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— ¡voy ganando!, ¡voy ganando! — gritaba emocionado el japonés presionando velozmente los botones del control en sus manos. — ¡ya casi!
y cuando su personaje en el auto de carreras estaba a punto de cruzar esa tentadora línea de meta dentro de la pantalla, su mirada decayó de golpe al ver cómo el televisor se ponía en negro.
una vez que salió de su trance, notó que cierto chico estaba parado al lado del televisor, con el enchufe del aparato en sus manos.
— ¡KIM DAEYOUNG! — gritó exaltado poniéndose de pie dramáticamente. — ¡¿TE HAS VUELTO LOCO?! ¡ESTABA A PUNTO DE GANAR!
— suficiente por hoy, riku. — formuló el más alto dejando el enchufe tirado sobre la mesa más cercana. — no viniste a mi casa para jugar con mi playstation, y sin embargo, fue lo único que hiciste desde que llegamos.
— tienes una playstation en perfecto estado solo para ti, y nisiquiera la usas. — se excusó indignado. — si tú no le vas a dar un buen uso, entonces yo la aprovecharé.
— siempre que vienes te dejo usarla, kuri. pero ahora tenemos otras cosas más importantes que hacer, en vez de jugar.
— daeyoung ~ — maeda puchereó. — todavía falta mucho tiempo para entregar ese informe, no entiendo por qué te apresuras tanto.
— es mejor hacer las cosas con tiempo, en vez de dejarlas para última hora, y lo digo porque sé que no harás ese informe hasta que llegue el día antes de su entrega, y ese día, pasarás toda la noche y madrugada haciéndolo, solo para terminar entregando un trabajo mediocre, sabiendo que podías haberlo hecho bien si empezabas antes. — regañó kim.
— no pensaba hacer eso esta vez... bueno... quizás sí, pero ahora que lo dijiste de esa forma tan desgarradora, ya no. — se cruzó de brazos.
— te conozco, no por nada eres mi mejor amigo. — sonrió victorioso.
— me conoces, soy tu mejor amigo, blah, blah, blah, ¡todavía me debes una disculpa por apagar el televisor cuando estaba a punto de ganar el juego, y encima estaba jugando en modalidad clasificatoria!, ¿tienes idea de cuántos puntos habré perdido por eso? — dijo llevando ambas manos a su cabeza, demostrando desesperación.
— no, y no me interesa. ¿ya terminaste de quejarte? pareces un niño pequeño.
a pesar de que daeyoung era menor que riku, él era mucho más maduro y responsable que él, cosa que el japonés valoraba bastante, ya que si por él fuera, probablemente ya lo habrían expulsado del colegio hace mucho debido a su irresponsabilidad.
siempre era daeyoung quién ayudaba a riku a estudiar, le hacía algunas tareas y trabajos difíciles, le recordaba que tenía que entregar proyectos, y cosas así.
en resumen, kim daeyoung siempre terminaba salvándolo académicamente.
y en esta ocasión, ambos habían acordado juntarse en la casa del menor después del colegio para hacer el informe que debían entregar dentro de dos semanas.
el profesor había dicho que no era un trabajo en grupos, pero nunca mencionó que no podían hacerlo juntos, si al final de todo, ambos entregarían informes individuales.
riku suspiró, viendo la figura más alta tomar un libro de su escritorio y dirigirse a su cama para leerlo.
guiado por sus pies, fue también a la cama del contrario y se ubicó al lado suyo, enfocando su visión en el libro.
— ¿qué libro es? — preguntó el mayor.
daeyoung cerró el libro, mostrándole el nombre escrito en su portada.
— ¿"el arte de amar" de erich fromm? — riku hizo una mueca de confusión.
el coreano no pudo evitar reír por lo bajo al ver lo tierno que se veía el chico a su lado, quién diría que su torpe amigo podía ser así de adorable naturalmente.
— así es. — respondió kim. — fui a la biblioteca ayer a buscar libros que expliquen qué es el amor, y encontré este.
— ¿no se supone que nuestros informes deben ser originales? no creo que tenga mucho sentido hacerlos si los vamos a sacar de un libro.
— eres el menos indicado para decir eso, cuando yo fui el que hizo la mayoría de tus tareas y trabajos por ti. — habló falsamente molesto. — además, ¿cómo pretendes que hagamos un trabajo original si ninguno de los dos sabe qué es el amor?
riku se quedó callado, pues no tenía forma de contradecir eso.
— ¡aish, qué difícil! — se quejó el japonés haciendo un mini berrinche. — ¿por qué no solo le pedimos a chat gpt que haga dos informes diferentes de 10 líneas sobre qué es el amor, yo copio uno y tú el otro?
— riku.
— ¡¿qué tiene de malo?! estoy seguro de que el 99% de la clase hará eso, mientras que tú y yo seremos ese 1% de idiotas que de verdad se esforzaron en saber qué es el amor.
esta vez, fue daeyoung el que se había quedado sin nada que decir, quizás debía darle la razón a maeda esta vez.
era imposible para ambos escribir extensamente acerca de un tema del cuál no tenían ni idea, simplemente sería engañarse a sí mismos.
pero daeyoung no podía darse el lujo de usar chat gpt, nunca en su vida había usado esa aplicación para hacer trampa, y no quería perder ese orgullo.
— mejor veamos esto otro día. — dijo agobiado mientras cerraba el libro en sus manos y lo colocaba sobre la mesita al lado de su cama. — ya me estresé, y nisiquiera hemos comenzado.
— como dijo sion, todavía tenemos tiempo para hacer el informe. — tomó la mano del contrario y empezó a jugar con ella. — no te presiones tanto, daeyounggie.
el corazón de maeda dolió ligeramente al ver que daeyoung había apartado ambas manos sin disimulo alguno, dejándole claro que dichas acciones no eran de su agrado.
— está bien. — suspiró. — de todos modos, será difícil para los dos hacerlo, a no ser que mágicamente consigamos novia en estas dos semanas y así aprendamos qué es el amor.
— claro, porque yo claramente tendré novia. — dijo riku irónicamente.
— novio, para ti. — corrigió daeyoung. — lo siento. — rió.
— sabes, cuando recién nos habíamos conocido, pensé que no querrías que fuera tu amigo por ser gay. — soltó el japonés graciosamente.
— ¿por qué? — preguntó incrédulo kim.
— no lo sé, tenías esas vibras. — dijo levantando los hombros. — tu familia es religiosa, estabas muy bien criado, tus padres te sobreprotegían, eras un chico de casa... creía que entre todo eso, también había un poco de homofobia en ti.
— ¿por eso tardaste tanto tiempo en decirme que te gustan los chicos?
— no exageres, tampoco es como si te lo hubiera dicho ayer. — regañó. — pero enserio, gracias por aceptarme. — dijo sonriendo.
— por supuesto que iba a aceptarte, kuri. nunca podría ser homofóbico realmente, me parece la cosa más absurda del mundo.
— además, estás rodeado de gays. — dijo soltando una carcajada.
— cierto, a veces olvido que todo mi círculo social se conforma por parejas de hombres que se comen frente a mi sin pudor alguno...
— bueno, desde la perspectiva de un gay, eso sí me parece asqueroso. — formuló haciendo una mueca de disgusto.
— creí que lo disfrutabas. — bromeó daeyoung.
— ¡¿cómo te parece que disfrutaría ver a mis amigos compartir saliva enfrente mío?! ¡ew!
— ¡yo que sé! — dijo riendo. — es igual de asqueroso para los dos.
— hmmm... para que deje de darnos asco, tal vez deberíamos hacer lo mismo. — habló riku acercándose al rostro del menor, y recibiendo un empujón instantáneo que lo tiró de la cama.
— ¡auch!, ¡mi pobre trasero! — dijo sobándose la parte mencionada.
— ¿cuál trasero? si no tienes nada. — atacó kim. — ya te dije que no hagas cosas así, riku.
— ¿tan nervioso te pongo? — siguió bromeando.
— no me pones nervioso, simplemente no me gusta. — habló con una seriedad que hizo a maeda estremecerse.
— entiendo... lo lamento, dae. — se disculpó, sintiéndose vulnerable frente al contrario.
riku no entendía por qué se sentía extrañamente triste y bajoneado cada vez que pasaban cosas así, él sabía que daeyoung no era gay, ¿pero por qué le dolían los momentos así?
y lo más importante, ¿por qué se sentía con ganas de estar pegado a su mejor amigo a cada instante? sabiendo que lo más probable era que recibiría un regaño del contrario.
últimamente todo era tan raro para el japonés.
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