Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Family meeting


Esto fue parte de un reto de el grupo de fb "WinterIron is life", no pude evitar escribir esto XD 

Tuve ayuda de un amigo para escribir el lemon para que así quedara bien sensual(?) espero lo disfruten~ 

Advertencias: Lemon, shota(?), algunos muchos errores ortográficos y un Buckaroo que sufre un buen rato gracias a la sensualidad de Tony(?) 


Basado en este secreto(?)




______________________________________________________


  James Barnes odiaba las reuniones familiares no tan familiares, es decir, siempre había un día cada dos o tres meses que su "familia" se reunía a cenar y hablar sobre cualquier cosa, aunque parte de esta no corría realmente por sus venas.


Verán, cuando su madre fue a la universidad conoció a sus "tías", eran las mejores amigas de su madre y gracias a esa amistad se convirtieron en una especie de familia, cada una hizo su vida y tuvieron hijos, pero siempre procuraban tener un tiempo y reunirse para actualizarse sobre sus vidas, hablar sobre la maternidad y cosas de chicas y desde luego cenar.
Y pues para él era una tortura, como si de por si vivir con su hermana no era una tortura, tenía que soportar aquellas reuniones donde sus tías siempre le decían lo mismo "¡James cuanto has crecido! ¡Que niño tan dulce y educado te has vuelto! ¡Has de tener a todas las chicas de tu escuela locas por ti!" y entre otras cosas. 



No le mal interpreten, no odiaba a su familia, es solo que aquellas reuniones eran taaaan aburridas, y él era el mayor de todos, incluso de sus "primos", lo que hacía su situación más aburrida, tal vez excepto por su primo más querido, quien era hermoso e inteligente y realmente le hacía sentir culpable por tener pensamientos pecaminosos con él, por más que lo evitara.



Y su madre no lo dejaba escapar de aquellas reuniones familiares, nunca. 



Así que solo le quedaba enfrentar su destino.



Él día había empezado un poco caótico al decir verdad, pues la reunión seria en su casa esta vez, por ente, su madre les había dado a él y su hermana un montón de tareas de limpieza y como siempre, Rebecca se había salido con la suya dejándole la mayoría de estas a James. Ya para la mitad del día todo estaba prácticamente listo y James estaba agotado, mientras que su hermana estaba saltando de felicidad.



– ¡Mamá! ¿Puedo invitar a mis amigas a la cena de hoy? ¡Porfiiiiiiiis! – decía Rebecca dando brinquitos, su mamá la miraba divertid mientras seguía cortando verduras para la cena de la noche.



– Esta bien Becca, pero solo pocas, recuerda que no hay mucho espacio – le recordó Winifred mientras Rebecca saltaba a correr para llamar a sus amigas.



– ¡No serán muchas! ¡Lo prometo! – grito por el camino cuando James entro en la cocina a ver a su madre con mala cara.



– ¡Es injusto! ¿Por qué ella puede traer a sus amigas y yo no? – reclamo cruzándose de brazos.


– Nunca preguntaste si podías traer a tus amigos, siempre decías que querías salir y eso si no está permitido el día de hoy – dijo Winifred con toda la paciencia que pudo reunir para su hijo.



James seguía cruzado de brazos refunfuñando por lo bajo. 



– Sigue siendo injusto porque no lo sabía...



– Nunca preguntaste – contrarresto la mujer con una sonrisa para volverá a ver a su hijo – Ahora Bucky, ve a arreglarte para que tus tías vean el guapo hombre que te has vuelto – dijo mientras le tocaba la nariz con un dedo en un gesto cariñoso.


Bucky arrugo su nariz por el gesto y suspiro.



– Esta bien, madre... ¡Pero que Rebecca no se ponga más fastidiosa de lo normal con sus amigas! – exclamo Bucky mientras salía de la cocina.



– Como digas tesoro – dijo Winifred volviendo a prestar atención a la comida mientras sacudía su cabeza suavemente, estos niños...


A final de la tarde ya todo estaba listo en la casa Barnes, incluso los invitados empezaban a llegar.


Como siempre, su tía Sarah y primo Steve fueron los primeros en llegar, después de todo no vivían tan lejos.


A Bucky le agradaba su primo Steve, aunque era un poco problemático a veces, nunca decía no a una pelea pese a su contextura delgada y enfermiza, Steve era un chico muy valiente.


– ¿Pero quién es este chico tan guapo? – Dijo Sarah al ver a su sobrino – ¿Eres tu Bucky? ¡Cuánto has crecido! – termino la frase para luego abrazar fuertemente al joven.


– G-gracias tías Sarah – dijo faltándole un poco el aliento gracias al fuerte abrazo de su tía.


La rubia dejo de abrazarle para luego poner su atención en Rebecca.


– ¡Tía Sarah! – grito Rebecca abrazando a su tía.


– ¡Pero qué grande estas cariño! – dijo Sarah abrazando a su sobrina favorita.


– Y revoltosa – murmuro James ganando que su hermana le sacara la lengua infantilmente.


James rodo sus ojos y se concentró ahora en su primo.
– Hey Stevie ¿Qué tal? – saludo con un movimiento de su mano y el rubio sonrió ampliamente.


– Mucho mejor, mi doctor dijo que ya no tenía que tomar tantos medicamentos como antes ya que estoy mejorando – dijo con alegría, su infancia fue difícil debido a su condición médica, por lo que enterarse que estaba mejorando y que no tendría que seguir tomando todas esas medicinas era algo bueno.


– ¡Es una gran noticia, Steve! – Dijo Winifred uniéndose al grupo y abrazando al rubio – Celebraremos con más postre.
Luego de la llegada de los Rogers, llegaron las amigas de Rebecca, Margaret y Natasha, a Bucky le caía mejor la pelirroja, tal vez porque era más calmada que "Peggy" aunque las dos junto a su hermana eran simplemente un caos andante.
Y para finalizar, llegaron los Stark.


Su primo, Tony Stark era un joven inteligente y sarcástico, a James le caía bien su primo muy bien, y secretamente le gustaba, y se reprendía mentalmente cada vez que ideas pecaminosas llegaban a su cabeza ¡Por Dios! El pobre muchacho era 4 años menor que él, pero era inteligente y coqueteador, tal vez demasiado, lo que era un problema para James.


– ¿Dónde están mis encantadores sobrinos? – pregunto una sonriente María mientras entraba a la casa Barnes.


– ¡Aquí! – gritaron Rebecca y Steve al mismo tiempo mientras que Bucky se ahorró el grito.


– ¡Que grandes y hermosos estan! – dijo María mientras tanto Steve como Rebecca iban a abrazarla, James fue de ultimo casi arrastrando los pies.


– Oh James ¡Ven aquí! Abraza a tu tía – dijo la mujer atrapando al muchacho en sus brazos – Actúas como un adolescente amargado – bromeo.


– ¿Qué ya no lo era? – dijo una voz detrás de María con sarcasmo y diversión.


– Muy gracioso – resoplo James a su muy querido primo mientras María lo soltaba, divertida por la situación.


– Así me amas – respondió el castaño guiñándole un ojo descaradamente para luego ir a saludar al resto de sus primos y tías.


Y cuánta razón tenía, pensó James para sus adentros, esta sería otra interesante cena familiar, y nótese el sarcasmo.


Todo paso con la normalidad de siempre, sus primos hablando sobre cualquier cosa al igual que sus madres, solo que con la adicción de las amigas de Becca, quienes se adaptaron rápidamente, y al parecer a Peggy le gustaba mucho Steve y por lo que Bucky notaba en su primo rubio, a este le gustaba igual, también noto un acercamiento entre Natasha y Tony, la pelirroja al parecer le caía muy bien su primo y James tuvo que tragarse la ola de celos en su interior.


La hora de la cena llego al fin, todos se reunieron en la mesa, Tony se ofreció a ayudar a su tía Winifred a colocar los alimentos en esta mientras todos se sentaban, cuando de repente se encontraron con un problema.


Faltaba una silla para Tony.


– Oh cariño – dijo Winifred levantándose de su silla – Si quieres te sientas aquí.


– No, madre, le dejare yo mi silla – ofreció James haciendo ademan de levantarse cuando fue interrumpido.


– No hay problema, me sentare aquí mejor – dijo Tony inocentemente mientras se sentaba en las piernas de James – Es más cómodo – dijo en broma haciendo a los demás presentes reír.


Menos a James, quien sentía que su corazón saldría de su pecho de un momento a otro.


Sin embargo, la cena transcurrió con normalidad, para todos los demás quienes no notaban la incomodidad del pobre Bucky, quien trataba de actuar como si nada pasaba, pero lo cierto era que Tony era un ser inquieto y se movía en su regazo cada vez que hablaba puesto que a veces gesticulaba con las manos para explicar algo o se reía, todos estos movimientos causaron que el amiguito de James empezara a despertar con verdadero interés en el asunto.


James quería que la tierra se lo tragara, gran momento para estar excitado, cuando tu muy hermoso, sexy y provocativo primo está sentado en tu regazo, rogaba que por lo menos, Tony no se dieron cuenta de esto.


Pero sus oraciones no fueron escuchadas.


Bucky prácticamente se dio cuenta en el momento exacto en el que Tony se dio cuenta de su excitación, le sintió tensarse un momento mientras hablaba entretenidamente con Natasha, James pensó que Tony se levantaría o le diría algo, pero paso todo lo contrario, Tony siguió su conversación con normalidad, pero a la vez, empezó a mover sus caderas de forma provocativa, frotándose contra la creciente erección de James.


Para el resto de su familia e invitados nada raro pasaba, todos conversaban y comían en la mesa con total normalidad, pero debajo de la mesa... Para Bucky y Tony era distinto, James no se explicaba como rayos hacia Tony para provocarlo de tal forma, frotarse contra él y aun así actuar como si nada pasara, mientras que él podía jurar que su cara estaba tan roja como una remolacha.


Debía parar, eso no estaba bien, eran primos (Aunque no legalmente...) y él era cuatro años mayor que Tony, eso era abusar ¿No? Aunque en este caso podría jurar que era Tony quien abusaba de él restregándose de tal forma... Dios... Debería ser ilegal moverse así, Tony lo hacía tan bien que podría jurar que llegaría a la penosa situación de venirse en sus pantalones cual pre adolescente... Se sentía jodidamente bien.


Hasta que aquella bruma de placer y éxtasis fue interrumpida por su madre.


– Espero les haya gustado la cena, ahora ¿Quién de mis hermosos sobrinos me ayudara con los platos? – dijo su madre rompiendo así aquella burbuja de felicidad que tenían Bucky y Tony.


– Ayude con la cena ¡Yo no cuento! – dijo Tony cruzándose de brazos y haciendo un movimiento con sus caderas provocando que James soltara pequeño gemido que oculto apretando sus labios.


– Hey hermanito – dijo Rebecca mirando a James y viendo su sonrojada expresión – ¿Estas bien? Pareces enfermo...


– Estoy bien Becca – dijo Bucky agradeciendo a todo lo sagrado de que su voz sonó normal – Estas imaginando cosas...


– Buckaroo está en perfecto estado – dijo Tony moviéndose en el regazo de Bucky para poder abrazarlo, James ocultando los sonidos que querían salir de su boca – Y si insinúa que estoy pesado lo golpeare – dijo bromeando haciendo que Rebecca tragara todo y riera por la broma.


– Bueno, Tony se salva – dijo Winifred para luego mirar a su hija – Becca, ayúdame a lavar los platos.


– Mamááá nooo, que Bucky te ayude – dijo Rebecca con una rabieta infantil para su edad.


– James ha hecho la mayoría de los trabajos de hoy, no creas que no te vi – dijo Winifred ganando una mueca de fastidio de su hija – Ven, ven, no te salvas de esta. El resto puede volver a la sala de estar para seguir conversando y ver una película.


Rebecca se fue molesta a ayudar a su mamá mientras que el resto de la familia y las amigas de Rebecca fueron a la sala como indico la anfitriona.


Tony se levantó del regazo de James y le guiño el ojo para luego inclinarse y susurrar a su oído.


– Tal vez luego podamos terminar lo que empezamos, Bu-cka-roo~ – susurro con una sensualidad que no debía ser capaz un joven de 15 años de edad.


Luego se retiró dejando a un acalorado y excitado James en la mesa.


– Tengo que ir al baño – susurro para sí mismo mientras gruñía en fastidio por la molesta en su pantalón.


Que cena tan entretenida la verdad...


Después de haberse ocupado de su "problema" causado por su encantador primo, James se unió al resto en la película familiar, esto era más nuevo, pues con tantos niños debía haber una forma de entretenerlos mientras las adultas hablaban de su día a día, fue una tradición desde que Tony había nacido y se hizo más frecuente con la llegada de Rebecca.


Al terminar la película ya eran las 10:00 de la noche y los niños debían dormir, Rebecca fue con sus amigas a su habitación a hacer una "pijamada", sus tías y primos fueron a la habitación de invitados y James fue a su habitación, a ver si podía dormir sin pensar en los acontecimientos que ocurrieron en la cena.


Pasó el tiempo y Bucky no conseguía dormir, siempre estaban los pensamientos sobre Tony en su mente, sobe como se sintió sobre cómo lo disfruto, era una tortura.


Cuando de repente, sintió que la puerta de su habitación se abrió y una silueta entró, le reconoció de inmediato, creyó que había ido por algo importante por el gesto en su rostro que casi siempre le hacía al querer algo de él. Esos ojos que muchas veces le gritaban algo en secreto, como un oscuro capricho que deseaba de Bucky. Dejó entrar un haz de luz tenue, ahuyentando las sombras de su habitación por un momento, hasta que entró y la puerta se cerró tras él, dejando solo la figura ensombrecida de Tony apoyado en su puerta.


— ¿Qué ocurre, Tony?


Preguntó. Sin embargo, se mantenía en silencio de pie delante de la puerta, dejando notar el sonido de su respiración entrecortada y agitada mientras se acercaba poco a poco hasta su cama. Puso una mano sobre una de sus mantas para dormir y se sentó sobre ellas. La luz de la luna le permitió a Bucky observar como el chico mordía su labio inferior antes de hablar.


—Desde la cena, me dio curiosidad una cosa.


James estaba algo inseguro, pero rápidamente aquellos recuerdos volvieron a su memoria. Él se había sentado en sus piernas e intentó frotarse justo en su hombría, como si ello le gustara de verdad.



—Tony eso fue...


—Diferente. Se sintió diferente.


Cortó él de inmediato y fue acercándose más mientras apartaba las sábanas que cubrían el cuerpo de Bucky. Él acostumbraba a dormir solo en ropa interior, pero dejó que lo hiciera. Algo de Tony le despertaba el deseo y la curiosidad. Justo en el instante en que el chico pone su mano levemente sobre su sexo y lo apretaba en sus manos con delicadeza. El brillo en los ojos de Tony que reflejaba la luna a través de la ventana, le decían la verdad a James en ése momento al colocar también su mano sobre la del más joven, pero no para apartarlo.


Sintió como se endurecía entre sus dedos aferrados sobre la tela de su ropa íntima y Bucky le hacía apretarlo poco a poco más, mientras a Tony se le agitaba su corazón.


—Se siente increíble.


— ¿Esto es lo que quieres?


—Lo quiero.


Admitió Tony sin pensarlo dos veces. Hasta que decidió meter su mano dentro de la ropa interior del mayor y poseer su hombría entre sus dedos sintiendo su tacto real y palpable. Suave y duro a la vez. Bucky empezaba a entrar en inquietud, pero al menos trataba de mantener la compostura sobre su mente y su cuerpo. Aunque todo ello acabó al ver que Tony se inclinaba poco a poco hacia su miembro. Lo observaba sin perder cada detalle, hasta que abrió su boca.


—Tony, espera...


Eso no bastaba para detenerlo, puesto que sus intenciones eran muy claras. Cerró sus ojos por un momento, dejando fluir sus emociones y sentidos que ahora se llevaban de la mano con el placer. Los labios de Tony, en torno a su intimidad, formando una curva que se hundía poco a poco con la ayuda de su mano que jugueteaba con él.


Simplemente no pudo hablar. Aquello, era mucho mejor que en la cena. La sensación que sintió antes, ahora la sentía más real, recorriendo todo su cuerpo, robándole unos pequeños gemidos placenteros que solo llegaban a los oídos del chico en su entrepierna.


James solo le acarició el cabello, hundiendo sus dedos sobre su espesura presionando para que no saliera de allí. No le permitía detener su lengua que pasaba por los alrededores de su masculinidad y mientras abría la boca para respirar, él más lo presionaba. Sin embargo, permitió un momento al castaño respirar, Tony sonreía y le miró en reojo para luego decir.


—Quiero hacer lo mismo de antes, pero esta vez sin nada de ropa.


Sus palabras solo le aceleraron el pulso, mientras le veía levantarse y desatarse el pantalón de su pijama para que cayera sobre sus rodillas. No tardó demasiado en arrojar el pantalón a un lado de la cama al solo dejarse su camisa puesta y acercarse a gatas sobre la cama, como si quisiera seducirlo de alguna manera. A Bucky se le llenaba la mente de muchas cosas mientras le veía acercarse, pero no le detuvo desde que entró en su habitación.


Quiso formular alguna palabra al abrir sus labios, pero fue silenciado por un beso profundo de Tony. ¿Lo ansiaba tanto? Sus manos se alzaron hasta dentro de la camisa del chico sintiendo los latidos insistentes de su corazón y le ayudó a sentarse sobre sus piernas nuevamente, con las piernas alrededor de la cintura de Buck y con la mirada de frente hacia la de él. Lo miraba con un ardiente deseo por su cuerpo y la curiosidad de sentirlo.


James entonces toco el trasero del menor tanteando en su ranura hasta llegar a su agujero para empezar a prepararlo y se sorprendió un poco al notar el lubricante que aun salía de este, alzo una ceja y le miro.


— ¿Te preparaste a ti mismo?


Pregunto sin poder evitarlo, el simpe pensamiento de que Tony se hubiera preparado pensando en él hacía que su sangre hirviera en necesidad por poseerlo de inmediato, Tony sonrió lascivamente.


— Claro que lo hice, no podía esperar más por tenerte en mí, así que me escabullí un momento y me prepare en el baño, espero no te moleste.


— Dios, Tony, serás la muerte en mí, te lo aseguro.


Dijo James mientras insertaba dos de sus dedos en la entrada del castaño solo para procurar que de verdad estuviese bien preparado, no era por presumir, pero su tamaño era considerable, y realmente no quería hacerle daño al menor. Tony gimió suavemente por la acción de James, pero realmente no era suficiente con sus dedos, necesitaba más, lo necesitaba a él.


— ¿Satisfecho? ¿Puedo ahora repetir lo de la cena?


—Siéntete libre de hacerlo.


Hablo Buck quien sonreía para él y le ayudaba a alzarse sobre su sexo y acomodarlo entre las piernas del chico, tanteando su piel con su hombría. Sintiendo la humedad y la calentura a medida que lo deslizaba despacio, hasta llegar al punto crucial. El sonido de la respiración de Tony se aceleró, puesto que estaba consciente de lo que pasaría. Puso ambas manos alrededor del cuello de Bucky y a continuación se dejó caer.


Un quejido de dolor y placer salió de sus labios, casi tan sonoro que se preocupó por un instante en que alguien los escuchara. Tuvo que morder su labio para no gritar, y apretaba dentro de él el miembro de Bucky. Movía la cintura lo suficiente para sentirlo moverse como aquella vez, pero incluso más placentero. Cerraba sus ojos para concentrarse en eso y en nada más, mientras entreabría sus labios poco a poco para soltar leves quejidos y gemidos que inundaban la habitación. Lo que lo hizo sonreír.


—Ahora eres mí Buckaroo.


Le dijo en susurros, sin importar que ello despertaría una sed de posesividad en su dominante. Fue entonces que lo giró sobre sí mismo de manera brusca para quedar con Tony debajo y con las piernas abiertas para él.


—¿Buck?


Él no le escuchó, solo les hizo caso a sus deseos más profundos. Sentía la calentura de Tony en su sexo y las emociones recorriéndole el cuerpo. Se inclinó hasta él para morder levemente su cuello mientras sus caderas comenzaban a moverse despacio en el ritmo del sexo. Poco a poco se volvían ataques más intensos y sonoros, entre el sonido de los muslos al chocar contra los suyos al golpear una y otra vez. Acallaba el sonido de sus gemidos con sus besos y mordidas leves en el labio.


Tony lo disfrutaba sin importar el dolor, mientras arañaba la espalda de Bucky exigiéndole que no se detuviera, entre palabras entrecortadas e interrumpidas por un gemido continuo de otro. La cama se movía con brusquedad. Hundió sus manos dentro de la camisa que ahora estaba siendo humedecida por el sudor de Tony y pellizcaba los puntos más sensibles de él.


El chico luchaba por una bocanada de aire mientras su corazón le golpeaba una y otra vez las costillas al ritmo de las caderas de Bucky al moverse sin parar, hasta que por fin se detuvo solo para salir de él y darle la vuelta. A Tony le empezó a gustar su forma de dominarlo, incluso el olor de su amante en la almohada al morderla. Buck solo le levantó un poco su cintura y le hizo entender lo que significaba el placer. Repitiendo nuevamente los constantes sonidos húmedos del sexo hasta hacer que el hilillo cristalino saliera del miembro sensible de Tony sobre las sábanas.


Temblaba de placer, como si estuviera extasiado. Pero Buck no se detenía a pesar de ello, quería llegar al final de todo. Como si no importara lo que ocurriese después. Imaginó que todo era un juego de adolescentes, añadiendo algo de picardía y erotismo en el acto carnal de ambos. Bucky no pudo evitar mordisquear ligeramente el lóbulo de la oreja del menor, susurrando algunas palabras sucias, aquellas palabras que habían estado escondidas en lo más profundo de su mente, ahora liberadas gracias a aquel acto sexual, palabras que inevitablemente junto con las brutales embestidas que le daba James, lograron que Tony se corriera ensuciando las sabanas. Sin embargo Tony apretaba para no dejar salir al mayor de su interior, insistiendo en que se quedara allí dentro. Cuando su semilla se esparció dentro de Tony, quemándolo por dentro con su calor y su éxtasis.


Sonrió agitado, luchando para recobrar su estabilidad al respirar y detener el golpeteo de su pecho.


Se recostó en su cama al lado de Tony quien respiraba agitadamente igual que él, por lo menos, estaba seguro que debido al cansancio, los dos dormirían rápidamente.


Haciendo un esfuerzo sobrehumano, James se levantó hasta alcanzar su cobertor para así cubrir a Tony y a sí mismo, cuando se volvió a recostar en la cama vio que el castaño ya había marchado al mundo de los sueños, le hizo sonreír ligeramente.


Tal vez mañana se preocuparía por los acontecimientos de aquella noche, no quería molestarse con eso ahora, solo quería disfrutar el momento y dormir con su querido castaño en sus brazos.


Realmente aquella reunión familiar fue memorable.


.
.
.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro