Al abrir mis ojos y ver que me encontraba en aquella pradera, sola. Al ser consciente realmente de la situación, el saber que no vería a mis padres por un largo tiempo y que de ahora en adelante estaría por mi cuenta hizo que todo me diera vueltas, mis piernas perdieron la fuerza haciendo que me desplomara en el suelo, un grito de dolor acompañado de sollozos era la único que se escuchaba en aquella oscura noche, mi estómago se revolvió y sentí como la garganta me ardía provocando que vomitara.
Las hermosas flores que adornaban aquel prado comenzaron a marchitarse, quitando cualquier rastro de color en ese lugar. Las nubes comenzaron acumularse, truenos y rayos comenzaron a salir pero poco me importaba lo que estaba pasando a mi alrededor.
No soy consciente de cuánto tiempo permanecí desplomada pero una vez que me encontraba un poco más tranquila me levanté del suelo y observe el prado, aquel prado el cual en mi cumpleaños me parecía uno de los lugares más hermosos que había visto en mi vida ahora se volvió uno de los lugares más tétricos y doloroso de mi existencia, me coloque la mochila, tome la llave y el papel y me dispuse a salir de aquel prado.
Me adentre en el bosque observando la belleza de este, aun en la oscuridad de la noche pude apreciar la belleza de sus árboles, de sus hojas, de su naturaleza, tal vez en otro momento una gran alegría y admiración desbordarian de mi pero en estos momentos la tristeza y la soledad era lo único de podía sentir.
Seguí caminando por el bosque tratando de salir de este pero al llegar un punto en específico, una sensación de deja vu invadió todo mi cuerpo y fue cuando recordé aquel espantoso sueño. La misma nota y la misma llave estaban en mis manos, los mismos árboles frondosos y la misma oscuridad estaban presente, una sensación de pánico empezó a invadirme la cual aumentó al escuchar el crujir de unas hojas y solamente me dispuse a huir, con una gran velocidad me alejaba de aquello que provocó ese sonido, al alejarme puede sentir poco a poco una sensación de alivio en mi ser pero nos disminuir la velocidad de mi correr.
La naturaleza comenzó a actuar a mi favor. Las luciérnagas comenzaron a salir de sus escondites e iluminaron mi camino para indicarme cuál era la salida de aquel bosque.
Ya que me encontraba al inicio del pueblo, gire sobre mis talones y agradecí a las luciérnagas. Ellas hicieron una pequeña reverencia y volvieron a entrar al bosque.
Me dispuse a caminar para evitar asustar a la gente si me veía correr a mi velocidad sobrehumana, conforme iba avanzando pude notar lo solitaria que se encontraba las calles, alguno que otro local de 24 hr era las únicas señales de vida que esté ciudad me mostraba.
A lo lejos pude observar un carro de policía al cual me acerque y toque su cristal, el hombre que se encontraba dentro de esta automóvil salió al verme.
-¿Se encuentra bien señorita?- me preguntó el policía
Era un hombre alto de complexión promedio, tenía un bigote y un cabello de castaño oscuro y unos ojos color chocolate los cuales me miraban con preocupación
-Si- dije con la voz cortada, aclare mi garganta - solamente que acabo de llegar y me encuentro algo perdida, me podría decir donde que este lugar- dije mientras le entregaba el papel con la dirección
-Claro- dijo dudoso mientras observaba el papel- se encuentra algo lejos, si subes te puedo llevar ahí
-Si nos es mucha molestia- dije mientras observa su placa la cual tenía su nombre grabado "Charlie Swan"- Se lo agradecería Señor Swan
-Dime Charlie- contestó con una sonrisa
Charlie me abrió la puerta del copiloto en el cual entre algo tímida y una vez dentro de la patrulla pude ver porque me miro con preocupación. Mis ojos se encontraba rojos e hinchados, mi nariz esta roja y tenía un rasguño en mi mejilla, como pude trate de limpiar un poco la sangre mientras Charlie encendía la patrulla y tomaba camino hacia la dirección que me dio mi madre.
-Lamento pregunta señorita....- dijo Charlie
-Alexandra
-Alexandra, ¿qué hacías en la calle a las 4 de la mañana?-preguntó con preocupación
-Mmhh... vengo a visitar a un familiar- fue lo único que se me ocurrió
-Ooohh y ¿ellos saben que vienes?
-Fue de último momento que decidí venir a visitarlos, quería darle una sorpresa- conteste- pero no conté que llegaría tan noche y me perdería
-Bueno, trata de no salir tan tarde Alexandra, Forks es tranquilo pero el peligro siempre está presente
-No sabe cuánta razón tiene- murmuré- De nuevo gracias Charlie- dije más alto
-No te preocupes- me contestó con una leve sonrisa
El camino fue en silencio lo cual agradecí, me sentía demasiado cansada y abrumada para entablar una conversación. Alrededor de unos 10 a 15 min la patrulla se estacionó enfrente de una casa de dos pisos de color lila tenía una cochera amplia y pude visualizar una chimenea pero lo que me sorprendió fue ver una luz encendida en el primer piso.
-Aquí estamos- dijo Charlie
-Muchas Gracias Oficial Swan- le respondí con un sonrisa
-De nada Alexandra, ten cuidado y ya no salgas tan noche
-Lo haré, hasta luego- dije mientras baja de vehículo
Avance hasta la puerta de la casa, introduje la llave que mi madre me dio y la puerta se abrió. Ya dentro de la casa pude escuchar el sonido de la patrulla alejándose, cerré la puerta y avance a la habitación donde provenía la luz, atravesé la sala y entra a la cocina. Era una cocina amplia de color blanco con gris y un azulejo blanco, había una isla a la mitad de esta cocina donde había una pila de documentos y arriba de este se encontraba un sobre, pero lo que paralizó mi corazón fue ver mi nombre en el sobre con la letra de mi madre.
Con desesperación abrir la carta y al ver la letra de mi madre mi ganas de llorar volvieron a mi, fui a la sala, me senté en un sillón y me puse a leer la carta:
Querida Alex...
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