Capítulo 14: Doble Kill
-¿Cómo que has visto el pasado de Layla?- pregunta Sel sin entender.
-No lo sé estaba en el baño y fue como si algo me absorbiera.- respondí confundida.
-Vale, vale, cálmate, lo averiguaremos y encontraremos a Layla... o eso espero.- intenta calmarme.
-Espero que esté bien.- comento con preocupación.
-Seraphine, Layla estará bien, tranquila.- sonríe Sel.
No lo sé... Layla es mi mejor amiga, la conozco, ella solo vive para su apariencia física, es torpe y sarcástica, suele estar siempre quejándose... Dudo que esté bien y eso me preocupa, siempre nos ayudamos mutuamente y ahora está... nadie sabe dónde.
-Seraphine, mírame.- me mira Sel con preocupación.
No puedo mirar a Sel a la cara sin que me broten las lágrimas, abrazo a Sel llorando y ella me devuelve el abrazo.
-Tranquila...- habla mientras me acaricia la cabeza.- Layla estará bien, seguro.
-Eso espero...- digo sollozando y evitando llorar más.
-Voy a buscar a Bianca y Nereus, seguro que ellos saben que hacer.- me mira Sel como una hermana mayor.
-Entiendo porque para Layla eres importante.- confieso.
-Ella para mí también, por eso quiero encontrarla y saber que está bien.- Sel se va caminando.
Observo a Sel irse, miro a mi alrededor y solo puedo pensar en los momentos que tuve con Layla... miro a un pasillo y se me viene a la mente cuando Layla tropezó y me hizo caer con ella... fue divertido.
-Pero bueno... si es mi bruja enana favorita.- habla una voz juguetona y coqueta detrás de mí.
-Jake...- me doy la vuelta alzando una ceja.
-Hola enana.- habla en un tono seductor.
Lo miro sin decir nada mientras mi corazón se acelera, pero no puedo pensar en romances... bueno si, Layla puede esperar, yo tengo que seguir viviendo.
-Hola buenorro.- le digo guiñando el ojo.
-Sabes... he estado pensando... últimamente no te he visto... ¿que te parece una noche conmigo?- sonríe con picardía.
-¡Jake!- reprocho poniéndome roja.
-Oh... estas tan mona cuando te sonrojas, me pregunto si puedo ponerte aún más nerviosa.- habla en tono juguetón y sexy.
-No te atrevas.- respondo notando el calor en mi cuerpo.
-Me gusta verte así...- guiña el ojo y me susurra en el oído.- Te hace parecer más adorable.
-Te voy a meter un puñetazo.- evito el contacto visual con el.
-Pues nos vemos esta noche... enana.- se va caminando.
Lo mato... pero Dios me ha dejado con los nervios, odio que juegue así conmigo, sabe cómo presionarme...
-Sabes, la mayoría de las personas suelen caminar.- habla una voz arrogante detrás de mí.
-Alex...- digo con desdén.
-Apártate de mi camino, lagarta.- me responde con cierta molestia.
-¿Y si no quiero?
-Te aparto yo.- frunce el ceño.
-¿Igual que intentaste matar a Layla?- me burlo.
-Ja.- responde con ironía.- Lo hubiese conseguido si no te hubieses metido de por medio como siempre.
-Pues lo siento pero es mi mejor amiga, no va a morir mientras yo lo pueda impedir.- respondo con valentía.
-¿Igual que la salvaste cuándo desapareció? Que buena amiga eres.- dijo dando en el clavo y sus palabras se me clavaron en el corazón.
-Tu ni siquiera estabas ahí, no hables de lo que no sabes.- Respondo con ira.
-Se comenta por los pasillos que Layla desapareció por tu culpa.- sonríe con maldad.
-Eso es mentira.
-Oh... es verdad... Y Sel te ayuda porque es cómplice.- se ríe de una forma siniestra.
-Seguro que Layla desapareció por tu culpa, no me extrañaría nada.
-Oh Seraphine eres tan divertida... y a la vez tan aburrida.- saca su varita.
-¿Vas a matarme?- alzo una ceja divertida.
-Tal vez.- me apunta con la varita.- Revertere.
Un rayo rojo sale de la varita lanzándome contra una pared. Me quejo por el dolor en la espalda, mientras caigo contra el suelo en un ruido sordo, miro fulminante a Alex.
-Fulmen.
Veo un rayo verde ir hacia Alex y este sale rodando por el suelo, levanto la vista para ver a Bianca caminar hacia mí y tenderme una mano.
-Gracias Bia.- sonrió a Bianca.
-No hay de que, te estaba buscando y te encontré enfrentándote a Álex.- mira frunciendo el ceño a Álex.
-¿Aún sigues desconfiando de Nereus?- pregunto.
-Tengo pruebas contundentes.- responde de forma seria.
-Ah... ¿cuáles?
-Luego te lo cuento, alguien puede oírnos.- dice en tono misterioso.
-Vale...
-Bianca... debí haberlo visto venir.- habla Alex levantándose del suelo.
-Seraphine, vete, esto se va a poner peligroso.
-¿Crees que podrás contra el?
-Se hechizos defensivos, no te preocupes.
-Vale, Bianca, buena suerte.
Me voy casi corriendo, cuando miro atrás veo un destello verde y a la vez un grito masculino, así que Bianca puede apañarselas sin mi.
-Vaya vaya...- habla una voz arriba de mi.
Miro hacia arriba para ver a Nereus montado en su escoba y boca abajo, sonriendo con sarcasmo, como siempre.
-¿Que haces ahí?- pregunto mirándolo.
-Divertirme, últimamente está todo muy aburrido, ¿no crees?- sonríe.
-Parece que para ti, pero no para mí.
-Oh... ¿algo te preocupa querida?- dice en tono burlón.
Miro hacia atrás para ver un rayo rojo, supongo que Álex estará tomando la delantera contra Bianca.
-Parece que ahí dentro se cuece algo interesante, puede que vaya a ver qué es.- se ríe con maldad.
-Nereus, no te metas.- le ruego.
-Que aburrida has sido siempre.- se pone derecho en la escoba.
-¿Has averiguado algo sobre Layla?- cambio de tema.
-¿La pelirroja torpe?- se encoge de hombros.- me trae sin cuidado lo que le pase.
-Tu siempre tan quisquilloso.- frunzo el ceño.
-Verás, querida, lo único que me importa es aprobar el curso, lo que pase o no con los demás, me da igual, por mí como si se matan entre ellos.- habla con desdén.
-Nerus, me preocupas, Bianca sospecha de ti.- confieso.
-Lo sé y eso es lo divertido, me gusta jugar con su mente y hacerle creer que tiene razón.- sonríe de una forma sádica.
-Tu siempre tan apático.- pongo los ojos en blanco.
-Que se puede decir, querida, soy mejor que todos aquí.- se ríe.
-Ay ajá.- niego con la cabeza.
-Me encantaría seguir perdiendo el tiempo contigo... pero me aburres, querida.- sonríe y se va volando con la escoba.
Siempre igual, haciéndose el interesante, ya lo conozco lo suficiente para saber que lo dice para molestar, pero está bien, dejaré que crea que tiene ventaja sobre mi.
Me voy caminando, tengo esta noche para estar con Jake... probablemente pasen un montón de cosas antes de esa cita, solo espero que no haya ningún desastre que me impida ir con el.
Mientras camino hacia el bosque, Twig va corriendo y mirándome para que no me pierda o vaya lejos de él.
-Twig, que no me voy a ir.- me siento cerca de un tronco de árbol para estar a la sombra.
Twig se acerca a mí y se enrolla como un perro para estar cómodo a mi lado. Los ciervo-zorros de alguna forma parecen perros, sigo deseando verle cuando le crezcan los cuernos. Veo a Twig levantar la cabeza, sus orejas se mueven.
-¿Que pasa?- acaricio a Twig.
Twig se levanta para irse corriendo, rápidamente me levanto para ir tras él.
-¡Twig!- corro lo más rápido que puedo.- ¡No tan rápido!
Sigo corriendo tras Twig, pero lentamente lo voy perdiendo de vista, es más rápido que yo, jadeo y dejo de correr por el cansancio. Miro a mi alrededor y el bosque es inmenso, Twig podría estar literalmente en cualquier parte.
-¡Twig!- grito para ver si vuelve.
Camino en dirección a dónde lo vi por última vez, el cansancio de haber corrido rápido se apodera de mi. Pero tengo que seguir, entonces aparece Twig, parece bastante alterado ya que da saltitos y llora.
-¿Que pasa, Twig?- me acerco a él.
Twig camina rápido, y yo voy detrás de él, otra vez, llegamos a una zona un poco despejada de árboles. Layla está ahí en medio, pero tiene cortes por todos lados, no parece que este despierta. La preocupación se apodera de mi y corro hacia ella arrodillándome.
-Layla.- sacudo un poco a la pelirroja.
Twig lame la cara de Layla, yo la sigo sacudiendo, pero ella sigue sin despertarse o moverse, saco la varita rápidamente.
-Sanatio.- apunto con la varita.
Un destello morado sale de la punta de la varita, haciendo que los cortes y heridas vayan curándose con un brillo morado luminiscente.
-Venga por favor...- espero a que Layla se mueva o diga algo.
-He vuelto por guapa.- habla Layla levantándose con debilidad.
Abrazo rápidamente a Layla mientras me caen las lágrimas, la he echado de menos y he estado preocupada por ella y resulta que a estado todo el tiempo en el bosque...
-¿Que te ha pasado? ¿Cómo has llegado aquí?- pregunto separándome del abrazo.
-No lo sé, estaba llorando por Pabu y de pronto una explosión me envolvió y todo quedó... oscuro.- explica Layla con nerviosismo.
-¿Y cómo te hiciste los arañazos, rasguños y heridas?- me levanto del suelo.
-No lo sé, ni siquiera recuerdo haber llegado aquí por voluntad.- se levanta del suelo.
-Te he echado de menos, no vuelvas a hacer algo así.- sonrío un poco apenada.
-Las guapas siempre nos hacemos las difíciles.- se ríe.
-Que tonta.- le doy un pequeño golpe en el hombro.- Ay, me acabo de acordar, tengo una cita por la noche con Jake.
-¿Cómo? pues tía ponte guapa a lo mejor tenéis sexo.- me mira con picardía.
-Eres una ordinaria, ¿lo sabías?- digo con un poco de molestia.
-Si, pero soy tu mejor amiga.- se ríe.
-Anda volvamos, Sel está preocupada por ti.- le agarro del brazo con suavidad.
-Vale, vale, pero me mantendrás informada.- sonríe.
-Lo haré.
Mientras caminamos, le voy poniendo al día de como mi relación con Jake ha ido creciendo en estos días, el y yo hemos pasado de ser amigos, a ser coquetos entre nosotros y bromistas, y ahora parece que estaremos en una relación esta noche, no puedo esperar.
-¡Layla!- grita Sel corriendo hacia ella y abrazándola.
-Buenas.- saluda en tono casual.
Observo como Sel y Layla se van poniendo al día, mientras me voy con Twig a mi habitación, ya que necesito esconderlo por si la directora lo ve.
-¡Seraphine!- grita Sel desde detrás de mí.
-¿Si?- pregunto con curiosidad.
-Hay algo que debes saber.- habla Sel en tono de preocupación.
-¿Que pasa?- pregunto preocupada.
-Bianca...- no termina la frase.
Puedo hacerme una idea, Alex, la habrá matado en su enfrentamiento, no tengo tiempo de dejar a Twig y me pongo a correr hacia el pasillo dónde los vi por última vez peleando, tras de mí vienen Sel y Layla.
La pared está llena de sangre, el pasillo es un charco lleno de sangre de color negro... Me llevo las manos a la boca por la asquerosidad, hay dos cadáveres, veo a Bianca, le faltan los ojos y por alguna extraña razón tiene los huesos sobresaliendo. El otro cadáver es... ¿Alex? le falta la mandíbula, tiene las piernas partidas y le faltan algunos dedos. Esto es repugnante.
-¿Que ha pasado?- pregunta Layla mirando todo con repugnancia.
-Parece ser que estuvieron peleando y su pelea llegó demasiado lejos.- explica Sel.
-Es una lástima, con lo que queríamos a Bianca.- habla una voz sarcástica detrás de nosotras.
Me doy la vuelta pero no reconozco a esa persona, tiene los ojos rojos carmesí, pelo negro, túnica de color negro. Su presencia me da escalofríos, es como si lo conociera pero a la vez no.
-¿Quién eres?- pregunta Sel frunciendo el ceño.
El nos mira a punto de responder, pero entonces cierra la boca y deja escapar una sonrisa siniestra.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro