017
Golpes.
Podía sentir golpes por todos lados, su corazón doliendo en su pecho y el aire pasando difícilmente por su nariz de forma espesa.
No podía respirar. De hecho hasta le dolía inhalar el aire suficiente para no ahogarse a media bocanada.
Y todo apestaba. El lugar entero apestaba a la ira de su alfa. A la incomparable ira de Lee Jinho.
Yoongi no podía abrir sus ojos lo suficiente pero reconocía donde estaba, ¿cómo no hacerlo? Si estaba tumbado en la sala de su antiguo hogar con Jinho aplastándolo contra el suelo para que no huyera de los golpes.
Un escenario tan conocido y aterrador para él que no sabía si era un recuerdo, una pesadilla o la vida real.
¿Lo peor de todo? Sentía su vientre redondo ser aplastado pero eso no parecía frenar las intenciones de Jinho, quién parecía dispuesto a matarlo a puñetazos a pesar de su notorio embarazo.
Sentía la desesperación corroer todo su organismo, trató de liberarse pero era como si estuviese paralizado. No podía mover ni un solo músculo, ni siquiera cuando las asquerosas manos de Jinho bajaron a su panza, acariciando con sorna aquella zona abultada donde su cachorro descansaba.
"Míos" la voz de mando utilizada hizo a su lobo arañar las paredes de su mente, fuera de si.
Y entonces sintió golpes en aquella zona, en su pancita que tanto se había esmerado en cuidar y proteger del mundo. Golpes demoledores cayeron sobre su vientre y él sintió a su lobo gruñir enloquecido, casi animal.
Su cachorro, debía protegerlo, era suyo.
Pero Yoongi no podía moverse, apenas podía abrir los ojos y sentir el dolor impregnar cada centímetro de su cuerpo y su alma ante los golpes despiadados.
Entonces, su lobo pareció quedarse dolorosamente muerto en su interior en el momento en que sintió la sangre descender por sus muslos indicando lo peor.
Su cachorro, suyo, lo había perdido.
"¡No, no, no!"
Y despertó.
Lo hizo de forma brusca, saltando sobre el colchón con la sensación de estar cayendo de un acantilado. El corazón del omega latía frenético en el momento en que sus ojos revolotearon frenéticamente a su alrededor para asegurarse de que no estaba en aquella casa y sus manos temblaron cuando sostuvo su vientre redondo con desesperación, asegurándose de que su cachorro seguía seguro en su interior.
"Mi cachorrito" sollozó, las lágrimas por fin descendieron por sus pálidas mejillas.
Sin poder evitarlo se echó a llorar, totalmente sobrepasado por las emociones que aquella pesadilla le había hecho experimentar. Sus hombros se sacudían con cada nuevo sollozo que se desprendía dolorosamente de su garganta y el aroma amargo de la desesperación teñía el aire por completo.
Hacía tanto tiempo que no soñaba con Jinho, las pesadillas sobre él se habían acabado en cuanto comenzó sus sesiones con Hoseok pero nunca habían llegado a ser tan escalofriantes. Casi había podido sentir cada maldito golpe en su piel y estaba seguro de que si se movía muy brusco el fantasma del dolor podría bañar sus músculos.
Había sido la pesadilla más malditamente real de su vida y le rogaba a la diosa luna para que solo se quedara en eso, en una simple pesadilla.
Se dejó caer de espaldas de nuevo sobre el colchón y tiró de las sabanas para cubriese de pies a cabeza, tratando de quedar lo más oculto posible dentro de su nido para sentirse un poquito protegido. Podía sentir el miedo subiendo como una frágil burbuja a través de su torrente sanguíneo y su lobo estaba temblando y aullando dentro de su pecho.
"Mío, eres mío. Nadie te hará daño, mi cachorrito" susurró Yoongi apenas, el nudo en su garganta haciendo difícil la tarea de hablar.
Se hizo un ovillo sobre su cama, rodeando su vientre con uno de sus brazos de forma protectora y enterrando el rostro en la almohada para ahogar su sufrimiento contra la tela.
Perder a su cachorro era la peor pesadilla que su mente le había podido presentar y el peor destino que la diosa luna pudiese dictarle.
De tan solo pensarlo sentía que su lobo agonizaba, amenazando con llevarlo a su muerte. Si perdía a su cachorro, perdería su corazón y sin su corazón no podía seguir viviendo. Tan simple como eso.
"Estas aquí, estas conmigo" susurró para si mismo mientras cerraba sus ojos y acariciaba con la punta de sus dedos la curva de su vientre. "Y pronto podré sostenerte, pronto te colocare contra mi pecho" añadió con tono anhelante.
Debía recordárselo, debía recordar que estaba en el refugio totalmente seguro, que allí lo cuidaban y nada malo les sucedería a él o su cachorro. Debía recordarlo o se pondría histérico. Su cachorro seguía dentro suyo, estaba bien y nadie iba a dañarlos.
Y con esos pensamientos volvió a quedarse dormido. Esta vez ningún rastro de los golpes animales de Jinho rondaron por su mente para atormentarlo, en cambio, sueños bonitos sobre un pequeño cachorrito con olor a vainilla acurrucado contra su pecho se encargaron de alejar sus miedos a lo más profundo de su consciencia.
Por lo que, cuando despertó, todo transcurrió con normalidad. De hecho, estaba un poco más que acostumbrado a tener recaídas emocionales o ataques de pánico por culpa de ese bastardo al que alguna vez llamó alfa, así que ya difícilmente dejaba que sus días se volvieran grises gracias a pequeños momentos de miedo.
Sufrir, llorar y dejar ir, Yoongi se repetía siempre. No podía estancarse, ya no, ahora debía salir adelante y enfrentar al mundo no sólo por él, sino por el cachorrito en su interior.
Dejarse vencer había sido lo peor que había hecho durante su corta estadía junto a Jinho, la resignación ante una mala vida solo habían hecho que aguantara tratos que no merecía y no estaba dispuesto a volver a cometer ese error ante simples pesadillas.
Así que en cuanto despertó se encargó de salir de su habitación con una sonrisa serena en el rostro, infundado en una capa de abrigos que le protegieran del frío para ir a realizar todos sus planes para ese día. Primero fue a su revisión prenatal con la doctora, donde ésta le felicitó por entrar oficialmente a su sexto mes de embarazo. Después de recibir recomendaciones y una nueva ecografía, se dirigió al taller de bordado para comenzar con su primera actividad productiva del día.
"¡Hyung, hyung, mire!" la emoción de Namjoon era evidente en cada parte de su rostro.
Yoongi sonrió con dulzura y agitó los cabellos platinados del menor en cuanto observó con orgullo la pequeña pieza de tela recién bordada que el omega moreno le enseñaba con tanta devoción.
"¡Estas mejorando tanto, Joonie!" exclamó feliz, viendo como el menor se sonrojaba adorablemente.
No era un secreto que Kim Namjoon no era exactamente bueno con los trabajos manuales, de hecho los primeros días en el taller hizo un desastre con las hileras y rompió más de cinco agujas gracias a sus manos torpes. Aun así allí estaba, enseñando un pequeño gatito calico bordado en una mantita amarilla.
"¿Le gusta hyung?" preguntó con profunda ilusión, Yoongi no dudó en asentir.
Quizás no era el bordado más prolijo, de hecho algunas líneas estaban chuecas y un par de puntadas algo sueltas pero era lindo, demasiado adorable para su corazón especialmente sensible ante la inocencia que poseía Namjoon ante algunas cosas.
"Es muy bonito Nam, me encanta" aseguró mientras trataba de acomodarse mejor en la silla, pues su espalda comenzaba a doler después de casi una hora encorvado bordando.
"¡Entonces se la regalo!" Namjoon exclamó mientras le tendía la cobija, Yoongi sintió su corazón calentarse.
Ah, Kim Namjoon, definitivamente una de sus personas favoritas.
"Pero Nam, es tuya, tú te esforzaste en hacerla" Yoongi murmuró conmovido, el moreno chasqueó la lengua para restarle importancia.
"Mirelo como mi primer regalo para cachorrito, soy un tío consentidor" sonrió, mostrando ese par de hoyuelos encantadores.
El corazón de Yoongi se agitó ante esas palabras y, con ojitos algo empañados, tomó la cobija para sostenerla contra su pecho.
Ese era el primer objeto que conseguía para su bebé.
Sentía que iba echarse a llorar de la emoción en cualquier momento, pues de hecho hasta ese momento había caído en cuenta de que no tenía ni un solo babero para cuando su cachorro naciera. Por un momento se sintió una madre descuidada pero después recordó que estaba escondido del mundo exterior en ese refugio.
Tendría que pedirle ayuda con eso a Seokjin.
"Gracias Nam" murmuró saliendo de su pequeño trance, el omega más alto le sonrió con cariño.
"Lo que sea por mi hyung favorito y mi sobrino consentido" canturreó contento antes de acercarse a acariciar ligeramente la pancita del mayor.
Después de eso Namjoon comenzó con otro bordado mientras entablaba una entretenida charla con Yosung, Soobin y Joohyun sobre videojuegos y chismes de la farándula. Para cuando la hora de taller terminó, Yoongi se hizo camino a los comedores para obtener un poco de ese chocolate caliente que las cocineras habían preparado para ese día especialmente frío.
Sin embargo, no llegó a su destino cuando fue interceptado por Hyuna.
"Oh, hola noona" saludó Yoongi con una sonrisa pequeña en los labios.
"Yoongi-ssi, ¿me permites un minuto?" preguntó la pelirroja con cierta emoción mal contenida en su voz.
"Claro noona, ¿qué sucede?" preguntó curioso, pero la beta en lugar de responderle le tomó del brazo y lo arrastró hasta la parte delantera del refugio.
Parpadeó confundido y arrugó la nariz ante la pregunta no respondida, observó como la beta le guiaba hasta sacarlo al jardín casi a rastras.
"¿Noona?" murmuró comenzando a sentirse nervioso e incómodo.
No había salido del refugio desde que entró y no porque estuviese aprisionado, pues de hecho eran libres de salir y entrar cuando quisieran, sino porque simplemente no estaba preparado para asomar siquiera su nariz a la calle. Por lo que una burbuja de pánico subió por su garganta cuando se vió arrastrado lejos del edificio y su malestar se manifestó a través de las notas amargas de su aroma a té, sin embargo, Hyuna obviamente no lo notó al ser beta.
Trató de soltarse al ver el pequeño edificio delantero del refugio, ese donde estaba la sala de espera, la oficina de Seokjin y por ende la salida y entrada del refugio. Intentó volver a preguntar que pasaba pero de pronto estaba frente a la puerta de la oficina de Seokjin.
"¿Qué-?" masculló apenas pero fue interrumpido por la puerta siendo abierta y una figura alta asomándose por ella.
Su corazón pareció detenerse y luego comenzar a latir con fuerza cuando el rostro sonriente de Kim Seokjin le saludó.
"¡Yoongichi, te estaba esperando!" exclamó el omega mayor con entusiasmo. "Necesitaba tu ayuda con algo y sé que va a interesarte en cuanto te cuente que-" su voz se frenó en cuanto el olor a pánico de Yoongi llegó a sus fosas nasales, la sonrisa de Kim fue reemplazada por una expresión preocupada. "Hey, ¿qué sucede? ¿estás bien?"
El omega azabache boqueó por aire un par de veces para recuperar la compostura, mierda, se había asustado por literalmente nada. Esa jodida pesadilla si le había afectado más de lo que quería, le estaba poniendo paranoico.
"Y-yo, no sé, noona me estaba llevando fuera del refugio y yo pensé, mh, yo pensé lo peor cuando no me respondió a d-donde me llevaba y-" se cortó a mitad de su verborrea, el nudo enorme en su garganta siendo casi doloroso.
La beta abrió los ojos enormemente y sin dudarlo le rodeó con sus brazos en un abrazo casi maternal. A pesar de que ella no podía expulsar feromonas maternas, hizo que el lobo abrumado de Yoongi se sintiese arropado y sereno bajo su toque cariñoso y dulce.
Oh, lo que hubiese dado para que su madre le abrazase así aunque fuese una sola vez.
"Lo siento tanto, cielo" se disculpó la beta con tono verdaderamente arrepentido. "No fue mi intención asustarte, estaba demasiado emocionada como para prestar atención" se explicó, su voz teñida de aflicción.
Yoongi se acurrucó un poco contra el pecho cálido de la beta y se permitió fingir que era un cachorro de cinco años que se escondía entre los brazos de su madre.
"Esta bien, no te preocupes, noona" susurró antes de separarse lentamente y con las mejillas ruborizadas. "Estoy algo paranoico porque anoche tuve pesadillas, nada grave" aseguró mientras rascaba una de sus orejitas con vergüenza.
"¿Estas seguro?" intervino Seokjin con una mirada llena de preocupación, el omega menor asintió. "Si tienes problemas para dormir no dudes en decirme, ¿bien?" murmuró dulcemente.
Yoongi suspiro relajado antes de asentir fervientemente. Si, estaba seguro en ese lugar, tenía personas que se preocupaban y cuidaban de él. Era un verdaderamente reconfortante confirmarlo.
"Bien, pasa" indicó el omega de hombros anchos y Yoongi no tardó en obedecer. "Te mandé a llamar porque descubrimos algo que puede que te interese" dijo con emoción mientras se sentaba tras su escritorio.
"¿Ah, si? ¿Qué cosa?" murmuró curioso mientras tomaba asiento cuidadosamente frente al mayor.
"El cumpleaños de Jimin es mañana. Trece de octubre" reveló, dejando al azabache con sus pequeños ojitos bien abiertos por la impresión.
El cumpleaños de Jimin era mañana. Jimin, a quien no había visto en lo que iba del día. El mismo Jimin que, muy probablemente, le gustaba mucho y no como amigo, sino como omega.
¡El cumpleaños de su adorado Jiminie!
La emoción de Min se disparó en el aire a través de su dulce olor a té de miel, dejando en evidencia frente a Seokjin y Hyuna lo mucho que le hacia ilusión aquel pequeño dato.
"Sabemos que Jimin tiene dificultades para relacionarse con los demás omegas del refugio" reanudó Seokjin mientras miraba atentamente al más bajito. "Pero a todos nos gusta que nos den pastel, regalos y felicitaciones, ¿no crees?" Yoongi no tardó en asentir fervientemente, casi luciendo como un niño.
"Dudamos de que Jimin se sienta cómodo si le hacemos una fiesta sorpresa con los demás chicos del refugio, me atrevo a decir que se asustaría" añadió Hyuna con una mueca triste en su bonito rostro. "Y por eso queríamos saber si estabas dispuesto a ser nuestro puente a él" reveló haciendo que las mejillas de Yoongi se sonrojaran visiblemente.
"¿Su puente a él? ¿Yo?" murmuró el azabache sintiéndose repentinamente tímido.
Seokjin y Hyuna se lanzaron una pequeña mirada que Yoongi no supo catalogar antes de soltar pequeñas risitas.
"Yoongichi, eres literalmente la única persona, además de la doctora, que ha podido acercarse a Jimin sin provocarle un ataque de pánico" indicó Seokjin con una sonrisa dulce en su rostro. "Eres la única persona en quién confía y estoy seguro de que estará encantado de ver que llegas con pastel y regalos para él" aseguró totalmente confiado.
De repente Yoongi se hizo muy consciente de la notable conexión que había entre Jimin y él, tan evidente que los demás eran capaces de darse cuenta fácilmente con solo echarles un vistazo.
No sabía cómo sentirse al respecto.
"¿Podría hacerle una pequeña fiesta sorpresa?" murmuró Yoongi antes de morder su labio inferior tímidamente. "Q-quizas adornar con globitos y serpentina mi habitación sin que él sepa, luego lo llevaría hasta ahí y le entregaría el pastel y los regalos" sugirió jugando con sus dedos en un gesto nervioso.
Hyuna y Seokjin parecieron iluminarse enteros como árbolitos de Navidad ante su idea.
"¡Esa es una fantástica idea!" exclamó Seokjin mientras le miraba agradecido. "Ah, gracias Yoongichi, realmente no tenía idea de cómo regalarle algo a Jimin-ssi hasta que Hyuna te mencionó" suspiró contento.
"Sabía que Yoonie sería de gran ayuda. Él es como el catalizador de Jiminie" comentó Hyuna con una gran sonrisa en el rostro.
Yoongi se ruborizó más, si es que eso era humanamente posible, y sintió un par de mariposas hacerle cosquillas en la pancita ante las palabras de la beta. Ah, incluso pensar en Jimin le ponía así de nervioso.
"¿Ustedes dos compraran un regalo para Jimin?" preguntó el menor de los tres tímidamente, Seokjin asintió. "¿Creen que podrían comprar algo para él de mi parte?"
Se sentía avergonzado de tener que pedir eso, pero por el momento no tenía ni un solo won.
"Claro cariño, ¿algo en especial?" preguntó la beta con dulzura.
Yoongi sonrió, asintió y con toda la timidez del mundo susurró lo que quería regalarle a Jimin. Hyuna sonrió enternecida y después de acordar lo de la pequeña decoración para la sorpresa a Jimin, se retiró de la oficina con el corazón latiendole errático dentro de su pechito.
¡Estaba tan emocionado!
Ah, ya quería que fuese mañana.
La emoción de Yoongi se había disparado por los cielos durante el día anterior. Tanto que, en un descuido de su torpe boca sin filtro, casi arruina la sorpresa diciéndosela al mismísimo Jimin. Para su suerte logró frenar su inoportuna lengua y evitó que la sorpresa se viese estropeada tan barbáricamente.
Ahora Yoongi estaba allí, en su habitación, junto a Hyuna y Namjoon arreglando todo el espacio con coloridos globos y serpentinas mientras esperaban a que Seokjin llegara con el pastel que había salido a comprar.
Su sonrisa probablemente lucía dolorosa y de hecho, hasta cierto punto, lo era pues sus cachetes se sentían entumecidos después de tanto sonreír mientras adornaban la habitación, a eso se le sumaban las maripositas que revoloteaban por su pancita llenándole de un sentimiento que le calentaba el pecho.
"¡Listo!" exclamó Namjoon mientras pegaba el último globo en la pared con ayuda de cinta adhesiva. "Ya está listo, solo falta es pastel" chilló el moreno con bastante entusiasmo.
"Jiminie estará tan sorprendido" suspiro Hyuna con expresión soñadora y dulce.
"Obvio que lo estará, apuesto a que llenará de agradecimientos y besitos a hyung" aseguró Namjoon mientras empujaba con su hombro juguetonamente a Yoongi.
El omega azabache se sintió enrojecer ante las palabras del menor y no dudó en darle un ligero golpe en el hombro para disimular su bochorno.
Aunque por dentro quería muchos besitos en las mejillas por parte de Jimin.
"Yah mocoso, no seas confianzudo" se quejó Yoongi con fingida molestia, Namjoon rió.
"Yo también creo que Jimin-ah quedará enamorado del gesto" susurró Hyuna con tono sugerente antes de guiñarle un ojo.
Yoongi rodó los ojos e infló sus mejillas para disimular el rubor carmín que se espolvoreaba por su pálida piel antes de hacerse el tonto con las serpentinas coloridas que habían sobrado. No pasó demasiado tiempo antes de que Kim Seokjin entrara por la puerta de su habitación como un tornado de entusiasmo y sonrisas emocionadas.
"¡Llegué y el pastel viene conmigo!" anunció mientras dejaba el dichoso postre sobre la mesita de madera que había en la habitación, junto a una caja de jugo.
"Bien, ¿voy por Jimin?" murmuró Yoongi con los nervios trepando por su garganta lentamente.
"Espera" pidió el omega mayor mientras volvía a salir unos segundos de la habitación. "Este es mío, este de Hyuna y este es el tuyo" indicó mientras entraba de nuevo con bolsas de regalos en la mano.
Yoongi los tomó rápidamente y los dejó sobre la cama con cuidado, anotando mentalmente cual era de quién para cuando tuviese que dárselos a Jimin.
"Ahora si, nos vamos" anunció la beta pelirroja mientras empujaba a Seokjin por los hombros y tomaba a Namjoon de la mano para arrastrarlos fuera como si fuesen niños. "Ve por él, Yoongi-ssi" alentó Hyuna y Namjoon asintió en acuerdo.
Yoongi sintió los nervios esparcirse por su estómago pero asintió temblorosamente antes de comenzar a caminar por los pasillos de los dormitorios en busca de el cumpleañero del día. Sus manos sudaban para cuando llegó a la puerta de la habitación de Jimin, tomó una profunda bocanada de aire mientras arreglaba su sudadera para verse lo más presentable posible y sin más tocó la madera en sonoros golpes con las mejillas blanditas totalmente ruborizadas y el corazón latiendo frenético dentro de su pecho.
Más pronto de lo esperado la puerta se abrió y delante de él se presentó un soñoliento Jimin, que rascaba su ojo derecho con su pequeño puño mientras bostezaba.
"Oh, hola hyung" saludó bajito, su voz saliendo ligeramente ronca por su reciente despertar.
Yoongi sintió que sus mejillas se calentaban aún más, si es que eso era humanamente posible, y soltó una risita avergonzada mientras rascaba con timidez su nuca.
"Quería saber si querías almorzar conmigo en mi habitación" dijo simplemente, sus hombros encogiéndose como si no fuese la gran cosa.
Aun así los pequeños ojitos de Jimin resplandecieron en gratitud ante la invitación y pronto también sus mejillas rechonchas estuvieron sonrojadas.
"Si, me encantaría hyung" aceptó con una sonrisa tan grande que sus pequeños ojos se volvieron dos finas y adorables líneas.
El corazón de Yoongi se sintió revolotear dentro de su pechito ante la vista tan adorable de aquella dulce sonrisa y esperó pacientemente a que Jimin se colocara un suéter y zapatillas para comenzar a dirigirse juntos hasta el dormitorio del mayor.
Yoongi sintió su respiración volverse algo irregular gracias a los nervios cuando unos cuantos metros le separaron de su habitación, incluso su aroma se volvió espeso y meloso delatando su emoción de forma caótica pero Jimin no dijo nada al respecto, simplemente olfateo con gusto disimuladamente para captar las notas empalagosas de su aroma dulce y ligeramente ácido del té de limón y miel.
"Jimin" llamó antes de pararse firmemente frente a su habitación, Jimin le miró curioso. "Sé que no me dijiste nada acerca de que hoy es tu cumpleaños, quizás porque aún no somos tan cercanos" comenzó viendo como los ojitos del menor se abrían de sobremanera.
"¿U-uh? No, no fue por eso, hyung-" trató de decir con tono ligeramente avergonzado, Yoongi colocó uno de sus pálidos y largos dedos sobre los mullidos labios del menor para detener sus palabras.
"No importa Jiminie, igual quería decirte feliz cumpleaños" susurró antes de abrir la puerta, dejando que el rubio observara el interior inmediatamente.
El jadeo de impresión que salió de la garganta de Jimin llegó fácilmente a los oídos de Yoongi, quién no pudo evitar sentir su pecho calentito al ver como Jimin entraba a la habitación con clara emoción reflejada en sus hermosas facciones.
"Hyung, esto, oh dios, esto no era necesario" la voz de Jimin salió temblorosa mientras miraba los globos de colores y las serpentinas esparcidas torpemente por la habitación.
"Claro que lo era, no todo lo días se cumple años" tarareo detrás del rubio. "Feliz cumpleaños Jiminie"
Y el cuerpo del omega menor se giró para encarar a Yoongi y sin aviso alguno se lanzó a sus brazos para aferrarse a su cuello en un apretado abrazo donde se permitió inhalar el aroma meloso y ácido que emanaba de la piel del mayor.
"Gracias, muchas gracias" murmuro contra el hombro del azabache, su mejilla restregándose contra el cuello ajeno para marcarse con su olor, un gesto bastante habitual últimamente.
Yoongi lo sostuvo por la cintura con más fuerza antes de que poco a poco se separaran, viendo así como las mejillas abultadas del menor estaban cubiertas de rebeldes lágrimas pero en sus labios una sonrisa enorme se dibujaba.
Jimin estaba llorando de felicidad.
Se acercó a limpiar con sus pulgares aquellas lágrimas que descendían silenciosamente por el rostro del rubio antes de jalar su pequeña mano para sentarlo sobre la cama.
"Seokjin hyung, Hyuna noona y Namjoonie me ayudaron con la decoración" comentó el azabache mientras se giraba para tomar entre sus manos el pastel, el cual tenía pequeñas velitas esperando a ser sopladas.
Acercó el postre hacia Jimin y no tardó en entonar esa típica canción de cumpleaños en voz baja, algo avergonzado por su voz poco afinada a la hora de cantar. Pero Jimin no se quejó por su desafinación, simplemente siguió sonriendo emocionado mientras le miraba con adoración.
"Vamos, pide un deseo" alentó una vez terminó de cantar.
El rubio miró las flamas de las velitas atentamente, su mente volando mientras las llamas bailaban frente a sus ojos y después de unos largos segundos de meditación por fin cerró los ojos y sopló con delicadeza las velitas.
"¿Qué deseaste?" preguntó Yoongi con curiosidad mientras colocaba el pastel sobre la mesa cuidadosamente.
"No puedo decirlo si quiero que se cumpla" respondió el rubio con las mejillas ligeramente ruborizadas.
La curiosidad de Yoongi se elevó pero no insistió, en cambio se giró para sacar las bolsas de regalo de debajo de su cama y saltó hasta Jimin (estaba demasiado emocionado) para entregárselas.
"Este es de Seokjin hyung" ofreció la bolsa de color rojo, Jimin la tomó con un asentimiento. "Este es de Hyuna noona" indicó dándole la segunda bolsa, Jimin también la tomó pero no hizo amago de abrirlas. "Y este es mío" murmuro tímidamente.
Jimin no tardó en tomarla y con entusiasmo revisó el interior, siendo el regalo de Yoongi el único que le emocionaba abrir. Su corazón latió con fuerza al ver el interior y en su estómago revolotearon un montón de mariposas cuando sacó un pequeño peluche de Chimmy, uno de los personajes de BT21 que se habían puesto de moda últimamente.
Sin embargo, había un detalle que hizo que sus ojos se abrieran de sobremanera y que provocaron que quisiera volver a llorar.
El pequeño Chimmy tenía adorables y rojos guantes de box en sus manos.
"¿Cómo-?" trató de preguntar mientras levantaba la mirada para observar con incredulidad al mayor, Yoongi le sonrió tímidamente.
"Eras bastante conocido, Jiminie" explicó encogiéndose de hombros mientras rascaba su nuca con timidez.
Jimin no pudo formular algo coherente y simplemente abrazó con fuerza el peluche, sintiendo la suavidad del pequeño personaje y sintiendo su pecho calentito gracias al sentimiento que le llenaba en ese momento.
"Gracias Yoongi hyung" murmuro sorbiendo su nariz cual niño pequeño.
"No agradezcas, haría lo que fuese por ti" aseguró, una sonrisa dulce dibujándose en sus labios.
Jimin no dudó en levantarse de la cama para volver a rodear con sus brazos el cuello del mayor, abrazándose al cuerpo de Yoongi con fuerza mientras se dejaba envolver por la calidez que aquel omega desprendía.
"Te quiero mucho hyung" susurró antes de dejar un suave beso sobre la mejilla blandita de Min.
Yoongi se ruborizó instantáneamente y solo atinó a devolver el besito sobre la mejilla gordita del rubio, sus manos acariciando con dulzura la cintura del menor.
"Y es porque lo quiero mucho que necesito contarle sobre mi" confesó con determinación.
Yoongi le miró con incredulidad pero Jimin no vaciló, era hora de sincerarse con su hyung que tanto se esmeraba por cuidarlo, era hora de contarle quién era Park Jimin antes de esa espantosa marca.
hOLAAAAAAAAA
heme aquí, con otra actualización
por fin después de tanto tiempo
(perdón por eso) y espero les haya
gustado uwu, se nos vienen cositas
importantes entre estos dos así que estén preparadas para todo 👀
quería agradecerles por los 9K de
leídas y los 1K de votos, realmente
NUNCA me imaginé que les fuese a
gustar tanto este fic considerando
que el omegaxomega no es tan popular así que GRACIAS GRACIAS GRACIAS LOS AMO MUCHO 😭❤❤
en fin, espero les haya gustado,
no se olviden de votar y comentar xqme gusta ver sus reacciones uwu <3
les deseo bonito inicio de semana,
los amo mucho <3
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