007
Yoongi miró con adoración como Namjoon jugaba un pequeño partido de soccer junto a otros omegas en el jardín del refugio. Habían varios que, como él, solo miraban y animaban a los omegas que se pasaban el balón ágilmente. El ambiente era divertido y emocionante, tanto que no pudo evitar soltar un grito de euforia cuando el equipo de Namjoon anotó un gol.
"¡Vamos Namu!" alentó mientras aplaudía con entusiasmo, su rostro tintado de rubor gracias al esfuerzo de gritar lo más fuerte posible.
El omega moreno le miró con ilusión y levantó los pulgares en su dirección antes de volver su atención al juego. El partido duró alrededor de media hora más, concluyendo con el equipo de Namjoon como ganador. Todos vitoreaban y celebraban con éxtasis, disfrutando de un momento que pocas veces se daba, pues eran raros los omegas que tenían ánimos y conocimiento sobre deportes que mayormente eran clasificados para alfas.
"Estuviste increíble Nam, no sabía que jugabas tan bien" halagó el omega más bajo, mientras le tendía una botella de agua al moreno.
Namjoon se encogió de hombros con una sonrisita tímida estirando sus regordetes labios y dibujando hoyuelos en sus mejillas ruborizadas.
"Mi padre me enseñó y en el colegio estuve en el equipo, solo que dejé el hábito cuando me casé" explicó con simpleza y Yoongi apretó los labios ante sus palabras.
Al parecer Namjoon había dejado muchas cosas por su matrimonio. Cosas que el omega disfrutaba pero que, al no ser actividades consideradas para omegas, abandonó para complacer a su marido. Tanto sacrificio para que aquel idiota terminara abandonándolo ante el mínimo error, peor aún, un error que él no podía manejar.
Yoongi tantas veces deseaba tener a aquel alfa enfrente para darle un puñetazo por cabeza hueca.
"Eres bueno, cuando salgas de aquí deberías inscribirte en algún club pequeño" alentó el mayor, acercándose al moreno para secar con delicadeza el sudor que cubría su rostro.
"Gracias hyung, lo pensaré"
Después de eso no dijeron más sobre el tema, en cambio se dedicaron a parlotear acerca de las sesiones que tenían hoy, puesto que Namjoon también tenía un alfa de compañía al cual debía acudir para curar la marca sobre su cuello. Comenzaron a caminar hacia los comedores para tomar su almuerzo, el plan de ese día era comer y pasar una tarde llena de películas de Disney para relajarse el resto del día.
Ambos tomaron sus respectivas bandejas llenas con la ración de comida que les correspondía y fueron a tomar asiento en la larga mesa de siempre, al lado de los omegas con los que siempre charlaban.
"Namjoon hyung es tan bueno en todo, ¿hay algo que no pueda hacer?" halagó Soobin mientras miraba al omega mayor con ojos teñidos de admiración.
Namjoon se sonrojó y ocultó su rostro tras el hombro de Yoongi cual niño pequeño.
"Awwww, oppa se sonrojó" chillo Yosung mientras se estiraba sobre la mesa para apretar la mejilla del moreno.
Yoongi rió al ver a Namjoon tan avergonzado y se dedicó a comer en silencio, riendo cada que sus compañeros hacían un chiste y asintiendo cada que se dirigían a él.
El almuerzo continuó con aquel ritmo ameno y pronto Namjoon y Yoongi se despidieron de sus compañeros para caminar a sus respectivas habitaciones para buscar una muda de ropa más cómoda e ir juntos a las duchas del refugio.
"El otro día se fue otro omega" comentó Namjoon cuando volvieron a reunirse, ambos con ropa limpia, una toalla y productos de aseo personal entre sus brazos.
"Oh, si lo vi, ¿Jeongin era su nombre?" murmuro no muy convencido.
"Creo que si, la verdad me dio mucha alegría verle irse tan feliz" suspiro Namjoon con una sonrisa de hoyuelos. "Platiqué un par de veces con él y en serio no merecía lo que le pasó" añadió con un puchero en sus regordetes labios.
"Nadie de los que estamos aquí merecíamos lo que nos pasó" corrigió Yoongi con el ceño fruncido, Namjoon asintió de acuerdo.
"Tienes razón, cada vez que veo a alguno de los otros salir me hace pensar en que al fin podrán ser felices" los ojitos del moreno parecían desbordar anhelo y el corazón de Yoongi se apretó ante aquello. "Libres del yugo de un alfa injusto. Verlos recuperarse me alientan a mi a recuperarme para alcanzar esa felicidad" confesó a través de un susurro.
Yoongi se limitó a acariciar los cabellos del más alto en una caricia dulce que buscaba transmitir empatía. Pronto ambos ingresaron a las duchas del refugio, donde algunos omegas deambulaban por allí con batas de baño cubriendo sus cuerpos mientras se cepillaban los dientes o aplicaban cremas sobre sus pieles del rostro.
"Veras que ambos lograremos curarnos y saldremos de aquí a ser felices" Yoongi dijo, mirando al más alto antes de meterse a uno de los cubículos para ducharse.
Pudo escuchar la risita enternecida de Namjoon y después de sonreír el mismo abrió la llave de la regadera. Un maratón de películas de Disney les esperaba y no quería perder más el tiempo.
Secó las lágrimas que escurrieron por su rostro cuando la memorable escena de la muerte de Mufasa se reprodujo en el televisor. A su lado Namjoon sollozaba mientras engullía palomitas con torpeza sin despegar la mirada de la pantalla.
Al parecer no era el embarazo el que le tenia sensible, realmente esa escena era jodidamente triste.
Sorbió su nariz y acarició distraídamente su vientre abultado, el cual crecía cada vez más y si debía ser sincero no podía evitar sonreír cada que se veía al espejo y notaba que la protuberancia de su abdomen crecía en forma de un vientre redondo. Le enorgullecía saber que, a pesar de su desnutrición al comienzo de su embarazo, su bebé crecía muy bien haciéndole lucir grande y gordito.
"¿Yoongi-yah?" la voz de HyunA llamó la atención de ambos omegas, quienes enseguida la miraron después de ponerle pausa a la película.
"¿Qué sucede noona?" respondió el pálido, reincorporándose en su asiento sobre el sofá para mirar mejor a la beta.
"¿Puedes venir un momento? Necesito tu ayuda, cariño" pidió la mujer y Yoongi asintió antes de levantarse de su asiento.
"Sigue viendo la película Nam, vuelvo en cuanto pueda" murmuro Yoongi antes de dejar un beso en la frente del moreno, para luego seguir a HyunA fuera de la sala de entretenimiento.
Ambos caminaron uno al lado del otro por los pasillos del refugio cuando salieron por la puerta, HyunA lucia nerviosa y Yoongi comenzaba a ponerse curioso con respecto al famoso favor.
"¿Qué puedo hacer por usted noona?" preguntó Yoongi con suavidad y clara comprensión en su expresión.
HyunA suspiro avergonzada y dibujó un puchero sobre sus labios rosados.
"Verás, ¿recuerdas al omega rubio que llegó hace unos días?" murmuro la beta mientras jugaba con los dedos de sus manos con nerviosismo.
Yoongi casi por acto reflejo se ruborizó ante el recuerdo de ese cachorro omega pero terminó por asentir, tratando de disimular su evidente curiosidad por aquel rubiecito.
"Bueno, desde que regresó al refugio hace dos días no sale de su habitación ni para comer. Seokjin está muy preocupado por él y su salud pero no nos deja acercarnos para nada" se lamentó con una mueca de sincera preocupación en el rostro. "Tememos que muera de depresión, deshidratación o algo por el estilo si no sale de su habitación pronto" añadió decaída.
Yoongi sintió su corazón apretarse en su pecho ante aquella situación. El pobre omega debía estar aterrorizado si ni siquiera las betas lograban sacarlo de su encierro, peor aún si prefería pasar hambre antes que salir al exterior.
"Oh, pobre cachorro" murmuro Yoongi, con los ojitos irritados por las ganas de llorar. "¿Qué puedo hacer por usted entonces, noona?" preguntó verdaderamente interesado.
HyunA torció los labios, sus mejillas sonrosadas gracias a la timidez pero aún así miró a los ojos a Yoongi para prácticamente rogarle:
"Queremos que lo saques de allí" pidió finalmente.
Yoongi alzó las cejas con impresión y sus labios incluso se separaron un poco ante la incredulidad, ¿por qué le pedían eso a él?
"¿Yo? ¿Por qué yo?" susurro confundido y algo cohibido.
HyunA sonrió cálidamente antes de acercar su mano para acariciar levemente la mejilla del omega pálido, sus ojos dedicándole una mirada tan dulce y maternal que Yoongi se sintió tan sobrecogido.
"Eres el único que ha tenido contacto directo con él, sin contar que lograste tranquilizarlo cuando llegó" respondió, encogiéndose de hombros con simpleza.
Yoongi se quedó paralizado en su lugar pues para ser sincero no se había detenido a pensar aquel pequeño detalle. Él había sido capaz de tranquilizar al omega cuando nadie más pudo, él había hablado con el omega el día anterior cuando nadie más habían podido siquiera sacarlo de su habitación. Oh, su lobo aulló con regocijo y orgullo ante aquello.
"Entonces, ¿nos ayudas?" pidió dulcemente y Yoongi asintió antes de poder pensarlo siquiera.
"Pero noona, ¿me darían tiempo para asegurarme de que se sienta cómodo afuera?" susurro, pues no quería aprovecharse de la confianza que el omega le había depositado para sacarlo por la fuerza. HyunA asintió.
"Tomate el tiempo que quieras, con que logres sacarlo para que coma es más que suficiente" aseguró antes de alejar su mano del rostro del pálido.
Yoongi y HyunA caminaron hasta el edificio de las habitaciones, el silencio siendo casi inevitable ante los nervios que sofocaban a Yoongi. Cuando llegaron HyunA le sonrió con cariño antes de despedirse para dejarle solo frente a la puerta de la habitación de Jimin.
Yoongi suspiró pesadamente, alzó su puño para tocar la puerta pero se arrepintió antes de lograr hacerlo. Titubeó un poco sobre su sitio antes de llevar el cuello de su suéter a su nariz para asegurarse de que no apestaba a Hoseok y cuando estuvo seguro de que no había ningún rastro de aquel aroma a café amargo volvió a subir su mano, sin embargo, sus nudillos no alcanzaron a tocar la madera de la puerta cuando ésta se abrió de imprevisto, dejando ver unos pequeños ojitos húmedos y una cabellera rubia desordenada.
"Yoongi" el suspiro de Jimin llegó hasta sus oídos como una caricia triste.
El omega azabache sintió su respiración atorarse en su garganta, la vista de la decaída expresión de Jimin le golpeó el corazón tan fuerte que sintió sus rodillas temblarle. Tomó una profunda y temblorosa inhalación y sonrió débilmente mientras acariciaba su vientre abultado para disimular el temblor de sus manos.
"Jimin-ah" saludó a través de un susurro, la mirada que el rubio le dedicaba le robaba el aliento sin poder evitarlo.
"¿Qué haces aquí?" masculló el de mejillas rellenitas mientras miraba confundido al mayor.
Yoongi tragó saliva y se balanceó sobre la punta de sus pies con timidez, una sonrisa avergonzada se delineó en sus finos labios antes de mirar atentamente al más bajito.
"Pensé que querrías compañía, estar aquí es algo aburrido a veces" dijo mientras encogía uno de sus hombros con timidez.
Jimin pareció debatirse entre creerle o no por varios segundos, el silencio extendiéndose entre ellos de forma inevitable. Yoongi esperó por alguna respuesta, sus dedos trazando líneas imaginarias sobre la curva de su redondo vientre para evitar que su mano temblara visiblemente. Por dentro su lobo alzaba la nariz para captar el aroma a manzana y canela con toques de tristeza que despedía Jimin y el interior de la habitación.
Oh, incluso estando afligido Jimin despedía un olor delicioso.
"Bueno, pase" la voz de Jimin le sacó de sus pensamientos y Yoongi sintió su corazón latir frenético dentro de su pecho.
El omega menor se hizo a un lado de la puerta para dejarlo pasar, Yoongi no perdió el tiempo e ingresó con pasos torpes al dormitorio, sus sentidos agudizandose en cuanto la fragancia triste de las manzanas y la canela se coló por sus fosas nasales.
"Uh, puede sentarse aquí, deje acomodó esto y-" balbuceo Jimin tratando de quitar las mantas y prendas de ropa que se amontonaban sobre el colchón.
Yoongi casi se cae al tratar de detenerlo, pues lo que Jimin trataba de quitar era un improvisado y cálido nido que seguramente había armado para consolar a su lastimado lobo que rogaba protección del alfa que le había marcado.
"No, no, no" dijo rápidamente y Jimin le miró aterrado en cuanto sintió la mano del azabache sostener su brazo. "Uh, perdón, solo no lo quites" pidió antes de soltar el brazo del rubio con cuidado para no alterarlo. "Sé lo que cuesta dejar un nido como nos gusta y deshacerlo por mi sería tonto" murmuro apenado, su cabeza agachándose para esquivar la mirada escudriñadora que Jimin le dedicaba.
El rubio le miró por varios segundos otra vez antes de asentir lentamente, dejando las prendas y mantas de nuevo sobre el colchón y acomodándolas a su antojo antes de regresar su mirada a Yoongi.
"Puedes sentarte" Jimin señaló el centro de la cama y Yoongi abrió los ojos incrédulos.
Un nido era una zona especial para un omega, era un refugio donde su lado humano buscaba relajar a su lobo y no cualquiera podía invadir el nido de un omega con alfa, mucho menos otro omega desconocido y en su caso, embarazado.
Que Jimin le invitara a sentarse sobre éste, con el riesgo de dejar su aroma pegado a las mantas, era un acto sorpresivo que le tomó con la guardia baja.
"¿Qué? ¡Oh, no! Yo puedo sentarme en la silla de allí" se negó nerviosamente, viendo como Jimin sonreía genuinamente por primera vez desde que se conocían.
Ah, ¿por qué su corazón se agitó al ver aquellos regordetes labios estirados en una sonrisa?
"Esta bien hyung, le doy permiso para entrar a mi nido" murmuro Jimin mientras se subía sobre la cama para sentarse en el centro.
Jimin abrazó sus rodillas y apoyó su barbilla entre ellas antes de palmear suavemente a su lado, invitando en silencio al mayor a que se sentara a su lado.
Yoongi suspiró y asintió, sacó de sus pies sus zapatos y con cuidado se subió sobre la cama, sus rodillas hundiéndose en el suave colchón mientras gateaba para llegar al lado de Jimin y sentarse a la par de éste. Le hubiese gustado imitar su posición pero su panza prominente no se lo permitió, por lo cual decidió acomodarse en posición de flor de loto, con sus manos sosteniendo su vientre con cariño y sus pulmones llenándose del intenso aroma a manzanas y canela.
"Y bien, ¿cómo ha estado tu estadía aquí, Jimin-ah?" preguntó Yoongi, tratando de montar una conversación.
"Mhm, supongo que bien" respondió el rubio mientras ocultaba su rostro entre sus rodillas, su voz saliendo amortiguada por la posición.
"Jimin-ah, voy a serte sincero solo porque has confiado muchísimo en mi" susurró el mayor llamando la atención del rubio. "Me dijeron que no has salido de aquí, ni siquiera para comer" dijo y vió como los hombros del rubio se tensaron visiblemente.
El silencio se intensificó ante sus palabras y esperó pacientemente a que el menor le respondiera algo, se mantuvieron así por varios minutos en los cuales Yoongi se arrepintió de haber sido tan directo.
"Me aterra salir y que me lastimen o me miren mal" Jimin confesó por fin mientras se encogía sobre si mismo.
Yoongi apretó los labios pues él conocía aquel sentimiento, después de todo se había ido a refugiar a un lugar desconocido con personas desconocidas. No podía culpar a Jimin por sentir miedo cuando acababa de vivir posiblemente la peor de las experiencias por culpa de un bastardo.
"Lo sé, es normal" respondió Yoongi mientras mordía su labio inferior con nerviosismo. "Pero debes recordar algo Jimin-ah, estas en un refugio de omegas que fueron violentados como tú" Yoongi sonrió con tristeza. "Nadie aquí va a juzgarte ni hacerte daño, todos aquí hemos pasado por algo similar como para intentar algo malo"
Los ojitos del menor se cristalizaron inevitablemente y su cuerpo tembló ante el sollozo que salió de sus labios. Yoongi no dudó en rodearle los hombros con sus brazos para atraerlo hacia su pecho en un reconfortante abrazo que buscaba consolar el llanto que Jimin dejó salir sin reparo.
"Sh, sh, estas a salvo Jimin-ssi" arrulló el mayor mientras una de sus manos acariciaba con suavidad su espalda en busca de calmar el temblor del cuerpo ajeno.
"O-odio sentirme así, yo no era a-así antes de esta asquerosa marca" se lamentó el rubio, su rostro escondido totalmente contra el pecho de Yoongi logrando empapar la sudadera de éste.
Yoongi se limitó a consolar al menor con caricias pues no sabía que decir realmente, después de todo sabía que por más que un omega fuera fuerte e independiente al momento de ser marcado desarrollaban una sumisión completa hacia su alfa. No quería saber cómo sería ser marcado por un alfa a la fuerza y desarrollar una sumisión forzada hacia éste.
Totalmente injusto.
El llanto de Jimin duró por varios minutos hasta que lentamente sus sollozos fueron disminuyendo hasta que solo pequeños jadeos abandonaban su boca.
"L-lo siento" murmuró el rubio mientras secaba sus lágrimas con sus pequeños deditos regordetes.
"No importa, siempre es bueno desahogarse" dijo haciendo un ademán con su mano para restarle importancia.
"Y-yo, en serio gracias, siempre termina consolandome" dijo soltando una risita triste, la mano de Yoongi subió hasta su rostro para apartar su fleco lejos de sus ojitos.
"No tienes que agradecer Jimin-ssi, estoy para ayudar siempre que lo necesites, ¿esta bien?" Jimin no dudó en asentir, su mirada unida con la del mayor. "Eso incluye si quieres apoyo para salir" sugirió lentamente mirando como Jimin se encogía sobre si mismo.
El rubio hizo un puchero y negó despacito, la timidez volviendo a su cuerpo de repente.
"N-no me siento seguro" confesó lastimeramente y Yoongi suspiro.
"Cuando te sientas listo entonces dime, yo te acompañare. Recuerda que tu herida necesita cuidados para que puedas curarte" señaló mirando con disimulo el vendaje que rodeaba el estilizado cuello de Jimin.
Jimin asintió cabizbajo, su mano subiendo hacia su herida por acto reflejo, sus dedos acariciando allí donde su piel ardía y hacía a su lobo retorcerse por la falta de su alfa.
Un alfa que él no había pedido y que no necesitaba pero que aún así su lobo deseaba a su lado para cesar con el dolor en su pecho.
"Entonces creo que ya me voy" Yoongi trató de levantarse del colchón pero la mano de Jimin rápidamente le sostuvo evitando que se moviera.
"No, no, no se vaya" pidió afligido, sus ojitos tristes mirando intensamente a Yoongi.
El azabache asintió, acomodándose de nuevo sobre el colchón y sonriendole con dulzura al menor, dejando al descubierto sus adorables encías y pequeños dientitos.
"¿Que te parece cenar juntos? Puedo ir a buscar nuestras bandejas y cenar aquí los dos" sugirió suavemente y vió a Jimin titubear antes de terminar asistiendo. "En ese caso, ya vuelvo, no tardo"
Yoongi procuró cumplir su palabra, pues caminó hasta los comedores lo más pronto posible, explicándole a Namjoon que esa noche no cenaría allá con ellos y regresando a la habitación de Jimin lo antes posible. Para cuando abrió la puerta de nuevo sabía que no había tardado más de diez minutos pero aún así el pequeño cuerpo de Jimin permanecía acurrucado dentro de su nido con los ojos cerrados y la respiración acompasada.
Se había quedado dormido.
Yoongi sonrió enternecido y decidió no despertarlo, en cambio suspiró y pensó en la situación. Ah, cuidar de Park Jimin sería un reto que estaba dispuesto a llevar a cabo.
Después de todo, adoraba la extraña conexión que se había formado entre ellos.
¿Debía cuestionarse por ello? Quizás, pero no quería pensarlo mucho, solo sentirlo.
hoOLAAA, APAREZCOOO¡!
iiiih, nuestros omegas se están conociendo y entrando en confianza, lloremos 😭
jskfisos perdonen por tardarme pero me distraje viendo vídeos en yt y se me olvidó que debía actualizar :D
en fin, espero les haya gustado, no se olviden de votar y comentar xq me hacen felizzz ❤✨
que tengan buen inicio de semana amoressss 💆✨
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