14- Clan Cullen
Me encontraba en el local de Luna esperando a que el reloj diera las 12 pero por cada tic tac que daba mis nervios aumentaban, Luna por otra parte se encontraba muy divertida viendo como caminaba de un lado para el otro.
-Si sigues caminando harás un hoyo en el piso- dijo Luna
-Si de esa manera logró llegar a China y así huir de los Cullen por mi bien- conteste
-Tranquila Alex, solo es una comida
-¡EXACTO!, los vampiros no comen alimento humano, ¿qué? yo estaré comiendo una manzana mientras ellos se devoran a Bambi
-Oh hablando de comida- dijo Luna mientras buscaba algo en las gavetas- Es de mala educación llegar con las manos vacías- dijo mientras me entregaba un frasco cerrado con un corcho y con un liquido blanco dentro de este
-¿Qué es esto?
-Una poción, la viertes en la comida y harás que tenga sabor para los Cullen así ellos podrán comer contigo
-Excelente, buen plan Luna, Así ya no seré el postre
-Que dramática eres- me contestó divertida- tu sabes perfectamente que nuestra sangre no les atrae a los de su especie
-Aun sigo pensando que me abandonaste
Luna no tuvo oportunidad de contestar porque la puerta del local se abrió, dejando entrar un dulce aroma que ya identificaba como el de Alice
-¿Lista?- preguntó mientras saltaba
-Creo que si- conteste
-Perfecto, vamos nos están esperando
Guarde la poción en mi chaqueta y antes de salir del local le dirigí una mirada de suplir a Luna la cual solo me murmuró "suerte".
Me subí al auto de Alice el cual era Volvo S60 R de color negro. Durante el camino Alice me hablaba de cómo era mi obligación ir con ella de compras ahora que éramos amigas y a las mil tienda que me llevaría pero mientras ella hablaba yo solamente pensaba que tan factible era teletransportarme a mi casa y encerrarme en mi sótano, pero la culpa de haber juzgado mal a los Cullen me impedía irme, así que ya resignada y un poco más relajada decidí seguirle la corriente a Alice la cual casi sale volando del carro cuando le dije que me encantaría ir con ella de compras. No podía ser tan malo ¿verdad?
Después de un largo camino fuera de la ciudad y de adentrarnos en el bosque una bella casa, de unos cien años de antigüedad, nos recibió ,tenía un estilo atemporal y elegante. Estaba pintada de un blanco suave y desvaído. Tenía tres pisos de altura y era rectangular y bien proporcionada. Podía escuchar fluir el río cerca de allí, oculto en la penumbra del bosque.
-Woow- logre decir
-Le diré a Esme que te encanto la casa- me dijo feliz Alice
-Es preciosa- confesé
Caminamos hacia el porche a la densa sombra de los árboles mientras Alice daba brinquitos por el camino. Abrió la puerta dejando ver el interior de la casa el cual era aún más sorprendente y menos predecible que el exterior. Era muy luminoso, muy espacioso y muy grande. Lo más probable es que originariamente hubiera estado dividido en varias habitaciones, pero habían hecho desaparecer los tabiques para conseguir un espacio más amplio. El muro trasero, orientado hacia el sur, había sido totalmente reemplazado por una vidriera y más allá de los cedros, el jardín, desprovisto de árboles, se estiraba hasta alcanzar el ancho río. Una maciza escalera de caracol dominaba la parte oriental de la estancia. Las paredes, el alto techo de vigas, los suelos de madera y las gruesas alfombras eran todos de diferentes tonalidades de blanco.
Mientras seguí a Alice por una escalera pude escuchar lo que me parecía ser un programa de cocina, cuchillos cortando algo, un sartén cocinando algo pero lo que me puso nerviosa fue escuchar "ya llegó". Alice al ver que me quede atrás tomó mi mano y me jalo hasta llegar a una amplia cocina donde se encontraban 6 vampiros pero lo que me sorprendió fue ver a todos cocinando incluso a Rose la cual cuando me vio me dedico una sonrisa.
-Carlisle, Esme, les presento a Alex- dijo Alice
-Bienvenida, Alex- me dijo un hombre joven, era rubio y vaya que es guapo. Alzó una mano con timidez y me adelanté un paso para estrechársela.- Me llamo Carlisle Cullen y ella es mi esposa Esme
-Es un placer conocerte- me dijo una mujer hermosa, con un rostro en forma de corazón, con un cabello color caramelo, era pequeña, delgada y con rasgos redondeados. Esme sonrió y avanzó un paso para alcanzar mi mano.
-El placer es mío señor y señora Cullen- conteste
-Dime Esme y a el Carlisle, por favor- me dijo Esme
Les sonreí ampliamente en señal de agradecimiento
-Esperamos que tengas hambre- dijo Alice
-Preparamos pollo al horno para ti y una ensalada de frutas- me dijo Esme
-Nos diste una razón para usar la cocina por primera vez- dijo divertido Carlisle
-¡Vaya!- me sorprendí- Se los agradezco
-Nosotros te agradecemos que hayas ayudado a uno de nuestros hijos- respondió Esme con una gran sonrisa
-No es....
Mi comentario fue interrumpido por el sonido de algo rompiéndose, todos enfocamos nuestra mirada en Emmett el cual sostenía un abrelatas partido a la mitad.
-Lo siento- dijo Emmett- Olvide cómo se usa esto
Su cara de vergüenza más la cara de reproche de Esme me dio la escena más cómica que he presenciado desde mi llegada a Forks y sin poder evitarlo una sonora carcajada salió de mi la cual no tardó en contagiar a Alice y Emmett, los demás reían con un poco más de discreción que nosotros. Esa carcajada eliminó la última gota de estrés que tenía mi cuerpo así que me acerque a Emmett y extendí mi mano
-Dámelo, yo lo arreglo- dije aun con una risita
Emmett un tanto confundido me dio el abrelatas, una vez en mi manos coloque el abrelatas en la isla de la cocina extendí mi mano sobre el objeto y murmure:
-Restituo
En cuestión de segundo el abrelatas se encontraba repara, levante mi vista para ver la expresión de los Cullen los cuales absolutamente todos se encontraban sorprendidos menos Alice la cual no paraba de dar mini brinquitos en su lugar
-Creo que es justo que sepan mi secreto ya que yo conozco el suyo- dije mientras los observaba- Soy una bruja
Todos se quedaron en silencio menos Alice la cual soltó un pequeño grito de emoción y corrió a abrazarme
-Lo sabía- dijo feliz mientras se separaba de mi
-Fascinante- dijo Carlisle- En mis casi 400 años nunca había visto una
-Sé que tienen muchas preguntas y las responderé pero yo también tengo muchas preguntas sobre ustedes
-Me parece justo- dijo Jasper
-¿Primer pregunta?
-¿Vuelan en escoba?- pregunto divertida Rosalie
-¿Te transformas en murciélago?- le pregunté burlona ocasionando una risa en la familia- tenemos mejores medios de transporte
-¿Cómo cual?- pregunto Esme y en cuanto termino su pregunta me teletransporte en la entrada de la cocina ocasionando más asombro en los vampiros
-Teletrasportación- conteste divertida por sus cara- y en mi caso también tengo una gran velocidad
-¿En tu caso?- preguntó Edward
-Mi padre fue mi entrenador y conforme sus entrenamientos se volvieron más rudos mi magia comenzó a protegerme por así decirlo, todos mi sentidos se agudizaron, mi huesos se volvieron tan duros como el acero, mi velocidad y mi fuerza aumentaron de manera sobrehumana
-¿Fue?- pregunto Rosalie. Mi sonrisa abandonó mi rostro y note el arrepentimiento de Rosalie al hacer la pregunta
-Esa es una historia para otro día- le dije con una sonrisa
-Así que brujita, ¿eres tan fuerte como nosotros?- preguntó burlón Emmett y pude observar como una sonrisa aparecía en la cara de Edward
-No creo que a Esme le agrade que quieras hacer un pulso en su mesa Emmett- dijo Edward. Vi la cara de horror en Esme provocando una leve risa en mi
-En otro momento será Drácula- le conteste a Emmett y su cara se iluminó como si a un niño le prometieran un dulce
La alarma del horno sonó y Esme mando a toda su familia a sentarse pero Alice insistió en que ella me servirá la comida al ver la gran insistencia Esme terminó por ceder. Alice y yo quedamos solas en la cocina mientras ella sacaba el pollo y 8 platos. Me lanzó una mirada cómplice que me hizo deducir que ella ya sabía de la poción en mi bolsillo, la saque y vertí la mitad de esta en el pollo, Alice al ver que la poción ya estaba sobre la comida empezó a repartir la comida en los 8 platos. Una vez que los 8 platos se encontraban servidos murmure:
-Morbi est- estos comenzaron a florar- Sequi me
Al decir el último hechizo los platos comenzaron a seguirme, al llegar al comedor donde todos nos estaban esperando miraron sorprendidos la hilera de platos que me estaban siguiendo, Alice comenzó a repartir los platos mientras que Esme me indicaba que me sentara en la cabecera de la mesa.
Cuando los platos estaban frente a todos, los vampiros miraron confundidos a Alice por sus acciones a lo que ella les contestó con una sonrisa inocente.
-Provecho- dije mientras tomaba el tenedor
-Alex, es que nosotros n - interrumpe a Edward
-Confíen en mí- les pedí
Todos se miraron con duda pero para mi sorpresa y la de todos, Rosalie fue la primera en comer el pollo, Edward la miraba con cara de asco mientras los demás esperaban una respuesta de ella.
-Esta.... bueno- dijo sorprendida
El resto de los Cullen rápidamente mordieron la comida para comprobar que efectivamente Rosalie decía la verdad, me miraron esperando una explicación y yo solamente levante el frasco con la poción
-Ventajas de ser amigos de una bruja- dije en broma
-Es asombroso..Ya había olvidado el sabor de la comida, esto es agradable- dijo Carlisle con melancolía mientras me dedicaba una sonrisa
-Muchas gracias Alex- dijo Esme con una gran sonrisa
La comida prosiguió entre preguntas y aclaraciones, les explique sobre mi aroma, mi mortalidad, el como los descubrir mientras que ellos me aclararon que cada integrante tiene un don, Edward leía la mente pero este se encontraba frustrado al no poder leer la mía, al igual que Jasper que este no podía manipular mis emociones, únicamente Alice era la que podía usar su don en mí lo cual me extraño. La plática se tornó agradable hasta que todos se callaron y vieron a Alice, ella se encontraba viendo un punto fijo que significaba que estaba teniendo una visión.
-Mañana habrá un tormenta- anunció Alice
Todos los Cullen se emocionaron ante la noticia mientras que yo solo pensaba en no dejar ropa colgada.
-Cuando hay una tormenta nosotros jugamos Béisbol- me explicó Carlisle- aprovechamos los truenos para jugar
-¿Que dices brujita?- hablo Emmett- ¿Te unes al juego?- pregunto burlón
-Solo si no te molesta perder- le conteste, causando la risa en la familia
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