alfa, lo único que pensaba era que quería a ese alfa en su vida y en lo rico que era su aroma.
Cómo el precioso alfa que era Louis lo invito a tomar un café y empezaron a salir a citas, pero el alfa nunca tomaba la iniciativa de besarlo por lo que Harry tomo las riendas y lo beso una noche de sus tantas citas antes de bajar de su auto. Al día siguiente, Louis lo no dejo salir de su auto hasta que se besaran tantas veces que sus labios pidieran a gritos alejarse.
—Se sintieron como muchas.
—Eres todo un caso—Louis indico dejando un beso en su nariz. Sus manos se deslizaron en su cintura alzando la camisa que llevaba encima para acariciar su piel—¿Cómo te fue? ¿Estuvo aburrido la clase de hoy
Harry abrió la boca enfado golpeando el pecho de su alfa—Yo soy el maestro, imbécil. ¿Estás diciendo que mis clases son aburridas?
Louis ríe alzando los hombros recargando su espalda en el sillón adentrando las manos en la ropa del Omega. Estaba calientito y las manos del alfa estaban frías, cosa que hizo que Harry se sobre saltará por la heladez de las manos del alfa, pero no se alejo porque rápido entraron en calor.
—Si les dejas tantos trabajos para casa, sí—señala—Todos odian los trabajos para casa y más si son para el día siguiente. ¿O no? Recuerdo que te quejabas de eso y como los profesores son cero empáticos.
—Sí—llevo sus manos en el pecho del alfa—Pero mis alumnos son cachorritos de cinco años, la única tarea que les dejo son colorear y a mí en dejaban hacer un ensayo de quién sabe qué tantas páginas.
—Uhm tienes razón. Amas a esos cachorros corriendo por ahí que no serías capaz de dejarles tantos trabajos.
—Me conoces tan bien—Se sonroja antes de recordar—¡Es que son tan tiernos, Lou! Hoy hubo un cachorrito que me regaló una paleta, es un alumno muy amable y respetuoso. Haremos un gran trabajo, así como la madre de este cachorro cuando tengamos nuestro propios.
Harry cerró la boca de repente, cuando toda esa honestidad se escurrió de su boca, no tenía que dejar salir tanto. Casi nunca hablan de tener bebés propios, porque en algún punto se sintió demasiado pronto como para hablar de ello y Harry no entiende cómo es que no lo hablaron en las primeras citas, debe ser algo que se debe poner sobre la mesa tan pronto, solo si la relación iba en serio, para evitarse conflictos más adelante. Ahora estaba enlazados y Harry siempre ha querido un par de cachorros corriendo por ahí, con ricitos danzando y ojos azules, nariz de botón y mejillas pomposas.
Una combinación de Louis y él, sería perfecto.
—¿Así que cachorros?
Harry se abraza de su torso un la timidez expresándose en sus mejillas. Lo escucha reír sobre su cabello y lo acerca a él besando sus mejillas. Hay frío, afuera llueve y de fondo está el ruido de la televisión, es un ambiente hogareño y cómodo. A él le gustaría que en un futuro cercano también está acompañado de lloriqueos y gritos y risas de algunos cachorros, cargar los bebés de Louis, mostrar la bonita familia que podrían ser. Una enorme barriga y una marca de lazo, un paquete completo que le gustaría tener.
—Sí, tal vez dos o tres—murmura en su escondite.
—Suena bien.
Harry alza la cabeza con los ojos brillantes y las ganas de besar a su alfa por hacerlo sentir el Omega más dichoso y feliz del planeta. Es muy afortunado de tener a un alfa como Louis. No sé arrepiente haber ido a esa florería.
—Bastante bien—confirma antes de besar a su alfa y tomar su mano para llevarlo a la cocina.
Tal vez podrían comer la cena que se ha encargado de hacer con amor, hablar un poco más de su día y tal vez después pueden volver a la comodidad de su cama y calentarse de otra manera y conseguir a esos cachorritos. Suena un buen plan, logran conseguirlo al final de la noche.
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—¿Está bien si vas a la cama un rato? Debo terminar un trabajo importante, trataré de terminarlo lo antes posible y te acompaño ¿Si?
Louis lo detiene cuando entran por aquella puerta, Harry asiente inclinándose para besarlo y soltar su mano. Toman caminos separados, Louis va en su oficina que hay en la casa y Harry en la habitación que comparten. Sus olores son los únicos que abarcan toda la casa, de alguna manera lo hace sentir bien, porque es algo que ha deseado, solo el aroma de él y su alfa, nada más. Ama todo lo que tiene en este momento; un trabajo que ama, están bien económica, su relación es demasiado estable a este punto y más con el lazo que formaron hace dos años, y está casa que consiguieron hace tres años.
Abre la puerta de su habitación yendo directamente en el closet revuelve la ropa buscando algo cómodo para estar en casa, parece que hoy no saldrán por lo que opta por unos shorts algo cortos y toma una sudadera de su alfa, lleva la prenda a su nariz enterrando su rostro buscando el aroma del alfa, deja escapar sus suspiro cuando se da que solo huele a fresco, está totalmente limpia, aún así se le pone, tendrá que bajar más al rato para obtener un poco del aroma del alfa encima.
Sube a la cama aún cuando debería estar adelantando unas cosas para mañana, pero sigue habiendo frío que lo hacen anhelar quedarse en la cama. No sabe cómo es que termina cayendo dormido cuando toca la cama, se despierta cuando Louis entra a la habitación. No se mueve de la cama porque de nuevo llueve afuera y hay frio en la habitación.
—Lo siento, cielo. ¿Te he despertado?—Se detiene cuando se fija que el Omega está sentado en la cama luciendo tierno con ese aspecto adormilado.
—No, ¿Cuánto he dormido?
Louis busca su teléfono encima de la mesita de noche. Harry jadea un poco sorprendió al ver que es algo tarde. Ha dormido más de lo que le gustaría, pero no hace nada para levantarse, está algo perezoso y algo cansado. Estira la mano cuando el alfa deja de nuevo el teléfono ahí. Louis no lo toma, pero si se sube a la cama y gatea hasta él llevándoselo hacia abajo mientras sus labios se encuentran en el proceso.
—Estas siendo un Omega caprichoso—Louis dice metiéndose debajo de las sábanas y deja salir su cabeza del otro lado y se inclina para besar su cuello.
—No, no lo soy—jadea cuando siente la lengua de Louis jugar con la marca en su cuello—Solo quiero a mi alfa, es todo. ¡Uhm, Lou!
Suelta un pequeño grito cuando el castaño raspa su marca de lazo. Esa área es tan sensible y con cualquier toque se pone un poco loco, su Omega se inquieta ante la cercanía de Louis.
Se remueve un poco cerrando los ojos y dejando caer la cabeza sobre las almohadas sintiendo como el alfa abre el botón de sus shorts y lo siente bajárselos, cierra un poco las piernas ante el frío que se filtra por abajo de las sábanas, pero se envuelve en un calor cuando Louis le acaricia los muslos y lo que puede alcanzar de la extensión de sus piernas. Lleva unas bragas bonitas que lo hacen sonrojarse, no importa que tan acostumbrado este Louis verlo de esa manera, aún lo hace sonrojarse como si fuese la primera vez que las ve y aún parece agradarle a su alfa debido a que sus manos acarician el borde de sus bragas y acarician su trasero.
Retiene sus gemidos suaves que desean escapar por sus carnosos labios y está sintiendo la humedad en su entrada, con Louis raspando su marca lo hace sentirse un poco caliente y tiene ese efecto todo el tiempo; una electricidad y calor recorrer su cuerpo. Solo están ellos dos en el que es su hogar, amándose bajo las sábanas.
—¿Deberíamos buscar a esos cachorros no?—El alfa murmura sobre su cuello, lamiendo la marca.
Si. Dice sin darse cuenta de que no lo ha dicho en voz alta, sino que solo lo ha pensando. No puedo conectar nada, ni las palabras cuando el alfa lo tiene de esta manera, besando su cuello con vehemencia y acariciándolo tan libremente, que lo único que Harry es gemir sobre su oreja como si no quisiese ser escuchado, pero son los únicos que viven aquí, que es un poco irónico aguantar esos sonidos, pero le gusta que sean bajo y secretos, solo para su alfa.
Harry ríe cuando el alfa le coloca la sabana encima por lo que están bajo las sábanas. Su mirada se encuentra y la conexión es algo evidente cuando se sueltan a reír con amor, un amor que es palpable en el aire. El Omega lleva sus manos en la camisa del alfa alzándola para quitársela, se deshacen de sus prendas excepto que Harry se queda con su camisa, hay frío como para este completamente desnudo y sus pezones están duros y se pueden percibir por lo fina y trasparente de su camisa.
Louis vuelve a llevar su boca en su marca, las cosquillas recorren su cuerpo y arquea un poco la espalda al sentir los dientes del alfa.
—Voy a marcarte de nuevo, amor ¿Está bien? ¿Quieres que reabra la marca?
No lo piensa mucho porque ahora solo quiere estar cerca del alfa, tener su nudo y que reabra su marca. Suelta un asentimiento y una afirmación que suena más a un balbuceo, pero que Louis lo conoce tan bien como para saber lo que desea en ese momento. No abre la marca tan pronto como acepta, sino que las manos de Louis van a sus piernas acariciándolas con suavidad y lo único que hace Harry es soltar gemidos que son callados por la boca de su alfa.
—Alfa—gime en silencio. Es lo único que se escucha en el silencio de su enorme casa.
Sus manos van hacia sus propios pezones pellizcándolos y jugando con ellos, están demasiado sensibles y duros, mucho más cuando su alfa juega con su entrada.
—Estas tan lubricado, bebé—Louis lo besa—Hueles increíble, has estado volviéndome loco todo esto tiempo.
Se besan pulcramente cuando Louis se inclina y gemidos son lo único que puede soltar Harry, cuando el alfa adentra dos dedos, es demasiado fácil por lo húmedo que se encuentra en ese momento. Deja expuesto su cuello cuando se separan del beso, jadeando y tomando aire cuando lo necesita. Su alfa besa los alrededor de su marca y Harry jadea con fuerza y alza las caderas cuando Louis raspa con sus dientes. Solo es una electricidad y ese sentimiento raro en el cuerpo cuando su alfa está tan cerca de su marca, tan sensible que está seguro que se podía correrse con solo eso.
Sus manos dejan sus pezones y se aferra a la espalda de su alfa. Esto es algo rápido, pero romántico, si fuese en otra circunstancia Harry se tomaría el tiempo de repasar los lunares de la espalda de su alfa o delinear sus tatuajes que se asientan en su piel. Hay tantas cosas que hacen a Louis el alfa más perfecto a sus ojos o simplemente está tan enamorado que no es capaz de ver más allá de lo que ama de Louis.
Suelta un grito desprevenido cuando Louis entierra sus dientes en la marca de lazo, encajando a la perfección. Una oleada de calor y sentimientos recorre todo el cuerpo de Harry y tiene que sostenerse con más fuerza. Solo es diferente cuando abre la marca que cuando la obtuvo, ahora simplemente puede sentir la conexión más fuerte con su alfa.
—¡Uhm, alfa!—suelta un quejido moviendo las caderas.
—Está bien, amor, voy a cuidar de ti—murmura lamiendo la marca recién abierta. Unas pequeñas lamidas mientras sus dedos se mueven dentro del Omega.
Deja caer la cabeza y lo único que mira es la sábana sobre ellos, que no puede evitar reír, pero sale un poco raro porque trata de reír pero termina gimiendo a la mitad. El alfa le da una sonrisa divertida alzando su camisa de seda con la mano desocupada y deja un camino de besos.
—Voy venirme dentro de ti, anudarte y preñarte. ¿Eso es lo que quieres Omega?
—Sí, sí alfa es lo único que quiero—Dice efusivamente.
Todo lo que quiere es tener una familia junto con su alfa. Se besan con calma, tiene todo el tiempo del mundo y no tienen ninguna prisa, saben que todo se dará en su tiempo y que no puede quedar preñado tan pronto, hace una semana ha dejado de tomar su supresores por lo que saben que podría tomar un tiempo. Ligeros y gloriosos sonidos son lo que inundan el lugar, Louis sonríe abiertamente, sintiéndose orgulloso de tener a su Omega en brazos y proporcionarse satisfacción.
—¡Mmm, más rápido, Lou!—sus caderas se alzan por si solas ansiando más el toque de Louis.
—Te daré todo lo que pidas, solo tienes que pedirlo.
Harry sigue el beso cuando el alfa se inclina y sus gemidos son retenidos por su boca. Por momentos tiene que abrir la boca y gemir con fuerza cada vez que su alfa saca casi por completo sus dedos y empuja, agregando otro al instante. El aroma que los envuelve los hace sentir contentos, solo son sus aroma combinados y el aroma a excitación en el aire.
—Estas goteando, amor—Louis señala dejando besos húmedos sobre su pecho y cuello—Todo para mí. ¿Cómo lo quieres amor?
Harry tiene que abrir los ojos para contestar, pero sin evitarlo lo cierra nuevamente sintiendo una oleada de calor en el vientre, removiéndose en la cama cuando los dedo del alfa de mueven rápidamente y tocando aquel punto que no lo hace pensar con claridad.
—Omega, ¿Cómo lo quieres?
Y Harry sabe que Louis lo hace a propósito, sabe que está disfrutando de verlo tratar de encontrar las palabras y solo soltar jadeos al aire.
—Lou—un quejido sale de sus labios—Ah, uh d-de lado.
—¿De lado?—Louis juega con sus entrada tocando el lubricante que baja por sus muslos lechosos y rojos ante los apretones fuertes que le da el alfa.
—Sí—suspira acariciándolo los hombros de Louis, alzando la cabeza para obtener un besito que su alfa le proporciona.
—Acuéstate entonces, cariño, vamos.
El alfa saca los dedos de su entrada y Harry suelta un puchero antes el repentino vacío. Se da la vuelta acostándose de lado, el alfa lo cubre colocando su brazo encima mientras besa su cuello, lamiendo la marca y dejando besos pausados y húmedos ahí. Harry pega su trasero en la erección de Louis moviendo su trasero buscando algún tipo de alivio. Su mirada cae en la ventana, es de tarde, un bonito cielo pintado de tonalidades naranjas y rojizas, la habitación está a oscuras y las sábanas hechas un desastre.
Harry abre la boca soltando un jadeo alto cuando Louis toma su polla y empuja con suavidad a Harry para tomar sus caderas y hundirse en el lentamente en él. Se toma un tiempo para que el Omega se acostumbrara al tamaño, no tarda cuando Harry mueve las caderas. Louis lo vuelve a envolver con un brazo colocando su mano en su vientre acariciando esa zona empezando a moverse dentro y fuera del Omega tan lentamente y tortuosamente que le arranca un par de gemidos y suspiros al paso.
Es duro, rápido y frenético cuando Louis se empieza a mover con constancia y de verdad. La mano del alfa se aferra a él y mueve las caderas golpeándose en Harry. Deja caer la cabeza en las almohadas escuchando los gruñidos de Louis en su oreja mientras se aprieta en él, con el brazo de Louis sosteniéndolo y no dejándolo moverse ningún centímetro mientras se mueve dentro de él.
—Sí, así—Muerde sus labios encajando las uñas en el brazo que tiene el castaño encima—No te detengas, Lou, alfa.
—Me encanta como sale eso de tus labios. Cómo sueltas mi nombre lloriqueando de placer—Louis acelera sus movimientos solo para escuchar el coro de gemidos que suelta Harry—Solo yo tengo el placer de escucharte, de hacerte sentir de esta manera. Eres solo mío, Omega.
—S-soy solo tuyo—logra formular—Tú, tú eres mi alfa.
—Lo soy, cielo—Louis murmura sobre su cuello besando con vehemencia ahí mientras sus manos acarician su vientre.
A Harry le encanta esta posición, en realidad ama experimentar con su alfa, pero le agrada la manera en que lo sostiene y pega su espalda en su pecho y se mueve con fuerza en su interior, como sus caderas se mueven contra él buscando su orgasmo.
Louis se encarga de dejar besos húmedos, suaves y repetitivos en su hombro meciendo las caderas lentamente, sacando casi todo su miembro para después adentrarse lentamente y profundamente en Harry, un ritmo que los hace sentir cosquillas en las puntas de sus pies y solo toma unos momentos para que el alfa los sostenga de la cintura sacando y adentrando su miembro dentro de Harry con firmeza y fuerza, tocando constantemente ese punto que hace que a este punto el Omega no pueda retener tantos gemidos que escapan de sus labios sin su consentimiento.
Sus labios están mordisqueados y rojos, maltratados por tratar de callar los gemidos altos que han estado saliendo de sus labios, su cabello es un caos en este momento y su cuello es otra cosa, la marca recién abierta, mordidas de amor esparcidas por ahí.
Harry se sostiene del brazo del alfa cuando golpea con fuerza ese punto que le hace arquear la espalda y no tarda mucho en venirse sobre las sábanas, deja caer la cabeza mientras Louis busca su propios orgasmo, le gusta estar de esta manera debido qué al momento en que el alfa se viene dentro de él y su nudo se forma en su interior, expandiéndose y los mantiene atados. El alfa lo abraza en una posición de cucharita, siendo él la cuchara pequeña mientras recibe besos suaves y amorosos en su cuello y hombro, caricias en su cuerpo desnudo como vientre, pecho, muslos y piernas.
—Te amo—murmura amando las caricias que obtiene a este punto.
—Te amo más, mucho más—recibe de regreso.
Permanecen un tiempo en la cama, con la oscuridad de la habitación, el calor que le proporciona las sábanas y sus cuerpos desnudos. Luego bajan y obtienen una buena cena, solo ellos dos por el momento.
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Harry baja las escaleras con su pijama aún puesta, tiene un poco más de tiempo antes de tener que ir al trabajo. Ama su empleo, cuidar y enseñar a los pequeños cachorros lo hace sentirse dichoso y más porque de alguna manera puede ayudarlos en su crecimiento y enseñarles buenas cualidades. Todos eran amables, agradecidos y atentos. El ama trabajar con esos cachorros, aunque siempre hay veces en que son demasiados hiperactivos, ruidosos y en movimiento, eso no quita que adore enseñar, pero ir un poco más tarde le vendría bien. No sé despertó con la energía de siempre, ha estado un poco cansado y con el estómago revuelto.
Bosteza yendo directamente hacia los gabinetes para buscar algunos ingredientes para prepararle un buen desayuno a su alfa y de paso hacerse un desayuno nutritivo porque ahora mismo siente un poco náuseas y el estómago revuelto y no puede irse sin comer aunque sea algo. Prepara un poco de té de manzanilla tomando pequeños sorbos mientras se mueve en la cocina.
En cuestión de minutos deja todo en la mesa y sube a la habitación. Abre la puerta lentamente no queriendo hacer tanto ruido al entrar. Las persianas están cerradas, sin dejar entrar los pocos rayos de sol que aún están saliendo, se siente un poco frío el lugar y su alfa está acostado sobre las suaves colchas, entre la suavidad de sus almohadas y una sábana cubriendo su cuerpo. Se marea un instante al subirse en la cama, pero se recupera y gatea adentrándose bajo las sábanas y dejar besos en el pecho del alfa.
Su aroma es delicioso, maravilloso y adictivo. Una mezcla perfecta para endulzar y volver loco a su omega, fue una de las primeras cosas que llamó su atención cuando conoció a su alfa. Siempre ha pensado que las primeras impresiones se deben al aroma que desprende el otro, a Harry no le gustan los olores fuertes e imponentes, su alfa tiene lo equilibrado.
Deja una serie de besos hasta llegar a los labios del alfa. Lo besa profundamente sintiendo aquellas ganas de repente. Chilla asustado y sorprendido cuando el alfa lo lanza del otro lado de la cama y lo ataca en besos.
—Louis—Harry lo empuja pero se inclina persiguiendo sus labios—Me asustaste.
—Y tú me despertaste de un maravillo sueño—lo acusa el alfa sin una gota de enfado.
—Lo siento, te hice el desayuno y se enfría—envuelve los brazos en el cuello del otro—¿Me podrías llevar al trabajo? No tengo muchas ganas de conducir, no amanecí bien.
El alfa se aleja mirándolo preocupado, Harry toma esa ventaja y rueda para salirse de los brazos del alfa y levantarse de la cama.
—¿Estás bien? ¿No deberías quedarte en cama mejor?
—Estoy bien, solo con el estómago revuelto, pero nada grave—Harry lo toma de la mano para guiarlo al baño—No te preocupes, has tus necesidades y baja para que no comas frío el desayuno.
Antes de que pudiese irse de ahí, el alfa le sostiene la mano—¿Estás seguro?
—Sí, alfa—Besa sus labios, deshaciendo el contacto de sus manos—No tardes en bajar.
Louis asiente encerrándose en el baño. Harry baja las escaleras olisqueando el aire para capturar el poco aroma de Louis que persiste en el aire, en la cocina es el lugar en que hay el menor aroma del alfa. Claro, casi nunca entraba a la cocina, a excepción de las mañanas cuando se sentaban y comían el desayuno y tomaban un poco de té antes de salir de prisa de la casa para ir a trabajar, porque el alfa no sabía cómo prepara ninguna comida sin tener que arruinarla.
Recuerda cuando Louis intento sorprenderlo en uno de sus aniversarios cocinando para él, todo fue un caos ese día, empezando porque Harry llegó antes de lo previsto, el olor a quemado y el humo que se filtraba fuera de la cocina lo hicieron entrar en pánico porque no sabía que Louis estaba ahí, se sorprendió mucho encontrarlo ahí con una trapo de cocina haciendo aire y pegándole al fuego. Logro controlar el humo y el fuego, pero Harry escupió el pollo, solo estaba quemado y no sabía bien.
Ese día termino con un Harry sentado en el regazo de su alfa diciéndole sobre sus labios lo agradecido y enamorado que se encontraba por haber intentado cocinar para él, que no tenía porque sentirse triste porque amaba que hubiese hecho el intento. Fue un divertido y buen aniversario sabiendo que Louis intento cocinar para él, aunque desde ese día le prohibió a Louis entrar a la cocina para hacer algo parecido.
Salió de sus pensamientos cuando el alfa entro al lugar. Obtuvo un beso en su mejilla antes de sentarse y comer. Harry termino dejando parte de su comida, pero Louis no pregunto nada, estaba ocupado vistiéndose para ir al trabajo. Antes de que el Omega pudiese bajar del auto cuando estuvieron en la escuela en que trabajaba Harry, el alfa lo mantuvo quieto mientras aspiraba su aroma con fuerza y lo bañaba con el suyo.
Anduvo con el aroma de su alfa todo el día.
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—¿Estás bien, amor?—Anne se acerca rápidamente a Harry cuando el Omega se aferra a la isla de la cocina y toma aire suficiente para respirar.
Harry asiente pero luego se arrepiente porque el mareo que ha tenido vuelve de repente. Se toma unos segundos para calmarse, respirar suave y lento y luego poder volver a lo que estaba haciendo. Es raro, los mareos, las náuseas vienen de repente, en diferentes situaciones. Ha estado sintiéndose un poco raro estás últimas semanas. Con las caricias de su madre y los respiros lentos y continuos se recupera en un par de minutos. Su madre le acaricia la espalda y lo guía a una silla.
—Déjame prepárate un té—Ella le dice.
—Estoy bien. Solo fue un pequeño mareo—Harry trata de calmarla—No me sucede con normalidad, seguramente es porque ya es próximo mi celo.
—Entiendo—Anne murmura y en un par de minutos le deja un té sobre la mesa—Bébetelo todo. Deberías decirle a Louis que venga por ti, no me agrada que manejes en este estado.
El Omega lo piensa, pero luego recuerda a Louis diciendo que tiene un trabajo importante que terminar y que llegará más tarde a casa, sabe que si le pide a Louis que venga por él porqué no se siente bien, su alfa no dudaría en venir y preocuparse, y lo último que quiere es eso. No dice nada tan solo bebe el té sintiéndose un poco más mejor.
Con palabras de su madre y tiernos mimos sobre sus mejillas, Harry sale de la casa de su madre y sube a su coche. En el camino termina estacionándose en el supermercado para comprar unos chocolates y algunos ingredientes para una comida, se suponía que no tenía ganas de cocinar pero se le ha antojado cierta comida que no puede aguantar.
El Omega pasó parte de su tiempo cocinando, moviéndose en la cocina con un poco de música llenando el silencio de su hogar. Come un par de chocolates mientras revuelve la comida en el sartén. Cuando termina lo único que tiene que hacer es esperar a que su alfa vuelva del trabajo. Sube las escaleras deteniéndose a la mitad de su habitación mirando la esquina. Un perfecto lugar para anidar, el deseo y la desesperación de armar un nido llegan de la nada. Hace un tiempo que no anidaba, le sucedía mucho cuando estaba a punto de tener sus celos y no tenía alfa o cuando estaba estresado, pero con Louis ayudándolo en sus celos y compartiendo un vínculo no sentía la necesidad de anidar. Ahora mismo le picaban las manos por anidar que no tarda en tomar algunas sábanas de su cama, algunas almohadas y empieza a anidar lo que resta de la tarde-noche.
Su nido está casi listo a excepción de que siente que algo hace falta, tiene una ropa de su madre que ha dejado hace tiempo, incluso una de Gemma, ropa de Niall, pero el aroma de su alfa es lo que falta. Sonríe caminando hacia el closet tomando un suéter hundiendo su nariz en la prenda.
—Esto no sirve. No tiene suficiente olor—Harry lo tira en el suelo, revolviendo el closet.
—¿Bebé? ¿Qué haces? Te llamé pero no escuchaste—Louis abre la puerta sorprendiéndose por la cantidad de ropa que hay en el suelo y que son suyas.
—¡Lou!—Harry saca su cabeza sonriendo en grande al ver a su alfa en el marco de la puerta.
No pierde tiempo y camina hasta él y se tira en sus brazos. Es capturado y aprisionado en sus brazos, su nariz se pega en el hombro del alfa y aspira con fuerza y profundidad sin darse cuenta toma la camisa del alfa con los puños.
—Lou—se queja jalándolo de la camisa—Necesito tu ropa para mí nido.
—¿Estás anidando?—Louis frunce el ceño recorriendo su vista en toda la habitación hasta caer en un perfecto nido, tan cómodo y suave a la vista. Su mirada regresa en Harry quien intenta desesperadamente en desabrochar los botones—¿Por qué?
—Solo sentí la necesidad—Harry responde—Lou, por favor.
Louis suelta sus cosas para terminar de desabrochar su camisa y se la quita, Harry la toma felizmente y vuelve a su nido, buscando el lugar correcto para colocarla, le toma bastantes minutos hacerlo. Louis solo está confundido de porque su Omega anida.
No le entorpece el camino, ni lo molesta, le da espacio al Omega de anidar con calma y no sentirse atacado, cosa que sabe que no sentiría, pero le da ese espacio. Se cambia de ropa a algo cómodo. Está a punto de salir de la habitación, pero se detiene cuando escucha el lloriqueo de Harry dejando escapar su nombre.
—¿Qué sucede, mi vida?
—Entra a mí nido, necesito que lo bañes con tu aroma—Harry lo mira suplicante desde la esquina.
Ni siquiera tiene que suplicar, Louis haría lo que fuese para mantener a Harry satisfecho y calmado. Se detiene cuando llega ahí y se agacha.
—¿Me das permiso de entrar?
Harry suelta una risita baja. Sabe que le pide permiso porque un nido es algo importante para los Omegas, no puedes entrar sin el permiso del Omega, ya que se sienten atacados, pero Louis es su alfa, están enlazados y confía ciegamente en el. Asiente dándole un espacio, lo hizo muy grande para que ambos pudiesen entrar perfectamente. Louis le sonríe y se acerca a él tomando de la cintura llevándolo hacia abajo.
Su nido es amplio, cómodo, suave y con muchos aromas que lo hacen sentir protegido y amado, más con el aroma de su alfa. Ríe cuando Louis besa su cuello y lo baña con su aroma, sus labios se encuentran en algún punto del camino y se pasan un tiempo besándose con suavidad. Antes de que pudiesen bajar, el alfa se encarga de envolver con su aroma cada espacio del nido de Harry, esto lo hace sentirse calmado y satisfecho con su bonito nido.
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Harry se remueve entre los brazos de Louis a la mitad de la noche, no puede volver a dormir a pesar de que está en los brazos de su alfa. Consigue darse la vuelta a pesar de que Louis lo envuelve con fuerza, cuidándolo y protegiéndolo aún en sueños. La habitación está a oscuras lo que hace que sea difícil ver el rostro de Louis, aun así lleva sus manos a las mejillas del alfa y se guía para acariciar cada detalle, pasa un tiempo así, pero no logra sentirse con sueño, su Omega se sienta ansiosos que no puede encontrar el sueño en su sistema.
Empuja con suavidad el hombro de Louis llamando bajito y así no asustarlo. En unos segundos puede ver al alfa removerse en sueño y aunque ya se ha despertado no abre sus ojos tan solo lo acerca más llevando sus labios en su cuello. Harry lo empuja un poco lejos tratando de llamar su atención.
—Uhmm... ¿Qué sucede?—Louis pregunta con la voz algo grave.
—No puedo conciliar el sueño, alfa—Explica inclinándose para besar su pecho—¿Podemos dormir en mi nido?
—Por supuesto, amor—Louis dice acariciándole los rizos—Si eso te hace sentir mejor entonces vamos a tu nido. Solo si me dejas entrar.
Harry se deshace en perezosas risas por lo bajo. Su dulce y perfecto alfa, siempre es atento, pidiendo su consentimiento para todo y más con cosas importantes. Una de las cosas por las que se enamoro perdidamente de él y por la que lo acepto como su alfa. Nunca se ha arrepentido de dejarse marcar o vivir con él, todo ha sido bonito.
—Amor, tu siempre eres bienvenido a mi nido.
Harry dice antes de levantarse de la cama y tomar la mano del alfa y una cobija para envolverse en ella. Louis deja que el Omega se acomode en el nido antes de entrar, lo sostiene apoyando su pecho en la espalda del Omega mientras lo tapa con la cobija. El nido del Omega es encantador, suave y da unas ganas inmensas de dormir.
—Me gusta tu nido.
—¿Si?—Harry se aprieta más a él.
—Es cálido, suaves y huele mucho a ti, a nosotros—Le susurra en su cuello llevándole electricidades a Harry—¿Estás satisfecho con tu nido?
—Sí, mucho—Harry se da la vuelta entre los brazos del alfa y junta sus narices cerrando los ojos—Me encantan que huela a ti, mucho. A mí alfa.
—¿Por qué anidaste, amor?
Harry murmura algo inentendible, demasiado ocupado acariciando el pecho del alfa y capturar su aroma.
—Uhm no sé—Harry suspira—Solo me dio el deseo de armar un nido. Creo que entraré en celo y se deba a eso.
—Sí, puede ser—Louis hunde su cabeza en el cuello del Omega—Debe llegar la próxima semana, tu aroma a cambiado drásticamente, es más dulce y me llama todo el maldito tiempo.
—Alfa—Harry chilla cuando Louis lame su marca—Ya me dio sueño.
—Bien.
Louis ríe por lo bajo esperando a que Harry se diera la vuelta y así poder envolverlo entre sus brazos. Espera que la respiración del Omega se regule y quedé dormido antes de abrazarlo cerca y quedarse dormido también. Sueña con el dulce aroma de su Omega y con una familia.
♡
Harry se agacha a la altura de los cachorros que se despiden de él con un abrazo después de la última clase del día. Son tan dulces, amables que endulzan el corazón de Harry, lo agrandan y lo hacen sentir ese presión en el pecho cuando siempre al final de la clase los cachorros se ponen en final para recibir un abrazo de despedida y una estrellita por haberse portado bien a lo largo del día y por participar con constancia, aunque Harry le da uno a cada uno de los cachorros, porque tan solo por venir y prestar atención y poner todo su esfuerzo los hace merecedores de una estrella, además que todos tienen diferentes habilidades.
Camina hacia el cachorro que aún está sentado en la mesa con la mochila en su regazo metiendo sus materiales mientras mueve sus pies, debido a que estos no llegan al suelo. Harry camino hasta él y le pega una estrellita en la frente, le dice lo bien que ha portado hoy y lo inteligente y amable que es, el cachorro sonríe emocionado. Harry regresa a su lugar guardando sus cosas para poder ir a casa.
El Omega lleva su mirada en el marco de la puerta cuando tocan un par de veces. Amelia, la madre el cachorro, le sonríe antes de caminar y esperar a que su hijo termine de guardar sus cosas.
—Hola, Harry—Ella la saluda—¿Cómo se ha portado?
—Muy bien. Es un cachorro bien portado en realidad.
—Lo es—ella dice orgullosa—Pero no lo fue cuando estuve embarazada de él.
—¿Si?—Harry pregunta curioso.
—Sí, me daba muchas náuseas y mareos, sobre todo en las mañanas—Ella ríe negando divertida—Algunos calambres y anide durante todo el embarazo.
Harry sonríe suavemente mirando al cachorro, pero dejo de presta atención hasta la última frase. El Omega abre los ojos sorprendido, conectando sus síntomas con los de ella, ha estado vomitando y ciertos momentos hay mareos y el anidar ha estado formando parte de su días, hasta dejaron de dormir en su propia cama y han estado durmiendo en su nido, es lo único que lo logra hacerlo dormir.
¿Podría estar preñado? ¿Tan rápido? Hace un mes y medio atrás dejo de tomar sus supresores y han estado intentando, pero su médico dijo que podría tomar un tiempo debido al tiempo que estuvo usando los supresores, ellos lo sabían, habían estado tomando las cosas con paciencia pero ahora podría estar esperando un bebé.
—¿Anidaste?
—Sí, un caos—Ella ríe y antes de que Harry pudiese cuestionarla sobre más síntomas, el cachorro salto de la silla y tomo la mano de su madre—Debo irme, fue un gusto hablar con usted.
—Claro—sonrió antes de ver al cachorro—Adiós pequeño. Hasta mañana.
Con eso salieron del lugar. Harry se sentó en la silla recuperando aire perdido y metido en sus pensamientos, tan pronto como creyó que estaba soñando manejo hasta la farmacia más cercana, compro tres pares de pruebas de embarazo, diferentes marcas. Manejo a su casa ansioso por tener una respuesta, una vez dentro se deshizo de sus cosas y se encerró en el baño, hizo las pruebas y salió del baño, espero los cinco minutos que marcaba las instrucciones y lo único que pudo hacer en ese tiempo fue caminar de un lado a otro.
Posiblemente tenga un cachorro, uno suyo, de Louis y él. No quiere emocionarse y llorar antes de tiempo, necesita confirmar, puede ser que no sea eso. El temporizador de su teléfono suena, camina hasta las pruebas y toma una mirando el resultado.
Positivo.
Se acerca a las demás mirando con rapidez y todas dan el mismo resultado. Positivo, positivo.
Deja escapar un sollozo de felicidad y se aferra a su ropa mirando las pruebas como si en algún punto pudiesen cambiar de respuesta, pero no es posible por lo que es real. Está preñado, tendrán una familia y no puede estar más feliz por eso.
♡
Harry no entiende como logro guardarse para sí mismo por cuatro meses sus síntomas, su emoción, su felicidad para no levantar ninguna sospecha. En uno de sus tiempos libres fue a un chequeo para ver si todo andaba en orden, demasiado bien como para preocuparse. Lo primero que hizo hoy al salir del trabajo fui ir al centro comercial, hoy era el día en que le daría la sorpresa a Louis, que serían padres. Camino hasta la primera tienda de bebés mirando con los ojos llorosos y el corazón apretado de felicidad al ver los mamelucos de todos los colores, los diminutos calcetines y los juguetes. Un paraíso para Harry.
Consiguió un par de cositas, no quería comprar tan pronto, compro un mameluco del color de los ojos de su alfa y un par de calcetines. Después de comprar paso al supermercado, haría una cena y luego le daría la sorpresa en la comodidad de su nido.
Una vez en su hogar, tomo un relajante baño de burbujas, lavándose el cabello con un shampoo con olor a coco para luego buscar ropa de su alfa y ponérsela. Paso su tiempo cocinando pasta y carne para luego caminar a su nido y tomar la ropita de bebé, lo coloco en los lugares visibles para que sea fácil de distinguir entre las cosas y así su alfa capte de inmediato. Está tan emocionado por decirle, que no sabe si podrá aguantarse después de la cena o no decirle una vez que cruce la puerta.
Cuatro horas después Harry salta de la cama cuando escucha la puerta de la planta baja siendo abierta. Sonríe en grande corriendo hasta su alfa cuando entra por ahí, Louis lo captura en sus brazos a tiempo, fundiéndose en un profundo y lento beso. Louis ríe sobre sus labios tomándolo de la cintura para adentrarlo a la casa y cerrar la puerta. Se besan un rato, con Harry aferrándose a su cuello.
—Uhm amo este recibimiento—Louis besa su mejilla—Nada como tener a tu Omega en brazos y más si huele increíblemente bien.
Harry sonríe secretamente cuando el alfa suelta eso y hunde su rostro en su cuello y busca su aroma y de paso besa su marca de lazo.
—Es que te extrañe tanto hoy, Lou.
—También lo hice, demasiado—murmura en su cuello—Pero ayudo que me hayas dejado tu increíble aroma encima antes de irme a trabajar.
—Es lo menos que debo hacer por mi alfa—Harry lo aleja para tomar sus manos—Ahora he preparado la cena y tengo una sorpresa para más tarde.
—Bien—Louis besa su frente—Déjame ir a cambiarme antes.
—¡No!—Harry lo detiene—No puedes ir en la habitación, la sorpresa está ahí. Te traje ropa para que puedas cambiarte en otra habitación.
Louis lo miro con los ojos entre cerrados, pero no puso objeción alguna y tomo la ropa que Harry dejo en el sillón. Se cambió rápidamente siguiendo a Harry en la cocina. El Omega sirvió la cena en dos platos y comieron mientras platicaba y una baja y dulce melodía se escuchaba de fondo, nada que los distraiga o demasiado fuerte. Era baja y sencilla.
Harry se llevo el último bocado, estaba satisfecho y la comida lo hizo sentirse de mejor humor. Coloco los platos en la isla y se subió al regazo de su alfa, hundió su nariz en las clavículas del castaño, removiendo a su Omega de felicidad. El aroma del alfa lo hace sentirse en casa, era su hogar.
—Tu comida estuvo deliciosa, amor—Louis halaga—Me siento tan afortunado de tenerme como mi Omega, con tanto alfas que de dónde escoger me siento feliz de que me hayas elegido a mí.
—Lou—alza la cabeza con los ojos llorosos. Sostiene su rostro delicadamente—Tu eres el alfa perfecto para mí, no hubiese pedido a nadie mejor para ti. Serás un excelente pa...
Padre para nuestros cachorros. Concluye sin dejar escapar eso.
—¿Un qué?—Louis alza una ceja.
—¿Qué?—Harry pregunta inocentemente.
—¿Dijiste que sería un excelente qué? ¿Qué cosa, amor?
—No dije eso, estás tan cansado, cariño, ya escuchas otras cosas—Harry señala rodando los ojos divertido. Se levanta del regazo del alfa—¡Cómo sea! Tengo una sorpresa para ti en mi nido.
Toma la mano de Louis jalándolo hacia su habitación. Suelta un suspiro de alivio, casi soltaba la sorpresa sin darse cuenta. Abre la puerta dejando que el alfa entre primero, entra a su nido mirando a Louis con los ojos brillantes y suaves, tiene tanta emoción en el cuerpo que podría echarse a llorar en ese instante. Palmea su lado para que Louis entre, lo hace sentándose en su lado.
Harry no dice nada espera a que el alfa se dé cuenta por sí mismo, pero lo único que mira el alfa es a él, con ojos amorosos y suaves. Se sonroja furiosamente, sus manos tiemblan y con voz nerviosa dice:
—¿Qué miras diferente?
Louis en ese instante se fija en todo el nido, mirando cada cosa con atención buscando lo diferente. Harry baja la mirada hasta que la mirada del alfa de detiene en el mameluco, sobre sale de todo el nido. Harry alza la cabeza mirándolo a los ojos viendo la reacción de Louis.
La mirada de Louis cae en él. Ojos bañados de esperanza—¿Eso es...?
—Sí, alfa, vamos a tener un cachorro—Suelta.
Louis abre los ojos para terminar acercándose a él y estrecharlo en sus brazos. Harry llora un poco en su hombro, solo es felicidad y amor nada más. El alfa le lame su marca y le susurra que sea la mejor mami para su cachorro, que lo cuidarán y lo protegerán de todo, le enseñaran tantas cosas que los harán sentirse orgullosos. Que lo harían juntos. Tendrían un cachorro.
—Joder, me haces el alfa más feliz ¿Lo sabes verdad?
Harry sonríe asintiendo mientras se limpia las lágrimas con el dorso de su mano—Sí.
Las palabras le salen nerviosas y Louis se encarga de besarlo un rato, lo acuesta en el nido y le acaricia el vientre. Aún no se nota, todavía es demasiado pronto.
—Ahora entiendo la razón de la desesperación de hacer un nido y del cambio de aroma. Todo estaba en frente y no me supe darme cuenta—Louis luce un poco enfadado por eso. Se pone a la altura de su vientre—Perdóname, cachorro, por no darme cuenta de que estabas ahí antes.
—No tienes que disculparte alfa—Harry lo jala de la camisa. Su cachorro aún no nace y ya le roba toda la atención de su alfa. Solo quiere su atención ahora para él solo—Uhm te amo, te amo como mucho.
—Uhm te amor más, como demasiado.
Louis le devuelve riendo y luego se aferran a un beso suave y susurros de amor de por medio son lo que sueltan.
♡
Harry alza la cabeza cuando el alfa abre la puerta de su habitación, suelta la sudadera que ha tomado y se acerca a Louis para abrazarlo del cuello y recibir un beso. El alfa lo complace tomándolo de la cintura, acercándolo lo más posible, lo más que puede con una panza de cinco meses de embarazo. Harry se aferra a él abriendo sus labios antes de alejarse y esperar pacientemente a que su alfa se cambie de ropa.
Le había mandado un mensaje a la mitad de la tarde al no conseguir dormir su siesta y no mantenerse calmado estando lejos de su alfa y es que no podía quedarse tranquilo sin tener a su alfa cerca, lo quería cerca, quería mimos, besos y dormir la siesta y no podía, si no tenía a su alfa a su lado. Louis no tardó en cumplir su petición, prometiéndole que estaría en casa en veinte minutos.
Se separan de un largo beso y el Omega toma su mano y lo guía a su nido. Han estado durmiendo ahí todas las noches y las siestas en las tarde en que Louis está en casa, está han tenido que cambiar el ángulo de la televisión para que el Omega pueda ver algún programa mientras está acostado ahí e incluso el Omega le ha pedido que lo anude. Ha estado algo posesivo con su nido, no ha dejado que nadie entre a la habitación e incluso le ha gruñido a Niall cuando se acercó mucho al lugar, el único que ha entrado ahí es Louis y dentro de unos meses ahí estará con su cachorro hasta que ya no sienta la necesidad de tener ese nido.
Harry se acomoda de la noche esperando a que Louis lo abrace del vientre protectoramente.
—Te extrañamos, Lou.
—¿Si? ¿Mi Omega quería a su alfa? He sentido tu inquietud toda la mañana que iba a dejar todo para venir por ti—Sus manos hacen dibujos imaginarios con su enorme panza.
—El cachorro y yo te queríamos—Harry hace un puchero colocando sus manos sobre las de Louis—No te vayas, alfa.
—Nunca me iría, no podría dejarlos—Harry suelta una sonrisa sintiéndose protegido y amado entre los brazos de su alfa.
El alfa le acaricia el vientre con suavidad, adormeciendo a Harry, cada vez sus ojitos se entre cerraban y solo basto unos cuantos minutos con las caricias suaves, con la voz del alfa en su cuello, las promesas que tiene para su futuro que cayó dormido entre la suavidad de las sábanas dentro de su nido.
Su Omega está desesperado por anidar porque estaba preñado y no pueden esperar a que su cachorro nazca y tengan una familia.
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