003. Autora Desconocida
Relato escrito por JahirTemple
Lumity, Au humano.
-Puaj... -Extrañada por su ortografía poco refinada, Boscha expresó una mueca de disgusto frente a su teléfono-. No, no, no. ¿Cómo escribí una cosa tan horrible?
Peor aún, Boscha todavía buscaba una recóndita razón por la que lo publicó en una popular plataforma de historias ficticias.
-Casi nadie la ve, supongo que puedo borrarlo antes de que se bur... -pensó en voz alta, pero un repitente sonidito suspendió su idea.
Un bombardeo de notificaciones reventó su celular en modo vibrador. Soltando un bufido, Boscha sabía de quién se trataba. Y cómo no, desde el primer día que publicó la historia le estuvieron llegando, mediante la mensajería interna de la aplicación, una lluvia de mensajes de la misma persona: AzuraWitch99, muy parlanchina al parecer.
• ¡Hola, amigaaa!
• Sí, soy yo de nuevo :DD
• Ahhh
• ¡Me encantó el nuevo capítulo!
• Tiene un romance muy bonito y la relación entre la familia de la protagonista es lo más gracioso que he leído en mucho tiempo... aunque tampoco es que haya leído mucho.
• ¿Mencioné alguna vez que soy nueva en la plataforma?
• No importa, ¡soy nueva en PadWatt!
- ¿Por qué tiene que ser tan molesta? -bufó, rodando los ojos.
Pudo ignorarla, los demás mensajes diarios que le dejaba, pero hubo cierto detalle que le hizo volver a tomar el celular y responderle, muy groseramente.
¿En serio te gusta esa bazofia? •
• ¡OMG! No pensé que me responderías
• Digo, creo que te dejo mensajes casi todos los días y me dijeron que tiendo a ser molestosa
Responde mi pregunta •
• Lo siento si soy cargosa T.T
• Oh, claro
• Yo no la catalogaría de ese modo, bazofia... a mí me gusta :c
Tómalo si quieres, tengo mejores cosas que hacer •
Reescríbela a tu gusto, la borraré •
• ¿Qué? :"0
Click en un par de cosas; Boscha dejó un anuncio en que cancelaría la historia. Obviamente, AzuraWitch99 fue la única en dejar sus comentarios. Ya no era su problema.
-Supongo que ser escritora no es lo mío -masculló. Sin más, alzó ambos hombros y se colocó los auriculares mientras terminaba de revisar las últimas publicaciones de Penstagram dónde la etiquetaron.
Casi en shock tras releer el último mensaje recibido por su escritora favorita, BooBoo3, la morena permaneció enfrascada en sus ideas.
-Oh. Al final si la canceló... -leyó Luz el anuncio de la chica, apenada de que lo ha hecho en la mejor parte del segundo arco, más o menos por el capítulo 15, ya que entre especiales y especiales, la numeración era un tanto confusa.
Luz no quería que una historia tan bonita muera en el olvido, que se quemara en el cruel pozo de la ignoración del pequeño fandom de su nueva caricatura favorita; así mismo basada en su saga de libros favoritos.
-Tú puedes, Luz, no creo que sea algo muy difícil -se animó a ella misma, sacando capturas de momento importantes del primer capítulo por si la autora eliminaba la historia.
- ¡Niña, baja para la cena! -exclamó una voz ronca desde el primer piso, notificándole.
- ¡Voy, má! -respondió. Cuando la menor estaba a punto de abandonar el ordenador, la idea de que su escritora favorita borraría el fanfic en cualquier momento, la hizo desistir de su idea de ir a la sala-. ¡¿Eda, puedo comer en mi habitación?!
Tenía muchos párrafos que transcribir, corregir y planear en la laptop.
Y tras muchas horas, logró un avance significativo. Claro que su pequeño capricho le costó lavar los platos de esa noche.
-Lis... to -bostezó, estirando ambos brazos.
Pasadas casi las 3 de la madrugada, en plena crisis existencial por comer bocadillos que nutrieron de calorías a su cerebro, Luz concluyó el prólogo de la novela que hace unas horas le acababan de heredar. Mentiría si dice que no siente una gran carga sobre sus escuálidos bracitos de nerd. Sus ideas y visión se verían en juego.
Le daba temor presionar la última pared que la separaba de la exposición a una posible crítica: Publicar historia. Luz vio mucho potencial al del concepto del fic con el que trabajaba, y le agrada verdaderamente como quedó, recalca también, entre pequeños susurros que le dolió la cancelación, y que la propia autora lo catalogara de "bazofia", cuando ella podría leerla 100 veces. Mientras lo hace, Luz jamás dejaría de esbozar una sonrisilla.
Sin embargo, desconfía un poco de sus actuales capacidades literarias. Tiene 14 años, lee muchos libros de fantasía y su madre la considera una chica sumamente creativa, lo que le hace tener conciencia sobre un poco de redacción y camino que llevaría en la trama, pero la práctica y experiencia es otra cosa.
Además, su incesante hiperactividad y poca atención a los detalles le hace saltarse algunos errores de gramática. Si alguien comienza a señalar de manera destructiva, sus pobres sentimientos serían quebrados. Claro, si es que la historia no es brutalmente ignorada.
Un pequeño impulso, se apoderó de Luz: compartirlo de manera incógnita e indiscriminada por todas las redes. A nadie le gusta recibir spam, pero cuando tú mismo lo haces, no te quejas. A buena hora la niña poseía un par de cuentas empolvándose.
Averiguará también cómo hacer portadas, separadores y algún que otro detallito.
-Espero que a alguien le guste tanto leerlo como a mí escribirlo -murmuró, cerrando la vista con fuerza antes de dar el último click-. Publicar...
Con la idea en mente de que hizo un aceptable trabajo, Luz directamente se lanzó a su cama y envolvió entre las sábanas. Se hizo bolita. Viendo el reloj de su mesita de noche, notó que si quería continuar con más capítulos de su ahora obra, debería tener una mejor capacidad de organización con sus estudios.
Ella suele dormir 8 horas como toda niña buena y saludable, a fuerzas, porque Eda todavía se mantiene despierta en esos ratos y de vez en cuando la vigila que no se quede despierta. La escuela es pesada y la alarma tardará poco más de 4 horas antes de que le reviente los tímpanos. Pero el ruido era el menor de sus problemas; Eda suele despertarla con poco tacto y mucha agua en el rostro.
"Chisguete, chisguete", pensó graciosa, aunque con malicia, gracias a lo último de consciencia antes de caer en coma. Luz juró que algún día despertará a su tutora de la misma manera.
Una semana después.
- ¿Qué tanto cuchichean?
En el salón de clases luego del almuerzo, Boscha vio a sus amigas Skara y Amelia, conversando amenamente mientras señalaban algo en el celular de la morena peli plata.
-Blight compartió un enlace en nuestro grupo -explicó Skara-. Te lleva hacia una historia de PadWatt.
-Bah, no quiero saber nada de esas cosas de nerd -bufó Boscha.
Volteó dónde Amity, una fila de pupitres más adelante. A leguas se notaba su timidez respecto al haber compartido la historia, pero se lo prometió a la creadora, y pensó que sus "amigas" le darían una oportunidad. Después de todo, la serie tomó algo de relevancia en los pasillos de la Escuela Hexside. Un fanfic sobre eso no le caería mal a nadie.
-Aparte, Blight, no sabía que te gustaran las... -comentó la peli rosa, curiosa por los gustos que una no se esperaría de la catalogada mejor estudiante de la clase.
- ¡Olvidé algo en mi casillero! -excusó con un grito. Amity aprovechó que la profesora de matemáticas tardaría un poco en llegar.
El motivo verdadero de su escape era dejar su teléfono de lado en los casillero. Desde que AzuraWitch99 actualizó, no ha podido dejar de añadir comentarios, dar estrellas y... charlar con la autora.
AzuraWitch99 verdaderamente le cae bien, le es muy agradable; al contrario de cierta morena, al lado de una brujita de lentes, que torpemente chocó con ella al doblar el pasillo previo a su casillero.
- ¡Cuidado, tonta! -bramó la peliverde furiosa. Si tuviera colmillitos, los usaría para dejar las cosas bien en claro con la chica Noceda.
-P-Pero yo... -La morena trató de hablar, decirle que fue su culpa por no fijarse y correr en los pasillo primeramente, pero la amenazadora mueca de la peliverde, y esos ojos tan bonitos maquillados con fina sombra de ojos, le hicieron cambiar de opinión-. L-Lo siento, Amity. Fue mi error...
-Que no vuelva a pasar, rarita -masculló Blight, reanudando su misión hacia los casilleros.
-Auch...
La morena fue quien se llevó la peor parte del impacto en su hombro, tomándolo delicadamente para tratar de amilanar el dolor.
-Esa chica es malvada -señaló Willow con amargura.
-No lo creo, solo es... gruñona. -Luz trató de minimizar el tema.
-Gruñona y malvada -añadió-. Blight no es de ser acosadora como Boscha, pero son del mismo grupo. Por cierto, creo que es hora de que le digas a tu madre todas las cosas horribles que te dice esa tonta de cabello ro...
-Descarta la idea -interrumpió Luz-. Mi mami trabaja muy duro todos los días, tiene miles de problemas en la cabeza y yo no quiero ser otro.
Su madre Camila se gana la vida en otra ciudad para mandarle el dinero de su manutención, sobre todo los estudios en la refinada escuela Hexside. Pero claro, la niña no puede quedarse sola, Luz obligadamente tiene que convivir con una tutora, amiga íntima de su progenitora.
- ¡Entonces díselo a Eda! -exclamó Willow cómo otra opción.
La tutora de apellido Clawthorne siempre estuvo ahí para Luz, y sabe que ambas tienen una muy unida relación por todos los años que cuida de ella. A Willow, verdaderamente, le extraña que su amiga no le haya contado sobre lo molesta que puede llegar a ser Boscha.
Si Amity se sumaba al acoso, lo sentirá por entrometerse, pero Willow misma iría a quejarse a la casa de Eda. Todo sea por proteger a su flacucha amiga de baja popularidad.
-Uhmmm... -Agitando horizontalmente su cabeza, Luz volvió a suprimir la idea.
Si le cuenta a Clawthorne que alguien la ha estado sofocando por varios meses, las cosas se podrían volver violentas. Presagiaba algunos baneos de la escuela. Lo último que necesitaba era hacerle eso a su madre... la verdadera.
Unas semanas después.
-Oh, Dios mío... -chilló con celular en mano. En plena clase de gimnsaia, en las gradas del campo, Amity tomaba un descanso exprés, al mismo tiempo leía los avances que AzuraWitch99 publicó en sus anuncios-. El nuevo capítulo sí que tiene buena pinta -murmuró.
- ¡Blight, el receso terminó! Reúnete con tus amigas -llamó el entrenador, sacándola de su nube-. Jugaremos "Quemados", el equipo ganador tendrá derecho a tomar agua; el perdedor tendrá que cultivar la suya.
El entrenador advirtió que el juego empezaría a la cuenta de 3, junto al sonido de su pitido, pero cierta morena de la misma clase estaba tan concentrada en los últimos mensajes, que no se percató del tiempo. Luz, sin previo aviso o dirección, lanzó el balón con toda la fuerza de sus bracitos.
- ¡Quién se atrevió! -vociferó Amity, la guardia baja fue su perdición... mejor dicho la de Luz por haber golpeado a la atlética Blight-. ¿Tú otra vez, rarita?
Ante su pregunta con tintes de odio, todo el mundo se apartó del otro lado del campo, en un unánime movimiento coordinado que dejó desprotegida a la responsable. Luz fue vendida por el temeroso pueblo; mala suerte para ella que Willow u otra amiga como Viney no estuvieran en esa clase.
- ¡Lo siento, Amity! -chilló Luz a modo de súplica. Muy tarde su reacción-. Solo cerré los ojos y lancé al azar, no pensé que-¡WAH!
- ¡En el blanco! -se felicitó Amity. De un tiro limpio, devolvió el golpazo con el balón. Pero existía una pequeñísima diferencia: La peliverde es del doble de fuerte que Luz.
-Bien hecho, chica -animaron sus compañeras, porque ante el espectáculo, el otro equipo prefirió darse por vencidos.
-Sí, sí. Iré a lavarme -excusó, pero esta vez no era mentira. El balonazo que le propició Luz no fue brutal, pero sí lo suficiente para ensuciar su cara y hacer que brote una gotita de sangre de su labio superior.
Ya a solas en los servicios higiénicos, lavada su cara y tranquilizada por el golpe, su actitud de niña de ceño fruncido se diluyó en tiempo récord.
- ¡iiih! -chilló como una pequeña en la Tierra de los Chocolates. Amity, hasta ese momento, no podía sacarse de la cabeza los inteligentes aspectos que la autora de su obra favorita creó-. ¿Cómo es que se le ocurren cosas tan creativas? Claro, Azura no podría casarse con Hecate por haber firmado el pacto en el Lago Eclipse, pero si ambas logran bailar juntas bajo el Árbol de Groom, puede que la maldición sea removida, ¡y ellas se puedan casar!
En medio de su griterío, una niña salió del cubículo aledaño.
- ¿Qué onda? -saludó la Blight fingiendo coquetería al guiñar un ojo para que se vaya lo más rápido posible, y sin preguntar-. Está dicho, lo haré -murmuró al segundo que la niña cerró la puerta.
Antes de que su historia favorita tome popularidad, porque potencial existía, y sea olvidada como la lectora número 1 que la apoyó con decenas de comentarios y estrellitas, Amity le entregará un regalo que conmemora todos los momentos divertidos de lectura.
Un dibujito estaría bien. La peliverde no se consideraba tan buena en el arte, aunque tenía sus cositas, pero la intención es lo que contaba finalmente. Además, estaba segura de que AzuraWitch99 era una chica agradable que nunca miraría mal un obsequio de una seguidora.
"¿Seguidora sería el término adecuado?", pensó Amity. Ellas hablaban todos los días mediante la app, sobre cosas random de los fics y las series de Azura, nunca sobre cosas más personales como la edad o el nombre. De todos modos, Amity quisiera ser su amiga algún día.
Al día siguiente.
- ¡MAMÁ! -chilló la morena, bajando desesperadamente por las escaleras hasta abalanzarse sobre la señora adormilada en el sillón.
-No soy tu mamá -refunfuñó Eda por la abrupta interrupción de su siesta embellecedora.
-Lo eres en mi corazón. Te amooo -canturreó Luz, brindándole un besito en la mejilla, que rindió a la mayor a ser catalogada de ese modo aunque legalmente solo sea la señora rara que la cuida-. Mira, alguien me hizo un dibujo. Es sobre una historia que escribí. ¡AHHH! ¡LO AMO!
- ¿Amas a la persona que te lo hizo o el dibujo? -preguntó graciosa. La mayor al instante notó cómo el rostro de su niña se ruborizaba hasta desde la frente hasta el mentón.
- ¡Eda! -chilló, escondiéndose bobamente detrás de su teléfono, pero aún con la pantalla encendida para que su mamá 2.0 aprecie el dibujo.
Se trataba de dos brujas de orejas puntiagudas. Una tenía el cabello verde y era de tonalidad acanelada, llevando un largo vestido blanco con sombrero en punta de mago. La otra bruja era de tez pálida y cabello rojizo, vistiendo una larga falda aguamarina.
Ambas bailaban sobre la copa de un árbol de hojas rosas. El color apagado del ambiente reflejaba que la noche había caído para ellas... O eso era lo que Eda supuso, porque en resumen, según su punto crítico, el dibujo era un 6/10.
Tal vez un 7. Pero a Luz solo le importaba la intención, no los detalles.
-Es muy lindo. ¿Verdad, Eda? -preguntó entusiasmada la menor.
- ¿Cómo que Eda? Hace un minuto me llamaste mamá -burló sarcástica, soltando una risilla de cerdo al arrugar su nariz-. Ay, niña... sí, ya noto porque amas a la chica que te lo hizo.
-No digas esas cosas -reprochó Luz-. Ella y yo solo nos conocemos por internet, obvio que me refiero a que amo el dibujo.
-Déjame dudar -contraatacó Eda-. Te la pasas metida en el celular, charlando con ella desde hace días. Mínimamente son amigas, ¿verdad?
- ¿Incluso si no conozco su verdadero nombre? -cuestionó, ya que chocaba directamente con su sentido común.
No es que sea paranoica, pero según las novelas puede que "HecateWick11", su seguidora más actica, sea la cuenta de algún pervertido que sacó el dibujo de un lugar oculto para ganarse su confianza.
-Tienes un punto... -murmuró pensativa, pero no confía en que la morena haría lo correcto si se presentara cosas raras-. Suficiente filosofía de mi parte, de todos modos no comprendo cómo funcionan las redes y los jóvenes de hoy en día.
Más tarde
-Mis ojos se terminarán de secar... -murmuró casi dormida, frente a su computador, pero aquella pequeña frase sin sentido calzaba perfectamente con su lenguaje cursi-. Luz, pequeña genio -felicitó a su cabeza.
Mi ojos se terminarán de secar luego de todas las lágrimas que caerán de ellos. Hecate, te amo, pero... no podemos estar juntas por el momento.
Fin del capítulo.
Notas del autor: ¡Actualización nocturna! Es un poco tarde, pero quería subirlo lo más pronto posible o no dormiría tranquila. Amé cada párrafo de este capítulo... espero que a ustedes también. Sin más que decir, gracias por las 100 visitas y comentarios. Sobre todo a ti, @HecateWick11 <3
Sin más preámbulos, les enseñaré este bonito dibujo que hizo para la historia. Lo amo <3
A varias cuadras de la residencia Clawthorne, una pequeña peliverde de cabello suelto, pijama casual y ojeras de mapache chillaba en soniditos ahogados debido a la emoción de leer el nuevo capítulo de su historia preferida. Mejor aún, que la amigable autora haya compartido el dibujo que le hizo hace unas horas.
No pensó que AzuraWitch99 escribiera tan rápido, otra cosa por la que admirarla, eso y su ritmo de actualizaciones semanales que siempre la mantenían al hilo de la trama. Mañana, tarde o noche; mientras hacía su tarea o almorzaba sola en su habitación, Amity jamás se perdonaría no ser la primera en leer y dejar sus comentarios.
Teniendo el celular en su pecho y soltando diversos suspiros con la mirada clavada en el techo, sintió el vibrar por una notificación. El repentino sueño de las 3 am de la madrugada se esfumó cuando se percató de quién se trataba.
• ¡Hecate! 💜💜💜
• Gracias por dejar tus comentarios <33
• Siempre eres la primera en leer
la cual me sorprende debido la hora
• Oh, bueno, hablo de más. Por lo menos en mi país son casi las 4 am.
Hola, Azura •
No te preocupes. Es más, gracias a ti por tan HERMOSA HISTORIA TT •
Al parecer pertenecemos al mismo huso horario •
en mi ciudad son las 3:58 am •
• Sí que dormiremos tarde el día de hoy, el tiempo se pasa volando cuando una escribe
El tiempo se pasa volando esperando tus actualizaciones •
• Eso es muy lindo, gracias <3
• Quisiera hablar más contigo
pero tengo que dormir, mañana tengo examen de matemáticas
• no me gustan las matemáticas
¿Tú también? •
Ugh, es tonto •
Quiero decir, no me desagradan las matemáticas
pero tampicu sot fan •
• Parece que alguien ya tiene sueñooo
Un poco, sí... •
• Buenas noches, Hecate
• O mejor dicho, ¡buenas madrugadas! :D
Buenas madrugadas para ti también, Azura •
Suerte con tu examen de matemáticas •
• Odio los polinomios...
• >:((
Horas después.
-Puaj... -Un verdoso mechón de su desarreglado cabello cayó en su boca. Amity, asqueada, abruptamente levantó su cara de la mesa.
Llegó más temprano de lo usual para terminar de repasar los temas antes del examen. Solo un inconveniente existía: sus párpados no responden a su cerebro.
- ¿Qué onda con esa cara? -preguntó Boscha, recién llegada-. Adivinaré, otra vez leyendo en esa tonta app de fics.
-Cállate -increpó Blight; no obstante, era consciente que el maquillaje para ocultar sus ojeras no era el más útil de todos-. Sí, ¿okey? Me enganché con una historia y ya no puedo dejar de leerla.
- ¿Tan buena es? -cuestionó molesta, rememorando su amargo paso por aquella aplicación.
-Míralo por ti mismo, el primer capítulo es oro puro -señaló la peliverde, entregándole, aún con sueño, su celular-. ¡Ugh! No puedo vivir así, necesito mojarme la cara o me quedaré dormida en pleno examen.
Presurosa, Blight arrancó hacia el baño antes de que suene la campana o sea consciente de que le dio su teléfono y acceso a redes a la chismosa número uno del salón.
Pese a su etiqueta, Boscha se limitó a abrir PadWatt.
-Esto se parece a... -Minuto a minuto de lectura, a la peli rosa le llegaban deja vús, al punto que reprodujo de memoria una línea de la protagonista del segundo capítulo. La coincidencia fue demasiada-. No me jo-
- ¡Cuidado, tonta! -Nuevamente a toda velocidad, Blight regresó a su aula. Mala fue su suerte, que en la puerta chocó con una adormilada morena de párpados caídos.
- ¡Lo siento otra vez, Amity! -El choque reactivó brevemente el cerebro de Luz-. No me fijo por dónde voy, tengo...
-No importa, solo ve a tu asiento y no me molestes -interrumpió bruscamente, yendo hacia el pupitre de la peli rosa para quitarle su pergamino.
Boscha estuvo a nada de abrir algunas redes de la peliverde
-Amiga, pareces un cadáver -señaló Willow, segundos después de que Luz, casi al azar, se sentó en el asiento personal con su nombre.
-Me quedé hasta tarde escribiendo mi historia... -explicó entre refunfuños. Por más que lo intentara, sus ojos simplemente no obedecían a su voluntad-. Creo que reprobaré el examen de matemáticas.
-Casi siempre lo repruebas.
- ¡Pero esta vez me sentiré culpable! -chilló Luz desesperada.
Luz influenciada por Eda, podría pedirle a Willow si la ayuda a copiar. Se lo pagaría luego con muchas galletas.
-Psss, Blight, ¿estás bien? -Detrás de la peliverde, Skara la movió de los hombros, ayudándola indirectamente a espabilar antes de que verdaderamente se duerma en plena prueba.
- ¿Azura? -preguntó Amity, atontada-. Ugh, creo que no lo estoy... y por eso creo que voy a sacar menos de un 8.
Su vida se acabaría y su madre la miraría feo por unos minutos, para Amity nada es más cruel. Su padre, por otro lado, le diría lo de siempre: «Lo harás mejor a la siguiente». La peliverde sinceramente quiere más a su progenitor y se parece más a él... a los dos les gustan las chicas.
-Por lo menos estás mejor que Noceda, mira esa tonta -señaló Skara al fondo del salón. La morena batallaba con su vida para no caer en coma-. Trae los ojos de un mapache desnutrido. Seguro se quedó toda la noche haciendo sus cosas de nerd.
-Oh... -El hecho le pareció curioso. Amity podría burlarse, pero se sintió raramente empática con la condición de la Noceda. Ella también pelea por no caer rendida-. Hora de ser el orgullo de tu familia. No te atrevas a decepcionarlos -murmuró decidida.
La campana sonó y la profesora ingresó con una pila de hojas en sus brazos.
Pese a una duda inicial, sin problemas, Amity fue la primera en terminar la prueba, dedicándose los minutos restantes a garabatear pequeños corazones con el nombre de Azura y Hecate, más en referencia a los personajes de la historia que a la coincidencia de los apodos en línea que usan ella y la autora.
El timbre volvió a estremecer la escuela, el examen terminó y Luz solo puede resignarse a fingir estar morida. Eda no le diría nada malo, ya que piensa que la escuela no medía sus verdaderos conocimientos en lo que en verdad era bueno.
La cuestión radica en que la morena no sabe en qué es buena. Caso contrario, su madre al enterarse seguro se decepcionará. "Tengo que bajarle una rayita al pasatiempo de la escritura", Luz lo meditó unos segundos antes de quedarse completamente tiesa en su silla.
-Blight, sé buena y recoge los exámenes de todos -ordenó la profesora, mirando curiosa como la chica Noceda cayó con la cabeza boca abajo en el pupitre.
Asiento por asiento, Amity acató la petición y recogió los exámenes. Boscha, a simple vista para ella, sacó un 6. Skara, al igual que ella, sacó puntaje perfecto; a Willow apenas le dirigió la mirada, pero deduce rápidamente que sacó un 8.
En la última fila, solo faltaba que Luz entregara su prueba. Estaba tan extenuada, que Amity no quiso, por lástima, interrumpirla, así que de un jalón le arrebató la prueba que tenía bajo su cara. La pequeña molestia causó que Luz soltara un balbuceo, en un principio sin mucho sentido.
-Hecate... 11. Polinomios... feos.
La cercanía de la peliverde hizo que identificara el nombre. Un escalofrío recorrió en su espalda baja, nadie, supuestamente. En un principio, escéptica sobre las escasas probabilidades, atinó meramente a agregarle el nombre del amor de su vida, para que el nombre al aire de Hecate no quedara solo.
- ¿Azura...? -añadió Amity, observando que Luz solo respondió tres preguntas, para variar incorrectas, y el resto de la hora se la pasó haciendo corazones al azar junto con las iniciales "A+H"-. ¿A-Azura... 99? -repitió, esta vez provocando que Luz se moviera un poco.
Muchas coincidencias surgieron en su mente; examen, horario, sueño y la recién descubierta fascinación por sus libros favoritos. Sin meditarlo bien, dejó que de sus labios brote su alocada conclusión.
- ¿AzuraWitch99? -comentó la peliverde en voz baja.
- ¿S-Sí...? -Aún con la cabeza agachada y el cerebro adormilado, Luz respondió al llamado de su sobrenombre, lo que causó que tímidamente alzara la mirada, que conectó con de una linda chica-. Uhhh... Q-Qué onda, Amity.
Lejos de las habituales muecas de disgusto cada vez que se le cruzó, Amity dejó escapar un jadeo y una mirada impactada. Sus manos se sintieron temblorosas, provocando que la docena de hojas que cargaba cayeran mientras el resto del salón murmuraba entorno al raro ambiente creado por ambas chicas.
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