Subimos las escaleras de piedra y entre pasillos y ventanas, llegamos a una habitación mucho mas amplia que la mía: era grande y con una buena iluminación, se veía la opulencia en todos lados.

— Acuéstate, estarás mas cómodo aquí — me atrajo hacia sus sabanas y me recostó. No mentía era mucho mas suave esta cama.

— No se, si deba estar aquí Jimin, esta habitación...—

— Es mía, es mi cama y todo lo que puedas ver— se veía contento con mi asombro.

— ¿Seguro que no existe problema? —

— Relájate y duerme —

No podía negarme, el viento movió las cortinas de seda y toda la habitación fue arrullada por los sonidos de la naturaleza. ¡Oh! Hermosa ignorancia, no quiero despertar de este sueño.

Cuando volví a abrir los ojos, me encontraba solo en medio de la cama tan cómoda. ¿Cómo fue posible que el sueño me haya tomado? Estoy en el lugar del príncipe, esto no debió pasar.

— Despertaste — Jimin entró a la habitación en compañía de una charola de comida.

— Perdóname, me tome el atrevimiento de... —

— No pasa nada, de hecho comerás conmigo y descansaras —

— Se vera mal para mis compañeros Jimin — 

— ¿Por qué se ve mal? — con una mirada tensa se dirigió a mi. Sin temor respondí.

— Puede que se vea un favoritismo con su atención hacia mi —

— Oh entiendo, pero eres mi amigo debo procurar tu bien — me vio preocupado y asintió — entiendo puede que malinterpreten mi ayuda hacia ti y puede que eso genere problemas entre ustedes. En ese caso, que te parece que mi atención sea mínima cuando estés con tus compañeros y cuando tengas tiempo podamos platicar con confianza —

— Es una buena opción. Perdona esta situación, es solo que no se siente correcto, tu eres de la aristocracia —

— En este castillo aunque tenga una corona , sigo siendo uno mas de ustedes. En mis batallas no peleo solo, mi batallón me acompaña y así logro mis victorias. Todos en ese momento somos iguales —

— Una disculpa, eres alguien muy diferente a lo que yo conozco —

— No te preocupes, pronto confiaras en mi, te lo puedo asegurar — sus palabras cálidas albergaron una esperanza. Tal vez estaba juzgándolo muy temprano.

Me senté a comer con él y pronto abordamos temas del reino, de los lugares donde ha estado y paisajes bellos que algún día me mostraría.

Creo que este lugar es bellísimo y muy acogedor.

— Hay fechas de celebración por las buenas cosechas, existirá una cena junto con el pueblo. Damos gracias a su dios cristiano y después a la madre naturaleza —

— Se escucha muy conmovedor, esta aldea es tan unida —

— Intentamos generar fraternidad entre todos. Un reino quebrado es y será la caída de un imperio —

— Así que podre verlo esta noche su ceremonia —

— Exacto, hoy —

— Que bueno que descanse lo suficiente, quiero conocer como es —

— Ustedes me acompañaran y así podre cuidar que no se pierdan entre tanto caos — sonrió — y por supuesto escucharas los canticos de nuestra iglesia, sus voces son extraordinarias —.

Tanta emoción por parte de Jimin me hizo desear ver aquel acontecimiento. Tengo tanto deseo de poder escuchar a sus interpretes.

Descansado y con las fuerzas renovadas, baje a la cocina.

— Ya te ves mucho mejor muchacho — mencionó el señor Tsubasa.

— Muchas gracias por el tiempo de descanso, prometo dar mi mejor esfuerzo —

— No te preocupes suga hoy saldremos a conocer la aldea —

— ¡Habrá una celebración por las cosechas y todo el mundo esta invitado! — habló Suho.

— Hay lugareñas hermosas y mucha comida, todo el pueblo traerá comida — mencionó kai.

— Suficiente arreglen su ser. Al salir la luna nos escoltaran los caballeros del príncipe Park —

Así que Jimin me dijo la verdad. Que felicidad.

— No se despeguen de nosotros estaremos a su disposición si se quedan cerca, aun no conocen estos lugares y preferimos tenerlos a la vista, eso si pueden disfrutar de los alimentos —

Eso nos dijo Seokjin que estaba a cargo de nosotros. Namjoon y yo nos dirigimos a unas mesas cerca de los solados a probar de la merienda. Los lugareños nos saludaron y nos dieron pedazos de su comida, pasamos a otra mesa quienes nos entregaron vasos con un liquido delicioso, no sabíamos que bebíamos pero era delicioso.

A veces mirábamos si nos encontrábamos cerca de los soldados o mas bien de Seokjin que en todo momento estaba alerta. Preguntábamos que tipo de comida era, si era salada, dulce, amarga o demás; nos contestaba riendo diciendo que era cada comida, a veces lo comparaba con comida nuestra y otras no podía explicar su sabor pero nunca nos defraudo con que sabría delicioso.

— Aun guarden espacio — susurró — viene el banquete final — nos indicó que estos eran aperitivos y que tendríamos que tomar asiento para la verdadera comida.

Así fue como las mesas se dispusieron a hacer una gran fila y poco a poco comenzaron a sentarse todo el publico. Yo mire los asientos que Seokjin nos dio y pude ver que estábamos a la derecha de los asientos de los nobles, de la misma gente que la noche de ayer estaba vestida elegante, esta vez todos llevaban una ropa mas gentil. Por su parte, Jimin estaba en medio de una gran mesa, junto a la gente vestida con túnicas: "los creyentes".

Cuando se levantó, todos callaron y juntaron sus manos en oración.

— Damos gracias a nuestra madre naturaleza por bendecirnos con una buena cosecha, por el buen tiempo y por nuestra buena caza — de pronto una mujer de túnica se levanta. También se dirige a todos con una voz armoniosa.

— Gracias a nuestro Dios... — dio una larga oración, agradeció por los creyentes y no creyentes, además por los muertos en batalla, para terminar con un amén.

— Es momento de apreciar la carne cocinada por las manos del palacio — dio comienzo al festín. Si antes había comida deliciosa, ahora existía más.

Mire a nuestro alrededor y hasta el fondo me dio la impresión de ver siluetas. El miedo se apoderó de mi en un instante, fue muy contrastante. Namjoon tocó mi brazo y salí del trance.