No podía creer lo bajo que había llegado a caer. Sus mejillas parecían dos tomates de lo rojas que estaban gracias a la vergüenza que sentía al verse al espejo usando el lindo vestido que Namjoon le regaló para el festival. Por eso mismo le había pedido a su compañero que se adelantara para ir preparando el salón, tenía que prepararse psicológicamente para que el chico del cual estaba súbitamente enamorado lo viera usar vestido y para rematar siendo mujer.

¿No les pasa que son buenos haciendo algo pero si quieren lucirse porque los están mirando o algo... les sale todo mal? ¿No? Pues a Yoongi si, cada hechizo que ha hecho desde que está con Namjoon le ha salido todo mal, dejando en vergüenza y ganándose cada burla que el tipo le ha hecho hasta el día de hoy.

Tomando las ultimas cosas que necesitaría salió rumbo a la plaza del pueblo que no quedaba muy lejos de su hogar, bueno, era de su abuela pero se encontraba viviendo allí y pues... ¡OH POR DIOS!

Alguna área de su cerebro dejó de funcionar al ver a Namjoon con una camisa a cuadros naranja, con las mangas dobladas hasta los codos, jeans y unos Burros altos negros. Todo un maldito Cowboy, y eso quedaba en claro al ver como todas las pueblerinas se quedaban embelesadas viéndolo; Y no era para menos el hombre se movía de aquí para allá, con el cabello pegado a la frente por el sudor y las venas de los brazos marcándose cada vez que cargaba algo.

—¡¡Hey!! Al fin te dignas en llegar. Tu abuela me tiene que dar el crédito a mí y no a ti, Blanca nieves— Ok, nuevo apodo anotado a la lista.

—Siquiera espero que te estés refiriendo a la princesa y no a la bruja.

—La princesa está más que claro.

Omitiría el hecho de que le acababa de decir princesa por ser blanca como ella misma o por ser bonita.

—Tú serás tontín... ¿No me digas que querías ser el príncipe? Claro que no, aparte estas muy feo para ese papel—Dejó la canasta que traía en manos la cual contenía el material con el cual terminaron de adornar su espacio, como cadenas de papel crepe, trigo, cebada y avena; capullos y flores de estación, velas con los colores representativos (doradas o amarillas y verdes) algo de fruta y un poco de pan.

Namjoon sonrió satisfecho y no por no pelear con Yoongi, sino porque vio que aceptó ponerse el vestido que le había comprado. Se miraba tan bonita, no era que no lo fuera siendo hombre, sino que lucía el vestido con una coleta que dejaba ver la dulzura de su rostro.

—¿Qué me ves, pervertido?

—Nada, solo me preguntaba algo... ¿Por qué te enojas cada vez que alguna de estas chicas se me acerca?

Una carcajada sonora salió de sus labios cuando la chica le mostró el dedo de en medio, ya se vengaría en cada una de las cosas vergonzosas que ha tenido que pasar y la verdad no era culpa de Namjoon, pero Yoon-gi se aferraba a culpar al pobre chico de todo. Porque si no quisiera impresionarlo nada de esto estuviera pasando.

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«Lammas o Lughnasadh, es la fiesta del dios celta Lugh, el poeta, el del largo brazo, identificado con el sol y con mercurio. La celebración tiene lugar en la víspera de los primeros días de agosto. Es el tiempo de la primera cosecha, y de las semillas que aseguran la futura cosecha. Místicamente, el dios pierde su fuerza al pasar su punto máximo, ante la mirada triste y alegre de la diosa, pues su semilla crece en su vientre y él renacerá. Es un punto de poder en el año, un sabbat mayor, simbolizado por la figura del León».

«"Lammas" era el nombre cristiano medieval de la celebración que significa "Loaf-mass" que se traduce a Misa de la hogaza, pues en estas fechas se horneaban las hogazas de pan hechas con el grano de la primera cosecha, las que no eran ofrecidas en el altar. Así mismo, se realizan muñecos de paja. Era un día representativo de los primeros frutos».

«Se honra a la tierra por su fertilidad y se felicitaban por un trabajo bien hecho. El festejo tenía doble propósito: Celebrar por los esfuerzos realizados y pedir a los dioses una buena cosecha a futuro».

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Yoongi y Namjoon pasaron lo que restaba del día divirtiéndose, haciendo actividades que por tradición se llevan a cabo en esa festividad como: amasar barras de pan y tortas para el día, tomaron sidra en vez de vino, "quemaron" los malos pensamientos que les aprisionaban, comieron cuanta comida se les puso en el camino y bailaron con el son de los instrumentos musicales de los pueblerinos.

—Ya basta, no puedo más— A los ojos de Namjoon, la forma en que se sentó Yoongi gracias que el aire había creado un cierto olan al vestido, se vió completamente adorable y tierno —Mis pies duelen y creo que mi cara está adormecida de tanto sonreír.

—Eso se debe a que todos iban donde nosotros solo para verte.

—¿A mí?, por favor si aquí el señor sensualidad eras tú. Todas solo iban de bobas a ver que pendejada te encontrabas haciendo y tomarse fotos contigo. Hasta parecías espécimen de circo exhibiéndote—Los dos rieron ante el comentario.

Unos minutos de descanso y de ver como los demás bailaban, Namjoon comentó casi sin pensar.

—También me felicitaron por tener una Novia tan linda.

El silencio reinó en los dos, la música de fondo y el aire que mecía sus mechones de cabello era lo único que rompía esa atmósfera que se había creado.

—No sé porque te molestas tanto conmigo Yoongi... Si ya sé que te gusto.

Con severo asombro, quitó la mirada de la pista de baile y la dirigió al contrario, con los ojos abiertos de par en par, mientras el otro solo le sostenía la mirada tranquilo, eso provocó que no pudiera formular tan solo una palabra.

—Yo... no... Tú... ¿Qué?

—Jungkook se lo dijo a Taehyung y Taehyung me lo dijo inmediatamente a mí.

—Ese maldito hijo de perra— Susurró mientras le daba un leve golpe a la mesa.

—¿Entonces...?

—¿Aah?... Yo, Osea, Namjoon, a ver... entiende, no te voy a decir que me gustas, porque sí me gustas pero yo no te gusto, entonces si me dices que te gusto entonces sí, te diría que me gustas, porque de verdad me gustas y entonces si yo no te gusto no tengo razones para decirte que me gustas, si yo al fin y al cabo no te gusto— Dijo todo con tal rapidez que al chico sentado a su lado solo pudo divertirle la forma en que lo dijo —¿De qué te ríes?¿Qué es lo gracioso?

Por más que le gustara la sonrisa con hoyuelos de Namjoon, le odiaba profundamente cuando le estaba diciendo algo importante y esto era interrumpido por sus tonterías de chico sexy puberto, aunque de puberto no tenía nada.

—¿Pues, tu qué crees?— Respondió el más alto.

—Que te gusta joderme— Dijo mientras se encogía en el asiento.

—Oh Yoongi, claro que sabes que me gusta joderte. Pero estoy hablando de que si tú crees que me gustas o no.

El aludido solo pudo desear que en ese mismo momento le tragara la tierra y le desapareciera de la faz del universo por no poder contener tanta vergüenza en su ser. Lo malo de ser blanco es que con la mínima situación de humillación o algo parecido, el color carmesí inunda absolutamente todo lo que puede de tu rostro.

—N-no creo que te guste— Dijo avergonzado casi incapaz de formular la frase y dirigiendo su mirada a otra parte.

—A ver, explícame esto ¿Sí?— Un asentimiento de cabeza del contrario y continuó —Ok, Dejé mis preciosas vacaciones que incluían un monitor, comida recién hecha, Internet estable, todos mis videojuegos, libertad en la ciudad, todo de lado, para viajar contigo en coche hasta Daegu, fui convertido en conejo, tomé un afrodisíaco, casi conozco a Lucifer en persona; por tus locuras. Ahora soy participe de un festival que ni siquiera sabía que existía, que parece más una fiesta de brujas versión Halloween colorido, he bailado a morir, cuando no se hacerlo— El contrario soltó una risita —Solo porque era contigo ¿No crees que eso signifique algo?

—B-bueno si lo dices así— Bajó su mirada a sus pies avergonzado de lo que diría —Pero creo que lo dices porque ahora luzco como chica.

—¿Cuando llegamos eras chica?

—No... pero, creo que solo te sientes obligado a decir todo eso.

—Ya, ¿Sabes qué? Hablas demasiado— Le dio un golpe leve a la mesa y se levantó del asiento, y Yoongi creyó que la había cagado cuando levantó la vista, no le dio tiempo de reaccionar al sentir los labios de Namjoon aprisionar los suyos.

Y no podía creerlo, no podía creer lo que estaba pasando, su Crush desde la infancia le estaba besando, estaba besando a la persona que le había molestado toda su vida desde que tiene memoria. Namjoon se encontraba saboreando sus labios, succionando su labio inferior para lamerlo con lentitud, pidiendo permiso el cual le fue concedido de meter su lengua en la boca del pálido que sentía su cara arder y su mente explotar por tantas emociones. Le estaba faltando el aire, no podía respirar pero no quería separarse, quizá Namjoon bebió accidentalmente algún brebaje que más de alguna bruja dejó olvidado por allí, o tal vez la sidra se le subió a la cabeza y eso era el causante de el por qué le beso y que ese beso jamás se volvería a repetir... O tal vez, solo tal vez, Namjoon en realidad estaba enamorado de él y no de su versión niña, si no que de él.

Aun con recelo se separaron lentamente y solo así Namjoon pudo hablar.

—Eres lindo, y me gustas ya seas mujer u hombre. Estoy enamorado de ti...

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Morí escribiendo la última parte es demasiado askncakjsn
F por mí :'3

—Nᴀᴢᴀʀᴇᴛʜ Cᴇʀʀᴀᴛʜᴏ