Bien, si nadie de mis amigos va a ayudarme a investigar creo que lo haré sola, los profesores podrían ayudarme pero seguramente no quieran hablar de lo que yo puedo ver, esos ojos carmesí me siguen a todas partes, yo solo quiero huir y descubrir la verdad de lo que está sucediendo.

-Seraphine.- Me habla una voz tranquilizadora.- ¿Te encuentras bien?

Miro a la profesora de pociones, la cual me sonríe con sus labios arrugados, sus pelos canosos caen sobre sus delicados hombros, es bastante anciana, pero muy amable con nosotras.

-Lo siento, estaba pensando en cosas, ¿que hace aquí?

-Estoy sustituyendo a Lunella, querida, si algo te preocupa háblalo con quiénes te importan, créeme, te hará bien.- me sonríe con delicadeza.

-Mis amigos no me hablan, se han enfadado, porque yo quiero investigar una cosa y ellos no.- confieso.

-Adolescentes, siempre tan misteriosos, se lo que te preocupa, la muerte de Amanda.- me mira con esos ojos negros.

-¿Amanda? ah sí, Draculaura, pues no, ella no me preocupa, verá señora Sullivan, hay alguien que arranca unas hojas de los libros de la biblioteca y yo quiero investigar porque, pero ellos no quieren.- confieso de nuevo ya que no tengo a nadie para hablar.

-Si es cierto eso que dices, vas a necesitar ayuda, un mal mayor se avecina, me temo.- la anciana mira a las paredes como si le oyesen.

-Ya he dicho que mis amigos están enfadados.- Insisto.

-Lo sé, pero no por mucho, luego tengo clase libre, si quieres pásate con tus amigos y habláis las cosas, os dejaré el aula libre.- Me sonríe con complicidad.

-Me parece bien.- sonrío.

Tras hablar con la profesora Sullivan, me voy por los pasillos pensando una manera de reunirme con Nereus, Bianca y Layla de alguna forma para que ellos también acudan.

-¿Siempre piensas en mitad del pasillo?- Se burla Jake.

-¿Y tú siempre apareces para burlarte de mí?- Pregunto sonriendo.

-Sí, además es divertido, ¿pasa algo?- Me sonríe él ahora.

-Solo busco una forma de ver cómo reunir a mis amigos de forma ingeniosa sin que sospechen que fue idea mía.- Me pongo a reflexionar.

-Tengo una idea, para hacer que Bianca vaya, dile que Iván quiere hablar con ella de algo que solo ella sabe, Layla irá le digas lo que le digas y Nereus... es peculiar así que dile que has encontrado algo interesante.- Me guiña el ojo.

-¿Cómo es que los conoces? a ver, se que conoces a Layla, pero no a los demás, bueno a Bianca también, pero no que la conocías tan bien.

-Solo soy observador, buena suerte en tu caza de brujas.- Se despide sonriendo.

Salem... ¡Eso es! ¡Salem! A Nereus siempre le han encantado los mitos de brujas y cazas, entonces Salem es una idea genial para reunirle. Me queda Layla, quizá sí me invento que un chico quiere hablar con ella, irá, bueno eso espero.

Entro por la puerta, no hay nadie, miro la hora, tengo que darme prisa en encontrar a Layla, ella hablará con Bianca seguro.

-¡Pelirroja!- Grito por el pasillo.

-Ah, eres tú.- Habla con poco entusiasmo.

-Si, ya lo sé, yo también me alegro de verte.- Le digo con ironía.

-¿Pasa algo?- Me mira por encima del hombro, es decir, con superioridad.

-Si, un chico me ha dicho que quiere hablar contigo en el aula de la señora Sullivan.- Le informo.

-¡Oh! Por fin alguien se da cuenta de lo guapa y preciosa que soy.- Se halaga a sí misma como siempre.

-Tan egocéntrica como siempre, por cierto hay algo más.- Layla me mira y ahí me doy cuenta de que tengo su atención.-Me han dicho que Iván está buscando a Bianca para hablar sobre algo que solo ellos saben, ¿se lo puedes decir?

-¡Claro! cuenta con la diosa griega, soy yo, soy fabulosa.- Se mira en un reflejo de una ventana.

-Vale, gracias.- Me voy corriendo.

Vale, paso uno hecho, el paso dos también, ahora me queda el más difícil, es decir Nereus, lo veo siempre en clase, así que deduzco que debo saber ya que tramo algo, pero nunca lo sabrá del todo.

-¿Me buscabas?- Me sobresalta la voz repentina de Nereus.

-¿De dónde sales?- Pregunto mirando alrededor ya que no le he visto venir.

-Llevo todo el día en la biblioteca, Jake me ha dicho que me buscabas.- Me mira seriamente.

-Jake...-Me pongo a pensar.- Sí, tenemos que hablar, pero en el aula de la señorita Sullivan.

-¿Por qué ahí?- Se cruza de brazos.

-Vamos Nereus, sabes que a las doce menos cuarto, Sullivan no está, a lo mejor tiene algo sobre los juicios de Salem.- Le hablo con incertidumbre.

-Me has convencido.- Me sonríe lentamente.

-Bien, nos vemos ahí.

¡Mierda! he olvidado decirle a Layla en qué aula debe verse con el supuesto chico misterioso, me encanta, bueno no pasa nada puedo mandarle un mensaje rápidamente con la varita... mientras nadie me vea, no seré llevada al despacho de la directora.

-Privata nuntius, Layla: "Ve al aula de la señora Sullivan, a las doce menos cuarto, ahí te espera el chico que te busca".- El mensaje rápidamente se deshace para ir en busca de Layla y entregarse.

Le debo una a la profesora, espero que no nos pillen... ¡Queda poco! que nervios, aunque en verdad los que están enfadados son Bianca y Nereus, pero lo mejor será que Layla también este o sino se enfadará por falta de información y por no estar presente, aunque no es el caso, hay que darse prisa.

Es el momento, no sé porque estoy nerviosa, pero en fin, solo espero que funcione, una vez entro, veo a Bianca sentada encima de una mesa cruzada de piernas, Nereus sonriendo con ironía, Layla cruzada de brazos.

-Ya sé que estáis enfadados, pero debéis escucharme, por favor.- Les riego.

-¿Dónde está el chico guapo?- Se queja Layla.

-Mentirnos ha estado mal, y lo sabes.- Reprocha Bianca.

-Muy buena idea lo de la encerrona, ¿hay algo más en lo que nos hayas mentido?- Pregunta frunciendo el ceño Nereus.

-He hablado con la profesora Sullivan está mañana y le he contado los misterios de las hojas arrancadas y los ojos color carmesí, ella me dijo que necesitaría ayuda y que debía reuniros lo antes posible.- Cuento rápidamente lo sucedido está mañana.

-¿Y qué tiene que ver con nosotros?- Pregunta quejándose Layla.

-Buena pregunta, por una vez usas el cerebro.- Se burla Nereus.

-¿Te quieres callar? estoy hablando con Seraphine, no contigo.- Layla le mira mal.

-Calma.- Interviene Bianca entre ellos dos.- ¿Nos has reunido aquí solo para decirnos eso?

-No, hay algo más, una amenaza inminente se está acercando al instituto, por eso los ojos que yo veo, por eso mataron a Amanda.- Informo de una vez.

-¿Qué?- Pregunta boquiabierta Bianca.- ¿Mataron a Amanda?

-Ya decía yo que no se le veía desde hacía tiempo.- Nereus sonríe con maldad.

-Ya, ¿y qué es esa amenaza?- Pregunta Layla.- ¿Qué tiene que ver con nosotros? porque conmigo no pinta nada.

-Tiene que ver con todo el instituto, pero yo soy la única que se ha dado cuenta.- Comento.

-No eres la única.- Habla Nereus con ese aire de misterio.- Yo también me he dado cuenta, hay cosas extrañas aquí.

-Si, ¿cómo qué?- Interviene en la conversación Bianca.

-Son memeces, está claro, lo único misterioso que hay es Nereus, no estamos en peligro.- Se queja Layla.

-¿Gracias? Creo.- Habla un confundido Nereus.

-Os juro que sí.- Les ruego.- Tenéis que creerme, por favor.

-Esta bien.- Habla a regañadientes Bianca.

-Gracias, Bia.- Le sonrío.

-Pero como sea mentira, no te hablo nunca más.- Amenaza.

-Ay por favor, deja de amenazar, no das miedo.- Nereus mira mal a Bianca.

-Nereus, cállate.- Le trata de silenciar la rubia.

-Parad ya, aburrís con vuestras discusiones absurdas.- interviene Layla.

-Y tú nos aburres con tu egocentrismo y aquí estamos.- Habla sin rodeos Nereus.

-¡Oh!- Dramatiza Layla.

-¿Entonces todos bien otra vez?- pregunto.

-Si.- Me sonríe Bianca.

-Claro.- me guiña el ojo Layla.

-No.- Sentencia Nereus.

-¿Es broma?- pregunto incrédula.

-Tal vez.- sonríe.

-Eres idiota.- le doy un pequeño golpe sonriendo.

-Si soy.- Se ríe.

-Vale, ¿ahora qué?- pregunta Bianca interrumpiendo.

-Pues ahora nos morimos, sencillo.- Habla Layla con una sonrisa.

-¿Tu entrenas para ser tonta?- pregunta Nereus.- No, enserio, es una pregunta importante.

-Me tienes envidia.- La pelirroja se echa el pelo hacia atrás.

-Eres de lo que no hay.- sonrío.

-Chicos, enserio, ¿qué hacemos ahora?- Nos devuelve a la realidad Bianca nuevamente.

-Buscar algo.- Indico.

-Vaya, que gran idea, creo que no se me había ocurrido.- Habla sarcásticamente Nereus.

-Cállate.- Le reprocho riéndome.

-A ver, el de las hojas arrancadas es Jake, ¿pero quién mató a Amanda?- pregunta Bianca.

-Ese es el misterio original.- Les miro a cada uno de ellos.

-Ya, como que me da igual, lo más importante es que una amenaza se acerca y todo porque tú ves ojos de color carmesí.- Me reprocha Nereus con seriedad.

-Vale pues demándame.- Le digo de broma.

-Pues yo iré a hablar con Jake.- Nos interrumpe Layla.

-De eso nada, guapa, tú vas a ligar con él y eso no entra en nuestros planes.- Hablo mirándola mientras me cruzo de brazos.

-¿Por quién me tomas? Por supuesto.- Se hace la ofendida.

-Layla, céntrate, podríamos morir si la amenaza a la que nos enfrentamos es más poderosa que nosotras.- Le habla Bianca con preocupación.

-Ya os digo yo que es poderosa.- Nos mira Nereus.

-¿Sabes algo?- Quiero saber.

-No, solo sé que la amenaza es poderosa, podría ser que Isaac este volviendo.- Nos informa con seriedad.

-¿Has dicho Isaac?- Pregunta Bianca alarmada.

-¿Isaac? ¿El qué convirtió a las brujas más poderosas en piedra?- Pregunto.

-Ese Isaac.- Informa Nereus.

-¡Voy a morir! ¡Soy demasiado joven! No dejéis que me mate.- Dramatiza Layla.

-Pero vamos a ver, aún queda mucho para eso, ¿no?- Insisto.

-No sé.- Nereus se cruza de brazos.

-Genial, ¿o sea que Isaac podría volver?- Habla Bianca entrando en pánico.

-Tía, cálmate, nadie va a dejar que ese cómo se llame salga a la luz.- Trata de tranquilizarle mi mejor amiga.

-Se llama Isaac, y podría convertirnos en piedra.- Le hablo yo ahora.

-O algo mucho peor... arrancarnos el corazón.- Nos mira Nereus con seriedad.

-Esto es más grave de lo que parece, no estamos cualificados para enfrentarnos a Isaac.- Me mira Bianca frunciendo el ceño.

-Por eso mismo necesito vuestra ayuda.- Le miro buscando apoyo.

-Es horrible, todo mi estilo y glamour...- se preocupa Layla de sí misma como era de esperar.

-¿Puedes volver a la realidad? todo tu estilo y glamour no van a importar si Isaac acaba con todos.- Amenaza Nereus.

-Tenemos que idear un plan.- Les digo con seriedad.

-¿Tenemos? ¿Ha dicho tenemos?- Pregunta Layla mientras se queja.

-Si, ha dicho tenemos.- Suspira Bianca con cansancio.

-Perdona, yo no puedo hacer nada, si van a matarme al menos que pongan en mi lápida que me sacrifique por guapa.- Pone pose de diva.

-¿Tu plan es dejarte matar?- pregunta Nereus.

-Pues si.- afirma la pelirroja orgullosa de sí misma.

-Ya veo porque no eres la líder en este grupo.- Le miro mal.

-Porque vuestra envidia os prohíbe ver lo guapa que soy.- Habla con orgullo la pelirroja.

-Esta claro que eres retrasada.- Se queja Nereus.

-Bueno nos vemos, tengo que hacer los deberes.- Se despide Bianca.

-Yo me voy a observar a Jake, con un poco de suerte se fijara en lo sexy que soy.- Habla Layla.

-Sigue soñando.- Le dice Nereus yéndose.

-Anda te acompaño, no voy a dejarte hacer el ridículo sola.

-Gracias, fea.- Me sonríe le pelirroja.

Mientras vamos caminando, Layla habla de Jake, incluso lo que hicieron en el baño, no es para nada lo que yo imaginaba, solo se pusieron a hablar porque Jake vio a Layla convertida en gato, es que es increíble, yo creyendo que se habían liado, aunque que asco liarte con un gato, ¿no?

-¡Ah!- grita Layla.

-Pero.

Miro a las escaleras y veo a Layla caerse, no puedo evitar no reírme, mientras ella rueda escaleras abajo, yo estoy muriendo de la risa, es que no puede ser que siempre le pase de todo a esta mujer y siga con vida.