Mientras los coros se escuchaban. Nos lleve a las afueras de los reinos Jeon y Park. Pude sentir su energía que fue precisa para cambiarnos de ubicación. Al abrir los ojos no se lo creían.

Asustados tomaron mas fuerte de sus manos.

— ¿Qué eres tú? — preguntó una dama.

— Es un ángel — murmuró Rose.

Deshice el círculo, bese la frente de Rose.

— Cuídala, cuando esto acabe regresare por ustedes — hable con Taehyung y con mas confianza me dirigí hacia el tronco de un árbol.

" Llévame con Park" traspase el tronco y llegue a mi destino.

La escena pintaba mal y Park me iba a explicar porque tomaron como carnada a mi gente. Estaba a orillas del pueblo y mi objetivo era Jimin. Sin embargo, el olor a lobo hizo su aparición.

Maldije porque se aproximaban escenarios desagradables. ¿Dónde estaba el ejercito de Park? Miré el palacio y se veía conglomerado de gente, todos corrían hacia allá.

Si ellos iban hacia esa dirección significaba que su ejército estaba en el exterior. Esperando el primer ataque.

El clima parecía ser desalentador. La lluvia iba a comenzar, las nubes grises surcaban el cielo y en el aire se respiraba la tensión. Vi un gran ejército, conducidos por un jinete levantando el símbolo del imperio Park.

Jimin, debía ser él.

Medí mis acciones. Dirigí mi mirada hacia un lugar alto. Ahí atacaría sin ser visto. Subí por el techo de la última casa, cerca de la ultima fila de la armada.

Debía centrarme para poder ganar.

La lluvia cayó, inmediatamente a la vista se observó los primeros cuerpos negros y encorvados que venían a toda velocidad. Los aullidos acompañaban a los atacantes. Hizo temblar a cada soldado, pero también los llenó de valor.

Jimin no me mintió, cada caballero lucharía hasta morir. Vi erizarse su piel, mostrar mas su mandíbula, alzar su cabeza y prepararse para el confrontamiento.

Eran valientes jóvenes que habían encontrado el sentido de la vida y pelearían por su honor.

Los arqueros prepararon sus flechas y apuntaron, Jimin dio la orden y tiraron hacia el cielo. Dirigí cada flecha a un objetivo y murieron al instante, otra carga fue elevada. Centre mi energía en duplicar cada flecha. Si eran 100 flechas, cayeron 1000. Vi el rostro de muchos sorprendidos. Pero no hubo reclamos.

Aun no era suficiente y la batalla era inminente. Pude ver que existía un gran lobo que se había salvado de perecer. Sus ojos eran inconfundibles. Era el Rey Jungkook.

Cerré los ojos. Recordé aquella noche cuando fui engañado y alejado de mi querida Luka. Si quería ganar debía volver a conectarme con ella, Rose la había llamado Aurora.

— "Muéstrate Aurora" — unos ojos azules como el cielo se posaron en mi presencia. El mundo cayó en una obscura neblina. Creo haber estado aquí.

— Al fin, nos volvemos a encontrar — su voz se escuchaba celestial, como si hablaran muchas personas en un lenguaje desconocido, un coro nos rodeaba. Ella parece una estela de luz. Su cabello danza como el fuego y transmite una sensación de paz.

— Ayúdame — ruego.

— ¿Estas seguro que eso quieres? O ¿quieres salvar a tu Rey? — su presencia es hipnótica, el coro cambia de tono.

— Quiero salvar a todos, por favor ayúdame —

— Lo que me pides es muy grande, te puedo ayudar. Pero no se si tu cuerpo pueda soportar este milagro — toma mi rostro y lo acaricia. Sus ojos conectan con los míos.

— Lo podre soportar —

Sonríe.

— Todos los milagros tienen consecuencias para mortales como ustedes. Te cuidare todo lo que pueda, ten por seguro que estaré contigo en todo momento. Mi pequeño —

Se alejó y casi olvidaba el porque estaba aquí, todo era tan pacifico que no quería regresar. Pero era necesario.

Mi cuerpo se sintió pesado, en un movimiento regrese al campo de batalla. Ya había comenzado la pelea.

Solo tuve que pensar en lo que quería hacer. Casi por instinto conseguí llegar en medio del campo de batalla.

Unos soldados pasaron de mi y otros mas asombrados me podían ver.

Orgulloso me sentía al mirar como los soldados estaban luchando uno por uno contra los licántropos. Veía como las espadas servían, siendo clavadas en los cuerpos de las criaturas. Vi a un soldado correr y desenvainar su espada contra el enemigo, el licántropo dio un salto y el soldado dio un corte limpio en la garganta expuesta. Los cuerpos de ambos bandos caían inertes, siendo obstáculos en la lucha misma.

Todo paso tan rápido, mi mente estaba concentrada en salvar a las personas. Expandí mi poder, empuje a todo caballero que era poseedor de la insignia del rey Park. Los aleje cuanto pude.

Mire al enemigo que sorprendido vino hacia mi para dañarme, una gran explosión se hizo presente.

El campo de batalla cambio, los soldados desaparecieron. No veía el castillo, las casas o los caballeros. Solo un hombre lobo.

Hubo oscuridad. De repente, una cumbre de pinos eran iluminados por la luna llena, también quien miraba hacia su dirección era Jungkook. Se levantó en dos patas y aulló. Estaba asustado, pero sabia que si me retractaba todos moriríamos.

Jungkook se gira y se acerca lentamente a mí.

 Poco a poco se abría paso la luz para mostrarnos que estábamos dentro de un gran y espeso bosque.

— ¿Qué pasara ahora Antiguo? ¿Me matarás? — sus pasos resonaban fuertes, marcados por el crujir de las hojas secas.

— No quiero, esto lo puedes detener. Olvida el pasado, no es justo que almas jóvenes mueran y no puedan disfrutar de la vida, solo por el error de las almas viejas. ¿Acaso no te importa la vida de tus predecesores? — estaba estático en el mismo lugar mientras veía a él acercarse.

— Son humanos, nunca podras confiar en ellos — su rostro intacto, no mostraba arrepentimiento — no tienen honor y su naturaleza es el caos. ¿Qué te hace creer que lo que estas haciendo te lo agradecerán? —

Por fin nos vimos cara a cara.

— Porque confió y tengo fe en un hombre, Jimin —

Jungkook con una sonrisa burlona dio el primer golpe. No pudo tocarme a causa de una barrera de magia.

— Eres solo su esclavo —

Aunque existía la barrera, la fuerza de los golpes me hacían retroceder. Las fuertes ondas comenzaron a marearme. Sabia que debía atacar también, aun en contra de mi voluntad.

Debía de pensar rápido que hacer, ¿cómo contratacar? La oscuridad nos rodeaba ¿Por qué estamos aquí? ¿En donde? Estando frente a frente del licántropo veo la cicatriz que le hice hace tiempo.

Dirigí mi brazo hacia su corazón, sino podía hablar con el licántropo, lo haría con el humano.

Los golpes cesaron. Me mantenía aun tocando el musculoso pecho del ahora hombre desnudo. Respiraba hondo, casi asustado. Inhalaba y exhalaba profundo, su rostro se deformaba en muecas de espanto.

— Jungkook — mencione su nombre. El hombre sale de su estado en shock. Sus ojos se posan en mí, puede que lo haya vuelto a ser humano pero el odio residía aun en él.

— A veces olvido lo vulnerable que soy y lo poderoso que son ustedes. Tienes coraje al llamar a mi mitad humana — noto lo disgustado que está de regresar a esta versión.

Una neblina comienza a rodearnos, ocultando la parte baja de su cuerpo.

— ¿Es acaso que te pongo nervioso Yoongi? — ríe — no comprendo porque les disgusta la desnudez si así es como llegamos al mundo — sonríe y carcajea.

A estas alturas, me avergüenzo de poner la neblina. Pero no estoy para hablar de eso.

— Te regrese a tu estado humano, porque necesito hablar contigo. Necesitamos poner alto a estas batallas. Ninguna guerra tiene sentido —

Jungkook comienza a analizar mi cuerpo. Luego toma mi cintura y me acerca a su cuerpo.

— Crees que si dejo que esta batalla acabe, ¿su reino no nos atacara mas adelante? — toma mi otro brazo y lame de la muñeca hacia los dedos — no conoces lo poco que vale la palabra de un humano. Mi reino se regirá como el único no conquistado y esto será recordado por generaciones. Cualquiera que escuche hablar de mi clan, no se acercará a mi territorio o a alguno de mi gente —

— ¿Cómo recordar? Si todos estarán muertos —

— Solo una persona me podrá matar — ciñe su mano a mi cuello — y juro que te matare primero —