Capítulo 4
Acomodan a Maddie en su cuna para que pueda continuar su siesta, y retienen la respiración cuando ella se agita ligeramente. Pero se queda dormida, sin embargo, así que se escabulle silenciosamente fuera del dormitorio. Hannibal es bastante ligero sobre sus pies.
En el pasillo, Will se siente un poco incómodo: se casaron hace más de un mes y sólo se han besado unas cuantas veces... le gustaría volver a la intimidad de la cocina. La incomodidad se desvanece cuando se encuentra con los ojos de Hannibal- mira a Will como si quisiera devorarlo por completo.
Will piensa que podría dejarlo. Se acerca y besa a Hannibal de nuevo, entonces todo es sencillo, y después de eso, se siente como si perdiera rápidamente el control, y no le importa. Hannibal se siente cálido contra él, con sus brazos alrededor de Will, y su boca está tan hambrienta, como si hubiera estado muriéndose de hambre por él todo este tiempo.
"Iremos despacio," murmura Hannibal entre mordiscos a la oreja de Will.
"¿Qué pasó con hacer lo que yo quiera?" pregunta Will, pero inclina su cabeza para que Hannibal pueda dejar una línea de besos en su cuello.
"Acabas de ser apuñalado," le recuerda Hannibal, mientras lo hace retroceder hasta la puerta del dormitorio de invitados. Will sólo ha estado en ahí una o dos veces: tiene algunos bonitos grabados japoneses en la madera, pero también muchas mariposas extrañas en vidrios sobre las paredes.
"Sólo un poco," dice Will, abriendo la perilla de la puerta detrás de él. "Además, es probable que tengamos como diez minutos antes de que la Señorita M decida despertarse y sentirse infeliz con el mundo, así que hay que hablar menos."
"Seguramente al menos treinta," dice Hannibal, pero él sigue el ejemplo de Will y se quita la ropa de la manera más limpia y rápida posible.
"¿Quieres apostar?" pregunta Will, tirando la cobija hacia abajo y acomodándose en el colchón. Él sabe que necesita tomárselo con calma, la herida está sensible y duele, pero no hay razón para que no puedan tener lo que quieren si son razonablemente cuidadosos.
No tiene tanto tiempo para mirar a Hannibal como le gustaría, pero no tiene mada en contra de tener a Hannibal encima de él. Puede sentir la línea dura del miembro de Hannibal contra su estómago, y cuando Hannibal toma el pene de ambos en su mano, se queja.
"Me temo que el lubricante está en nuestra habitación," dice Hannibal.
"No hay tiempo para conseguirlo," dice Will. "Y de todos modos, no lo necesitamos," Se sentiría avergonzado por la cantidad de pre semen que está liberando, excepto que es algo muy útil.
Hannibal aprovecha el pre semen y lo extiende sobre sus miembros. "Chico desordenado," dice, con voz baja y agradecida.
Will se echa a reír. "Espera a que te la chupe, entonces verás quien es el desordenado," Empuja a Hannibal, y gime, porque el pene de Hannibal está resbaladizo y duro contra el suyo, y ha pasado tanto tiempo, y aún así...
No puede recordar la última vez que el sexo se sintió así. Hannibal lo mira como si realmente pudiera ver todo, y el placer de ser visto es tan intenso que casi anula la mierda sucia que Hannibal le está murmurando. Casi.
"La próxima vez," dice Hannibal. "La próxima vez, mi querido, voy a beberte por completo, luego te daré la vuelta y haré un desastre de ti."
"Oh, mierda," dice Will sin aliento, apretando con más fuerza los hombros de Hannibal. "No te detengas, no..."
"Cualquier cosa," dice Hannibal, respirando con dificultad. "Cualquier cosa, Will- "
Los dedos de los pies de Will se doblan y llega tan fuerte que su mente se queda felizmente, bellamente, en blanco.
Hannibal no se queda atrás, y se desliza para recostarse junto a Will mientras ambos recobran el aliento. El cerebro de Will puede haber entrado en cortocircuito, pero aún es consciente de que Hannibal está pasando los dedos por su estómago, frotándolos contra su piel, con cuidado de evitar el vendaje que cubre sus puntos.
El momento llega a un abrupto final cuando Maddie despierta un poco después de la marca de veinte minutos. "Justo en el medio, ¿eh?" dice Will, silenciando la notificación en su teléfono.
Hannibal parece pensarlo. "Sí, supongo que sí," dice, y luego besa el anillo de boda de Will antes de deslizarse fuera de la cama.
***
Freddie Lounds publica otro artículo, al principio Will decide no leerlo, pero Hannibal le entrega la tablet en la cama y dice: "Probablemente sea bueno que lo leas."
Will lo lee, y es la habitual basura sin sabor que Lounds suele escribir, con comentarios intrusivos adicionales en sus vidas personales. Es cuando él llega a la parte en que ella discute la investigación que hay sobre la conducta profesional de Hannibal que realmente comienza a apretar los dientes.
"Voy a matarla," dice Will tranquilamente.
"Estaré encantado de ayudar, pero primero tendremos que encontrar una niñera."
Will se sorprende de dejar escapar un bostezo. Le devuelve la tablet a Hannibal antes de meterse en la cama. "Probablemente deberíamos hacerlo, de todos modos," dice, aunque no le encanta la idea de dejar a un extraño cuidando a Maddie. "¿Cuándo fue la última vez que salimos de casa y no fuimos al supermercado o a un hospital?"
"Según recuerdo, estabas en un parque público cuando te apuñalaron."
Will lo mira de reojo. "Nunca vas a olvidar eso, ¿verdad?"
Hannibal apaga la luz y se acomoda para dormir. Todavía se siente como algo nuevo y aventurero el sólo acercarse para acurrucarse junto a él, pero Hannibal no ha protestado todavía, ni ha hecho que se sienta no deseado. Es todo lo contrario, de hecho, por la forma en que envuelve a Will en sus brazos.
"Will," susurra en su oído.
"¿Hmm?"
"¿Estás muy cansado?"
Sinceramente, Will ha estado cansado durante meses, antes de que llegara Maddie, y agregarla a la mezcla no ha ayudado mucho. Y aún así, "Eso depende de si estás dispuesto a hacer todo el trabajo."
"Sería un verdadero placer," le asegura Hannibal, y se quita las cobijas de encima antes de deslizarse por la cama.
***
Will se despierta de un sueño inquietante con el sonido de Maddie empezando a inquietarse. No le llamaría pesadilla, exactamente- soñaba que el hombre con cuernos estaba sentado en la silla junto a la cuna, sosteniendo a Maddie en sus brazos. Sus astas crecían y crecían y los envolvían a ambos como una barrera protectora. El ciervo yacía tendido en el suelo como uno de sus perros. En su sueño, Maddie no estaba molesta por nada de esto, y Will...
Se sentía seguro.
Se levanta de la cama y mete los pies en las zapatillas antes de sacar a Maddie de la cuna. Hacen un rápido desvío a la habitación de Maddie aún sin terminar para usar el cambiador que hay allí antes de dirigirse a la cocina. Winston y Teddy los siguen escaleras abajo, mientras Zoe duerme.
"Didn't know what time it was, and the lights were low," le canta a la bebé mientras prepara su botella. Su voz se rompe ligeramente en el coro, pero Maddie no es una crítica musical. Se encuentra a sí mismo revisando las ventanas de la cocina, pero todo lo que puede ver es su reflejo y el de Maddie. Debería ser tranquilizador.
No lo es.
"Puede que realmente tenga que hablar con alguien," le confiesa a Maddie cuando ella comienza a beber su botella.
Teddy y Winston tienen sus orejas alertas, como si escucharan algo que él no. Espera que sólo sea un mapache vagando por los contenedores de basura de nuevo.
Se alegra cuando ve a Maddie terminar su botella, la hace eructar y sube las escaleras tan rápido como puede. Sabe que es ridículo, pero cierra la puerta de la habitación detrás de él, y después de que acomoda a Maddie, se mete en la cama y pone un brazo alrededor de Hannibal.
"¿Will?" Dice Hannibal, probablemente sólo medio despierto.
"Shhh," dice Will. "Vuelve a dormir. Todo está bien."
"Estás temblando," dice Hannibal, y suena desconcertantemente más alerta de lo que hacía un segundo atrás.
"Tuve un sueño extraño," dice Will. Hannibal lo sostiene fuerte, y eso ayuda, pero el miedo se aferra a él más fuerte todavía. "Puede que necesite terapia," susurra Will.
"Por la mañana," promete Hannibal.
***
A Will no le gusta especialmente la sensación de estár siendo manipulado, pero Hannibal probablemente tenga razón al suponer que el café y el tocino ayudarán mucho a que esté dispuesto a hablar de la noche anterior.
"Anoche estabas asustado," dice Hannibal eventualmente. Sus agudos ojos están fijos en Will. "Todavía lo estás."
Will suspira, y toma un sorbo de su café para poder reunir sus pensamientos. "Creo en lo que le dije a Jack, no creo que Gideon regrese para terminar lo que comenzó."
"Pero la posibilidad de que lo haga permanece en tu mente."
"Sería diferente si Gideon estuviera bajo custodia," dice, y luego se encoge de hombros. "Pero, también, puede que no."
"Si deseas hablar con alguien, puedo investigar las mejores opciones para que las consideres," dice Hannibal.
Will asiente a regañadientes. "Gracias," dice. "Me molesta un poco que ya no puedas ser tú."
"Te escucharé cuando lo desees, pero como tu esposo, no como tu terapeuta. Apenas puedo ser objetivo ahora," dice Hannibal. "Me alegra que me hayas buscado anoche, nunca deberías dudar cuando sientas la necesidad de hacerlo."
"Por supuesto que fui a ti," dice Will. "¿En quién más podría-? Tú sabes."
"¿Saber qué?"
Will traga. "Confío en ti," dice, mirando su plato. Cuando se arriesga a mirar hacia arriba, Hannibal parece, no conmovido, exactamente, sino devoto.
"Confía en mí, entonces, cuando digo que nuestra familia está a salvo, hasta que tu cabeza y tu corazón concuerden," dice Hannibal.
Will busca su mano, entonces, y se deja consolar.
***
Hannibal le da a Will una lista corta para su consideración al día siguiente. "No necesitas elegir a nadie de esta lista. Pero creo que todos tienen algo que ofrecerte, y recomendaría a cualquiera de ellos sin dudarlo."
Will toma la lista- escrita a mano, por supuesto, en la hermosa caligrafía de Hannibal, y busca los nombres más tarde. Es un grupo diverso, pero encuentra el hilo común muy rápidamente.
Todos ellos se especializan en lidiar con el trauma.
A pesar de que se ha casado con uno, todavía no le agradan los psiquiatras en general, y realmente no está dispuesto a dejar que nadie más que Hannibal comience a hurgar en su cabeza. Pero por otro lado, él sabe que Hannibal sabe eso. Hannibal no le habría recomendado a nadie que quisiera explorar su psique por la fama y el dinero.
Lee sobre los cinco, antes de decidir llamar a la Dra. Nadia Amrani para agendar una cita.
Él espera ser atendido por un asistente administrativo, pero es ella misma quien contesta el teléfono. "Habla la Doctora Amrani."
Will se inquieta y casi inicia a sudar por los nervios. "Uh. Hola. Soy Will Graham, Graham-Lecter. ¿Quería concertar una cita? Si es que está tomando nuevos pacientes. No lo verifiqué." Se obliga a dejar de hablar, pero es una lucha.
"Me complace que haya llamado," dice ella, y su tono es cálido, y ahí es cuando Will se da cuenta de que, por supuesto, Hannibal los examinó a todos cuidadosamente y les avisó que él podría llamar. Programan una cita en poco tiempo: ella tuvo una cancelación para mañana por la mañana, justo cuando Hannibal no tiene citas y puede quedarse en casa con Maddie.
"Sonaba bien en el teléfono," dice vacilante Will, durante la cena, más tarde esa noche. Es más de lo que puede decir de la mayoría de los psiquiatras con los que ha hablado.
"¿Yo sonaba bien, cuando me conociste?"
Will levanta las cejas. "Parecías un idiota, y terminé casándome contigo. En este caso, me reservo el juicio."
"Prudente." Dice Hannibal, con una sonrisa que va hasta sus ojos.
***
"¿Por qué estás aquí, Will?" Pregunta la Dr. Amrani.
Él se inquieta. Quiere caminar alrededor de su oficina inundada de luz solar. Hay un gran ventanal y plantas por todas partes, verde y vibrante. No está convencido de que esto funcione- antes de Hannibal, sostenía que la terapia no funcionaba en él, y no está seguro de que eso haya cambiado, exactamente. Hannibal rompió la curva en más de un sentido.
Sin embargo, aún así, podría intentarlo. Ya está aquí. "Fui apuñalado por un asesino en serie. Tenía a mi hija conmigo, y estoy teniendo... problemas, lidiando con eso."
Ella no se ve ni remotamente desconcertada. Su expresión es abierta, y amable. "Empecemos por ahí," dice ella, y Will se encuentra a sí mismo asintiendo con la cabeza.
***
Abigail se une a ellos para cenar un sábado por la noche. Hannibal explica que harán un ensayo. Abigail cuidará de Maddie mientras ellos aún están en la casa, para asegurarse de que todos estén cómodos, antes de que Will y Hannibal las dejen solas.
"Ella es sólo una niña," dice Will dubitativamente, cortando verduras bajo la supervisión de Hannibal. "¿Realmente deberíamos dejarla sola con nuestra bebé?"
"Ella tiene experiencia con el cuidado de niños, y esto le dará propósito y dirección," dice Hannibal con calma, tocando la espalda de Will cuando pasa junto a él con una sartén caliente.
Will recuerda que las chicas de su escuela secundaria cuidaban niños y nadie se impresionaba. Hubo una época donde Will cuidaba a algunos niños que vivían junto a él, después de la escuela y hasta que su madre llegaba a casa del trabajo, lo cual significó algo de dinero estable cuando aún no tenía la edad suficiente para obtener un trabajo de verdad. Will se aseguraba de que tuvieran un bocadillo después de la escuela y luego, en su mayoría, sólo hacía su tarea y los vigilaba mientras corrían afuera.
"Vamos a pagarle, ¿verdad?" dice. "No sólo darle veinte dólares para pizza."
"Negociaremos un salario justo y apropiado," dice Hannibal, con una expresión que recuerda ligeramente a un gato mojado. "Y por supuesto voy a poveerle la cena."
Su teléfono suena con un mensaje de texto, y Will abandona su tabla de cortar para dejar a Abigail entrar. Ella necesitará una llave, piensa, y mentalmente lo anota para mencionarselo a Hannibal. "Hola," dice. "Espero que tengas hambre."
"Siempre tengo hambre," dice Abigail, haciendo una mueca. "La comida en el hospital es basura."
De cualquier modo, Will decide que va a darle un billete de 20 dólares para pizza la próxima vez. Ella es una adolescente. Probablemente pueda comer la elegante comida de Hannibal y aún tener espacio para algunas rebanadas de pizza.
Abigail le da a Maddie una botella mientras terminan de cenar, y Will trata de no vigilarlas. Abigail lo hace bien, y Maddie no parece particularmente perturbada por ser alimentada por otra persona. Hannibal lo envía a la bodega para buscar una botella particular de vino blanco, y Will va con bastante facilidad. Le toma unos minutos encontrar la botella correcta, y se da cuenta de que puede escuchar la voz de Abigail, no claramente, pero debe haber un respiradero o algo así junto al sillón en la cocina que lleva el sonido abajo.
Cuando la cena está lista y Hannibal los hace sentarse en el comedor, Will se siente bien y realmente hambriento, y Abigail parece estarlo también. Will no recuerda haber comido mollejas antes, y no estaba del todo seguro de qué esperar, pero Hannibal las frió y las sirvió con pasta hecha a mano y una salsa de crema con limón y alcaparras, y casi todas se deshacen en su lengua. "Esto sabe tan bien," le dice a Hannibal con fervor. "Por favor, dime que quedaron algunas para el almuerzo de mañana."
Hannibal se ve contento. "Tal vez," dice, lo que es tan bueno como un sí. Las cosas de las que Will pide una segunda porción o por las que expresa su agrado, tienden a aparecer en un contenedor de vidrio en el segundo cajón de la nevera, con un post-it que tiene el nombre de Will escrito.
"Una vez comí mollejas de cordero," dice Abigail. El recuerdo no parece agradable. "No sabían así."
"Estas son de ternera," dice Hannibal. "Me parece que remojarlas en leche hace una diferencia considerable."
Will limpia su plato en poco tiempo y quiere una segunda porción, pero sabe que hay panna cotta en la nevera, y que Hannibal hará una mueca de tristeza si no tiene espacio para su postre.
Después de la cena, se acomodan en el estudio: Will se sienta junto a Hannibal en el sofá, y Hannibal sostiene un libro en una mano y pone su brazo alrededor de Will. Will lee algunos artículos en la tablet de Hannibal- realmente debería conseguir una propia, y disfruta del calor que la chimenea les brinda, así como del cuerpo de Hannibal presionado contra el suyo. Los perros están frente a la chimenea, y Abigail revisa algo en su teléfono mientras mira periódicamente a Maddie en su portador.
Es todo lo que Will ha querido.
En un punto incluso cierra los ojos y deja que su cabeza descanse sobre el hombro de Hannibal. Jura que sólo será un minuto o dos, y luego Hannibal dice su nombre y Will se da cuenta de que se quedó dormido.
"Mostrémosle a Abigail nuestra rutina nocturna con Madeleine," dice Hannibal en voz baja.
Will bosteza, se estira y se levanta, Hannibal se aleja para sacar a los perros. "Los perros duermen aquí," le dice a Abigail, señalando la alcoba. "Querrás dejarlos salir antes de prepararte para dormir."
"Lo tengo," dice ella.
"Por lo general, le damos a Maddie un baño, una botella y luego le leemos una historia antes de acostarla," dice Will. Él guía el camino a la habitación de la bebé, que finalmente está terminada. Cuando mudaron la cuna de Maddie allí a principios de esta semana, él pensó que ella estaría inquieta, pero siguiendo la misma rutina a la hora de acostarse, estuvo bien. No quiere admitir que Hannibal tiene razón con todo eso de la higiene del sueño, pero puede apreciar los resultados.
Abigail es gentil y cuidadosa con Maddie durante su baño, y después de cambiar su pañal y meterla en su ropa para dormir, Will le muestra a Abigail el calentador de biberones y las deja a ambas en la mecedora junto a la cuna.
Sale un minuto para encontrar a Hannibal saliendo del dormitorio donde se quedará Abigail— Hannibal de verdad compró demasiada casa para una sola persona— y le pregunta en voz baja: "¿Todo bien?"
"Le dejé el monitor manual por si acaso," dice Hannibal.
"La vi descargar la aplicación en su teléfono," dice Will, y sonríe un poco. "Además, ella estará justo al lado, si Maddie se despierta, Abigail lo notará."
Hannibal jace un gesto con la boca, pero concede el punto con un movimiento de cabeza.
Todavía se siente raro no tener a Maddie en la habitación con ellos. Se siente aún más raro cuando Hannibal le dice que apague las notificaciones del monitor de bebé en su teléfono."Tenemos que mostrarle a Abigail que confiamos en ella," dice Hannibal.
"Lo sé," dice Will, y se deja caer en la cama. "Deja de ser tan razonable."
"Si todo va bien, podrás dormir por lo menos ocho horas sin interrupciones," dice Hannibal, apagando la luz.
Will hace un ruido indecente. "Ocho horas," dice soñadoramente, y se acurruca en su almohada.
Hannibal lo abraza por detrás bastante agresivamente y lo besa en la nuca de una manera que puede interpretarse como si estuviera tratando de comenzar algo, pero el agotamiento golpea a Will como una roca. La copa de vino que Hannibal lo convenció de beber probablemente no ayudó.
"¿Después, cariño?" Murmura. Debe estar murmurando las palabras.
"Por supuesto," dice Hannibal. Justo antes de que Will se duerma, cree escuchar a Hannibal decir: "Duerme muy bien, querido."
***
Will se despierta sintiéndose de lo mejor que se ha sentido en tal vez seis meses. Se estira un poco en la cama, no del todo dispuesto a abrir los ojos. Puede sentir el calor del sol en su cara y la mano de Hannibal en su cabello.
"¿Qué hora es?" Pregunta, con la voz ronca.
"Las ocho y media," dice Hannibal. "¿Cómo has dormido?"
"Es el mejor sueño que he tenido en meses," dice Will. Parpadea, abre los ojos, ve a Hannibal mirándolo desde donde está sentado contra la cabecera, y se ve tan cariñoso, tan feliz, que Will no puede evitar sonreírle. Hannibal lleva su bata sobre la pijama, lo que significa que ya ha estado abajo. "¿Maddie te despertó?"
Hannibal niega con la cabeza. "Me desperté a mi hora habitual, así que le di la primera botella del día."
"¿Qué sentido tiene tener una niñera si igual vas a hacer el trabajo?" pregunta Will con tono burlón.
"El punto, querido Will, es que me prometiste un después, y tengo la intención de cobrarlo. Por completo."
Will traga. Desde que empezaron a tener sexo, la mayor parte han sido intercambios apresurados de trabajos manuales y algunas mamadas, pero para ser sincero, Will suele estar demasiado cansado. Sus médicos dicen que la fatiga disminuirá a medida que su recuperación continúe, pero es un poco difícil distinguir la diferencia entre la fatiga por la encefalitis y la fatiga por tener un bebé en este momento.
Esta mañana, sin embargo, Will está descansado y se siente ambicioso. "¿Qué tienes en mente?" Pregunta. Suena bastante coqueto.
"Tal vez te gustaría unirte a mí en la ducha," sugiere Hannibal, y le da a Will una mirada muy acalorada.
Will se cepilla los dientes y usa el inodoro mientras Hannibal comienza a ducharse. Es una habitación bastante elegante— inicialmente, Will puso los ojos en blanco ante los dos cabezales de ducha y los chorros de masaje, pero después de unos meses, podía admitir que la elegancia podía ser buena en determinadas circunstancias.
Lo que es definitivamente bueno, es que Hannibal ya está en la ducha, con una nube de vapor que comienza a elevarse. Ya antes se había bañado con Hannibal, pero no fue una ducha realmente sexy, fue más bien él, sentado en el banco de la ducha mientras Hannibal lavaba su pelo porque él estaba demasiado agotado por la plasmaféresis.
Esto es muy diferente. Hannibal está desnudo y mojado y mira a Will como si fuera a cobrar ese después muy, muy bien.
Will se quita los boxers y se mete en la ducha, en los brazos de Hannibal, y besarlo se siente muy bien. Si hay algo en lo que han practicado hasta ahora, es que Hannibal es un gran defensor de besarse sólo por el gusto de hacerlo, Will todavía no está del todo en paz con la idea de ser bienvenido de esa forma, con la idea de que Hannibal lo quiere, aparentemente sin reservas.
Cuando rompen el beso para respirar, Hannibal toma el champú con delicado aroma a base de hierbas y dice: "¿Puedo?"
Will asiente con la cabeza, porque Hannibal no es fácil de leer, pero él sabe que simplemente disfruta hacer esto, y Will— Will es como uno de sus perros adoptados, lleva demasiado tiempo sin contacto y está hambriento de ello ahora. Él inclina su cabeza hacia atrás y cierra sus ojos mientras los dedos de Hannibal se mueven a través de su cabello, masajeando su cuero cabelludo, y cuando termina, Will hace lo mismo por él. Pero Hannibal no cierra los ojos hasta que está listo para enjuagarse.
Enjabonarse el uno al otro es mucho más práctico, y no pasa mucho tiempo antes de que Hannibal tenga su trasero sujeto con ambas manos y sus miembros juntos, y Will está completamente a bordo de frotarse el uno contra el otro en la ducha, excepto que los dedos de Hannibal están coqueteando con la hendidura de su trasero y le pregunta a Will, de nuevo, "¿Puedo?"
Ha pasado mucho tiempo desde la universidad, y Will rara vez presta atención a su entrada cuando se está masturbando, a pesar de que le gusta. "Ve despacio," dice, y Hannibal lo toma en serio, frotando suavemente su agujero. Ha olvidado lo bien que se siente tener a alguien más haciéndole esto, e incluso con el toque cuidadoso de Hannibal, Will se tiene que sujetar de sus hombros para mantener el equilibrio, y sus jadeos resuenan en los azulejos del baño. "Más," suplica.
Hannibal cierra la ducha, y ambos hacen un vaho intento de secarse antes de caer en la cama. Hannibal toma el lubricante de la mesa de noche antes de poner una almohada debajo del trasero de Will.
"Puedo girarme," ofrece Will.
"No harás eso," dice Hannibal. "Quiero ver tu rostro."
Will preferiría esconder su rostro en las almohadas, lo que debe ser claro en su expresión, porque Hannibal lo besa y luego lo besa un poco más. El lubricante se siente caliente cuando finalmente toca la entrada de Will, es un gesto considerado y Will suspira y se relaja.
"Ahí va," dice Hannibal, frotando el agujero de Will antes de presionar un dedo dentro. Retrocede para mirar la cara de Will, como si no pudiera pasar por alto ningún cambio en su expresión, como si estuviera memorizando esto, como si fuera a dibujar a Will con una corona de estrellas, exaltado.
"Otro," dice Will, y Hannibal obedece, y sus dedos se sienten largos, profundos y muy bien, simplemente tocando donde Will quiere, tomando su tiempo para trabajar a Will hasta que esté abierto, listo y ansioso por hacerlo.
Empuja su pene dentro de él lentamente, dándole tiempo para ajustarse, y cuando llega al fondo, comienza a follarlo con empujes lentos— Will suspira y lo recibe, toma todo lo que Hannibal quiere darle. Hace mucho tiempo que no confiaba lo suficiente en alguien para estar desnudo frente a él, entrelazando los dedos y mirándose a los ojos.
Es casi insoportablemente íntimo, y Will no puede mirar hacia otro lado. Hannibal cambia un poco su ángulo y hace que Will se sienta tan bien. Trata de sofocar los ruidos que hace con sus manos, pero Hannibal dice: "Haz el ruido que quieras, es sólo para mis oídos."
Will se permite gemir, entonces, cuando Hannibal presiona sus rodillas más cerca de su pecho y se acerca mucho más, yendo mucho más profundo. Hannibal lo está devorando con la mirada, consumiendolo, y la luz del sol que fluye en la habitación debería hacer que Will sienta que no hay dónde esconderse, pero ni siquiera está seguro de querer hacerlo.
"Eres sólo eres para mí," Suspira Hannibal, y lo besa con fuerza.
Will lo empuja por los hombros y Hannibal entiende, haciéndolos rodar para que Will esté a horcajadas sobre él.
"¿No crees que eso va en ambos sentidos?" pregunta Will, y se sienta en el miembro de Hannibal. Ya no quiere ser gentil; monta a Hannibal duro, moviendo sus caderas hasta que encuentra el ángulo perfecto, hasta que está persiguiendo su placer y verlo reflejado en el rostro de Hannibal. Hannibal está tan perfectamente concentrado en el momento, que Will no puede evitar estarlo también— todo es Hannibal, estirándolo, es el ardor en sus muslos mientras se levanta para poder bajar con fuerza, el suave susurro de "Oh Dios, Mierda, ah," que sale de su boca, y las manos de Hannibal agarrando sus caderas con fuerza.
Termina casi en el segundo en que Hannibal envuelve su mano alrededor de su pene— se encoge con fuerza y grita cuando la sensación llena su estómago. Siente que las caderas de Hannibal se contraen en empujes abortados, su miembro aún duro dentro de él. "Vamos," dice Will. "Todavia puedes—"
Hannibal los maniobra para que Will esté debajo de él otra vez, y él también ha sido gentil hasta ahora: embiste a Will con fuerza, casi gruñendo, y durante una fracción de segundo, Will ve a Hannibal envuelto en cornamentas, y luego Hannibal se estremece y gime con fuerza, y Will se siente rodeado, marcado, preciado.
Debe quedarse dormido en el resplandor siguiente; regresa a sí mismo cuando los dedos de Hannibal permanecen jugueteando alrededor de su entrada. Will yace medio encima de él, y claramente no ha habido ninguna limpieza aún, porque todavía está hecho un desastre con el semen de Hannibal.
Esto será habitual, decide Will. En particular, no le molesta la oscura corriente de posesividad que ve en Hannibal; está más preocupado por lo mucho que le gusta, por lo mucho que quiere que Hannibal lo mantenga cerca y nunca lo deje ir.
Su estómago elige ese momento para gruñir, y Hannibal se estremece— de todas las cosas que puedan provocar una reacción visible de él, nada lo hace ir más rápido que la sugerencia de que Will podría estar hambriento de alguna manera o forma.
Pero lo que sea que esté por decir, se ve impedido por el timbre del teléfono de Will.
"¿Will?" Dice Jack cuando responde. "Hay algo que necesitas ver."
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