CAPÍTULO QUINCE
Hablaron hasta altas horas de la mañana luego de leer aquel periódico y Sidon dijo, rotundamente, que acompañaría a Link, quien miró el mapa y trató de ver si podía tomar una ruta costera a la Aldea Onaona para que Sidon pudiera tener agua. No había sido posible, porque no había ningún camino continuo que Epona pudiera seguir.
Debía llevarse a Epona, porque sin ella no podría llevar todas las armas y suministros que necesitaría para un viaje tan largo sin ella. Sin mencionar las paradas que haría para comprar los alimentos que estaba buscando, además que le tomaría el doble de tiempo llegar a cualquiera de sus destinos a pie que a caballo.
Le ofreció a Sidon que él podría simplemente ir por el mar y encontrarse con Link en la Aldea Onaona mientras él iba por tierra, pero descartó la idea.
—¿Seguro que quieres hacer esto? —Link preguntó.
—Sí, he estado pensando mucho en ello. Por mucho que entiendo y estoy de acuerdo contigo en que tenerme en casa sería más seguro y más fácil, eso no es lo que quiero o lo que sería mejor. Ahora soy parte de este mundo, Link, y me gustaría ver las maravillas que tiene para ofrecer. Necesito conocer a la gente y al menos mostrarles lo que soy y que mi gente no son monstruos. Nadie sabe acerca de los Zoras, y aunque ya no soy un príncipe, eso no significa que no pueda marcar la diferencia.
—Pero no todos serán tan inclusivos como mis amigos. —Trató de advertirle.
—Soy consciente de eso. Pero no puedo permitir que ese miedo me detenga de experimentar algo que siempre he querido toda mi vida. Razón de más para tenerte siempre a mi lado para responder por mí y yo a tu lado para poder ayudarte a combatir —Sidon volvió a mostrarle aquella sonrisa confiada—¡Estoy seguro que prevaleceremos juntos! —Link se maravilló de su coraje y sintió que algo resonaba dentro de él.
Pensándolo bien, tenía toda la razón. Aunque se podría argumentar la lógica y la probabilidad de que las cosas salgan mal, eso no significa necesariamente que sucedan. Sus amigos podrían fácilmente haber rechazado a Sidon, de hecho, casi parecía que lo harían, solo para que luego lo acogieran y lo adoraran hasta el punto de llamarlo por su nombre a modo de saludo. Obviamente las cosas no siempre salen de esa manera, pero a veces podrían. Eso nunca hubiera sucedido en primer lugar si Sidon no se hubiera invitado a sí mismo y Link hubiera permitido que ambos se arriesgaran. Había sido un momento crucial y ni siquiera lo había reconocido como tal.
Sólo quería hacer feliz a Sidon. Siempre fue precavido en estar preparado para lo malo, pero al mismo tiempo estar abierto e incluso tener esperanza para lo bueno. Eso parecía ser algo que el Zora entendía demasiado bien, y Link lo encontró extremadamente admirable. Esta aventura fácilmente podría ser una mala idea, pero si la abordaban juntos y esperaban lo mejor, Link se preguntaba si Sidon podría volver a tener razón.
De hecho, Link diría que todo lo que habían hecho juntos hasta ahora seguía esa misma dualidad. Encontrar a Sidon; llevarlo a casa, sentirse atraído por él, Terry Town, la confesión de Sidon, todo. Había sido una apuesta para ambos, pero valió la pena. En la vida siempre habrá una sensación de pánico sobre si dar o no un acto de fe y ver si algo salió para bien o para mal, pero también siempre hubo una sensación de consuelo y tranquilidad cuando sucede. Y Link sintió que era lo suficientemente valiente como para dar ese salto de fe.
—Está bien, tú ganas. ¿Y estás seguro que no estarás exhausto de caminar?
—Me las arreglaré.
—¿Qué pasa con el agua?
—¿Hay lagos o ríos a lo largo de nuestra ruta?
—Sí.
—Entonces descansaré ahí por un rato y estaré bien.
Link todavía se sentía bastante inseguro acerca de esto, pero realmente no sabía si había otra forma. Agotó hasta la última opción.
—Entonces déjame ir rápido con Bolson para que se encargue de la granja mientras estoy fuera.
Una vez que se ocupó de eso, Link apuntó un camino para ellos de principio a fin e incluso destacó si los ríos o lagos les servían para el camino.
—Muy bien, la primera parada de nuestro viaje será en la posta de Akkala sur. —Tocó la pantalla y puso un marcador en el mapa.
—Quería preguntarte algo —Link inclinó la cabeza distraídamente para indicarle que podía continuar incluso si no le dirigía la mirada— ¿Qué es esa cosa que estás utilizando?
Link se detuvo con sus cálculos mentales.
—Es una máquina que me dio la princesa para ayudarme en mis viajes. Se llama "Piedra Sheikah". Solo hay dos iguales hasta donde sé. La original le pertenece a Zelda, ella hizo una copia que luego me regaló.
Su padre no había estado muy satisfecho con sus retoques y estudio de la tecnología antigua, por lo que Link la había complacido dejándola hablar extensamente sobre sus hallazgos con poca o ninguna interrupción. Pasaron mucho tiempo solos juntos en la naturaleza y viajando que él ya no le respondía de vuelta. Realmente había sido lo mejor que podía hacer. Entonces, un día, ella lo sorprendió dándole una réplica de la piedra que ella misma había hecho.
—No tiene runas. Me temo que todavía no sé cómo copiar esas mecánicas, pero tiene el mapa y la cámara. Al menos podrás encontrar el camino de regreso a casa y mostrarme fotos de lo que encuentres. —La recordaba explicando. Había sido una de las pocas veces que le había dado las gracias verbalmente.
—Como decía, la primera parada es en la posada de Akkala. Descansaremos allí por la noche y luego iremos al lago Bachin. Seguiremos el Cruce de Trilo hasta el Rancho del pantano. Hay mucha agua allí, así que estarás bien —No le gustaba que los estuviera acercando tanto al castillo, pero qué podría pasar en solo una noche—. A partir de ahí podemos ganar tiempo gracias al río. Es lo suficientemente profundo para que puedas nadar y la carretera sigue el camino, así puedo montar a Epona y seguir tu ritmo. Deberíamos poder llegar al Puente de Hylia al anochecer. Luego tendremos que volver a pie a través del Bosque de Farone. Una vez estemos ahí, podrás volver a nadar y llegaríamos sin problemas al Valle de Graum. Solo nos faltarían una hora o más para llegar hasta el Valle Onaona. —Mientras Link contaba los días con los dedos, Sidon puso una mano sobre su hombro derecho.
—No me importa viajar de noche.
—¿De verdad? Bueno, eso reduciría la duración de nuestro viaje y llegaríamos más rápido. Lo mejor sería al menos detenerse en el Rancho del pantano para descansar. Ese sería el punto medio.
—Entonces hagámoslo.
Link asintió, hizo las anotaciones necesarias en el mapa antes de dejar la piedra en su cadera.
—Empaquemos. Saldremos mañana por la mañana.
〔Guess who's back luego como de mil años hehe. Acabo de escribir este capítulo y me di cuenta de lo mucho que olvidé el mapa de Zelda, pasar los nombres de inglés a español fue un infierno, porque realmente nO LOS RECUERDO EN ESPAÑOL. Si hay errores, pido disculpa.
Eso significa volver a jugar, asies. Y me vicié a Genshin Impact, asi que si necesitan ayuda con jefes o misiones, aquí estoy *wink wink* Ahora mismo escribo el otro capítulo.〕
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