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007. Sol y Luna

Relato escrito por user78857367

Lumity

Dicen que la luna nació sin brillo, que un día apareció sin más en el cielo oscuro y que el sol, enamorado de ella, le obsequió parte de su luz.

Que ella era mitad oscuridad y mitad frío.

Dicen también, que ambos bailaron un vals eterno, que giraron alrededor de las estrellas intentando alcanzarse, y cuando lo lograron, un eclipse estalló, enviando una gota de sol y luna a la tierra.

Pero no cayeron juntas, y la luna, asustada, comenzó a buscar al sol cada noche sin encontrarlo.

«¿A dónde te has ido mi luz?».

Amity caminaba por la acera escuchando música mientras recordaba otra vez aquella leyenda, la de la luna en busca del sol, y se preguntaba ¿Qué se sentiría ver a alguien y sentir una atracción tan mística y fuerte? ¿Cómo reconoces a tu alma gemela?

¿La reconocería ella si la viera a los ojos?

No es que estuviera buscando almas gemelas aquel día, pero la intriga estaba ahí, susurrándole ideas en la cabeza.

Desde hacía un tiempo, ella sentía que le hacía falta una parte de sí misma. Una mitad. Algo, o alguien, a quién aún no conocía, pero que la hacía levantar la mirada de la nada, buscándolo a su alrededor.

Esperaba ver de reojo una señal, un destello. Cualquier cosa. Sentía que podría reconocerlo si lo encontraba.

Pero, ¿Y si no?

Aquella duda la había llevado a buscar información en internet, lo que a su vez la había hecho toparse con aquella leyenda, y mientras leía, podía verse reflejado en aquellas palabras.

«La busca todas las noches, esperando ver un destello de luz».

¿Y si ella era como la luna, destinada a encontrar a su sol?

-Hey Luz- llamó una voz a lo lejos. Amity alzó la vista instintivamente por curiosidad, y sus ojos se toparon con dos chicas que se saludaban al otro lado de la calle.

Sabía que debía voltear hacia otro lado y seguir con su camino, pero sus pies se habían quedado varados ahí, inamovibles.

Ella tenía el cabello castaño corto y una sonrisa más radiante que el sol.

-¡Willow!- la escuchó exclamar, mientras abrazaba a la otra chica, a quien su cabeza recordaba ya haber visto en algún otro lado. ¿Pero dónde?

Su mirada descarada recorrió su silueta, su rostro, sus piernas, y sin poder evitarlo, sus mejillas se tornaron de rojo y su boca sonrió.

Era muy bonita.

Y entonces, la vieron.

Disimular no era una opción, no cuando la chica de ojos verdes ya le estaba susurrando algo a Luz, y aunque quería correr y no mirar atrás, sus pies seguían fijos en el suelo, como pegados con goma de mascar.

-Hola Amity- la saludo la chica de ojos verdes antes de notar su confusión en el rostro.

-Hola- devolvió, sin saber que más decir mientras sus manos apretaban con fuerza la tela de su falda escolar.

-Creo que no me recuerdas- dijo la chica, extendiendo su mano. -Soy Willow Park. Tu nueva vecina. Desde hace cuatro días- le dijo.

A Amity se le volvió a teñir el rostro de rojo, esta vez por la vergüenza. ¡Si su propia madre había invitado a su familia a almorzar el día que llegaron!

Definitivamente Amity Blight traía la cabeza en la luna.

-Ohh, claro- dijo, como si fuese obvio. -Yo soy Amity- devolvió.

-Lo sé- se rio Willow, señalando a su compañera. -Y ella es mi amiga...-.

-Soy Luz Noceda- exclamó la chica de cabello castaño, interrumpiendo a Willow y extendiéndole la mano.

-Ho-hola- tartamudeó Amity, tomándole la mano.

Su piel era cálida y suave, y su tacto sobre ella se sentía como electricidad. Le gustaba, mucho, y a la vez podía sentir como los nervios crecían más y más dentro de ella.

Tardaron varios segundos de más en separar sus manos, como si ambas quisieran no hacerlo.

-¿T-tú también eres nueva por aquí?- preguntó Amity, jugueteando con un mechón de cabello.

-Me mudé el año pasado- dijo, apoyando su brazo sobre la pequeña Willow. -Antes de eso vivíamos en
Gravesfield-.

-Oh- exclamó Amity, mientras Willow asentía, acomodando sus lentes.

-¿Y qué hay de ti?- preguntó Luz, caminando a su lado mientras las tres chicas emprendían el camino a casa.

Amity no podía evitar sonreír como tonta al escucharla, aunque solo estuviesen conversando sobre las clases, y libros, y planes para el fin de semana.

No podía explicar lo que era, pero aquella chica desprendía un brillo magnético que la hacía querer orbitar a su alrededor durante noches.

Como la luna alrededor del sol.

Amity volvió a recordar la pequeña leyenda mientras Willow se despedía y Luz, aún a su lado en la acera frente a su casa, le sonreía una vez más.

Solo a ella.

-Mi sol- susurró, y rápidamente se llevó las manos a la boca, roja cuál tómate.

La sonrisa de Luz tembló, una mezcla de confusión y halago, y sus propias mejillas se pintaron de cereza.

-¿Soy tu sol?- preguntó, cruzándose de brazos galante y tímidamente.

-Yo... mmm... si, no...- tartamudeó Amity, dando un paso atrás. ¿¡Por qué le había dicho eso!?

-Gracias. Suena muy lindo- susurró Luz, dando dos pasos hacia ella.

De cerca, olía a vainilla y café, tenía pequeñas pecas salpicadas en las mejillas y sus ojos eran de un hipnótico marrón claroscuro, como pequeños soles atrapados en ámbar.

-Mmm- gimió Amity, atontada sin saber que responder. En su interior, el pánico la había hecho dar cortocircuito.

Y entonces ella la tomo de la mano. No como cuando se habían saludado media hora y seis calles antes, no, esto era más íntimo, más electrizante.

-Supongo que, si yo soy tu sol, tú serás mi luna- le afirmó, posando sus labios en sus nudillos.

Su corazón vibró y fue como si un eclipse hubiese desvanecido el mundo entero.

Como si sol y luna otra vez estuviesen juntos.

-S-si- murmuró, con la piernas temblando.

Ella le dedicó una más de sus sonrisas y soltó su mano.

-Te veo mañana en la escuela entonces, luna mía- le dijo, y se alejó calle abajo mientras la noche caía, llevándose consigo los últimos rastros del día.

Ella acababa de lavarse los dientes antes de ir a dormir cuando su celular sobre la mesilla de noche se encendió con una notificación.

Curiosa, se acercó, y leyó el mensaje de un número desconocido en la pantalla, y sonriendo, deslizo para responder.

«Hola mi luna. ¿Cómo estás?» le había escrito Luz.

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