Capítulo 32(2Yeon)
<Jeongyeon>
Habían pasado dos en los que nos amamos, nos demostramos amor y nos conocimos más a fondo, ella me ha contado muy pocas cosas de su paso y la entiendo yo tampoco he querido hablar mucho del mío por obvias razones, siempre me he sentido sucia y asqueada por llegar a amar de esa forma a mi medio hermana.
Se que ya se lo dije pero no he querido hablar más de esa tema, no me siento a gusto con el ni conmigo misma por las acciones que tomé gracias a eso.
Suspiro y miro de reojo a Nayeon que está muy concentrada viendo la televisión, tanto que tiene los labios entre abiertos y no ha pestañeado, sus ojos van a arder luego de eso.
Dirijo mi mano al frente y la sacudo un par de veces, parece que está demasiado distraída en el programa de moda, gruño y cuando me voy a levantar su mano recae en la mía lo que me impide mi ver un músculo, no puedo evitar sentirme de esa forma cuando la tengo cerca, un simple roce y ya me tiene a sus pies.
Aprieto los labios y los muerdo, me duelen un poco por las mordidas que Nayeon esta acostumbrada a hacer y no puedo evitar sonreír, esos recuerdos se quedarán impresos en mi alma, definitivamente el año pasado fue el mejor de todos y es la primera vez en años que comienzo bien un nuevo año, se que este sera mejor que los demás, porque tengo a la mejor chica a mi lado.
Me recuesto en su hombro y acaricio su muslo con mi mano libre, subo un poco la mirada y ella me sonríe, amo cuando me ve de esa forma, siento que me esta dando un espacio más en su corazón que me impiden hablar bien, actuar bien, solo me quedo embobada en sus ojos marrones que me tienen loca.
Mi mente entra en una especie de locura interminable que se que se llama amor y es la primera vez que experimento esto porque cuando estaba con Siyeon no era lo mismo, el amor era distinto, algo más salvaje, ella me ayudó a saber como amar en cambio Nayeon.
Esta chica supo como hacer para entrar en mi de una forma barbara, suelto una risilla y suspiro sonoramente. "Vas a decirme que te tiene así". Otra risilla se escapa de mis labios y me siento tonta por actuar como tal.
No lo puedo evitar me enamoro y ahora la amo con todo mi ser, éste es el resultado, sentirme como una gelatina al escuchar su voz, tan relajada con el tacto de su suave piel y feliz de tenerla cerca.
Asiento y dejo un pequeño beso en sus labios que se extiende por unos segundos, un roce que aumenta de ritmo pero que no llega a ser excitante, solo me relaja aún más y me derrite con cada toque de su lengua en la mía.
Me separo con una sonrisa apenada y sonrío en grande. "Tu me tienes así". La señalo de forma acusatoria, como si me hubieran preguntado quién era la asesina.
La asesina de todas las armaduras que le impuse al amor, desvaneció mi miedo, me ama y yo la amo no puedo pedir más.
"Necesito tomar un par de pastillas". Se levanta dejándome embobada, luego del tiempo reacción y mi vista se posa en su silueta.
"¿Para qué te tomas eso?". Siempre he querido saber por qué se toma tantas pastillas en el transcurso del día, lo que menos quiero es que sea una adicta o que tenga alguna patología que no me haya dicho.
"Encontré a mi novio besando a un chico". Abro los ojos impresionada y muerdo mi labio inferior, presa al no tener nada que contestar. "Fue tanto el dolor y la impresión que me causó que sufrí un infarto". Se sienta a mi lado, colocando ambas manos en mis hombros, apoyándolas, sus brazos cuelgan y parece que no los quiere acomodar como se debe. "Ahora tengo quevtonar pastillas para regular algunas cosas, para que no me repita, esas me calman...".
Ahora el miedo de decirle lo que paso con Sana me están llenando la cabeza de preguntas sin respuesta, de advertencias, de señales de que no debo decírselo que eso quede así, además no teníamos una relación, aunque es su mejor amiga debería decirle, siento que si Sana se lo dice la confianza que hemos construido se desvanecerá y me sentiré mal si se llega a apartar de mi.
Me he acostumbrado a tenerla cerca.
"Cualquier emoción fuerte es peligrosa". Su rostro me dice que eso en verdad la preocupa y ahora a mi.
Más que nada porque si tengo un secreto que le puede hacer daño, que he querido decirle, que necesito hacerlo porque se que si no lo hago estaremos mal en un futuro.
"Es demasiado peligrosa, pero no pensemos en eso". Cambia de tema, corta todo lo que he intentando hablar y frunzo el entre cejo, siempre ni cobardía es más fuerte que todo. "Mejor pensemos en ver una programa, salir, comer, besarnos, estar juntas porque es lo más importante.
Las relaciones se basan en la honestidad, en la sinceridad que hay entre las dos personas, retengo la respiración por un tiempo y la suelta, ella me mira, sus ojos son tan tiernos, la forma en que me mira me debilita, tengo que hacerlo.
"Tengo que contarte algo...". Asiente y una sonrisa se instala en sus labios.
"Soy toda oídos". Bromea y agarra sus orejas con sus dedos, tocandolas, como una bebé que explora su cuerpo.
"Lo siento tanto". Su sonrisa se va borrando y mis manos tiemblan con fuerza. "Yo...esto paso antes de que nos hiciéramos pareja". Su cuerpo deja de rozar el mío.
"¿Que hiciste?". Su rostro cambia, ya no parece tan feliz por mi compañía.
"Cuando me fui, el día que me moleste...yo". Las palabras se trancan, pidiéndome que reconsidere todo lo que estoy diciendo, sacudo la cabeza y mis ojos automáticamente se llenan de lágrimas.
"Tu...¿que?". El temor en sus ojos me hace llorar.
"Me acosté con una chica". Sus cejas que previamente estaban fruncidas se suavizan y lame sus labios.
"Yo lo sabía". Se encoge de hombros.
"La chica fue Sana". Y toda la tranquilidad que parecía tener su rostro cambió drásticamente.
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