005
"¡Le quedó muy bonito!"
Yoongi sonrió tímidamente ante el halago y miró con agradecimiento al omega que se encontraba sentado al lado de él, quién miraba con admiración el bordado que Yoongi había finalizado después de dos días de trabajo manual.
"Gracias, Namjoon-ssi" susurró, estirando su brazo para agitar los cabellos del otro omega.
Habían pasado más de tres semanas desde su llegada al refugio de omegas y, si tenía que ser sincero, fue fácil para él adaptarse al ambiente del lugar. Le encantaba estar allí, era ameno y tranquilo, la convivencia con otros omegas era sumamente dulce y le hacía estar en paz.
También había llegado a entablar pequeñas amistades con algunos de los refugiados, como por ejemplo Namjoon, un chico unos cuantos años menor que él, quien estaba curándose de un lazo roto después del divorcio con su alfa.
Aunque, para ser sincero, su fuerte no era relacionarse, por lo que mayormente pasaba su tiempo en los talleres del refugio, como el de bordado, informática e incluso el de carpintería. También estaba pensando en pedir ayuda para seguir con sus estudios, pues gracias a la situación económica de su familia nunca pudo terminar el colegio.
Aunque, bueno, con dinero o sin dinero, no creía que su madre le hubiese ayudado a estudiar la Universidad, pues toda la vida le había repetido que los omegas inteligentes eran menos atractivos para los alfas y por ello fue que desde que presentó como omega fue educado para complacer a su futuro esposo.
Pero eso ya no importaba, ya no estaba bajo las reglas de su madre ni mucho menos bajo el yugo de un alfa.
Ahora era... ¿Libre? Ah, que rara se sentía esa palabra para él.
"Yoongi hyung, ¿cuantos meses dice que tiene?" preguntó Namjoon, con su mirada fija en su propio bordado, su lengua sobresaliendo un poco de sus labios mientras batallaba con el hilo y la aguja.
Yoongi rió un poquito al verlo, aquel chico era tan adorable como torpe.
"Uhm, si mis cálculos no me fallan, voy a cumplir el cuarto mes de embarazo" respondió, su mano yendo a su vientre para acariciar la curva que se formaba allí.
Su estómago cada vez crecía más y más, por lo que ya era visible su embarazo.
"¡Ay, que lindo, Hyung! ¿Ya se ha hecho los chequeos correspondientes para saber el sexo y todo eso?" Namjoon le miró con enormes ojos curiosos y Yoongi asintió, mientras sonreía con timidez.
"Si, de hecho, fue hoy"
"¡¿En serio?! ¡Digame, dígame! ¿Es niño o niña?"
Yoongi encogió uno de sus hombros, sus mejillas ruborizandose un poco ante la emoción que su nuevo amigo mostraba tener por el estado de su cachorro.
"Le dije a la doctora que no me dijera, quería que fuese sorpresa" comentó, encogiéndose de hombros y riendo ante la expresión indignada de Namjoon. "Pero no me resistí y cinco minutos después le rogué que me dijera. Es un niño" añadió, sacando del bolsillo de su sudadera la ecografía que se había hecho.
Namjoon la tomó rápidamente, tirando su bordado por la emoción, y escrutando con una sonrisa de hoyuelos la ecografía, aunque a simple vista era obvio que no entendía la imagen en blanco y negro.
"¡No veo nada! Pero da igual, Hyung, estoy tan feliz por usted" suspiró el otro omega con una sonrisa boba en el rostro, mientras le devolvía la ecografía a Yoongi.
Yoongi sonrió, aunque por dentro estaba algo triste al ver la ilusión en los pequeños ojos de Namjoon pues, según sabía, el motivo de su divorcio había sido porque su alfa se enteró de que Namjoon era estéril.
Una completa mierda, si se lo preguntabas.
"Gracias, Nam" dijo con adoración mientras tomaba la mano del moreno para darle un apretón. "¿Te gustaría ser su tío? No tengo hermanos para que cumplan con ese lugar" añadió, claramente mintiendo pues él de hecho tenía otros cuatro hermanos más en casa.
Pero eso Namjoon no tenía porqué saberlo, no es como que sus hermanos se preocuparan por él.
"¡Claro! Seré el mejor tío del mundo" chillo emocionado, aplaudiendo un poco por la ilusión. "Aunque no le diga a Taehyung-ssi, o se pondrá celoso" agregó y Yoongi rió, pues era cierto.
Taehyung había estado algo celoso de Namjoon al principio, alegando que iba a quitarle la atención de su mejor amigo e incluso había montado un pequeño berrinche en una de sus visitas. Al final, tanto Namjoon como Taehyung se habían caído muy bien pero adoraban fingir una rivalidad para conseguir la atención de Yoongi.
Eran un par de tontos, por si se lo preguntaban.
"Taehyungie no vendrá en unas semanas así que disfruta del privilegio mientras puedas" rió obteniendo la mirada curiosa de Namjoon.
"¿Ni Taehyung-ssi ni Jungkookie vendrán?" preguntó sorprendido y no era para menos, desde que Yoongi había entrado al refugio sus amigos iban todos los días de visita sin falta.
"Tae está en su noveno mes de embarazo, así que se le dificulta un poquito eso de andar caminando, por lo que me dijo que reanudaría las visitas hasta después del parto" explicó suavemente y Namjoon asintió.
"Ow, Taehyung-ssi será una gran madre" suspiró y Yoongi notó como Namjoon acariciaba con tristeza su cuello por arriba del vendaje que cubría su vieja marca.
El corazón de Yoongi se apretó dentro de su pecho ante la clara tristeza de Namjoon, así que se acercó para tomar sus manos con delicadeza.
"¿Sabes que si quieres puedes ser mamá?" murmuro mirándole con cariño, Namjoon suspiró.
"Dudo mucho que consiga adoptar siendo un omega divorciado" se lamentó con un puchero en los labios.
"Veras que si, pero ahora primero debes sanar tu lazo, ¿entendido?" cuestionó y Namjoon asintió enseguida.
Yoongi depositó un pequeño beso en la frente del menor y se separó, fijó su mirada en el reloj de la pared y se levantó de allí al darse cuenta que ya era hora de su siguiente actividad.
"¿Ya tiene que ir a su cita con Hoseok?" preguntó Namjoon al ver como Yoongi guardaba todos los materiales de bordado en su respectivo lugar.
"No es una cita, es una sesión" corrigió enseguida. "Y si, de hecho voy tarde" murmuro antes de darse la media vuelta para despedirse de Namjoon. "Nos vemos al rato Nam"
Y salió de allí comenzando a dirigirse a otra parte del edificio del refugio, más exactamente a la sala de convivencia pues allí era donde solía reunirse con el alfa de compañía que le ayudaba con el embarazo.
Llegó en unos cuantos minutos, pues si era sincero el refugio era enorme y le tomaba algo de tiempo llegar a un lado en específico. Entró a la sala, observando a varios omegas que charlaban con sus respectivos alfas de compañía, algunos simplemente sentados junto al otro viendo televisión. Se sentó frente a Hoseok y le saludó con un pequeño asentimiento de cabeza, aun algo reacio a su convivencia con él.
"Hey, Yoongi hyung" saludó el alfa con aquella sonrisa tan brillante como el astro rey.
"Hoseok-ah" respondió simplemente y el alfa tomó su bolso para rebuscar dentro de éste.
"El otro día me dijo que sabía jugar cartas" comenzó a decir el alfa y su mirada se iluminó cuando pareció encontrar lo que buscaba. "Así que pensé que podría enseñarme, así no quedo en vergüenza frente a mis amigos cuando decidan jugar" pidió sacando un mazo de cartas y extendiéndolas sobre la mesa.
Yoongi sonrió al ver la ilusión brillar en los ojos del alfa y terminó asintiendo a su pedido. Tenía que admitir que Hoseok no le desagradaba, es más, se atrevía a decir que le caía bien pues aquel alfa era un torbellino de positividad y sonrisas que lograba ponerle de buen humor. Nunca lo había presionado a hablar e incluso sugirió que si no estaba cómodo con él podría cambiar de compañía, Yoongi internamente estaba encantado con él aunque no iba a admitirlo en voz alta o aquel alfa parlanchín iba a gritar de emoción.
"¿Como va su embarazo, hyung?" preguntó Hoseok mientras veía como el omega barajaba las cartas.
"Uh, bien, está sano" respondió simplemente, sus dedos moviéndose con rapidez sobre el mazo. "¿Y tú? ¿Ya elegiste el color adecuado para la habitación de tu cachorra?" preguntó interesado y Hoseok se sonrojo.
"No pude decidir así que mi esposo lo hizo por mi" confesó, sus hombros encogiéndose por la timidez.
"Seguro la remodelación quedará muy linda"
Y fue lo último que dijeron sobre temas personales. Yoongi se concentró en explicarle las reglas del juego y Hoseok prestó atención, ambos sumiéndose en una tranquilidad amena que tenía al omega totalmente cómodo, sin contar que el aroma de Hoseok le envolvía logrando que su lobo estuviese relajado en su interior.
Yoongi debía admitirlo, le gustaba pasar tiempo con el amable alfa.
Para cuando su sesión con Hoseok terminó, el alfa se fue feliz de saber jugar decentemente a las cartas, aunque seguía sin poder ganarle a Yoongi más de una partida.
Así que Yoongi se despidió de él, acordando verse en dos días, y caminó hasta las habitaciones para descansar después de un día entretenido. Para cuando llegó a su respectiva habitación se encerró en ella, lanzándose a su improvisado nido que había hecho en el centro de su cama. Suspiró feliz, acurrucandose sobre las mantas suavecitas y acunando con ambas manos su pancita abultada, dispuesto a tomar una merecida siesta.
Y se hubiese quedado dormido, totalmente vencido por el cansancio, si no fuese porque fuera de su habitación se desató un alboroto de gritos y sollozos que le pusieron los vellos de punta.
"¿Qué rayos-?" murmuro confundido mientras se levantaba de la cama a paso lento.
Apretó su mano sobre su vientre con algo de temor, mientras que con la otra giraba la perilla de la puerta para abrirla, se asomó apenas para mirar hacia afuera y se encontró con un montón de betas tratando de sostener a un chico.
"¡Basta, por favor!" gritó el rubio, su rostro bañado en lágrimas y algo de sangre. "¡No me hagan daño, no me hagan daño!" rogó de una manera tan lamentosa que Yoongi sintió su estómago apretarse.
Intentó mirar por encima de los hombros de las betas pero apenas y lograba percibir la cabellera rubia y desordenada de la pobre criatura que lloraba tan desconsoladamente. El aire estaba inundado de un aroma a terror que le causaba escalofríos y no lo pensó mucho cuando salió por completo de su habitación para acercarse a la escena.
Lo primero que vió fue un rostro bonito, de cachetes redondos y ojos pequeños, aunque estaba totalmente bañado en lágrimas y moretones. Lo siguiente que notó fue la sangre que cubría todo el cuello y clavículas del chico, cosa que le desconcertó por un momento pero que comprendió en cuanto el pobre omega giró la cabeza y dejó a la vista una grotesca marca de unión.
Santa diosa Luna.
Era un milagro que el pobre siguiese vivo con semejante monstruosidad en su delicado cuello.
"¡No me hagan daño, por favor! ¡Ya no más!" los gritos no cesaban y el omega tampoco dejaba de luchar contra el agarre de las betas, quienes trataban de tranquilizarlo sin éxito.
Yoongi suspiró fuertemente y aunque dudó un poco terminó acercándose a las betas, apartándolas un poco para hacerse camino al agitado omega que lloraba tan fuerte que sentía que podría escucharse por toda la ciudad.
"Hey, Yoongi no puedes acercarte" HyunA trató de apartarlo suavemente, temiendo que el omega desconocido llegase a golpear a Yoongi por accidente.
Pero Yoongi negó, quitando de encima la mano de HyunA y por fin colocándose frente a frente con aquel rubio. Lo vió paralizarse, totalmente alerta por la nueva presencia e incluso le gruñó enseñando los dientes en un intento por protegerse pero Yoongi simplemente le sonrió, tratando de relajar su cuerpo para soltar feromonas maternas, pues éstas funcionaban muy bien para tranquilizar no sólo a bebés sino también a omegas adultos.
"Tranquilo, ya estas a salvo, nadie aquí va a dañarte" susurró Yoongi, levantando sus manos lentamente y pidiendo permiso con la mirada.
El omega rubio se quedó muy quieto, los gritos cesando al instante pero las lágrimas seguían bajando por su rostro, aun así no se quejó cuando Yoongi sostuvo su rostro con delicadeza, casi como si temiese romperlo.
"Sh omega, estoy aquí" arrulló comenzando a doblar sus piernas y obligando al rubio a imitarle.
Ambos terminaron arrodillados en el suelo, las betas se alejaron unos cuantos pasos dándoles espacio mientras HyunA llamaba a una ambulancia. Yoongi procuró no tocar el cuello del omega pues se veía jodidamente doloroso, aun así siguió tarareando y acariciando el rostro del chico para calmarlo, sin dejar de soltar aquellas feromonas que los envolvían a ambos.
"Ya estás seguro, ¿ves?" habló Yoongi, sonriendole al rubio con suavidad.
La respiración del otro omega se había normalizado con el pasar de los segundos, por lo que a Yoongi le tomó por sorpresa cuando el chico se abalanzó sobre él ocultando el rostro contra su pecho y comenzando a llorar de nuevo, aunque esta vez menos fuerte.
"Y-yo no quería, y-yo no quería, e-ellos me obligaron" sollozo el rubio contra su pecho, empapando con sus lágrimas la camiseta de Yoongi.
El azabache suspiró, colocando una mano sobre la cabeza del chico para sostenerlo más cerca, sintiendo a su lobo gemir de tristeza por el olor tan devastador que emanaba aquel chiquillo. Tragó fuerte, sintiendo sus propias lágrimas descender por sus pálidas mejillas al tratar de imaginar lo que le había pasado a ese pobre chico como para llegar tan afectado al refugio.
La vida era tan injusta y los alfas tan imbéciles.
"Tranquilo cachorro, nadie más volverá a dañarte" prometió a través de un susurro.
Yoongi iba a cumplir su palabra, no le importaba tomar bajo su ala a aquel chico como si fuese una mamá gallina, su lobo había decidido cuidar de aquel omega desamparado y él no iba a negarle a su instinto aquello.
holaholahola 😽
bueno, a la cuenta de tres lloramos todos por el encuentro tan desafortunado entre mimi y yoobi 😢
en fin, espero les haya gustado este capítulo, que por cierto no estaba planeado para subirse hoy pero véanlo como un regalo por los 700 seguidores que alcanzamos hoy <3
no se olviden de votar y comentar, ya saben que me alegran los días con ello ❤
que tengan lindo fin de semana bebés, hasta la próxima actualización <3
⌗ shyoongichi.
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