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027

Yoongi.

Yoongi, Yoongi, Yoongi.

Eso era lo único que la mente de Jimin podía procesar en esos momentos. La ansiedad corroía su cuerpo mientras su padre conducía a toda velocidad en camino al hospital.

Había llegado a Seúl el día anterior, cuando uno de los detectives –que sus padres contrataron– les avisó que tenían localizada la vivienda donde Lee Jinho tenía encerrado a Yoongi. Armar la emboscada para aprehender al alfa tomó toda la noche, pero al final el departamento de policías de Seúl se habían equipado correctamente para ir y arrestar a Jinho.

Lamentablemente, no le habían dejado participar, por lo que tuvo que quedarse en la estación de policías para esperar por la llegada de Yoongi.

Sin embargo, una llamada de los oficiales había provocado que él y sus padres abordaran el auto lo más rápido posible para dirigirse al Hospital Central de Seúl, pues al parecer Yoongi había entrado en labor de parto de imprevisto.

Decir que estaba preocupado sería un eufemismo, Jimin estaba completamente asustado de que algo saliese mal durante el nacimiento del cachorrito de su hyung, después de todo éste se había adelantado casi dos meses y, por si fuera poco, no tenía la presencia de Hoseok cerca para que sus feromonas ayudaran a facilitar el parto.

Toda esa preocupación mezclada con la urgencia de volver a ver Yoongi le estaba dejando los nervios destruidos y, al parecer, su aroma era un claro ejemplo de los sentimientos que le embargaban pues, sin aviso, su madre le tomó de las manos con delicadeza para arrullarlo.

"Tranquilo, cariño, ya casi llegamos" murmuró la alfa mientras le regalaba una pequeña sonrisa de labios apretados.

Jimin simplemente asintió, aunque todo su rostro angustiado dejaba en evidencia que no podía tranquilizarse tan fácilmente. El resto del camino se le hizo tan lento que había comenzado a hiperventilar, sin embargo, pronto entraron al estacionamiento del Hospital. Jimin tuvo que inhalar aire tres veces para no bajar del auto antes de tiempo y cuando finalmente su padre estacionó correctamente, no dudó en salir disparado fuera de éste para correr dentro del Hospital.

Tenía un enorme nudo en la garganta cuando corrió hacia la recepcionista, quién le miró preocupada cuando notó su escandaloso aroma a desesperación.

"¿Min Yoongi?" fue lo único que logró mascullar con dificultad.

La recepcionista parpadeó confundida pero tecleó el nombre dado, antes de regresar su mirada a Jimin con amabilidad.

"El señor Min Yoongi está en el quirófano, dónde le están practicando una cesárea de emergencia" respondió la beta.

"¿Tardará mucho?" preguntó el señor Park al llegar a su lado.

"Si no hay complicaciones puede que termine en tres horas" informó la mujer. "¿Será usted el alfa a cargo del señor Min?"

Jimin sintió como su madre lo arrastraba lejos de allí para obligarlo a tomar asiento en alguna de las sillas de la sala de espera, mientras que su padre hacia todo el papeleo para hacerse cargo temporalmente de Yoongi durante su estadía en aquel hospital.

"No te preocupes, cariño, todo saldrá bien" murmuró la señora Park mientras le acariciaba los cabellos de la nuca con dulzura.

Jimin suspiró ruidosamente y dejó su cabeza reposar en el hombro de su madre mientras sentía el tiempo correr demasiado lento para su gusto. La situación era sofocante y extenuante, la preocupación no abandonaba el débil corazón de Jimin y no le dejaba ni siquiera tomar un respiro tranquilo.

Todo eso, sumado a la falta de sueño que había sufrido durante días, se mezcló perfectamente para lograr que se quedara dormido contra el costado de su madre.

Se durmió, pero no podía decir que estaba descansando, no cuando sus sueños estaban inundados de pesadillas.

Durante su inquieto descanso, podía apreciarse una expresión arrugada en su rostro mientras dormía bajo el abrazo de su madre, sus cejas fruncidas y sus labios apretados como si estuviese mortificado por lo que sea que estuviese soñando.

Fue un alivio para su subconsciente cuando alguien movió su brazo para despertarlo, librandolo del tormento de sus más profundas pesadillas.

"¿Eh?"

"Ha nacido, el cachorro de tu Yoongi ha nacido"

Aquel anuncio apartó los últimos rastros de sueño lejos de sus ojos y rápidamente se puso en acción, colocándose de pie y mirando con confusión a su padre, quién permanecía parado frente a él con una ligera mueca indescifrable en el rostro.

"¿Y-yoongi? ¿El c-cachorro? ¿Cómo están?" balbuceó con algo de ansiedad, sus manos apretandose en puños en un gesto nervioso.

"Yoongi está bien, en este momento está descansando un poco por la anestesia" relató el alfa con voz suave, Jimin sintió un enorme peso removerse de su pecho ante el alivio.

Sin embargo, la sensación de tranquilidad no le duró mucho, pues su padre agregó algo más:

"El cachorro, por otro lado, no está tan bien" soltó, luciendo bastante apenado. "Nació prematuro, como ya sabes, así que hubo complicaciones. Fue examinado y los doctores dijeron que ha nacido con problemas respiratorios, en éste momento está dentro de una incubadora y tiene una mascarilla ayudándole a respirar"

Jimin sintió su pecho apretarse dolorosamente y el borde de sus pequeños ojos se inundaron en lágrimas. Aquel cachorro no era suyo, no compartían un lazo sanguíneo, él no había preñado a Yoongi ni tampoco había sido él quién lo llevó dentro por esos siete meses. Pero él había visto a su hyung susurrar palabras de amor solo para su barriga, había acariciado esa misma barriguita por noches enteras, había presenciado con sus propios ojos el amor que desbordaba Yoongi cada que hablaba sobre por fin tenerlo en sus brazos.

Así que si, quizás no era suyo, quizás no era la mami de ese cachorrito, pero él había anhelado tanto su nacimiento como el mismísimo Yoongi que era imposible que no sintiera terror de perderlo.

Ante ese pensamiento, las lágrimas anegadas en sus ojitos no tardaron en desbordarse, manchando sus mejillas con un rastro húmedo.

"Tranquilo, Jiminie, los doctores aseguraron que comenzará a mejorar en tres o cuatro días, después solo es cuestión de tiempo para que logre respirar por si solo" alentó su padre, palmeando su hombro con cariño.

Pero, ni con esas palabras, Jimin no sintió que el pesar en sus pecho no se calmó ni el terror se mermó. Existían riesgos de complicaciones, algo podía salir mal y la salud de ese cachorrito podría irse en picada. Solo pensarlo le provocaban inmensas ganas de sollozar, no quería imaginar cómo sería para Yoongi enterarse de ello.

Y como si todo solo pudiese empeorar, una doctora se acercó a ellos con una expresión grave en el rostro, lo cual no podía anunciar nada bueno.

"¿Señores Park?" murmuró la mujer, ante su falta de aroma Jimin supuso que era una beta.

"¿Si? ¿Qué sucede?" respondió Chanyeol, mirando interrogante a la mujer de bata blanca.

"Hemos realizado algunos análisis al señor Min Yoongi, más que nada de rutina, pero los resultados nos han arrojado algo inusual" relató, mirando unos papeles entre sus finas manos.

El corazón de Jimin, de nueva cuenta, se agitó dentro de su caja torácica, temiendo de lo que fuese que sería dicho a continuación.

"El señor Min Yoongi muestra una alteración en sus hormonas bastante anormal" reveló la doctora, Jimin frunció el ceño en confusión.

"¿De qué habla?"

"Hemos visto casos como éste antes, así que rápidamente confirmamos que el señor Min Yoongi ha sido sometido a un tratamiento de hormonas omega, ¿tenía idea de eso?" cuestionó la mujer.

El señor Park rápidamente miró a Jimin en busca de una respuesta, pues él por si mismo no podía responder ya que no conocía al omega en cuestión.

"No, no sabía que Yoongi hyung estuviese en un tratamiento que involucrara hormonas" murmuró Jimin, sus manos subiendo a su pecho para apretar su camisa a la altura de su corazón. "¿Es malo?"

La doctora suspiró bajo y torció los labios en un gesto complicado antes de responder:

"Depende. Estas hormonas omegas son usadas usualmente para regular el desbalance hormonal en omegas que tienen ciclos irregulares o problemas con sus feromonas" explicó, mientras volvía a mirar los papeles entre sus manos. "Pero el señor Min Yoongi no muestra éste tipo de problemas, es un omega completamente sano, regular y bastante fértil, que haya sido sometido a este tratamiento es raro"

"¿Podría causarle daño?" Park Chanyeol se apresuró a preguntar, la doctora negó pero su expresión tampoco era de alivio.

"No precisamente, pero si afecta muchísimo a su lobo" la mujer dijo y, al ver la incertidumbre en los ojos de los Park, se apresuró a añadir. "Véalo así, éste tratamiento ayuda a nivelar la producción hormonal de los omegas irregulares para que sean regulares. Entonces, si los usan en uno que ya es regular, solo podría provocar que los instintos básicos de su lobo se potencien por arriba de lo normal.  Probablemente provoque que se vuelvan más sumisos, más sensibles a la voz de mando e incluso provocaría un apego a las feromonas de un alfa que esté cerca de ellos"

La mente de Jimin pareció entrar en un corto circuito por un momento pero solo segundos después supo quién había sido el responsable de todo eso: Lee Jinho.

No tenía dudas, ese bastardo había suministrado ese dichoso tratamiento hormonal a su hyung.

"Estoy segura de que eso provocó que el señor Min Yoongi entrara en labor de parto antes de tiempo. Sus hormonas ahora mismo están en un nivel muy arriba de lo normal, ví en el reporte que fue secuestrado por el alfa que lo embarazó, por lo que seguramente estuvo en contacto con sus feromonas por un largo periodo. En ese caso tengo la sospecha de que, al alejarlo de esas feromonas, el lobo del señor Min sufrió un shock tan grande que desniveló sus alterados y sensibles instintos y le obligaron a dar a luz para atraer a ese alfa"

Para ese punto, Jimin sollozaba bajito mientras su madre acariciaba su espalda con manos temblorosas. Toda aquella situación sonaba tan irreal y confusa, ¿en serio ese alfa había sido capaz de someter a Yoongi a esas hormonas con tal de mantenerlo a su lado?

"En este momento, probablemente el lobo del señor Min esté tan apegado a ese alfa y a sus feromonas como si estuviesen enlazados, aunque no haya marca de apareamiento" suspiró la mujer con ojos preocupados.

"¿Hay manera de revertirlo? ¿Algo que ayude a Yoongi-ssi?" murmuró Chanyeol con voz apretada, la doctora apretó los labios.

"Primero tenemos que esperar a que el señor Min Yoongi despierte y ver que tan afectado ha quedado su lobo por la separación con el alfa" explicó, antes de sonreír un poco. "Pero haremos todo lo posible para que no le pase nada"

"Muchas gracias" murmuró Park Seungwan, ofreciéndole una sonrisa cortes a la doctora.

"No es nada" respondió la beta, dando una reverencia frente a los Park para despedirse.

Sin embargo, no pudo alejarse mucho cuando la vocecita temblorosa de Jimin la interrumpió a mitad de su partida.

"¿Cuándo podré verlo?"

Jimin se sentía temblar bajo la mirada serena de la doctora pero se obligó a mantenerse entero, después de todo Yoongi necesitaba apoyo y él iba a dárselo.

"Pronto, señor Park, pronto"

Y se fue, dejando a Jimin con el corazón en la mano y el anhelo de ver a su hyung bien arraigado en el pecho.

«Pronto» resultó ser casi dos días. Durante ese tiempo Jimin había permanecido en el hospital esperando ansioso por entrar a ver a su hyung. Pero cuando pensó que podría volverse loco ante la espera, por fin fue autorizado para que pudiera visitarlo.

En ese momento sentía las piernas temblorosas y las manos húmedas por el sudor, su corazón latía tan fuerte dentro de su pecho que era casi doloroso pero ni esos ridículos nervios le frenaron de ingresar a la habitación donde Yoongi había permanecido descansando.

Se deslizó dentro con sigilo, tratando de no hacer mucho ruido para no perturbar al omega mayor en caso de que estuviese dormido. Aunque al entrar por completo notó enseguida que Yoongi no estaba dormido, en cambio permanecía despierto y sentado sobre la camilla, su rostro levemente girado a la derecha para poder observar la vista a través de la ventana.

La respiración de Jimin se contuvo durante un par de segundos, sus ojos recorriendo de pies a cabeza la silueta del omega azabache en un desesperado intento por convencerse de que no era una ilusión.

No lo era, Yoongi estaba allí, a unos pocos metros de él.

Jimin lo admiró en silencio aun desde su posición contra la puerta. La piel pálida era iluminada por los rayos del sol que entraban por la ventana, sus finos hombros estaban encorvados y su cabello negro como el ébano era un desastre de mechones desordenados. No podía verle el rostro con claridad, solo podía vislumbrar su delicado perfil pero eso era suficiente para tenerlo suspirando cariñosamente.

Sin embargo, sabía que había algo mal con Yoongi, aún no descubría que era pero lo presentía dentro de sus entrañas.

Dió un par de pasos para acercarse a la camilla, viendo como el omega mayor parecía seguir sin darse cuenta de su presencia. Con el corazón en la garganta, llegó al lado de la camilla y tocó levemente el hombro de Yoongi para llamar su atención.

Un nudo creció en su garganta al ver al azabache encogerse sobre si mismo y bajar la mirada con temor, totalmente asustado por su toque.

"¿Yoongi hyung?" susurró con voz temblorosa y afligida, su mano retirando el toque sobre Yoongi para no asustarlo más.

Yoongi tardó en reaccionar al menos quince segundos, después elevó la mirada lentamente y le observó con pequeños ojos acuosos. Su mirada cansada y apagada se relajó al ver su rostro, sus manos –que habían permanecido todo ese tiempo apretando las sábanas– subieron lentamente para sujetarlo temblorosamente de las mejillas.

"Jimin"

El nombre salió de los labios de Yoongi en una voz ronca a través de un suspiro de alivio. El rubio no tardó en sentir las lágrimas bajarle por las mejillas y Yoongi lentamente pasó sus pulgares para limpiarlas.

"Hyung, lo extrañé" sollozó, antes de morder su tembloroso labio inferior.

Yoongi dibujó una diminuta sonrisa en sus agrietados y pálidos labios antes de deslizar sus manos por sus mejillas hasta llegar al cuello de su camiseta. Una vez sus dedos se engancharon al borde de la tela, no dudó en darle un pequeño jalón y, aunque fue tan débil que no movió a Jimin ni un centímetro, él aún así captó el pedido y rápidamente atrajo el delgado cuerpo del mayor hacia él, dejando que el rostro de Yoongi se hundiera sobre su pecho.

Lo sostuvo muy cerca, dejando que su aroma envolviera a Yoongi por todas partes. No se reprimió, frotó su mejilla contra los cabellos del mayor para marcarlo con su olor, sus dedos acariciando con ansias la nuca del contrario.

Sin embargo, la felicidad de sentirlo de nuevo no duró mucho, pues notó a Yoongi totalmente tenso y quieto entre sus brazos, sin hacer amago de devolver el abrazo. Además, al inhalar hondo fue capaz de captar el aroma de Yoongi, el cual no era dulce como siempre, sino totalmente amargo.

Olía a tristeza profunda. Casi rozando lo depresivo.

Se separó de inmediato y observó con angustia los ojos distantes del mayor.

"¿Hyung?" llamó, tratando de conseguir que el mayor le mirara. No funcionó. "¿Pasa algo?"

El silencio fue la respuesta y Jimin sintió su corazón estrujarse en su interior. Tragó saliva, sintiendo su garganta seca por alguna razón y dió dos pasos para alejarse del cuerpo de Yoongi.

"¿Estás triste? ¿Es porque no has visto a tu cachorro?" al preguntar eso, Jimin rápidamente obtuvo la mirada de Yoongi. "¿Quieres verlo?"

Yoongi apretó los labios y bajó la mirada, permaneció así unos segundos antes de finalmente asentir despacito.

"Bien, iré a preguntar si podemos ir a visitarlo" murmuró, antes de caminar hacia la salida.

"¿P-por qué? ¿No pueden traerlo?" susurró Yoongi, había levantado la cabeza y le miraba con desolación.

Jimin tragó saliva y pasó su mano por sobre su rostro, había pensado que los doctores ya le habían informado a Yoongi sobre el estado del cachorro, pero al parecer le tocaba a él darle la noticia.

Mierda, ahora quería llorar.

"Es muy pequeño, hyung" comenzó a decir, su voz saliendo complicada ante el nudo en su garganta. "Tiene que estar en una incubadora para que pueda respirar"

Había esperado ver el miedo y la desesperación en los ojos de Yoongi ante sus palabras, pero todo lo que obtuvo fue un asentimiento vago.

Jimin frunció el ceño pero no dijo nada, simplemente salió de la habitación para preguntar lo prometido en recepción. Unos veinte minutos después estaba ayudando a Yoongi a desplazarse a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, con el mayor permaneciendo sentado en una silla de ruedas mientras Jimin lo empujaba y una enfermera les guiaba el camino.

Al cabo de un rato caminando, los tres llegaron al UCIN y Jimin no tardó en acomodar la silla de ruedas de  Yoongi correctamente para que pudieran observar a través del cristal a las incubadoras y a los bebés en ellas.

"¿Quiere entrar y ver de cerca a su cachorro?" preguntó la omega enfermera con tono dulce.

Yoongi parpadeó lentamente, mirando a través del cristal por largos segundos antes de asentir en silencio. La enfermera sonrió y enseguida les hizo pasar, Jimin empujó la silla de Yoongi hasta dónde la enfermera le indicó y miró con ojos curiosos al diminuto bebé que descansaba dentro.

Jimin sintió a su propio lobo ronronear ante la vista y, aunque había una mascarilla cubriendo la mayor parte del rostro de ese cachorrito, no pudo evitar pensar que era precioso. Ciertamente, el aspecto del bebé era demasiado frágil, su piel sonrosada y lampiña estaba más arrugada de lo normal en un recién nacido, el pañal que llevaba puesto le quedaba muy grande a pesar de ser la talla más chica y su cuerpecito era evidentemente más delgado y pequeño de lo usual.

Aun así, Jimin se sintió embelesado al verlo.

Tanto que se sobresaltó al escuchar el repentino llanto de Yoongi. Preocupado, se puso de cuclillas a su lado y talló la espalda del mayor con suavidad en un intento por reconfortarlo, intuyendo rápidamente que su llanto era provocado por ver el estado tan delicado de su cachorrito.

"No llores, hyung, pronto va a mejorar" consoló el rubio con voz suave, Yoongi sollozó más fuerte y se removió con fuerza sobre la silla de ruedas. "¿Hyung? Tranquilo, podrás sostenerlo cuando–"

"¡No lo quiero!" exclamó Yoongi con voz rota, Jimin sintió su sangre helarse en sus venas.

"¿Qué?" graznó Jimin con incredulidad.

"¿Señor Min? ¿Qué pasa?" trató de intervenir la enfermera, pero ni Jimin ni Yoongi le prestaron atención.

Yoongi levantó la mirada y clavó sus refulgentes ojos azules en Jimin, su rostro angustiado lleno de lágrimas y el aroma a desesperación y terror inundando toda la habitación.

"No lo quiero, no quiero verlo. Sacalo de mi vista"

Jimin se hizo para atrás como si hubiese recibido un puñetazo y casi hubiese zarandeado a Yoongi en busca de respuestas de no ser por la enfermera, quién habló alarmada:

"Saque al señor Min de aquí" ordenó con voz tangente, Jimin la miró asustado y confundido. "Un terapeuta tiene que verlo primero pero estoy segura de que está sufriendo de depresión post-parto" soltó y justo en ese momento Yoongi sollozó con más fuerza

Jodida mierda.






buenaaaAAAS

jeje, ¿a que no se
esperaban eso? la vdd
en algún momento planeé
que yoongi perdiera al
bebé pero luego se me
ocurrió lo de las hormonas
omega y llegué hasta la
depresión post-parto

espero poder reflejar bien
los sentimientos que se
llegan a vivir en una situación
como esa, de mientras les
agradezco eternamente
por esperarme a mi y a
mis actualizaciones, los
bloqueos son horribles pero
acá intentamos salir d él

sin más que decir, gracias por
votar, los amo y nos leemos
en la próxima actualización

# # fairyoongis.

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