Capítulo 4: Los ojos carmesí
Intento dormir, pero esos ojos me persiguen en mis sueños convirtiéndolos en pesadillas... pesadillas teñidas en sangre, mis seres queridos muertos, asesinados y sin ojos...
-Seraphine, despierta.- me susurra una chica de cabellos negros, gafas y con cara de preocupación.
-¿Qué pasa?- pregunto con la respiración agitada y empapada de sudor.
-Estabas gritando.- me habla con preocupación.
-He tenido una pesadilla horrible...- le comento.
-Llevas varias horas gritando, ¿qué pasa?- quiere saber.
-No es nada.- le dije con voz tranquilizadora.- espero.
Trato de dormir otra vez, pero se me viene a la mente toda esa sangre, esos ojos color carmesí, entonces decido desvelarme y estar toda la noche mirando a la infinita oscuridad...
No sé en qué momento me quedé dormida, pero los rayos del sol me despiertan atravesando la ventana, me levanto con mucho sueño, me miro al espejo y veo mis cabellos desordenados, así que con la varita me arreglo para ir a clase.
-Parece que alguien se ha quedado dormida.- se ríe Nereus.
-He tenido una pesadilla, nada más.- le hablo cortante.
-Vaya, ¿sobre qué? ¿osos de peluche gigantes?- se burla.
-Eres muy gracioso, pero no, era algo mucho peor.- hablo mientras abro la puerta para entrar a clase.
-Has conseguido mi interés, ¿qué clase de pesadilla?- insiste.- Al igual te puedo ayudar, quién sabe.
-Nereus, no he dormido, ¿te importaría callarte la boca?- le sugiero de la forma menos amable posible.
-Sea lo que sea ese sueño, te lo tienes bien merecido.- me responde con frialdad.
Sus palabras son como un puñal, literalmente, me ha dolido lo que ha dicho... supongo que es porque viene de mi mejor amigo y no me esperaría tal respuesta, aunque últimamente siento que no lo conozco, ¿desde cuándo le gustan los animales venenosos? ¿por qué sabe de pociones? todo son preguntas que no tienen respuesta a menos que pregunte, pero no voy a preguntarle y menos ahora.
-Hola alumnos.- Saluda la profesora Smav.- Espero que hayáis dormido bien, ya que hoy nos toca aprender las fases de la luna y sus consecuencias con nuestros hechizos.- se dirige a su escritorio para agarrar el libro.- Bien, abrid el libro por la página 68, Nereus, lee por favor.
Cuando Nereus se pone a leer yo no sigo las líneas del texto, ya que en mi libro aparecen esos ojos carmesí, pero esta vez son los propios ojos los que están sangrando. Sobresaltada me caigo de la silla y tiro el libro al suelo.
-¡Seraphine!- me regaña la profesora.- Esto no es una clase divertida, si quieres divertirte, te vas fuera.
-Lo siento señorita Smav, pero...- guardo silencio unos segundos para tratar de explicar lo sucedido.- es que... en mi libro habían unos ojos...
-¿Unos ojos?- me pregunta con curiosidad la profesora.
-Sí, de color carmesí.
Miro a Nereus, pero él me mira con curiosidad, mientras que la profesora pone cara de asustada, que en segundos se desvanece.
-No importa, sigamos con la clase.- ignora lo sucedido para sentarse en la silla.
Tras acabar la clase, la profesora me mira como si fuese un bicho raro, me voy lo antes posible, pero su mirada me persigue, me doy la vuelta y la profesora está en la puerta observándome.
-¡Hey!- me empuja Layla sacándome de los siniestros ojos de la profesora.- ¿Qué tal la clase de hechizos?
-Mal, hemos estado leyendo las fases de la luna llena.- le informo.
-¡Argh! que vieja más aburrida, ¿no sabe divertirse?- se queja como siempre.- Con lo divertidos que son los hechizos.
-Si, sobre todo el que transformó en gato.- se ríe Bianca.
-No hablaba de ese hechizo.- le mira mal.
-Bueno chicas, suerte en vuestra clase de hechizos, me voy.- me despido de ellas rápidamente.
Me dirijo por todos los pasillos buscando la puerta de la biblioteca, a ver si consigo algo de información sobre esos ojos y porque los veo yo, pero en su lugar me encuentro con un muchacho de túnica negra, bordeados de color rosa y con su sombrero negro y rosa.
-¿Iván?- pregunto.
-¿Qué?- se ruboriza, para después reírse.- Soy Jake, pero siempre nos confunden.
Su risa me hace sonreír no se porque, es como si estos hermanos tuvieran algún poder sobre mi, pero también he de decir que Layla tenía razón, ambos son bastante atractivos.
-Perdona, no quería incomodarte, estoy buscando la biblioteca.- le informo rápidamente.
-Ah, yo también.- me sonríe.- He tenido una idea, busquemos la biblioteca juntos.
-Claro... ¿Jake, no?- intento establecer conversación.- ¿Cuál es tu asignatura favorita?
-Por favor, somos conocidos, no hace falta ser tan formal, puedes preguntarme lo que quieras, incluso mi signo del zodíaco como hizo Layla.- se ríe.
-¿Conoces a Layla?- le pregunto sin entender nada.
-Sí, la encontré en forma de gato anaranjado, me siguió hasta el baño, es bastante simpática y torpe.
-¿De qué me conoces a mí?- le pregunto.
-Sabía que no tardarías en preguntarlo.- deja de sonreír y me mira con tranquilidad.- tú y yo fuimos al mismo curso una vez, fue en segundo año, la magia rosa y morada compartían clase.
-Lo recuerdo, vagamente, claro, ¿entonces ya nos conocíamos?- le pregunto con curiosidad.- ¿Cómo es que no me acuerdo de ti?
-Porque tu y yo nunca hemos hablado, solo compartíamos clases, nada más.- se encoge de hombros.- Ahora quiero preguntar yo algo, ¿desde cuándo conoces a Layla?
-Layla y yo nos conocimos en el primer año, la magia naranja y morada compartían clase ese año.- le dije acordándome del primer día que llegué al instituto de magia.
Recuerdo que nada más llegar Layla fue la primera en hablarme, también que Layla se cayó por las escaleras y nos reímos siempre que lo recordamos...
-¿Te gusta Layla?- le pregunto.
-Esa es una pregunta muy personal, ¿no crees?- me sonríe con picardía.
-¿Y conoces a Bianca?- le pregunto.
-No, mi hermano si, la magia amarilla y verde compartieron clases el primer año, recuerdo que eran amigos.- me mira pensativo.- No sé porque no son amigos.
-Yo no lo sabía, supongo que Bianca no habla del tema e Iván tampoco.
-Has dado en el clavo.- mira al frente.- Bueno damisela en apuros, hemos llegado a la biblioteca, ya nos veremos.- se despide haciendo una reverencia y riéndose.
Me dirijo a los enormes pasillos llenos de libros, tengo que buscar ojos carmesí... cierro los ojos y suspiro, al abrirlos está todo oscuro, miro a mi alrededor y unos enormes ojos están ahí delante de mí.
-¿Quién eres?- pregunto con timidez.- ¿Qué eres?
Los ojos parpadean, al hacerlo comienzan a llorar sangre, entonces me voy corriendo, ya que la sala comienza a llenarse de sangre...
-Señorita.- me habla la bibliotecaria.- está prohibido gritar.
-Lo siento, he tenido una...
No puedo acabar la frase, veo los ojos color carmesí desapareciendo, entonces voy a seguirlos, recorro los pasillos con las enormes estanterías, detrás de unos ojos misteriosos, los cuales me llevan a un libro titulado 'Los ojos de la maldad'.
-Es este libro.- oigo un susurro lo bastante agudo como para oírlo bien.
Echo un vistazo a las páginas, veo que unas cuantas están arrancadas, otra vez, y la última persona en coger el libro fue Jake, pero él no parece el tipo de persona que arranca páginas, ¿y si alguien se está haciendo pasar por él? tendría sentido, ¿pero quién? ¿y por qué hacerse pasar por Jake?
-¡Te gusta!- grita Layla.
-¿Qué dices? no.- le responde Bianca bajando el tono de voz.
-Chicas, centraos, he vuelto a encontrar un libro con las hojas arrancadas por Jake, pero él no parece el tipo de persona que haría algo así.- les miro a las dos.
-No lo sabes.- me mira Bianca con seriedad.- Quizá sea igual que su hermano.
-¿Qué tiene que ver Iván?- pregunto.
-Nada, continúa.- miente.
-Bah, está claro que a Jake le interesa ese tipo de magia y para que no lo descubran arranca las hojas.- sonríe Layla.
-Muy lista, ¿y por qué deja su nombre?- insisto.
-Ah... pues... ¿por qué le apetece?- pregunta con nerviosismo.
-¿Y Nereus?- pregunta Bianca.
-¿Qué pasa con él?- le respondo con otra pregunta.
-¿Por qué no está aquí?- sigue con la pregunta.
-Es verdad, no lo he visto hoy.- Layla mira a su alrededor.
-Hemos discutido, no creo que lo volvamos a ver, hasta que me pida perdón.- les comento.
-¿Y por qué ha sido la pelea?- pregunta Layla.
-Porque no quería hablar de un tema y el insistía y me he enfadado.
-¿Sólo por eso? vaya bobada.- niega con la cabeza Bianca.
-Nereus no es lo importante ahora, ¿qué opináis de todo esto?- les devuelvo al tema inicial.
-Que Jake está como un queso.- suspira Layla.
-Eso no es lo que he preguntado.- le miro mal.
-¿Qué? Jake es atractivo, además cualquier persona con ojos se fijaría en el.- Layla deja caer su cara, para apoyarla en su mano.
-De acuerdo... dejando de lado si los chicos son guapos o no, yo creo que te estás volviendo paranoica.- Habla Bianca con sinceridad.- Todo este asunto de las páginas es algo raro, lo admito, ¿pero quiénes somos nosotras para entrometernos dónde no nos llaman?
-Porque puede ser que se cueza algo maligno aquí dentro y alguien tiene que detenerlo.- le informo.
-Me parece bien, pero de eso deberían ocuparse los profesores, si no hay indicios, deja de meterte en problemas.- me sugiere Bianca.
-Layla, apóyame.- busco la aprobación de mi mejor amiga.
-Jake...- la pelirroja está mirando a Jake y suspirando.
-¡Layla! deja de suspirar por un chico y vuelve a la tierra.- le digo con molestia.
-¿Qué quieres?- pregunta con desenfado.
-Que me apoyes.
-No puedo, Bianca tiene razón, te has obsesionado con esas páginas arrancadas y con ojos de colores, yo que tu trataría de dormir mejor.- me habla mientras mira a Jake.
-¿Has estado atenta a la conversación?- pregunta Bianca boquiabierta.
-Puede que haya estado mirando a Jake, pero he dejado mis oídos en REC para oíros.- se encoge de hombros.
-Que rara eres.- le digo.
-Vale.- dice sin más.
Layla se levanta y se va, miro a Blanca y ella simplemente me mira sin entender nada, siendo sinceras, ninguna de las dos hemos entendido nada.
-Bianca, dime qué ayudarás, por favor.
-No, lo siento, ya nos hemos expuesto demasiado con el conjuro de transformar a Layla en gato, y cuando fuimos al bosque y casi morimos por un ente.- frunce el ceño.
-Vale, pues lo haré sola.- le informo.
-Buena suerte.
Bianca se va dejándome sola, me siento en la mesa mirando a la pared, suspiro resignada, ¿por qué no quieren ayudarme? saldríamos ganando todos, tendríamos buena reputación.
-¿Te han dejado tirada?- la voz de Nereus resuena en mi espalda.
-¿Y qué más da? tu no ibas a ayudarme, estás enfadado conmigo.
-Y lo sigo estando, pero eso no quita que seamos amigos.
Me doy la vuelta y lo miro, está sonriendo, como siempre, algo oculta, lo sé.
-¿Piensas pedir perdón?- pregunto.
-No.- sonríe con burla.- he venido porque estabas sola y a decirte que esos ojos carmesí que ves, son el anuncio a que algo malo va a pasar.
Se da media vuelta y se va. ¿Cómo sabe eso? ¿y cómo coño sabe que veo ojos color carmesí? no estoy entendiendo nada, este curso es de lo más extraño y turbio que he vivido... Aunque ahora me surge otra duda, Layla dijo que vio a Jake en el baño, Jake afirma que Layla le siguió en el baño, ¿qué hicieron en el baño?
-Seraphine, venga, vamos a clase.- me habla mi compañera de casa.
-Voy.- me quejo.
Voy a clase junto a mi compañera, al entrar por la puerta veo a Nereus que me mira con desinterés.
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