Capítulo 2: Metamorfosis
Miro a Layla la cual está igual de impactada que yo, nadie se imaginaria que de un día para otro la tía que cae mal a medio instituto muriese en plan zorra catastrófica, pero siendo honesta, se lo merecía, por asquerosa.
-¿Qué hacemos?- pregunta Layla sin moverse.
-Vamos a avisar a la directora, ella sabrá que hacer, o eso espero.- le respondí dejando de mirar el cuerpo descompuesto.
Layla asiente. Nos ponemos en marcha por los pasillos de la institución, encontrándonos con alumnos practicando hechizos, algunos leyendo u otros solo hablando entre ellos. Llegamos a la enorme puerta que no tiene pomo, ya que solo se abre desde dentro y con un hechizo que solo los profesores y la directora conocen, ya que los alumnos tienen prohibido interrumpir.
-Bien, Layla llama a la puerta.- le ordené.
-¿Y por qué yo? hazlo tu, no te jode.
-Mira que eres tiquismiquis.- me preparé para llamar a la puerta.
Aunque no hizo falta, ya que la puerta se abrió antes de que yo pudiese llamar, miré a Layla y ella me hizo gestos de entrar, que impaciente es la tía cuando le sale del papo.
-Directora.- traté de sonar lo más serena posible.
-¿Hay alguien en casa?- pregunta Layla poniéndose a mi lado.
-Directora Winifred, ¿está aquí?- miré a mi alrededor buscando a la directora.
-Que pérdida de tiempo, aquí no hay nadie.- Dijo Layla cruzándose de brazos.
-¿Tienes una idea mejor?- le pregunté mientras le miro mal.
-Si, irnos de aquí cuanto antes y que se encargue otra persona del cadáver.- soltó de golpe.
-No eres más burra porque no puedes.- le dije frunciendo el ceño.
Cuándo me quise dar cuenta estábamos rodeadas de humo gris, lo disipe con mis manos y vi a la directora delante de nuestras narices, en vez de sonreír como hace cuando tiene visitas, tiene su mirada fría y sus labios muestran la seriedad del asunto.
-¿De dónde cojones ha salido está tía?- pregunta Layla mirando a la directora.
-Niñas, ¿qué hacéis aquí?- nos mira por encima del hombro.
-Verá... es que... hemos encontrado el cadáver de una de las alumnas de magia rosa en el baño, le faltan los ojos, el corazón, tiene las venas de color negro y un charco negro le rodea.- escupí en cuánto tuve la ocasión.
-Joder, ni un detalle se deja.- se queja Layla con una sonrisa.
La directora dejó de mirarnos con frialdad a mirarnos con sorpresa, entonces se pone a caminar, Layla me mira y yo me encojo de hombros, así que decidimos seguirla a ver a dónde iba, hasta que llegamos al baño y vimos el cadáver de la muchacha, otra vez.
-No puede ser...- Dijo casi en un murmullo.
-¿Qué no puede ser?- le pregunté.
-A vuestros cuartos, ahora mismo.- nos ordenó.
-Pero.- iba a decir algo más, pero su mirada enfurecida me quitó las ganas de seguir discutiendo.
Entonces agarré a Layla de la muñeca y salimos del baño, en seguida aparecieron los demás profesores.
-Algo no va bien, se nota por la preocupación de los profesores.- miro al baño mientras sigo sujetando la muñeca de mi mejor amiga.
-¿Y por qué iba a ir bien? han matado a una tonta en el baño, menos mal que no he sido yo, porque sino ahora estaría tiesa en el baño.- se rió de su propio comentario.
-Lo dicho, tu eres tonta.
-Aunque tenemos que ir a nuestras habitaciones, y no me apetece un mierda.- volvió a quejarse.
-Es verdad, yo iré a la biblioteca, necesito saber qué ha pasado con esa chica, me caía mal, pero creo que ha sido cosa de un hechizo.- pongo mi mano en la barbilla para tratar de pensar un poco mejor.
-Como quieras.- se encoge de hombros y se va soltándose de mi agarre.
Niego con la cabeza. Bien, la biblioteca no queda lejos de los dormitorios, así que voy caminando, mientras me surgen muchas preguntas, ¿por qué ella y no otra persona? ¿sabía algo qué la puso en peligro? ¿fue casualidad? ¿hay algo maligno en la escuela? miro al techo buscando alguna especie de ayuda cósmica de las estrellas o constelaciones superficiales que hay dibujadas.
-Hey, ¿estás bien?- su voz me saca de mis pensamientos.
Miro al frente viendo a un chico de pelo castaño y alborotado, su túnica es negra con los bordes de amarillo, así que deduzco que es de magia amarilla.
-Perdón, estaba en mis pensamientos.- me disculpé mientras le miraba.
-Lo sé, te has quedado parada en medio del pasillo para mirar el techo, ¿te han puesto deberes de Tarot?- me pregunta riéndose.
-No, soy Seraphine, creo que no nos hemos visto antes.- le doy mi mano.
-Soy Iván, si que nos hemos visto antes, bueno, yo a ti, pero tú a mí se ve que no.- se ríe y me da un apretón de manos.- ¿Vas a la biblioteca?
-Si, ¿tu también?- quise saber.
-No, voy al entrenamiento de soccer con escobas.
El chico pasa por mi lado, no pude evitar mirar cómo se iba, algo en el me ha llamado la atención, pero no sé el que... ¡Pero si yo voy a la biblioteca!
Me adentro en la enorme habitación llena de estanterías y libros, son dos pisos bastante enormes y con escaleras de caracol.
-¿Seraphine?- me pregunta Bianca, sacando su cara de un libro.
-Vaya, justo vengo a la biblioteca por información y te encuentro aquí.- dije sonriendo.
-¿Información? ¿Sobre qué? a lo mejor te puedo ayudar.- se levanta de su silla para ponerse delante de mí.
-No creo, necesito encontrar... magia negra.
-¿Magia negra?- pregunta incrédula.
-Sí, han matado a una alumna.- le dije rápidamente.
-¿Qué? ¿Cuándo?- pregunta alarmada.
-Tranquila, los profesores se están haciendo cargo, bueno, eso creo.
-¿Cómo murió?- me pregunta de repente.
-Pues... le faltan los ojos, no tiene corazón, sus venas son de color negro y tiene un charco que en vez de sangre es de color negro.- intenté no dejarme ningún detalle esta vez.
-Me suena haber leído algo similar...- mira hacia su alrededor tratando de recordar.
-Tranquila, ya se por donde buscar.- le señalo la estantería enorme que pone Magic Black.
-Vaya, has sido más rápida que yo.- se ríe en voz baja para no hacer ningún tipo de ruido y desconcentrar a los demás.
Las dos caminamos hacia esa estantería, está llena de libros, ¿cómo sabemos por cuál deberíamos empezar?
-¿No hay algún hechizo para poder leer el libro que queremos?- le pregunté a Bianca viendo alguna forma de buscar un libro de forma rápida.
-Que yo sepa, no.- se encoge de hombros y pone una mueca.
-Pues por mi coño moreno va a haber una forma.- dije cruzándome de brazos.
-¿Qué vas a hacer?- me pregunta con los ojos como platos.
-Vide librum magicae nigrae, de venis nigris.- agito la varita sonriendo.
-¡No!- grita Bianca.
Espero que funcione... los libros comienzan a caer poco a poco, ¡Ja! sabía que funcionaría, soy muy lista, aunque uno le cae encima a Bianca y no puedo evitar reírme.
-¿Ves? siempre hay una forma.- intenté no reírme.
-Duele.- se acaricia la cabeza, aunque después se pone a mirar el suelo.- Aunque...
-¿Qué pasa?- le pregunto mientras miro al suelo también, sin ver nada más que libros tirados.
-Es ese libro.- me señala un libro de portada roja con un corazón de color negro.
-¿Te lo has leído?- le pregunto.
-No, pero es ese, estoy segura.
-Genial, ¿dónde está Nereus? él sabe más de magia negra que nadie más, no lo digo por nada, sino porque su casa es la magia negra.- busco en su mirada cualquier indicio que me diga dónde está mi mejor amigo.
-No lo sé, no lo he visto desde que visteis a Layla volar en escoba del revés.- se encoge de hombros otra vez.
-Bien, vamos a leer.- dije agarrando el libro del suelo.
-Vale.- asiente Bianca.
Las dos nos sentamos en una mesa para poder leer con calma, mientras leo, se me quedan cosas en la cabeza, pero más preguntas, según el libro pone: "Una vez se arranca el corazón se debe decir el siguiente hechizo: vertit ad lapidem." Pues que asco, pero en fin, giro la página y está arrancada.
-Bia, tenemos un problema, la última página está arrancada.- le enseñé la página arrancada.
-¿Cómo puede ser? casi nadie va a esa sección.- me quita el libro de las manos.- Mira, aquí pone que lo cogió un tal Jake.- me mira seriamente.
-No veo el problema, le preguntamos a ese tal Jake y ya está.
-No hay nadie llamado Jake aquí.- me miró frunciendo el ceño.
¿Cómo que no? no sabemos cuántos alumnos hay, ni cómo se llaman, si ni siquiera sabía de la existencia de Iván hasta hoy, aunque ahora que lo pienso, nunca lo había visto y justo me aparece cuando voy a la biblioteca, ¿y si ese no es su nombre real?
-Bia, reúne al grupo en la cafetería, ahora voy yo.- le digo seria.
-De acuerdo, a Nereus le mandaré un mensaje con el hechizo.- Bianca se va de la biblioteca.
Muy bien Iván, veamos si eres de fiar... ¡Toma ya! un hechizo para cambiar de forma, me vendrá bien para espiarle, no por nada, hay que sacarnos las sospechas de encima.
-Vaya, vaya, ya era hora, llevamos esperando mucho rato.- sonríe Nereus como siempre.
-¿Y tú dónde estabas?- le pregunta Layla.
-Lo que yo haga no es asunto vuestro, gracias.- dijo sonriendo, pero sus palabras sonaron como a desprecio.
-Vale, ya estamos todos, ¿qué ocurre, Seraphine?- pregunta Bianca quitando la tensión.
-Vale, veréis hoy he conocido a un chico, se llama Iván.- voy a seguir hablando pero la zorra egocéntrica me interrumpe.
-¿Nos has llamado por qué te has enamorado?- pregunta Layla riéndose.
-Tiene toda la pinta.- le contesta Nereus.
-No, idiotas, escuchad, resulta que Bianca y yo estábamos en la biblioteca y en un libro que estábamos leyendo una página estaba arrancada y la última persona en coger ese libro fue un tal Jake.- les comento mis sospechas.
-¿Y qué? todo el mundo coge libros para hacer lo que sea con ellos, ya sea hechizos avanzados o leer por mero aburrimiento.- se encoge de hombros Nereus.
-Dejar que acabe.- se quejó Bianca.
-Pues creo que Jake e Iván son la misma persona.- dije finalmente.
-Vale, me he perdido, ¿resumen?- dijo Layla mirándonos a todos.
-O sea, que para asegurarnos de que Iván es Jake, vamos a seguirle, ¿no?- Acierta de pleno Nereus.
-Tiene pinta, sí.- le sonríe Bianca.
-Exacto y he encontrado este hechizo de metamorfosis, podremos seguirle, pero como la idea es mía voy yo, así que alguno de vosotros tendrá que decir el hechizo.- les miro atentamente.
-A mí no me mires.- se desentiende Nereus.
-No soy la mejor en metamorfosis, nunca consigo una transformación completa.- Me habla Bianca con tristeza.
-¿Layla?- le pregunta Nereus.- No has dicho nada.
-Es que...- va a decir algo más y le doy el papel con el hechizo.
-Decidido, di el hechizo.- Dije confiada en mi, aunque estaba aterrada.
-Ya... Verte hunc hominem in omne animal usque ad proximam lunam plenam.- Agita su varita lentamente.
Un humo anaranjado invade la cafetería, entonces entre Nereus, Bianca y yo lo disipamos como podemos.
-No me he convertido en animal, ¿Layla qué has hecho?- pregunto buscando con la mirada a mi amiga.
-No puede ser.- dijo riéndose Nereus.
Seguí la mirada de Nereus viendo a Layla convertida en un gato naranja, Bianca y yo nos empezamos a reír junto a Nereus.
-No veo el chiste, pero eh, soy una gata bien hermosa, quién lo diría.- dijo moviendo la cola de un lado a otro.
-¿Pero qué has hecho?- pregunté riéndome todavía.
-Pues... que la perra de Bianca es un falsa, ella es la mejor en metamorfosis de nuestra clase, yo soy la peor, siempre saco 30 puntos en los exámenes.- Layla dio un salto para quedar encima de la mesa.
-Es que hacer un hechizo improvisado tiene sus consecuencias.- se excusa Bianca.
-Eso se podría haber avisado.- se queja Layla.
-¿No querías ser un gato? pues mira ahí tienes tú oportunidad.- se sigue riendo Nereus.
-Vale, ahora ve a buscar a Iván y siguelo, no lo pierdas de vista.- le ordené.
Entonces asiente con su cara de gato, se va a cuatro patas antes de que pueda describirle al chico a lo que Nereus se rió aún más, Layla vuelve y se sienta delante de mí.
-¿Cómo es Iván?- Pregunta inocentemente.
-Pienso hacerme un abrigo con tu pelo.- le amenacé.
Le doy la descripción del chico, quería ser yo la transformada en animal, de Layla me fío, pero es demasiado estúpida como para ir detrás de un tío, aunque ahora que lo pienso, ¿cuánto durará la transformación? sólo espero que no nos expulsen por esto, además es por una buena causa, ¿no? aunque ahora que me doy cuenta el hechizo dura hasta la luna llena... y eso fue ayer...
-Chicos... tenemos un problema.- les advierto.
-¿Qué pasa?- pregunta Nereus con cierta curiosidad.
-Que el hechizo acaba en la luna llena.- informo.
-Genial, falta poco, creo- se mete en la conversación Bianca.
-No, fue ayer.- solté.
-No puede ser.- habla con incredulidad Bianca.
-Tenemos que encontrar un hechizo para devolver a Layla a su estado humano.- les informo.
-Yo voy a la biblioteca, pasadlo bien buscando ese hechizo.- comenta Nereus.
-Buena idea, en la biblioteca habrá algo.- dije sonriendo.
Nereus me miró de mala gana, pero nos fuimos los tres a la biblioteca para ayudar a Layla a que vuelva a su estado original sin que se entere.
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