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011

Yoongi suspiró encantado al sentir la calidez de un cuerpo rodearle desde atrás, quizás se hubiese alarmado de no ser porque reconocía a la perfección ese aroma a manzana y canela que envolvía la habitación, sin contar que aún con la bruma del sueño podía recordar haberse quedado dormido junto a Jimin en el nido.

Uh, podría acostumbrarse a despertar calentito y con aromas dulzones flotando a su alrededor.

Ronroneó a gusto y disfrutó la sensación de tener las pequeñas manitos de Jimin acunando su barriguita hinchada como si quisiera proteger al cachorro de su interior. Era bonito imaginar que quizás Jimin sentía ganas de protegerlos a él y su cachorro, de solo pensar en el rubio cargando entre sus brazos a su bebé el corazón se le ponía calentito.

"Mhm, hyung" murmuro Jimin detrás de él, Yoongi pudo sentir como la naricita del rubio le olfateaba detrás de la oreja en busca de su aroma.

Y, a pesar de que Yoongi tenía el olor de Hoseok encima, Jimin logró captar el dulce olor de la miel y el limón en su pálida piel, ronroneando satisfecho cuando se deleitó de aquella fragancia que hacia a su lobo relajarse y olvidar el dolor por el lazo forzado.

Uy, hablando de su lazo forzado, su cuello punzaba dolorosamente donde la marca aún abierta permanecía cubierta, pero no quería quejarse por ello en voz alta aún, eso haría que el ambiente relajado que él y Yoongi compartían se rompiera y Jimin en serio quería permanecer más tiempo abrazando el delgado cuerpo del mayor.

Ambos permanecieron en esa posición por varios minutos más, Yoongi realmente adorando el hecho de ser "la cuchara pequeña" en el abrazo cálido que Jimin le regalaba. Y hubiese querido permanecer así eternamente, con la fragancia a manzana y canela rodeando su anatomía por completo, pero las ganas de ir al baño le incomodaron demasiado de un momento a otro.

Ush, lo único que no le gustaba de estar embarazado eran sus ganas de ir al baño a cada rato.

"Jiminie, necesito ir al baño" rió Yoongi al sentir como el menor se pegaba más a su cuerpo sin intenciones de dejarle ir. "Jiminie, dejame salir un momentito" pidió con voz dulce y Jimin le soltó de mala gana.

Una vez se vió libre, corrió hasta el pequeño cuarto de baño de la habitación de Jimin y se apresuró a hacer sus necesidades, procurando no tardar mucho pues el frío se colaba por su camiseta y le sacaba escalofríos que sólo aumentaban sus ganas de regresar al nido calentito.

Lavó sus manos cuando finalizó y casi corrió hasta el nido de regreso, sintiendo sus pies descalzos absorber el frío del suelo y haciéndole tiritar hasta que por fin se deslizó dentro de las mantas calentitas, un suspiro de alivio abandonando sus labios en cuanto tuvo de nuevo los brazos de Jimin a su alrededor.

Jimin era calentito, adoraba abrazarlo

Sintió la nariz del rubio acariciar la sensible piel de su nuca, su cuerpo sintió un escalofrío e incluso se sintió erizar por completo al sentir el tacto de los esponjosos labios de Park tan cerca de su cuello por accidente. Mordió su labio inferior con nerviosismo y giró su cuerpo lentamente, quedando frente a frente con el omega rubio para poder observar con mayor facilidad su hermoso y delicado rostro.

Hermoso, ¿desde cuando consideraba a otros omegas "hermosos"? Ah, cierto, solo desde que Park Jimin apareció en su vida.

Titubeó por un segundo pero terminó subiendo una de sus pálidas manos hasta el rostro del menor, sus dedos delinearon con una suave caricia el contorno de aquel delicado y bello rostro a su disposición y sonrió al ver como Jimin se derretía bajo sus dedos. Bajó sus caricias a la mandíbula del omega rubio para después descender hasta el cuello que permanecía vendado cuidadosamente.

"¿Te duele?" murmuró preocupado mientras observaba fijamente las expresiones del menor.

Jimin apretó los labios en una fina línea pero terminó por asentir, sus ojitos transmitiendo todo el dolor y tristeza que aquella marca le provocaba y Yoongi sintió su corazón estrujarse dentro de su pecho ante eso.

"Pronto comenzará a sanar, lo prometo" susurró quedito.

Acercó su rostro hasta que dejó apoyada su frente contra la frente del menor, sus narices tocándose en un tierno roce y sus alientos mezclándose al igual que sus aromas. Jimin se sintió sonrojar por la cercanía tan íntima que de repente se había impuesto entre ellos y Yoongi sintió a su lobo gimotear dentro de su pecho con satisfacción al sentir el aroma dulzón de Jimin tan de cerca.

"Le creo, usted me cuida" murmuró Jimin, sus párpados cayendo levemente y sus labios un poco separados, deseando y esperando algo más.

¿Pero qué podía esperar de parte de Yoongi? ¿Un beso? Eso era absurdo y extraño, ambos eran amigos y mucho más importante: los dos eran omegas. Los omegas no deseaban a otros omegas, ¿cierto?

No, a los omegas les gustaban los alfas, a los omegas...

Su corazón se agitó dentro de su pecho al observar como Yoongi relamía sus propios labios, dejando húmedos aquellos esponjositos belfos y haciendo que Jimin olvidara todo lo que estaba pensando, solamente dejando en él las ganas de probar los labios de su omega.

Pero cuando pensó que por fin iba a ceder a sus extraños impulsos, Yoongi ladeó su rostro estampando sus labios contra la mejilla de Jimin en un beso que se prolongó unos segundos.

Yoongi le estaba besando la mejilla.

Santa diosa luna.

Por su lado Yoongi sentía su corazón latirle en la garganta mientras permanecía con la boca pegada a la nívea piel del pómulo de Park, sintiendo a su lobo gimotear dentro de su pecho mientras un montón de cosquillas explotaban en su vientre.

Por un momento, uh, por un momento casi besaba a Jimin.

Eso estaba mal, muy mal en todos los sentidos, ¡Jimin era su amigo! No podía besarle, no cuando el pobre chico estaba atravesando por una etapa dura gracias a un lazo forzado.

Yoongi solo debía cuidar del pobre cachorrito herido, no tratar de besarlo, por dios.

Se separó del toque con rapidez, su corazón latiendo tan rápido y fuerte dentro de su caja torácica que podía resultar doloroso, inhaló aire fuertemente para recobrar los sentidos pero eso solo lo atontó más pues inmediatamente la fragancia dulce de Jimin se coló hasta sus pulmones.

"E-eh, creo que ya es muy tarde" comenzó a decir Yoongi mientras se reincorporaba sobre la cama con dificultad.

Jimin le miró atónito pero no emitió ninguna palabra para detenerle, así que Yoongi se levantó con rapidez del nido, procurando ser cuidadoso con su barriguita, y se abrigó adecuadamente sabiendo que fuera de la habitación debía estar helado.

"Vendré mañana a desayunar contigo, trata de cenar hoy, por favor" pidió el pelinegro mientras lo observaba desde el umbral de la puerta.

"Está bien, lo intentaré, hasta mañana hyung" susurró Jimin aún medio aturdido por la escena anterior.

"Nos vemos mañana Jimin-ah, cuidate" se despidió, abriendo la puerta con tanta rapidez que le dió la impresión de que arrancaría la perilla en cualquier momento.

Dió tres pasos fuera de la habitación pero justo cuando iba a cerrar la puerta y huir lejos de allí, ésta fue detenida y Jimin se asomó con timidez.

"Gracias por cuidarme hoy, es el mejor" murmuró con sus pequeños ojitos de cachorro brillando intensamente. "Espero mañana volver a dormir así con usted, el nido no es tan calentito si no estás" confesó, con una sonrisa tímida creciendo en sus esponjosos labios.

Yoongi se sintió derretir ante esas palabras pero trató de disimularlo, simplemente asintió antes de agitar su mano en forma de despedida y prácticamente trotar hasta su propia habitación.

En cuanto llegó a su habitación se dejó caer sobre su cama, ahí donde yacía su propio nido, y se acurrucó entre las sabanas tratando de calmar a su alocado corazón. No sabía porqué estaba reaccionando así por algo que ni siquiera pasó a más pero sintió sus mejillas ruborizarse al pensar en que ni siquiera le había sorprendido el hecho de que quería besar a otro omega, pues su malestar recaía en que ambos eran amigos.

¿No le molestaba ni sorprendía desear a otro omega?

Lo pensó por un par de segundos y no, no le era tan extraño para él pensar en que quería besar a un omega así como él. Si lo pensaba detenidamente los omegas eran suaves, olían dulce y eran mejores que los alfas.

A él le gustaban las cosas suaves y dulces.

Se sonrojó ante su propio pensamiento y sintió a su lobo gimotear ante el recuerdo del dulce aroma de manzanas y canela que Jimin poseía, oh, aquel era el olor a omega más maravilloso que alguna vez había conocido definitivamente.

Sin embargo, la culpabilidad le golpeó tan solo segundos después. Yoongi debía cuidar de Jimin, él había sido asignado para ayudar a que Jimin sanara y no era correcto querer besarlo, no cuando el pobre cachorro estaba atravesando por un lazo forzado, no cuando el chiquillo solo le veía como su héroe y refugio por haberle ayudado.

"Estúpido lobo, estás haciendo que confunda las cosas" gruño, su puño apretado contra su pecho justo a la altura de su corazón.

Quizás estaba confundiendo todo, su lobo desde el principio se había comportado como la madre protectora del omega herido, su deseo por protegerlo como si se tratara de un cachorro solo era eso, un simple instinto de protección que estaba confundiendo con algo más.

Ay Min Yoongi, que tonto podrías ser.

Y es que, no debía nada de que preocuparse, ¿cierto? Ese impulso por besarlo solo había sido consecuencia del apego que había desarrollado su lobo con Jimin, nada más, al fin y al cabo solo quería protegerlo.

Si, eso era.

Yoongi miró con cariño al omega moreno que chillaba emocionado frente a él, su corazón calentándose ante la vista del emocionado Namjoon que parloteaba acerca de su recuperación y las noticias nuevas que la doctora le había dado. Ambos se encontraban en la habitación del moreno pues solían ir allí después de sus sesiones con la psicóloga del refugio para charlar sobre sus avances.

"¡Ella dijo que pronto sanaré, dijo que queda poquitito para que el lazo se rompa!" exclamó el moreno, sus ojitos rasgados llenándose de lágrimas después de decir aquello.

Yoongi sintió sus propios ojitos humedecerse y no dudó en abrazar a Namjoon, atrayendo el cuerpo más grande hacia su pecho e importándole poco lo chistoso que debía lucir un omega tan enorme como Namjoon todo doblado para poder acomodarse sobre el pechito delgado de un pequeño Yoongi.

"Estoy tan orgulloso de ti, Nam" murmuro el pelinegro, acariciando con cariño los cabellos plateados del más alto.

"Gracias hyung, usted ha sido mi mayor soporte estos meses" confesó, su voz saliendo tan bajita que apenas pudo escucharla.

"No te quites mérito Namu, tú eres quién de esforzó por sanar" aseguró con la voz temblandole, totalmente conmovido por el agradecimiento que su amigo depositaba en él.

Pero Namjoon negó, separándose de Yoongi para tomarlo de los hombros con suavidad y mirarle con aquellos ojitos puros que tanto transmitían al corazón de Min.

"Hyung, si no fuera por ti yo me habría rendido, fuiste tú quién me levantó cada que recaía en mi tristeza" recordó, las lágrimas escurriendo por sus mejillas sin poder detenerlas. "Me diste el apoyo que necesitaba así que estoy eternamente agradecido, eres el mejor hyung" aseguró mientras le regalaba una de sus bonitas sonrisas de hoyuelos.

Yoongi sintió su corazón ponerse calentito por las dulces palabras de su amigo y se alzó sobre las puntas de sus pies para dejar un besito en la frente del menor. Namjoon realmente se había vuelto importante para él y lo extrañaría mucho cuando decidiera irse después de su sanación.

"Espero todo salga bien Joon, mereces ser libre" murmuró, sosteniendo el rostro del menor con adoración.

Namjoon asintió en acuerdo y le miró con timidez mientras acercaba su mano a la barriguita de Yoongi con cuidado, pidiendo permiso con la mirada para poder acariciarla. Cuando el mayor asintió, Namjoon no dudó en posar su palma sobre el vientre redondito y sonriendo al darse cuenta de que cada vez crecía más y más.

"¿Y cómo te sientes Nam? ¿No te duele romper el lazo?" preguntó con cuidado pues no quería hacer sentir mal al menor.

Sin embargo, Namjoon solo sonrió, asintiendo cortamente antes de encogerse de hombros.

"Si, duele, pero es normal" murmuró, tratando de restarle importancia. "Después de todo el lazo que mi lobo compartía con mi alfa se está quebrando, a veces me duele tanto el corazón que lo extraño y deseo que vuelva a mi" su mirada bajó, la tristeza emanando del cuerpo del moreno intensamente. "Pero recuerdo que eso no sucederá y trato de soportarlo" concluyó, sonriendo con nostalgia en sus ojos.

Yoongi suspiró y le sonrió ladino, acariciando el hombro del más alto para reconfortarlo silenciosamente.

"La doctora dijo que esta fase dolería porque el débil y delgado hilo que nos une se terminará de cortar pero aseguró que no sería tan fuerte pues lo peor ya ha sido superado" añadió con añoranza y Yoongi deseo que aquello fuese verdad.

Ya no quería ver a su amigo sufrir más. Le dolía ver a su Namjoon tan decaído por culpa de un alfa que no lo había valorado lo suficiente, un alfa que lo botó en el primer momento que se enteró que Namjoon era estéril.

Ese maldito no tenía derecho a seguir martirizando al pobre omega, suficiente había hecho con desecharlo como si fuese basura.

"Apuesto que para Navidad estarás libre de lazos y celebrando fuera de aquí" dijo con seguridad y Namjoon sonrió ilusionado.

Le llenaba el alma ver así a su amigo, tan feliz e ilusionado, se lo merecía por ser tan fuerte y valiente.

"¿Y tú como vas? ¿El cachorrito está sanito?" preguntó volviendo a acariciar levemente la pancita del mayor.

Yoongi sonrió enorme al instante, bajando la mirada a su vientre redondo y sintiendo a su lobo ronronear ante la vista, oh, su cachorrito bonito estaba creciendo tan bien, estaba orgulloso.

"Estamos bien, ahora no hay tantos malestares como los primeros meses" aseguró mientras acariciaba su vientre con ternura.

Y es que los primeros meses, cuando llegó al refugio, fueron los peores de toda su vida. Su lobo estuvo tan deprimido que lloraba sin cesar día y noche, su corazón dolía cada que su lobo aullaba llamando al alfa que le preñó sin recibir respuestas. Yoongi recordaba con amargura haber pasado en cama durante días enteros, recordaba el dolor en su corazón y sobretodo recordaba sus deseos de morir. Su lobo había estado tan necesitado de su alfa durante los primeros meses que casi se había dejado morir, se había sentido tan solo y desprotegido que había deseado huir de regreso con Jinho, dispuesto a arrastrarse a sus pies con tal de mermar el sufrimiento de su pobre lobo abandonado, justo como Jinho había presumido que pasaría.

Para su alivio, Hoseok llegó para cuidarlo y todo mejoró gradualmente, evitando que Yoongi cometiera una estupidez y llenando ese hueco que su lobo tanto odiaba padecer. No fue lo mismo, cabe recalcar, pues Hoseok era un alfa enlazado y con familia propia pero le sirvió de sustituto para disminuir su sufrimiento. Claro que estaba casi seguro de que todo fue más fácil cuando le hicieron una ecografía y miró por primera vez a su diminuto cachorro.

Podía jurar que ver a su bebé le hizo sanar más de lo que Hoseok pudo. Ese día confirmó que su bebé había llegado para salvarlo pues su lobo, que había permanecido deprimido por tanto tiempo, revivió para aullar con orgullo ante la vista de su cría.

Así que si, lo peor ya había pasado.

"Eso es genial hyung, me alegra que ambos estén fuera de peligro" dijo Namjoon con sinceridad, sacando a Yoongi de sus recuerdos algo desafortunados.

"Yo también estoy tranquilo por eso, pero igual los riesgos volverán para los últimos dos meses de embarazo" contó con un puchero en los labios. "La doctora dijo que me pondré más necesitado de atención en esa etapa y que Hoseok tendrá que pasar un poco más de tiempo conmigo para que mi lobo no se estrese"

"¿Por qué? Pensé que ya no había riesgos durante el octavo mes de embarazo" murmuro Namjoon confundido.

"Pues por el nacimiento, mi lobo se puede aterrar de perder al cachorro durante la labor de parto" explicó con los labios apretados, una mano bajando a acunar su barriga. "Necesitaré que un alfa se encargue de tranquilizar a mi lobo o podría salir algo mal"

Namjoon hizo un puchero y le abrazó contra su pecho en un intento por reconfortarlo, Yoongi suspiró y dejó descansar su cabeza contra el pecho del omega más alto, tratando de alejar los pensamientos pesimistas de su mente.

Hoseok iba a ayudarle, nada iba a salir mal y una vez su cachorro naciera su inexistente lazo con Jinho se iría.

No había nada que temer.

Con aquello en mente pudo relajarse y se separó de Namjoon lentamente y el menor le miró con curiosidad.

"Por cierto, ¿cómo va Jimin-ssi? ¿Ha mejorado?" preguntó el moreno con sincera preocupación en su voz.

Yoongi suspiro ante la mención del omega rubio. Había pasado una semana desde la extraña escena en el nido y si era sincero parecía que jamás había pasado (lo cual agradecía mucho). Su rutina de cuidar a Jimin era relativamente fácil, se aseguraba de que el nido tuviese el aroma de Hoseok impregnado, le limpiaba la marca cada que tocaba cambiar el vendaje, se acurrucaba con él para que no pasara frío y se mantenía pendiente de que comiera correctamente.

Nada había cambiado, gracias a la diosa luna, y había olvidado por completo su tonta confusión haciendo que las cosas estuviesen más que bien y cómodas entre ellos.

"Bien, los dolores en el cuello a veces lo dejan durmiendo la mayoría del día pero creo que está sanando poquito a poquito" informó, viendo como Namjoon asentía comprensivo.

"El primer mes es difícil y doloroso, sobretodo porque el lazo es fuerte pero conforme la marca vaya cicatrizando el lazo se irá debilitando" confesó con la experiencia deslizándose por su lengua. "Trata de que esté cálido y con el aroma del alfa cerca, eso hará que su lobo no sufra tanto"

Yoongi asintió y anotó mentalmente aquel dato, Namjoon ya había pasado por ello así que los consejos que le diera serían bastante necesarios.

"Y cuando llegue su celo o el del alfa que lo marcó asegúrate de cuidarlo y contenerlo hyung, esas serán las peores etapas" murmuro Namjoon con tono distante, como si estuviese recordando su propio dolor de aquellas experiencias amargas.

El estómago de Yoongi se apretó. Oh, el celo de aquel alfa probablemente sería doloroso pero podía asegurar que el celo de Jimin sería peor sabiendo que el necesitado lobo del rubio tiraría del lazo para llamar a su alfa incesantemente, no ser atendido por tu alfa era doloroso y simplemente desagradable.

Solo rogaba poder cuidar bien de Jimin y que aquello no afectara demasiado al pobre rubio, no quería verlo sufrir más.

"No te preocupes Joon, yo cuidare muy bien de Jimin en sus celos"

Si, iba a cuidarlo muy bien, cuidaría de ese chiquillo como si fuese su omega, su dulce omega.






EOOOOOOO

bueno he aquí el segundo capítulo prometido, espero les haya gustado mucho uwu se vienen momentos importantes para nuestros omegas consentidos 👀

en otras cosas, he visto todo lo que esta pasando en Perú y realmente espero que todos estén bien, espero que todo mejore para ustedes y que se haga justicia para su pueblo. lo mismo para México, argentina, homduras, Venezuela y otros países de latam que están atravesando por dificultades, espero sean fuertes y que la ayuda llegue para que puedan salir de esto. apoyemonos y seamos fuertes juntos xq como ven no tenemos a otros más que a nosotros mismos.

sin más que agregar les deseo bonito fin de semana, no se olviden de votar y comentar uwu <3

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