019
Para decepción de Yoongi, decir que algo había cambiado después de ese beso sería mentir. Tanto Jimin como él se habían sonrojado después de separar sus labios por fin, luego de una sesión ardua de besos. Y aunque no se habían alejado o huido del otro, las cosas seguían totalmente iguales a como lo estaban antes del beso. Yoongi cuidaba a Jimin, Jimin disfrutaba de la compañía de Yoongi, su amistad estaba intacta y los silencios entre ellos no eran incómodos.
Casi como si aquel beso no hubiese pasado.
Y de eso ya habían transcurrido tres días. Tres días en los que Jimin y Yoongi fingían que nada había sucedido entre ellos, como si nunca se hubiesen besado. Yoongi no entendía, él quería hablar sobre eso, aclarar sus sentimientos pero su lengua siempre se enredaba cuando tomaba el valor para hacerlo y al final terminaba frustrado de no poder externar sus pensamientos. Aun así, la tensión no podía ser disipada ni mucho menos ignorada. Ambos actuaban normal entre ellos, compartían conversaciones casuales y silencios cómodos pero ninguno podía disimular la palpable tensión que se desarrollaba entre ambos cuando estaban muy cerca.
Yoongi no sabía cómo sobrellevar todo eso, para ser sincero.
"Estas muy distraído hoy, hyung" murmuro Hoseok, mirando con curiosidad al omega mayor.
El susodicho parpadeó un par de veces para salir de su ensimismamiento, sus mejillas se ruborizaron ligeramente al darse cuenta de que se había quedado mirando a la nada a mitad de su sesión con Hoseok. Soltó una risita avergonzada y acarició su vientre redondo para disimular los nervios que invadían su cuerpo.
"Perdón Hobi, tengo muchas cosas en mente" murmuró, viendo como el alfa se acomodaba mejor sobre el sofá para poder mirarle.
"¿Pasó algo?" Hoseok cuestionó cuidadosamente, tanteando terreno para no incomodar a su hyung.
El omega se quedó en silencio, debatiéndose entre contarle de nuevo al alfa o no sus líos con respecto a sus sentimientos por Jimin. Al final decidió contarle, de todos modos ya había confiado en el alfa y sus consejos le habían ayudado a aclarar sus pensamientos.
"B-bueno, ¿recuerdas el asunto con Jimin?" murmuro cabizbajo, tratando de ocultar el tono rosáceo que sus mejillas habían adquirido.
"¿Lo de su celo? Claro" el alfa asintió tranquilo, imperturbable con respecto a eso. Yoongi se relajo un poco sobre su lugar.
"Pues cada que lo pienso siento que aquello no fue algo normal" suspiró, jugando con sus dedos distraídamente.
"Pero hyung–" trató de reclamar, su ceño fruncido y sus labios de corazón arrugados en un mohín.
"No me malinterpretes" se apresuró a decir Yoongi, su mente buscando las palabras correctas para explicarse. "Me refiero a que literalmente lo que pasó no es normal, hablando biológicamente" añadió, rascando su nuca en un gesto tímido.
El alfa pelirrojo se quedó en silencio, con el ceño ligeramente fruncido y los labios arrugados en un mohín adorable. Su expresión era de total confusión así que Yoongi procuró apresurarse a ordenar sus pensamientos para explicarle lo más claro posible lo que sentía a Hoseok. Era bastante complicado poner en palabras todo lo que envolvía su relación con Jimin y ni siquiera él estaba seguro de todo lo que aquello significaba.
"Los omegas no se ven afectados por el celo de otro omega, jamás" comenzó, su voz sonando baja y avergonzada. "Las feromonas que soltamos son exclusivamente para atraer a un alfa, por lo que si un omega está cerca solo sentirá incomodidad" añadió, su ceño arrugandose un poco al tratar de recordar con exactitud sus clases de Biología en la secundaria. "Es más, si un omega desconocido se acerca a un omega en celo, éste le atacará por tratar de invadir su territorio"
Muchas veces, en sus años de adolescencia, había tenido que arrullar a Taehyung para que éste le dejara cuidarlo durante sus primeros celos. El lobo de su amigo, con el tiempo, fue acostumbrándose a él y la confianza creció al punto de que Taehyung se ponía mimoso y juguetón con él a la hora del celo. Claro, eso hasta que Jungkook se convirtió en el alfa de Kim y por lo tanto Yoongi dejó de cuidarle.
Sin embargo, Taehyung y su lobo en celo le veían como una compañía, el menor adoraba ser mimado y jugar con su hyung en su último día de calor y Yoongi jamás se sintió atraído por el aroma a celo que desprendía Kim.
Pero con Jimin había sido distinto, el olor a celo de Jimin le había hecho sentirse mojado en su parte trasera y endurecido en su miembro. Y eso, joder, eso no era normal.
"Yo me sentí atraído por las feromonas de Jimin, tuve ganas de aliviar su calor" susurró bajo, su mirada gacha para ocultar sus mejillas fuertemente ruborizadas. "Cuidé a muchos amigos omegas en sus celos y ningún olor me atrajo como lo hizo el de Jimin" confesó mientras apretaba sus dedos suavemente sobre su vientre para evitar que su mano temblara.
Hoseok le miró en silencio, analizando lo que el mayor le había dicho. Tenía una expresión totalmente concentrada y Yoongi casi podía ver los engranajes de su cerebro moverse rápidamente para pensar en una respuesta coherente.
"Además, al principio Jimin no me quería cerca de él, pero en cuanto olfateó mi barriga me dejó acercarme" murmuró pensativo, aquello sin dudas había sido lo más raro, pues normalmente los omegas en celo rechazaban la presencia de los omegas preñados.
La mirada de Hoseok se iluminó como si hubiese encontrado la cura del cáncer y chasqueó los dedos indicando que algo había llegado a esa mente suya.
"¡Yoongi hyung!" exclamó, tomando los hombros del mayor con sus manos para agitarlo un poco, Yoongi le miró impresionado. "Yo hice exactamente lo mismo cuando mi omega atendió mi celo estando embarazado"
Yoongi parpadeó un par de veces, analizando la comparación en silencio. Sin embargo, no sabía lo que eso significaba pero para su suerte Hoseok captó su confusión y rápidamente volvió a hablar.
"Es un gesto que hacemos los alfas en celo con nuestros omegas preñados, así nuestros lobos reconocen que ya hay un cachorro dentro de ellos y con eso nuestro celo se inhibe" explicó con una sonrisa en el rostro, Yoongi hizo una mueca con los labios.
"Pero el celo de Jimin no se inhibió" murmuró reacio, Hoseok rodó los ojos.
"Duh, él también es un omega" el pelirrojo dijo con obviedad. "Además de que seguro su lobo reconoció que el cachorro dentro de ti no es suyo" añadió y el azabache se tensó ligeramente.
Si, su cachorrito no era de Jimin. Lamentablemente.
"Tengo una teoría pero creo que es muy loca" Hoseok volvió a hablar y Yoongi le miro curioso.
"Dilo"
"¿Qué tan descabellada suena la idea de que puedan ser destinados?"
Los ojos de Yoongi se abrieron enormes, totalmente shockeado con aquella declaración. Sus mejillas se ruborizaron tanto que parecían un par de manzanas maduras y su corazón se agitó dentro de su pecho como loco.
¿Jimin y él destinados? ¡Eso sonaba imposible!
"P-pero somos omegas, es imposible" exclamó, apartando las manos de Hoseok fuera de sus hombros.
Rápidamente el omega se puso de pie y comenzó a caminar de un lado a otro a través del salón, su mente estaba hecha un desastre y lo único claro en ella era la palabra «destinados».
"Piénsalo, hyung. Tú te sentiste atraído por su celo como si fueses su pareja y también eres al único que deja acercársele a más de cinco metros" expuso, totalmente convencido de su propia teoría.
Y Yoongi quería rehusarse a creerla, pues eso le llevaba a hacerse ilusiones pero mientras más lo analizaba, menos loco se le hacía. Después de todo, desde su primer encuentro con Jimin había sentido una conexión con él y no era unilateral, pues era más que obvio que el rubio sentía lo mismo y por eso dejaba que se le acercara como nadie más en aquel refugio. Sin contar que había sido Jimin quien fue a él para pedirle que le cuidara durante su celo y por si fuera poco les reclamó a él y a su cachorro como suyos.
Eso debía significar algo, ¿no?
Iba más allá de una simple atracción, Jimin no solamente le gustaba, Jimin parecía gravitar a su alrededor como si estuviese destinado a eso. Y le sorprendía no sentirse asustado de siquiera considerarlo posible.
Sin embargo, había algo que no cuadraba.
"Pero Hobi" Yoongi cortó los chillidos que estaba dejando salir el alfa ante su propia hipótesis, éste le miró enseguida. "Yo no sentí ese lazo formarse en cuanto lo ví, mi lobo no me indicó que él fuese mi destinado como se supone que debe pasar" murmuró decaído y Hoseok parpadeó lentamente, sus ánimos bajando de golpe.
"¿No? ¿Estas seguro, hyung?" susurró con un puchero en los labios, Yoongi negó cabizbajo.
"Cuando lo ví solo quise protegerlo, pero no hubo ninguna sensación de sentirse completo o enlazado" suspiró, dejándose caer al lado de Hoseok sobre el sofá. "Me atrevo a pensar que incluso sentí vacío al verle" añadió con voz temblorosa.
Hoseok guardó silencio y Yoongi pudo ver como todas sus ilusiones y expectativas se derrumbaban frente a sus ojos tan rápido como se habían creado. Mierda, no debió siquiera considerarlo en primer lugar, ¡eran ambos omegas! Ser destinados era imposible.
"H-hyung igual debe haber algo, todo lo que pasa entre ustedes no es normal y debe haber una explicación más allá" Hoseok trató de sonreír, sin embargo, Yoongi suspiró resignado.
"No importa Hobi" sus labios temblaron ligeramente antes de curvarse en una sonrisa pequeña. "Destinados o no, Jimin me gusta, mucho" admitió, sus pómulos espolvoreandose de un adorable carmín ante sus propias palabras.
El alfa pareció iluminarse como el astro rey ante sus palabras y no dudó en exclamar enternecido, incluso chillando agudamente como fanática adolescente.
"¿Y ya se lo dijo?" cuestionó ansioso y emocionado, Yoongi bajó la mirada mientras una sonrisa crecía en sus labios.
"Si y hace tres días nos besamos" confesó bajito, Hoseok casi se desmaya contra el sofá.
"¡Son tan lindos, tan lindos!" exclamó el alfa mientras abanicaba su rostro exageradamente con una de sus manos.
Yoongi soltó una risita y sin previo aviso abrazó al alfa, tomando al menor por sorpresa y provocando que Hoseok se quedara totalmente quieto en su lugar en un intento por no asustarlo. Yoongi se lo agradeció internamente, reconocía lo mucho que Hoseok se preocupaba por él y su comodidad siempre.
"Ahora sólo falta que dejemos de ignorar que nos besamos y finalmente intentar algo" suspiró Yoongi mientras dejaba su cabecita apoyada sobre el hombro de Hoseok.
El alfa exclamó exageradamente sorprendido e indignado, incluso una de sus manos yendo a parar sobre su torso en un gesto de dramatismo.
"¿No son novios aún? ¡Pero dijiste que se besaron, hyung!" Yoongi se sonrojó y desvió la mirada ante las palabras del alfa.
"Es, uhm, es complicado" murmuro y Hoseok cambió su expresión a una más dulce y comprensiva.
"Solo deje las cosas fluir, ya verá que pronto podrán aclarar todo. No lo piense tanto" aconsejó el menor con una sonrisa.
Yoongi le sonrió de vuelta y asintió más tranquilo y relajado antes de acurrucarse contra el hombro del pelirrojo. Definitivamente desahogarse con Hoseok era reconfortante y le aliviaba poder tener un confidente para ese tipo de situaciones.
Ahora sólo faltaba esperar a que Jimin y él dieran el paso.
Yoongi soltó una pequeña risita al sentir los brazos de Jimin rodearle el cuello en un abrazo en cuanto abrió la puerta de su habitación, la calidez del menudo cuerpo del rubio le envolvió cómodamente y pronto sintió como unos pequeños deditos se colaban por debajo de su suéter para poder posarse sobre su vientre, comenzando a dar lentas caricias sobre su piel tibia.
Ese gesto ya hasta parecía un ritual entre Jimin y su pancita cada vez que se veían.
"Hola hyung, hola cachorrito de hyung" saludó el omega menor mientras apoyaba su frente sobre la del pelinegro.
Yoongi sintió su corazón agitarse ante el saludo de Jimin y no pudo evitar que una sonrisa enternecida creciera en su rostro.
"Hola Jiminie, cachorrito y yo te extrañamos" murmuro el azabache de vuelta mientras colocaba sus manos encima de las del rubio.
Jimin sonrió enorme, tanto que sus pequeños ojitos se convirtieron en dos adorables líneas y sus gordas mejillitas se tiñeron de un bonito color rosa mientras aquellos labios rechonchos se estiraban en una sonrisa tan preciosa que Yoongi incluso se sintió ligeramente cegado.
Ah, Park Jimin era delicadamente bello y divino como un hada. No tenía palabras para describirlo en su totalidad.
"¿Que te parece si almorzamos juntos? Esta mañana me desperté con mucho apetito" Yoongi rió despacito y vio a Jimin asentir levemente antes de separarse por completo del abrazo. "Bien, iré por las bandejas" indicó, haciendo amago de salir de la habitación.
Sin embargo, la mano de Jimin rodeó su muñeca suavemente y le impidió abrir la puerta. Yoongi rápidamente le miró curioso y observó la manera nerviosa en que Jimin se balanceaba sobre la punta de sus pies.
"Oye hyung, ¿no te molesta tener que estar encerrado siempre que me cuidas?" Jimin murmuro cabizbajo, sus dedos jugueteando con el borde de su sudadera.
"Claro que no, me gusta pasar tiempo contigo" aseguró el mayor con una dulce sonrisa creciendo en sus labios.
Y Jimin realmente pronunció un puchero con sus labios regordetes, un puchero totalmente adorable que por poco le provoca un paro cardiaco al débil corazón de Yoongi cuando lo vió.
"Pero estar conmigo es estar acostados en el nido y darnos mimos nada más, ¿no le molesta que yo le aleje de sus amigos?" susurró levantando levemente la mirada para mirarle apenado.
Yoongi tuvo que dar una bocanada enorme de aire para no desfallecer sobre el suelo ante aquella expresión con la que Jimin le miraba. El puchero en los labios ajenos era sumamente adorable, los ojitos de cachorro brillaban como un par de luceros y su expresión entera parecía la del gato con botas.
Yoongi sentía que se estaba enamorando.
Lentamente Yoongi se acercó a él y llevó sus manos al rostro del menor para poder acunar con sus palmas los suaves cachetes ajenos. Una sonrisa se posó en sus labios y con sus pulgares se dedicó a repartir caricias en la tibia piel de las mejillas de Jimin antes de dejarle un suave y tímido besito sobre los labios.
"El simple hecho de estar contigo me es suficiente, Jiminie" aseguró, viendo como las mejillas gorditas del menor se teñían de carmín. "¿Por qué creerías que estar a tu lado me molestaría? Adoro meterme en ese nido y pasar horas mimandote, sin que el mundo nos haga daño a ninguno de los tres" añadió, rozando sus narices en un besito esquimal y al instante sintió la manita de Jimin posarse sobre su pancita.
El rubio le acarició por encima de la ropa un par de segundos pero luego apartó la mano para poder abrazarlo, pasando sus brazos por la cintura del mayor para estrecharlo contra su cuerpo para sentirle lo más cerca posible.
"A veces siento que soy una molestia, perdón" susurró el rubio mientras escondía el rostro contra el cuello de Yoongi, el aroma a miel y limón pronto llegando a sus fosas nasales.
"No lo eres, jamás lo serías" aseguró Yoongi, una de sus manos acariciando dulcemente la delgada espalda de Jimin.
Pronto Yoongi sintió un par de labios presionarse contra su cuello en castos besitos, su pancita se llenó de cosquillitas ante la sensación, su lobo ronroneo dentro de su pecho gustoso y él casi se sintió derretir como mantequilla contra Jimin.
Uh, adoraba eso, adoraba estar con Jimin.
"Hyung, ¿podemos intentar almorzar juntos en el comedor?" susurró Jimin, tan bajito que a pesar de la cercanía Yoongi casi no pudo escucharlo.
Rápidamente el mayor tomó los hombros del rubio para alejarlo lo suficiente como para poder mirarlo a los ojos debidamente.
"¿Estás seguro, Jiminie?" murmuro inseguro, sus cejas frunciendose un poco ante la preocupación.
Jimin mordió su labio inferior, quedándose en silencio un par de segundos pero terminó por asentir lentamente. Yoongi sintió que el pecho podría explotarle el pecho de orgullo ante la valentía de su lindo omega.
"Esta bien, iremos juntos" Yoongi sonrió para transmitirle confianza y Jimin le devolvió el gesto enseguida.
El omega mayor abrió la puerta de su habitación y, antes de aventurarse fuera de aquellas cuatro paredes, dejó un beso delicado contra la frente del rubio. Jimin sonrió ante el gesto, sin embargo, no pareció satisfecho y pronto Yoongi sintió una mano pequeña enredarse en su cuello para ser acercado a aquellos labios rechonchos que parecían haberse vuelto su perdición.
Fue un besito corto, labios encajando como piezas de rompecabezas por un par de segundos, pero fue suficiente para llevar a Yoongi al cielo de ida y regreso.
"¿Puede darme más besitos cuando terminemos de almorzar?" susurró Jimin con las mejillas totalmente rojas, Yoongi sonrió igual de sonrojado que el menor.
"Claro que si"
Y pronto salieron de la habitación de Min con las manos entrelazadas en un firme agarre. Sus pasos resonaban sobre el suelo de mármol y Yoongi podía percibir la tensión que embargaba el cuerpo de Jimin conforme más se acercaban al área de comedores. Trató de impartirle confianza, regalando caricias sobre el dorso de su mano con su pulgar pero Jimin parecía cada vez más y más nervioso con cada centímetro recorrido y para cuando llegaron frente a la puerta de entrada del comedor pudo ver los ojitos de Jimin cristalizarse ligeramente.
"Si no puedes volveremos, no te presiones" susurró Yoongi, Jimin tomó una profunda bocanada de aire.
"Esta bien, puedo hacerlo" aseguró mientras apretaba más su agarre sobre la mano del mayor.
"Claro que puedes, eres muy fuerte" murmuro el azabache con una sonrisa orgullosa.
Jimin fue quién empujó la puerta del comedor para ingresar juntos. Yoongi fue capaz de notar como la respiración del rubio se detuvo por un segundo al dar el primer paso dentro del lugar, por lo que no dudó en liberar un poco de sus feromonas maternales para tranquilizarlo un poco.
"Tú puedes, cariño" alentó el mayor, Jimin le miró enseguida con sorpresa ante el apodo que se deslizó por sus labios con tanta facilidad.
Yoongi no tuvo tiempo para avergonzarse por la manera en que llamó al menor pues éste comenzó a dirigir sus pasos a la fila donde los demás omegas esperaban su turno para recoger sus almuerzos. Lo vió temblar con cada paso que daba, fácilmente parecía una gelatina, pero a pesar del evidente miedo que invadía a Jimin éste no desistió en ningún momento.
Yoongi se sentía tan orgulloso para cuando obtuvieron sus bandejas de comida, tanto que casi deja salir un par de lágrimas.
"¿Quieres almorzar aquí o vamos a la habitación?" preguntó observando al rubio, quién tenía clavada su mirada en la bandeja.
"Habitación, por hoy" indicó el rubio y Yoongi asintió de acuerdo.
A lo lejos vió como Namjoon, Soobin y otros de sus compañeros sonreían para él y hacían corazones con los dedos apuntando al rubio. Yoongi se rió avergonzado y levantó una de sus manos para despedirse de ellos a la distancia.
Algún día les presentaría a Jimin como se debía.
"¿Hyung?" murmuro Jimin, ambos caminando por los pasillos nuevamente.
"¿Si, Jiminie?"
"Gracias por darme confianza" susurró con una sonrisa que ocultaba sus ojitos tras sus cachetes.
Yoongi sintió su pechito calentarse ante aquellas palabras y si no fuese por las bandejas en sus manos se hubiese abalanzado sobre Jimin para besarlo hasta el cansancio.
Oh diosa luna, estaba cayendo profundo por ese omega de sonrisas encantadoras.
"¿Jimin?" llamó en cuanto entraron a su habitación, ahora sus manos estaban libres pues habían dejado las bandejas sobre la mesita.
"¿Si, hyung?" murmuro el rubio mirándole con curiosidad.
"¿Quieres ser mi novio?"
Los ojitos de Yoongi se abrieron extremadamente grandes ante sus propias palabras, su cuerpo entero pareció vibrar de los nervios y estuvo tentado a golpear su cabeza contra la pared.
¡Eso no era lo que había querido decir! Bueno, si pero no en ese momento. Maldición, que alguien le cociera la boca o arreglara ese filtro cerebro-boca que no le funcionaba.
"Si, si quiero hyung" y la voz de Jimin interrumpió la crisis de nervios que Yoongi estaba teniendo en ese momento.
Yoongi miró enseguida al rubio, totalmente incrédulo ante la respuesta afirmativa. Jimin pareció notar su inquietud y para sellar su respuesta no dudó en acercar sus labios a los del mayor en un beso, sus bocas entrelazándose en roces suaves pero firmes que provocaron que el lobo de Yoongi aullara contento.
Yoongi de repente se sintió el omega más afortunado del universo.
"Si quiero ser su omega, ¿usted será mi omega?" preguntó el menor al separarse, Yoongi asintió tan rápido que casi lastimó su cuello.
Otro beso y Yoongi definitivamente confirmó que era el omega más suertudo del universo.
Lo era, la prueba estaba entre sus brazos regalándole besos.
HOLAAAAAAAAAAA
ksnfufu NUESTROS OMEGAS
SON NOVIOS LPNEJDIXUCKD
AYUDA VOY A LLORAR 😭😭😭
ah, realmente pasó bastante desde
la última vez que había actualizado,
sepan disculparme pero tuve un par
de dificultades y no había podido
traerles nada hasta ahorita, espero
les haya gustado y que haya válido
la pena tanta espera :(((
no se olviden de comentar, me gusta
leer sus reacciones chikis, los
amo muchísimo ¿ok? ok 🙈❤
nos leemos pronto, tengan lindo inicio
de semana <3
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