— Cuando necesites de ayuda, solo pídelo, aquí son mas que cocineros —

"Somos la rama de olivo" como lo había dicho Taehyung. Bueno, eso no tiene nada de malo estaré trabajando para alguien a quien le importara mi persona, pero ¿por cuanto tiempo?

Una mala sensación recorrió mi espalda, mientras era conducido al gran salón, pensar que el Príncipe Park podría hacerme daño me congelo, la sangre.

Lo vi acercarse al rey y levantar su copa. Lo vi radiante y lleno de vida, mientras hablaba todos ponían atención y sonreían de igual forma. Era como una copa de oro que relucía por si mismo y que no se le podía quitar la mirada. Y por alguna razón eso me dio más miedo, miedo porque con solo mirar esta noche su autoridad podía comprender que él, con un chasquido de sus dedos podría mandarnos a matar. Me hizo pensar que más que invitados de honor, somos sus prisioneros.

Por fin comprendí, que Jimin me daba miedo. Eso fue lo que sentí cuando lo vi por primera vez. Le temo a Jimin.

— Un brindis por Dures y por el reinado Park — el sonido de las copas tocándose, fue como el de campanas al anunció de una ejecución. Tomé el liquido y cerré mis ojos para olvidar en donde me encontraba.

Esa noche soñé con un río y agua cristalina, el césped y los animales a mi alrededor. Yo estaba desnudo y acostado entre la corriente del agua, baje hasta el fondo y pude observar la flora y fauna con mas vida ahí. Sentía como las raíces, rodeaban mi cuerpo y no pude evitar sentir tanta paz. Quise seguir así, anhele quedarme para siempre en ese paraíso.

Pero Namjoon me despertó para preparar el desayuno.

— No dormiste, tus ojeras están horribles — mencionó mi compañero.

— Fue una pesadilla — dije sin energía.

— Necesitas descansar mejor muchacho, es nuestro deber de ahora en adelante ser reposteros del rey, debemos dar nuestro mejor esfuerzo —

Mi estomago se retorció, no pude evitar pensar algo muy diferente: "prisioneros".

— En cuanto acabemos te iras a descansar, nosotros saldremos por ingredientes, tomate el resto del día te lo mereces —

— Gracias —

Proseguí con mis actividades y al acabar, todos mis compañeros salieron. No era tonto además de ir a comprar ingredientes irían a disfrutar de la ciudad. Estaba un poco celoso de ellos, ¿por qué se sienten tan cómodos aquí? ¿Fui el único en sentirse atacado?

Tal vez extrañaba a mi familia y por eso me sentía atrapado, tal vez no debí escuchar las conversaciones de los mayores. De hecho creo que fue en la ultima ida a la iglesia que escuche tales ideas. No debí de ir ese día.

Tres toques se hicieron presentes y la voz de Taemin afuera.

— Señor soy Taemin, vine a entregarle un té con hiervas de nuestra huerta, Miki también me envió a entregarle un pan casero hecha por ella misma — con una leve inclinación acepte gustoso la comida.

— Muchas gracias, ¿quieres entrar? Me siento un poco solo aquí —

— Si así lo desea puedo aguardar aquí con usted, me dieron la orden de ver su progreso, esta mañana su jefe nos indicó que no durmió cómodo, puedo ver que cambien su cama si ese es el problema o... —

— No Taemin, agradezco lo que hacen, solo fue una pesadilla. Todo lo demás ha sido perfecto, y sus atenciones hacia mi son gratas. Debo descansar y estaré bien —

— Pensamos que podría ser alguna alergia, pero me alivia escuchar eso, ¿puedo preguntar cual fue esa pesadilla? —

— De hecho no lo recuerdo, solo se que fue una pesadilla, fue tan abrumador que me quede sin energía —

— ¿Será por lo que le conté anoche? —

— Lo dudo. Es verdad aun no terminaste de contarme lo que sucedió después —

— No se si sea conveniente en su estado, en verdad no quiero que tenga mas pesadillas —

— Te juro que no será así Taemin — le ofrecí un poco del pan recién horneado como símbolo de paz, en verdad quería saber.

— Esta bien, recuerdo que había mencionado que el Príncipe y Rey Park fueron en busca de ayuda —

— Si, en busca de un hechicero poderoso o bruja —

— Es correcto, no se exactamente que sucedió, pero a las afueras del reino se escuchó un gran rugido, el sonido de un monstro grande que hizo que el cielo se volviera negro por unos instantes y después regreso el silencio y cierta normalidad. Los aldeanos, algunos dicen que vieron al monstro convertirse en una bruja, una anciana que mas tarde se convirtió en un cuervo y voló hacia una montaña embrujada. Otros dicen que era un lobo gigantesco y tomó la forma de una bella mujer, la alejaron con fuego y se dirigieron a acabar con ella. Sea como sea, algo sucedió ese día, que quedo un rastro de fuego en el lugar y que el césped ya no crece a su alrededor —

— ¿Qué sucedió con la mujer? — sentí una tristeza por aquella dama.

— Murió, los aldeanos la mataron con fuego sagrado —

— ¿Por qué? ¿No se supone que iba ayudar al rey en turno? —

— Todos dicen que ella era la que maldijo al Rey Abel, esa noche murió. Todo indica que existió una conexión —

Mis lagrimas querían salir pero sin causa aparente.

— Es una triste historia — mencione.

— ¿Qué es una triste historia? — Jimin abrió la puerta, asustándonos en el proceso.

— Príncipe Jimin, buenas tardes — hizo una reverencia.

— ¿Qué esta sucediendo aquí? — Jimin habló tan fuerte que hizo que mi piel se crispara.

— No es nada príncipe, Taemin me contaba una historia para poder descansar, pedí que me hiciera compañía mientras trataba de dormir —

— Oh una disculpa, malinterprete la escena, muchas gracias Taemin yo me encargare del joven suga. Puedes continuar con tus deberes —

— Claro que si príncipe. Recupérese pronto joven suga — volvió a cerrar la puerta una vez que se fue.

— Muchas gracias por la atención Jimin, de hecho me siento mejor — me senté mas recto.

— Descuida, cuando me dijeron que te sentías mal vine a ver tu estado. Te ves cansado eso no lo puedo negar —

— Solo fue una mala noche, una pesadilla, la oscuridad puede que me de un poco de miedo — reí.

— Bueno si es ese el caso un poco de mas iluminación no vendría mal — dijo Jimin sentándose en la cama de Namjoon.

— No es necesario solo debo acostumbrarme... —

— ¡Tengo una idea! — Jimin paso a tomar mi muñeca y dirigirme a no se donde.