Para ser dos especies que no sabían absolutamente nada sobre el otro, Link y Sidon descubrieron que se llevaban extremadamente bien. Quizás se debia a sus personalidades más que a sus pasados, ya que ninguno de los dos era particularmente conflictivo. De hecho, Sidon parecía tener una inclinación diplomática natural. Link era en su mayor parte pasivo y dispuesto a dejar que las cosas fluyeran, y Sidon era posiblemente el hombre más optimista y cálido que haya conocido.

Aunque Link insistió en que Sidon no vaya a cazar todas las mañanas para que sus heridas pudieran curarse, Sidon simplemente se lo agradeció y lo hizo de todos modos. Lo extraño fue que el agua de mar no parecía estar afectando en absoluto sus heridas. En todo caso, sanaron más rápido. Entonces Link finalmente cedió. Además, el lujo de no tener que pasar la mayor parte del día tratando de pescar algo para la cena le dio más tiempo para trabajar en la granja. Finalmente pudo construir un paddock* aún más grande para Epona y Strawberry, por lo que no tenían que estar en el granero a menos que estuviera lloviendo. Tenían libertad para entrar y salir cuando quisieran. Twilight, más que cualquiera de los otros animales, había tenido un gusto extremo por Sidon y lo seguía a todas partes. El lobo incluso lo acompañaba por las mañanas y lo ayudaba a transportar pescado. Y Sidon simplemente lo adoraba. Parecía particularmente fascinado con su pelaje y en la cena una noche le preguntó si el cabello de Link era similar. Link asintió y trató de explicarle lo que pudo.

Parecía que Sidon entendía lo que eran los mamíferos, ya que dijo que parte de su gente compartía rasgos con ellos a pesar de ser más similares a los peces, pero que no había un conocimiento muy detallado. Esto había confundido a Link y había pedido respuestas. Aparentemente, los Zora eran una especie de híbrido de peces y mamíferos acuáticos y, dependiendo del linaje familiar, un Zora podría ser más parecido a un pez o un mamífero. Comentó cómo uno de sus instructores se parecía más a una manta raya, lo que lo haría más parecido a un pez, pero su propio padre había sido más comparable a una ballena que era un mamífero. Cuando divulgó esta información, se detuvo y miró a Link como si esperara que se diera cuenta de algo, y luego se relajó cuando era obvio que no lo hizo. Entonces Link continuó la conversación preguntando si Sidon era algo parecido a un tiburón martillo.

—Esa es una respuesta un poco extraña. Como dije, mi padre tenía la apariencia de una ballena, pero mi madre era una combinación de tiburón y delfín. Y todos sus hijos salieron igual a ella. Mi gran cresta aquí es una protuberancia de cartílago duro parecida a la de un tiburón cabeza de martillo, pero mi piel no es tan abrasiva como la de un tiburón. Es más parecido a un delfín como puedes ver —Extendió su brazo y Link no pudo resistir el impulso de sentirlo. Apretado, grueso, casi gomosa en consistencia, pero aún así la piel suave se estiró sobre los músculos bien definidos. Sidon sonrió y Link asintió entendiendo. Le gustaba cuando el Zora se abría y hablaba sobre su gente, pero no sucedía muy a menudo, ya que parecía que siempre cambiaba el tema sobre lo hylianos después de un tiempo.

—¿Por qué solo tienes pelo en la cabeza?

—No es así. Tengo pelo por todas partes, sólo que es muy fino en esas partes, excepto en mi cabeza —Link se encogió de hombros—. Supongo que evolucionamos para no necesitarlo en ningún otro lugar, ya que perdemos la mayor parte de nuestro calor a través de nuestra cabeza.

—Te he visto comer otras cosas además de carne. ¿Cómo haces eso?

—Tengo dientes molares de forma cuadrada en la parte posterior de mi boca. Los dientes frontales son para rasgar alimentos como la carne y morder cosas como la fruta y los dientes posteriores lo muelen aún más para que sea más fácil de digerir.

—¿No te tragas la comida entera?

—No —Link señaló a su cuello—. Tenemos cuellos más pequeños y podemos ahogarnos fácilmente. ¿Tú sí?

—La mayoría de las veces sí, pero trato de dejar que la comida que cocinas para mí permanezca un poco más en mi boca, ya que sabe tan bien. —Link tuvo que sonreír ante eso.

Todas las noches se convirtieron en una especie de rutina después de la cena. Descansabab junto al fuego por un tiempo hasta que la luna estuviera a la mitad del cielo nocturno y luego se iban a la cama. Cuando se sentaban al lado de la chimenea, Sidon dormitaba, por lo que había un silencio cómodo entre ellos, o miraba por encima del hombro de Link leyendo el mismo libro. Link a menudo se preguntaba si el Zora leía más rápido o más lento que él, porque Sidon nunca hacía ruido ni indicaba cuándo había terminado para así poder pasar la página. ¿Quizás no podía leer la escritura de los hylianos en absoluto? Pero si eso fuera cierto, ¿por qué pretender estar leyendo con Link en primer lugar? Fue desconcertante, pero nunca preguntó, porque disfrutaba de la cercanía.

Era agradable. Muy agradable. Despertarse cada mañana y tener a alguien con quien hablar. Alguien que tomaba decisiones que cambiaban los días un poco. Alguien que parecía admirarlo y que le gustaba mucho y no lo menospreciaba por su biología. Por otra parte, Sidon no parecía saber sobre la dinámica de apareamiento de los hylianos en lo más mínimo y Link realmente no quería tocar ese tema.

Todo había ido perfectamente hasta una mañana en que la que Link dormía. Un sueño horrible lo había acosado toda la noche. Sidon y él habían estado parados en la costa mientras el sol se ponía detrás de ellos en un oscuro y siniestro color burdeo. El agua que chocaba contra sus pies era casi negra y espesa como la tinta. Sidon lo había mirado con tal expresión de dolor cuando dio un paso atrás en el agua.

—Tengo que volver —Había susurrado, sonando tan cansado y afligido—.Ya he perdido a alguien tan increíblemente cercano a mí que no quiero perder a otro —Sus ojos amarillos estaban nublados por el dolor—. No puedo pasar por eso otra vez. ¿Por favor, trata de entender?

Link no sabía lo que estaba pasando. Sintió como si su corazón se rompía y quería más que nada hacer que  se quedara, pero no pudo. Sabía que Sidon necesitaba hacer esto, incluso si destrozaba a Link por dejarlo. Tenía que hacerlo, porque se preocupaba por Sidon lo suficiente como para dejarlo ir. Él entendió la importancia del deber y la responsabilidad. No hace mucho había mantenido ese mismo honor e ideología hasta que se le fue arrebatado. Dejándolo sin dirección y propósito. No quería eso para Sidon. Sabía que ni siquiera la personalidad del Zora era lo suficientemente egoísta como para dejar de lado la obligación por la satisfacción personal. Lo admiraba por eso. Lo amaba profundamente por eso también.

Link se despertó sobresaltado y se aferró a las sábanas con un sudor frío. Sacudiendo la cabeza para aclarar sus pensamientos, miró por la ventana la forma en que el sol de la mañana casi comenzaba a levantarse en el cielo. También vio a Sidon saliendo del granero con Twilight bostezando a su lado. Al abrir su ventana lo llamó, sorprendiendo a Sidon por un segundo antes de mirar hacia arriba.

—¡Maestro Link! Dios, te levantaste temprano esta mañana.

—Sí, tuve una pesadilla que me despertó. Supongo que comenzaré temprano. ¿Qué te gustaría para el desayuno?

Sidon se echó a reír.

—Cualquier cosa que decidas está bien. Sin embargo, ya que estás despierto, ¿por qué no vienes conmigo y nadas temprano?

Link frunció el ceño ante la idea

—¿No estaría el mar demasiado frío? ¿O más frío de lo que está en la tarde?

—No particularmente, pero todos los animales están fuera y tienen menos miedo de las personas. Si quieres, puedo mostrarte las piscinas de mareas. —Hizo un gesto amplio con las manos como si su idea fuera simplemente brillante.

Link tuvo que sonreír ante su entusiasmo.

—¿No te importaría?

—¡De ninguna manera! —Sidon animó— ¡Me encantaría compartir mi mundo contigo!

Link se echó un poco y asintió con la cabeza.

—Está bien. Deja me cambio y en seguida estaré abajo.