2- Alexandra Bauman
P.O.V ALEXANDRA
Una vez que termino de cepillar mi cabello voy y me veo en el espejo, mi largo cabello café amaneció hoy un poco más ondulado de lo normal, bajo mis ojos se encontraban una grandes ojeras debido a lo poco que he dormido este mes logrando opacar un poco mis ojos verdes, mi piel apiñonada mostraba su usual rubor, decidí usar el día de hoy algo sencillo una blusa blanca con un pantalón de mezclilla junto con unos tenis negros. Tome mi celular, mis llaves y mi mochila decido bajar para ir a desayunar
-Buenos días- le digo a mi mamá
-Buenos días mi niña- Me responde con una sonrisa
Mi madre es una persona de estatura promedio mide 1.6 m al igual que yo, esta se encontraba con un vestido color tinto y un cinturón negro que ayudaba a resaltar sutilmente su cintura, acompañada con su ya típica bata médica para ir a trabajar al hospital, su cabello color marrón le caía en cascada por debajo de los hombros, su piel pálida hacía resaltar aún más su cabello, con unos ojos grandes de color verdes los cuales solamente podía transmite paz y una sonrisa tan grande que resulta imposible no contagiarse.
-Mamá, ya no soy una niña dentro de poco cumplire los 16- le dije con un tono divertido
-Puedes cumplir 80 años y aun asi seguiras siendo mi pequeña Alex- me dijo divertida mientras alborota mi cabello
-¡MAMÁ!- Me queje a lo que ella solamente soltó una carcajada a la cual no tardé en unirme
-¿De qué nos reímos?- Preguntó mi papá una vez que llegó a la cocina
Mi padre es un hombre de una estatura muy alta,debido a que mide 1,85 m, un tono de piel apiñonado parecido al mio solo que un poco más claro, un cabello largo de color marrón que le llegaba a los hombres, unos ojos pequeños de color café e igual que mi madre una de las sonrisas más hermosas que puedo observar en el mundo. Vestía como de costumbre un traje negro y una corbata a juego junto con su maletín color café. Listo para ir a impartir las clases de historia en la universidad de Nueva Orleans.
-Nada, solo que a tu hija ya le molesta que le diga niña- Me acusó mi mamá
-¿A si? Tu sabes que aunque cumplas los 100 seguirás siendo la niña de mis ojos - Me sonroje ante el comentario de mi papá, ocasionando que mis dos padres empezaran a reír
-¿Es enserio? ¿Bullying a la 8 de la mañana?- Le preguntó cruzándome de brazos
-Claro que si, no hay mejor manera de empezar el día- Dijo mi papá
-Estoy de acuerdo contigo- Le respondió mi mamá. Los dos se miraron y chocaron los puños mientras hacían un sonido de explosión
Los miré fingiendo indignación y llevándome la mano al pecho de manera dramática, provocando la risa de mis padres. Sinceramente la relación con ellos es increíble, no le pude pedir al cielo unos padres mejor porque aparte de eso son mis mejores amigos.
-Bueno, hoy es mi último día de clases y por fin empiezan mis vacaciones de Verano- le dije con una sonrisa- Adiós 9° grado, Hola 10° grado y ¡¡¡por fin podré dormir lo que no pude en este último mes!!!
-Oye, mira el lado positivo tus notas son las mejores de la escuela y los profesores solamente tienen comentarios positivos hacia ti- me dijo mi papá
-Si aparte que recuerda, si lo que valiera la pena fuera fácil cualquiera lo haría- me contestó mi madre
-Si, lo se, pero en este preciso momento solo quiero dormir- Hice un puchero
-Pues solo recuerda que el domingo haremos un repaso de TODO lo que hemos visto en clases amor- me dijo mi mamá
-¿QUÉ? ¿TODO?- Pregunte asustada
-Si, quiero observar tu desempeño
-Ok- contesté resignada
Algo que he aprendido en estos casi 16 años es que no tengo que discutir con mi mamá si no se ha tomado su café, Dios proteja a aquellos que la hagan enojar antes de su café.
La mañana fue agradable y el tiempo se nos fue volando, mi mamá se despidió de mí y me dio un beso en la mejilla mientras ella iba de camino a su coche para irse al hospital a trabajar y mi papá y yo íbamos de camino al carro de este para que me dejara en mi escuela y él pudiera ir a trabajar.
-Papá, Cuando cumpla 16 ¿me regalaras la motocicleta que me prometiste?- le pregunto mientras ponía ojos de cachorro
-No sé, será sorpresa, puede que si tengas una motocicleta para tu cumpleaños como también puede que tengas un par de calcetines nuevos- me dijo en un tono divertido
-¿Sabes? no me molestarian los dos juntos jaja- Le pestañee de forma exagera mis ojos
-JAJAJAJAJAJA, eres igual a tu madre
-Gracias- le dije con una sonrisa
El camino lo pasamos entre bromas y carcajadas, una vez que mi papá me dejó enfrente de mi escuela, entre y lo primero que sentí fue una oleada de emoción y entusiasmo ¿y como no? ya son vacaciones de verano.
El día pasó con normalidad conviví con mis amigos, algunos profesores se despidieron de nosotros otros nos afirmaron que si nunca nos volvían a ver serian eternamente felices y lo peor es que no mintieron, nunca llegue a sentir remordimiento o un toque de broma de parte ellos al contrario sentí una oleada de alivio jajajaj ¿Tan mal grupo somos?. Bromee con mis amigos como de costumbre, le dije que los extrañaría durante todas la vacaciones. Me despedí de ellos entre risas y lágrimas, tenía un presentimiento en mi pecho el cual no era nada agradable. El final del día llegó y al salir estaba mi padre esperándome en su coche, subí lo salude y le conté cómo estuvo mi dia. Al llegar corrí a mi habitación cerré la puerta, me puse la pijama y me dormí. Pasar tantas noches en vela ya estaba cobrando factura, me encontraba realmente cansada y en cuanto mi cabeza toco mi almohada caí profundamente dormida.
Al abrir mi ojos me encontraba en medio de un bosque, tenía unos árboles tan alto y frondosos que no lograba ver el cielo, estaba muy oscuro por lo que supuse que era de noche, busque en mi alrededor alguna señal de algo o alguien pero no encontré nada , el pánico se empezó a apoderar de mí ¿Dónde estoy? ¿Dónde están mi papá? ¿Por qué no reconozco el bosque? mil y un preguntas pasaban por mi mente, observe a mi alrededor en busca de luz y pude observar una tenue luz en mi mano derecha. Al fijar mi vista en ella vi que tenía una llave de color dorada y en mi mano izquierda tenía un pedazo de papel, al querer desdoblar la hoja para ver que decía , escuche el crujir de una hojas , una sensación de pánico recorrió todo mi cuerpo y al querer ver que era el causante del ruido, todo se volvió negro.
Desperté sobresaltada, me encontraba llena de sudor y con la respiración acelerada, gira mi cabeza para ver mi despertador y ver que eran las 4:55 am, decidí levantarme e ir a la ducha a limpiarme todo el sudor. En la ducha, mi mente no dejaba de darle vueltas a aquel bosque ¿Dónde era eso? ¿Por qué estaba sola? ¿Estaba completamente sola en el bosque? ¿Por qué tenía una nota y una llave? ¿Qué decía esa nota?. Las preguntas me empezaron a abrumar así que decidí que dejar el sueño de lado y enfocarme en el examen de mi mamá.
Baje al estudio de mi mamá, me acerque a su librero, me fui a la sección mágica y observar detenidamente cada libro pensando con cual de ellos empezaría pero algo llamó mi atención el chirrido de una gaveta abriéndose, enfoque mi vista al escritorio de mi mamá, el cajon que supuestamente tendria que tener llave se encontraba abierto y este era el causante del ruido, estaba apunto de cerrar el cajón cuando observe un hoja de papel de aspecto viejo que se encontraba doblado, pero lo que realmente me intrigó fue la pequeña aura negra que esta desprendía. Tome el papel entre mis manos y una escalofrio recorrio toda mi columna vertebral, con sumo cuidado desdoble el papel y en el venia escrito:
Solamente ustedes la pueden proteger
¿Qué? ¿Proteger que? o ¿Proteger a quien?, tenía muchas preguntas pero ninguna respuesta asi que decidi obtenerlas a mi manera, tome el papel lo puse en medio de mis dos manos y dije:
-Ostende mihi faciem tuam arcana
Todo a mi alrededor se tornó negro, mi cuerpo se encuentra sorpresivamente liviano como si estuviera parada sobre una nube y mi cabeza comenzó a dar vueltas. A los segundos sentí como mis pies tocaban el piso, me encontraba al lado de la mesa de mi casa.
¿Por que la nota me trajo aquí? no entiendo nada de lo que estaba pasando, justo cuando la desesperación se empezaba a apoderar de mí veo algo o alguien en la cocina acercándose a la mesa que estaba frente de mí, no pude observar a la persona debido a que llevaba una túnica que le cubría todo el cuerpo y la cabeza, solo pude ver que traía una canasta, la cual colocó en la mesa, mi sorpresa fue ver a un bebé dentro de ella y lo que me impactó fue ver que yo era ese bebé.
Observaba detenidamente a la persona encapuchada y a la canasta, el encapuchado metió su mano dentro de al parecer uno de sus bolsillos y sacó aquel papel que vi en el cajón de mi mamá, en cuanto esta dejó el papel encima de la canasta, en una velocidad sorprendente desapareció.
Me encontraba impactada, no me podía mover no sabía que estaba pasando, lo que me hizo salir de mis pensamiento fue el llanto del bebé, escuche ruido en la habitación de mis padres, ellos salieron de ahí con cautela en cuanto sus ojos dieron con la canasta los dos se quedaron petrificados, la primera en hacer algún movimiento fue mi mamá
-¿Qué haces Julieta?- Le dijo mi papá mientras este le toma el brazo
-Mike mira, hay una nota en la canasta- le contestó mi mamá mientras se zafaba del agarre de mi papá- Puede que sea una dirección o el porque dejaron a una niña en nuestra casa
- ¿Qu-ee?
Antes de poder realizar cualquier movimiento me encontraba de regreso en el estudio de mi mamá, todo a mi alrededor daba vueltas no sabía si por lo que acaba de ver o por los efectos de hechizo. Tome asiento en la silla de mi mamá, cuando quise limpiar una lágrima rebelde que había escapado de mi ojos, noto que todavía tengo aquel pedazo de papel en la mano, abro el cajón y vuelvo a meter aquel trozo de papel dentro del cajón pero lo que ahora llama mi atención es una carpeta de color negro, con sumo cuidado sacó aquella carpeta del cajón y lo colo encima del escritorio de mi mamá. Al abrir esa dichosa carpeta el primer documento que observo es un documento de adopción.
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