Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

015

Park Jimin.

¿Quién había sido Park Jimin antes de esa horrorosa marca? Durante su estadía en ese refugio ni siquiera era capaz de recordarlo, mucho menos en esos últimos tres dolorosos días de celo infernal.

No recordaba cómo se sentía ser libre, no recordaba lo que era no depender de la presencia fantasma de un alfa del cual no sabía ni su nombre, no recordaba que era vivir sin dolor constante y tristeza profunda en cada parte de su ser.

Solo recordaba vagamente la arrogancia que solía poseer, lo presumido y despreocupado que era por naturaleza, la actitud sarcástica y provocativa que lo había caracterizado e incluso recordaba con nostalgia lo exigente que era consigo mismo en los entrenamientos.

Oh, los entrenamientos.

Definitivamente lo que más odiaba de esa marca era que le hubiese arrebatado su sueño, ese por el cual se había preparado durante toda su vida, prácticamente desde que era un cachorro inocente.

Porque él, Park Jimin, había sido el primer omega en querer involucrarse en el mundo del box, su deseo de seguir los pasos de su padre a pesar de pertenecer a la casta débil fue todo un chisme en la farándula y el mundo deportivo, quienes le señalaron despectivamente por empeñarse a romper con la naturaleza sumisa del prototipo de omega promedio y aseguraron que la derrota sería inminente una vez se subiera al ring.

Pero a pesar de toda la mierda que se dijo de él había estado a punto de cumplir con su sueños a base de esfuerzo y entrenamiento, casi pudo restregarles en la cara a todos que era capaz de ser el mejor boxeador del país, de no ser por el maldito alfa que decidió poner su marca en el cuello de Jimin sin su permiso.

Un alfa desconocido había arruinado sus sueños antes de siquiera empezarlo.

Le daba impotencia recordarlo, odiaba pensar en aquella noche tan desafortunada en la cual no pudo defenderse ni siquiera con sus años de entrenamiento en boxeo y defensa personal. Se había sentido inútil de no poder evitar que lo marcaran y mancillaran aún cuando se la pasaba regodeándose de su fuerza física y su talento para boxear.

¿Si él hubiese sido más fuerte hubiese podido evitar aquel fatal destino? Esa pregunta le había atormentado a cada segundo después de sentir unos dientes rompiendo la piel de su cuello sin su consentimiento.

¿O era acaso que por naturaleza los alfas siempre estarían por sobre los omegas sin importar cuan fuertes físicamente fuesen éstos últimos? Si era así, odiaba a la diosa luna por otorgarles un lobo tan frágil.

Fuese cual fuese la respuesta a sus dilemas no podía hacer nada ahora, la marca ya estaba grabada en su piel, el lazo ya se había formado y su lobo ya dependía de un alfa sin rostro.

Y si no fuese por Min Yoongi probablemente hubiese preferido morir antes que vivir con un lazo que no deseaba. Porque ese omega le había salvado de un pozo sin fondo con solo una sonrisa, su olorcito a té de miel y limón y su barriguita adorable, le había consolado sin esperar nada a cambio y le había cuidado con tanto esmero como si Jimin fuese una figurita de porcelana fina.

Yoongi fue tan bueno con él desde el principio, siendo un buen amigo, un buen compañero y salvador.

Lo único malo es que ahora Jimin comenzaba a difuminar los límites de su amistad con Yoongi, deseando acurrucarse con él en su nido, anhelando besar sus labios de cereza, marcarse con su aroma acaramelado y cítrico y besar esa barriguita hinchada.

Mierda, comenzaba a hacerse un lío.

Un lío grande y confuso, sobretodo después de pasar su celo en compañía de él. Mierda, ¿cómo había terminado yendo con él para que lo atendiera como si fuese su pareja, su alfa?

¡Se había corrido con solo restregarse contra su muslo, dios!

Ni hablar de su actitud posesiva con el pobre omega y su cachorro, ¡Había dicho que eran suyos! ¿Qué rayos pasaba con él? Daba gracias que Yoongi era tan amable porque cualquier otro omega lo hubiese golpeado por querer adueñarse de un cachorro que no era suyo.

"Dios, que vergüenza" lloriqueó el rubio mientras se cubría con las mantas de su cama hasta ocultar prácticamente todo su cuerpo, solo dejando su nariz a la vista.

Justo en ese momento estaba muerto de la vergüenza, no podía siquiera pensar en mirar a Yoongi a los ojos después de su patética actitud durante el celo, de hecho había huido despavorido del dormitorio del azabache en cuanto la bruma del celo despejó su mente y pudo sopesar todo lo que había dicho y hecho.

Ojalá la tierra se lo tragase y le evitara el bochorno.

Hizo un puchero mientras se ocultaba mejor bajo las mantas y prendas regadas sobre su colchón, su cuerpo hecho un ovillo mientras inconscientemente olfateaba su nido, su lobo gruñó tristemente en su interior al darse cuenta de que ya no quedaba rastros de la fragancia de Yoongi por ningún rincón de sus sabanas.

Uh, apenas unas horas alejado y ya lo extrañaba, que jodido.

Suspiró fuertemente y apretó sus labios cuando su lobo lloriqueó dentro de su pecho, exigiendo ir en busca de Yoongi para impregnarse de su acaramelado aroma y mimarle la pancita abultada.

Pero no podía, sentía que si lo veía a la cara iba a explotar de vergüenza.

"Mierda, que difícil es necesitar a Yoongi tanto como necesito un alfa" se quejó a punto de hacer un berrinche gracias a los deseos caprichosos de su lobo.

Sin embargo, se paralizó en su cama al analizar lo que él mismo había dicho.

¿Su lobo necesitaba de Yoongi como necesitaba del alfa al que estaba enlazado?

¿Qué mierda?

Yoongi suspiró tristemente mientras recargaba su barbilla en una de sus manos, su mirada perdida en algún punto de la sala mientras escuchaba a duras penas lo que Hoseok le decía.

No tenía cabeza para otra cosa que no fuese Park Jimin.

Había pasado ya un día desde que le vió huir de su habitación y por más que había tocado a la puerta del rubio éste no le había abierto. Si debía ser sincero estaba preocupado, pero sobretodo estaba triste y con su lobo deprimido en su pechito. No sabía porqué pero se sentía tan mal por la lejanía que Jimin había impuesto y aunque quería respetar el espacio del menor para no abrumarlo, a veces quería ir y tumbar la puerta de la habitación de Jimin solo para poder sostenerlo e impregnarse entero con su fragancia a manzanas y canela.

Diablos, extrañaba ese olorcito agradable pegado a su piel y había sido triste descubrir que esa mañana ya no lo tenía impregnado por ningún lado.

¿Sería buena idea volver a ir a tocarle la puerta cuando...?

"¡Hyung!" la voz de Hoseok le sacó de sus pensamientos.

Yoongi parpadeó varias veces para salir de su trance y miró apenado al alfa que le miraba con una ceja alzada en claro gesto de curiosidad.

"¿Qué? Dios, lo siento Hoseok-ah, no te estaba escuchando" se disculpó tratando con todas sus fuerzas para no ruborizarse, sin embargo, ya sentía sus mejillas calientes.

El alfa soltó una risita e hizo un ademán con una de sus manos para restarle importancia.

"No importa eso, hyung" aseguró encogiéndose de hombros. "Solo me preocupa que esté tan ausente, ¿sucedió algo?" preguntó observándole con ojitos de cachorro.

Ah, Hoseok era un alfa demasiado bueno para su sensible corazón.

Yoongi mordió su labio inferior nerviosamente, debatiéndose entre contarle o no los problemas que atiborraban su mente en ese momento. Con un suspiro se decidió en confiar en el alfa, después de todo si Hoseok le miraba mal por sus nuevos sentimientos se encargaría de darle un golpe y luego exigir un nuevo alfa de compañía.

"Yo, uhm, ¿ayudé a Jimin en su celo?" murmuro cabizbajo, lo último saliendo más como una pregunta que como una afirmación.

El alfa levantó las cejas impresionado por su confesión y Yoongi esperó ver el asco o la desaprobación reflejados en su rostro pero solo pudo ver curiosidad.

"¿Y estuvo muy mal?" preguntó frunciendo el ceño, claramente confundido.

"De hecho si, la pasó feo" se sinceró recordando con pesar los dolores y sufrimiento que había vivido el pobre rubio durante tres largos días. "Pero lo que me atormenta es que, bueno, mi lobo quería atenderlo como si yo fuese su pareja" añadió en un bajo susurro, su voz saliendo tan baja que Hoseok apenas pudo escucharle.

Esperó todo, quizás un reproche, una mueca de asco o un regaño, esperó desaprobación o algún tipo de accionar que le indicara que Hoseok consideraba incorrecto el deseo de su lobo, esperó todo menos la inocente pregunta que el alfa emitió:

"¿Y lo malo? No le veo nada de malo" respondió Hoseok con tranquilidad.

Yoongi subió la mirada tan rápido que hasta sintió su cuello tronar, miró con enormes ojitos incrédulos al alfa y Hoseok simplemente le devolvía la mirada con serenidad, ni siquiera sorprendido de lo que había dicho.

"Hoseok-ah, ¿siquiera escuchaste bien lo que dije?" cuestionó a través de un jadeo y el alfa asintió con obviedad. "Yo, un omega embarazado, quería aliviar el celo de otro omega" recalcó lenta y claramente.

Pero Hoseok no parecía turbado, de hecho parecía hasta divertido por la incredulidad que estaba sintiendo Yoongi.

"Ajá, ¿qué tiene de malo, hyung? ¿Debería sorprenderme o actuar de mala manera por sus sentimientos?" cuestionó cruzándose de brazos y mirando expectante al omega azabache.

Yoongi trató de responder, sus labios abriéndose y cerrándose en varias ocasiones en un intento por refutar algo, sin embargo, nada salió de sus labios. Se había quedado sin palabras, Hoseok le había dejado sin palabras.

"Casi hasta parece que necesita que le reproche por lo que siente" añadió Hoseok antes de suspirar. "Hyung, lo que siente no es nada malo, conozco a un par de personas que alguna vez han deseado a alguien de su misma jerarquía" resolvió encogiéndose de hombros, como si no fuese la gran cosa.

Yoongi se quedó pasmado ante aquello. Toda su vida le habían repetido que un omega como él debía conseguir a un buen alfa, que solo los alfas deberían gustarle para formar un lazo o tener cachorritos y que ni siquiera debía posar su atención en un simple beta, mucho menos pensar en mirar con otros ojos a los omegas que estaban destinados a ser solo sus amistades. Claro que en algún punto escuchó sobre alfas que gustaban de otros alfas (como el famoso padre de Jimin) pero siempre escuchó a todo el mundo llamarle anormal.

Sin embargo, nunca había escuchado de un omega que deseara a otro omega, eso era impensable. Los alfas que deseaban a otros alfas lograban pasar desapercibidos al después convertirse en deltas y podría decirse que era más aceptado, pero los omegas eran incluso menos compatibles biológicamente entre ellos y por lo tanto visto como si fuese algo imposible.

¿Cómo podrían dos omegas satisfacerse si sus deseos eran ser poseídos? ¿Y si querían ser padres? Los omegas no podían dejar preñado a nadie.

No había algo menos compatible que dos omegas y aún así Hoseok no parecía escandalizado por su confesión.

Sentía que en cualquier momento podría comenzar a llorar de alivio.

"P-pero Hoseok-" trató de replicar, Hoseok le interrumpió con un chasquido de su lengua.

"No hay pero que valga" insistió con terquedad. "No hay nada de malo si deseas aliviar el celo de Jimin, no hay nada de malo si Jimin te gusta, mucho menos hay algo de malo si tu lobo lo quiere como su pareja. Al final solo somos instintos, lobos y almas sin género que desean un compañero para amar en todas sus vidas" concluyó con seguridad, Yoongi sintió su corazón cálido ante esas palabras.

Sin evitarlo un puchero se dibujó en sus labios y sin poder resistirse jaló a Hoseok para abrazarlo fuertemente y así expresarle su gratitud. Ocultó el rostro en el pecho del menor, su lobo ni siquiera inquietandose por la cercanía de un alfa pues ahora se sentía verdaderamente en confianza sabiendo que al menos él no iba a lastimarle o juzgarle por ninguna razón.

"Oh, hyung, ¿realmente estabas asustado de eso?" murmuró el alfa, su mano acariciando los cabellos azabaches del omega con suavidad.

"Si, e-es que, uh, perdón" lloriqueó mientras restregaba su nariz contra la camisa del más alto, Hoseok le arrulló.

"Esta bien, es normal sentir algo de miedo cuando se sale de lo convencional" tranquilizó con tono dulce para hacer sentir mejor al mayor. "Pero le aseguro que no es tan raro enamorarse de alguien de su misma jerarquía, es más normal de lo que cree" insistió, sus dedos largos rascando los cabellos de Yoongi en pequeños mimos.

"¿En serio?" preguntó el omega con ojitos ligeramente empañados, Hoseok asintió.

"Tengo amigos alfas que están en una relación con otro alfa y ni siquiera consideran la idea de convertirlos o convertirse en deltas" contó suavemente. "Incluso mi omega salió con otros omegas antes de que nos conocieramos, yo mismo me enamoré de un alfa en el secundario" confesó a través de una risita encantadora.

Yoongi suspiró ante aquello, sintiéndose menos culpable de querer a Jimin como comenzaba a quererlo. Él realmente sentía que estaba deseando algo inalcanzable y ahora habían tantas posibilidades frente a él que nunca había visto.

Mordió su labio, sintiendo sus mejillas ruborizarse al pensar en las ganas que tenía de ir y llenar de besitos el rostro de Jimin.

"Gracias Hobi" susurró, tomando por sorpresa al alfa por el apodo.

Sin embargo, el menor sonrió dulcemente dejando sus hoyuelos a la vista en esas mejillas de ardilla que poseía.

"No agradezca hyung, solo dije la verdad" aseguró antes de tomar los hombros de Yoongi para separarlos del abrazo. "¿Por qué mejor no va con Jimin? Vaya, hasta acá puedo escuchar la necesidad de su lobito por abrazarlo" bromeó consiguiendo que las mejillas del omega se ruborizaran.

Aun así Yoongi no se negó a la idea y se levantó de su asiento en el sofá, abrazó con fuerza a Hoseok una vez más antes de salir con rapidez de la sala, dispuesto a conseguir que Park Jimin le abriera esa puerta para poder acurrucarse con él en su nido.

Su corazón golpeteaba su pecho con fuerza mientras se hacía camino al dormitorio del rubio, sus manos incluso sudando un poco producto de los nervios. Tragó saliva audiblemente cuando llegó al frente de aquella puerta y sin más preámbulo tocó con su puño la madera un par de veces, esperando una vez más a que el rubio se dignara a abrirle.

Pasaron uno, dos, tres minutos y la puerta no hizo ni siquiera amago de abrirse. Suspiró pesadamente y recargó su frente contra la puerta, cerrando sus ojos y respirando profundo para alentarse a hablar.

"Jiminie, por favor, abreme" rogó con tono triste, su pecho apretándose cuando no obtuvo respuesta. "Por favor Jimin, yo en serio, en serio necesito abrazarte" confesó con la voz temblorosa.

Su corazón se agitó en cuanto escuchó movimiento detrás de la puerta, sin embargo, ésta no se abrió en ningún momento.

"Te extraño, ¿bien? Sé que solo ha pasado un día pero, Dios, yo en serio necesito verte" se sinceró, su voz temblando ligeramente gracias al nudo que se estaba formando en su garganta. "Por favor Jimin, al menos dime que no me odias por haberte tocado durante tu celo, yo no quería ofenderte" lloriqueó tristemente, las ganas de romper en un llanto desconsolado trepando por su garganta ante el silencio que recibió.

Por ahí decían que el silencio otorga, ¿eso quería decir que Jimin si le odiaba por tocarlo en su celo? Mierda.

Lentamente se despegó de la puerta, un par de lágrimas descendiendo por fin por la piel nívea de sus mejillas en un llanto silencioso, con un puchero en los labios se dió la vuelta dispuesto a irse una vez más lejos de esa puerta, resignado y derrotado.

"Lo siento Jimin, perdoname" dijo a través de un sollozo que rasgó su garganta.

Y comenzó a avanzar por el pasillo dispuesto a encerrarse en su propia habitación para llorar tranquilamente sobre su nido. Rodeó su cuerpo con sus propios brazos para sostenerse y evitar desmoronarse patéticamente.

Pero no logró atravesar siquiera medio pasillo cuando escuchó una puerta abrirse estrepitosamente a sus espaldas y seguidamente de eso unos brazos rodearle la cadera con fuerza.

Su lobo gimió alegre al sentir la fragancia a manzanas y canela que tanto adoraban envolver su ser y él mismo gimió en voz alta cuando los labios de Jimin se pegaron a la piel de su cuello, todo su cuerpo pareció derretirse como mantequilla entre los brazos del omega rubio y cerró los ojos para disfrutar de su cercanía una vez más.

"N-no lo odio, hyung, no vuelva a decir algo como eso" lloriqueó Jimin mientras restregaba su naricita contra la nuca del mayor e inhalando fuertemente el aroma ajeno.

Yoongi quiso reclamarle por ignorarlo todas esas horas pero en cambio decidió girarse para poder abrazar al rubio con fuerza, sus brazos rodeando la estrecha cintura del rubio y sintiendo como los brazos de éste se pasaban alrededor de su cuello.

"¿No me odias?" murmuró contra el hombro del rubio, su mejilla restregándose en esa zona para marcarse con el olor de Jimin.

"Nunca, jamás lo odiaría" aseguró Park mientras se abrazaba más al cuello del mayor, su rostro yendo a ocultarse en el cuello de éste.

Yoongi sintió el alivio recorrerlo entero y sonrió plenamente, incluso su lobo ronroneando gustoso de volver a tener la presencia de Jimin cerca de ellos.

"Perdón por ignorarlo hyung, estaba tan avergonzado" susurró el rubio mientras bajaba sus manos, sus dedos arrastrándose por el cuerpo del pálido hasta llegar a su vientre abultado.

Yoongi suspiró feliz al sentir los dedos de Jimin dejar caricias tímidas sobre su barriguita, sus ojos cerrándose con gusto ante los mimos al cachorrito en su interior y sin más se apoyó completamente contra el pecho del rubio.

¿Y qué si era muy evidente lo mucho que necesitaba a ese omega de mejillas esponjosas? Él no iba a volver a privarse de sentirlo cerca después de tantas horas sin poder abrazarlo o siquiera olfatearlo.

Al diablo, solo necesitaba tener entre sus brazos a su dulce omega.

"¿Por qué avergonzado? Fui yo quién te tocó indebidamente" susurró Yoongi algo confundido, sus mejillas enrojeciendo ante el recuerdo de sus dedos aventurándose en el trasero de Jimin.

Ese sería un recuerdo difícil de desechar, mierda.

"Si, pero yo quería que me tocaras así" Jimin murmuró completamente abochornado.

Y Yoongi no tardó en separarse del abrazo para mirar con enormes ojos sorprendidos al menor, sus mejillas tan rojas que parecían un par de manzanas y su boca se abrió ligeramente por la incredulidad.

"¿Qué?" Yoongi murmuró apenas, casi sin voz y con su lobo emocionado en su interior.

"Creo que usted me gusta, hyung"

wOLAAAAAAA

pues bueno, he aquí una nueva
actualización y creo que cuenta
como regalo de navidad ah xd

ok ahorA GRITEMOS XQ JIMIN
LE DIJO QUE LE GUSTA YOON
AYUDA KWKFIDJAIW *muerte*

ok perdón estos son mi debilidad
ahre jsjsjs espero les haya gustado
y prepárense que posiblemente muy pronto sepamos más del pasado de nuestro mimi 🙈🙈

en fin, no se olviden de votar,
comentar y blablabla ya saben
el discurso de siempre.

sin nada más que decir les deseo
bonita semana, felices fiestas
navideñas y de paso feliz año
nuevo por si no vuelvo a actua-
lizar esta semana XD

los amooo<3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro