Capítulo 25(2Yeon)
<Nayeon>
Mis manos sudan por la espera y escucho la puerta de la habitación abrirse detrás de mi, suspiro nerviosa y deseperada por lo que vere dentro de algunos segundos.
Jeongyeon me dijo que todo estaría bien, que nada raro pasaría y que todo iría a mi ritmo, cosa que no es una buena idea porque yo soy muy apresurada como un conejo con hambre.
Eso es lo que soy ahora mismo, un conejo hambriento, en busca de la zanahoria más preciada y deliciosa de todas, y si, me refiero a Jeongyeon como una verdura.
Ya no se que estoy pensando, creo que fueron los tres vasos de vodka que me tomé, sacudo la cabeza y me asusto al sentir una mano en mi cuello que baja a mi pecho y acaricia mis senos por arriba de la tela.
"Jeongyeon". Digo con frustración y chasquea la lengua.
"Te dije que tendrías a tu Santa Claus". Sonrío. "Te voy a presentar a la señorita Claus". Me quita la venda que tenía en los ojos y al abrirlos la veo frente a mi.
"Madre santa". Me quedo sin aliento al verla con el típico pantalón rojo, subo y tiene los tirantes negros bastantes gruesos que suben por su torso desnuda, subo la mirada a su sonrisa que está más grande que nunca. "El mejor regalo de todos".
"No, porque el mejor regalo me lo voy a llevar yo".
Todo paso tan rápido, me desperté y no la encontré en toda la casa, me asusté, hice un escándalo como siempre, la llamé varias veces, me atendió y me dijo que la esperara en la habitación, llegó me cubrió los ojos y ahora estoy aquí luego de esperar tres horas y media.
Acaricio su abdomen plano y salto al sentir su mano impidiendo todo tipo de roce. "Nayeon, no vas a poder tocarme".
"No acepto eso".
"Si tienes que aceptarlo". Insiste y asiento derrotada.
"¿Por qué o que?". Sus manos me quitan de un tirón el pantalón e inclino la cabeza confundida. "¿Jeongyeon?". Vuelvo a subir los brazos pero ella los baja y los pone detrás de mi, inhalo el aroma que desprende su cuello y se aparta.
"Señorita Claus para ti". Elevo una ceja completamente fascinada por la chica que tengo frente a mi.
"Señorita Claus podría usted decirle a Yoo Jeongyeon que por favor se apresura que la necesito...".
"¿De qué forma la necesita?".
"Facil". Digo encongiendome de hombros. "La necesito, de espaldas, arriba, a bajo, de lado, delante, atrás, ella me entenderá".
"Pues ella me dijo que Nayeon estaba muy ansiosa estos días". Comenta y se sienta a mi lado cruzando sus piernas. "Entonces yo me ofrecí para hacerlas felices".
"Pero yo quiero a Jeongyeon". La miro a los ojos y beso su mentón. "Ahora...". La empujo con mi pecho y me siento en su vientre. "La quiero ahora".
"P-pues no se puede". Ya está nerviosa y no hemos comenzado bien.
"Yo creo que si se puede". Levanto uno de los tirantes y lo bajo hasta su hombro. "Sería una excelente idea que ella viniera ¿sabes por qué?". Niega y cierra los ojos, mi mano derecha atrapa su pecho izquierdo y lo aprieto con lentitud.
"No".
"Porque ella me dijo esto". Me acerco a su oído. "Si me odiaras no quisieras que estuviera dentro de ti". Me separo un poco. "Y es exactamente lo que quiero ahora". Nuestras miradas se conectan y la suya está oscura por completo.
"Entonces déjame hacerlo". Sonrío y antes de que pueda levantarse coloco mi mano en su pecho y la empujo. "¿Que haces?".
"Las cosas cambiaron, ahora yo quiero estar dentro de ti". Aprieto los labios. "No aceptaré un no por respuesta".
"No deberías preguntarme". Entre cierro los ojos algo esta tramando. "Nayeon...hazlo". Agarra mi mano y la lleva a uno de sus pechos, parpadeo varias veces y la veo a los ojos, luego a mi mano y luego a su rostro sonrojado.
"¿De verdad?". Nunca soy insegura pero hoy me dio por serlo.
"Si Nayeon". Suelta una risilla y mira mi mano como si me estuviera insistando a hacer algo. "Podrías...".
"Claro". Suspiro e intento lanzar los nervios lo más lejos posibles, me quedo congelada ella eleva una ceja y sonríe.
"Tranquila, se que lo harás bien".
"Es que...¡ash!". Siento frustrada. "Esto es nuevo para mí, es difícil, yo estoy acostumbra a otra anatomía y yo nunca me hice na-". Me calla con sus labios, era lo que necesitaba, sube las manos a mi espalda y busca como desabrocharlo. "Por delante".
"¿Como?".
"Que por delante se suelta". Su rostro cambia a distintos colores y luego me lo quite de un tirón. "Era mi fa- ¡Jeongyeon!". Grito cuando me interrumpe con sus labios. "Se siente mejor de lo recordaba". Digo sin aliento y se separa de mi pezon.
"Uno: deja de hablar tanto, dos: bajate de mi y de rodillas en la cama y tercero te ves hermosa".
"¿De rodillas en la ca-". Y me pone en la posición que quiere. "Esto me recuerda la vez que...cierto me dijiste que me callara". También tengo la manía de hablar cuando estoy nerviosa.
Sus manos suben por mis muslos y me arranca un profundo suspiro al sentirla besar mi cuello, su cuerpo se acerca un poco más al mío y caigo de espaldas a la cama, esto no está yendo como yo pensé, ¿yo pasiva de Jeongyeon?, esto es algo casi imposible.
Besa mi cuello y se separa para verme a los ojos. "Yo te enseño tu aprendes". Dice y no se como tomarme eso. Abro la boca para hablar pero su mano se cuela en mis bragas y las aparta. "Justo así". Habla y mis ojos se cierran. "También así". Jadeo y asiento. "Es tan fácil hacerlo, no hay necesidad de apresurarse". Me pierdo en su voz, hasta que entra en mi y chillo. "Lento, tampoco quiero que me mates".
"Yo quiero que me mates". Pido desquiciada. "Matame, haz conmigo lo que se te pegue la regalada gana pero Yoo Jeongyeon ¡rápido!".
"No, quiero que sea especial".
"Todo es especial si estas tu". Aseguro y siento que mi pecho se va a explotar, acabo de decir la cosa más tierna del mundo luego de decir que quiero que me parta en dos.
Sus dedos salen un poco y cuando vuelven a entrar gimo. "Nunca lo había dicho porque no se me había dado la oportunidad pero...". Se detiene y vuelve a mover la mano esta vez más fuerte. "Amo tus gemidos".
"Y yo amaría que fueras más rápido". Conectamos miradas y ella la aparta al instante. "Sabes que...". Le doy la vuelta y quedo arriba de ella. "Hagamos las cosas más interesantes, si vamos a hacerlo lo haremos juntas".
"Nayeon...". Comienzo a moverme arriba de ella y apoyo mi cabeza en su cuello. "Te quiero de verdad". Se aferra a mi trasero y clava sus uñas. "Mucho tanto que...mierda". Gime y siento un tirón en mi vientre, todos sus sonidos, su cuerpo, como clava sus uñas, estoy en un mundo paralelo a este, se podría decir que en el paraíso. "Tanto que superas todo lo que amo". Termina de decir y comienza a moverse conmigo.
"Mirame a los ojos". Me separo un poco y quito el cabello que tiene pegado en la frente. "Gracias por entrar a mi vida". Muerde su labio inferior y me acerco para iniciar un beso muy diferente a los anteriores, este no demostraba deseo, tampoco pasión, era ese algo que le estaba dando el sentido que quería a mi vida.
"¿Te estás cansando?". Pregunta y noto su preocupación, no puede ser más adorable.
"Estoy más que bien". Muerdo su labio inferior y aprieto el agarre de mis manos en las sabanas. Su mano derecha se separa de mi trasero y entrelaza nuestras manos.
"Juntas...". Sus expresiones me enloquecen y me hacen a intentar la velocidad, la cama empieza aumentar y apoyo mi otra mano al lado de su cabeza. "Lo haces tan bien". Y con eso me basta para excitarme aún más.
"Vamos Jeongyeon". Sus ojos se cierran y aprieta la mandíbula. "Se que quieres hacerlo". Digo exhausta y clavo mis uñas en sus mano.
"¡Joder amor!". Arquea la espalda.
Muevo la cabeza a la derecha y muerdo su cuello, reprimiendo los gemidos que quieren salir pero que no soy capaz de demostrar, no ahora que se siente tan irreal que no quiero gritar porque se romperá la burbuja y probablemente hasta las ventanas.
"Voy a...". Antes de que lo diga uno nuestros labios y un tirón en mi vientre nos interrumpa es tan fuerte que tengo que separarme para gemir.
Siento mis piernas temblar con intensidad y los pequeños gemidos que salen de sus labios es el indicativo que también lo hizo. "Eso fue...".
"Jodidamente genial y agotador". Completo la oración con cansancio.
"¿Segunda ronda?".
Pienso unos segundos y abro la boca. "¡Por supuesto!".
"Ests vez yo dominare". Tan solo ese comentario me hace temblar.
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