— Ayúdame a luchar, te prometo que Jimin no te esclavizara... —

— Yoongi — interrumpió — los humanos cambian, estoy segura que tu príncipe también lo hará. Tarde o temprano todos lo hacen —

— ¿Qué dices? No creo poder hacerlo solo — desesperado pedí — ayúdame nadie se enterara — me miró tranquila.

Sentí un calor recorriendo mi cuerpo, tenia tanto miedo por lo que podía pasar.

— Mi respuesta es no. La gente muere, todo el tiempo muere, si vas allá morirás también —

— No puedo creer lo que dices, ¿eso significa ser "Antiguo"? La gran fuerza de la que me hablas solo es una mentira —

— Cree lo que quieras, he vivido mas que tu, yo también quise salvar a mi protegido. Pero todos cambian —

Sus aperlados ojos me mostraron su sufrimiento, las mejillas blanquecinas se volvieron rosadas y su rostro deformo pequeños pliegues hacia abajo. Era una hermosa doncella, sentada en un melancólico recuerdo.

— Rose... — ella no se movía — me iré — evitó verme.

Así es como terminaba este bello momento.

— Muchas gracias por todo —

El lugar parecía empático con ella, la tristeza reino junto con su ama. Sali a reencontrarme con el sendero marcado que recorrí con el Príncipe.

Era momento de regresar, perdóname Jimin, se que me entenderás.

Mi recorrido fue difícil, volver a mi magia era un difícil desafío y mas cuando era de vida o muerte.

Recobré la movilidad: primero hice consciencia de que debía orar para sanar. Recordé plantas medicinales y runas que me podían ayudar para ahuyentar malas energías. En el pueblo existía plata y con eso bastaba, Luka me había inculcado que debía hacer para defenderme.

Llegue a Dures, el pueblo que me acogió y recordé que Rose y Taehyung estaban aquí, debía advertirles el peligro. Llegue al centro del pueblo y no encontraba a nadie. Corrí hasta llegar a mi casa.

No había ni una sola alma, no olía a sangre. ¿Qué significa?

Donde fueron todos. Tal vez... el reino a acogió a todos los pueblos aledaños y solo me resta ir hacia allá. Sali con unos tres pasos del pueblo y concentre mi energía en el reino. Mi mente debía estar centrado en que era lo que quería hacer y a donde llegar.

Pero no tome en cuenta que el olor de mi familia estuviera cerca de las montañas. Que raro, ¿por qué se escondieron en una montaña opuesta al reino? ¿Querían ocultarlos ahí?

Mi mente veía una encrucijada, llegar con Jimin o asegurarme que Rose este bien.

Me preguntaba porque tomaron el camino mas largo al palacio y no el directo.

Pero no tuve tiempo, estaban aquí, los licántropos llegaron atraídos por el olor de mi pueblo. El olor se intensifico, venían rápidamente y necesitaba llegar para proteger a mi hermana. Traspasé las barreras y me acerque hacia donde el olor me guiaba.

En una cabaña aparentemente instalada para unos cuantos se encontraba mi hermana. Abrí la puerta.

— Rose — grite y pronto todas las miradas de una docena de personas se posaron en mí.

— Suga — mi hermana vino a mi encuentro.

— Tenemos que salir de aquí — el aullido de un lobo y mis presentimientos empeoraron.

— Oh por dios, se escucho muy cerca, entra con nosotros. Los soldados del Rey Park nos cuidaran — me tomó e hizo entrar. Cerraron la puerta y todos callaron. Taehyung vio nuestro encuentro y pronto se acercó a abrazarnos.

— Tenemos que salir de aquí, es peligroso. ¿Quién les dijo que se quedaran aquí? ¿Por qué no los llevaron al reino? —

— Todos los pueblos del imperio fueron tomados y reasignados, nos colocaron aquí junto a soldados para evitar el enfrentamiento de las guerrillas. ¿Me puedes decir como llegaste aquí? —

De pronto, los gritos de batalla se escucharon, las espadas cortando y los escudos usándose.

Los soldados aparentemente estaban ubicados para que los lobos no los vieran. Escuchamos el caer de cuerpos fuertes y pesados.

— Tengo mucho miedo — Rose se apegaba a nosotros. El miedo nos inundo cuando el fuego y los primeros gritos de aldeanos traspasaron como eco las paredes.

Los aldeanos miraron las ventanas y el miedo reino a todos. Espantados se dirigieron a asegurar la entrada con las sillas de madera. Los gritos de ayuda se hicieron mas cercanos. Y todo hombre de aquí cayó en cuenta de la muerte que nos esperaba.

Rose y Taehyun sollozaron cuando escuchamos la caída de flechas, unas traspasaron la cabaña. Solté a mis hermanos y busque una de ellas. Por favor, dime que no son de plata.

A la esquina de la habitación un pequeño artículo se encontraba. La furia se adueño de mí.

— Esta el enemigo atacando a nosotros con bestias y arquería — gritó un señor.

No, no era así. Las bestias eran los soldados de Jungkook y las flechas eran de Park.

Mis lagrimas brotaron, ¿a cuantos podría salvar?

Mire cuantas personas eran, si decían que mi fuerza era sobrehumana, mas fuerte que Luka debia llevarme a todos los que se encontraban aquí.

— Rápido tenemos que hacer una rueda, tómen la mano de su compañero. Que nadie quede fuera. Rápido. —

— ¿Qué esta diciendo? —

— Esta loco, estamos a punto de morir —

No querían creerme. Tome la mano de Rose y Taehyung.

— Por favor, antes que sea demasiado tarde — ellos me miraron, espantados.

— Usted ha perdido la cabeza, debemos salir y correr —

— Alto — una mujer calló al señor — ¿no ves que es lo que nos espera allá afuera? — ella hablaba decaída, su cuerpo también lo decía — ¿Qué mas podemos hacer? Estamos destinados a morir. Si solo existe dos opciones de como pasar mis últimos momentos, me parece bien orando — se acercó a Rose y tomó su mano — tomando la mano de una amiga — sonrió perdiendo toda esperanza.

Quienes se llenaron de valor se acercaron a nosotros, todos con la voluntad derrotada. Fue quizás su fe que los hizo cumplir mis órdenes.

— Piensen en nuestra libertad — ore con los ojos cerrados — que estemos a salvo, en un lugar muy muy lejano. E interioricen que nuestros cuerpos se elevan. Estamos a salvo debajo de nosotros, el césped se extiende y la naturaleza nos cubre. Repitan: "estamos a salvo, lejos de aquí" —