03
Está acostumbrado pero no es razón para esperarlo.
Porque como siempre, llega a la banca donde esperaría a sus compañeros conocidos como "amistades", para ir hasta sus clases. Y quiere ignorar que a metros de ellos, Juyeon va llegando a la cafetería junto a sus amigos y por supuesto, Yeri. Baja su mirada tan pronto Juyeon posó su atención en ellos… en él, en realidad, porque era mentira que al azabache le importara alguien más de esa mesa.
Y entonces, Juyeon deja a sus amigos ir solos, aún cuando Yeri abulta sus mejillas en reproche cuando Juyeon la ignora, caminando hasta su amigo.
Youngjae ya comienza a sentirse mal, porque siente la mirada molesta de Yeri en él, y desea ignorarla.
Vete, vete.
Quiso gritarle a Juyeon que regresara con su novia y que por una vez en su vida no lo hiciera sentir de esa manera.
Pero oh, ¿cómo sabría Juyeon lo que provocaba en él si jamás lo ha dicho? Duda que Juyeon sepa leer su dolor. Nadie sabe hacerlo.
¿Debería comenzar diciéndole lo mal que lo hace sentir con sus acciones? Posiblemente.
No lo hace.
Cierra sus orbes con fuerza que estaban enfocando su libro, ese nudo asqueroso en su garganta cuando siente esas manos grandes, cálidas y conocidas caer en su espalda, con Juyeon tomando asiento a su lado, una vez más, haciendo de cuentas que absolutamente nadie estaba ahí más que el rubio, aún cuando habían cinco personas contando a Youngjae.
Y quizás Youngjae puede llorar, lo puede hacer, porque Juyeon lo abraza por su costado ligeramente, y le deja un beso en su sien, murmurando con su voz tranquila un "buenos días, ¿amaneciste bien?", como si jodidamente Youngjae no estuviera siendo asesinado con la mirada por su novia.
A Juyeon parece no importarle que Yeri camine molesta hacia ellos, en realidad parece no darse cuenta, porque está más centrado en esperar una respuesta por parte de Youngjae.
Y este se fuerza a mirarlo, sin sonreír, impasible, soltando con sus orbes cansados:
ㅡ Deberías irte.
Que la sonrisa en el rostro de Juyeon vacile lo hace sentirse mal, bastante en realidad. Pero eso no le duele tanto como escuchar a Yeri llegar finalmente hasta ellos, claramente con molestia.
ㅡ¿Cuántas veces seguirás haciendo la misma mierda, Juyeon? -Ella dice, su mirada clavada en la mano de Juyeon en la espalda de su amigo, quien se remueve incómodo. Juyeon sólo arrugó su ceño. ㅡMe dejas tirada para venir con este mocoso.
Youngjae no se inmuta, pero Juyeon arruga de más sus lindas expresiones, soltando un suspiro.
ㅡNo hagas esto, Yeri, es demasiado temprano y estás perturbando la tranquilidad de mucha gente aquí.
Al rubio le asusta escucharlo tan tranquilo hablar, mientras que su novia está a punto de explotar ahí.
Yeri suelta una risa sin gracia, cruzada de brazos.
ㅡTenemos que hablar. -Es lo que dice, girando sobre sí misma, dándole una última mirada a su novio, quien no la mira. ㅡYa mismo, Juyeon. -Y se marcha, esperando ser seguida.
Juyeon suspira, mirando el perfil de su amigo, quien no lo ve. Y muerde sus labios, porque aunque no lo supiera, se estaban sintiendo igual.
ㅡTen buen día, nos vemos al final del día. -Dice, y se acerca a dejar un beso en la sien de su amigo, apretando sus labios cuando Youngjae se alejó lo suficiente para que no lograra su cometido. Es hasta entonces que su amigo lo ve. ㅡJae…
Youngjae niega.
ㅡ Vete. -El rubio le pide, con su voz sonando baja porque de hablar más alto, los sollozos saldrán. ㅡPor favor… y no me busques al final del día.
Juyeon no puede decir nada, porque el nudo en su garganta y sus orbes llenos de lágrimas se lo impiden.
Maldita mierda, no podía soportar un sólo momento más.
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