Jasper y yo íbamos de camino al campo donde jugamos béisbol la última vez. Una vez que llegamos Jasper adoptó una postura militar.

-Necesito conocer tu técnica de combate

-¿Mi técnica de combate? ¿Cómo?

-Golpéame

-¿Seguro?- pregunte burlona

Jasper me miró de una manera burlona y me hizo una seña para acercarme a él, un poco confiada me acerque y lance el primer golpe el cual lo esquivo con una gran velocidad. Mi sonrisa burlona desapareció y la sonrisa de Jasper se ensanchó.

Ahí comenzó un intercambio de golpes y patadas, Jasper esquivo absolutamente todos mientras que yo con una gran dificultad logré esquivar los de él. Me sentí como una novata que no sabía pelear, definitivamente estoy va a ser difícil.

-Con eso es suficiente- me detuvo Jasper- Veo que tu padre te entrenó bien.

-¿En serio?- pregunté sorprendida

-Si, no cualquier hubiera podido esquivar mis ataques

-Perfecto, entonces ¿Con que comenzamos?

El resto de la tarde Jasper me entreno para aumentar mi velocidad, se posiciono frente a mí, y yo tenía que lograr que al menos un golpe mío le tocará.

Fue realmente frustrante que ver que teníamos alrededor de media hora y ninguno de mis puños lograba golpearlo. Hasta que en un descuido de Jasper logre proporcionarle uno en el brazo, fue como golpear un mármol completamente sólido. 

Mi satisfacción fue interrumpida por el sonido de mis nudillos rotos, fue extraño volver a experimentar este dolor, hacía años que no me fracturaba nada pero eso es bueno, significa que el entrenamiento que tenga con Jasper me volver más dura y ágil.

Mire a Jasper el cual se encontraba con una severa cara de preocupación y arrepentimiento

-Lo siento Alex- balbuceo- no quería lastimarte

-Jazz- lo mire y le dedique una sonrisa- No te preocupes, esto no es nuevo para mi

La cara de Jasper se volvió aún más confusa, él esperaba que me pusiera a llorar o quisiera parar el entrenamiento pero ninguna de esas dos opciones paso.

-Los entrenamientos con mi padre eran algo duros, durante varios años sufrí de múltiples fracturas hasta que un día mi magia comenzó a protegerme y volvió mis huesos más fuertes. Pero claro no es lo mismo luchar con un mago que con un vampiro con cuerpo de mármol- bromee

-Vaya que eres dura- bromeo

-Lo sé- los dos comenzamos a reír

-Vamos con Carlisle para que atienda tu herida

-Oh, no es necesario

La cara de Jasper volvió a la confusión pero no le di importancia, coloque mi mano sana por encima de mi fractura y dije:

-Os reparatione laesis

Un calor invadió mis nudillos y a los minutos mi mano se encontraba completamente sana.

-Tadan- dije mientras movía mi mano

-Increíble- dijo Jasper mientras inspeccionaba mi mano

-Te lo dije, las fracturas, moretones, raspones son comunes para mi y por ende conozco la magia para sanarme. Así que deja de poner cara de culpa y sigamos con el entrenamiento.

Y así fue, Jasper siguió con el entrenamiento hasta el anochecer y durante dicho entrenamiento se hizo presente una fractura más y un raspón que a los minutos sane. Jasper se tenso cuando vio mi sangre correr, pero al comprobar que mi sangre no le era apetitosa se relajo. Pero aun asi Jasper seguía un poco afligido por los daños que me hacía su entrenamiento, pero al ver mi determinación y mi alto lumbar de dolor decidió continuar.

[...]

Los meses pasaron y mis entrenamientos siguieron. El resto de los Cullen se enteraron de mis entrenamientos con Jasper y de vez en cuando se unía a ellos, el más emocionado de luchar conmigo fue Emmett. Pero al igual que Jasper cada vez que luchaba con alguno y alguna fractura se hacía presente todos entraban en pánico menos Jasper que se dedicaba a contemplar la reacción de sus hermanos y burlarse de ellos.

Con el paso del tiempo mi magia volvió a proteger y volvió mis huesos tan duros como el mármol. Las fracturas ya no se presentaban durante los combates, lo cual fue un gran alivio para todos, y a partir de ese modo empezó realmente el entrenamiento.

[...]

Habían pasado alrededor de unos 6 meses, mi velocidad y mi fuerza se fue ajustando a la de ellos llegando a ser una igual. Logre vencer a cada uno de los Cullen durante el combate excepto a Jasper. El que no se encontraba nada feliz sobre mi avance en combate fue Emmett, ya que él era el que más perdía conmigo.

[...]

Me encontraba en pleno combate con Jasper, él lanzaba golpes que yo lograba esquivar con facilidad y viceversa.

Jazz lanzó un golpe con la intención de derribarme pero logre ser más ágil y rápida, logrando tirarlo al suelo mientras mi pie se encontraba en su pecho evitando que se volviera a levante. Por fin había ganado. Jasper estaba a punto de me mostrarme un sonrisa de aprobación cuando la celebración de Alice me desconcentro. Levante mi vista y enfoque a Alice que se encontraba saltando y celebrando, pero esa distracción le bastó a Jasper para zafarse de mi agarre y tirarme a mi al suelo.

-Una cosa más, Nunca le des la espalda a tu enemigo

Después de su sermón Jasper me tendió su mano para ayudarme a levantarme. Una vez de pie miré a Alice con reproche.

-Lo siento- me contestó- Vi que ibas a ganar y quería verlo

-No te preocupes Alice- dije mientras me sentaba al lado de ella- Se que en algún momento podré vencer a Jazz- dije burlona

-Eso lo veremos- me reto

Jasper se sentó junto a nosotras mientras observábamos el crepúsculo

-Jazz, siempre he tenido la duda, ¿Cómo es que sabes tanto de pelea?

-Yo no tuve la misma educación que mis hermanos adoptivos- confesó mientras señalaba las múltiples mordeduras que tenía en sus brazos. Durante los entrenamientos las había visto pero no me sentí cómoda para preguntar- Cicatrices de guerra. Mi nombre original era Jasper Whitlock me uní al Ejercito Confederado antes de cumplir los 17.

-Woow, ¿Eso paso en la guerra civil?

-Fui el mayor más joven de la caballería.

-¿y qué pasó después?

-Una de mis tareas era evacuar a mujeres y niños, pero un día que iba de regreso a Galveston conocí a cierta inmortal. Maria.

Note como al decir ese nombre tanto Jasper como Alice se tensaron.

-Ella estaba acompañada de otras dos vampiras, me acerque a ellas e inmediatamente ofrecí mi ayuda, las tres me examinaron y vieron mi traje, el cual les comprobó que estaba en el ejército. Esa misma noche Maria me transformo, quería utilizar mi experiencia a su favor y me pidió que entrenara a su ejercito de neófitos.

» Con mi ayuda Maria recuperó el territorio que perdió y posteriormente comenzó a invadir otros. Yo era el segundo al mando, mi deber era encargarme de sus neófito, mi don fue de mucha ayuda para controlarlos. El problema era que también me encargaba de eliminarlos porque Maria no los dejaba vivir más de un año, ahí fue cuando mi don fue un arma de doble filo ya que antes de deshacerme de ellos podía sentir su dolor. Yo pensé que lo que teníamos Maria y yo era amor, pero ella solo me manipulaba. Era su títere básicamente

» Mi don se convirtió en mi perdición, el sentir el dolor de mis víctimas me llevó a la depresión. Mientras seguía en el ejército, me hice amigo de un neófito llamado Peter, logre persuadir a Maria de dejarlo con vida debido a que tenía habilidad en el combate. Maria vio que le convenía y accedió.

» Peter escapó con Charlotte, un neófita que supuestamente tenía que eliminar pero los deje escapar. A Partir de ese incidente Maria comenzó a desconfiar de mí, sabía que intentaría acabar conmigo pero un día Peter volvió, me habló de una forma en que los vampiros coexisitian en el Norte e inmediatamente me fui con él y Charlotte. Pero no encontraba la paz, ya que podía sentir las emociones de mis víctimas humanas y eso provoco que mi depresión se hiciera más profunda. Me separé de Peter y me escondí, evite cazar lo más que se me fuera posible pero mi sed cada día se hacía más abrumadora.

» En 1948, decidí entrar a un restaurante en Filadelfia, ahí encontré a cierto Señorita. Cuando conocí a Alice me desconcertó su comportamiento tan feliz, me impactó demasiado. Luego me confesó esta bella señorita que estaba esperándome, me habló de una forma de vida diferente a la que conocía y sin duda acepte. Alice me hizo sentir lo hacia tiempo no sentía: Esperanza.

» Alice me habló de como ella se alimentaba de sangre de animal en lugar de sangre humana y también me contó sobre nuestra futura familia. En 1950 por fin encontramos a Carlisle y al resto. Carlisle no dudo y nos aceptó gustosos en su familia.

-Eso es realmente asombroso- confesé- Ahora comprendo tu dificultad de convivir con los humanos

-Si, a veces siento que soy demasiado débil en comparación con mis hermanos

En cuanto dijo eso le proporcione un golpe en la cabeza a Jasper , él me miró sorprendido y extrañado por mi acto mientras que Alice soltó un carcajada

-No vuelvas a decir eso, tu mismo lo dijiste, no tuviste la misma educación que el resto por lo tanto tu dificultad para convivir con los humanos no sera igual que el de los demás, pero eso me creas o no, te hace el más fuerte de la familia. NO el más débil.

Jasper me mostró una sonrisa sincera, la cual de devolví. Él sabía perfectamente que mis palabras no eran vacías, si no que realmente pensaba eso.

-Yo quisiera contar una historia igual de interesante- dijo Alice- pero no recuerdo mi vida humana, solamente recuerdo despertar ya siendo vampiro. No tengo idea quien me transformo ni de donde soy, la única guía que tuve en ese momento fueron mis visiones- dijo mientras sonreía- Mi primer visión al transformarme fue de Jasper y de los Cullen. Gracias a esa visión supe que me tenía que alimentar de sangre de animal y solamente esperar a que el tiempo pasar para poder reunirme con el resto- miró a Jasper- Y vaya que me hiciste esperar mucho tiempo

-Le pido me disculpe, no se que hubiera sido de mi sin ti

-Shhhh, no tendrás que volver a ella

Jasper y Alice se dieron un tierno beso frente a mí, aproveché que estaba distraídos para buscar mi botella de agua y lanzarles un chorro pequeño de agua.

-No deben comer pan enfrente de los pobres

Alice y Jasper compartieron una mirada cómplice y se levantaron con intención de atacar

-Veo que el entrenamiento termino, nos vemos mañana

Y sin darles oportunidad de cobrar venganza, desaparecí.